Narrador: Entran en escena dos personajes de aspecto pobre. Sus
nombres son Ian e Iker, son leñadores y hermanos.
Ian: ¡Iker tengo hambre!
Iker: Cómete una piedra. No tenemos comida y no tenemos dinero. Ian: ¿Los vecinos no darán comida? Iker: Haz lo que quieras. Yo vuelvo a casa a ver si encuentro un ratón para comer. Narrador: Ian deja su hermano y sale a buscar la casa de los vecinos. Ian: ¡Vecino! Ian: ¡Vecino! (grita alzando la voz) Ian: ¡Vecino! (gritando muy fuerte) Yosmar: ¿Pero qué pasa por qué tantos gritos? Jocelyn: ¿Qué pasa acaso un terremoto? Ximena: ¡No dejan dormir con tantos gritos! Ian: Hola vecinos ¡tengo hambre! Yosmar: Pues cómete un plato de sopa Ian: No tenemos dinero y tampoco comida Jocelyn: Trabaja y tendrás dinero Ian: No consigo trabajo y mi hermano tampoco. Ximena: Si pudiera te daría algo, pero la situación está difícil para todos. Narrador: Sin decir otra palabra los tres vecinos salen de escena. Ian regresa a su casa triste. Ian: ¡Iker! Ian: ¡Iker! (grita alzando la voz) Ian: ¡Iker! (grita muy fuerte) Iker: ¿Estabas aquí? No te había visto, estaba chupando una piedra. Ian: ¿Una piedra? Iker: Si, tiene minerales. ¿No quieres? Ian: ¿Una piedra? Iker: ¿Te dio comida al vecino? Ian: No, me dijo que trabajara Narrador: Los dos se quedan callados Y a lo lejos sólo se escuchan los aullidos de los lobos. Iker: Oye Ian, los lobos comen y no trabajan Ian: Es que cuando los lobos no tienen comida se ponen a aullar Iker: Es cierto aúllan así - Auuuu Ian: Más fuerte, así - Auuuuu Narrador: Los dos hermanos aúllan cada vez más fuerte y los vecinos salen molestos. Yosmar: ¿Qué está pasando por qué esos aullidos? Jocelyn: Los vecinos están aullando Ximena: Piensan que los lobos aúllan cuando tienen hambre Yosmar: Pero ellos no son lobos, vámonos a dormir. Jocelyn: Pero con este escándalo no se puede dormir Ximena: Hay que traerles algo de comer para que se callen Narrador: Los tres vecinos entran a sus casas y les traen de comer a Ian e Iker. Ian: Mira comida ¡Qué rico! Iker: Mmmmm, Oye Ian, los lobos no son nada tontos Ian: Sí Iker, por eso aúllan tanto Narrador: Los dos hermanos comen mientras los vecinos regresan a sus casas a dormir. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.