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EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA ATÓMICA

Demócrito (c. 460 a.C.-370 a.C.), filósofo griego que desarrolló la teoría atómica del universo, concebida por su mentor,
el filósofo Leucipo. Demócrito nació en Abdera, Tracia. Escribió numerosas obras, pero sólo perduran escasos fragmentos.

Según la teoría atómica de la materia de Demócrito, todas las cosas están compuestas de partículas diminutas, invisibles
e indestructibles de materia pura (en griego atoma, 'indivisible'), que se mueven por la eternidad en un infinito espacio vacío
(en griego kenon, 'el vacío'). Aunque los átomos estén hechos de la misma materia, difieren en forma, medida, peso,
secuencia y posición. Las diferencias cualitativas en lo que los sentidos perciben y el origen, el deterioro y la desaparición
de las cosas son el resultado no de las características inherentes a los átomos, sino de las disposiciones cuantitativas de
los mismos. Demócrito consideraba la creación de mundos como la consecuencia natural del incesante movimiento
giratorio de los átomos en el espacio. Los átomos chocan y giran, formando grandes agregaciones de materia.

En la historia Demócrito era conocido como el Filósofo Alegre, en contraste al más sombrío y pesimista Heráclito. Su teoría
atómica anticipó los modernos principios de la conservación de la energía y la irreductibilidad de la materia.

TEORÍA DE DALTON
John Dalton (1766-1844), químico y físico
británico, que desarrolló la teoría atómica en la
que se basa la ciencia física moderna. Nació el 6
de septiembre de 1766, en Eaglesfield,
Cumberland (hoy Cumbria). Fue educado en una
escuela cuáquera de su ciudad natal, en donde
comenzó a enseñar a la edad de 12 años. En
1781 se trasladó a Kendal, donde dirigió una
escuela con su primo y su hermano mayor. Se
fue a Manchester en 1793 y allí pasó el resto de
su vida como profesor, primero en el New
College y más tarde como tutor privado.

En 1787 Dalton comenzó una serie de estudios


meteorológicos que continuó durante 57 años, acumulando unas 200.000 observaciones y medidas sobre el clima en el
área de Manchester. El interés de Dalton por la meteorología le llevó a estudiar un gran número de fenómenos, así como
los instrumentos necesarios para medirlos. Fue el primero en probar la teoría de que la lluvia se produce por una
disminución de la temperatura, y no por un cambio de presión atmosférica.
Sin embargo, a la primera obra de Dalton, Observaciones y ensayos meteorológicos (1793), se le prestó muy poca
atención. En 1794 presentó en la Sociedad Filosófica y Literaria de Manchester un ensayo sobre el daltonismo, un defecto
que él mismo padecía; el ensayo fue la primera descripción de este fenómeno, denominado así por el propio Dalton.

Su contribución más importante a la ciencia fue su teoría de que la materia está compuesta por átomos de
diferentes masas que se combinan en proporciones sencillas para formar compuestos. Esta teoría, que Dalton
formuló por primera vez en 1803, es la piedra angular de la ciencia física moderna. En 1808 se publicó su obra
Nuevo sistema de filosofía química, que incluía las masas atómicas de varios elementos conocidos en relación con la
masa del hidrógeno. Sus masas no eran totalmente precisas, pero constituyen la base de la clasificación periódica moderna
de los elementos. Dalton llegó a su teoría atómica a través del estudio de las propiedades físicas del aire atmosférico y
de otros gases. En el curso de la investigación descubrió la ley conocida como ‘ley de Dalton de las presiones parciales’,
según la cual, la presión ejercida por una mezcla de gases es igual a la suma de las presiones parciales que ejercería cada
uno de los gases si él solo ocupara el volumen total de la mezcla.

Dalton fue elegido miembro de la Sociedad Real de Londres en 1822 y cuatro años más tarde se le concedió la medalla
de oro de esta sociedad. En 1830 Dalton se convirtió en uno de los ocho socios extranjeros de la Academia de Ciencias
Francesa. Murió el 27 de julio de 1844 en Manchester.
A John Dalton se le conoce sobre todo por desarrollar la teoría atómica de los elementos y compuestos. Mientras
investigaba la naturaleza de la atmósfera en los primeros años del siglo XIX, Dalton dedujo la estructura del dióxido de
carbono y propuso la teoría de que cada molécula está compuesta por un número definido de átomos. Postuló que todos
los átomos de un mismo elemento son idénticos entre sí y diferentes de los átomos de cualquier otro elemento.

