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El Tirano Aguirre y su salida al Atlántico: ¿Por el Amazonas o por el Orinoco?

Article in Revista de Historia de América · July 2021

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Gerardo Aymard
Ciprogress Greenlife - Universidad de Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, UNELLEZ
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Número 136
Junio
2021

Mapa de las posibles rutas de Aguirre para llegar a la isla


de Margarita
BOLETÍN DE HISTORIA
DE LAS GEOCIENCIAS EN
VENEZUELA
Número 136, Junio 2021

Mapa de las posibles rutas de Aguirre para llegar a la


isla de Margarita

Ediciones de la Sociedad Venezolana de Historia de las Geociencias


Apartado 47.334, Caracas 1041A, Venezuela
BOLETÍN DE HISTORIA DE LAS GEOCIENCIAS EN
VENEZUELA

Número 136, Junio 2021

Índice
Pág.

Artículos originales
El Tirano Aguirre y su salida al Atlántico: ¿Por el Amazonas o por el Orinoco?.
1
Gustavo A. Romero-González y Gerardo A. Aymard-Corredor.

-------------------------------------------------------------------------------------------
© Sociedad Venezolana de Historia de las Geociencias
Este Boletín es la publicación oficial de la Sociedad Venezolana de Historia de las Geociencias.
Los artículos originales son arbitrados.

Toda correspondencia debe dirigirse a:


Sociedad Venezolana de Historia de las Geociencias. Apartado 47.334, Caracas 1041A. Venezuela.
Email: svhgc@yahoo.com

Revista indizada en: Bibliography and Index of Geology (American Geological Institute, USA.
Edición como revista y en CD en la base de datos GEOREF de SilverPlatter).
Current Geographical Publications (American Geographical Society, USA)
Earth Sciences History (USA).
I.S.S.N. 0258-3135 París Depósito Legal Biblioteca Nacional, Caracas pp 84-25
El Tirano Aguirre y su salida al Atlántico:
¿Por el Amazonas o por el Orinoco?1

Gustavo A. ROMERO-GONZÁLEZ2 y Gerardo A. AYMARD-CORREDOR3


―Yo maté al nuevo Rey, y al capitán de su guardia, y al teniente general, y a cuatro
capitanes, y a su mayordomo mayor, y a su capellán, clérigo de misa, y a una mujer de la
liga contra mí, y a un comendador de Rodas, y a un almirante, y a dos alféreces, y a otro
cinco o seis aliados suyos; y con la intención de llevar la Guerra adelante o morir en
ella… nombré de nuevo capitanes y sargento mayor, y luego me quisieron matar, y yo los
ahorqué a todos‖ (Lope de Aguirre en su carta al rey Felipe II, 1561)4

―… la investigación histórica propiamente dicha… no tiene nada en común con la teoría‖


(VON CLAUSEWITZ [Libro II, Capítulo V] 1832: 154)5

―Desgraciadamente, en Historia, como dijo el insigne maestro Menéndez y Pelayo, nada


hay definitivo, y los que nos dedicamos á los estudios históricos tenemos que ser
perpetuos estudiantes, obligados á rectificarnos á diario, porque á diario la investigación
de los Archivos nos ofrece nuevos documentos, que modifican más ó menos
esencialmente, hechos que teníamos por exactos y juicios en ellos basados‖ (BÉCKER en
AGUADO 1919: VI).

―Para poder contar lo sucedido en la dicha entrada hemos menester decir del arte que es
el río para poder entenderle, pues todo el suceso fué en él, sin salir de dicho río‖ (DE
ZÚÑIGA en PASTOR Y CALLAU 2011: 108)

―Son de tanta fuerza y de tal calidad los hechos que abonan esta última hipótesis o
conclusión, que no es posible sostener en vista de ellos que Lope saliese al mar por el
estuario del Amazonas‖ (ISPIZÚA 1918: 318)

―... ¿Se imagina y piensa Vuestra Excelencia que en habiéndome cortado la cabeza, y
hecho cuartos mi cuerpo, y echado mis despojos a los perros, borrarán mi figura de la
memoria de los hombres?‖ (OTERO SILVA 1962: 321; 1979: 339).

―Hemos dicho y nunca lo repetiremos bastante, que de la lectura de una de las


varias relaciones del viaje de Ursúa y Aguirre, y de su comparación con el contenido de
alguna obra geográfica sobre aquellos ríos se desprende a fortiori, irremisiblemente, la
imposibilidad de ir los 'marañones' por ellos y la certeza absoluta de haber navegado todo

1
el Amazonas hasta el mar‖ (JOS 1927: 157)

―En esta y en otras frases de Simon, así como en no haber sabido interpretar lo que debe
entenderse por seguir por los ramales del poniente—a lo que hemos referido varias
notas—se apoyaron todos los que pretendieron que Aguirre no salió al Océano por el
Amazonas, sino por el Orinoco, después de seguir el brazo del Casiquiare... Hoy no
puede hablarse seriamente de tal problema‖ (RAMOS PÉREZ en SIMÓN 1992: 220, nota 67)

INTRODUCCIÓN
Lope de Aguirre, ―el tirano‖, es, como Alejandro de Humboldt6, un personaje universal sobre
quien, después de 460 años del final de su trágica odisea y de su muerte en Barquisimeto, Venezuela, el 27
de octubre de 1561, hay poco que escribir que ya no se haya escrito. Son realmente sorprendentes e
innumerables las referencias sobre este legendario protagonista de la historia de Venezuela, ya sea en forma
de libros y artículos acerca de su vida, hazañas y destrozos7. Igualmente en novelas, obras de teatro,
canciones y hasta una famosa película8. En Venezuela, como en otros lugares que recorrió (e.g., ―Pongo de
Aguirre‖, un salto importante en el curso del río Huallaga, en el Perú), le han dedicado al menos cinco
diferentes topónimos9.
Ahora bien, los lectores se preguntarán, en vista que todos nuestros ensayos previos han tratado
exclusivamente temas sobre lo que es hoy en día el estado Amazonas de Venezuela, ¿qué tiene que ver el
Tirano Aguirre con esta región de Venezuela?
El presente ensayo trata de responder una pregunta que ha ocupado a muchos escritores desde el
siglo XVI hasta el presente: ¿por dónde salió el Tirano Aguirre al océano Atlántico, para luego saquear la
isla de Margarita y hacer estragos en lo que hoy en día es Venezuela?, ¿Por el delta del río Amazonas o por
el del Orinoco? (Figura 1).
La pregunta es relevante porque, de haber salido por el Orinoco, su ruta por necesidad hubiese
incluido un recorrido por el canal o brazo Casiquiare, tal vez uno de los accidentes geográficos más
interesantes y famosos de la Amazonía y la Orinoquía, lo que lo hubiera convertido al tirano Aguirre y a su
grupo en los primeros europeos en haberlo hecho10.
El viaje de este personaje y sus acompañantes desde lo que es hoy Perú, su llegada a la isla de
Margarita y su muerte en Barquisimeto, ha sido narrado en múltiples formatos, algunos bastante ajustados a
la poca evidencia que nos dejaron algunos de sus acompañantes en forma de crónicas, otros añadiendo
detalles y diálogos producto de la imaginación y numerosas conjeturas de los autores. Tal vez la parte más
intrigante de este viaje es su salida al Atlántico hasta llegar a la isla de Margarita, en la costa oriente de
Venezuela.
Luego de consultar ca. de 254 referencias que examinan específicamente el itinerario del viaje de
Aguirre11, que datan desde 1561 hasta el año 2019 (Apéndice I), encontramos tres grupos de estudiosos del
tema:

2
 Los que argumentan que llegó por el delta del río Amazonas (ca. 140 referencias);
 Los que argumentan que llegó por el delta del río Orinoco, luego de viajar por un supuesto desvío
por el Río negro y por el canal del Casiquiare, lo que implicaría que Aguirre y su gente fueron los
primeros europeos en viajar por esta famosa vía de comunicación ente las cuencas de los ríos
Amazonas y Orinoco (ca. 67 referencias);
 Los que simplemente permanecen indecisos al respecto, o que interpretaron la evidencia con cierta
ambigüedad y desconocimiento de la región (ca. 33 referencias).

Figura 1. Mapa de las posibles rutas de Aguirre para llegar a la isla de Margarita tomado de SIMÓN (1861).
Una versión de este mapa a alta resolución en:
https://photos.app.goo.gl/T23kUurdCFPV1uYn7

A estos tres grupos hay que añadir al menos un autor que propuso que la salida se hizo por la vía
Río Negro–Río Branco–río Esequibo (MELLO MORAES 1839: 496), ruta que al menos por un tiempo
Alejandro de Humboldt llegó a considerar12, tal vez siguiendo o malinterpretando al padre Cristóbal
Acuña13, aunque esta tesis ya ésta no se toma en cuenta seriamente.
En este ensayo se argumenta, con apoyo de datos históricos, etnográficos, geográficos y
climatológicos, que Aguirre sólo pudo haber llegado a Margarita viajando desde el delta del río Amazonas,
al igual de la expedición de Francisco de Orellana en 1541–1542.

3
El presente análisis va acompañado de mapas, figuras y nueve apéndices, estos últimos
con sus propias notas y figuras, aunque compartiendo la bibliografía que presentamos al final de los
textos14.
Los apéndices son:
 I. Recuento bibliográfico sobre las posibles rutas de Aguirre;
 II. Fuentes bibliográficas, en forma de relaciones y crónicas, sobre la odisea de Aguirre;
 III. Crítica al viaje de Aguirre de acuerdo con CLEMENT R. MARKHAM (En SIMÓN 1861: i–liii);
 IV. El texto completo de MARKHAM (en SIMÓN 1861: i–liii, en inglés);
 V. La imposibilidad de la ruta de Aguirre por la ruta Río Negro–Casiquiare-Orinoco;
 VI. El origen del nombre Marañón;
 VII. La obra del padre Jesuita Cristóbal de Acuña;
 VIII. La obra cartográfica del padre Jesuita Samuel Fritz;
 IX. Mapas y figuras que complementan al ensayo.

OTRAS LÍNEAS DE EVIDENCIA QUE APOYAN LA SALIDA DE AGUIRRE AL OCÉANO ATLÁNTICO POR EL DELTA
DEL AMAZONAS Y QUE CONTRADICEN LA SALIDA POR EL DELTA DEL ORINOCO

Además de lo expuesto en los apéndices III y V, hay seis líneas de evidencia que apoyan la hipótesis
del descenso de Aguirre por el Amazonas:
1. Los ―brasiles‖, miembros de un pueblo originario del bajo Amazonas que habían subido hasta Perú
viajando por todo este río, acompañados por dos soldados portugueses: ―… como por lo que dijeron ciertos
indios brasiles, que desde su tierra subieron por este Rio arriba, descubriendo y conquistando, hasta que
llegaron al Pirú, al tiempo que estaba en él el presidente Gasea. Dieron por relacion estos indios brasiles
que salieron de sus tierras, que son en la costa del Brasil, más de diez ó doce mili dellos, en muchas canoas,
con sus mujeres y hijos, y con ellos dos españoles portugueses, y el uno decian que se llamaba Matheo, á
buscar mejor tierra que la suya; y segun lo que yo más creo, á hartar sus malditos vientres de carne humana,
la cual todos ellos comen, y se pierden por ella. Tardaron en subir al Pirú por este dicho Rio más de diez
años; y de los doce mili indios, solamente llegaron hasta trecientos, con algunas mujeres, y vinieron á dar á
un pueblo que se dice Chachapoyas, y ansí, se quedaron entre los españoles. Murieron en el dicho Rio en
guerras y guazavaras que con los naturales dél tuvieron estos indios. Decian tan grandes cosas del Rio y de
las provincias á él comarcanas, y especialmente de la provincia de Omagua, ansi de la gran muchedumbre
de naturales, como de innumerables riquezas, [que] pusieron deseo á muchas personas de las ver y
descubrir‖ (VÁZQUEZ 1881: 2–3; ver también SERRANO Y SANZ 1905b: LXVI; LÓPEZ DE CARAVANTES
1906: 210–211). Según (JIMÉNEZ DE LA ESPADA 1965b: 238) estos brasiles ―… se embarcaron, según la
cierta y más verdadera opinión, el año de 1539‖, y llegaron ―á la ciudad de Chachapoyas por los años 1548
y 1549…‖ (BELAUNDE 1911: 34). ―Tales fueron los antecedentes que motivaron la resolución de D. Andrés
Hurtado de Mendoza, tercer Marqués de Cañete, Virrey del Perú, disponiendo la jornada de Pedro de Orsúa

4
para la conquista de los Omeguas [así aparece en el original] en aquellas apartadas y desconocidas
regiones‖ (RAMÍREZ DE ORELLANO en VAZQUEZ 1881: VI–VII).
Algunos de estos ―brasiles‖ y uno de los portugueses que habían viajado con ellos sirvieron de
intérpretes y guías a la expedición de Ursúa (SOUTHEY 1812: xxv; JIMÉNEZ DE LA ESPADA 1965: 241)15.
Estos guías luego desertaron la expedición: ―Cuando llegamos á este pueblo [el de los
―Arnaquinas‖, los ―caníbales‖, donde equiparon los bergantines con mástiles y velas] se nos huyeron las
guias que traíamos desde el Pirú, que eran ciertos indios brasiles que de que se ha dicho que subieron por
este rio; por donde nos paresció que los dichos indios deste pueblo sean de los dichos brasiles…‖
(VÁZQUEZ 1881: 77; 1909: 448); "... En este pueblo se les acabaron de huir las lenguas é interpretes que
traian del Pirú, que fueron ciertos indios del Brasil, de los que habian subido el rio...‖ (ORTIGUERA 1909:
371); ―En aquel pueblo se huyeron los indios del Brasil, que traia el Gobernador [Orsúa] por guias,
viéndose junto á su tierra…‖ (DE ZUÑIGA 1865: 248, DE ZUÑIGA en MAMPEL GONZÁLEZ 1981: 18).
Esta ―fuga‖ de los guías e intérpretes indica que, en este punto de la expedición, donde ya se
sentían las mareas, los ―brasiles‖ reconocieron sus tierras en el bajo Amazonas, de donde habían subido
hasta el Perú: no hubiera sido así si el final del viaje por río lo hubieran navegado por el Orinoco, el cual
desconocían.
2. El color de las aguas del Río Negro es tan impresionante y sin paralelos en Europa que los
"marañones" lo hubieran notado y plasmado en sus relatos.
3. Las crónicas originales relatan ―que todo pasó en este río‖ (ver cita de DE ZUÑIGA al principio
de este ensayo): sólo mencionan ―un rio‖. De haber subido el Río Negro y llegar al Casiquiare o por el Río
Negro–Cababuri–Maturaca–Pacimoni–Casiquiare, para luego llegar al Orinoco, o por otros ríos de la
Guayana, sin duda hubieran citado varios ríos, como lo hicieron al principio de los relatos (e.g., ríos
Bracamoros, Cocama y el la Canela);
4. En los relatos originales sólo mencionan ―rio abajo‖ (doce veces), y sólo una vez "río arriba",
que sería el caso si hubieran subido el Río Negro hasta cualquiera de los dos ríos que se han propuesto,
algunos de los cuales también hubieran recorrido contra la corriente: solamente, luego de pasar del
Casiquiare al Orinoco, hubieran viajado ―río abajo‖; sólo mencionan ―río arriba‖ una vez (e.g., ―… y le
mandó que, subiendo por el río [Cocama] hasta la poblazon… y dejando alguna de la gente que llevaba en
la boca del rio en guarda del bergantin… subieron por el rio arriba veinte y dos jornadas‖; VÁSQUEZ 1881:
12–13).
5. Las lluvias: cuando se estudia el régimen pluviométrico durante la travesía de Aguirre, según
los relatos, se nota más relación con el patrón de lluvias al sur del Ecuador, indicando que bajaron todo el
tiempo por el Amazonas, y no con el de las lluvias al norte del Ecuador, que hubieran reportado si hubieran
salido por el Orinoco. Por ejemplo, encontramos lo siguiente en ORTIGUERA (1909: 375): "Hasta que
llegaron al pueblo de las tortugas, que es el de Machifaro tuvieron pocos aguaceros; antes fué el tiempo
sereno y amoroso de sol y aires. Entendiéndose ser este tiempo de verano, que fué desde septiembre á

5
Navidad, y es de creer ansí, pues el tiempo dió mucha muestra dello. De allí para abajo les llovío mucho,
con grandes é importunos aguaceros, mezclados con mucho viento y truenos....".
De haber viajado por el Orinoco, los menores niveles de lluvia los hubieran tenido entre enero y
abril (i.e., después de la Navidad), y los mayores entre mayo y octubre (con un máximo entre junio y julio);
los ―… grandes é importunos aguaceros, mezclados con mucho viento y truenos…‖ que experimentaron a
partir de diciembre corresponden al patrón de lluvias bimodal (dos períodos de lluvias, entre Abril–Agosto
y Diciembre–Enero) que ocurre a la largo de los sectores alto y medio del río Amazonas, entre lo que son
hoy en día Tabatinga y Tefé. En el bajo río Amazonas, entre Santarém y Belém de Pará, la mayor cantidad
de lluvia cae entre diciembre y mayo (con un máximo de precipitación en marzo). De nuevo, las lluvias
indican que Aguirre y sus acompañantes viajaron por el Amazonas hasta llegar a su desembocadura en el
océano Atlántico.
6. El tiempo que tardaron Aguirre y sus bergantines desde su salida al mar hasta llegar a la isla de
Margarita en 1561, que fue casi el mismo que tardaron Francisco de Orellana y sus dos bergantines en
llegar a Cubagua16 en 1542.
Este es el tiempo que tardó Orellana a Cubagua: ―Salimos del sussodicho rio para entrar en la mar
sábado de mañana, antes del alba, a veynte é seys dias del mes de Agosto [de 1542]… se apartó un
bergantin del otro de tal manera que no nos pudimos ver hasta Cubagua (que por otro nombre se llama la
isla de las Perlas), donde llegó el bergantin pequeño, llamado Sanct Pedro, sábado nueve dias del mes de
septiembre [15 días en el mar], é nosotros llegamos en el bergantin mayor, nombrado la Victoria, el lunes
adelante, que se contaron once dias del mesmo mes de septiembre [17 días en el mar]‖ (CARVAJAL 1851:
572).
Este es el tiempo que tardaron los dos bergantines de Aguirre desde la boca del Amazonas hasta
llegar a Margarita: "De ahi á pocos dias salieron á la mar... y dentro de diez seis dias llegaron á la isla
Margarita" (ZÚÑIGA 1865: 251); "Desde este pueblo á la isla Margarita tardaron diez y siete dias de
navegacion..." (ORTIGUERA 1909: 374); ―luego salimos a la Mar en demanda de la Margarita, y en el
camino nos detuvimos hasta XVII dias… (JUAN DE VARGAS en JOS 1927: 214); "Desde la boca boca de
este rio á la isla de Margarita estuvimos diez y siete dias… desde que nos echamos al rio en el astillero….
hasta llegar á la Margarita, tardamos desde veinte y seis de setiembre de mil y quinientos y sesenta, hasta
veinte de julio de mil y quinientos y sesenta y uno, que son diez meses menos cinco ó seis dias…"
(VÁZQUEZ 1881: 83; 1909: 449, nota 3; 1987: 107); ―De ahí á cinco ó seis dias llegamos á la mar. Dende
ahí á quince dias llegamos á la isla de la Margarita, que fue á los 22 de Julio [de 1561]….‖ (MONGUIA
1865: 203; 1892: 498); "Salidos a la mar dos dias bebiamos agua dulce del Rio, y a los 16 dias reconocimos
a la Margarita…" (―Capitán Altamirano‖ en VÁZQUEZ DE ESPINOSA 1948: 392; en MARTÍNEZ TOLENTINO
2012: 105).
El delta del río Amazonas está ca. de 1900 km de la isla de Margarita, mientras que el del Orinoco
está a ca. 425 km17. De haber salido Aguirre y sus dos bergantines al mar Caribe por el delta del Orinoco,
seguro hubieran tardado una fracción del tiempo en llegar a Margarita del que tardó la expedición de

6
Orellana en llegar a Cubagua, lo que sugiere que la expedición de Aguirre siguió la misma ruta que siguió
la de Orellana.
Los autores de este ensayo esperan que los lectores, luego de examinar la evidencia presentada
lleguen a la conclusión que hemos rechazado la hipótesis que sostiene que Aguirre y sus acompañantes
salieron al océano Atlántico, en este caso, al mar Caribe, por el delta del Orinoco, luego de una larga,
tortuosa e improbable travesía por el Río Negro, el Casiquiare y por el mismo Orinoco.
Ya para finalizar, las siguientes distancias sorprenderán a aquellos que han considerado que la ruta
Río Negro-Casiquiare-Orinoco-Mar Caribe fue un ―atajo‖ o un camino más corto para llegar a la isla de
Margarita (e.g., PATRON 1902: 75)18:
Boca del Río Negro a San Carlos 1310 km
San Carlos a la confluencia Casiquiare-Guainía 13 km
Recorrido por el Casiquiare 364 km
Desde la bifurcación a la desembocadura del Orinoco 1666 km
La suma de estas distancias nos da 3353 km, más del doble de la distancia, 1405 km, entre la
confluencia del Río Negro con el Amazonas y el océano Atlántico19.

NOTAS
1
Este es el noveno ensayo dedicado a la historia de la exploración del actual estado Amazonas de
Venezuela y publicados en esta revista. Tiene como objetivo, como en el caso de los ensayos ya
publicados, no de ser una obra literaria de fácil lectura, sino una fuente de material bibliográfico poco
conocido para los estudiosos de la geohistoria de esta región del país todavía remota y olvidada. Los
autores agradecen el apoyo del servicio de bibliotecas de la Universidad de Harvard, en especial al
personal de la Biblioteca de Botánica y al del Museo de Zoología Comparativa, a Biodiversity Heritage
Library, Google Books, Hathi Trust Digital Library (Universidad de Michigan) y archive.com por colocar
a la disposición del público sus recursos bibliográficos. Igual damos las gracias a Nidia Cuello
(Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Guanare, Venezuela)
por revisar todo el texto, a Miguel Guape, Estado Amazonas, Venezuela, por su colaboración con ciertos
datos biográficos sobre personajes citados en este ensayo, a Larry Niño (Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, Colombia) por revisar el apéndice V y a Francisco A. Guánchez (CATIE-Costa Rica)
por sus ayuda con algunos tópicos de la botánica. Marianne Aymard y Günter Gerlach prestaron una gran
ayuda interpretando algunos textos en francés antiguo o escritos en la antigua grafía Fraktur del alemán,
respectivamente. Para examinar los mapas que indicamos con enlaces en el Internet, advertimos a los
lectores que, dependiendo de la velocidad de conexión, éstos pueden tardar algo de tiempo para ser
mostrados a su máxima resolución. Para examinar las imágenes servidas por la aplicación Photos de
Google (photos.app.goo.gl), se debe hacer clic en la primera que aparece, y luego activar la función de
zoom con el primer ícono en la esquina superior derecha. Es posible que algunos de los documentos a los
que damos un enlace se hayan retirado del Internet.

7
2
Orchid Herbarium of Oakes Ames, Harvard University Herbaria, 22 Divinity Avenue, Cambridge,
Massachusetts. 02138, U.S.A.; romero@oeb.harvard.edu
3
UNELLEZ-Guanare, Programa de Ciencias del Agro y el Mar, Herbario Universitario (PORT), Mesa de
Cavacas, estado Portuguesa, Venezuela 3350; Compensation International Progress S.A. Ciprogress–
Greenlife, Bogotá, D.C., Colombia; cuyuni24@hotmail.com
4
Tomado de JOS (1927: 16). La versión completa de la carta en ISPIZÚA 1918: 404–412) y en otras varias
referencias (e.g., LACARTA 1998: 177–182). La lista completa de los muertos, a manos de Aguirre o bajo
su comando, a ―estocadas, garrote, lançadas, puñaladas, arcabuzazos, cuchilladas, hecho cuartos o
ahorcados‖ en la relación ANÓNIMA (en MAMPEL GONZÁLEZ y ESCANDELL TUR 1981: 280–281), que
suman alrededor de 60 personas, incluyendo a ―doña ynez de atiencia‖ (―a puñaladas‖), ―ana de rrojas,
vecina de Margarita‖ (―ahorcada‖), ―Ysabel de chaues, de cbdad real‖ (―ahorcada‖) y ―la hija del tirano
―doña Elvira de aguiRe‖ (―a puñaladas‖).
5
Traducción de GAR-G. La siguiente es la cita completa original en alemán: ―Erstens, die geschichtliche
Ausmittelung und Feststellung zweifelhafter Thatsachen. Sie ist die eigentliche Geschichtsforschung und
hat mit der Theorie nichts gemein‖ (VON CLAUSEWITZ [Sweites Buch, Kapitel V] 1832: 154).
6
ROMERO-GONZÁLEZ (2001: 33), escribió que ―… hay poco sobre Humboldt sobre lo que ya no se haya
escrito‖; ―… there is little about Humboldt that has not been written on already‖.
7
Ver la extensa bibliografía sobre Aguirre compilada por GALSTER (2011: 776–822) que lista 1011
referencias.
8
―Aguirre, der Zorn Gottes‖, Aguirre, la ira de dios‖ o ―Aguirre, the Wrath of God‖:
https://en.wikipedia.org/wiki/Aguirre,_the_Wrath_of_God
La película, escrita y dirigida por Werner Herzog (1973), es una mezcla de dos expediciones: la de
Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana y la de Pedro de Ursúa y Lope de Aguirre. Ver también WALLER
(1981).
9
―En la gruta del cerro Cuchivano, en la provincia de Cumaná, se ha observado el mismo fenómeno y
también en las llanuras de aquella provincia y las de Barinas, donde una llama que corre por sobre la paja
de la sabana sin quemarla, es conocida con el nombre de luz del tirano Aguirre, y supone la gente
ignorante que es el alma de aquel mal hombre, que vaga por allí sin descanso‖ (CODAZZI 1841: 20); ―En
Barínas, el fanatismo y la ignorancia, que achacan todo á grandes misterios, prodijios y milagros, viendo
discurrir en el silencio de la noche una gran llama por las sabanas sin que á su paso sufriese nada la yerba
que las cubre, buscaron manera de explicarse aquello, y he aquí que la trágica historia de Aguirre les
presentó motivos para entregarse á la creencia de que tal luz era el alma de aquel malvado hombre, la cual
vaga errante por aquellos lugares, sin hallar jamás descanso, en castigo de sus grandes crímenes; así la
llaman: Luz del tirano Aguirre‖ (TEJERA 1878: 25); ―... la playa del Tirano, un paisaje de rocas y
alcatraces, así llamada por haber desembarcado allí el famoso Lope de Aguirre con sus marañones...‖
(NÚÑEZ 1959: 9); ―También en la nomenclatura oficial llaman Puerto Fermín a lo que nunca ha podido
dejar de ser Puerto del Tirano... Allí bajo el vizcaíno a tierra después de la travesía del Amazonas‖

8
(USLAR-PIETRI 1965: 177; 1974: 177); ―Municipio Aguirre‖, capital El Pilar (Los Robles), Distrito
Maneiro, estado Nueva Esparta (OCEI [Venezuela] 1985: 38).
10
El que el padre Manuel Román haya ―descubierto‖ al Casiquiare en 1744 es debatible, aunque el
argumento en gran parte es semántico, ya que los que lo descubrieron fueron los miembros de los pueblos
originarios que lo navegaron por primera vez, mucho antes de la llegada de los europeos a América
(ZUCCHI 2005: 352; GONZÁLEZ ÑÁÑEZ en ROMERO-GONZÁLEZ ET AL. 2019: 88). Tal vez, dado que ya
había sido descubierto, se debería discutir en el contexto de los primeros europeos que lo navegaron y
entre ellos los primero en documentarlo. Volviendo al padre Román, su supuesto descubrimiento se
realizó luego y a raíz de la llegada de dos portugueses a Carichana, cuatro años antes de su viaje por el
Casiquiare; estos portugueses habían navegado por la vía Río Negro–Casiquiare–Orinoco y se habían
perdido, llegando a la misión por mera casualidad (ver transcripción de una carta de Román en REY
FAJARDO 1974: 346). Estrictamente hablando, estos portugueses, viajando desde el Río Negro hasta una
misión española en el bajo Orinoco, teóricamente fueron los primeros europeos en viajar por el
Casiquiare. No obstante, LOUREIRO (1978: 47) y HOWGEGO (2003: 730) le atribuyen el descubrimiento a
Francisco Xavier de Moraes, uno de los portugueses con quien Román se encontró en el alto Orinoco
cerca del Cunucunuma‖ (ROMERO-GONZÁLEZ 2016: 47, nota 43), quien supuestamente ya había viajado
por el Casiquiare en 1726.
11
El número supera las 240 referencias, ya que en algunos casos se consultaron varias obras de cada autor y
algunas segundas y subsecuentes ediciones de sus trabajos.
12
―Bajó [Aguirre] con su banda por el río de las Amazonas y llegó, por una comunicación de los ríos de la
Guayana... a la isla de Margarita‖ (Humboldt [Tomo I, Libro II, Capítulo IV] 1956: 323, nota 27); ―Il
[Aguirre] descendit avec sa bande la rivière des Amazones, et parvint, par une communication des
rivières de la Guyane... à l‘île de la Marguerite‖ (HUMBOLDT [Livre II, Chapitre IV] 1814: 309, nota 3;
1816: 278–379, nota 2).
13
―... el rio de Felipe, por el cual salio a la mar del Norte Lope de Aguirre‖ (ACUÑA 1641: folio 32; ver
apéndice VII).
14
Sólo los apéndices VII y VIII incluyen sus propias bibliografías, dado lo un poco apartado de los temas
tratados del enfoque de este ensayo.
15
De acuerdo con VÁZQUEZ (1881: 29–30), además de los ―brasiles y el portugués, como guías, ―… iba
con nosotros un español de los que habían bajado por el rio con el capitán Orellana…‖. Lo mismo
confirmó DE ZUÑIGA (1865: 227): ―Y un español, de los que con él [Orellana] bajaron de Pirú, venia con
nosotros…‖.
16
Una pequeña isla inmediatamente al sur de la isla de Margarita y separada de ésta, en sus puntos más
cercanos, por ca. de 10 km.
17
La navegación costera aumenta considerablemente estas distancias, pero se dan las distancias directas, a
vuelo de pájaro, sólo como referencias.

