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uA(*) Armando\Kletnicki! AL hijo “No soy yo quien te engendra. Son los muertos: Son mi padre, su padre, y sus mayores; son los que un largo dédalo dé amores trazaron desde Adan y los desiertos de Cain y.de Abel, en una aurora tan antigua que ya es mitologia, y Illegan, sangre y médula, a este dia del porvenir, eri que te.engendro ahora...” Jorge Luis Borges Ami padre - muerto.el 2 de octubre de 1978. cuando su corazén no resistié tanto doldr. 1, Punto de partida +e ara _la_aj roptaci . La.existencia de un plan sistematice P hijos-de_per: NY de acai militar que asolé al pais entre 1976 y 1983. Para. el primer caso, un nombre y una vieja'foto.se presentan como: marcas de una inscripcién demorada en su continuidad, congeélada. siempre en otro tiempo. * Réspeéto a los nifios nacidos en cautiverio, hasta se carece de ~ esa referencia imaginaria, ya que son rostros sin imagen: las fo- tos de los padres, de la nifiez de los padres, serviran para inten- tar construifla. i apropiacién Hegal de nifios es Ja marca de_un dolor q ——_ * Este trabajo ha sido presentado originalmente en las Jornadas 1998 del Centro de Sa- Wud Menital No 3 “Dr. Arturo Ameghin tal. Memorla-Crisis-Subjetividad.” '1948-1998: El hospital pablico y la salud men- @ | eee no necesita hacer aclaracién alguna acerca del | Ca-_ racter criminal de la apropiacién: toma como punto de partidala i eonely -omienza-con-la-desaparici n-del.ni- c ‘a_en la negacién deln e, de la his elo esperaban, y. een sus casa ‘as. dela tr jida el orden. i ‘sind mismo tie! ‘dado perdidos del ehtramado genéracional; Mas de veinte afios después, sigue siendo necesario decir al- go acerca de-aquellos destinos, interrogando desde las.referen- clas propias del campo de la subjetividad, sobre los efectos en la constituci6n del psiquismo de la accién de un delito continua- do y permaiiénte. La situaci6n se dificulta, y admite el trazado de complejas pa- radojas, ya que debe hacerse notar que incluso sas de abet | la nombrada pueden ser en,si mismas_generadoras de sul n tanto ion de Tas tinicas marcas con las” E orden "de e tanto reencuentro con el lugar que en el ordenamiento genera- | ional esperaba al nifio. Cabe preguntarse, sin embargo, acerca del-estatuto posible de la restitucién, analizando sus alcances, sus limites y sus con- diciones-de posibilidad, en tanto una siguiente paradoja, centra- al_de Ja verdad, indica werer ttusorla, 4 ¢ mpos de ‘ettox campos del conocimiento. Partiendo, por emda parent fe la teem sivonee tose oe ra. u AL. ser Ja_apropiacion contratia a la ley, ilegal, _y-hajo_las-pau-, tas_especificadas en un cédigo particular, puede sostenerse la” tensi6n juridica de un restablecimiento del estado anteriory” tuna reparaci6l del dafio producido, por la via del castigo que el _delito exige. ————— SSS rohay-que admitir, sin que por ello se reduzca la demanda de justicia, que en el eje_de_lo 0 satio ubicar el limite-y Ja espec! icidad tablecerse,-ya-qu encomtramos-aqute as ble. ae ‘ ; Por esta razOn, sé requiere un ani por dos_vias, separando lo relatiy lidades-de-re| i El presente trabajo tiene por.finalidad, entre otros objetivos, la busqueda de ung argumentaci6n que. aap apemeeenesalei es posible restituir, qué logicas se ponen en juego para posil tar o impedir la construccién-de una memoria, y cémo diferén- ciar lo que en términos juridicos apunta al restablecimiento.