El profesor y químico británico John Dalton estaba fascinado por el “rompecabezas” de los elementos. A principios del siglo
XIX estudió la forma en que los diversos elementos se combinan entre sí para formar compuestos químicos. Aunque
muchos otros científicos, empezando por los antiguos griegos, habían afirmado ya que las unidades más pequeñas de una
sustancia eran los átomos, se considera a Dalton una de las figuras más significativas de la teoría atómica porque la
convirtió en algo cuantitativo. Mostró que los átomos se unían entre sí en proporciones definidas. Las investigaciones
demostraron que los átomos suelen formar grupos llamados moléculas. Cada molécula de agua, por ejemplo, está formada
por un único átomo de oxígeno (O) y dos átomos de hidrógeno (H) unidos por una fuerza eléctrica denominada enlace
químico, por lo que el agua se simboliza como HOH o H2O.
Todos los átomos de un determinado elemento tienen las mismas propiedades químicas. Por tanto, desde un punto de
vista químico, el átomo es la entidad más pequeña que hay que considerar. Las propiedades químicas de los elementos
son muy distintas entre sí; sus átomos se combinan de formas muy variadas para formar numerosísimos compuestos
químicos diferentes. Algunos elementos, como los gases nobles helio y neón, son inertes, es decir, no reaccionan con otros
elementos salvo en condiciones especiales. Al contrario que el oxígeno, cuyas moléculas son diatómicas (formadas por
dos átomos), el helio y otros gases inertes son elementos monoatómicos, con un único átomo por molécula.

JOSEPH JOHN THOMSON

Joseph John Thomson (1856-1940), físico


británico, premiado con el Nobel. Nació cerca de
Manchester, Lancashire, y estudió en el Owens
College (hoy parte de la Universidad de
Manchester) y en el Trinity College, de la
Universidad de Cambridge. En esta institución
enseñó matemáticas y física, fue profesor de
física experimental en el laboratorio de
Cavendish, y rector del Trinity College (1918-
1940). También fue presidente de la Sociedad
Real (1915-1920) y profesor de filosofía natural
de la Institución regia de Gran Bretaña (1905-
1918).

En 1906 Thomson recibió el Premio Nobel de Física por su trabajo sobre la conducción de la electricidad a través de los
gases. Se le considera el descubridor del electrón por sus experimentos con el flujo de partículas (electrones) que
componen los rayos catódicos. Teórico y un experimentador, Thomson elaboró en 1898 la teoría del pudín de
ciruelas de la estructura atómica, en la que sostenía que los electrones eran como 'ciruelas' negativas incrustadas
en un 'pudín' de materia positiva. En 1908 fue nombrado sir.

RADIACTIVIDAD
Una serie de descubrimientos importantes realizados hacia finales del siglo XIX dejó claro que el átomo no era una partícula
sólida de materia e indivisible. En 1895, el científico alemán Wilhelm Conrad Roentgen anunció el descubrimiento de los
rayos X, que pueden atravesar láminas finas de plomo. En 1897, el físico inglés Joseph J. Thomson descubrió el electrón,
una partícula con una masa muy inferior a la de cualquier átomo. Y, en 1896, el físico francés Antoine Henri Becquerel
comprobó que determinadas sustancias, como las sales de uranio, generaban rayos penetrantes de origen misterioso. El
matrimonio de científicos franceses formado por Marie y Pierre Curie aportó una contribución adicional a la comprensión
de esas sustancias “radiactivas”. Como resultado de las investigaciones del físico británico Ernest Rutherford y sus
coetáneos, se demostró que el uranio y algunos otros elementos pesados, como el torio o el radio, emiten tres clases
diferentes de radiación, inicialmente denominadas rayos alfa (a), beta (β) y gamma (g). Las dos primeras, que según se
averiguó están formadas por partículas eléctricamente cargadas, se denominan actualmente partículas alfa y beta. Más
tarde se comprobó que las partículas alfa son núcleos de helio y las partículas beta son electrones. Estaba claro que el
átomo se componía de partes más pequeñas. Los rayos gamma fueron finalmente identificados como ondas
electromagnéticas, similares a los rayos X pero con menor longitud de onda.

WILHELM CONRAD ROENTGEN


Wilhelm Conrad Roentgen (1845-1923), físico
alemán y primer Premio Nobel de Física.
Roentgen nació en Lennep (hoy parte de
Remscheid, Alemania) y estudió en la Universidad
de Zurich. En noviembre de 1895 leyó ante la
Sociedad Físico-Médica de Würzburg un informe
sobre su descubrimiento de radiaciones de onda
corta a las que denominó rayos X. Más tarde estos
rayos recibieron su nombre, pero se siguen
conociendo como rayos X. Entre los muchos
galardones por su hallazgo, que revolucionó la
física y la medicina, recibió la Medalla Rumford de
la Sociedad Real de Londres en 1896 y el primer
Premio Nobel de Física en 1901. También realizó
descubrimientos en mecánica, calor y electricidad.
ANTOINE HENRI BECQUEREL

Antoine Henri Becquerel (1852-1908), físico y premio Nobel francés que descubrió la radiactividad del uranio. Era hijo de
Alexandre Becquerel (que estudió la luz y la fosforescencia e inventó el fosforoscopio) y nieto de Antoine César Becquerel,
uno de los fundadores de la electroquímica.

Nació en París y fue profesor del Museo de Historia Natural en 1892 y de la Escuela Politécnica en 1895. En 1896 descubrió
por accidente el fenómeno de la radiactividad en el transcurso de su investigación sobre la fluorescencia. Tras colocar
sales de uranio en una placa fotográfica en una zona oscura, Becquerel comprobó que la placa se había ennegrecido. Esto
demuestra que el uranio debe emitir su propia energía, a la que posteriormente se denominó radiactividad.