9
18
Tomados y convertidos de millas a kilómetros, de CORPS OF ENGINEERS (1943a: 7 y 16): ―…the
‗bifurcation‘ (1,035 miles from the mouth of the [Orinoco] river) thence 220 miles down the so-called
‗Canal Casiquiare‘, a stream flowing out of the Orinoco generally southwesterly to its confluence, at a
point near San Carlos [de Río Negro], with Rio Guainia to form Rio Negro... This town [San Carlos de
Río Negro] at mile 814 on Rio Negro, 8 miles below the confluence of Rio Guainia and Canal
Casiquiare‖.
19
―... below Manaus, the [Rio] Negro joins Rio Solimoes to form Rio Amazonas, which continues 873
miles to the Atlantic Ocean‖ (CORPS OF ENGINEERS 1943a: 7).

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42
APÉNDICE I

ITINERARIO DEL VIAJE DE PEDRO DE URSUA Y LOPE DE AGUIRRE: COMPILACIÓN BIBLIOGRÁFICA

Aquí se presentan los textos extraídos de las obras de los tres grupos de estudiosos del tema que ya
se mencionaron en el texto principal del ensayo:
 Los que han argumentado que Aguirre llegó por el delta del río Amazonas (ca. 142 referencias);
 Los que han propuesto que llegó por el delta del río Orinoco, luego de viajar por un supuesto
desvío por el Río Negro y por el canal del Casiquiare. Sí utilizaron esta ruta, implicaría que
Aguirre y su gente fueron los primeros europeos en viajar por esta famosa vía de comunicación
ente las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco (ca. 74 referencias, incluyendo las de Internet);
 Los que simplemente han permanecido indecisos al respecto, o que interpretaron la evidencia con
cierta ambigüedad y desconocimiento de la región, incluyendo reportes ambiguos (ca. 38
referencias).

Los textos se presentan en orden cronológico, aunque se agrupan los de la misma autoría en
diferentes ediciones de sus escritos.

1. LOS QUE HAN ARGUMENTADO QUE AGUIRRE VIAJÓ HASTA LA BOCA DEL AMAZONAS

―A la salida que hicimos del rio de las Amazonas á la salida del Marañon...‖ (AGUIRRE [en su carta
a Felipe II de julio de 1561] en ZUÑIGA 1865: 276); ―A la salida que hicimos del río de las Amazonas que
se llama el Marañon...‖ (AGUIRRE en Vázquez 1881: 147; en ZUÑIGA 1865: 276; en IZPIZÚA 1918: 406; en
JOS 1927: 197; en DE LAS CASAS 1942: 168; en MIRAMÓN 1942: 585; en CORTÉS 1960: 70; en ARELLANO
MORENO 1961: 293; en CARRILLO 1989: 345; en LACARTA 1998: 179; en PASTOR Y CALLAU 2010:74;
Sánchez 2013: 151).

―For they could not goe up the river, by which they came downe, in regarde of the strong current,
and going backe overland they should be very weake for want of horsemen; wherefore they determined to
goe downe the river‖ (LOPEZ VAZ 1600: 785; 1903: 168; 1904: 245; 1906: 259–260); ―As these souldiers
with their Captaine [Aguirre] came downe the river…‖ (LOPEZ VAZ 1600: 786; 1903: 169; 1904: 246;
1906: 261); ―Lopez de Agira arriveth at Margarita 1568‖ [en el borde la página; LOPEZ VAZ 1600: 786;
1903: notas removidas en esta edición; 1904: 247; 1906: esta nota no incluida en esta edición). [Relato de
Lopez Vaz transcrito parcialmente en HAKLUYT (1890: 307–310), sin incluir la parte de Aguirre; citado en
DRAPER (1984: 197).]

―Agiri [Aguirre] was inforced to desemboque at the mouth of the said Amazones...‖ (RALEIGH
[1596] 1848: 22; [1596] 2006: 52).

―De que se sigue que su salida seria por alguna de las vocas principales del Orellana, pues della a
la Isla Margarita tardó diez y siete dias, que es tiempo para mas de trescientas leguas, y mas por aquella
derrota en que ayudan las aguas y los vientos...‖ (DE LEÓN PINELO [1560] 1943: 464); ―Por esta voca [del

43
gran rio de San Juan de las Amazonas, Orellana o Marañon de la Corona de Castilla] se han echo hasta hoy
quatro viages baxando, y uno subiendo por el Rio. El primero del Capitan Francisco de Orellana su
Descubridor... El segundo de los que tomaron el nombre de Marañones, por decir havian navegado por el
Marañon, que fueron los soldados del Capitan Pedro de Ursua, a quien el Virrey del Perú encargó el
descubrimiento del Dorado, el año de y haviendose embarcado en un brazo que adelante se dirá, navegando
a su Jornada fué muerto por ellos, y despues de otros alborotos y muertes, tiranizo la Gente Lope de
Aguirre, y prosiguiendo el viage mudó de intento y solo pretendio desembocar y salir a la Mar, para entrar
por el Nuevo Reyno, y alzarse con la Tierra...‖ (DE LEÓN PINELO [1560] 1943: 457). [―La escritura de El
Paraiso debió realizarse entre 1640–1650, según noticias que el propio Pinelo va dando en la obra‖
(GARRIDO ARANDA 2005: 97).]

―… son mas de dos mil leguas de longitud, que es dõde empieça el rio Marañon, que comiença, en
los Andes que llaman del Cusco, hasta precipitarse en el mar del Norte. En el principio pues deste rio, entré
Pedro de Orsua General de las tropas que ivan con el adescubrir essas tierras montuosas, y llenas de
altissimos cedros, el cual llevando su gente en canoas, pareciendole vasos muy pequeños, por el rio ser muy
caudaloso, determinó hazer unos Bergantines…. Aviendo pues embarcado en ellos su gente, un soldado
valiente que llevava cõsigo el dicho Pedro de Orsua, llamado Aguirre, le mató, y siendo elegido por
General de los demas soldados, fue navegando el rio abaxo, y llegó a una tierra raza, sin mõtaña ninguna,
sino prados de una parte y otra, donde avia mucha caseria a la misma margen del Marañon, tãto a la
izquierda, como a la derecha pobladas de gente… Fue prosiguiendo su viage, y saliò al mar del Norte…‖
(BEN ISRAEL 1651: 32–33).

―... Aguirre... tirò Rio abaxo...‖ (GUMILLA 1745: 397).

―[Lopo de Aguirre]... con os que ficaraõ, por mais unidos à sua tyrannia, desembocando o rio das
Amazonas, se transportou à Margarita, que saqueou com novas crueldades...‖ (BERREDO [§90] 1749: 36).

―Aguirre despues de su atentado siguiendo rio abaxo vino á parar á la isla de la Trinidad donde lo
ahorcaron [citando a Acosta, Rodriguez y la Comdamine]‖ (CALERO Y MOREIRA 1791: 237, nota).

―... [Aguirre y sus cómplices] se encamináron al grande rio de Orellana... y finalmente arriváron á
la isla de de la Margarita (MIÑANA 1794: 261–262).

―Aguirre et les siens voloient, faisoient couler le sang uniquement par l'habitude du crime. Partis
du Pérou pour faire des découvertes sous un chef qu'ils égorgèrent, ils desdendirent le fleuve des
Amazones, passèrent par la Marguerite, oùils commirent des actions atroces... Enfin, Aguirre, après avoir
donné la mort à tant d'innocens, la reçut lui-même a Barquisimeto‖ (DEPONS 1806, I: 101--102); ―Aguirre y
los suyos robaban y hacían correr la sangre únicamente por el hábito del crimen. Partidos del Perú para
hacer descubrimientos a las órdenes de un jefe a quien habían dado muerte, descendieron el río de las
Amazonas y pasaron a Margarita... En fin, Aguirre después de haber dado muerte a tantos inocentes, la
recibió él mismo en Barquisimeto‖ (DEPONS 1960, I: 30).

44
―Il [Aguirre] descendit avec sa bande la rivière des Amazones, et parvint, par une communication
des rivières de la Guyane, don‘t nous parlerons plus bas, à l‘île de la Marguerite‖ (HUMBOLDT [Livre II,
Chapitre IV] 1814: 309, nota 3; 1816: 278–379, nota 2); ―Lopez de Aguirre, don‘t les forfaits et les
aventures forment un des épisodes le plus dramatiques de l‘histoire de la conquête, passa, en 1561, du
Pérou par la rivière des Amazones, à l‘île de la Marguerite‖ (HUMBOLDT [Livre V, Chapitre XVI] 1819: 96;
1820: 233); ―Voyez la note A à la fin du cinquième livre‖ HUMBOLDT [Livre V] 234), que es ―la letter
d‘Aguirre au roi d‘Espagne‖ (HUMBOLDT 1820: 313–316);

―Lopez de Aguirre... fue en 1561 del Peru por el rio de las Amazonas hasta la isla Margarita‖
(ANÓNIMO 1822: 78–79).

―Lopez de Aguirre... fue en 1561 del Peru por el rio de las Amazonas hasta la isla Margarita...‖
(ANÓNIMO 1822a: 130); ―Lopez de Aguirre… went in 1561 from Peru by the river Amazons to the island
of Margarita…‖ (ANÓNIMO 1822b: 129).

―[Acuña] imagina une communication avec le Rio San Felipe qui débouche à l‘ouest du Cap Nord,
et par lequel, selui lui, le Tyran Lopez de Aguirre avoit terminé sa longue navigation. Cette dernière
hypothèse me paroît très-hasardée, quoique, comme nous l'avons vu plus haut, le tyran, dans sa lettre
extravagante au roi Philippe II, avoue lui-même ―qu il ne sait comment lui et les siens se sont tirés d'une si
grande masse d'eauI.‖; 1 Voyez Tom. I, p. 270, Tom. II, p. 278. En lisant de nouveau avec soin la relation
du voyage de Lopez de Aguirre, que Fray Pedro Simon nous a conservée dans un grand détail (Notic. VI, c.
23–25, p. 471–482), je ne vois rien qui annonce que l'expédition soit jamais sortie du lit de l'Amazone. On
voit le fleuve s'élargir peu à peu, et Aguirre sort (dans les premiers jours du mois de juillet 1561) par une
embouchure remplie d'îlots très-bas, et qui a 80 lieues de large. Seulement la facilité avec laquelle les
brigantins font, en 17 jours, la traversée du ―golfo que ay desde la boca del Rio hasta la isla de la
Margarita,‖ pour roit surprendre, si l'on ne se rappeloit pas la force des courans qui, dans ces parages,
portent au nord-ouest‖; (HUMBOLDT [Livre VIII, Chapitre XXIII] 1819: 453, incluyendo la nota 3; 1824:
295–396, incluyendo la nota 1 en la página 396).

―I should have had no doubt that Aguirre struck into one of those channels by which the Orellana
and the Jupura are connected, and came out into the great river again at their junction….To me it appears
exceedingly improbable that he should have found his way to the sea, in any other manner than by keeping
the stream [of the Orellana]‖ (SOUTHEY 1821: 89–90, nota).

―... après une longue et pénible navigation, [Aguirre] atteignit l'embouchure de l'Amazone le 1er
Janvier 1561. Il se dirigea vers l'ile de la Marguerite...‖ (TERNAUX-COMPANS 1837: 61).

―Lope de Aguirre, llamado el Tirano, bajó del Perú en 1561 por el Amazonas, vino a Margarita y
de allí se introdujo por Borburata á los valles de Aragua‖ (BARALT 1841: 597).

―Hecho gefe principal y dueño de la Empresa, [Aguirre] salió con la armada al Marañon... Salió
finalmente al mar... [y] Llegó finalmente á la isla de la Trinidad...‖ (VELASCO [Parte III, Libro 5o, §2]

45
1842: 182–183).

―... After a long and wearisome voyage down the river... [Aguirre and his accomplices] reached
the ocean, and steered towards Margarita‖ (GOODRICH 1844a: 89); ―... [Aguirre and his] men sailed down
the Amazon into the Atlantic Ocean, and landing at Trinidad, murdered the governor and plundered the
island. The coasts of Cumana, Caracas and St. Martha, were still more severely treated, becuase they were
richer. The punderers next penetrated into New Granada, and were advancing towards Quito and the
interior part of Peru, when they were unexectedly attacked and dispersed by a body of troops hastily
assembled‖ (GOODRICH 1844b: 154–155).

―…Lope de Aguirre… descended the Huallaga—and the Amazon to its mouth—coasted along the
shoes of Guyana and Venezuela, and took possession of the small island of Margarita‖ (HERNDON 1854:
13).

―.... Aguirre... siguiendo rio abajo, vino á parar á la isla de la Trinidad donde lo ahorcaron....‖
(CALERO Y MOREIRA en SOBREVIELA 1861: 41, Nota 1).

―Para poder contar lo sucedido en la dicha entrada, hemos menester decir del arte ques el rio para
poder entenderle, pues todo el suceso fue en él, sin salir de dicho rio. El principal brazo del rio, llamado de
las Amazonas y por otro nombre el mar Dulce, es el río de los bracamoros, que nace en las provincias de
Guanuco y Chachapoyas, y entran en él otros cinco rios muy caudalosos, de trecientas leguas de su
corriente‖ (ZÚÑIGA 1865: 218).

―... during my translation of the voyage of the traitor Lope de Aguirre down the Amazon...‖
(BOLLAERT 1866: 109, footnote).

―In a geographical point of view, the voyage of Aguirre has been invested with a fictitious
importance by a theory which Mr. Markham espouses, and according to which he managed to pass from the
Amazon to the Orinoco by way of the Rio Negro and the Cassiquiare Canal. Humboldt, who was
acquainted with Simon's book, assigned to him a much more probable route, and supposes that he simply
sailed down the Amazon, and then followed the line of the coast to the N.-W. till he reached Margarita, a
little beyond Trinidad. Mr. Markham goes so far as to represent the Rio Negro track as the one which is
sanctioned by Simon's narrative. Such a conclusion does not, however, seem warranted by the text, and it
would have been more prudent, if Mr. Markham had avoided committing himself to what will probably
prove an untenable theory, not sustained by a single indubitable fact. We do not discover in Mr. Bollaert's
portion of the volume before us any indications of his supporting the more improbable view‖ (ANÓNIMO
1868: 211–212).

―... e [Aguirre] ... navegou o Amazonas, aguas abaixo, e sahio ao oceano1‖ (LISBOA 1866: 149); 1

―Acuña suppõe que talvez tenha ido para ao Orinoco passando pelas communicações entre este rio o Rio
Negro (Humboldt, Voyage aux régions équinoxiales, livre VIII, chap. XXIII)‖ (LISBOA 1866: 149, nota).

―… [Lope de Aguirre] bajando despues el Amazónas y desembocando en el Atlántico, frustró la

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expedicion de este modo confiada á Orsua… dirigiéndose despues á Margarita…‖ (MICHELENA Y ROJAS
1867: 449).

―Siguiendo siempre agua abajo sin dar con el reino que buscaba, fúe en resolución á salir al mar
del norte i en seguida pasó para Margarita‖ (FERMIN CEVALLOS 1870: 170).

―[Aguirre y su gente] viajaron por el Amazonas... [y] entró la expedición en el gran océano á
principios de Junio de 1561‖ (de MENDIBURU 1874: 75).

―Al llegar á la desembocadura del Amazónas, Aguirre ordena rumbo al norte, y después de diez y
siete dias llega, en medio de otra tempestad, á las costas de la Margarita…‖ (ROJAS, 1874: 10; 1919: 22).

―El jefe de los insurrectos [Aguirre], navegando con los suyos por el rio de las Amazonas, o rio
Marañon, salió al mar del Norte; i desde allí, se encaminó en sus embarcaciones a las costas de
Venezuela....‖ (AMUNÁTEGUI 1876: 28).

―… después del asesinato de Ursua, prosiguió la armada rio abajo... [y] recorrieron lo que le
faltaba hasta la desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico… Ya en la mar, aquella que Aguirre
había bautizado con el nombre de nacion marañona, ‗así por haber recorrido el rio Marañon como por las
marañas de que aquel vizcaino se había valido para realizar sus deseos‘‖ (Z 1876a: 118); ―… recorrieron lo
que faltaba hasta la desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico… Ya en la mar, aquella que
Aguirre había bautizado con el nombre de nación marañona, ‗asi por ha corrido el rio Marañon como por
las marañas que aquel viscaino se había valido para realizar sus deseos‘…‖ (Z 1876b: 227).

―... con ellos siguió [Aguirre], pues, por el Amazonas... y despues de grandes trabajos y
penalidades sus frágiles barcas salen por las bocas del gran rio al Atlántico‖ (TEJERA 1877: 208).

―As the expedition [la de Aguirre] pursued its way down the river [Amazonas]...‖ (SPENCE 1878:
161).

―... habiendo seguido aguas abajo [del Amazonas] hasta llegar al Atlántico, la diezmada y triste
Expedición arribó á la isla de Margarita, la que Aguirre tomó por asalto...‖ (ACOSTA DE SAMPER 1883:
287).

―... y poniendo [Aguirre] al rio el nombre de Marañon, llamó a sus tropas Nacion Marañona... no
pudiendo remontar otra vez al rio... siguió rio abajo para salir á la costa del mar... Llegado a la boca del
Amazonas, puso rumbo á la isla de Margarita, que avistó á los 17 dias de trabajosa navegación‖ (MAC-
PHERSON 1883: 15).

―Aguirre passed from the Huallaga into the Amazons, which he descended to its mouth‖ (ADAMS
1884: 19–20).

―En julio de 1561 llegó [Aguirre] á las bocas del Amazonas, cerca de diez meses después de
haberse embarcado, y se dirigió á la isla de Margarita en busca de provisiones‖ (AVELLA 1888: 9).

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―Las noticias de este genio maléfico y de sus atrocidades llegaron desde Mérida hasta Santafé,
comunicadas á la Audiencia por el Capitán Pedro Bravo de Molina, insertando una carta que el padre fray
Francisco Montesinos, Provinvial de los dominicanos, de la Provincia de Santacruz, de la isla Española,
había escrito al Gobernador de Venezuela. En esta decía: ‗que un Capitán vizcaino, llamado Lope de
Aguirre, había desembocado por el río Marañon y se hallaba en la isla de Margarita…‘‖ (GROOT 1889:
128).

―De allí [Ursua] pasó al Pirú y hizo la gente con que bajó por el río de Orellana, o Marañon, donde
le mató el tirano Lope de Aguirre...‖ (RODRÍGUEZ FREILE 1890: 40; 1935: 67).

―Over three hundred and fifty years Lope de Guirre, writing to Philip II of Spain, concluded his
report on a voyage down the Amazon…‖ (KALB 1891: 1).

―... no pudiendo remontar otra vez el río para entrar [al Perú] por donde había salido, siguió río
abajo para salir á la costa del mar... Llegado á la boca del Amazonas, puso rumbo á la isla de Margarita...‖
(MADURO 1891: 26).

―El tirano Francisco de Aguirre que bajó del Pirú y salió á la mar del Norte por el rio de las
Amazonas y de Orellana‖ (LOPÉZ DE VELASCO 1894: 137).

―Tardó [Aguirre] casi un año en llegar á la boca del Amazonas…‖ (FERNÁNDEZ DURO 1896: 201,
sub ―Indias Occidentales 1559–1574‖, 198–208).

―Lope de Aguirre descendit de nouveau le fleuve [de l'Amazone] en 1542…‖ (DIDIER 1898: 514).

―Descendo as aguas do inmenso rio [Amazonas] voga a armada [de Aguirre] até ao Atlantico…‖
(D‘ACEVEDO 1901: 27–28).

―La rapidez con que Aguirre apareció en las costas de Venezuela ha sido suficiente para que se
admita por mucho tiempo que no llegó á la boca del Amazonas, sino que salió por una comunicación
interior de los rios... Humboldt ha probado, que esta suposición no es admisible pues está fundada en datos
erróneos... Además no faltan historiadores, como el P. Piedrahita, que digan terminantemente que salió por
la boca del rio Amazonas‖ (PATRÓN 1878: 94–95; 1902: 75–76).

―.... [Aguirre] saliendo por la boca del Amazonas, navegó hasta la Isla de Margarita, de la cual se
apoderó, cometiendo todo género de excesos‖ (ANDARA 1904: 84)

―Bajó [Aguirre] con ellos por el Coca al río Amazonas.... Este era el mismo rumbo por donde
había salido del río Orellana, i llegado al mar se dirigió hacia la Margarita...‖ (LARRABURE I CORREA 1905:
333).

―After reaching the Orellana—as the Amazon was then called—Ursua was murdered... Under
[Aguirre] the soldiers and colonists... proceeded down the great river...‖ (OBER 1909: 158).

―Après avoir parcouru 1,500 lieues en cent journées just, l'expédition atteignit l'embouchure de

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l'Amazone et le mer" (HUMBERT 1905: 45); ―Después de haber recorrido 1.500 leguas justo en cien
jornadas, la expedición arribó a la desembocadura del Amazonas en el mar‖ (HUMBERT 1985: 64).

―Bajó [Aguirre] con ellos por el Coca al río Amazonas.... Este era el mismo rumbo por donde
había salido del río Orellana, i llegado al mar se dirigió hacia la Margarita...‖ (IJURRA 1905: 333).

―Lope de Aguirre se puso al frente de las tropas y navegó por el Amazonas hasta llegar á la isla de
la Margarita, donde cometió mil delitos...‖ (SERRANO Y SANZ 1905a: 209).

―Por aquellos años (1561) llegó á Margarita Lope de Aguirre... Venía desde el Perú por vuelta del
Amazonas, el océano y el mar de las Antillas, después de dar muerte á su jefe Pedro Ursúa y haber
cometido mil crímenes‖ (GIL FORTOUL 1907: 15).

―... logró Lope de Aguire imponerse á todos y hacerse jefe de la expedición, que condujo
navegando el Amazonas hasta salir al mar, dirigiéndose después á la isla de la Margarita‖ (ALTOLAGUIRRE
Y DUVALE 1908: 109, nota).

―Lope de Aguirre, después de dar muerte á su cómplice, se dejó conducir por las aguas del
Amazonas hasta el mar y llegó á la isla de Margarita, de donde principió su legendaria campaña contra las
autoridades españolas‖ (RESTREPO EUSE 1908: 25).

―... il [Aguirre] redescend l'Amazone et s'élance dans l'Atlantique‖ (LHANDE 1910: 65).

―El feroz tirano Aguirre, quien con los marañones salió y por el río de Orellana salió al mar...‖
(SALAS 1910: 141).

―A la cabeza de sus hombres... [Aguirre] bajó por el Amazonas y recorrió, después de meses y
meses, la inmensidad del curso de este enorme río y se lanzó al Atlántico‖ (BAROJA 1911: 38).

―… Según las relaciones de su viaje [Aguirre] navegó el Amazonas y el Atlántico y fué a dar á la
isla Margarita‖ (BELAUNDE 1911: 35).

―Lope de Aguirre... [a]fter journeying down the Amazon from Peru... sailed up to Margarita, and
there robbed the treasury‖ (DALTON 1912: 74).

―Aguirre continúa su odisea hasta salir al Atlántico... Al llegar á la desembocadura del Amazonas,
el Tirano señala rumbo al Norte, y después de diez y siete días de viaje, llega, en medio de una tenpestad, á
las costas de Margarita‖ (HISPANO 1912: 107).

―[Aguirre] came out by the same mouth of the river as Orellana, according to Simon. Some
historians have guessed that they worked their way to the Orinoco by going up the Rio Negro, but that is
against all probability and the explicit statement of Simon‖ (HANNAY 1913: 409).

―El camino que siguieron los marañones fué Amazonas abajo..." (BAYO 1913: 140)... "Es probable
que en el mismo lugar hiciera escala Orellana, porque allí encontraron los marañones un pedazo de espada
y algunos clavos de navío..." (BAYO 1913: 145)... "A partir de ese instante, los bulliciosos peruleros, cuyo

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propósito inicial fuera la conquista del Dorado, cambiaron de plan, y acariciando el temerario propósito de
invadir el Perú y saquear las poblaciones de españoles, salieron por el Amazonas al mar, llegando a la isla
Margarita, cuya capital saquearon a mansalva‖ (BAYO 1915: 171).

―… Lope de Aguirre… made a long voyage down the Amazon…‖ (BOWMAN 1915: 237).

―Parte [Aguirre], pues, de donde cometieron esta que impía maldad, su río abajo (el temple todo
desde que se echaron al agua hasta desembocar en la mar del Norte, calidísimo)...‖ (DE LIZÁRRAGA 1916:
69; 1987: 298); ―Vino a desembocar por el río en la mar del Norte, llamada la Burburata, donde dicen tiene
ochenta leguas de boca; es el mayor del mundo‖ (DE LIZÁRRAGA 1916: 70; 1987: 299).

―The mutineers sailed down the Amazon, entering the Atlantic on July the first, 1561. A course
was laid for the island of Margarita off the northern coast of Venezuela‖ (BOOY 1919).

―[Aguirre] Una vez salido al Atlántico, después de su épica excursión por el Amazonas...‖
(MARTÍNEZ 1919: 60).

―Al llegar á la desembocadura del Amazonas, Aguirre señala rumbo al Norte, y después de diez y
siete dias de viaje llega, en medio de otra tempestad, á las costas de la Margarita…‖ (ROJAS 1919: 22).

―En el viaje por el Amazonas Aguirre se rebeló contra su jefe y lo asesinó... se proclamó caudillo
de la expedición; salió al mar, se apoderó de la isla de Margarita...‖ (HENAO Y ARRUBLA 1920: 146).

―En 1560 partió del Cuzco la desgraciada expedición de Pedro de Orzua, como conquistador del
Amazonas, quien fué asesinado por Lope de Aguirre, quien con su gente bajó el Amazonas hasta el
Atlántico‖ (QUESADA 1920: 304).

―Vd. tiene razón. Lope de Aguirre no subió el río Negro hasta el canal de Casiquiare. Siquiera
hubiera subido a río Negro con su barco, no hubiera podido pasar las caxoeiras de São Gabriel‖ (A. H. RICE
1926, en carta a Emiliano Jos, en JOS 1927: ix y 229).

―Las expediciones de Orellana (1540) y de Lope de Aguirre (1560) no dieron conocimiento alguno
de la división del Orinoco; pero la rapidez con que Aguirre llegó a la isla de Margarita ha hecho creer
durante mucho tiempo que, en lugar de salir por una de las grandes bocas del Amazonas, había llegado al
mar por alguna comunicación interior de los ríos. El Jesuíta Acuña ha sostenido esta hipótesis, que no es
conforme con los resultados de las investigaciones que he hecho en las obras de los primeros historiadores
de la conquista…‖ (TAVERA-ACOSTA 1927: 268; 1954: 274).

―[Aguirre] Renunció el Proyecto de apoderarse del Per´¨: bajó el Amazonas… y una vez salidos al
mar, hizo rumbo a la isla de Margarita‖ (GONZÁLEZ 1930: 133).

―Aguirre and his Marañones… followed exactly the same route that Orellana had taken… issuing
upon the Atlantic at or near the same place where their predecessors had done so‖ (MEANS 1935: 117).

