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EL LOBO AÚLLA

de José Luis García

Narrador: Entran en escena dos personajes de aspecto pobre. Sus


nombres son Ian e Iker, son leñadores y hermanos.

Ian: ¡Iker tengo hambre!


Iker: Cómete una piedra. No tenemos comida y no tenemos dinero.
Ian: ¿Los vecinos no darán comida?
Iker: Haz lo que quieras. Yo vuelvo a casa a ver si encuentro un ratón para
comer.
Narrador: Ian deja su hermano y sale a buscar la casa de los vecinos.
Ian: ¡Vecino!
Ian: ¡Vecino! (grita alzando la voz)
Ian: ¡Vecino! (gritando muy fuerte)
Yosmar: ¿Pero qué pasa por qué tantos gritos?
Jocelyn: ¿Qué pasa acaso un terremoto?
Ximena: ¡No dejan dormir con tantos gritos!
Ian: Hola vecinos ¡tengo hambre!
Yosmar: Pues cómete un plato de sopa
Ian: No tenemos dinero y tampoco comida
Jocelyn: Trabaja y tendrás dinero
Ian: No consigo trabajo y mi hermano tampoco.
Ximena: Si pudiera te daría algo, pero la situación está difícil para todos.
Narrador: Sin decir otra palabra los tres vecinos salen de escena. Ian
regresa a su casa triste.
Ian: ¡Iker!
Ian: ¡Iker! (grita alzando la voz)
Ian: ¡Iker! (grita muy fuerte)
Iker: ¿Estabas aquí? No te había visto, estaba chupando una piedra.
Ian: ¿Una piedra?
Iker: Si, tiene minerales. ¿No quieres?
Ian: ¿Una piedra?
Iker: ¿Te dio comida al vecino?
Ian: No, me dijo que trabajara
Narrador: Los dos se quedan callados Y a lo lejos sólo se escuchan los
aullidos de los lobos.
Iker: Oye Ian, los lobos comen y no trabajan
Ian: Es que cuando los lobos no tienen comida se ponen a aullar
Iker: Es cierto aúllan así - Auuuu
Ian: Más fuerte, así - Auuuuu
Narrador: Los dos hermanos aúllan cada vez más fuerte y los vecinos
salen molestos.
Yosmar: ¿Qué está pasando por qué esos aullidos?
Jocelyn: Los vecinos están aullando
Ximena: Piensan que los lobos aúllan cuando tienen hambre
Yosmar: Pero ellos no son lobos, vámonos a dormir.
Jocelyn: Pero con este escándalo no se puede dormir
Ximena: Hay que traerles algo de comer para que se callen
Narrador: Los tres vecinos entran a sus casas y les traen de comer a Ian e
Iker.
Ian: Mira comida ¡Qué rico!
Iker: Mmmmm, Oye Ian, los lobos no son nada tontos
Ian: Sí Iker, por eso aúllan tanto
Narrador: Los dos hermanos comen mientras los vecinos regresan a sus
casas a dormir. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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