Becquerel también dirigió investigaciones importantes sobre la fosforescencia, espectroscopia y la absorción de la luz. En
1903, Becquerel compartió el Premio Nobel de Física con sus colegas franceses Pierre y Marie Curie por su trabajo sobre
la radiactividad, término acuñado por Marie Curie. Entre sus obras se encuentran Investigación sobre la fosforescencia
(1882-1897) y Descubrimiento de la radiación invisible emitida por el uranio (1896-1897).

MARIE Y PIERRE CURIE


Marie y Pierre Curie (1867-1934) y (1859-1906),
matrimonio de físicos franceses, premiados con el
Nobel, que descubrieron conjuntamente los
elementos químicos radio y polonio. El estudio del
matrimonio Curie de los elementos radiactivos
contribuyó a la comprensión de los átomos en los
que se basa la física nuclear moderna.

Pierre Curie nació en París el 15 de mayo de 1859,


y estudió ciencias en la Sorbona. En 1880 él y su
hermano Jacques observaron que se produce un
potencial eléctrico cuando se ejerce una presión en
un cristal de cuarzo; los hermanos llamaron
piezoelectricidad al fenómeno. Durante los estudios
posteriores sobre magnetismo, Pierre Curie
descubrió que las sustancias magnéticas, a una cierta temperatura (conocida como punto de Curie), pierden su
magnetismo. En 1895 fue profesor de la Escuela de Física y Química de París.

Marie Curie, de soltera Marja Sklodowska, nació en Varsovia (Polonia) el 7 de noviembre de 1867. Su padre fue profesor
de física. En 1891 se trasladó a París (donde cambió su nombre por Marie) y se incorporó a la Sorbona. Dos años más
tarde acabó sus estudios de física con el número uno de su promoción. En 1894 conoció a Pierre Curie y se casaron en
1895.

Marie Curie estaba interesada en los recientes descubrimientos de los nuevos tipos de radiación. Wilhelm Roentgen había
descubierto los rayos X en 1895, y en 1896 Antoine Henri Becquerel descubrió que el uranio emitía radiaciones invisibles
similares. Curie comenzó a estudiar las radiaciones del uranio y, utilizando las técnicas piezoeléctricas inventadas por su
marido, midió cuidadosamente las radiaciones en la pechblenda, un mineral que contiene uranio. Cuando vio que las
radiaciones del mineral eran más intensas que las del propio uranio, se dio cuenta de que tenía que haber elementos
desconocidos, incluso más radiactivos que el uranio. Marie Curie fue la primera en utilizar el término ‘radiactivo’ para
describir los elementos que emiten radiaciones cuando se descomponen sus núcleos.
Pierre Curie finalizó su trabajo sobre el magnetismo para unirse a la investigación de su esposa, y en 1898 el matrimonio
anunció el descubrimiento de dos nuevos elementos: el polonio (Marie le dio ese nombre en honor de su Polonia natal) y
el radio. Durante los cuatro años siguientes los Curie, trabajando en condiciones muy precarias, trataron una tonelada de
pechblenda, de la que aislaron una fracción de radio de un gramo. En 1903 compartieron con Becquerel el Premio Nobel
de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos. Marie Curie fue la primera mujer en recibir un Nobel.

En 1904 Pierre Curie fue nombrado profesor de física en la Universidad de París, y en 1905 miembro de la Academia
Francesa. Estos cargos no eran normalmente ocupados por mujeres, y Marie no tuvo el mismo reconocimiento. Pierre
murió el 19 de abril de 1906, al ser atropellado por un coche de caballos. Su esposa se hizo cargo de sus clases y continuó
sus propias investigaciones. En 1911 recibió un segundo Nobel, un hecho sin precedentes. En esta ocasión fue el de
Química, por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos. Fue nombrada directora del Instituto de Radio de París
en 1914 y se fundó el Instituto Curie. Marie Curie sufrió una anemia perniciosa causada por las largas exposiciones a la
radiación. Murió el 4 de julio de 1934 en la Alta Saboya.

Los Curie tuvieron dos hijas, una de ellas también ganó un Nobel: Irène Joliot-Curie y su marido, Frédéric, recibieron el
Premio Nobel de Química en 1935 por la obtención de nuevos elementos radiactivos.

ERNEST RUTHERFORD OF NELSON

(1871-1937), físico británico, premio Nobel por su trabajo en física


nuclear y por su teoría de la estructura del átomo. Nació el 30 de agosto
de 1871, en Nelson, Nueva Zelanda y estudió en la Universidad de
Nueva Zelanda y en la de Cambridge. Fue profesor de física en la
Universidad McGill de Montreal, Canadá, desde 1898 a 1907 y en la de
Manchester, en Inglaterra, durante los 12 años siguientes. A partir de
1919 ejerció como profesor de física experimental y director del
Laboratorio Cavendish en la Universidad de Cambridge y también
mantuvo una cátedra, a partir de 1920, en la Institución Real de Gran
Bretaña en Londres.