―Still seeking El Dorado, [Aguirre] proceeded down the Rio Negro and the Orinoco...‖

50
(FERGUSSON 1939: 18).

―Salido al Atlántico por el gran Amazonas, toma Aguirre el rumbo de Margarita...‖ (PÁEZ
COURVEL 1940: 470; 1950: 307).

―Aguirre navegó todo el Amazonas, llegó al mar, e hizo rumbo a la isla de Margarita...‖
(ANDRADE 1942: 23).

―Realizados una serie de asesinatos, para asegurarse de la lealtad de los que le acompañarían en su
empresa de conquista, [Aguirre] partió para la isla Margarita... después de haber pasado peligrosas
peripecias y zozobras de todo género sobre todo, en la desembocadura del Amazonas...‖ (DE LAS CASAS
1942: 163).

―... nos inclinamos por la opinión del erudito Jos, es decir que salieron por el delta del
Amazonas...‖ (LASTRES Y SEGUIN 1942: 37).

―... con voluntad tenaz y osada siguió Aguirre el curso de ese mar interior de América, y recorrido
el Amazonas, deja for fin ese Mediterráneo de aguas dulces...‖ (MIRAMÓN 1942: 584).

―Los asesinatos porque sí, el agarrotar por agarrotar, las traiciones, las desvergüenzas más
inverosímiles y las locuras más desbocadas y Negras corrieron Amazonas abajo…‖ (BAYLE 1943: 279).

―... los propios cronistas-testigos se arman un rompecabezas con los datos y los nombres, llegando
a trifulgar de tal manera con ello a historiadores más modernos que, durante mucho tiempo, se sostuvo que
la expedicion había desembocado por el Orinoco en el Atlántico en lugar de haberlo hecho—como lo
hizo—por el Amazonas‖ (ARCINIEGA 1946: 296); ―Durante los catorce o quince días que invirtieron desde
su salida al Atlántico por las bocas amazónicas hasta su llegada sorpresiva a la Isla de la Margarita... fueron
navegando casi a tientas...‖ (ARCINIEGA 1946: 350).

―… y estando todos en los vergantines començó a nauegar su derrota Rio auajo…‖ (ALTAMIRANO
en VÁZQUEZ DE ESPINOSA 1948: 390).

―No encabezamos la lista [de exploradores del Territorio Federal Amazonas] con el nombre de
Lope de Aguirre por haberse comprobado que la ruta por él seguida fué la del Amazonas y que no entró en
Venezuela por el brazo Casiquiare, bajando el Orinoco hasta llegar a Margarita no obstante, hay varios
historiadores que sostienen la ruta del Orinoco‖ (CRUXENT Y KAMEN-KAYE 1949: 293).

―[Aguirre y sus acompañantes]... salieron por la boca del Amazonas, en la primera semana de julio
[de 1561]‖ (AGUADO BLEYE 1928: 176; 1954: 648).

―... cuando Aguirre baje por el Amazonas...‖ (MORÓN 1954: 196).

―Orellana and his men finally reached the mouth o the mightly Amazon in the following year,
1541. A few years later this exploit was duplicated by a rebellious Spanish adventurer Lope de Aguirre‖
(DOZER 1962: 75).

51
―Antes que nada conviene aclarar un problema: creemos que la hueste embarcada no salió al
Adámico por el Negro, Casiquiare y Orinoco, sino por el Amazonas. Las dos tesis son mantenidas por los
historiadores. ¿Razones nuestras? La relación del capitán Altamirano, recogida por Vázquez de Espinosa,
habla que descubrieron otro itinerario que los llevó ‗más brebe a la mar‘, y este es el del Amazonas‖
(MORALES PADRÓN 1963: 380).

―Al llegar a la desembocadura del Amazonas habían en la expedición de Lope [de Aguirre]
doscientos cuarenta españoles, cincuenta y cinco indios y veinte negros‖ (SENDER 1964: 237).

―Bajó a lo largo del curso del río de las Amazonas. De allí ha surgido la leyenda de que pasó al
Orinoco, cosa que hoy está desmentida. Bajó hasta el mar por el Amazonas‖ (USLAR-PIETRI 1964: 111).

―Con ellos [los bergantines] partieron, desviándose ahora de la orilla derecha del Amazonas, que
hasta aquí habían seguido. Este cambio, según parece sugerido por Aguirre, ha producido el error de
muchos historiadores, que creyeron que la expedicion entró por el río Casiquiare y pasó al Orinoco. Hoy
está bien establecido el itinerario de los ‗marañones‘ que sin duda desembocaron en el Océano por el
Amazonas...‖ (DÍAZ-TRECHUELO 1965).

―Con dos bergantines y trescientos hombres [los rebeldes de Aguirre] navegaron por el Amazonas
hasta desembocar al Atlántico...‖ (GONZÁLEZ LÓPEZ 1966: 337).

―... de fechorías y feroces crímenes de Lope de Aguirre en esta segunda bajada de los españoles
por el Amazonas, desde Perú...‖ (DE UNAMUNO 1966: 1013).

―[Pedro de Ursua] se encaminó por las vías fluviales al río Marañon, cuyo curso siguió hasta el
Océano Atlántico‖ (MARTÍNEZ-MENDOZA 1967: 31).

―... la expedición llegó a las bocas del Amazonas. Entonces la comandaba Lope de Aguirre‖
(ARCINIEGAS 1970: 211).

―Lope de Aguirre... pasó en 1561 del Perú, por el río de las Amazonas, a la isla de Margarita‖
(HERRERA VIAL 1971: 97).

―Tampoco pudieron encontrar en aquel río paso hacia la Guayana, ni tuvieron ninguna posibilidad
de volverse al Perú por el Amazonas, pues su corriente era muy fuerte; tanto, que les obligó a seguir hasta
la desembocadura... Desde allí siguió por la costa hasta llegar a Margarita...‖ (RAMOS PÉREZ 1973: 545).

―After this most difficult month of their whole journey, the Marañones reached the sea on 4 July
[1561], by a branch of the Amazon that flows south of the Equator... in fact by the Bahia de Marajo‖
(COHEN 1975: 173).

―Cependant les brigantins étant prêts, on les baptisa Santiago et Victoria, et on les lança. Evitant
soigneusement la rive droite, à partir de laquelle, solon les guides, on devait pouvoir rejoindre l‘Eldorado,
on descendit le fleuve Amazone‖ (BAULNY 1976: 11).

52
―Sir Clements Markham followed Cristóbal de Acuña and José de Acosta... in thinking that
Aguirre travelled up the Negro, through the Casiquiare canal and down the Orinoco to reach Margarita...
There seems to be little to justify this complicated route. Acosta may have thought that the Amazon had
two mouths, one of which was the Orinoco. Altamirano, Lopez Vaz and Pedro Simón, who copied from
Francisco Vázquez, all said that Aguirre‘s expedition descended the main Amazon river until it met the
oceans tides, and that it made the sea voyahge to Martgarita in under three weeks‖ (HEMMING 1978: 574,
nota 197); ―Lope de Aguirre's boats reach Margarita after descending Amazon‖ (HEMMING 1979: 200);
―After weeks of manoeuvering through the labyrinth of channels around Marajó [en la boca del Amazonas]
the adventures embarked on the Atlantic Ocean in July 1561‖ (HEMMING 2008: 40).

―Recorrió todo el Amazonas; llegó al Atlántico‖ (ANÓNIMO 1983: 33) [muestra un mapa del gran
rio Marañon o de las amazonas mostrando la ruta seguida por Lope de Aguirre]

―It [la expedición de Aguirre] followed the river [Marañon] to the ocean, sailed to the island of
Margarita—off the coast of Venezuela— and from there travelled to the mainland of Venezuela‖ (PASTOR
1986: 86).

―[Lope de Aguirre]... implantó un régimen de terror para asegurase en el mando y continuó la


expedición en dos bergantines con los cuales salió por el Amazonas al Atlántico‖ (BECCO ET AL. 1982: 4).

―Llegados [Aguirre y sus acompañantes] a la boca del Amazonas, al parecer en la isla Marajó...‖
(RUMRILL, DÁVILA HERRERA Y BARCIA GARCIA 1986: 39).

―El recorrido [de la expedición de Aguirre] sigue la línea fluvial del Amazonas-Marañon hasta su
desembocadura‖ (MATAMORO 1987: 67).

―Francisco Orellana… había pasado en 1542 frente a la desembocadura del río Negro, pero nada
quedó que demostrara si tenía conocimiento del pasaje entre las dos cuencas [la del Amazonas y la del
Orinoco]. Opinamos que tampoco lo tuvo Lope de Aguirre, el Tirano, quien pasó por los mismos sitios
unso 20 años más tarde, auqnue algunos autores afirman lo contrario‖ (GEORGESCU PIPERA Y GEORGESCU
PIPERA 1987: 51).

―Estas y otras noticias fueron las que impulsaron a P. de Urusúa a indentificar el reino Omagua
con el Dorado y a emprender su expedición, que Lope de Aguirre culminaría con una nueva travesía
completa del Amazonas‖ (PALACIO ASENSIO 1989: 64)

―[Aguirre] en su descenso por el Amazonas‖ (BETANCOURT MARTÍNEZ 1988: 84).

―Las expediciones de de Francisco de Orellana (1540) y de Lope de Aguirre (1560) no rindieron


ningún conocimiento sobre la materia [la existencia del Casiquiare]‖ (RÖHL 1990: 191).

―Bien es cierto que no ha faltado historiador o cronista que contara la salida de Lope de Aguirre y
sus marañones al Atalántico, frente a Trinidad, desde el Amazonas por el Orinoco. Pero esto queda
devirtuado con la reseña que dejó uno de ellos de la salida que hicieron por la gran boca amazónica

53
[citando VILA 1942]‖ (VILA 1991: 62–63).

―En julio de 1561 los expedicionarios [de Aguirre] llegaron a la desembocadura del Amazonas y
poco después a la isla Margarita...‖ (SANTOS-GRANERO 1992: 73).

―For two days after they left the mouth of the Amazon, Aguirre and his men sailed on through the
ocean of fresh water pushed out by the river's enormous flow. On july 18 [1561], the fourteenth day of
sailing, they came in sight of Trinidad and on 21 July, at dusk, they saw the island of Margarita‖ (MINTA
1993: 163).

―The expedition of Pedro de Ursua and Lope de Aguirre (1560 to 1561), larger and more
aggressive than that of Orellana, descended the Amazon approximately twenty years later in search of
riches and the mythical ‗Province of Omagua‘ but ended in tragedy‖ (DE OLIVEIRA 1994: 96).

―... el Tirano Aguirre se presentó [en Venezuela] proveniente del Perú, vía Amazonas, desafiando
abiertamente la autoridad de España, en el año de 1561‖ (VILLAMIZAR A. 1997: 6).

―... Sigue [Aguirre] en balsas su curso Amazonas abajo... al llegar a la desembocadura fabrican
bergantines y en ellos navegan 17 días hasta arribar a Margarita‖ (BRITTO GARCÍA 1998: 202).

―Aguirre… continuó navegando por el Amazonas hasta llegar al océano y de allí siguió hasta la
isla de Margarita‖ (MENDIBLE ZURITA 1993: 30); ―En 1561 Aguirre efectuó un intrepido viaje durante el
cual después de asesinar a su jefe, Pedro Ursúa, continuó navegando por el Río Amazonas hasta llegar al
océano y de allí a Margarita‖ (MENDIBLE ZURITA 1995: 35); Aguirre... continuó navegando por el Río
Amazonas hasta llegar al océano y de allí a Margarita‖ (MENDIBLE ZURITA 1999: 29).

―Durante la etapa amazónica... Su tenacidad y estoicismo vencen por sobre los innúmeros
obstáculos representados por la azarosa y difícil navegación a través del caudaloso río sudamericano‖
(MARBÁN 1996: 67).

―... [Aguirre y su grupo] inician la exploración siguiendo el curso del Amazonas desde Perú hasta
el Atlántico...‖ (ROMERO 1996: 18).

―Al fracasar Aguirre en la famosa expedición por el río Marañon y el Amazonas... salió al Océano
Atlántico y desembarcó con su gente en la Isla Margarita...‖ (AVELLAN DE TAMAYO 1997: 339).

―Su ruta fue la de Orellana, y así lo aseguraban los brasiles y el tal Alonso de Esteban que se hubo
traído don Pedro de Lima como avezado ‗amazonauta‘‖ (LACARTA 1998: 113).

―After having sailed along the river Amazon, the expedition reaches the mouth of the river and
enters the Atlantic‖ (JAY 1999 [Murder and Mayhem—Lope de Aguirre and the Amazon Expedition
(1560–1561) páginas 1– 136; ―Juan Gil (Vol. III, pp. 213ff) called him ―El Loco‖ the ―El Tersites Vasco‖
[page 12]; Crónicas, Eyewitness reports: Zuñiga, Vázquez y de Almesto, Anónima, Fernández [selection of
previous], Altamirano [complete]; Second hand: de Ortiguera, de Lizarraga, Aguilar y Córdova, Vázquez
de Espinosa, Juan Rodriguez Freyle (página 13).

54
―Al fracasar Aguirre en la famosa expedición por el río Marañon y el Amazonas... salió al Océano
Atlántico y desembarcó con su gente en la Isla Margarita...‖ (AVELLAN DE TAMAYO 1997: 339).

―Lanzada esta expedición [la de Ursúa] desde las fuentes mismas... del Amazonas, descendió por
él cinco mil kilómetros hasta su desembocadura‖ (QUIROGA 1998: 47).

―Two Spanish expeditions travelled down the Amazon, Francisco de Orellana in 1542 and then
Pedro de Ursúa and Lope de Aguirre in 1561‖ (CLEARY 2001: 80).

―Después de navegar unos 93 días por el río Amazonas... Lope de Aguirre y sus aventureros
llegaron a la desembocadura, y siguieron rumbo a la isla Margarita...‖ (BERMÚDEZ 2002: 148).

―... como lo hicieron Lope de Aguirre y Francisco de Orellana cuando resolviendo los mismos
confines del gigantesco Amazonas lograron internarse en el Atlántico vecino‖ (PÉREZ 2002: 41)

―[In Margarita] Aguirre had arrived in 1561, after a hazardous trip down the Amazon‖ (LEWIS
2003: 2).

―...tras surcar el Amazonas, [Lope de Aguirre] enrumbó hacia la isla Margarita en la costa
venezolana...‖ (GARAYAR 2003: 60).

―De modo que no resulta convincente la afirmación de que Aguirre descubrió el paso del
Casiquiare...‖ (MARTÍNEZ REVERTE 2004: 295).

―El último tramo de la Jornada será liderizado por Lope de Aguirre, durante el trecho final del
Amazonas, un porterior trayecto por mar hasta la isla Margarita‖ (ZANDANEL 2004: 92).

―La expedición [de Aguirre] navegó durante meses por el río Amazonas... hasta que por fin
desembocó en aguas atlánticas...‖ (CEBRIÁN 2006: 197).

―Aunque de vez en cuando rebrota la polémica sobre cuál fue la ruta de Aguirre y sus marañones
(ya que algunos historiadores venezolanos persisten en que esta se dio remontando el Río Negro hasta
tomar el Orinoco por el Casiquiare…), lo cierto es que todo parece indicar que continuó por el Amazonas
hasta su desembocadura en el Atlántico y luego circunnavegó la tierra firme hacia el noroeste,
desembarcando al fin -tras un viaje lleno de contrariedades- en la isla Margarita‖ (PÁRAMO BONILLA 2009:
39).

―... Aguirre comenzó la ejecución del plan que había mantenido en secreto, no sin antes hacérselo
conocer a Guzmán y a otros jefes, el cual consistía en navegar hasta la desembocadura del Amazonas...‖
(D‘ALTA A. 2010: 56).

―… [las maldades de Aguirre] continued for the duration of the trip down the Marañon River (the
Amazon River) until they took Margarita Island…‖ (ZINNI 2010: 165).

―[Aguirre]... tras salir al océano por el Amazonas‖ (DÍEZ TORRES 2011: 201).

―In early July 1561 [Aguirre and the remainder of his select ghastly crew] reached the mouth of

55
the Amazon...‖ (LEVY 2011: 243).

―El resultado [de la trama de Aguirre] es bien conocido: penalidades sin cuento, sufrimiento,
miedo y hasta terror a lo lardo de toda la travesía del río Amazonas...‖ (CUESTA DOMINGO 2012: 111).

―As Aguirre traveled through the Amazon, towards the Caribbean Sea and Margarita…‖ (ESTAVA
DAVIS 2012: 296).

―Entre 1560 y 1561 Pedro de Urzúa y Lope de Aguirre, recorrieron, partiendo desde el Perú, la
ruta del Amazonas‖ (ORTIZ 2013: 71).

―La cuestión del recorrido exacto ha sido muy discutida. Segundo de Ispizúa sostiene que Aguirre
se desvió por el Orinoco y salió por su desembocadura al mar. Pero su teoría ha sido desacreditada por
Emiliano Jos, que aporta pruebas convincentes de que la expedición siguió el curso del Amazonas hasta el
Atlántico‖ (PASTOR Y CALLAU 2013, nota 2).

―They [Aguirre et alii] sailed as fast as they could downstream.... [reaching] the Atlantic in early
July 1561‖ (THOMAS 2014: 181).

―Aguirre tomó control de la expedición, matando a Guzmán y a cualquiera que cuestionara su


liderazgo. Siguieron la ruta de Ursúa que consistía en salir por el río Amazonas al mar, abastecerse en la
isla Margarita y, en vez de buscar Omagua, organizar una revuelta en Nombre de Dios (actual Panamá)‖
(DENISOVA 2019: 37).

En Internet:

https://correodelara.com/relacion-geografica-de-la-ruta-de-lope-de-aguirre-de-peru-a-barquisimeto/

2. LOS QUE HAN ARGUMENTADO QUE AGUIRRE DESCUBRIÓ EL CASIQUIARE, IMPLÍCITA O EXPLÍCITAMENTE

―...vino [Aguirre] a desembarcar por la costa en frente de la Isla de la Trinidad... Donde


por orden de su Majestad le quitaron la vida, y le sembraron las casas de Sal, que oy en día se
muestran en aquellas partes‖ (ACUÑA 1641: folio 2, primera página).

―... la découverte de laquelle ne fut plus tentée du costé de l‘Espagne, depuis les disgraces
de François de d‘Arcillane; mais seulement des Espagnols du Royaume du Peru, sous la conduite
de Pedro de Orsua en l'année 1560 par les ordres du Viceroy qui luy donna une petite armée dans
une flotte assez bien equippée. L'embarquement de cetre expedition se fit sur la Riviere de
Maragnon, la plus prochaine de la ville de Lima capitale de la province. Mais peu de mois apres
son depart les soldats se mutinerent contre leur General, le mirent à mort: & Lope d'Aguirre le
plus audacieux de tous, prit le Tiltre de Roy & se sit obeïr, des uns par menaces de autres par
promesses. Or poursuivant la navigation tousjours descendant la mesme riviere, il entra dans le
grand Amazone; & se de son ample lict, il s'arresta principalement sur l'emboucheure de Rio
Negro... Il dressa toutes ses voiles dans le Rio Negro, sans autre dessein que de soustenir sa

56
tyrannie en vagant par de diverses rivieres, & par tant de differentes contrées. Mais la fortune
moins aveugle que sa prudende, le poussa tousiours en navigeant dans la riviere de l'Orenoc;
laquelle venant à sortir en la mer atlantique, à l'opposite de l'isle de la Trinité" (PAGAN 1655
[Chapitre XXXIX]: 125–126); ... ―Mais un voyage si surprenant pour les geographes, et si mal
entendu des Autheurs qui m'ont precedé; ne pouvans concevoir l'admirable disposition de toutes
ces rivieres, ne sçauroit estre pour encore mieux éclaircy, que par les precedans chapitres de ce
volume… Et la seule difficulté qui se presente en ce rencontre, no consiste qu'au Sault de
l'Orenoc; découvert en 1531 par Diego de Ordas com me en 1536 par Alphonse de Herrera venant
de la Trinité…" (PAGAN 1655: 126); ―Lequel à savoir Herrera, fit traisner ses barques par terre,
jusqu‘au dessus du mesme sault de cette Riviere: le semblable pouvant avoir este fait, par les
soldats mutinez du Tyrant Lope d‘Aguirre. Ou que la descente, du mesme sault estant plus facile à
des chaloupes, que la montée à cause de roideur de la pante: il se peut faire aussi, que celles
d‘Aguyrre l‘ayent passé sans debarquer; & plus facilement enocre au temps des inondations,
ordinaires en toutes ces rivieres : que élevent les bouillon de leurs eaux, au desuus des rochers de
leur cheute‖ (PAGAN 1655: 126–127); .

―... Aguirre... viaggiando forse pel Rio-Negro, e per l'Orinoco, indirizzò il suo corso verso
l'isola Margherita...‖ (GILIJ [Capítulo V] 1780: 137); ...‖ [―... Aguirre... acaso viajando por el Río
Negro y por el Orinoco, dirigió su curso hacia la isla Margarita...‖ ( GILIJ [Capítulo V]1965: 139;
1992: 95).

―En seguida, la expedicion se dirigió rio abajo hasta encontrar la boca del rio Negro:
subieron el curso de este hasta el Cassiquari, que como es sabido, comunica las aguas del
Amazonas con las del Orinoco, y después de muchas dificultades, llegaron á la Isla Margarita‖
(BASADRÉ 1860: 106).

―... Aguirre's men, having reached the Atlantic by descending the Orinoco...‖ (BOLLAERT
1861: xlviii).

―... habiendo [Aguirre] salido al Oceano por una de las bocas del Orinoco, ejerció toda
especie de piraterias en la isla de la Margarita...‖ (LORENTE 1863: 282).

―Aguirre continuó bajando el Marañon y el Amazonas hasta el rio Negro....


Probablemente por el rio Negro, Casiquiari y rio Orinoco, llegó hasta Venezuela...‖ (ALMAGRO
1866: 148).

―Of the precise track followed [by Aguirre]... there are conflicting and questionable
accounts, which have been neither reconciled nor disposed of even by the elabotate researches in
modern times of La Condamine, of Humboldt, and of Schomburgk. The most plausible view
seems to be that the adventurers, after passing through the interior of Peru and Brazil, over a

57
portion of Guiana, and across the centre of Venezuela, went by the Orinoco and the Atlantic to
Margarita... ― (EDWARDS 1868: 168).

―... the tyrant Lopez de Aguirre... came up in horder from the Orinoco to lay waste the
place...‖ (MYERS Y MYERS 1871: 39); ―... el Tirano Aguirre... que vino en hordas desde el Orinoco
a asolar el lugar...‖ (MYERS Y MYERS 1996: 121–122).

―... Lope de Aguirre... descendit l'Orénoque, traversa le golfe Paria et se rendit à l'ile
Marguerite...‖ (BORDE 1876: 129).

―… Lope de Aguirre and others… formed themselves into a piratical band, the
‗Marañones‘*… they followed down the Amazons to the Negro, ascended that river to the
Casiquiare canal, and so to the Orinoco; by this latter stream they reached the sea‖ (SMITH 1879:
21–22);... * ―[the ‗Marañones‘] Whence, perhaps, the name of the river, Marañon or Maranhão;
but it is more probable that the word comes from the Tupi paraná‖ (SMITH 1879: footnote, page
21).

―Algunos autores antiguos confunden el río Orinoco con el Amazonas, niegan la


comunicación que estos dos ríos tengan, y consideran imposible el viaje que se refiere del Tirano
Aguirre, en que se nos cuenta que navegó parte del río Marañon y después, por el ideado paso del
Río-Negro, se traspasó al río Orinoco, por cuyas bocas salió al mar del Norte. Esta question está
hoy muy dilucidada y sabemos que hay un canal ó brazo que une el Río-Negro con el Orinoco‖
(OSORIO 1883).

―Por las noticias que poseemos podemos precisar con seguridad el derrotero que
siguieron Aguirre y sus secuaces..... Algunos exploradores creen que subieron por el río Negro
hasta el Casiquiare, y que por este canal, brazo de unión entre el río Negro y el Orinoco, entraron
en el último siguiéndole hasta su desembocadura [cita a Markham en un pié de página]‖ (CRONAU
1892: 63).

―Las ondas del Orinoco


Rápido atraviesa, y pide
Aquí y allá los caudades
Que su codicia le exige‖ (SÁNCHEZ 1894: 74, refiriéndose a Aguirre).

―Whether Aguirre reached the mouth of the Amazon is doubtful—the evidence is in


favour of his getting out of that river into the Rio Negro, and from thence into the Orinoco...‖
(RODWAY 1896: 40; 2010: 37).

―Inez de Atienza [la amante de Ursua] is the heroin of the Orinoco as Madame Godin is
of the Amazon... She was buried on the banks of the Orinoco, among the forests in the foot-hills of
the Andes‖ (CURTIS 1896: 258).

58
―Pedro de Ursua started from Peru with an expedition in Search of El Dorado. He started
down one of the affluents of the Amazon. Lope de Aguirre… after Ursua's death, led the
expedition down the to the Rio Negro, and thence reached the sea by way of the Orinoco….‖
(HARRISON ET AL. 1898: 179, citando SIMON 1861).

―In order to to avoid further temptations towards el Dorado, Aguirre changed the course
of the expedition to the Rio Negro…‖ (HAWTHORNE 1899: 230).

―Instead of reaching the mouth of the Amazon, the flotilla [of Aguirre] drifted to the left,
in the wonderfully tangled river, and got into the Rio Negro. The sluggish currents prevented their
discovering their mistake, and they worked ahead into the Cassiquiare, and thence into the
Orinoco. On the 1st of July, 1561... the desperadoes reached the Atlantic ocean; but through the
mouth of the Orinoco, and not, as they had expected, through the Amazon‖ (LUMMIS 1906: 196).

―There is reason to believe that the first to make the journey between the Amazon and the
Orinoco, by way of the Cassiquiare, were Lópe de Aguire... and his companions...‖ (MOZANS
1910: 142); ―To one who is familiar with the courses of the Orinoco and the Amazon, and who
reads carefully the accounts that have been written about Aguirre's expedition, especially the very
circunstantial Relacion of Vazquez, it seems almost certain that the expedition picked its way
through the tortous Cassiquiare, and finaly attained the Atlantic after threading the mazes of the
Orinoco delta... If this fact should ever be substantiated, the conclusion would at once follow that
Aguirre passed through the Cassiquiare nearly two centuries before it was traversed by the
Portuguese in 1743, or by the Spanish Commission which, in 1756, was delegated to settle the
boundary line between Brazil and Venezuela1‖ [footnote 1: "compare, however, footnote on pages
110 and 111 of Expedition of Pedro de Orsua and Lope de Aguirre, above mentioned", referring to
Acuña's account published by Hakluit Society] (MOZANS 1912: 476–477); ―The only interest the
expedition has for us after the assassination of Ursua attaches to the route by which the Marañones
succeeded in crossing the continent and reaching the Atlantic. Extraordinary as it may seem, this
route was by the Casiquiare, that wonderful waterway which connects the Amazon with the
Orinoco. For this achievement the piratical cruise of the 'mad deman, Aguirre,' will always remain
memorable in the annals of geographical discovery‖ (ZAHM 1917: 78–79).

―... for here... had been set up a gateway to the El Dorado by one of the hardiest of the
intrepids—Lope de Aguirre, the ‗Wanderer‘—who in 1561 passed up the Casiquiare looking for
the storied treasure‖ (WHITNEY 1911; 1912: 113).

―The only interest the expedition has for us after the assassination of Ursua attaches to
the route by which the Marañones succeeded in crossing the continent and reaching the Atlantic.
Extraordinary as it may seem, it was by that wonderful waterway which connects the Amazon
with the Orinoco. For this achievement the piratical cruise of the mad demon, Aguirre, will always
remain memorable in the annals of geographical discovery‖ (MANSO 1912: 319).

59
―…desde aquí continuó la expedición [de Aguirre] hacia el este, hacia la desembocadura
del Amazonas (como Humboldt y Southey creyeron) ó, como parece más probable, á través del río
Negro y por el Orinoco‖ (KOEBEL 1912b: 827).

―Ursúa llegó al Alto Amazonas, pero allí traidoramente asesinado por sus propios
soldados, que siguieron al cruel Aguirre, lugarteniente de Ursúa, llegando, según dicen algunos,
hasta la desembocadura del Orinoco, desde donde navegaron hasta la isla de Margarita...‖
(NAVARRO LAMARCA 1910: 180)... ―Lope de Aguirre, después de asesinar á su compañero
Guzmán y á todos los descontentos... siguió con sus fieles hasta la boca del Río Negro, cuyo curso
remontó, cruzando probablemente por el Casiquire hasta el Orinoco, y desde allí al Océano‖
(NAVARRO LAMARCA 1913: 178–179)… ―En cuanto a la ruta de Aguirre, sigo a Markham... y no
vacilo en afirmar que el tirano siguió el Rio Orinoco hasta su desembocadura...‖ (NAVARRO Y
LAMARCA 1913: 180, nota).