(st cial e individual) de la ley; de los efectos incalculables e irrever- sibles dé lo que ya ha acontecido en el sujeto. x isculas) a de los sistemas sociales, particulal Tos que el hombre se desenvuelve. . Una pretension un tanto ideal apunta al hallazgo de una co- trelacion_estricta entre ambas « 9, l tal divisién intentaré no aparecer como un retroceso, cuando sea comparada con las lineas de indagaclén que se proveen enfoques multidisciplinarios: sin negar la riqueza de tales enfoques, el punto a rescatar es la especificidad del campo. de la subjetividad Para pensar acerca de los procesos constitutivos del orden humano. que las leyes particulares que regulan las relaciones sociales, la convivencia humana, representen de manera a men la que la Ley soporta y estructura el campo-deta-subj . ‘ansgresion de la ley social, y la determinacion de culpa . Juridica ‘que conlleva, encuentran en el campo-del derecho, Ia : otra Ley, consecuencia del castigo; pero para las fallas « expresaf por la via del padecimiento subjetivo, no fun- contexto judici ~ Ahora bien, es factible establecer un progreso histérico en el orden de las mediaciones simbélicas incorporadas, para encon- trar en las sociedades humanas un pasaje que nos lleve del ca: ligb_a_la ‘sanci6n juridica: esta_iltima—ne. busca venganza_n apunta.a infligir dafio al. culpable,:sino-que_ -eS, por el contra- tio, un medio para restablece restablecer el devecho-qiie ue’ objeto de Una. ss, )Miolacién; y esto se procura Festiiuyendo las cosas.al mismo es- [fo ".. ., tado'en que se hallaban antes del acto antijuridico.\" Ash, “se. : pretende. el desmaniclamiento de ia-obra ilicitarestableclendo— la situaci6n que imperaba antes de su alteracién perjudicial”.3 Pensar la apropiacion ilegal s_consecuencias en términos i de cons de construccién de To humano, ti- Tea ubicar als lecimiento de “Ia situacion que _ Hablamos aqui de. Categorias no cuantifi ‘ables, al mismo tempo en qué situamos una direccién’progrediente para la fun- dacion y-el establecimiento de-determinadas operaciones simbé- licas, de cuya construccidn:y.eficacia depende la-posibilidad de hacer, en el a posteriori, algo.con el daiio producido; Si el campo del derecho tiene como pretensién poner fin al delito, y restablecer cori ia sancién la situacién anterior, halla-- /, @ Gerecho toma como punto de partida los estados de couci: para declarar res- tanto Ja culpa se deriva de ly) responsabilidad Juridica, la posible senclin cs consecuen- cla directa de dicha responsabilizaci6n. En oposicién, se intenta resaltar ja necesidad de otra logica para pensar ia inscripicion subjetiva. Enun sentido mas amplio, deben po: d a i dice br ontemplarse las diferencias e1 mismo pags. 33 a 36. Sin ignorar la existencla de otras orientaciones en el campo del Derecho para teorizar sobre la penalizacidn, se ha optado, dada la temstica aqui anal ‘ada, por transitar la via restitutiva. = io y opti- ensar igual criter' | mos una enorme dificultad para pensar con igual c\ inismo sobre sus consecuencias en el sujeto. \ Hay que remarcar que aqui humanizacion, es deciv que la ntos bajo los cuales el su) { S¢ presenta asi de mane paradojaLlaceiacion-antee ur) ct isticia, en Ja.que.se ii iste ei 2 ceder, yn eso “to_que nombra como no plenamente renacables Jas consecuen jas de_un delito a apropiacion, a. interrogar acerca ‘estiltados eu | e quien To padece.s Se disuelve de este modo, naufraga, la dimension de cobertu ra plena de lo real por lo simbélico. que sugiere “el restableci- /miento de las condiciones anteriores” | (sipara_el.derecholajeye™ cubre lo-que falta y repara“lo que’se ha Toto’, el oandlisis in->] (siea que