Rutherford fue uno de los primeros y más importantes investigadores en


física nuclear. Poco después del descubrimiento de la radiactividad en
1896 por el físico francés Antoine Henri Becquerel, Rutherford identificó
los tres componentes principales de la radiación y los denominó rayos
alfa, beta y gamma. También demostró que las partículas alfa son
núcleos de helio. Su estudio de la radiación le llevó a formular una teoría
de la estructura atómica que fue la primera en describir el átomo como un núcleo denso alrededor del cual giran los
electrones.

En 1919 Rutherford dirigió un importante experimento en física nuclear cuando bombardeó nitrógeno con partículas alfa y
obtuvo átomos de un isótopo de oxígeno y protones. Esta transmutación de nitrógeno en oxígeno fue la primera que produjo
una reacción nuclear de forma artificial. Inspiró la investigación de los científicos posteriores sobre otras transformaciones
nucleares y sobre la naturaleza y las propiedades de la radiación. Rutherford y el físico británico Frederick Soddy
desarrollaron la explicación de la radiactividad que todavía aceptan los científicos actuales.

Rutherford fue elegido miembro de la Sociedad Real en 1903 y ejerció como presidente de esta institución desde 1925 a
1930. En 1908 fue galardonado con el Premio Nobel de Química y recibió el título de sir en 1914. Murió en Londres el 19
de octubre de 1937. Entre sus escritos se encuentran: Radioactivity (Radiactividad, 1904); Radiations from Radioactive
Substances (Radiaciones de las sustancias radiactivas, 1930), que redactó con los físicos James Chadwick y Charles
Drummond Ellis y que se ha convertido en un texto clásico, y The Newer Alchemy (La Nueva alquimia, 1937).

EL ÁTOMO DE RUTHERFORD

Experiencia de Rutherford El físico británico Ernest Rutherford y sus colaboradores Hans Geiger y Ernest Marsden
bombardearon con partículas alfa (con carga positiva) una lámina muy fina de oro y observaron que, aunque la mayor parte
de las partículas la atravesaban sin desviarse, unas pocas sufrían una desviación bastante acusada e incluso algunas
rebotaban al llegar a la lámina. Para explicar estos resultados, Rutherford propuso el modelo nuclear del átomo, según el
cual la carga positiva de un átomo y la mayoría de su masa están concentradas en una pequeña región central llamada
núcleo. En este modelo, los electrones, con carga negativa, giraban en órbitas alrededor del núcleo.
El físico británico Ernest Rutherford, que obtuvo el Premio Nobel de Química en 1908, fue un pionero de la física nuclear
por sus investigaciones experimentales y su desarrollo de la teoría nuclear de la estructura atómica. Rutherford afirmó que
un átomo está constituido en gran medida por espacio vacío, con un núcleo con carga positiva en el centro, en torno al
cual orbitan los electrones, cargados.

El descubrimiento de la naturaleza de las emisiones radiactivas permitió a los físicos profundizar en el átomo, que según
se vio consistía principalmente en espacio vacío. En el centro de ese espacio se encuentra el núcleo, que sólo mide,
aproximadamente, una diezmilésima parte del diámetro del átomo. Rutherford dedujo que la masa del átomo está
concentrada en su núcleo. También postuló que los electrones, de los que ya se sabía que formaban parte del átomo, se
movían en órbitas alrededor del núcleo. El núcleo tiene una carga eléctrica positiva; los electrones tienen carga negativa.
La suma de las cargas de los electrones es igual en magnitud a la carga del núcleo, por lo que el estado eléctrico normal
del átomo es neutro.

NIELS BOHR
Niels Bohr (1885-1962), físico danés, galardonado con el Premio Nobel, que hizo
aportaciones fundamentales en el campo de la física nuclear y en el de la estructura
atómica. Nació en Copenhague el 7 de octubre de 1885; era hijo de un profesor de
fisiología y estudió en la universidad de su ciudad natal, donde alcanzó el doctorado
en 1911. Ese mismo año fue a la Universidad de Cambridge (Inglaterra) para estudiar
física nuclear con J.J. Thomson, pero pronto se trasladó a la Universidad de
Manchester para trabajar con Ernest Rutherford.

La teoría de la estructura atómica de Bohr, que le valió el Premio Nobel de Física


en 1922, se publicó en una memoria entre 1913 y 1915. Su trabajo giró sobre el
modelo nuclear del átomo de Rutherford, en el que el átomo se ve como un núcleo
compacto rodeado por un enjambre de electrones más ligeros. El modelo de átomo
de Bohr utilizó la teoría cuántica y la constante de Planck. El modelo de Bohr establece
que un átomo emite radiación electromagnética sólo cuando un electrón del átomo
salta de un nivel cuántico a otro. Este modelo contribuyó enormemente al desarrollo de la física atómica teórica.

En 1916, Bohr regresó a la Universidad de Copenhague como profesor de física, y en 1920 fue nombrado director del
Instituto de Física Teórica de esa universidad, recién constituido. Allí, Bohr elaboró una teoría que relaciona los números
cuánticos de los átomos con los grandes sistemas que siguen las leyes clásicas, y realizó otras importantes aportaciones
a la física teórica. Su trabajo ayudó a impulsar el concepto de que los electrones se encuentran en capas y que los de la
última capa determinan las propiedades químicas de un átomo.