―... Lope de Aguirre... descended the Marañon from Peru, crossed over from the Amazon
to its northern tributary the Rio Negro, followed the great-lake like river upstream to the natural
canal called Kassikiari, and thence passed into the Orinoko, out into the Atlantic...‖ (JOHNSTON
1914: 89).

―Vamos a abordar una materia sobre la cual no ha habido uniformidad de pareceres ni se


ha hecho hasta ahora, que sepamos, luz suficiente. ¿Por dónde desembarcó al Océano Lope de
Aguirre, por el Amazonas o el Orinoco? Debemos declarar que antes que estudiáramos, punto por
punto y comparándolas entre sí, las tres relaciones del viaje, y conociésemos en sus detalles el
admirable sistema hidrográfico formado por los ríos Amazonas y Orinoco, éramos de parecer que
Lope buscó el mar siguiendo todo el curso del primero de dichos ríos. Hoy estamos convencidos
plenamente de lo contrario. Son de tanta fuerza y de tal calidad los hechos que abonan esta última
hipótesis o conclusión, que no es posible sostener en vista de ellos que Lope saliese al mar por el
estuario del Amazonas. Expongamos primero las opiniones que se han sustentado en esta cuestión
histórica" (IZPIZÚA 1918: 318; 1979: 237; ver también ISPIZÚA 1919)... "De todo lo cual debemos
concluir que el verdadero descubridor de la comunicación entre los ríos Amazonas y Orinoco fue
sin duda Lope de Aguirre‖ (IZPIZÚA 1918: 319–320; 1979: 238).

―Continuó Aguirre con los suyos su memorable viaje por el Río Negro y por el
Casiquiare, la famosa bifurcacion hidrográfica que conocieran Bonpland y Alejandro de
Humboldt, pasaron al Orinoco y desde allí al Atlántico…‖ (LATORRE 1919: 95).

―El señor Ispizua ha hecho un concienzudo estudio sobre tan extraordinario personaje...
sobre las empresas del rebelde y audaz explorador, que fué el primero en descubrir la
comunicación entre las cuencas hidrográficas del Amazonas y el Orinoco...‖ (DELEITO Y PIÑUELA
1919)... ―Entonces, de 1560 a 1561, al frente de los que quisieron seguirle, [Aguirre] emprendió en
busca de El Dorado aquella expedición, la más extraordinaria quizás que la historia americana

60
registra, en la cual recorrío más de 7.000 kilómetros por los ríos Marañon, Amazonas, Negro,
Casiquiare y Orinoco‖ (DELEITO Y PIÑUELA 1920: 117).

―Continuó Aguirre con los suyos su memorable viaje por el Rio Negro y por el
Casiquiare, la famosa bifurcación hidrográfica que conocieran Bonpland y Alejandro de
Humboldt, pasaron al Orinoco y desde Allí al Atlántico...‖ (TORRES LANZAS en PIMENTEL 1921:
95).

―En vez de llegar a la desembocadura del Amazonas, la flotilla [de Aguirre] derivó hacia
la izquierda, internándose en sus laberínticas revueltas, y fueron a parar al rio Negro. Las lentas
corrientes les impidieron descubrir su error, y siguiendo adelante hasta el Casiquiare, y desde allí
penetraron en el Orinoco... El día 1.o de julio de 1561... los malvados llegaron al Océano
Atlántico, pero por la desembocadura del Orinoco y no, como ellos esperaban, por la del
Amazonas‖ (LUMMIS 1922: 159–160).

―Por Amazonas [Aguirre] entró en Río Negro, uno de los afluentes del corriente mar de
agua dulce, y por Río Negro remontó el Caño Casiquiare, que pone en comunicación fluvial a Río
Negro con Amazonas‖ (BLANCO-FOMBONA 1920: 50; 1921: 76)... ―Por Amazonas [Lope de
Aguirre] entró en Río Negro, uno de los afluentes del correntoso mar de agua dulce, y por el Río
Negro remontó el Caño Casiquiare, que pone en comunicación fluvial a Río Negro con el Orinoco.
De Orinoco salió al Atlantico.... Había descubierto la comunicación fluvial de media América al
través de grandes ríos: el Orinoco, el Río Negro y el Amazonas‖ (BLANCO-FOMBONA 1922: 257).

―The route taken by the madman and his band of cut-throats is still a matter of
controversy, although little doubt remains that he did not, as once was supposed, descend the
Amazon...‖ (ELLIOTT 1922: 9)... ―On september 26th, 1560, the main party embarked…" (Elliott
1922: 11)... "Hereabouts Aguirre… began to insist upon taking turns 'to the left', i.e., tranversing
rivers running north or north-east. It is upon this repeated statement, and upon the fact that Aguirre
emerged near Trinidad, that investigators base their general decision that the party reached the sea
by means of the Orinoco, and not by the Amazon; by some riverine link the boats appear to have
reached the River Negro, chance guiding them to its connection with the Orinoco‖ (ELLIOTT 1922:
13).

―Alli achava-se [Aguirre] ainda no Rio Negro, não longe da bocca do Cassiquiare, pelo
qual passou depois ao Orinoco‖ (DE CARVALHO 1930: 33).

―Amid an orgy of murder and rapine he descended the Amazon part way, and then turned
northward across country to the Orinoco and thence to its mouth‖ (WILGUS 1931: 111).

―The first white man to make the trail by way of the Casiquiare passage to the Amazon,
was Lope de Aguirre...‖ (MILLS 1931: 190).

61
―[Aguirre]… called his fellow-conspirators his Marañones, from the name of the river,
and with them had the avowed purpose of reaching the North Sea, as they called the Atlantic…
The route they took was by the Casiquiare, the waterway which connects the Amazon and the the
Orinoco‖ (EELS 1935: 149).

―In 1560–1561, Lope de Aguirre, a desperate character who had seized the command of a
Peruvian expedition after having executed its leader, proceeded down the Amazon to the vicinity
of the Orinoco tributaries and thence by the latter to the Orinoco and the Atlantic‖ (RIPPY 1932:
56).

―… in 1560–61 Lope de Guirre sailed down the Amazon to the vicinity of Orinoco
tributaries and thence by the latter to the Orinoco and the Atlantic‖ (THIELE 1938: 59, citando
RIPPY 1932: 56).

―the ill-fated expedition of Pedro de Orsúa (Ursua) and Lope de Aguirre which came
down the Amazon out of Peru and then, seemingly, attained the Venezuelan coast via the Rio
Negro, Casiquiare, and Orinoco‖ (BRAND 1941: 105).

―In 1560 Viceroy Mendoza of Peru sent Pedro de Ursua to further explore the Amazon.
With him went the villain, Lope de Guirre, who murdered the leader and most of the party and
then escaped northward to the Orinoco river‖ (WILGUS Y D'ECA 1943: 52).

―Lope de Aguirre… navegó hacia el mar… la expedición … fue obstaculizada por


corrientes poderosas que lo desviaron y obligaron a desembarcar en el mar, frente a la isla de
Trinidad‖ (PLAZAS OLARTE 1944: 46).

―No todos los escritores están de acuerdo con respecto a la ruta seguida por la expedición
[de Aguirre]. Pudo haber bajado hasta la boca del Amazonas; pero lo más probable es que
abandonara este río y siguiera por el río Negro y el Orinoco hasta el mar‖ (ver mapa en la página
114, mostrando la ruta por el Río Negro; KING ARJONA Y VÁZQUEZ ARJONA 1947: 113).

―… salieron por el Orinoco al mar Caribe… y navegaron hacia la isla Margarita…‖


(ALEMPARTE ROBLES 1948: 37).
―Para ‗vengar‘ esas crueldades [las de los españoles] bajó [Aguirre] como una fiera de los
Andes hasta el Atlántico, navegando por el Río Negro, el Caño Casiquiare y el Orinoco...‖ (SÁENZ
1949: 30).

―Aguirre and his men seem to have made some kind of portage across from the Upper
Negro to the Upper Orinoco and eventually to have made their way out to sea from the Great
Mouth of the Orinoco‖ (SWAN 1958: 276).

62
―The upper reaches of the Rio Negro, an Amazon tributary, connect with the upper
reaches of the Orinoco by the Rio Casiquiare. The report in the old papers of a left turn has led to
the suggestion that Don Fernando and his men went up...‖ (LOWRY 1952: 45).

―... a network of watery channels that brought them [Aguirre y sus secuaces] northeast
into the Rio Negro, which they took until they reached the Cassaquiari Canal, the waterway
connecting the Negro and the Orinoco‖ (CHAPMAN 1967: 142).

―The first Europeans to traverse [the Casiquiare] were undoubtedly those of Lope de
Aguirre‘s expedition in 1561‖ (BRANSTON 1971: 124); ―I wonder what the Aguirre expedition
thought when they saw [desde el Casiquiare] the mountains?‖ (BRANSTON 1971: 138).

―[Lope de Aguirre fue el primero en]... demostrar en la práctica la bifurcación del


Orinoco, es decir, la división de este río por su parte superior en dos cuencas una de las cuales, el
Casiquiare, va a morir a la cuenca del Amazonas‘. Historia del Descubrimiento y Exploración de
Latinoamérica, p. 264‖ (MAGUIDOVICH 1973: 264).

―...the Rio Negro turns in a northerly direction, and where now stands San Carlos de Rio
Negro, one of the slender arms of the Rio Negro makes an abrupt westerly turn. This the ships of
Lope de Aguirre followed for thirty-five miles. It was the secret channel, used by the Indians,
going from one river system to the other, for that river then flowed into the Casiquiare... a stream
without a counterpart in the world. It joins two rivers, the Orinoco and the Amazon‖ (VON HAGEN
1974: 238–239).

―Sir Clements Markham followed Cristóbal de Acuña and José de Acosta (Historia
natural y moral de las Indias, bk 2, ch. 6) in thinking that Aguirre travelled up the Negro, through
the Casiquiare canal and down the Orinoco to reach Margarita‖ (HEMMING 1978: 574).

―Lope de Aguirre... a quien podemos atribuir en 1560, el primer recorrido por el


Casiquiare arriba‖ (PÉREZ 1988: 426).

―The convoy [Aguirre's] now pushed on up the Río Negro... In due course, they passed
through the Casiquiare Canal to the Río Orinoco, which they were to follow all the way to the sea‖
(SORENSEN 1988).

―The first Europeans to traverse the Casiquiare were those of Lope de Aguirre's
expedition of 1561‖ (MEANS 1989).

―L‘aventure d‘Aguirre va se perdre dans les dédales des bras d‘eau amazoniens. Peut-
être, cherchant les Guyanes, donc allant au nord, découvre-t-il sans le savoir, plus d‘un siècle
avant Humboldt, le Casiquiare, ce cana naturel que unit l‘Orénoque au Rio Negro? Quoi qu‘il en
soit, il déboucher sur l‘estuaire de l‘Orénoque, face à Trinidad, et après s‘être emparé de l‘île de
Margarita...‖ (GHEERBRANT 1983: 49); ―As Aguirre headed north in search of the Guiana

63
Highlands, did he unknowingly discover the Casiquiare, a natural waterway linking the Orinoco
and the Rio Negro rivers, more than a century before Humboldt did? But that as it may, he
emerged at he mouth of the Orinoco, across from Trinidad....‖ GHEERBRANT 1992: 49).

―[Aguirre] Siguió a la deriva los cursos del Amazona, Rio Negro, el Brazo Casiquiare y
el Orinoco…‖ (FERNÁNDEZ 1994: 70).

―Probably the first European to sail from the Amazon to the Orinoco was the Spanish
rebel Lope de Aguirre with his party in 1561‖ (BOS 1998: 132).

―Somewhere along the way Aguirre learned from Indians that it was possible to switch
rivers. That is, move entirely by water from the Amazon to the Orinoco because of a stream called
the Casiquiare which empties into them both" (CONNELL 1979: 180); ―Somewhere along the way
Aguirre learned from Indians that is was possible to switch rivers. That is, move entirely by water
from the Amazon to the Orinoco because of a stream called the Casiquiare which empties into
them both. The Orinoco would deliver them close to a settlement on Margarita island‖ (CONNELL
2001: 360–361).

―In the account by Francisco Vázquez.... of the Ursua/Aguirre expedition down the
Amazon, up the Rio Negro and down the Orinoco...‖ (SCHWERIN 2003: 49).

―... the Spanish adventurer Lope de Aguirre is believed that have traveled down much of
the river [Orinoco] during his quixotic, traitorous campaign to proclaim himself emperor of Peru‖
(HELFERICH 2004: 123).

―Pedro de Ursúa heads a Spanish expedition from Lima, Peru, across the Andes
mountains, and into the Amazon basin. Lope de Aguirre mutinies and takes over the expedition,
following the Orinoco river to its mouth‖ (WALDMAN Y CUNNINGHAM 2004: 493).

―Aguirre and his picked cohort of thugs... Diverting their course down the Orinoco
River... reached the Venezuelan coast...‖ (ORTIZ-GRIFFIN Y GRIFFIN 2007: 70).

―Travelling further downstream, Aguirre explored the Negro River... Whether he then
continued to the mouth of the Amazon is unknown, but there is a slight possibility that Aguirre
was the first European to use the Casiquiare Canal linking the Amazon and Orinoco watersheds‖
(HARRIS Y HUTCHISON 2007: 13).

―Todo indica que [Aguirre y sus expedicionarios] avanzaron por el río Orinoco‖
(SÁNCHEZ SORONDO 2009: 123).

―Lope de Aguirre is believed to have travelled down much of the river [Orinoco] during
his quixotic, traitorous campaign to proclaim himself emperor of Perú‖ (HELFERICH 2011: 123).

―After Ursua's death, Aguirre went up the River Negro and then descended the Orinoco
to its mouth near Trinidad‖ (NICHOLLS Y WILLIAMS 2011: 99).

64
―Lope de Aguirre was the first European to explore the Casiquiare canal in 1561‖
(ROSTAIN 2013: 61).

―Se apartó de la ruta hacia su desembocadura al Atlántico y caminaron ‗cien jornadas


justas‘ en dirección aguas arriba del río negro. Menciona que anduvieron 1,500 leguas
(aproximadamente 7,242 kilómetros), saliendo cerca a isla Margarita en la actual Venezuela‖
(ROSALES ORTIZ 2018: 64).

Y no faltan los defensores de la ruta por el Orinoco en Internet:

https://www.eldoradocolombia.com/el_rio_increible.html

https://thepulloftheland.com/orinoco-casiquiare-humboldt-and-monster-aguirre

https://www.catalunyavanguardista.com/lope-de-aguirre/

https://www.factmonster.com/encyclopedia/places/latin-america/latam-geography/orinoco

https://pueblosoriginarios.com/biografias/aguirre-lope.html

https://boowiki.info/art/rivers-venezuela/casiquiare.html

3. LOS QUE HAN TENIDO DUDAS SOBRE EL ITINERARIO DE AGUIRRE O HAN PROPUESTO OTRAS
ALTERNATIVAS, Y REPORTES AMBIGUOS

Aquí se agrupan los estudiosos que mencionan el ―Marañon‖ como la ruta de Aguirre al Atlántico,
sobre todo los del siglo XVII y XVIII, debido a la ambigüedad que existía sobre a cual río se aplicaba este
nombre.

―Primero que estos Marañones, baxò por este rio, desde el de la Canela… el Capitan Francisco de
Orellana…‖ (SIMÓN [Capítulo XXVI] 1627: 480).

―… la noticia de aver arribado a la Margarita vn capitan Viscaino llamado Lope de Aguirre, que
desembocando por el Marañon en dos Vergantines, y algunas Piraguas, con el exercito, que del Perú avia
sacado el Capitan Pedro de Vrsua para el descubrimiento, y conquista de los Omeguas…‖ (FERNANDEZ DE
PIEDRAHITA 1688: 566; 1881: 384; 1962: 289); "Partiò en dos bergantines, y muchas canoas, y piraguas... y
despues de executadas otras muchas muertes... dexado desamparados, muertos, y ahogados... en las mas
desiertas islas de las dos mil, que ay en las bocas del Marañon, salió con furioso temporal de olages al mar
del Norte...‖ (FERNANDEZ DE PIEDRAHITA 1688: 570; 1881: 387; 1962: 294).

―... prosiguió navegando por el rio [Marañon], hasta salir con furioso temporal al mar del norte...
enderezó Aguirre su derrota á la isla de lá Margarita, cuya tierra llegó á avistar á los diez y siete dias de
navegacion trabajosa...‖ (OVIEDO Y BAÑOS [Lib. IV, Cap. I] 1723: 175; 1824: 281; 1885: 276; 1992: 156).

―La fin d'Orsoa fut encore plus tragique que celle d'Orellana son prédécesseur. Orsua périt par la
main d'Aguirre, soldat rébelle, que se fit déclarer Roi. Celui-ci descendit ensuite la riviere [des Amazones];
& après une longue route, qui n'est pas encore bien éclaircie, ayant porté en tous lieux le meurtre & le

65
brigandage, il finit par être écartelé dans l'isle de la Trinité"; "The end of Orsoa was even more tragic than
that of his predecessor Orellana. Orsua perished by the hand of Aguirre, rebellious soldier that had himself
declared king. Latter then down the river [the Amazons] and after a long way, which is not yet fully
clarified, having sown everywhere murder & robbery, it ends up being quartered in the island of Trinidad‖
(CONDAMINE 1778: 11).

―Este tirano [Aguirre]... costeó grande trecho del Rio [Marañon]: pero temiendo, si navegaba en
derechura, fuese cogido; al llegar al sitio, en que el Rio Negro desagua en el de las Amazonas, subió agua
arriba, y continuando su curso por el Orinoco, salió al mar. Eso lo dice dicen algunos; pero de las cartas
originales de Aguirre consta, que navegó el mismo Rio, que Orellana...‖ (SARMIENTO 1787: 230).

―Este monstruo vomitado de las turbulencias del Perú había bajado por el río Marañon con otros
satélites...‖ (BELLO 1810: 25; 13).

―Por este Rio Branco desceo Lopo d'Aguirre, como afirma em sua relação o Padre Acunha‖
(MORAES 1839: 496).

"Este mónstruo [Aguirre]... había bajado por el rio Marañon con otros satélites....‖ (YÁNEZ 1840:
18).

―There are some doubts among historians whether Aguirre, with Ursua's expedition, descended the
Amazon to its embouchure, or whether he ascended the Rio Negro, its tributary the Rio Branco, and by a
short "portage" crossed to the Rupununi, a tributary of the Essequibo, which river he followed to the
Atlantic (see Fr. Pedro Simon, not. vi. cap. 30–39. Piedrahita, historia general de las conquistas del nuevo
reyno de Granada, lib. vii. cap. 8. Purchas, vol. iv. lib. vii. cap. 11. Pagan, Relation de la rivière des
Amazones, cap. 39, &c.‖ (SCHOMBURGK en RALEGH 1848: 21–23, nota).

―But the strongest evidence in favour of the Orinoco route is to be found in the way many early
writers confuse the rivers Orinoco and Marañon, a confusion, which, as I believe, arose from the
conflicting accounts given by the men of Orellana‘s, and those of Aguirre‘s party. Orellana, having
descended the main stream of the Amazon, gave a tolerably correct account of its position; but Aguirre‘s
men, having reached the Atlantic by descending the Orinoco, and still continuing to call all the water they
had seen by the name of Marañon,3 stated that its mouth (that is the mouth of the Orinoco) was opposite the
island of Trinidad. This especially appears in the account of the Jesuit who was Acosta‘s informant; and the
confusion became so great at last, that Friar Simon declared that he could not tell which river was the
Marañon, and that it must remain an open question, until some one writes about it with better information...
On the other hand, the evidence in favour of Aguirre having entered the sea by the mouth of the Amazon, is
chiefly negative. The time that is stated to have elapsed between the murder of Ursua and the arrival of
Aguirre‘s vessels in the sea; as well as the length of the voyage from the mouth of the river to the island of
Margarita; are more in favour of the Amazon than of the Orinoco theory, and it is also stated that the
description of the numerous islands, and of the breadth of the mouth of the river, is better suited to the

66
Amazon‖ (MARKHAM en SIMON 1861: xlviii–xlix).

―The conspirators went on to the mouth of the Negro, but from this point authorities differ as to
their course. Humboldt and Southey supposed they still kept to the Amazon until they reached the sea.
Acuña, Simon, Acosta, and among the moderns Markham, suppose they ascended the Negro, crossed by
the Cassiquiari canal to the Orinoco, and so passed on to the ocean; or if not by this route, by some of the
rivers of Guiana. Mr. Markham balances the testimony. Once on the ocean, at whatever point, Aguirre
steered his vessels for the north and west till they came to the island of Margarita, then colonized by the
Spanish. Having seized this settlement, Aguirre led his followers across the intervening waters to
Venezuela, with the aim of invading and conquering New Granada; but in due time a Spanish force led by
Gutierrez de la Peña confronted the traitor and his host, and overthrew them. Many of Aguirre's men had
deserted him; when killing his own daughter, that she might not survive to be stigmatized as a traitor's
child, he was set upon and despatched by his conquerors‖ (WINSOR 1886: 582).

―Veinte años despues, que fué el de 1560, envió el virrey del Perú con una buena armada al jeneral
Pedro de Ursua… Lope de Aguirre, levantándose con la armada…. [y] no acertando éste con la principal
bica de este rio [el Amazonas], vino a salir enfrente de la isla de la Trinidad… donde pagó su pecado
quitándole la visa por órden de su majestad…‖ (OVALLE 1888: 231).

―... in view of the extremely vague geographical ideas that prevailed in the sixteenth century, no
conclusion can be drawn from the application of the term ‗Marañones‘ to Aguirre's men concerning the
further course or route of the expedition. It is significant that Acosta ["Hist. Nat, general de las Indias," lib.
ii. cap. vi.] says, on the authority of a witness who was in the expedition of Ursua and Aguirre, and
afterward went into the Order of Jesus, that the Amazon, Marañon, or Rio de Orellana, emptied into the sea
opposite the islands of Margarita and Trinidad. In connection with this the statement of Cristoval de Acuña
(1039), that Aguirre reached the sea through a side-mouth of the Amazon opposite Trinidad, is of
considerable importance. Mr. Markham, therefore, does not seem to be wholly unjustified in supposing that
the Maranones, having sailed up the Rio Negro, passed into the Orinoco through the Cassiquiare and thence
through one of the mouths of the Orinoco, and not through the Amazon, into the Atlantic Ocean. In further
confirmation of this view is the mention by Pedro Simon of Aguirre's having met a cannibal tribe, the
Arnaquinas. In fact, the Arekainas, thorough-going cannibals, now dwell on the Upper Rio Negro. On the
other side are the facts that the Falls of the Orinoco are not mentioned in the few meagre accounts we have
of the further course of the expedition, and that the torrent at Atures and Maypures, and even below, was
hardly navigable for the brigantines although, according to Simon, they were ‗as strongly built as ships of
three hundred tons.‘ But whether through the Orinoco or the Amazon, it seems to be certain that Aguirre
with his two vessels reached the ocean on the first day of July, 1561‖ (BANDELIER 1893: 103–104).

―So indistinct was the geography of that time that no one knows whether they sailed on down the
Amazon or went through one of the numerous connecting bayous into the Orinoco‖ (STEVENS 1899: 216).

―In order to avoid further temptations toward El Dorado, Aguirre changed the course of the

67
expedition to the Rio Negro... Whether the expedition passed down the Orinoco or the Amazon is
uncertain; but at all events they reached the ocean on July 1, 1561‖ (HAWTHORNE 1901: 230).

―... el tirano Aguirre, ‗Atila de Venezuela‘... Navegando por el Marañon... Llegó á Margarita y la
puso á saco...‖ (VILLEGAS 1908: 78).

―When [the vessels] were completed, they proceeded towards the mouth of the river [Marañon]...
The expedition passed out of the river in June 1561, and shortly afterwards landed on the island of
Margarita‖ (MOSES 1914: 287).

―Aguirre, proclamado jefe de la expedición, siguió bajando el gran río y llegó á su afluente el río
Negro ó Curiguanacú. Por mucho tiempo se ha admitido que la expedición penetró á este afluente y,
remóntandolo, pasó al Orinoco por el Casiquiari, yendo á salir al Océano Atlántico frente á la isla
Trinidad; pero esta opinión ha sido combatida con exito....‖ (LLONA 1903).

―… [Aguirre] led a band de desperadoes, in a wild carnival of blood and debauchery, through
Guiana into Venezuela, where he met with a just fate at the hands of Spanish authorities‖ (RODD 1904:
114).

―With the exception of the expedition sent under Pedro de Ursua in 1560 down the Ucayali into
the Upper Amazon... which ended in the... scape of... Lope de Aguirre, by an unknown route to the island
of Margarita near the mouth of the Orinoco... no steps were taken to navigate or to explore the Amazon
until the seventeenth century‖ (EDMUNSON 1920: 53).

―Sobre la ruta de Aguirre y sobre las distancias, puede verse con fruto la obra de D. Segundo de
Ispizua, Los vascos en América, tomo V, Venezuela, y especialmente la página 328, donde se hace el
cálculo del recorrido, deduciéndolo de todas las relaciones publicadas sobre el viaje. Por lo que respecta a
la ruta, la cuestión es todavía más compleja y no puede ser tratada aquí. En la citada obra de Ispizua se
encontrará un resumen de las diversas opiniones emitidas por los grandes geógrafos en vista de algunas de
las relaciones contemporáneas. Debe advertirse que estas últimas han permanecido inéditas hasta muy
recientemente, y que, por lo tanto, así La Condamine y Humboldt, como Schomburgk y otros geógrafos
eminentes, no pudieron formular un juicio con total conocimiento de causa. Ispizua, comparando diversos
testimonios, llega a un resultado que, sin ser definitivo, merece los honores de una discusión por
especialistas competentes. Afirma que Lope Aguirre bajó por el Amazonas y salió al mar por el Orinoco, y
sostiene como posible que al navegar por el río Negro no se diera cuenta de que remontaba una corriente, a
causa de los ilimitados embalses que forman los ríos de aquel sistema, verdaderos mares interiores en
tiempo de grandes crecientes. Lope de Aguirre, como Ortiguera, pensó—según éste—que el río Negro era
un brazo del Amazonas y que el Orinoco era el mismo brazo principal, abandonado, que volvía a unirse con
la corriente derivada. O bien creyó, como otros muchos, que el Orinoco era un brazo del Amazonas.
Combatiendo acremente a Ispizua, D. Emiliano Jos ha escrito una tesis para el doctorado sobre La rebelión
de Lope de Aguirre y el itinerario de los Marañones, con un aparato documental, en parte inédito, que

68
aclara puntos capitales de la cuestión. El señor Jos se ha servido confiarme sus manuscritos, y yo los
aprovecho, insertando algunos de ellos en un estudio que preparo‖ (PEREYRA 1925: 129, nota 1).

―Since Aguirre finished his voyage at the island of Margarita, a few miles away from Orellana's
landfall at Cubagua, it would seem natural for him to have followed the same course — down the Amazon
and north-west along the coast, then either through the Gulf of Paria or by the safer route north of Trinidad.
But several authorities, including Padre Simon, who, in 1623, wrote the best history of Aguirre's voyage,
Acuña, Acosta and Sir Clements Markham, were all convinced that he sailed up the Rio Negro, crossed
into the Orinoco system by the Casiquiare and finally entered the ocean not through the mouth of the
Amazon, but by that of the Orinoco. The first established passage of the Casiquiare was by Portuguese
slave traders in 1743 and for Aguirre to precede them by nearly two hundred years would have been an
astonishing achievement‖ (FURNEAUX 1969: 44); "There was for some time afterwards a confusion
between the Amazon and the Orinoco, which supports the view that Aguirre sailed down the latter‖
(FURNEAUX 1969: 45).

―Under Aguirre's malign direction there was a nightmare march as the column groped across the
entire width of the continent toward the Spanish settlement on the island of Margarita, a few miles off the
Venezuelan coast‖ (SEVERIN 1970: 18).

―Lope de Aguirre… Desde el Per´¨siguió el camino de los ríos hacia el mar…‖ (NÚÑEZ 1976: 27).

―Este itinerario [el de Aguirre] está en discusión aún, pues varios historiadores suponen bajó por el
Orinoco‖ (GRASES en DEPONS 1960 I: 30, nota 5).

―... for the bloodthirsty Aguirre, who as soon as he got clear of the Orinoco Delta, captured the
island of Margarita‖ (PENROSE 1962: 147).