algo de | tado no vuelve al lugar original. Hay un real alli sobre“el que no puede volverse atras del to- >< do. Se observa, al mismo tiempo, que en situactones como la ana! /lizada lo central no es la discusidh sobre el grado de teversibi { dad de los acontecimientos, sino mas bien la evaluacién deliea=2_ | Wacter instituyente que éstos conllev: J \ tivo: para-decirlo de-un modo menos formal, 4 Armando Kletnickl, Un deseo que no sea anénimo. Nuevas Tecridlogias Reprodictivas: «un enfoque-desde el canipo dé Ia subjetividdd, Buenos Aires, Ad-lloc, 1999, pag:19), en especiat Jos apartados 3, 4, 5 y.6. Corresponde ala versién.ampliada del texto de Igual nombre presentado en las Jornadas 1997 del Centro de’Sdlud:Mental N.” 3, "Dr/ Arturo, jeghino: "Practica en las Instituciones dé salud mental: Etica'y responsabilidad.” a Caine ¢l culpable de un delito juridicamente responsable, *.. la sancién represiva ‘comporta la idea de Inferir a quien tiene culpa un perjuicio que.implique su retribucién bor el daho que Infligio imediante ‘su acto antijuridica” (Marcos Agulnls, op. cit., pay 35) S¢ hace notar que, aung dn satisfag 2 2 Jando as Consecuendl s nefastas g (Dor ejemplo, en Ta repeticion automatica que ocasiona en lo social, Adumltic para ta acclén de la Justicia un resto inasimilable, Hay allf algo que no es obje-, able, pero que puede Teerse en lafistira que noilogra cerrar‘la Sancidmjuridiea, y tam- bién on ta presencia de aquiello desgarrado dela subjetividad, como prueba simultanea ‘ | ie 2505 5 ny { | 1 dela falta de una insccipcién subjetiva, y de la exigencia de producirta. en a4 ‘sondiciones.anteriores" a. partir de lo que lasdictadira®, inser Debe advertirse que la posicién sefalada no significa decir gue no haya un trabajo. de-elaboracién-posil as COnsecuen- 1, Cias, 1 implica que estas lineas recomiende; impunidad, 0 que no disctiminen acerca de los efectos diferenciales espera- bles deia producci6n o la falta de justicia... Pero se irata de éstablecer si-los-procesos e1 eel suje > se ha fundado, se han construido de tal mane que le permi- t estionamiento_del Aree ae 2 s Al hablar del estatuto ficcional de la verdad, se ha: ~cia'a una nueva paradoja para pensar los procesos de subjetiva- On: se trata de determinar, en las circunstancla a 5 ~Cioni legal, Sobre la verdad o falsedad de las marcasque han si do inscriptas en el ni En un extremo, sé plantea que lo ofertado por los apropiado- re§ implica lisa y llanamente la constitucién en una r cion identificatoria falsa, en la medida en.que toi ituacion, “se asienta en él robo, a suprésTan He las categotias-quecar ginariamente Correspondian al sujeto. Serre En e] otvo extremo, para avalar la idea de unas huellas verda-. ere rete ~fleras, se distorsiona y “empc . eS e este modo, presentando el delito como no aconte da separado de su referencia” 3} ae eee "No es “attictl reconocer que no hay sociedad donde la paterni- exclusivamente en criterios biologicos, pero dad esté funda di lesté| fundada)exclusiyamente enicriteriosibiglgg’ 4 ~~: CEBinvemta resattar de este modo el carécter Instituyente de un azo social, o de una prictica determinada, en tanto su puesta en marcha implica necesariamente la produc- Cién de efectos y la.gestacién de su propio real. Tal argimento podra servir para inda- + gar, en otro contexto, tanto el real que emerge desde la'iristauracion del terror, como él ‘que hubiera surgido de una diferente inscripcién Juridica o social para los efectos del mismo, Dada esta orientacién, suponer que una instancia reparatoria