En 1939, reconociendo el significado de los experimentos de la fisión, de los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz
Strassmann, Bohr convenció a los físicos en una conferencia en Estados Unidos de la importancia de estos experimentos.
Más tarde, demostró que el uranio 235 es el isótopo del uranio que experimenta la fisión nuclear. Bohr regresó
posteriormente a Dinamarca, donde fue obligado a permanecer después de la ocupación alemana del país en 1940. Sin
embargo, consiguió llegar a Suecia con gran peligro de su vida y de la de su familia. Desde Suecia, la familia Bohr viajó a
Inglaterra y por último a los Estados Unidos, donde Bohr se incorporó al equipo que trabajaba en la construcción de la
primera bomba atómica en Los Álamos (Nuevo México), hasta su explosión en 1945. Bohr se opuso, sin embargo, a que
el proyecto se llevara a cabo en total secreto, y temía las consecuencias de este siniestro nuevo invento. Deseaba un
control internacional.

En 1945, Bohr regresó a la Universidad de Copenhague donde, inmediatamente, comenzó a desarrollar usos pacifistas
para la energía atómica. Organizó la primera conferencia 'Átomos para la paz' en Ginebra, celebrada en 1955, y dos años
más tarde recibió el primer premio 'Átomos para la paz'. Bohr murió el 18 de noviembre de 1962 en Copenhague.

EL ÁTOMO DE BOHR
Evolución del modelo atómico. A medida que los científicos fueron conociendo la estructura del átomo a través de
experimentos, modificaron su modelo atómico para ajustarse a los datos experimentales. El físico británico Joseph John
Thomson observó que los átomos contienen cargas negativas y positivas, mientras que su compatriota Ernest Rutherford
descubrió que la carga positiva del átomo está concentrada en un núcleo. El físico danés Niels Bohr propuso la hipótesis
de que los electrones sólo describen órbitas en torno al núcleo a determinadas distancias, y su colega austriaco Erwin
Schrödinger descubrió que, de hecho, los electrones de un átomo se comportan más como ondas que como partículas.

Para explicar la estructura del átomo, el físico danés Niels Bohr desarrolló en 1913 una hipótesis conocida como teoría
atómica de Bohr. Bohr supuso que los electrones están dispuestos en capas definidas, o niveles cuánticos, a una distancia
considerable del núcleo. La disposición de los electrones se denomina configuración electrónica. El número de electrones
es igual al número atómico del átomo: el hidrógeno tiene un único electrón orbital, el helio dos y el uranio 92. Las capas
electrónicas se superponen de forma regular hasta un máximo de siete, y cada una de ellas puede albergar un determinado
número de electrones. La primera capa está completa cuando contiene dos electrones, en la segunda caben un máximo
de ocho, y las capas sucesivas pueden contener cantidades cada vez mayores. Ningún átomo existente en la naturaleza
tiene la séptima capa llena. Los “últimos” electrones, los más externos o los últimos en añadirse a la estructura atómica,
determinan el comportamiento químico del átomo.

Todos los gases inertes o nobles (helio, neón, argón, criptón, xenón y radón) tienen llena su capa electrónica externa. No
se combinan químicamente en la naturaleza, aunque los más pesados (argón, criptón, xenón y radón) pueden formar
compuestos químicos en el laboratorio. Por otra parte, las capas exteriores de los elementos como litio, sodio o potasio
sólo contienen un electrón. Estos elementos se combinan con facilidad con otros elementos (transfiriéndoles su electrón
más externo) para formar numerosos compuestos químicos. De forma equivalente, a los elementos como el flúor, el cloro
o el bromo sólo les falta un electrón para que su capa exterior esté completa. También se combinan con facilidad con otros
elementos de los que obtienen electrones.

Densidad electrónica y orbitales Los orbitales atómicos son descripciones matemáticas de la probabilidad de encontrar en
un lugar determinado los electrones de un átomo o molécula. Estas descripciones se obtienen resolviendo la llamada
ecuación de Schrödinger. Los orbitales mostrados ilustran la distribución espacial de electrones con momento angular
progresivamente mayor (s, p, d, f). Nunca puede haber más de dos electrones en un mismo orbital. La distribución global
de los electrones de un átomo es la suma de muchos orbitales semejantes. Esta descripción se ha visto confirmada por
muchos experimentos físicos y químicos, entre ellos una imagen real de un orbital p obtenida por un microscopio de barrido
de efecto túnel.

Las capas atómicas no se llenan necesariamente de electrones de forma consecutiva. Los electrones de los primeros 18
elementos de la tabla periódica se añaden de forma regular, llenando cada capa al máximo antes de iniciar una nueva
capa. A partir del elemento decimonoveno, el electrón más externo comienza una nueva capa antes de que se llene por
completo la capa anterior. No obstante, se sigue manteniendo una regularidad, ya que los electrones llenan las capas
sucesivas con una alternancia que se repite. El resultado es la repetición regular de las propiedades químicas de los
átomos, que se corresponde con el orden de los elementos en la tabla periódica.