―The expedition of Orellana (1540) and of Lope de Aguirre (1560) did not give any indication of
the divide on the Orinoco. However, the speed with which Aguirre reached the island of Margarita was at
the time an indication of the rather than leaving through one of the mouths of the Amazon, he had reached
the sea through some interior communication of the rivers. The hypothesis was supported by the Jesuit
Acuña and corroborated by Fray Gregorio Garcia [citando GARCIA 1607: 166] who in his book says that he
learned from a monk who in the following of Pedro de Ursua and Lope de Aguirre, ‗that the Marañon
(Amazon) after crossing the great plains of El Dorado and the Amazon, ends near the Islands of Margarita
and Trinidad‖ (PAZ-CASTILLO Y KRUGER 1972: 8).

―After the murder of Ursúa a new commander, Aguirre... led the expedition. Probably they
followed the river Negro and reached the Caribbean coast by way of Orinoco... While Orellana's descent of
the Amazon river is known, the exact route of Ursúas-Aguirre's expedition is uncertain‖ (BALEK 1983: 15).

―There is some doubt as to whether Aguirre‘s gang reached the ocean via the Amazon or the
Orinoco...‖ (DELPAR 1980: 386).

69
―There is also evidence that... Aguirre... was loyal to the Amazon. The time taken by his army to
reach the river mouth is about right. The travelling time from that mouth to Margarita is also what one
would expect. A further confusion, not helping the evidence either way, is that many early writers called
both the Orinoco and the Amazon by one name, Marañon. In short, no one is precisely sure which river was
used by the mutineers‖ (SMITH 1990: 112).

―Whether [Aguirre y sus colaboradores] came down the entire length of the Amazon, like Orellana
twenty years before, or whether they debouched at the mouth of the Orinoco is uncertain...‖ (NICHOLL
1995: 28).

―There is some indication that they may have reached there by taking the Rio Negro route up to
the Orinoco and out its mouth, thus perhaps becoming the first white men to traverse that route, a route
whose existence Humboldt would take the pains to confirm… Although there is some support for this idea
in the documents left by the expedition, most modern scholars think that the evidence for Aguirre's
presence on the Orinoco is unprovable one way or the other… In any case, the stories of Aguirre's possible
detour along the Orinoco become a part of the archive of lore that emphasizes both the labyrinth of the river
itself and that of Aguirre's journey‖ (BELTON 2003: 155).

―Aguirre sailed to the mouth of the Orinoco River and attacked and held the island of Margarita
off the coast...‖ (BENTON 2010: 80: nota 115; nuestras itálicas).

―The expedition‘s [la de Aguirre] route to the Atlantic has always been a matter of speculation...
There is great disagreement among modern historians as well. the basic dispute boils down to to this: some
say that the expedition continued down the Amazon and into the Atlantic; others give an alternative, one
that ends up in the Orinoco‖ [No obstante lo dicho por el autor, después de una elaborada discusión de las
dos alternativas, éste muestra su sesgo en uno de dos mapas presentados en la penúltima página de las
ilustraciones insertadas entre las páginas 100 y 103, que muestra uno que ilustra ―... the presumed
approximate route of the Marañones‖, vía el Río Negro] (BALKAN 2011: 206–207, nota 4).

―To this day there is doubt as to whether Aguirre left the Amazon River at its mouth, and some
scholars speculate that he made his way northwards along the [Rio] Negro. If so, he would be the first
European to have sued the Casiquiare Canal, which links the Amazon and Orinoco watersheds‖ (HARRIS
2012: 6).

―... Este lugar [el delta del Baria] al parecer ha sido atravesado solamente por tres expediciones: la
primera vez por Lope de Aguirre con sus 'Marañones', quienes para recortar camino hacia la isla de
Margarita aprovecharon los ríos que por ese delta conectan el Amazonas con el Orinoco‖ (BREWER-CARIAS
2012).

―He [Aguirre] took the first major river to the north, possibly the Japura, which would link him up
with the inky black Rio Negro. From here he could make his way through to the Cassiquiare canal, onto the
Orinoco and eventually to the Atlantic… As Aguirre‘s trip was not detailed, there is no real evidence that

70
the expedition took either route. Anyone familiar with the extraordinary labyrinth of rivers that flow across
the jungles and plains of northern South America would know that Aguirre would have been enormously
lucky to have found the Cassiquiare, a relatively tiny waterway which happens to link both the Orinoco and
Amazon rivers via the Rio Negro. Nobody had ever travelled this route and nobody would correctly plot it
for at least another two hundred years. Aguirre could only have surmised that by striking westward and
then northward through a maze of rivers, he would eventually come out into the Atlantic. The expedition
would have to fight its way upstream along the Rio Negro until it reached the Cassiquiare, which is one of
the few rivules that flows upstream, propelled from its source by the waters of the great Orinoco… There is
precious little geographic information handed down from this expedition, except for statements that say the
biegs found their wat to the Orinoco Delta. Simon himself says Aguirre turned off the Amazon and
ventured for three days and a night in a westerly direction, which gives credence to the Orinoco route. But
without knowledge of the terrain and river systems, this feat of navigation seems almost impossible and
many historians discount it‖ (COURTENAY 2015: 64–65).

71
APÉNDICE II

RELACIONES DEL VIAJE DE LOPE DE AGUIRRE

Las relaciones del viaje del Tirano Lope de Aguirre de 1560–1561 se pueden agrupar en tres
categorías:
 Los manuscritos1 de los testigos presenciales, quienes acompañaron al Tirano durante
todo su viaje hasta llegar a la isla de Margarita, de donde algunos de sus seguidores
huyeron;
 Los manuscritos basados en entrevistas con otros testigos del viaje;
 Las relaciones publicadas basadas en estos manuscritos inéditos en ese entonces.
La primera categoría incluye a ocho autores, que listaremos más adelante, cuyos relatos fueron
escritos inmediatamente o pocos años después de finalizar el viaje y haber muerto Aguirre. Estos
permanecieron inéditos hasta el siglo XIX: la primera crónica de esta categoría en ser publicada fue la de
VAZQUEZ (1842), en francés; en español en VAZQUEZ (1881).
La segunda categoría sólo incluye a dos autores, Toribio de Ortiguera y Diego de Aguilar y de
Córdoba, los que no llegarían a las posesiones de España en América hasta 1561 y 1559, respectivamente2.
Sus escritos, como los anteriores, permanecieron inéditos, aunque por mucho más tiempo: la de Ortiguera
no sería publicada hasta 19093, y la de Aguilar y de Córdoba hasta 1977. Estas dos primeras categorías son
si duda las más confiables y, comparando los diferentes relatos, encontramos que no difieren mucho en su
contenido general, aunque algunas son más detalladas que otras. El hecho que permanecieran inéditas por
tanto tiempo no implica que no hayan sido leídas, transcritas en parte, o bien o mal interpretadas: de
muchas de ellas existen varias copias manuscritas, a las que tuvieron acceso los autores que incluimos en la
tercera categoría.
La tercera categoría incluye autores que sin duda consultaron los manuscritos inéditos de al menos
algunos de los autores incluidos en las primeras dos categorías. Entre ellos tenemos, entre otros, a
CASTELLANOS (1589), HERRERA (1601), MARTINEZ (1606), FERNÁNDEZ DE PIEDRAHITA (1688), OVIEDO Y
BAÑOS (1723), AGUADO (1915), SIMÓN (1627)4, SOUTHEY (1812, 1821, 2013) y MARKHAM (en SIMÓN
1861). Esta tercera categoría no será analizada y sólo se menciona que el escrito de Aguado, el cual se
basó probablemente en el relato inédito escrito por Vázquez, o quizás a la versión de este ultimo
modificada por Pedrerías de Almesto, e igual que el escrito de Simón, fue tomado del de Aguado5. Como
exponemos en el apéndice III, Simón, en su relación del viaje de Aguirre, no sólo se copió de otros
autores, sin darles crédito (lo cual no era extraño en aquellos tiempos), sino que también introdujo detalles
que no pudieron ser otra cosa que presunciones o productos de su imaginación.
Volviendo a las dos primeras categorías, los relatos de los testigos presenciales, y los basados en
entrevistas a éstos, JOS (1927: 21–31, en AGUADO 1963: 46–49) y MARTÍNEZ TOLENTINO (2012: 35–38)
resumen las crónicas existentes del viaje de Aguirre e indicaron donde se podían conseguir las que ya
habían sido publicadas6; aquí las presentamos actualizadas y ordenadas en orden alfabético de los autores7.

72
LAS RELACIONES DE LOS TESTIGOS PRESENCIALES8
 La declaración de Alvaro de Acuña, en JOS (1927: 183–191) y en PASTOR Y CALLAU (2011: 375–
390);

 La relación del Capitán [Pedro] Altamirano (en VÁZQUEZ DE ESPINOSA 1942: 408–425, 1948:
381–3969; en PASTOR Y CALLAU 2011: 297–321; en MARTÍNEZ TOLENTINO 2012: 65–120);

 La relación Anónima: ―Relación de todo lo sucedido en la gobernación de Omanga, que por otro
nombre se llama El Dorado, desde que fue encargada a Pedro de O[r]súa por el marqués de
Cañete, Visorrey de los reinos del Perú; y de como el cruel tirano Lope de Aguirre llegó a la isla
de la Margarita, y de las crueldades que hizo hasta salir [d]e la dicha isla. También trata de
algunas cosas que sucedieron antes que la jornada se proveyese, del desbarate y muerte del
tirano por mejor dar a entender el principio y fin que tuvo. aunque es falta de razoneses cúm[ulo]
de verdades‖ (en MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 273–281; en PASTOR Y CALLAU
2011: 323–339);
 Custodio Hernández: ―Relación muy verdadera que trata de todo lo que acaeció en la entrada de
Pedro de Orsúa en el descobrimiento del Dorado y Omagoa, y de la rebelión de don Fernando de
Guzmán y del muy cruel tirano Lope de Aguirre, sucesor; y de como mataron al gobernador en la
provincia de Machifaro que es en el comedio deste río nombrado Marañón, por otro nombre de
las amazonas, y por otro nombre el fuerte mar sulse; y de las muertes que este cruel tirano dio [a]
amigos e hijosdalgo y buenos soldados, y a frailes, clérigos, mujeres... No perdonando a nadie; y,
cierto, es de maravilla‖ (en MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 189–200; en PASTOR Y
CALLAU 2011: 341–363);
 La relación de Lopez Vaz: A discourse of the West Indies and South sea (LOPEZ VAZ 1600, 1903,
1904, 1906)10;

 Pedro de Monguía: ―Relación breve hecha por Pedro de Monguía, capitán que fue de Lope de
Aguirre, de lo más sustancial que ha acontecido, según lo que se me acuerda, de la jornada del
gobernador Pedro de Orsúa, que salió de los reinos del Perú proveído por el Audiencia real que
reside en la ciudad de los reyes, y por el Visorrey Marqués de Cañete; y del alzamiento de Lope
de Aguirre, el cual mató al dicho gobernador Pedro de Orsúa y se hizo capitán en él, con
intención de volver al Perú por el nombre de dios para hacerse rey y señor dél, según lo poblica‖;
(MONGUIA 1865, 1892; en MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 175–187; en PASTOR Y
CALLAU 2011: 83–104);

 Carta-relación de Jan Vargas Zapata (en PASTOR Y CALLAU 2011: 279–295);

 Francisco Vázquez: Relación de todo lo que sucedió en la jornada de Omagua y Dorado hecha
por el gobernador Pedro de Orsúa (VÁZQUEZ 1881, 1909, 1945, 1979, 1987; en MAMPEL
GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 201–271; en PASTOR Y CALLAU 2011: 155–278)11;

73
 Gonzálo de Zúñiga: Relacion muy verdadera de todo lo sucedido en el río del Marañon, en la
provincia del Dorado, hecha por el gobernador Pedro de Orsua, dende que fue enviado de la
ciudad de Lima, por el marqués de Cañete, visorey de los reinos del Pirú, y de la muerte del dicho
Pedro de Orsua y el comienzo de los tiranos Fernando de Guzman y Lope de Aguirre su subcesor,
y de lo que hicieron fasta llegar á la Margarita y salir de ella (DE ZÚÑIGA 186512; en MAMPEL
GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 1–29; en PASTOR Y CALLAU 2011: 105–154).

LAS RELACIONES BASADAS EN ENTREVISTAS CON TESTIGOS PRESENCIALES


 Diego de Aguilar y de Córdoba, El Marañon (en AMEZAGA 1977: 221–343; DE AGUILAR Y DE
CÓRDOBA 1990, 2011, 2014)13;
 Toribio de Ortiguera: Jornada del Río Marañon con todo lo acaecido en ella, y otras cosas
notables dignas de ser sabidas, acaecidas en las Indias Occidentales (ORTIGUERA 1909; en
MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 32–174).

MANUSCRITOS PERDIDOS
Además de las relaciones que acabamos de citar, OVIEDO Y BAÑOS (1723: 184; 1824: 295; 1885:
291; 1940: 295; 1992: 164) citó la de ―Cristobal [Christobal] Garcia‖. Según FEBRES CORDERO G. (1959:
87) esta relación se encuentra ―hoy perdida‖.
Igualmente, el famoso bibliófilo estadounidense OBADIAH RICH (1783–1850)14, quien en ese
entonces servía como cónsul de los EEUU en Valencia España, citó un manuscrito titulado ―Rebelion y
tyrania de Lope de Aguirre Vizcayno, año de 1594. 4to. pp. 334‖, que ―… contiene detalles de las
crueldades practicadas por Lope de Aguirre, a sus propios hombres como a los desafortunados indígenas.
Pertenecía a un español, que se negaba a vendérmelo, siendo yo extranjero, a ningún precio, argumentando
que éste debería ser destruido por su contenido derogatorio del carácter español; sin embargo, se lo dio a
uno de sus compatriotas, quien, no siendo tan escrupuloso, salió de él intercambiado por otros [de mis]
libros‖ (en ANÓNIMO 1927: 6)15. En 1830, la Universidad de Harvard adquirió cuatrocientos ―volúmenes‖
de historia de América16 de la biblioteca de Rich (QUINCY 1833: 5–6). No obstante, el manuscrito sobre
Aguirre o no fue adquirido en ese entonces o no ha sido catalogado correctamente, porque no aparece en el
catálogo del sistema de bibliotecas de esa universidad. Siguiéndole los pasos al manuscrito de Aguirre en la
colección de O. Rich, en 1948 ―… los 142 volúmenes que la componían fueron vendidos al señor Lenox,
quien los donó a la Biblioteca Pública de Nueva York, institución que actualmente los resguarda bajo el
título: ―Rich Collection of Manuscripts on América‖ (ONÍS 1951, 1999). De nuevo, el manuscrito sobre
Aguirre pudo no ser adquirido en ese entonces o ha sido catalogado incorrectamente, porque no está listado
en PALTSITS (1915), el cual es el registro de los manuscritos en esa biblioteca.
Considerando que este manuscrito sobre Aguirre no parece ser ninguno de los que se han citado
como publicados o inéditos, localizarlo queda como un reto para los historiadores de Aguirre. Dada la
fecha que se le asigna (―1594‖), debe ser algo escrito en base a las crónicas ya existentes o en entrevistas a
testigos presenciales.

74
Existe otro manuscrito que no se ha podido localizar: ―Historia, i Relacion breve del Rio Marañon,
y de su nacimiento; i otras particularidades de èl; y de la Jornada que hiço Pedro Ursua, à Omagua; i lo que
sucediò después de su muerte con los Tiranos, Fernando de Guzman, y Lope de Aguirre, en que està la
Carta, que dice escriviò al Provincial, y la desatinada al Señor D. Felipe IV. M. S. fol. i al fin dice: Este
descubrimiento es de un Nieto de Geronimo Ipori, del mismo Nombre. No sè si es Dueño, ò Autor, tiene
122. Hojas, empieça A el Rio Marañon, &c. i acaba: Tirano Malvado, Hipocrita Matador, M. S. fol. En la
Libreria de Barcia‖ (DE LEÓN PINELO 1738: 690).
Este lo discutió JOS (1927: 29–30), y aparentemente continua perdido.

NOTAS
1
Aquí nos referimos a ―manuscritos‖ en el sentido real de la palabra: textos escritos a mano.
2
El padre jesuita José [Joseph] de Acosta, en sus obras (e.g., DE ACOSTA (1591: 61–62), mencionó a un
informante que fue parte de la expedición de Aguirre, pero sin dar mayores detalles de ésta. Lo citó
GARCIA (1607: 166), refiriéndose al mismo testigo.
3
HERRERA (1908) publicó una excelente revisión de esta crónica, unos meses antes de que fuera publicada
completa (ORTIGUERA 1909).
4
Sólo citamos las primeras ediciones de estos autores: se incluyen otras en la bibliografía.
5
De acuerdo con ANÓNIMO (en AGUADO 1906: XII), ―Cotejando la obra de Aguado con la de Simón se ve
que éste copió párrafos enteros de ella‖, lo que IZPIZÚA (1918: 321) consideró un plagio. No obstante, tal
y como dijo DÍEZ TORRES (en DE AGUILAR Y DE CORDOBA 2011: 82), ―Definir [una obra] como ‗plagio‘
resultaría… anacrónico, puesto que en esa época no existía la noción moderna de autor ni tampoco se
había consolidado el uso de notas al pie‖. De acuerdo con CIVEZZA(1879: 8), ―Il Padre Aguado scrisse la
sua opera circa il 1582‖. ACOSTA (1848: 379–380) añadió ―Fray Pedro Simon... vino á America cerca de
medio siglo después que habían pasado los sucesos más importantes del descubrimiento, conoció y trató
algunos de los conquistadores de Antioquia, y cuando comenzó á colectar sus materiales estaban todavía
frescos en la memoria de muchos los hechos principales, que encontró además consignados en los
archivos de su convento, en las memorias del padre Medrano… y del Padre Aguado, cuarto provincial de
San Francisco en 1573, religioso doto en teología y en matemáticas, que compuso dos libros sobre el
descubrimiento, los cuales no se publicaron‖. JIMÉNEZ DE LA ESPADA (1889: 7) reveló otra fuente
utilizada por el padre Simón: ―… la Jornada de Pedro de Ursua, compuesta por Diego de Aguilar y de
Córdoba, y que el franciscano Fr. Pedro Simon se apropió lindamente y á la letra, omitiendo, por
supuesto, el nombre de quien la compuso, en la sexta de sus Noticias de Tierra Firme…‖. Y no faltan
otros ―acusadores‖: de acuerdo con HERRERA (1908: 354), ―Habiendo concluido su obra Ortiguera en
1582 y publicado la suya Fray Pedro Simón en 1627, éste tomó de aquél no tan solo muchos de sus
principales sucesos y relaciones, sino también, hasta capítulos íntegros, copiándole al pie de la letra, sin
siguiera extractarlos; y lo que es más grave aún, sin referirse á la fuente de donde los tomaba; por cuyo
motivo, la posteridad le ha dado, y con razón, el título de plagiario, que en justicia le corresponde…‖. Es

75
evidente que Simón no se basó completamente en Aguado. RAMOS PÉREZ (en SIMÓN 1963 487: nota 2),
por ejemplo, dijo que ―Toda esta información sobre lo que sucedió con los marañones, después de la
muerte de Aguirre, es directamente de Simón, pues Aguado nada escribió ya sobre el particular‖, y lo que
Ramos Pérez llamó ―directamente de Simón‖, seguramente fue tomado de otra de las fuentes de las que
extrajo información. De acuerdo con WINSOR (1886: 582), ―Vasquez's story was a main dependence of
Pedro Simon, in the sixth of the Primera parte de las Noticias historiales de las Conquistas de Tierra
Firme en las Indias Occidentales, published at Cuenca in 1627‖, aunque no presentó argumentos para
apoyar esta posible interpretación de los hechos.
6
MARTÍNEZ TOLENTINO (2012) aparentemente no tuvo la oportunidad de examinar la obra de PASTOR Y
CALLAU (2011), donde aparecen las crónicas que el primer autor lista en la página 35–36 bajo los
números 1–8 y 10, así como las declaraciones de Cristóbal Gil y la de Diego Hernández (en PASTOR Y
CALLAU 2011: 391–401).
7
Además de las referencias que citamos a continuación, CARRILLO (1989) incluye ―selecciones‖ de las
siguientes relaciones: Gonzalo de Zúñiga, Francisco Vásquez y Pedrarias de Almesto, Toribio de
Ortiguera, Crónica anónima, Custodio Hernández y la de Aguilar y de Córdoba.
8
MARTÍNEZ TOLENTINO (2012: 36), listó ―La crónica del marañon Juan de Valladares (1561)‖ y ―La
relación Pérez‖, las que nunca han sido publicadas, añadiendo, en la siguiente página, que ―… el
historiador Emiliano Jos alega haber visto sus manuscritos‖; ver también JOS (en AGUADO 1963: 47).
9
VÁZQUEZ DE ESPINOSA (1942: 405, 1948: 378), claramente estableció la procedencia del relato de
Altamirano: ―... the accurate account of all what happened to [Ursúa], which was given me one day by a
resident of Chachapoyas named Altamirano who was with them...‖ y ―... hare verdadera relacion de todo
lo que sucedio [al General Ursúa] que me la dio un vecino de los Chachapoyas llamado Altamirano que
fue con ellos...‖, respectivamente.
10
―Poco después, en 1587, Lopez Vay [¿Lopez Vaz?] cuenta las aventuras de Lope de Aguirre… [quien]
emprendio viaje aguas abajo del Amazonas en ruta para el Atlántico…‖ (KOEBEL 1912a: 173–1740); ver
relación de Lopez Vaz en inglés y en español en MARTÍNEZ TOLENTINO (2012: 39–63).
11
Existe una gran controversia sobre la relación de Vázquez y otra publicada por Pedrarias de Almesto. El
consenso es que el segundo autor copió el texto del primero, y ―La relación de Pedrarias de Almesto, o
mejor dicho la que se conoce generalmente como tal—no la relación personal o bis de P. de Almesto
citada por Jos, que es una relación totalmente diferente—es una copia de la relación original del bachiller
Francisco Vázquez. A su copia de este texto, Pedrarias de Almesto añadió algunos párrafos—casi
invariablemente destinados a justificar y ennoblecer su propio papel durante los acontecimientos de la
rebelión—y algunas variantes menores de vocabulario y detalles‖ (PASTOR 1988: 341, nota 73; ver
también RAMÍREZ DE ARELLANO [Marqués de la Fuensanta del Valle]: XXX–XXXI en VÁZQUEZ 1881;
ALBA en VÁZQUEZ 1979: introducción, sin paginación; y BARAIBAR 2012). La relación de Vázquez es tal
vez la más detallada, y aquí añadimos un enlace en Internet a la edición de 1881:
https://www.google.com/books/edition/Relaci%C3%B3n_de_todo_lo_que_sucedi%C3%B3_en_la/bOQtAAAAYAAJ?hl=en&gbpv=
1

76
12
Aunque esta relación se publicó sin el nombre del autor en el título, tal y como lo indica el compilador en
la página 282, el autor de la relación se declara en la página 257: ―… Gonzalo de Zúñiga, ques el autor de
la presente obra y escriptura…‖.
13
AMEZAGA (1977) es la tercera edición de esta obra, donde se citan, en la contra-portada, la primera y
segunda ediciones, las dos con fecha de 1953, que los autores de este ensayo no han podido localizar.
MARTÍNEZ TOLENTINO (2012: 36) citó obra edición de ―Bilbao, 1957‖, que tampoco hemos podido
consultar.
14
Ver una breve biografía de Obadiah Rich en SABIN (1888: 209–210).
15
Este es el texto original en inglés: ―This Ms. contains details of the cruelties practised by Lope de
Aguirre, as well upon his own men as upon the unfortunate Indians. It belonged to a Spaniard, who
refused to sell it to me, as being a foreigner, at any price, observing that he should destroy it as containing
facts derogatory to the Spanish character; he gave it, however, to one of his countrymen, who, not being
so scrupulous, parted with it to me in exchange for other books" (OBADIAH RICH en ANÓNIMO 1927: 6).
16
En el texto de Quincy, del que transcribimos el original en inglés, es imposible elucidar si el autor,
cuando dijo ―historia americana‖, se refería a la historia del continente americano o a la historia de los
Estados Unidos: ―In 1830, the Corporation of the University, having been apprised that the library of
Obadiah Rich, Esq., a distinguished collector of books in England, contained many works on American
history, in which Harvard College Library was still deficient, sent orders and effected a purchase of four
hundred volumes more; not one of which was contained either in the original collection of the University,
nor yet in that of Professor Ebeling‖ (QUINCY 1833: 5–6).

77
APÉNDICE III

CRÍTICA A LA RUTA DE LA EXPEDICIÓN DE LOPE DE AGUIRRE EN EL TEXTO DE CLEMENT R.