como el Juicio a. Jas juntas militares revertiria todos los efectos de la dictadura se parece a tratar-tales representaciones y sucesos como no acontecidos: en definitiva, y salvando las dista clas conceptuales, una formacién propia de la neurosis. tal situacion no significa avalar Ja renegacion de la ley, ni mucho_ i mncid recl a pore menos que dicha funcion sea _reclamada.a ‘la Jey_misthg: por quien, para adjudicarsela, actiia como. siderar:; Ror ———<— "Intentando no quedar a medio camino, varado entre Dios yel Diablo, diremos que las inareds alli trai que.de esas marcas‘han quedado, no son fas:.son reales. - } Es decir que el caracter-ficcional de la Verdad vuelve a situar® * nos.en el complejo. universo humano, regido: por infinitas e i numerables paradojas: Ja verdad. n= real que To ha forzado a cambi sitio. (ia verdad que revela\el erechy es una verdad.a médias: des vélael delito y restituyé al apropiador al lugar del criminal, oculto hasta ahi para quien es objeto de-la apropiacion. Asi, 10, desaloja de la paternidad, enstanto esa funcién no se sostiene _ por fuera de la Ley que instituye el campo de lo simbélicor © E punto es que tal situacién no puede ser lefda automatica- mente en Ja linea del botramiento de la estructuracié: le je- mode al nifto que ya.no es en-el. jugar de-dondeé.se To hub: a o, ni. que-anule necesarlamente las identificaciones que'le.da- Sean a Por tal raz6n debe/hacerse explicita la diferencia entre hue; lla que se transmite y el rastro que ella funda, ya que hay entre ambas dimensiones un vacio impreciso. Finalmente esta el corte que introduce lo inconsciente, ese deseo del que nada se sabe, que nada tiene que ver con la volun- fad, que don: e_ignora, duce que junto con las | marcas adquirldas se inscriban sus grietas, Sus fallas, sus fisu- a ae - ras: s ¢ 8s fe No escapa a mi entender que la logica de la apropiacion pare- ce més proclive al abismo y al precipicio, que ala grieta: basta- ¥a. con sefialar aqui el valor otorgado en el psicoanilisis a las ex- ~ 6 __ Petiencias tempranas para definir la suerte de fa estructura.’ at de Jas clreunstanclag a pesar de dicha logica, a pes: . Pero’ originales de la apropiacién, se han_podido fundar en el sujet | ‘operaciones que, hagan eficaz 10 simbélico, y por tanto. | oe in procesos de cuestionamiento de Jas certidumbres y de re- truccién de las representaciones en las que 51 aba; 5 un lado del orden y la ética humana y por otro del sujeto psiqui-\ €o"8_no ha obtenido por consecuencia un arrasamiento cane | yo,'el encuentro con la verdad historica podra dar lugar a un pe- noso-y singular trabajo de elaboracion. . Cuando Ja ley se restituye, cuando Jos lugares van quedando si, Gaandorladeyesealesu liye, g {{nombi juede pensarse en el fin de lo siniestré; yen laapa- Li! “HciGn, B. por primera vez.de-una eleccion posiblé97 ~~~ ~ “> \DeLotrotado, alli donde Jas huellas de'la apropiacion ¢ delatan el artasamiente, ¢ indican la produccion dcceslranosien tomes la_constitucion_de os fundamentales de .-psiquica : ul mitada de una manera variada la posibilidad. “de-construccion di otro sabe no se ignora que la verdad, aun: que irremediable, puede ser inaltanzable, o repudiada por atroz, oe! egada (negando que se niega), en el intento de er una» _fragil unidad, , A veces el sujeto es extranjero en’su propia casa y, olvidado de su'lengua, siente extrafieza.ante los efectos de Ja palabra, y ~ hasta podra servirse de lo que surge de la verdad, para ubicaren _ elia la voz del enemigo que le miente. El En algunas situaciones, no se trataré de Ja eleccion nde perma- is mas especifico, véase por ejemplo: Fernando Ulloa, “La ternura como 7 Para un ai contraste y denuncia del horror represivo” (1988), en Novela clinlea psteoanaltlca, His- torial de una préctica, Buenos Aires, Pald6s, 1995, pags. 132-140. 