Resulta cómodo visualizar los electrones que se desplazan alrededor del núcleo como si fueran planetas que giran en torno
al Sol. No obstante, esta visión es mucho más sencilla que la que se mantiene actualmente. Ahora se sabe que es imposible
determinar exactamente la posición de un electrón en el átomo sin perturbar su posición. Esta incertidumbre se expresa
atribuyendo al átomo una forma de nube en la que la posición de un electrón se define según la probabilidad de encontrarlo
a una distancia determinada del núcleo. Esta visión del átomo como “nube de probabilidad” ha sustituido al modelo
planetario.

Líneas espectrales

Uno de los grandes éxitos de la física teórica fue


la explicación de las líneas espectrales
características de numerosos elementos (ver
Espectroscopia: Líneas espectrales). Los átomos
excitados por energía suministrada por una fuente
externa emiten luz de frecuencias bien definidas.
Si, por ejemplo, se mantiene gas hidrógeno a baja
presión en un tubo de vidrio y se hace pasar una corriente eléctrica a través de él, desprende luz visible de color rojizo. El
examen cuidadoso de esa luz mediante un espectroscopio muestra un espectro de líneas, una serie de líneas de luz
separadas por intervalos regulares. Cada línea es la imagen de la ranura del espectroscopio que se forma en un color
determinado. Cada línea tiene una longitud de onda definida y una determinada energía asociada.

La teoría de Bohr permite a los físicos calcular esas longitudes de onda de forma sencilla. Se supone que los electrones
pueden moverse en órbitas estables dentro del átomo. Mientras un electrón permanece en una órbita a distancia constante
del núcleo, el átomo no irradia energía. Cuando el átomo es excitado, el electrón salta a una órbita de mayor energía, a
más distancia del núcleo. Cuando vuelve a caer a una órbita más cercana al núcleo, emite una cantidad discreta de energía
que corresponde a luz de una determinada longitud de onda. El electrón puede volver a su órbita original en varios pasos
intermedios, ocupando órbitas que no estén completamente llenas. Cada línea observada representa una determinada
transición electrónica entre órbitas de mayor y menor energía.

En muchos de los elementos más pesados, cuando un átomo está tan excitado que resultan afectados los electrones
internos cercanos al núcleo, se emite radiación penetrante (rayos X). Estas transiciones electrónicas implican cantidades
de energía muy grandes.

EL NÚCLEO ATÓMICO
El número atómico de un átomo representa el número de protones de su núcleo. Este número es constante para cada
elemento. Sin embargo, el número de neutrones puede variar, lo que da lugar a isótopos con el mismo comportamiento
químico pero distinta masa. El hidrógeno siempre tiene un protón en su núcleo, cuya carga está equilibrada por un electrón.
Los isótopos del hidrógeno son el protio (sin neutrones),
el deuterio (un neutrón) y el tritio (dos neutrones). Las
imágenes que se muestran son representaciones
esquemáticas del átomo: en realidad el núcleo es
100.000 veces menor que el átomo, y el electrón es un
millón de veces menor que el núcleo. El tamaño del
átomo está determinado por el movimiento del electrón
en regiones del espacio llamadas orbitales.

En 1919, Rutherford expuso gas nitrógeno a una fuente radiactiva que emitía partículas alfa. Algunas de estas partículas
colisionaban con los núcleos de los átomos de nitrógeno. Como resultado de estas colisiones, los átomos de nitrógeno se
transformaban en átomos de oxígeno. El núcleo de cada átomo transformado emitía una partícula cargada positivamente.
Se comprobó que esas partículas eran idénticas a los núcleos de átomos de hidrógeno. Se las denominó protones. Las
investigaciones posteriores demostraron que los protones forman parte de los núcleos de todos los elementos.

No se conocieron más datos sobre la estructura del núcleo hasta 1932, cuando el físico británico James Chadwick
descubrió en el núcleo otra partícula, el neutrón, que tiene casi exactamente la misma masa que el protón pero carece de
carga eléctrica. Entonces se vio que el núcleo está formado por protones y neutrones. En cualquier átomo, el número de
protones es igual al número de electrones y, por tanto, a su número atómico. Los isótopos son átomos del mismo elemento
(es decir, con el mismo número de protones) que tienen diferente número de neutrones. En el caso del cloro, uno de los
isótopos se identifica con el símbolo 35Cl, y su pariente más pesado con 37Cl. Los superíndices identifican la masa atómica
del isótopo, y son iguales al número total de neutrones y protones en el núcleo del átomo. A veces se da el número atómico
como subíndice, como por ejemplo ·Cl17.

Los núcleos menos estables son los que contienen un número impar de neutrones y un número impar de protones; todos
menos cuatro de los isótopos correspondientes a núcleos de este tipo son radiactivos. La presencia de un gran exceso de
neutrones en relación con los protones también reduce la estabilidad del núcleo; esto sucede con los núcleos de todos los
isótopos de los elementos situados por encima del bismuto en la tabla periódica, y todos ellos son radiactivos. La mayor
parte de los núcleos estables conocidos contiene un número par de protones y un número par de neutrones.

