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Es muy importante leer el texto al menos dos veces: la primera lectura debe ser rápida y nos ayudará
a concebir una idea general del contenido; la segunda u otras sucesivas deben ser lentas y
detenidas. Es imprescindible subrayar las ideas principales y los términos más importantes, anotando
comentarios al margen si fuera necesario.
1. Clasificación del texto: La clasificación incluye los datos esenciales que explican de qué
documento se trata. Debe ser, por tanto, concisa. Incluye los siguientes apartados:
a) Origen:
b) Naturaleza:
d) Localización espacio-temporal
2. Análisis
a) Resumen del texto: se trata de exponer de forma breve, y sin copiar el texto, su contenido
esencial. Debe ser una síntesis o resumen de elaboración propia, que incluya de forma
organizada la idea fundamental y las principales ideas secundarias. No se trata de repetir
el texto con otras palabras.
b) Debe incluirse una pequeña explicación del contenido (ideas principales y secundarias):
explicar con claridad ideas, personajes, fechas, lugares, conceptos y acontecimientos que en
el texto se mencionan de forma razonada. Evitar repetir lo que dice el texto (parafrasear) sin
aportar nada nuevo.
3. Comentario
Contexto histórico al que corresponde: los textos, en general, se refieren a acontecimientos concretos
que forman parte de un proceso histórico más amplio. Se trata por tanto, de destacar la importancia
que los hechos del texto tienen en este proceso. No se trata de desarrollar o repetir un tema de
memoria, el desarrollo del contenido debe estar siempre relacionado con el texto propuesto.
4. Conclusión
Señalar la trascendencia que los hechos relacionados con el texto tienen en el futuro.