MARKHAM1

El primer autor en publicar un estudio detallado acerca de la ruta de Aguirre y sus marañones fue
Clements R. Markham2, en su introducción a la primera traducción al inglés del texto de la décima década
del padre franciscano PEDRO SIMÓN (1861). A partir de este momento, su hipótesis de que los hispánicos
utilizaron la ruta Río Negro-Casiquiare-Río Orinoco para salir al océano Atlántico, tuvo una considerable
influencia en numerosos autores que han escrito acerca de este recorrido. La tesis de ISPIZÚA (1918, 1919,
1979) le brindó gran auge a esta hipótesis, y es lastimoso que el libro de JOS (1927), quien acertadamente le
quita todo apoyo, no haya tenido más difusión.
Markham conocía las relaciones de Francisco Vázquez y de Toribio de Ortiguera (ver Apéndice
II). No obstante, se inclinó, tal vez erradamente, por el texto de fray Simón por considerarlo ―… por
mucho, el más completo e igualmente confiable y auténtico‖ (MARKHAM en SIMÓN 1861: xxxvii)3. Como
se observará más adelante, Markham parece no haber tenido acceso al manuscrito de fray Pedro de
Aguado, que para ese entonces no se había publicado. Como ya se indicó en la quinta nota del Apéndice II,
Simón copió gran parte de su texto del de Aguado, y este último, a su vez, se basó en la relación de
Vázquez o tal vez, en la de Vázquez modificada por Pedrería de Almesto (BÉCKER en AGUADO 1919: VII–
VIII). En pocas palabras, el texto de Simón sobre Aguirre es una ―refrito‖4 del de Aguado, y el de este
último de una de las crónicas.
Markham erró al no cotejar el texto de Simón con las crónicas que tenía a la mano, y llegó a la
siguiente conclusión:
―Después de la muerte de Ursúa, los traidores deseaban regresar al Perú, pero al mismo tiempo
Aguirre deseaba no encontrarse con la supuesta tierra de los Omaguas, que él creía estar más abajo en el
curso del Amazonas, porque temía que los soldados desembarcarían y se establecerían en esta región, así
frustrando su plan de regresar al Perú, para perturbar el gobierno del Virrey, a quien él cordialmente
odiaba. Aguirre, por lo tanto, se desvió de la vía directa (i.e., por el Amazonas) y navegó tres días y una
noche en una dirección oeste; es decir, juzgando la posición probable de los aventureros en ese entonces,
comenzó a subir el Río Negro, o una de las ramas del Japurá (e.g. Maríe, Uneiuxi, Urubaxi), con quien se
comunica en la estación lluviosa. De nuevo, unos días después, [Aguirre] ‗continúa dirigiendo su curso a la
izquierda, por un brazo del río, y navega por brazos que vienen del oeste‘, evidentemente continuando su
curso Río Negro arriba‖ (MARKHAM en SIMON 1861: xlvii)5.
Este argumento del desvío de la ruta por el Amazonas ha cautivado, confundido y ha hecho soñar
a muchos escritores. En el caso de Markham, primeramente, se basó en el siguiente texto del padre Simón:
"... partiendo de este pueblo, que llamaron de los bergantines, y navegando agua abajo, fueron a dar el
mismo día a otro de misma provincia de Machifaro, que estaba en la misma parte, y mano derecho, sobre la
barranca del río, de donde habiendo dormido en él aquella noche, otro día a las primeras luces, y torciendo

78
el viaje, que llevaban, por aquella banda del río, se entraron en un brazo del, a la mano izquierda, por
industria del Lope de Aguirre, temiéndose que se iban a la derecho, por donde hasta allí podría suceder
topar con la tierra, que iban buscando, que demoraba a aquella parte, según decían las guías Brasiles; que si
la hallaban, podían suceder algunas diferencias, sobre el poblarlas. Porque habiendo venido a traslucírsele,
había muchos soldados (no obstante las diligencias hechas), que de mejor gana se quedaran poblados, en
cualquier provincia razonable que hallasen, que ir en la demanda que iban. Procuró torcer el viaje (porque
fuera todo torcido) y atajar los pasos con esto, a sus sospechas; habiendo navegado tres días y una, y una
noche, por este paraje del Poniente, dieron con una población de pocas casas vacías (por haberse huido
los naturales), puestas en tan mal país de tierra anegadiza, y húmeda, que sobre no tener comodidad
ninguna, para la vivienda humana, hervía el aire de mosquitos, que los abrasaban‖ (SIMÓN [Capítulo XVIII]
1626: 458–459); ―Antes que llegaran a este pueblo, se apartó de los demás, por un brazuelo del río, con
cierta gente en canoas, a buscar comidas, un Alonso de Montoya, a quien era forzoso esperar: por lo cual, y
haber hallado en el lugarejo algún maíz, y pescado seco en barbacoa, que no les dio lugar la prisa de la
huida a los Indios de ponerlo en cobro, determinó el Príncipe Don Fernando, se detuvieran allí ocho días,
en que se celebrasen los de la Semana Santa…‖ (SIMÓN [Capítulo XIX] 1626: 459); ―Pasada la Pascua,
otro día a las primeras luces, partieron todos de aquel pueblo, y al acabarse llegaron a tomar tierra a otro
mayor, que ninguno de los que hasta allí habían hallado, a las márgenes del río, y muy más abundante de
comidas en las casas‖ (SIMÓN [Capítulo XIX] 1626: 460); ―El modo de se tuvo de aposentarse fue; a la
parte de debajo de los bohíos… en los mejores que se hallaron, se rancheó el Príncipe… más arriba casi en
el medio el Lope de Aguirre, con sus amigos a los lados, y Alonso de Montoya con los demás en el postrero
del a la parte de arriba‖ (SIMÓN [Capítulo XIX] 1626: 461).
El siguiente es el texto equivalente en Aguado:
―Al cabo de tres meses que los amotinadores estuvieron en este pueblo, que fue llamado el pueblo
de Los Bergantines… y partiendo de este pueblo con los pensamientos y designios que en el antecedente
capítulo se ha dicho, navegaron aquel día y fueron a otro pueblo de la propia provincia de Machifaro, y
durmiendo allí aquella noche la armada, otro día de mañana apartándose de la tierra firme de la mano
derecha, navegaron por un brazo de a mano izquierda, lo cual se hizo por industria y persuasión de Lope de
Aguirre a fin de que si iba navegando por la banda de mano derecha podría ser topar la tierra que buscaban,
porque en aquella banda decían las guías que estaba, y tener sobre poblarla algunas diferencias porque
colegía o entendía de los soldados que de mejor gana poblaran en cualquier provincia razonable que
hallaran, que no ir en la demanda que iban. Al cabo de tres días y una noche que la armada navegaba por
los brazos de mano izquierda sin hallar población, dieron de repente en un pueblo de muy pocas casas y
muchos mosquitos, el cual estaba en muy mala tierra y esa anegadiza y de pocas casas, y éstas cuadra das y
grandes y cubiertas con paja de sabana, lo cual, se tuvo por maravilla, porque nunca pudieron ver des de
este pueblo ninguna sabana ni se pudo saber de donde traían aquella paja, ni aun quien lo osase preguntar…
Los moradores de este pueblo, sintiendo la gente que les venía a visitar, temiéndose de ellos, se alzaron y
escondieron, dejando lo que no pudieron llevar por el poco lugar que les dieron para que los sacasen;

79
entraron en el pueblo la gente y soldados que iban con el vano Príncipe y hallaron algún maíz y pescado en
barbacoa y otras cosas para su sustento; y porque venía la gente algo fatigada y allí comiesen, y porque la
Semana Santa entraba y se pudiese celebrar con mayor devoción, y porque Alonso de Montoya tomando
por otro brazo con cierta gente en canoas a buscar comida y le habían de esperar por fuerza, acordaron Don
Hernando de Guzmán y Lope de Aguirre que se estuviesen ocho días en este pueblo, para que la gente se
holgase aquellos ocho días y se pasase la Pascua y se reformasen como está dicho‖ (AGUADO [Capítulo
XXXV]1913: 211–212); ―Pasada la Pascua de Resurrección, luego se partió la armada de los amotinadores
del pueblo que se ha dicho, que estuvo holgando y navegando todo aquel día; fueron a tomar tierra a otro
pueblo de indios mayor que ninguno de los que en el río atrás habían hallado, y muy abundante de
comidas… (AGUADO [Capítulo XXXVI]1913: 213); ―… y así se desembarcó toda la gente en este pueblo y
se alojaron en él… aposentándose hacia la parte de abajo el Príncipe de ellos… casi en el medio del
alojamiento se alojó Lope de Aguirre y sus secuaces, y a la parte de arriba del pueblo y río se alojó
Montoya con todos los demás del campo‖ (AGUADO [Capítulo XXXVI]1913: 215).
Cotejando los dos textos, queda claro que Simón falsamente añadió ―por este paraje del Poniente‖
(i.e., del oeste), que obviamente no aparece en el texto de Aguado ni en ninguna de las crónicas. Arriba
extendimos la transcripción de los textos originales hasta la partida de Alonso de Montoya a buscar comida,
y luego a la parte del texto donde obviamente ya Montoya había regresado, porque luego se alojó en el
pueblo donde encontraron abundancia de comida6 y ―rancheó‖ cerca de Lope de Aguirre. Resaltamos este
personaje porque su salida y regreso, como aparecen en algunas relaciones, contradicen la conclusión a la
que llegó Markham.
Presentemos primero la porción pertinente de la relación de Toribio de Ortiguera, escrita ―… por
los años 1585 y 1586‖ (MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 31):
―Con esta mala y dañada voluntad que hemos visto en el capítulo pasado, salieron estos malditos
tiranos de el pueblo de los Bergantines, y como la voluntad de Lope de Aguirre y la de otros de su alianza y
bando eran tan malas y tan contrarías á lo bueno, les pareció desviarse de la tierra firme de la mano
derecha, donde era la noticia de la gran población, y haciéndose allí una grande isla, dividiéndose el rio en
dos partes y brazos; tomó el de la mano izquierda, y pareciéndole que si acaso en la tierra firme topasen con
las poblaciones y buena tierra de que tenían noticia, que se les iría la gente por la poblar y conquistar; y por
huir la ocasión y daño que les podía suceder, dejó este camino y tomó el que se ha visto, enviando al
capitán Alonso de Montoya con alguna gente, el brazo de la mano derecha, dándole orden que al cabo de
aquella isla le aguardaría; que el primero que llegase aguardase á los otros. Y fue así que habiendo
caminado el rio abajo tres días y tres noches por despoblado, fueron á dar en un pueblo de pocas casas y
muchos mosquitos, en tierra anegadiza de la misma isla. Las casas eran por la mayor parte grandes y
cuadradas, cubiertas de hojas de palmas y que hasta allí no se habían visto‖ (ORTIGUERA [Capítulo XXX]
en MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR 1981: 92).
Aquí queda claro que el ―brazo de a mano izquierda‖ de Aguado y el ―paraje del Poniente‖ de
Simón no era otro que un canal del río por donde viajaban, que suponemos era el Amazonas, que pasaba

80
por la izquierda de una isla, y no un ―brazo‖ que se desviaba del curso principal del río. Además, Ortiguera
nos da otro dato importante: que por el canal de la izquierda viajaban ―río abajo‖: de haber entrado al Río
Negro o al Japurá, como propuso Markham, hubieran viajado ―río arriba‖. Otro detalle que nos proporcionó
Aguado, que no aparece en el texto de Simón, es el siguiente: ―Pasada la Pascua de Resurrección, luego se
partió la armada de los amotinadores del pueblo que se ha dicho, que estuvo holgando y navegando todo
aquel día‖ (AGUADO [Capítulo XXXVI]1913: 213). De nuevo, si seguimos la tesis de Markham, ya a la
salida del pueblo donde celebraron la Pascua de Resurrección hubieran estado en el Río Negro o en el
Japurá, navegando contra la corriente, y es casi seguro que sólo la hubieran vencido con los remos7, y no
―holgando‖8. Aquí es relevante mencionar un texto que agregó Alexander H. Rice en su mapa del bajo Río
Negro (que acompaña RICE 1928, ―Section I‖; ver Apéndice IV, Figura 4): ―El cruce del Boiaçu es
tormentoso y peligroso durante el día‖9. El sector ―Boiaçu‖ está en el curso del Río Negro, ca. de 30 km de
Manaus, cerca de la desembocadura del Río Negro en el Amazonas, al inicio del Archipiélago de
Anavilhanas, que mencionaremos en el Apéndice IV. Por lo antes expuesto, de haberse desviado la
expedición de Aguirre Río Negro arriba, lo hubiesen tenido que cruzar, y eso hubiera requerido
considerable esfuerzo con los remos.
El segundo texto de Markham referente a los ―desvíos hacia el oeste‖, es decir, ―De nuevo, unos
días después, [Aguirre] continúa dirigiendo su curso a la izquierda, por un brazo del río, y navega por
brazos que vienen del oeste‘, evidentemente continuando su curso Río Negro arriba‖ (MARKHAM en SIMON
1861: xlvii)10 también es fácilmente refutable.
El siguiente, es el texto de Simón sobre este ―segundo desvío‖ (las negritas son de los autores de
este ensayo):
―... partiendo todos de este pueblo de la Matanza, (que así le llamaron) [Aguirre] hizo bogar hacia la banda
izquierda, por un brazo, con intentos de que no se pudiese dar vista a ninguna población, ni gente de la
mano derecha, donde traían las noticias estaban los Omaguas; pero con todo eso yendo navegando por este,
y otros brazos que iban topando, a la parte del Poniente, le fueron descubriendo a la del Oriente, unas
cordilleras bajas de sabanas limpias, en que divisaban de gran muchedumbre de humos, y lumbres, de
noche, señal clara de grandes poblaciones... Ocho días y siete noches, fueron navegando los Marañones,
huyendo siempre a la parte izquierda, desde donde veían innumerables islas pobladas de Indios desnudos, y
flecheros, que se servían de piraguas, y fueron las primeras que habían encontrado en el río. Saltaron en
tierra en una de aquellas poblaciones, a proveerse de algunas comidas, donde hallaron gran cantidad de
iguanas, que tenían los indios en sus casas, atadas de los pescuezos... Después del tiempo dicho, llegaron
cerca de una gran población de Indios que estaba sobre la mano derecha, en una barranca muy alta del
río...‖ (SIMÓN [Sexta Noticia, capítulo XXIII] 1626: 473–474).
Este es el texto de Aguado:
―... partió Lope de Aguirre... de aquel pueblo de la Matanza... y porque la noticia de Omegua o Dorado era
hacia la mano derecha del Marañon, hizo navegar los bergantines y gente de ellos por la banda y brazo de
mano izquierda a fin de que no viesen ni pudiesen ver ningún principio de gente ni población, pero con

81
todo eso yendo navegando por los brazos de mano izquierda, vieron y descubrieron sobre mano derecha
unas cordilleras bajas de sabana, en las cuales de divisaron claramente cantidad de humos y poblaciones...‖
([Capítulo XLIII] 1913: 233); ―por allí caminó la armada por aquella mano, banda de la mano izquierda,
ocho días y siete noches sin parar, desde donde veían muchas islas pobladas de muchos indios desnudos y
flecheros, y algunas piraguas fueron que fueron las primeras que en todo el río se vieron; saltaron en tierra
a proveerse de alguna comida en un pueblo donde había muy gran cantidad de iguanas... que los propios
indios las tenían en sus casas atadas por los pescuezos... Al cabo del tiempo dicho, y habiéndose ya juntado
los dos brazos, llegó la armada a un pueblo grande de indios que estaba sobre la mano derecha en una
barranca muy alta del río...‖ ([Capítulo XLIII] 1913: 234).
Es evidente que Simón añadió ―a la parte del Poniente‖, que, de nuevo, no aparece en el texto de
Aguado, tampoco en ninguna de las relaciones, y dejó por fuera algo crítico del texto de Aguado, ―Al cabo
del tiempo dicho, y habiéndose ya juntado los dos brazos, llegó la armada a un pueblo grande de indios que
estaba sobre la mano derecha en una barranca muy alta del río...‖ ([Capítulo XLIII] 1913: 234), que indica
que el tal brazo ―del poniente‖ simplemente se trataba de otro canal que bordeaba una isla del río. Aquí ya
no hace falta transcribir textos de las relaciones, ya que el de Aguado nos aclara esta porción de la ruta de
la expedición de Aguirre, el cual, como ya indicamos, contradice la tesis de Markham.
Markham consideró otras dos fuentes de evidencia que según él apoyaban la ruta por el río
Orinoco las cuales, sin embargo, no tienen sustento en las relaciones. La primera es de la supuesta situación
geográfica de los indios Caribe, caníbales, los ―Arekeina‖, y la otra la del pueblo donde la expedición
ensambló las velas y otros aparejos de los bergantines: ver ―Village of Ropes‖ en el mapa que acompaña la
traducción del texto de SIMÓN (1861, ver Figura 1), que está colocado al sur de la desembocadura del río
Guainía con el Casiquiare, en las cercanías de San Carlos de Río Negro, obviamente en las riberas del Río
Negro, así como en el texto de la traducción (―the village... of the Xarcia (Village of ropes)‖ (SIMÓN 1861:
103).
De acuerdo con Markham, ―[Aguirre] evidentemente continúa su curso Río Negro arriba, hasta
que se encuentra con los indios Arekainas, una tribu que sólo se conoce en el alto Río Negro o en el
Putumayo‖11.
Esta parte de sus afirmaciones se basa, de nuevo, en los relatos del Padre Simón, pero las
relaciones lo contradicen.
Veamos primero lo que dijo Vázquez:
―Son estos indios desnudos y flecheros; son caribes; llámense Arnaquinas [Arnaquiñas]… tienen
yerba muy mala… y á la puerta de cada casa de estos hay dos sacrificaderos, a donde nos pareció que
deben de degollar los indios que sacrifican‖ (VÁZQUEZ 1881: 75); ―Hallamos en este pueblo pedazos de
una guarnición de espada, y clavos y otras cosillas de hierro‖ (VÁZQUEZ 1881: 76); En este pueblo
reconocimos la marea que sube hasta él, y aún se creyó que mucho más arriba de este pueblo, que serán
más de doscientas leguas antes de llegar al mar...‖ (VÁZQUEZ 1881: 77).
Lo que dijo Ortiguera:

82
―Hallaron en este pueblo [el de los Annaquinas] un pedazo de guarnición de espada y algunos
clavos y asillas de hierro; entendióse que fueron señales de cuando pasaron por aquí el capitán Francisco de
Orellana y los suyos al tiempo que bajaron perdidos de la conquista de la canela‖ (ORTIGUERA [Capítulo
XXXIX] en MAMPEL GONZÁLEZ Y ESCANDELL TUR (1981): 112).
Lo que dijo de Aguilar y de Córdoba:
―Salida la armada de aquí, llego a un pueblo grande de una nación de indios llamados Arnaquinas;
en este Pueblo se hallaron unos pedazos de una guarnición de espada y clavos y otras menudencias de
hierro, claro indicio de haber llegado por allí españoles en otro tiempo, y sin duda debió de ser El Capitán
Orellana que, como se ha dicho, discurrió por este río‖ (de AGUILAR Y DE CÓRDOBA [Libro II, Capítulo 11]
1990: 81).
Evidentemente, la expedición de Lope de Aguirre encontró a los indios ―Arekainas‖ en las riberas
del río Amazonas, por donde viajó Orellana, y no en las del alto Río Negro, travesía que, en ese entonces
(i.e., antes de 1561), hasta donde se conoce12, no habían hecho ni españoles ni portugueses, por lo que
probablemente no existe la posibilidad de que pudieran haber dejado los objetos férreos encontrados y
reportados en las relaciones que hemos citado. Además, sería prácticamente imposible que en este supuesto
punto en el alto Río Negro se sintieran ―las mareas‖ que mencionan los cronistas.
En cuanto al pueblo donde la expedición ensambló las velas y otros aparejos de los bergantines,
i.e., el pueblo de las ―Xarcias‖ o el de las ―cuerdas‖ o ―mecates‖ de Markham ― (i.e., ―Village of ropes‖), él
que ya dijimos aparece en el mapa que acompaña el relato de SIMÓN (1861), colocado en lo que hoy sería
las cercanías de San Carlos de Río Negro, y en el texto traducido (SIMÓN 1861: 103). La orientación de este
punto en el alto Río Negro tampoco tiene sustento en las relaciones, porque es el mismo pueblo de los
―Arnaquinas‖.
Veamos lo que dijo Vázquez:
―Hallamos en este pueblo [el de los ―Arnaquinas‖]... mucha cantidad de hamacas de red, y muchas redes de
caza, y otros muchos cordeles y sogas, de que hicimos la jarcia... se hicieron en este pueblo las velas de los
navíos, de mantas y sábanas de Ruan y otras cosas de lienzo...‖ (VÁZQUEZ 1881: 77).
Lo que dijo de Zuñiga:
―Allí se hicieron las velas a los navíos y se pusieron los mástiles y jarcias, y se metieron muchas tinajas
para agua y maíz, y salieron proveídos hasta la Margarita, que pensaron llegar en quince días porque la
creciente de la mar llegaba allí y creían estaban cerca la mar‖ (DE ZUÑIGA en PASTOR Y CALLAU 2011:
132).
De manera que el pueblo que Markham coloca en el mapa en el alto Río Negro es el mismo de los
indios Caribes, supuestamente caníbales, que ya demostramos, a través del hallazgo de los objetos de hierro
y la presencia de ―mareas‖, estaba en el curso del bajo Amazonas.
Ya para finalizar, esperamos que el cotejado del texto del Simón con el de Aguado y con el de las
relaciones que hemos hecho en este apéndice, así como otros datos presentados en el texto principal,

83
demuestre a los lectores que la tesis de Markham sobre la posible ruta de la expedición de Lope de Aguirre
por el Río-Negro-Casiquiare-Orinoco, no tiene apoyo etnológico, geográfico ni histórico.

NOTAS
1
En SIMÓN (1861: i–liii).
2
Sir Clements Robert Markham (1830–1916) fue un geógrafo, explorador y escritor inglés, quien ocupó el
prestigioso cargo de secretario y luego de presidente de la ―Royal Geographical Society‖ durante dos
períodos, entre 1863–1888 y 1893–1905, respectivamente. En el contexto de América Latina, sus
mayores exploraciones fueron en el Perú entre 1853–1854 y 1851–1861. Durante estas expediciones,
estuvo acompañado por un equipo de personas (que incluía al famoso botánico Richard Spruce), logrando
llevar a la India semillas y plántulas de los árboles del género Cinchona spp. (Rubiaceae), cuya corteza
era en aquel entonces la única fuente de la quinina. Posteriormente, se establecieron con éxito
plantaciones de Cinchona que independizaron al Imperio Británico de los monopolios que existían en el
comercio de este crítico compuesto contra la malaria o paludismo. Ver biografía en MARKHAM (2014),
reimpresa recientemente en MARKHAM (2014).
3
Este es el texto original de Markham: ―… by far the fullest, and is equally reliable and authentic…‖
(MARKHAM en SIMÓN 1861: xxxvii).
4
I.e., ―Obra, especialmente literaria, rehecha, recompuesta o refundida a partir de otras‖ (REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA 2014, tomo II: 1878).
5
Este es el texto original de Markham: ―After the murder of Ursua, the traitors wished to return to Peru, but
at the same time Aguirre desired to avoid the supposed land of Omagua, which he believed to be lower
down the stream of the Amazon; because he feared that the soldiers would land and settle there, and thus
thwart his design of returning to Peru, and upsetting the government of the viceroy, whom he cordially
hated. He, therefore, made a turn out of the way of their direct route, and navigated three days and a night
in a westerly direction; that is, judging from the probable position of the adventurers at the time, he either
began to ascend the stream of the Rio Negro, or one of the branches of the Japura, which communicate
with it‖ (MARKHAM en SIMON 1861: xlvii).
6
E igual donde se terminaron de equipar los bergantines con cubiertas y mástiles.
7
Las velas no serían instaladas hasta más tarde, después de la muerte del ―Príncipe‖ Guzmán.
8
I.e, del verbo holgar, ―Estar ocioso, no trabajar... descansar, tomar aliento después de una fatiga‖ (REAL
ACADEMIA ESPAÑOLA 2014, tomo II: 1188).
9
Este es el texto original: ―The crossing of the Boiaçu is stormy and dangerous by day‖ (Rice 1928, mapa,
sección I).
10
Este es el texto original de Markham: ―Again, some days afterwards, he continues to ‗direct his course to
the left, by a branch of the river, and navigates by branches coming from the west,‘ evidently continuing
his course up the Rio Negro‖ (MARKHAM en SIMON 1861: xlvii).

84
11
Este es el texto original de Markham: ―[Aguirre]... evidently [continues] his course up the Rio Negro,
until he finds himself among the Arekainas Indians, a tribe only met with on the upper waters of the Rio
Negro, or on the Putumayu‖ (MARKHAM en SIMÓN 1861: xlvii).
12
Fernandez de Oviedo ([libro XXIV, capítulo VII] 1852: 267) menciona que los indios le informaron a
Orellana que habían españoles viviendo en el bajo Amazonas, y que éstos eran remanente de la
tripulación del viaje de Diego de Ordaz en 1531 (según Fernández de Oviedo, ―Créese que estos
españoles son los trescientos hombres que perdió aquel gobernador Diego de Ordaz en aquella costa del
Marañon el año de mill é quinientos é treynta y dos, cuando fué á aquellas partes‖). Volviendo al
Casiquiare, aunque la historia nos indica que fue descubierto por los portugueses y explorado y
documentado por los españoles, Edmundson propuso otra tesis, que valdría la pena investigar: "Here we
are presented with the first recorded witness of white men to the existence of the river Caçiquiari", mucho
antes de las exploraciones de los portugueses (EDMUNDSON 1906: 250; ver también EDMUNDSON 1920:
63–65).

85
APÉNDICE IV

TEXTO DE CLEMENT R. MARKHAM EN LA INTRODUCCIÓN A SIMON (1861: i–liii)1

The blood-stained cruise of the ―tyrant Aguirre,‖ the translated narrative of which, from the text of
the old chronicler Simon, is now printed for the first time, is by far the most extraordinary adventure in
search of El Dorado on record. The dauntless hardihood of those old Spaniards and Germans, who,
undismayed by the reverses and sufferings of numerous predecessors, continued to force their way for
hundreds of miles into the forest covered wilds, is sufficiently astonishing; but in this cruise of Aguirre all
that is wildest, most romantic, most desperate, most appalling in the annals of Spanish enterprise seems to
culminate in one wild orgie of madness and blood.
The history of previous searches after the fabled El Dorado, which led to the expedition of Ursua
and Aguirre, truthful and authentic as it is, yet seems fitter for the pages of King Arthur‘s romance than for
a sober narrative of facts. It is necessary, however, that these romantic expeditions should be fresh in the
reader‘s mind, in order to understand the objects and views of the men who followed Aguirre

ii
to destruction, and the exact position which his expedition occupies in the history of South American
geographical discovery.
When the Spaniards had conquered and pillaged the civilized empires on the table lands of
Mexico, Bogota, and Peru, they began to look round for new scenes of conquest, new sources of wealth;
the wildest rumours were received as facts, and the forests and savannas, extending for thousands of square
miles to the eastward of the cordilleras of the Andes, were covered, in imagination, with populous
kingdoms, and cities filled with gold. The story of El Dorado, of a priest or king smeared with oil and then
coated with gold dust, probably originated in a custom which prevailed amongst the civilized Indians of the
plateau of Bogota;1 but El Dorado was placed,
__________
1 ―
When the chief of Guatavita was independent, he made a solemn sacrifice every year, which, for its singularity,
contributed to give celebrity to the lake of Guatavita, in the most distant countries, and which was the origin of the belief in El
Dorado, in search of which so many years and so much wealth was employed. On the day appointed the chief smeared his body with
turpentine, and then rolled in gold dust. Thus gilded and resplendent, he entered the canoe, surrounded by his nobles, whilst an
immense multitude of people, with music and songs, crowded round the shores of the lake. Having reached the centre, the chief
deposited his offerings of gold, emeralds, and other precious things, and then jumped in himself, to bathe. At this moment the
surrounding hills echoed with the applause of the people; and, when the religious ceremony concluded, the dancing, singing, and
drinking began .‖ — Descubrimiento de la Nueva Granada, por el Coronel J. Acosta, p. 199.
Here we have the origin of El Dorado, and of Raleigh‘s lake

iii
by the credulous adventurers, in a golden city amidst the impenetrable forests of the centre of South
America, and, as search after search failed, his position was moved further and further to the eastward, in

86
the direction of Guiana. El Dorado, the phantom god of gold and silver, appeared in many forms. The
Spaniards of Bogota and Venezuela explored the head waters of the Orinoco and the Rio Negro in search of
the ―gilded man,‖ or the golden ―house of the sun,‖ and no fabulous tale was too wild for their credulity.
The settlers at Quito and in Northern Peru talked of the golden empire of the Omaguas, while those in
Cuzco and Charcas dreamt of the wealthy cities of Paytiti and Enim, on the banks of a lake far away to the
eastward of the Andes. These romantic fables, so firmly believed in those old days, led to the exploration of
vast tracts of country, by the fearless adventurers of the sixteenth
_________
of Parima, and golden city of Manoa. It is implied that the ceremony did not take place subsequent to the conquest of Guatavita by
Nemequene, the Zipa of Bogota, about forty years before the appearance of the Spaniards; so that, on their arrival, traditions only
existed of the gilded chief of the lake, which, in a confused and exaggerated form, seem to have originated the belief in El Dorado, and
in a great city in the central plains of South America.
The people of Guatavita believed that their deity resided in the lake, and yearly sacrifices of gold and emeralds were made
to him. Cochrane gives an amusing account of an attempt to drain this lake, which is only a short distance from Bogota; and several
gold ornaments have been fished up, from time to time, but it is believed that millions still remain buried in the slime, at the bottom.
— Cochrane's Travels, ii, p. 201.

iv
century, portions of which have never been traversed since, even to this day.
The most famous searches after El Dorado were undertaken from the coast of Venezuela, and the
most daring leaders of these wild adventures were German Knights.1
Shortly after Ojeda had discovered the coast of Venezuela, and Rodrigo de Bastidas had
established a settlement at Santa Martha, the emperor Charles V made an agreement with a company of
Germans to colonize these rich provinces. The Velsers of Augsburg were great merchants who traded in all
parts of the world, and they agreed, through their Agents, Enrique de Alfinger and Geronimo Sailler, to
found two cities and three forts within two years, to arm four ships, and take out three hundred Spaniards
and fifty German miners; on condition that the emperor granted them the country extending from Cabo de
la Vela to Maracapana (except the portion previously granted to one Juan de Ampuez) and without limit to
the south, gave the title of Adelantado to the governor appointed by them, and allowed them to make slaves
of the Indians.2 At about the same time Bastidas, the governor of Santa Martha, had died, and it was
arranged that Garcia de Lerma,
_____
1
The early expeditions to the river Orinoco, of Diego de Ordaz, and Geronimo de Ortal, the lying tale of Martinez
concerning the city of Manoa, the advance of Sedeño towards the Meta, and the remarkable expedition of Berreo, have already been
described in Sir Robert Schomburgk‘s copious notes to Raleigh‘s Guiana.
2
Yet two friars were sent out, with the title of ―Protectors of the Indians.‖

v
a knight of Burgos, the new governor, should go out in the German ships to Santa Martha, and that the
Germans should then proceed to their destination. Ambrosio de Alfinger was named governor, and