Reacciones nucleares

Los experimentos llevados a cabo por los físicos franceses Irène y Frédéric Joliot-Curie a principios de la década de 1930
demostraron que los átomos estables de un elemento pueden hacerse artificialmente radiactivos bombardeándolos de
forma adecuada con partículas nucleares. Estos isótopos radiactivos (radioisótopos) se producen como resultado de una
reacción o transformación nuclear. En dichas reacciones, los algo más de 270 isótopos que se encuentran en la naturaleza
sirven como objetivo de proyectiles nucleares. El desarrollo de los aceleradores de partículas, que permiten bombardeos
a energías muy elevadas, ha hecho posible la observación de miles de reacciones nucleares.

En 1932, dos científicos británicos, John D. Cockcroft y Ernest T. S. Walton, fueron los primeros en usar partículas
aceleradas artificialmente para desintegrar un núcleo atómico. Produjeron un haz de protones acelerados hasta altas
velocidades mediante un dispositivo de alto voltaje llamado multiplicador de tensión. A continuación, se emplearon esas
partículas para bombardear un núcleo de litio. En esa reacción nuclear, el litio 7 (7Li) se escinde en dos fragmentos, que
son núcleos de átomos de helio. La reacción se expresa mediante la ecuación

7Li + 1H →4He + 4He


Los físicos han determinado con precisión las masas de esos átomos: el 7Li tiene una masa de 7,018242 u, el 1H de
1,008137 u y el 4He de 4,003910 u. Las masas del lado izquierdo de la ecuación suman un total de 8,026379 u, mientras
que las del lado derecho ascienden a 8,007820 u; se produce una “pérdida” de 0,018559 u. Mediante la relación de Einstein
E = mc2, se demuestra que 1 u equivale a una energía de 931,1 millones de electronvoltios (MeV). Por tanto, la reacción
nuclear del litio libera 17,28 MeV de energía. La masa “perdida” aparece como energía en forma del movimiento violento
de los núcleos de helio (física nuclear). En 1933 en el laboratorio de la Universidad de París, donde desarrollaron la mayor
parte de su actividad investigadora estos dos científicos descubrieron que los elementos radiactivos se pueden preparar
artificialmente a partir de elementos estables.

Como más del 99% de la masa del átomo reside en su núcleo, cualquier liberación de grandes cantidades de energía
atómica debe provenir de él. Hay dos procesos nucleares que tienen gran importancia práctica porque proporcionan
cantidades enormes de energía: la fisión nuclear —la escisión de un núcleo pesado en núcleos más ligeros— y la fusión
termonuclear —la unión de dos núcleos ligeros (a temperaturas extremadamente altas) para formar un núcleo más pesado.
El físico estadounidense de origen italiano Enrico Fermi logró realizar la fisión en 1934, pero la reacción no se reconoció
como tal hasta 1939, cuando los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann anunciaron que habían fisionado
núcleos de uranio bombardeándolos con neutrones. Esta reacción libera a su vez neutrones, con lo que puede causar una
reacción en cadena con otros núcleos. En la explosión de una bomba atómica se produce una reacción en cadena
incontrolada. Las reacciones controladas, por otra parte, pueden utilizarse para producir calor y generar así energía
eléctrica, como ocurre en los reactores nucleares.

La fusión termonuclear que se produce en las estrellas, como el Sol, constituye su fuente de calor y luz. La fusión
incontrolada se da en la explosión de una bomba de hidrógeno. En la actualidad, se está intentando desarrollar un sistema
de fusión controlada. Ver Energía nuclear; Armas nucleares.
Fuerzas nucleares

Las intensas fuerzas nucleares.


El físico alemán Harald Fritzsch
desarrolla en esta obra, con rigor
y claridad, las investigaciones
que se llevaron a cabo en física
de partículas con anterioridad a
la década de 1980. El fragmento
que se reproduce a continuación
trata sobre la fuerza nuclear
fuerte, responsable de la unión
de los componentes de los
núcleos atómicos.
La teoría nuclear moderna se
basa en la idea de que los
núcleos están formados por
neutrones y protones que se
mantienen unidos por fuerzas
“nucleares” muy intensas. Para
estudiar estas fuerzas, los
físicos tienen que perturbar los
neutrones y protones
bombardeándolos con partículas extremadamente energéticas. Estos bombardeos han revelado más de 200 partículas
elementales, minúsculos trozos de materia, la mayoría de los cuales sólo existe durante un tiempo mucho menor a una
cienmillonésima de segundo.