2 Ricardo Rodullo, en Ia nota que dirlge a la decana de la Facultad de Psicologia de 1a _ BA, 21 13/5/30, respondiendo acerca de Ia situacién de les mellizos Regglardo-Tolosa, " Exiratdo de fa publicacién de las Abuelas de Plaza de Mayo. N.” 29, agosto-octubre de 1990. S>munque esta eleccién no pierda su condicion de forzada, ya que “Ia estructura No ‘se concibe sin decision o eleccidn subjetiva, y a la vez esta decision sucede siempre en Jz estructura” Uorge Aleman-Serglo Lé en La decisién, {ntervencion en el “Quinto Encuentro del Campo Freudiano”, Buenos Aires, 1988). ¥ eee a] sew i — “NX e SS dores, sino de la iraposibiidad I de funciénar separado del 0 condicion si ar ela pregunta” far ave Pa cacnesete a tividad ‘ma CO: Debe saberse, asimismo, que, no‘se rearme 0 ecabezas I 7 ‘Orrecto, porque. si hay s reglas o los recortes Gel JUR-. Por ultimo, la salida a producir.no.obedecea causas’puramen- te azarosas, 0. meramente ‘contingentes:.se resalta-que esta, arti- a culada con:aquello que la-estructuracién del sujeto esté en con* diciones de. generat.t0 4. Construir una memoria “.., Me gustaria hablarte de ellos y que me hables de vos; Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas.en mi lo que de. tu:padre:tengo: los dos somos huérfanos de é1..") | 3 (Gime Gnica-garantia posible."frente.al-oc alo siniestro”,!2 como modalidad de.construcci6n dena sali da opuesta:al_enclerro que perpetian Jos:apropiadores, ria colectiva se constituye en el sitio donde memoria sitgular,.a la espera d¢-construirs: niente a la reconstruccién y claboracién de los suceso: céralasubjetividad ve al st imprescindibl<. Lo inscripto en lo social, mas alla 0 mas aca de la respuesta } Ose hace referencta ast a una estructuracién que funciona como limite de las produc- ciones posibles, al tempo que opera como marco de las nuevas inscripciones. Véase al tespecto: Armando Kletnicki, op. cit., especialmente los apartados 5S y 6. 11 Juan Gelman, “Carta ablerta a mi nieta o nieto", 12 de abril de 1995, extraida de la - Revista HYOS, N." 1, Buenos Aires, Julio de 1996. Publicada fragmentariamente en el dia- tlo Clarin del 8/9/98, pag. 12. 12 Fernando Uiloa, “La ética del analista ante lo sinlestro”, en Territorios N.' 2, Movi- - lento Solidario de Salud Mental (MSSM), Buenos Alres, 1986. — © que aporte el campo Juridico, debe poder hallarse como instan- Cia de busqueda de los teferentes, como una: memoria auxiliar o un antidote, como un reservorio desde el cual pueda darse lugar alo no reconocido en el sujeto, ‘ Es clato que, constancia, E. ueden-penéarse circuns- lator zgo-de-lo-ignorado: dees- 'do en lo colectivo se‘constituiira en ese relato, | esa narracion que contrapese el olvido, y que mantenga en el ho- rizonte, nte de manera permanente, la construccién dé una memoria erara que condiciones siempre sin; - So inesperado que desborde el e wilibrio Togr jeto a'interrogarse en el intento de producir pasado, que dé comiel nido Tugars. Pero, qué podra Convocarlo a tal interrogacién? Algo gue quiebre su continuidad, q las respuestas no se hallan. ~--O el encuentro, en cualquier rincén del tiempo, con los agu: jeros de la memoria, con lo:que de ella.retorna, lo que no cierra:

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