87
Bartolomè Sailler Lieutenant Governor, by the Velsers, both Germans, and the expedition sailed from
Spain in 1528.
Having landed Lerma at Santa Martha, Ambrosio de Alfinger, with four hundred men and fifty
horses, went to Coro, on the coast of Venezuela, which had been founded in 1527 by Juan de Ampuez, who
afterwards retired to Curaçoa. The coast offered few temptations to the German adventurer, and Alfinger,
leaving his lieutenant Sailler in command at Coro, determined to make an expedition into the interior, in
1530, in search of some fabulous golden city in the forests far to the south. He left Coro with about two
hundred Spaniards, and several hundred unfortunate Indians, laden with provisions and stores; and the
cruelties, committed by this savage on the poor defenceless people, were reported in Europe, and were
amongst the tales which made the blood of Raleigh and Sir Richard Hawkins boil with generous
indignation at the very name of a Spaniard. To prevent the laden Indians from deserting, Alfinger‘s soldiers
fastened them to a chain, by a ring round their necks; thus, to let one out, it was necessary to loosen the
whole row; but, to save time, when an Indian became too tired to go on, they cut off his head, and let the
body drop out, saying that, as it was necessary to leave him behind,

vi
it was the same to them whether he was alive or dead, and the trouble of loosening the chain was saved.
When Alfinger reached the lagoon which the river Cesar forms, at its confluence with the
Magdalena, the fame of his cruelties had preceded him, and all the natives had taken refuge on the islands
in the lake; but the greedy Spaniards, seeing the glitter of their golden ornaments from a distance, spurred
their horses into the lake, and swam to one of the islands, where the Indians, terrified at so strange a sight,
were all killed or taken prisoners. The Indian chief of the district of Tamalameque gave himself up, and
supplied the Spaniards with provisions and gold ornaments. So great was the spoil, that Alfinger sent
twenty-five of his men back to Coro, with booty valued at 60,000 dollars, to buy horses and arms; and
waited a whole year for their return, at the confluence of the rivers Cesar and Margarita. He waited in vain,
and at length the ruthless adventurers began to follow the stream of the Magdalena, living on wild fruits
and insects, and suffering from fever, and the torments of mosquitos. Their wretchedness soon became
unbearable, and Alfinger led them up the mountains to the eastward, into a cold country, where they lived
on land shells, and where three hundred of the naked Indians and many Spaniards were frozen to death
during the nights. The wanderers then descended into the valley of Chinacota, where they were exposed to
constant attacks from the wild Indians, and finally Alfinger was wounded

vii
in the neck, and died in three days. He was buried at the foot of a tree, and his epitaph was cut in the bark,
by his surviving comrades.1
His worn out followers reached the valley of Cucuta, but, rendered fiercer and more cruel by their
sufferings, they slaughtered men, women, and children in the villages on their line of march; and, in 1532,

88
worn out and decimated by disease, they found their way back to Coro; and thus ended the first expedition
of the Germans in Venezuela, and the first search for El Dorado.2
On the death of Alfinger, a German knight named Nicholas Fedreman went to Castille, to apply
for the government of Venezuela; but it was given to another knight of the same nation, named George of
Spires, and Fedreman was appointed his lieutenant-general. They raised four hundred men in Andalusia
and Murcia, and reached Coro in 1534. Since the time of Alfinger, the rumours concerning great wealth to
be found in the wilds, to the eastward of the Andes, had increased in number; and George of Spires
resolved to make an attempt to solve the mystery which enveloped those unknown regions.3 He left Coro
with three hundred infantry and one hundred cavalry, crossed the mountains near the sources of the
Tocuyo, descended to the plains, and, after
__________
1
Castellanos, pt. ii, el. i, canto 4.
2
Strictly speaking, Alfinger did not search for El Dorado, as that fable was not yet in existence, but for some golden country of his
own imagination.
3
Herrera, Dec. v, Lib. 9, cap. v.

viii
waiting for some months until the periodical inundations of those regions had subsided, began his march to
the south. The expedition of George of Spires, which commenced in 1536, was composed of determined
men; and they penetrated into regions which have scarcely ever been visited since, braving hardships and
dangers which would have been insurmountable to men, who were not actuated by the extraordinary
enthusiasm of these early conquerors. They avoided the mountains, on account of the great difficulty of
making roads passable for horses; but, in doing this, they encountered great risks in crossing the rivers, and
suffered from want of provisions, the swarms of mosquitos, the unhealthiness of the climate, and the
attacks of wild Indians. During the dry season they found plenty of deer on the plains, which supplied them
with wholesome food, but, when the rains came on, and the country was inundated, their sole food
consisted of palmitos and wild roots: and the attempts they made to construct canoes, and go afloat in them,
in search of provisions, only ended in disappointment. It is also recorded, that the jaguars were so
numerous and ferocious, that they carried off the horses in broad daylight, and even killed a Spaniard, and
several Indians.
George continued to advance to the south, through a country inhabited by different Indian tribes,
and found great inconvenience from the diversity of languages, which rendered interpreters useless. They
crossed the Ariari, and afterwards the Guaviare river,

ix
where they encountered a tribe of Indians called Guayupes,1 who painted their bodies black, and came to
battle half drunk, so that it was not difficult to repulse their attacks. The extreme point reached by the
knight of Spires was the margin of the river Papamene,2 whence he returned to Coro, and a glance at the

89
map will show the immense extent of country which he traversed, in this daring and romantic expedition.
During the retreat to Coro, many officers died, and among them Murcia de Fondon, who had acted as
secretary to Francis I, during his captivity in Madrid. George of Spires reached Coro in May 1538, after an
absence of three years, during which time he marched upwards of one thousand five hundred miles into the
interior of South America. He was a mild good man, and died peacefully as governor of Venezuela, in
1540.3
In the meanwhile his lieutenant, Nicholas Fedreman, followed his chief, with reinforcements and
supplies, until he found himself in the vicinity of his countryman‘s camp, when ambition prompted him to
avoid a meeting, and to continue his discoveries on
__________
1
The Uaupes Indians, on the head waters of the Rio Negro, of whom a very interesting account is given by Wallace, p.
482.
2
The same as the river Caqueta, or its tributary the Rio de la Fragua, according to Humboldt; but Colonel Acosta, in his
map, makes the river Papamene one of the tributaries of the Guaviare.
3
Benzoni, however, says that he was murdered in his bed, by the Spaniards, who mangled him, by dragging his body
ignominiously about, and finally throwing it into a wood. He adds that the murderers were severely punished, by order of the emperor.
(Benzoni, in Hakluyt Coll., p. 76.)

x
his own account, with about two hundred men. Fedreman is described as an active and energetic German,
of middle size, with a flowing red beard; he was beloved by his soldiers, and no cruelty to the Indians is
recorded of him. After leaving the track of his chief, Fedreman came to the banks of a river, where there
were ruins of villages, and the Indians told him that, many years ago, a serpent with numerous heads had
come out of the river, and devoured all the inhabitants. He passed the rainy season at the foot of the
mountains, near the banks of the river Casanare, then crossed the Meta, and, after wandering about for three
years, he finally crossed the most difficult part of the cordilleras of Sumapaz, and met the famous
conquerors, Quesada and Belalcazar, on the plains of Bogota, in April 1539.
This was, in many respects, a very remarkable meeting. The great conqueror of New Granada,
Don Gonzalo Ximenes de Quesada, and his colleague, the Adelantado Pedro Fernandez de Lugo, in
exploring the course of the river Magdalena, had discovered the country of the civilized Chibchas, and
reached the plateau of Bogota in 1537. The history of the conquest of New Granada, which is equal in
interest to those of Mexico or Peru, has not yet found a Prescott; although the Chibchas were more civilized
than the Aztecs, prodigious wealth was derived from the sack of their cities,1 and the ad-
__________
1
At Tunja alone the Spaniards found 191,294 dollars worth of fine gold; 37,288 dollars of rough gold; 18,390 dollars of
silver; and 1815 emeralds.

xi
ventures of the Quesadas were as romantic as those of Cortes or Pizarro.

90
Sebastian de Belalcazar had marched north from Quito, conquered Popayan in 1535, and reached
Bogota in 1538; while Fedreman, after wandering for three years in search of El Dorado, also joined
Quesada and Belalcazar, on the heights of Bogota, in 1539. After a brief sojourn, the three discoverers
proceeded down the river Magdalena together; Lugo died at Santa Martha, while Quesada proceeded to
Spain, to obtain the government of his new discoveries, where he found a formidable rival in Luis, the son
of Pedro Fernandez de Lugo.
Hernan Perez de Quesada, the brother of the great discoverer, was left in command at Bogota, and,
excited by the narrative of Fedreman‘s adventures, he also became wild for the discovery of El Dorado. A
party, led by Montalvo de Lugo, had arrived from Venezuela in the footsteps of Fedreman, and Quesada
joined this small force with about two hundred men and some horses, and set out in search of ―the house of
the sun.‖ Before departing from Bogota, however, he was guilty of the cowardly and unnecessary murder
of the young Zaque of the Chibchas, in order, as he said, that he might leave the affairs of Bogota in a state
of tranquillity in his rear.1 Quesada
__________
1
This Quesada was a brutal adventurer. He not only murdered the innocent young Quemichua, Zaque of Bogota, on this
occasion, who was much loved by the Indians; but also the chiefs of Samaca, Turmeque, Boyaca, and others, as he said, to preserve
tranquillity in his rear. It was believed that his death by lightning some years afterwards, was a divine visitation for this cruelty.

xii
appears to have marched from Tunja, and to have descended into the plains, taking the same route as
George of Spires, until he reached the forests of Mocoa. His people endured the most appalling hardships,
and, having eaten all the horses, they were finally reduced to feed upon an unhappy old donkey belonging
to Friar Fequejada, their father confessor, which, as the chronicler pathetically relates, ―was brought from
the hills of Santa Martha, to leave its bones amongst the affluents of the Amazons.‖ At length Quesada
gave up all hopes of finding ―the house of the sun,‖ and, having lost one half of his men, he returned to
Bogota, after an absence of one year.1 He was the first to enter the land of the Musos Indians.
While Quesada was penetrating into the central plains, from the side of Bogota, a large and
important expedition in search of El Dorado was organized in Venezuela. Soon after the death of George of
Spires in 1540, the Bishop, Don Rodrigo Bastidas,2 became governor of Venezuela, and appointed a
German knight named Philip von Huten to be his Lieutenant General.
Huten3 was a relation of the Velsers, and had been
__________
1
Some chroniclers state that Quesada descended a second time into the plains, in search of El Dorado. He governed Bogota
for his brother, for two years; and was killed by lightning, in a ship, when on his way to join the judge Armendariz at
Carthagena,inl545.
2
Piedrahita, pt. i, lib. x, cap. i. Bastidas, formerly dean of St. Domingo, was appointed first bishop of Coro in 1531, and
governor of Venezuela in 1541.
3
He is called Felipe de Utre, or de Urre, by the Spaniards.

91
xiii
one of the companions of George of Spires in his famous expedition. He was prudent and brave, and no
captain in the Indies is said to have been more humane. In July 1541 this officer organized a great
expedition to search for El Dorado, in the hope of meeting with more success than had fallen to the lot of
his old commander, George of Spires. Many gallant young cavaliers flocked to his standard; Pedro de
Limpias was his maestro del campo; Bartolome Yelser, a youth of great promise, Sebastian de Amengua,
and Pedro de Artiaga were his captains. The expedition left Coro by sea, landed at Burburata, marched
thence to Barquisimeto, and, advancing into the central plains, wintered at a village called by George of
Spires, of our Lady, and by Fedreman, La Fragua, where he received tidings that Quesada, with 200 men,
had passed, a short time before him. After the winter, Huten reached the province of Papamene,1 near the
skirts of the cordilleras of Timana, where an Indian advised him not to follow Quesada, as he must have
entered an uninhabited region, and suffered severely. The Indian offered to conduct Huten to a land rich in
gold and silver, to a city called Macatoa, on the banks of the river Guaviare; and he showed him some
apples made of gold and silver, which he said his brother had brought from that city. But the tales of this
Indian were not sufficient to induce the German knight to desist from following on the track of Quesada,
__________
1
In the neighbourhood of the head waters of the river Caqueta or Japura [see page ix, note 2].

xiv
and, after marching for eight days, the Indian guide escaped.
Sickness and famine now began to press hard upon the intrepid explorers. Their hunger was
appeased by placing the heads of maize corn at the mouths of ant‘s nests, which were soon covered with
ants, and this, for many days, was their only food. Some of them found a wild fruit, which proved to be
unfit for food; for, on eating it, their hair, beards, and eyebrows fell off, and the horses lost their hair, and
died1. After wandering for a year, in this forlorn state, they found they had been moving in a circle, and
came to the spot from whence they had set out full of hope, twelve months before.
The determination of the intrepid German, to continue the search for El Dorado, was undiminished
by this failure; he had heard of a city called Macatoa from the Indian; and he once more started with Pedro
de Limpias, who was known to be brave and quick in learning languages, and forty men. After a long
march they reached the banks of the river Guaviare, where Huten met with an Indian, whom he sent as an
envoy to Macatoa, which he had heard was at no great distance. In a few days five canoes arrived, with the
chief‘s son, who ferried them across the river, and supplied them with venison, fish, maize, and cassava.
The explorers were then conducted to the city, which they found to consist of well-constructed houses (or
huts?), built in streets, with open spaces at intervals, containing about eight hundred inhabitants of the
Guaypis, Guayupes, or Uaupes
__________

92
1
Most likely seeds of some tree in Lecythidaceae. See DHILLON ET AL. (2019), Genesis of seleniferous soils and associated
animal and human health problems. Advances in Agronomy 154: 1–80; JAFFÉ, W. G.( 1973), Selenium in food-plants and feeds:
toxicology and nutrition. Qualitas Plantarum 23: 191–204 [note of the transcribers].
xv
tribe of Indians. Their chief was a man about forty years of age, of middling stature, well built, with an
aquiline nose, and fine countenance.
The chief of the Uaupes advised Huten not to advance against the Omaguas, a rich and powerful
tribe to the southward, with so small a force; but he added that they possessed much gold and silver, which
was a sufficient inducement to the explorers to brave all dangers; and Huten continued his march, with
guides and provisions. This dauntless commander had now entered the country which Mr. Wallace, as late
as 1853, calls‖ the unknown regions between the Rio Guaviare on the one side, and the Japura, on the
other.‖1 After marching for five days the explorers came to a village of fifty huts, inhabited by Indians
appointed to guard the crops of the Omaguas. Huten and his companions, from this place, saw a town of
such size that, although one part of it was very close, they could not see the other end of it; the streets were
straight, with the houses touching each other; and there was an edifice of great height in the centre of the
town, which, according to the Indian guides, was inhabited by Quarica, the lord of the Omaguas, and
served also as a temple for many idols of gold. The guides added that further on there were other cities,
larger and richer than this.
Stimulated by the stories of the Indians, Philip von Huten charged down the hill, towards the city,
with his intrepid little band; but the Omaguas came
__________
1
Wallace, p. 502.

xvi
out of the city in great force, to the sound of drums; and Huten, having been severely wounded, was
obliged to retreat, and was carried off the field in a hammock, by his friendly Indian guides. The retreating
Spaniards were followed by a large army of Omaguas, who harrassed their rear until they were finally
repulsed by Pedro de Limpias, but this stubborn resistance of the Omaguas put an end to the search for El
Dorado. The friendly chief of the Uaupes resorted to a strange method of discovering the means of curing
Huten‘s wound. An old slave was dressed in the German knight‘s armour, and placed upon his horse, and,
while in this position, an Indian wounded him in the same way that the Omagua had wounded Huten. Thus,
by cutting the old slave up, they discovered the direction of Huten‘s wound, and cured him.
The explorers now recrossed the Guaviare, and determined to return to Coro, where a melancholy
fate awaited their gallant leader. During the expedition a jealousy had arisen between Pedro de Limpias, the
maestro del campo, and Bartolome Velser, the lieutenant-general; which ended in the former deserting
Huten, and returning to Coro before him.
The land discovered by Philip von Huten, between the Guaviare and the Caqueta, may not
improbably have been inhabited, in those days, by a very populous nation, for there is other evidence to

93
show that the Omaguas, though now dwindled to a small tribe on the banks of the Amazons, may have been
both powerful and numerous in the days of Huten, three

xvii
centuries ago. The great city reported by Huten may be taken to mean a populous region studded with
villages, and there is nothing improbable in the rest of the account of this remarkable expedition. Humboldt
thinks it likely that the streamlets which form the rivers Uaupes and Caqueta, flowing through the region in
which Huten sought for El Dorado, and where he fought the battle of Omaguas with a handful of men, may
be auriferous; and he mentions that though the Indian tribes of this region have no name for silver, they all
have one for gold. Be this as it may, the expedition of Philip von Huten created a great sensation
throughout the New World; from that time the name of the Omaguas was coupled with that of El Dorado,
as the emblem of inexhaustible wealth; and from the days of Huten to those of Humboldt only one
European1 explored the region between the Guaviare and the Caqueta.2
During the absence of the expedition in search of El Dorado, the government of Venezuela had been seized
by one Carbajal, a brutal soldier, who
_________
1
Fray Francisco Pugnet, Humboldt‘s informant, the guardian of the convent of St. Francis, at Popayan.
2
The expeditions of Gonzalo Pizarro to Canela, and of Orellana down the river Amazon, took place just before that of
Philip von Huten. Orellana sailed down the Amazon, and heard of the Omaguas, in 1540; and Huten started from Coro in July 1541,
the month previous to Orellana‘s arrival at the mouth of the Amazon. Humboldt remarks that ―the descendants of those intrepid
warriors who had pushed their conquests from Peru to the coast of New Granada, and the mouth of the Amazon, were ignorant of the
roads which lead from Coro to the river Meta.‖

xviii
arrested Huten and Velser on their return to Coro, caused their hands to be tied, and their heads to be cut, or
rather sawn off with a blunt macheta, which had been used for chopping wood. With the sad deaths of these
two chivalrous knights, ended the rule of those Germans in Venezuela, who added so romantic a page to
the history of South American discovery.1 Carbajal continued to commit many excesses; and in 1545 he
founded the city of Tocuyo, in a beautiful valley, producing wheat, cotton, and sugar-cane. In the same year
the Licentiate Juan Perez de Tolosa of Segovia, a learned and prudent man, was sent out by the emperor to
settle the affairs of Venezuela, and in 1546 he tried and executed Carbajal.2 The Germans were deprived of
the government, owing to the numerous complaints of tyranny and disorder that were made against them,
insomuch that the good Las Casas called the province ―infeliz y desgraciada.‖
For several years the Spaniards occupied themselves more in settling the immediate
neighbourhood of the coast, than in exploring expeditions. Tolosa‘s brother crossed the Apure, and reached
the valley of Cucuta; in 1547 Juan de Villegas discovered the lake of Tacarigua; in 1549 Pedro Alvarez
founded Burburata; and in 1552 Villegas founded Barquisimeto. Thus the province of
__________

94
1
My accounts of the expeditions of Alfinger, George of Spires, Fedreman, Quesada, and Huten, are taken from
Castellanos, Simon, Piedrahita, Herrera, and Oviedo y Baños.
2
Oviedo y Baños, i, lib. iii, cap. iii.

xix
Venezuela was gradually colonized, and it will only be necessary to mention one other settler, because he
appears on the scene in the narrative of Aguirre‘s cruise.1 This was Francisco de Taxardo,2 the son of a
Spaniard of the island of Margarita, by an Indian princess of the Guaigueri nation. He determined to form a
settlement in the country of Caraccas, and, sailing from Margarita in April 1555, in two piraguas with
twenty Indians of his mother‘s tribe, was well received by the natives of Caraccas, and was established
there when Aguirre reached Margarita in 1561.
While the Germans were searching for El Dorado from the side of Venezuela, the course of events
in New Granada brings Pedro de Ursua on the scene; the principal person in the narrative which forms the
subject of the present volume.
We have seen that Gonzalo Ximenes de Quesada, the great conqueror of Bogota, had sailed for
Spain to obtain the government of his new discoveries. In this Quesada failed, and Don Luis Alonzo de
Lugo, the son of his former comrade, was appointed Adelantado of the new kingdom of Granada; but his
reign was very brief. He reached the coast in 1542, and in 1545 the Judge Don Miguel Diaz de Armendariz
was sent out by the Council of the Indies, to examine into his conduct, and to take what was called a
residencia of Carthagena, Santa Martha, and Popayan, with full powers. Immediately on landing at
Carthagena, Armendariz received numerous com-
_________
1
See page 164–5 of this volume.
2 Francisco Fajardo (1530–1564) [note of the transcriber].

xx
plaints of the tyranny of Lugo, from persons who had been banished from Bogota; and he appointed his
young nephew, Don Pedro de Ursua, to proceed to that city and take charge of the government, whilst he
completed his examination into the state of affairs on the coast. Ursua was accompanied by Gonzalo Suarez
Rondon, the founder of Ronda, and other exiles, who had been banished by Lugo, and they proceeded up
the Magdalena in light canoes. Ursua was received at Tunja as Governor, but, during the night, the house in
which he was lodged was burnt to the ground, and this served as a pretext for arresting Lugo, and confining
him in prison. Ursua then continued his journey to Bogota, where he administered the government until the
arrival of his uncle Armendariz, whose first act was to torture a citizen, to force him to disclose the persons
who had set fire to Ursua‘s house at Tunja.
Pedro de Ursua was a knight of Navarre, and it was considered, at the time, that he was too young
and inexperienced for the important post entrusted to him by his uncle; yet he proved himself, during the
short period of his rule, to be equal to the best administrators that had ever served in the Indies. He is said

95
to have been a youth, who united a good education and great sweetness and amiability of temper, to
uncommon bravery and dexterity in martial exercises. Garcilasso Inca de la Vega, who knew him in Peru,
says that he was a generous and honourable man, a perfect gentleman, and generally liked; so that, when he
was collecting supplies for

xxi
his expedition, people readily gave him all he wanted, because he was an universal favourite.1 It was
natural that a young knight of such a disposition, on hearing the accounts of the expeditions of Alfinger,
George of Spires, Fedreman, Quesada, and Philip von Huten, in search of El Dorado and the Omaguas,
should be inspired with a longing to emulate their chivalrous deeds, and to make a name for himself also, as
an intrepid explorer of unknown regions. Accordingly, Armendariz, at his own urgent request, appointed
him to the command of an expedition to search for the snowy mountains which George of Spires and
Fedreman were reported to have seen from a distance, and for the rivers which flowed over sands of gold.
Ursua, and his friend Ortun de Velasco, assembled a force of 400 men, who expressed their desire
to serve under so noble a youth, and in 1548 they left Tunja and directed their course to the north-eastward.
The expedition crossed the river Sogamoso, and entered the land of the Laches Indians, whence they
advanced to the country of the Chitareros, where Ursua founded a city, which he named after his native
town in Navarre. This new Pampluna was laid out on a regular plan, with one hundred and thirty-six lots
for houses, and in April 1549 the officers of the new city were nominated. It is 70 leagues N.E. of Bogota,
in the eastern cordillera, the climate is cold, but suitable for the cultivation of corn, and at that time the
immediate neighbourhood
__________
1
II, lib. viii, cap. 14.

xxii
was inhabited by 200,000 Chitareros Indians. Ursua remained here until 1550, when he resigned the
command to Ortun de Velasco, who governed the new city1 for twenty years, and had the satisfaction of
drawing and quartering the murderer of his old comrade‘s lady love, after the defeat and death of the
monster Aguirre in 1561.2
While Ursua was absent on his Pampluna expedition, his uncle, Armendariz, commenced the
promulgation of the new laws, which caused such excitement in the New World, and which, in Peru, led to
the death of the viceroy Blasco Nunez de Vela, and the rebellion of Gonzalo Pizarro. Armendariz sent
copies of these new laws to Sebastian de Belalcazar, with orders to publish them at Popayan, but they were
as ill received by the colonists of Cauca as they had been in Peru. Belalcazar, however, was a wiser man
than the rash Gonzalo Pizarro; he represented to the people the fatal consequences of disobeying their
sovereign, and advised them to send a deputation, to pray for the repeal of the obnoxious ordinances.3 At
the same time the astute Belalcazar evaded the orders he had received, by promulgating the new laws, and
on the same day suspending them

96
__________
1
The province of Pampluna extended from the river Zulia to the lake of Maracaibo; and by this route came the
merchandize of Castille, until the rising of the Quiriquies Indians took place, who were many years masters of the banks of the
Maracaibo Lake, and destroyed its navigation.
2
See p. 237 (note) of this volume.
3
For an account of these new laws, see Prescott’s Conquest of Peru, ii, p. 231, and Helps‘ Spanish Conquest of America,
iv, p. 153.

xxiii
until further directions were received from Spain; and it was at this time that the derisive saying originated,
which afterwards became so common in Spanish America, ―Se obedece pero no se cumple.‖1
In 1549, and in the midst of these difficulties, Armendariz was superseded by a Royal Audience,
consisting of lawyers, named Mercado (who died at Mompox on his way), Gongora, and Galarza.
Armendariz resigned his office to the two latter, who were young and ignorant, but conciliatory and
upright, and inclined to exercise the office of peacemakers; so that when, shortly afterwards, the lawyer
Zurite arrived to take a residencia of Armendariz, against whom complaints were not wanting, not of
avarice and peculation, however, the almost invariable cry against functionaries in the Indies, but of
sensuality, he was let off very easily. The complainers then wrote to the Council of the Indies, who, very
unfairly sent out a severe man, named Montano, to take another residencia, and Armendariz was this time
sent to Spain, and so heavily fined, that the alguazils took the cloak from his back, to pay their fees. On his
arrival in Spain, Armendariz became a
__________
1
While I was at Puno, in Southern Peru, last year, I was told an anecdote of a Spanish intendente, who imitated the conduct
of Belalcazar. Gonzalez Montoya, the intendente in question, a benevolent, as well as a determined man, governed Puno towards the
end of the last century. He abolished the mitas of Indians in his district, for the mines of Potosi, which he declared to be a system of
butchery; and, when ordered by the Spanish government to re-establish them, he, like Belalcazar, exclaimed ―Obedesco pero no
cumplo.‖

xxiv
presbyter, and the third governor of New Granada died a canon in Siguenza. His persecutor Montano was,
not long afterwards, beheaded for rebellion and cruelty.
The downfall of Armendariz does not appear to have immediately affected the fortunes of his
nephew; for in 1549 the auditors appointed Ursua to conduct an expedition against the Musos Indians, who
had recently defeated a Captain Valdez, and to search for El Dorado. Ursua‘s party consisted of one
hundred and fifty men, and it is related that they had plenty of powder, but so little lead that they melted
half the utensils in the colony to make bullets. They entered the territory of the Musos, and entrenched
themselves in a strong position, but met with much resistance from the natives. At length Ursua made a
truce with them, and a sort of fair was held near his camp; when he invited the chiefs to come in, and
treacherously murdered them, ―a felonious act,‖ says the chronicler, ―and unworthy of a soldier of honour,
like Ursua.‖ The Navarrese knight then founded a city named Tudela, and returned to Bogota for

97
reinforcements, which he conducted to his new settlement by another road. In 1552, however, the Spaniards
were so constantly attacked by the brave Musos, that they retired from their new city of Tudela, and their
enemies burnt it before their eyes.
No Spaniard entered the country of the Musos for some years after this repulse; and this gallant
tribe of Indians strove for their independence, with a con-

xxv
stancy and valour worthy of better success, for, in the end, they were subjugated. They recognized no chief,
but followed the bravest in war, and the oldest in council; and their chief places of worship were two high
rocks, near the river Zarbi, where they offered maize, potatos, and yucas.1
After his return from the country of the Musos, in 1551, Pedro de Ursua was appointed justicia
mayor of Santa Martha; and he immediately began to prepare for the conquest of the Tayronas, one of the
most warlike of the Indian tribes, who dwelt in the mountains overhanging the town and valley. Their
country was rich in gold and silver, and they made gold ornaments, in the shape of snakes, toads, eagles,
deer, crescents, and bats; many of which are often dug up at the present day, closely resembling those
which have been lately discovered at Chiriqui, on the isthmus of Panama. In 1552 Ursua, having collected
the necessary arms and supplies, marched out of Santa Martha, and penetrated far into the mountains; but
the Tayrona Indians retreated before him, harassing his outposts, and cutting off his supplies, until he was
reduced to great straits. At length Ursua was attacked by fever, and commenced a retreat, when the whole
tribe of Indians occupied a dangerous part of the road, with a precipice on one side, and a wall of rock on
the other, called the
__________
1
Herrera gives a full account of the formidable Musos Indians. —Dec. v, lib. iv, cap. 3. Their territory bordered on the
provinces of Bogota (whence it was twenty-four leagues distant, to the westward), Velez, and Tunja.

xxvi
Pasos de Rodrigo, with the intention of disputing the passage of the invaders. The Spaniards encamped near
this narrow pass, and were roused, towards morning, by the shouts of the Indians, and by the blows of their
war clubs. Ursua was in his tent with the fever upon him, but he rushed out, well armed, but only half
dressed, and with but one shoe on; and found his little army surrounded by the enemy. With twelve men he
led the way up the craggy rocks, to gain the head of the pass, stones were hurled down upon him from the
summit, but he reached the important post, fought like a lion for three hours, and at length the Tayronas
wavered, and, seizing the critical moment, the Spaniards charged and scattered them.1
Ursua then returned to Santa Martha, but, being evidently of a very restless disposition, and
disgusted with the insufficient means at his command for conquering the Tayronas, he threw up his
appointment, and sailed for Nombre de Dios, with the intention of going to Peru. At Panama he met with
the Marquis of Cañete, the new viceroy of Peru, then on his way to Lima, who had already heard of his
adventurous career in New Granada. At that time the isthmus of Panama was infested by large numbers of

98
runaway negro slaves, called Cimarrones, who frequented the road from Nombre de Dios to Panama,
robbing and murdering all who fell into their hands. The Marquis of Cañete recommended the Cabildo of
Panama to secure the services of Pedro de Ursua,
__________
1
Piedrahita, Pte. i, lib. xi, cap. ix, p. 492.

