PEYOTE (Lophophora williamsii)

El peyote es un cactus de pequeño tamaño que

produce unas flores con gran valor ornamental. Además su cultivo es sencillo
puesto que no necesita mucho cuidado para estar sano, incluso puede tener una
maceta durante toda su vida.

Es endémico de México y lo encontramos en vida silvestre en Chihuahua,

Durango, San Luis Potosí, Nuevo León y algunas áreas de Querétaro y
Zacatecas.

Durante mucho tiempo se ha utilizado como planta psicodélica y es algo que hoy
en día lo ha puesto en peligro crítico de extinción.
 SAPO (Bufo alvarius)

Es una de las 400 especies de ranas mexicanas, que en unas glándulas detrás de
la cabeza guarda una secreción que deshidratada y después fumada contiene un
potente alucinógeno:

Endémico del desierto de Sonora México, cuyo veneno en pequeñas cantidades

tiene un potente alucinógeno, éste importante psicodélico surge en Mesoamérica y
que ahora el pueblo Seri busca rescatar como medicina efectiva para adicciones.
 HONGOS (psylocibe)

Existen más de 200 especies de hongos que contienen sustancias psicoactivas

como: psilocibina, psilocina y baeocistina. La mayoría de las especies se
encuentran en México en regiones montañosas como Oaxaca, mientras que otras
especies se localizan en Estados Unidos, Canadá, Australia y Asia.

En México el consumo de hongos alucinógenos está prohibido, por eso se realiza

en lugares independientes y de manera clandestina. Aunque debido a que es una
costumbre prehispánica ha sido difícil impedir que as diversas etnias abandonen
este consumo.
 AMAPOLA (Papaver Rhoeas)

La amapola es una planta silvestre que crece en las praderas de Asia, Europa y
África, pero saltó a América donde ha sido muy apreciada, sobre todo una de sus
especies, como Opiáceo en las regiones del Amazonas donde se cultiva con fines
medicinales.

Contiene varios alcaloides que van a tener efecto en el sistema nervioso, motivo
por el cual se va a utilizar para la producción de morfina, por sus propiedades
sedantes es utilizada en casos de insomnio, ansiedad y depresión.

Las semillas de amapola negra (nombre por el color de sus semillas) tienen un
olor y sabor muy parecido al de las almendras, además de ser ricas en ácido
linoléico y oleico como el aceite de oliva, por lo que su consumo ayuda
ligeramente a controlar el nivel de colesterol en sangre y el envejecimiento celular.