CAPITULO VI: el día que dejó de nevar en alaska.

En este capítulo, la protagonista comparte sus pensamientos sobre el impacto que

ha tenido la llegada repentina de Kayden en su vida. Describe su encuentro casual en
el puerto y cómo, a pesar de no buscarlo, su presencia ha revuelto sus emociones y
pensamientos. La narradora reflexiona sobre la sensación de familiaridad
instantánea que siente hacia Kayden, una conexión que le resulta irracional pero
profundamente significativa. Expresa que hay algo cálido y tranquilizador en él,
comparando la experiencia con la creencia inuit de que las almas pueden
reencontrarse en diferentes vidas.

A medida que su relación se desarrolla, la protagonista revela detalles personales

sobre su vida, incluyendo su pasión por convertirse en veterinaria y los desafíos que
ha enfrentado desde el divorcio de sus padres. Kayden, por su parte, comparte
información sobre su vida y sus intereses, lo que aumenta la intimidad entre ellos.

Durante un paseo juntos por el puerto, la protagonista y Kayden se sumergen en una

conversación profunda y significativa. A medida que avanzan, la conexión entre ellos
se vuelve cada vez más palpable, con la narradora sintiendo un escalofrío de
anticipación y nerviosismo. A pesar de la intimidante presencia de Kayden, su
atracción mutua se hace evidente a medida que comparten risas y confidencias.

El punto culminante del capítulo llega cuando, al final del paseo, la tensión entre la
protagonista y Kayden se vuelve irresistible. Después de un momento de
nerviosismo, la narradora se lanza y lo besa impulsivamente, aunque el gesto inicial
resulta un tanto torpe. Sin embargo, Kayden responde con un beso apasionado y
genuino, lo que marca un cambio significativo en su relación. Aunque la protagonista
se siente momentáneamente avergonzada por su acto impulsivo, Kayden le asegura
que aprecia su autenticidad y espontaneidad.

El capítulo concluye con la protagonista temblando de emoción mientras se promete

a sí misma recordar ese momento para siempre, lo que sugiere que esta experiencia
ha dejado una marca indeleble en su corazón y su mente.