Este mundo subnuclear salió a la luz por primera vez en los rayos cósmicos. Estos rayos están constituidos por partículas
de muy alta energía que bombardean constantemente la Tierra desde el espacio exterior; muchas de ellas atraviesan la
atmósfera y llegan incluso a penetrar en la corteza terrestre. La radiación cósmica incluye muchos tipos de partículas, de
las que algunas tienen energías que superan con mucho a las logradas en los aceleradores de partículas. Cuando estas
partículas altamente energéticas chocan contra los núcleos, pueden crearse nuevas partículas. Entre las primeras en ser
observadas estuvieron los muones (detectados en 1937). El muón es esencialmente un electrón pesado, y puede tener
carga positiva o negativa. Es aproximadamente 200 veces más pesado que un electrón. La existencia del pión fue
profetizada en 1935 por el físico japonés Yukawa Hideki, y fue descubierto en 1947. Según la teoría más aceptada, las
partículas nucleares se mantienen unidas por “fuerzas de intercambio” en las que constantemente se intercambian piones
comunes a los neutrones y los protones. La unión de los protones y los neutrones a través de los piones es similar a la
unión en una molécula de dos átomos que comparten o intercambian un par de electrones. El pión, unas 200 veces más
pesado que el electrón, puede tener carga positiva, negativa o nula. Si desea ampliar la información pueden consultar en
el siguiente link https://docplayer.es/19419613-3-reacciones-nucleares-ideas-principales.html

MODELO ATÓMICO ACTUAL


El átomo se puede describir por medio del modelo siguiente:
1. Un núcleo atómico constituido por partículas de carga positiva, protones, y de partículas sin carga, neutrones, de la
misma masa, y todas confinadas en un volumen muy pequeño, que concentra casi toda la masa atómica.
2. Los estados estacionarios o niveles de energía en los cuales se distribuyen los electrones de acuerdo a su energía.
3. La dualidad de la materia (carácter onda-partícula). Esta se manifiesta a escala atómica en la que las partículas exhiben
ante determinados tipos de experimento como ondas y en otros como partículas. A su vez, la radiación presenta un
comportamiento corpuscular o de partícula en ciertos experimentos.
4. La posición, energía y velocidad de un electrón solo puede ser determinados por medio de probabilidades en lugar de
certezas, como ocurría en la concepción de la física clásica.

El denominado modelo mecánico-cuántico, que fue establecido por Edwin Schrödinger (1887-1961), este
científico presentó el modelo atómico actual, por medio de una "Ecuación de Onda", una fórmula matemática que
considera los aspectos anteriores. La solución de esta ecuación, es la función de onda (ψ), y es una medida de la
probabilidad de encontrar al electrón en el espacio. Así, el volumen del espacio donde puede encontrar al electrón con
mayor probabilidad se denomina orbital (Figura 3).

El valor de la función de onda asociada con una partícula en movimiento está relacionado con la probabilidad de encontrar
a la partícula en el punto (x, y, z) en el instante de tiempo t. En general una onda puede tomar valores positivos y negativos.
Una onda puede representarse por medio de una cantidad complejo, que no tiene sentido físico. Sin embargo, el módulo
(o su valor al cuadrado) es probabilidad por unidad de volumen o densidad de probabilidad. La función de onda depende
de los valores de tres variables llamadas números cuánticos. Cada conjunto de números cuánticos, definen una función
específica para un electrón.

Números Cuánticos
La función de onda está definida por cuatro números cuánticos: el principal, orbital, magnético y de Spin. Los tres
primeros resultan de la ecuación de onda; y el último, de las observaciones realizadas de los campos magnéticos
generados por el mismo átomo.

1. Número cuántico principal, n Es el número n que identifica los niveles energéticos principales. Valores crecientes de
n corresponden a volúmenes (ocupados por el electrón) mayores, pudiendo contener más de un electrón. n puede
tener valores de 1 hasta infinito. Esta última situación corresponde a un electrón que se ha desprendido del átomo.
2. Número cuántico orbital, l Este número es I y permite la identificación de la forma del espacio donde se encuentra el
electrón (Figura 3). Su valor va desde cero hasta n-1 Si existen dos o más electrones que ocupan el mismo nivel
energético n, éstos pueden tener valores de l distintos.

3. Número cuántico magnético, m Este número designado m representa las orientaciones que pueden asumir los
diferentes orbítales frente a un campo magnético. Los valores que puede asumir son enteros que van desde –l hasta
+l. Por ejemplo: si l =2 entonces m puede tener los valores -2, -1, 0, 1, 2. Además, cada uno de estos números
identifican los sub-niveles de energía, ligeramente distintas entre sí, producidos cuando el átomo está inmerso en un
campo magnético.

Figura 3: Modelo atómico actual: el volumen del espacio donde puede encontrar al electrón con mayor probabilidad se
denomina orbital. En los dibujos se muestran algunos orbítales por medio de superficies que corresponden a la misma
probabilidad y por de medio de cortes transversales utilizando la idea de capas de cebolla identificadas por colores distintos,
cada una con una probabilidad distinta. El orbital s (n = 1, l = 0 y m = 0) en a tiene simetría esférica. En cambio, el orbital
p (n = 2, l =1) en b tiene el aspecto de dos globos unidos y el orbital d (n = 3, l = 2 y m = 0) tiene un anillo en el plano
del centro.

4. Número cuántico de Spin, s Este número asume dos valores permitidos +1/2 y - 1/2, que identifican simbólicamente
el sentido de giro del electrón rotación sobre su eje, hacía la derecha o hacía la izquierda. En la jerga de la física estos
estados se los nombra como de spin hacia arriba o spin hacia abajo.

Nota: si desea complementar la lectura anterior, se le sugiere consultar el siguiente link.


http://www.librosmaravillosos.com/bohrylateoriacuantica/index.html

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