xxvii
to command a force for the extirpation of these marauders; and that captain soon afterwards entered the
tangled forests, with a body of two hundred Spaniards. The negro chief, named Bayano, endeavoured to tire
out his pursuers by long countermarches, and sudden night attacks; the encounters were numerous, most of
them hand to hand between the swords of the Spaniards and the machetas or wood knives of the negros;
but, in the course of two years, nearly the whole of the Cimarrones were killed, and the remainder
surrendered, and returned to their masters.1 After this very toilsome, but completely successful campaign,
Ursua departed from Panama, and sailed for Peru, in search of employment and distinction; and it was at
Lima, in 1559, that he received, from the viceroy Marquis of Cañete, the command of the expedition in
search of El Dorado, and the Omaguas, the extraordinary narrative of which forms the subject of the
present volume.
The marquis of Cañete, who was viceroy of Peru from 1555 to 1561, arrived shortly after the
suppression of a revolt headed by Francisco Hernandez Giron,2 and found the country in great disorder,
__________
1
Piedrahita, Pte. i, lib. xii, cap. iv, p. 528-30.
2
For a brief account of Giron‘s insurrection, see Helps' Spanish Conquest of America, vol. iv, p. 290-96. See also note at p.
232 of this volume. It was reported, while Giron was at Nasca, in the course of his rebellion, that Ursua had arrived at Piura, and
declared for Giron. This shows that Ursua was a captain of some renown, and that his name was known throughout South America. —
G. de la Vega. Com. Real., ii, p. 429.

xxviii
and infested by disbanded soldiers, and lawless characters of every description. He commenced his
administration by several acts of great severity, of which the traitor Aguirre complained bitterly in his letter
to king Philip;1 and the expedition of Ursua exactly suited his policy, because it enabled him to get rid of a
great number of lawless ruffians from all parts of Peru, who, now that the civil wars were at an end, were
prowling over the country without employment. It is probable, however, that the viceroy, in common with
the rest of his countrymen, also believed firmly in the tales concerning El Dorado and the Omaguas, which
were brought directly to his notice in the following way.
It appears that on the coast of Brazil there was a valorous Indian chief, named Viraratu, probably
of the nation of Tupinambas, who assembled a large body of warlike men in a fleet of canoes, with arms
and food, intending to enter the river Marañon, and conquer other lands. He was accompanied by two
Portuguese, who knew his language. After ascending the river Marañon for some days, they came to a great
lake, in a vast plain surrounded by lofty mountains, with so many and such large villages on its shores, that

99
the Brazilians were astonished. The natives collected a great fleet of canoes, and a naval battle followed, in
which the invaders were defeated. Viraratu, therefore, returned to the river, but the people of the lake
followed him, and shot arrows from both sides. The Brazilians continued to ascend
_________
1
See p. 188 of this volume.

xxix
the great river steadily, until they at length reached Moyobamba, near the river Huallaga in Peru, a district
inhabited by the Motilones Indians.1 Viraratu talked to these people by signs, and related how he had left
Brazil, all that he had seen, the numerous villages he passed on the river, and the quantities of gold and
silver which they ought to contain. He was then sent to Lima, where the marquis of Cañete heard his story,
and saw some of the gold he brought with him; and it was the report of Viraratu which led to the
organization of the expedition in search of El Dorado and Omagua, under Don Pedro de Ursua, in 1559.2
I will now proceed to give some account of the authors to whom we are indebted for narratives of
the expedition of Ursua and Aguirre down the river Marañon, the fullest and best of which, that of Fray
Pedro Simon, has been translated for the Hakluyt Society. The career of Aguirre is certainly the most
marvellous and extraordinary in the history of South American discovery, during that age of wonders, the
sixteenth century; yet the sources from which the story has been derived, are authentic and trustworthy.
I. The earliest account extant, of the expedition of Ursua and Aguirre, is contained in a manuscript,
__________
1
They are so called because they have a custom of shaving their heads. — Vasquez MS.
2
This account of the expedition of the Brazilian Indians under Viraratu, up the Amazon, is taken from a manuscript in the
National Library at Madrid, ―Jornada del Rio Marañon, por Toribio de Ortiguera,‖ J. 143. The handwriting is very illegible.

xxx
now in the national library at Madrid, actually written by a soldier who accompanied them down the
Amazon, and who witnessed all the horrors he relates, until he made his escape at the island of Margarita.
This was the Bachiller Francisco Vasquez, one of the three loyal men who, when the mutineers foreswore
allegiance to the king, boldly refused to be accomplices in their treason.1 The other two were Juan de
Cabanas, and Juan de Vargas Zapata. Cabanas was murdered by Aguirre, for some imaginary offence, soon
afterwards,2 but Vasquez effected his escape, while the traitors were detained at Margarita.3 The prefix of
Bachiller seems to show that Vasquez, though in the position of a private soldier, was a man of some
education; and it would thus appear that men of all ranks crowded to these El Dorado expeditions, just as
they did to the Sacramento, during the Californian gold fever.
The manuscript is entitled, ―A narrative of all that happened in the expedition to Amagua and
Dorado, which the governor Pedro de Ursua went to discover, with powers given him by the viceroy
marquis of Cañete, president of Peru: treating also of the mutiny of Don Hernando de Guzman, Lope de
Aguirre, and other tyrants.‖ It is particularly interesting, because it is the source from which Simon

100
obtained his information, — indeed page after page of Simon is transcribed word for word from the
manuscript of Vasquez. No source of information could be more authentic. All the remarks, at page 21 of
___________
1
See page 65 of this volume.
2
P. 101.
3
P. 128.

xxxi
this volume, on the sources of the liver Cocama or Ucayali; and at page 107 on the Marañon, are taken
from Vasquez, as well as the description of Aguirre, at the end of Simon‘s narrative.1
On the last page of the manuscript, the following notice is written : —‖ This narrative was made
by a soldier named the Bachiller Francisco Vasquez, a soldier of the tyrant Aguirre, and one of those who
refused to take the oath to Don Fernando de Guzman, as prince, nor to foreswear their country, nor to deny
their king and lord. Credit may be given to his account, and to all he writes, because he was an honest and
upright man, and he accompanied the tyrant, who always treated him very well, both him and the others
who refused to join in the rebellion.2 For, when the rebellion commenced, the said tyrant and Don Fernando
declared to all the camp that those who desired to join the rebellion of their own free will could do so, and
that those who desired not to join it would not be forced to do so : therefore those who were rebels against
the lord our king had no excuse, and are deserving of the severest punishment.‖
II. There is another contemporaneous manuscript account of the expedition of Ursua and Aguirre,
in the national library at Madrid, by Don Toribio de
___________
1
Papeles MSS., originales y ineditos, en la biblioteca nacional de Madrid. J. 136 (117 pages, small 4to).
2
This is not exactly true, for he murdered Juan de Cabanas (see p. 101), and would have done the same to Vasquez, if he
could have caught him (see p. 128).

xxxii
Ortiguera; entitled ―Expedition down the river Marañon, with all that happened in it, and other notable
events, worthy to be known, which happened in the Western Indies; dedicated to the most happy Don
Philip III, our lord.‖1 Ortiguera was at Nombre de Dios in 1561, and sent some forces against Aguirre. He
remained in South America until 1585, and returned to Spain after an absence of twenty-five years. He
heard all the details of the unhappy expedition down the Maranon from many persons, and was thus
enabled to write a history of it, which differs in no material point from that of Vasquez. It consists of fifty-
six short chapters, two of which relate to the expeditions of Gonzalo Pizarro and Orellana, and all the rest
to Aguirre‘s piratical cruise. This writer declares that, never since the civil wars in Peru, have such strange
and wonderful things happened, as in this affair of the river Maranon.2
__________
1
Papeles MSS., J. 143.

101
2
There is another interesting manuscript, containing information on the river Amazon, in the national library at Madrid. It
is entitled‖ The Discovery of the river of the Amazons, and its extensive provinces: a report sent to the most excellent Lord Don
Garcia Mendoza de Haro, count of Castrillo, president of the Royal Council of the Indies; by Don Martin de Saavedra y Guzman,
knight of the order of Calatrava, of his majesty‘s council, captain-general of the new kingdom of Granada, and president of the Royal
Audience. 1639.‖
It is a well-written official report, in which the captain-general states that he has received a narrative respecting the river
Amazon from Quito, containing geographical and other details supplied by Texeira. There is a curious coloured map with it . —
Papeles MSS., Q. 196.

xxxiii
III. The first published account of the expedition of Ursua and Aguirre, is contained in the
1
―Elegias de Illustres Varones de Indias‖ by the Presbitero Juan de Castellanos. This writer was originally a
soldier, and served in the conquest of New Granada, but, like many others, he changed his life and became
a priest, first at Carthagena, and afterwards at Tunja, where he remained many years, writing his ―Elegias‖
first in prose, and then turning them into verse. The first part was printed in Spain in 1588, and contained
the exploits of Columbus; Ponce de Leon; Francisco de Garay in Cuba; the conquest of Trinidad, the
Orinoco, and Cubagua; and finally the expedition of Ursua and Aguirre. A second part followed, but was
never published until 1847, giving an account of the deeds of the German knights in Venezuela, searching
for El Dorado; and a third, relating the conquest of Carthagena by Lugo, of Popayan by Belalcazar, and of
Antiochia.2 The fourth part, containing the conquest of New Granada, was never printed, and
___________
1
This word here means eulogies, not elegies.
An edition of the three existing parts was published at Madrid in 1847, in the library of Spanish authors, edited by Don
Buenaventura Carlos Aribau. The poet Alonzo de Ercilla acted as censor to the second and third parts of the work, and, in the
beginning, records his opinion that many events, which he either saw or heard of when he was in the Indies, are faithfully and
truthfully recorded by Castellanos, accounts of which had never before been written by any author.
Ticknor says,‖ The whole, except the conclusion, is written in the Italian octave stanza, and extends to nearly ninety
thousand lines, in pure, fluent Castilian, which soon afterwards became rare, but in a chronicling spirit, which, though it adds to its
value as a

xxxiv
is lost; but Piedrahita had the use of the original manuscript. No copy, however, has been found in modern
times.
Castellanos was a patient investigator, and wrote in a clear simple style, with an extensive
personal knowledge of the localities he describes. He is by far the most genial historian of Ursua‘s
expedition.
The history of the expedition of Ursua and Aguirre is contained in Parte i, Elegia xiv, and Cantos
ii to vii of the work of Castellanos. He gives a tolerably detailed account of all the principal events, and his
information was probably derived from the same sources as that of Ortiguera, namely, from men who were
actually eyewitnesses of, and, perhaps, actors in the events which they described. Castellanos‘ version of
the bloody career of Aguirre is remarkable, because he stands up as the champion of the unfortunate lady

102
who accompanied Ursua; while all other writers, whether they be men of the world, like Vasquez and
Ortiguera, or greasy friars, like Simon and Piedrahita, unite in heaping reproaches and calumnies upon her.
Vasquez says that the lady went, against the advice of Ursua‘s friends, that she was said to be a
person of bad character and worse manners, and that she was the principal cause of the murder of Ursua;1
__________
history, takes from it all the best characteristics of poetry.‖ — History of Spanish Literature, ii, p. 435.
Colonel Acosta, in his history of the discovery of New Granada, says that Castellanos is very inexact.
1
Garcilasso de la Vega says, with reference to this poor lady, 11 Love has destroyed many great captains, Hannibal, and
others.‖ — II, lib. viii, cap. xiv, p. 495.

xxxv
Ortiguera makes similar insinuations; and Simon1 copies from Vasquez; but Castellanos, like the true
gentleman that he evidently was, defends the memory of the poor young lady. The truth seems to have been
that Dona Inez de Atienza, the beautiful young widow of a citizen of Piura, fell passionately in love with
Don Pedro de Ursua, when he arrived in Peru. Pedro de Ursua was a young knight of Navarre, handsome,
brave, and generous, possessed of many noble qualities, and universally liked; he had, though still young,
already acquitted himself well in more than one post of great danger and responsibility, and the fame of his
exploits had gone before him into Peru.2 Inez de Atienza, a young, beautiful, and spirited
__________
1
See p. 13 of this volume; also p. 36; and, for the murder of the lady Inez, p. 87.
2
Castellanos thus describes him : —
―Salio buen capitan y diligente
Para le cometer qualquier jornada
Y ansi, por aqui daba buena cuenta
En los negocios de mayor afrenta
Descubrio los caminos mas rigorosos
Allano la montaha rigorosa
Conquistò la provincia de los Musos
Deste reino la mas dificultosa.
Vile hacer a la real corona
Otros muchos servicios senalados
Y en Santa Marta recorrio la Sierra,
Puesto que sin victoria deste guerra.‖ —
Pte. i, Elegia xiv, Canto ii.
Piedrahita says that, in his expeditions, it was not so much Ursua‘s desire to amass riches, for their own sake, to which he
was always indifferent, as to reap the glory of conquering new countries for his king. — Pte. i, lib. xi, cap. ix, p. 692.

xxxvi
woman, as both Vasquez and Simon allow, gave him her heart; but her‘s was no common love; it is not
every woman, gently nurtured and accustomed to the comforts of civilized life, who would have willingly
encountered the appalling hardships of a search for El Dorado, and a voyage down the great river. At all
events there is only one other instance of such devotion on record: Inez de Atienza and Madame Godin1 are

103
the two heroines of the river Amazon; they stand alone, and their romantic stories are almost unrivalled in
the history of woman‘s love. The very sublimity of this noble creature‘s devotion, which no terrors could
daunt, no hardships damp, ought to have protected her from the cowardly sneers of dirty friars, and the
calumnies of gold-seeking adventurers. The lady Inez ―forsook not her lord, in his travels, unto death;‖ and
her heroism and her sorrows almost hallow a love, which may not have been sanctioned by a priest.2 If she
was guilty of any fault, after the death of Ursua, which Simon asserts, and which I do not believe,3 let it be
remembered that the poor broken-hearted girl was utterly helpless, and in the hands of incarnate fiends,
with hearts harder than the nether mill stone. That mad devil
__________
1
For a brief notice of the adventures of Madame Godin, see a note at p. liv of the introduction to‖ The Expeditions into the
Valley of the Amazons‖ (Hakluyt Society‘s Publications, 1859).
2
Yet even this is doubtful; for Simon allows that Ursua took the lady Inez to Moyobamba, with the intention of marrying
her, and there is no evidence that he did not do so. See p. 13.
3
See p. 85 of this volume. I do not believe this, because I do not find it stated by Vasquez.

xxxvii
Aguirre finally caused her to be murdered, because her mattress would take up too much room in the boat!
and Castellanos writes more like a pastoral poet than a rhyming chronicler, when he records the cruel deed :
— ―The birds mourned on the trees, the wild beasts of the forests lamented, the waters ceased to murmur,
the fish groaned beneath them, the winds execrated the deed, when Llamoso cut the veins of her white
neck. Wretch! art thou born of a woman? No? What beast brought forth a son so wicked? How is it that
thou dost not die in imagining a treason so enormous? Her two women, amidst lamentations and grief,
gathered flowers to cover her grave, and cut her epitaph in the bark of a tree : — ‗These flowers cover one
whose faithfulness and beauty were unequalled, whom cruel men slew without a cause.‘‖
IV. All the authorities already mentioned, namely Vasquez, Ortiguera, and Castellanos, were
contemporaries of Aguirre. The next chronicler of his career, Fray Pedro Simon,1 lived some years
afterwards; but his account has been selected for translation in preference to the others, because it is by far
the fullest, and is equally reliable and authentic. Pedro Simon was born at Parrilla, near Cuenca, in 1574,
thirteen years after the death of Aguirre. He was educated in the convent of San Francisco de Cartagena in
Spain, and, in 1604, was sent out to South America,
__________
1
―Primera Parte de las noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme, en las Indias Occidentales, compuesto por el
Padre Fray Pedro Simon,‖ &c., &c. — Cuenca, 1627.

xxxviii
to teach theology and the arts, in the convent of his order at Bogota. In 1607 he accompanied Don Juan de
Borja,1 the President of the Audience, in his campaign against the Pijaos Indians, travelled through
Venezuela, embarked at Coro for the Antilles, and returned to Bogota. He also made journeys to Antioquia,
Carthagena, and Santa Martha, and conversed with some of the conquerors and settlers, while many of the

104
incidents of the conquest were still fresh in their memories, before he began to write his history. He is said
to have suffered severely from gout.
In 1623 Simon began to write his ―noticias historiales,‖ for which he had been collecting
materials for many years. The first part, the only one ever printed, appeared at Cuenca in 1627; and consists
of seven ―noticias‖ treating of the affairs of Venezuela, and of the expedition of Ursua and Aguirre. The
other two parts, also composed of seven noticias each, exist only in manuscript. The second relates the
discoveries on the right bank of the river Magdalena, from Santa Martha; and the third relates the conquests
of Carthagena, Popayan, Antioquia, and Choco; and is said, by Colonel Acosta, to be the most complete
and most valuable account of the affairs of New Granada in the sixteenth century, in existence. Simon is,
on the whole, a trustworthy writer; his style is simple, and without any attempt to imitate
_________
1
Grandson of the duke of Gandia (who was general of the Jesuits, and afterwards canonized), by his natural son Fernando.
He was president from 1607 to 1628.

xxxix
the classical historians; but a very large proportion of his first part is taken from Castellanos, and much of
the remainder is copied from the manuscript of Vasquez. The time of his death is not known, but he is
believed to have died in Spain.
Simon‘s account of the expedition of Ursua and Aguirre is contained in the fifty-two chapters of
the sixth historical notice of the first part of his work; which have now been translated for the Hakluyt
Society, and form the present volume. His principal authority was the manuscript of Francisco Vasquez,
one of the companions of Aguirre, from whom he copies largely, and without any acknowledgment. He
could not have taken his narrative from a more authentic source; and it is possible that he may have
conversed with other followers of Aguirre, or with men who were engaged in the campaign which ended in
the traitor‘s death.
V. The next author who gives an account of Aguirre‘s cruise, is the bishop Piedrahita. Lucas
Fernandez Piedrahita was born at Bogota, in the early part of the seventeenth century, the son of Domingo
Hernandez de Soto Piedrahita, by Catalina Collantes. He studied in the college of his native town, where he
is said to have shown great talent for poetry, and, having been ordained, he became treasurer of the choir of
Bogota in 1654, and canon of the cathedral. For several years he was the favourite preacher in that city,
and, in 1669, was appointed bishop of Santa Martha, where he lived in a simple style. His clothes were
often torn and ragged, so

xl
that his flesh could be seen, and he practised all the Christian virtues. In 1676 Piedrahita was appointed
bishop of Panama, but, before his departure, the buccaneer, John Coxon, landed and sacked Santa Martha,
burnt the church, seized the bishop, and, refusing to believe in his poverty, tortured him to make him give
up his riches. The poor man only possessed one jewel, a ruby in his episcopal ring, which he was forced to

105
surrender, and he was then carried off, and brought before Morgan, on the island of Providence.1 That
notorious buccaneer not only liberated him, but gave him some episcopal robes which he had stolen from
Panama, years before; and the poor bishop at length reached his new diocese.
Piedrahita passed the last years of his life, converting the Indians of Darien, and preaching, not
only in the churches, but also in the streets of Panama. He died there in 1688, aged seventy, and was buried
in the college of the Jesuits, now in ruins. The materials for his history2 were the journal of the great
conqueror Gonzalo Ximenes de Quesada; the fourth part of the Elegias of Castellanos; and the Noticias
Historiales of Simon. His style is pure and clear, the events are placed in chronological order, his
descriptions of localities are good, and he affects
__________
1
In the Bahama Islands, a favourite resort of the buccaneers at that time. — Burney, iv, p. 322.
2
Entitled‖ Historia General de las conquistas del nuevo Reyno dc Granada, por el Doctor Don Lucas Fernandez Piedrahita,
Obispo Electo de Santa Marta.‖

xli
allusions to classical authors, as much as Simon neglects or despises them; but he cites few authorities, and
is inferior, in his method of narrating events, to Simon; from whom, however, he copies long passages
almost literally, without any acknowledgment, a habit which he may have caught from his predecessor.1
Piedrahita does not give any detailed account of the proceedings of Aguirre, until he lands in
Venezuela; but from that time until the traitor‘s death, the account is almost as full as that of Simon; and it
is taken, he tells us, from Simon, Castellanos, and that part of the ―Varones lllustres del Nuevo Mundo‖
which treats of Diego Garcia de Paredes.2
Like Garcilasso Inca de la Vega, the historian Piedrahita was descended from the Incas of Peru;
and was thus the second native of South America who wrote the history of his country. His ancestor,
captain Juan Munoz de Collantes, who went out to the Indies as captain of the guard to Garcia de Lerma,
the governor of Santa Martha in 1528, was a native of the Alhambra, in Granada. He afterwards lived in
Peru, and married Dona Francisca Coya, an Inca princess, by whom he had a daughter named Mencia de
Collantes. Mencia married Alonzo de Soto, and was the great grandmother of the historian Piedrahita.3
___________
1
I am indebted for the particulars of the lives of Simon and Piedrahita, to the notices at the end of Colonel Acosta‘s work
on New Granada.
2
Piedrahita, Pte. i, lib. xii, cap. viii, p. 566 to 586.
3
The royal family of Mexico, as well as that of Peru, produced

xlii
VI. The last authentic account of the expedition of Ursua and Aguirre, was written by a native of
Caraccas, and is entitled — ―Historia de la conquista y poblacion de la provincia de Venezuela, descrito por
Don Jose de Oviedo y Banos, vecino de la cuidad de Santiago de Leon de Caraccas. Primera Parte. Madrid.
1723.‖ Oviedo y Banos confines his narrative of Aguirre‘s excesses to the part which relates to Venezuela,

106
and his account is, for the most part, a mere abstract of Simon.1 There is no copy of this work in the
British Museum, but they have one in the library at Madrid. Mr. Southey says that he could not, after
diligent inquiry, find a copy of Oviedo y Baños; yet I see that Robertson, in his History of America, quotes
him once or twice.
None of the other old Spanish historians give more than a passing notice of the extraordinary
expedition which forms the subject of the present volume. Garcilasso de la Vega, who knew both Pedro de
Ursua and Fernando de Guzman personally, speaks highly of the character of Ursua, but refers the reader to
Castellanos for further details.2 Herrera says little more; and Acosta, whose sources of information were
almost as good as those of Simon (for he tells us that a brother of his company, being then young, sailed
with Ursua, with whom he was present at all his strange adventures, and at the pernicious acts of
__________
a historian. This was Fernando de Alva Yxtlilxochilt, a descendant of the kings of Tezcuco, on the lake of Mexico, who wrote a
history of the Chichemecs.
1
Pte. i, lib. iv, cap. i, p. 173, to cap. ix, p. 224.
2
Com . Real., Pte. ii, lib. viii, cap. xiv.

xliii
Aguirre, from whom God delivered him to place him in the company of Jesuits), merely makes a passing
allusion to the subject.
Sir Walter Raleigh, in his account of the attempts of his Spanish predecessors in the search for El
Dorado, makes several mistakes when he comes to describe the cruise of Aguirre;1 and these mistakes have
been greatly amplified by numerous modern authors. The chief offender is M. Gomberville, the French
translator of Acuña‘s voyage down the Amazon, (Paris 1692) who interpolates an account of Aguirre‘s
voyage, which must have been invented by himself, as it contains as many mistakes as sentences, none of
which are to be found in Acuna‘s original narrative, where the expedition of Ursua and Aguirre is very
briefly noticed.2 Condamine, Mr. Dalton in his history of British Guiana, and other modern writers, follow
M. Gomberville, who leads them far away from the truth.3 The Ulloas, who ought to have
__________
1
See Raleigh‘s Guiana, edited by Sir Robert Schomburgk, for the Hakluyt Society, p. 23.
2
See Valley of the Amazons, p. 48. (Hakluyt Society).
3
It would be tedious to enumerate all M. Gomberville‘s errors, but amongst them are the following. He says that Aguirre
and Guzman were in love with the lady Inez, for which he has no authority whatever; that her name was Agnes or Anes; that Aguirre
proclaimed himself king; that he descended the river Coca into the Amazon; that, when he left Margarita, he went to Cumana; that he
desolated all the coast of Caraccas; that he then went to Santa Martha, and put every one to the sword; that he entered New Granada,
and was defeated there; that he was taken a prisoner to the island of Trinidad; that he had a considerable estate there; that he was
executed there, his houses razed, and the sites strewn with salt. All these are pure inventions.

xliv

107
been better informed, give a more erroneous account than even M. Gomberville. They say that Ursua, and
the greater part of his men, were killed by the Indians, in an ambuscade: a misfortune entirely due to his
own misconduct; and that thus the expedition came to an end.1
Indeed the ignorance of late Spanish writers, respecting what they themselves declare to be one of
the most memorable events of the time, is very remarkable. Velasco, the historian of Quito, gives an
account which he must have picked up from some vague tradition.2 He says that Ursua founded a colony,
as a base for his operations, on the banks of the river Sapo, a tributary of the Huallaga, and called it
Saposoa: that he started in 1559, and was murdered while navigating the Sapo by a soldier named Aguirre:
that the rock overhanging the river Huallaga is still shown, where, if the day is clear, the inscription may be
distinctly read, which was cut by Aguirre, after he had murdered Ursua in the Sapo: and that Saposoa was
abandoned a few years afterwards.
This rock, mentioned by Velasco, is still known as ―El Salto de Aguirre‖ (the leap of Aguirre).
Soon after leaving Chasuta, going down the river Huallaga, the canoe passes ―between cliffs of dark red
rocks, where the river deepens to forty-two feet. On one of these rocks, appearing like a gigantic boulder of
__________
1
Viaje de Don Jorge Juan, y Don Antonio de Ulloa, lib. vi, cap. v.
2
Historia del Reino de Quito. Quito, 1789. Tom. iii, lib. v, p. 181.

xlv
porphyry, were cut rude figures of saints and crosses, with letters which are said to express ‗the leap of the
traitor Aguirre.‘ They were too much worn by time and weather, to be made out.‖ 1 According to the
Mercurio Peruano there is a tradition amongst the Motilones Indians that a vulture lived on this rock, and
preyed upon travellers, until a man named Aguirre killed it; and the explanation is supposed to be that a
man of that name persuaded the people to kill a pirate, or, as the author in the Mercurio Peruano supposes,
the origin of the tradition is to be found in the murder of Ursua by Aguirre.
Another tradition respecting the cruise of Aguirre, which is mentioned in the Mercurio Peruano,
may here be alluded to. The Mayorunas Indians are a tribe living on the right bank of the mouth of the
Ucayali. They have thick beards, and comparatively white skins; and wander through the forests as hunters,
without going much to the banks of the rivers. They are often called Barbudos, are very numerous, taller
than most other tribes, at enmity with all their neighbours, go perfectly naked, are well formed, with
straight noses, and small lips, and, alone of all the tribes in this region, are remarkable for their cleanliness.2
The legend is, that they are descended from some Spanish soldiers of Ursua‘s expedition, by
native
__________
1
Valley of the Amazon, by Lieutenant Herndon, U.S.N., p. 169.
2
Velasco, iii, p. 108; Smyth, p. 223; Herndon, p. 218.

xlvi

108
women;1 and it is just possible that this may be true, for two of the soldiers of Garcia del Arze‘s party were
lost in the forests,2 and they may have been the progenitors of the Mayorunas.3
It is very difficult to assign its true place, in the history of geographical discovery, to the voyage of
Aguirre. It was the opinion of most of the ancient Spanish writers that the mutineers found their way to the
Atlantic, either by leaving the course of the Amazon, ascending the Rio Negro, and, by the Cassiquiari
canal, entering the Orinoco, and descending it to its mouth; or by making their way into some of the rivers
of Guiana. If this was the case the discoveries of Aguirre were both extensive and important, but Baron
Humboldt and Mr. Southey saw no reason for supposing that he ever left the course of the Amazon.4 The
arguments for and against these two conflicting opinions may be stated as follows. In favour of the Orinoco
route there
__________
1
Mercurio Peruano, No. 76.
2
See p. 14 of the present volume.
3
The Jeberos, another tribe of the Amazon, are also descended from Spanish progenitors, but on the female side; their
ancestors having captured a number of Spanish women, in the insurrection of 1599 : so that many of them now have beards, and fair
complexions.
4
Mr. Southey originally intended to have inserted a chapter on Ursua and Aguirre, in his history of Brazil, but the subject
being only slightly connected with that country, he laid his manuscript aside. He afterwards published it in the Edinburgh Annual
Register, vol. iii, part 2, and finally reprinted it in a separate volume, which was published by Longman in 1821. Southey gives a full
abstract of Simon‘s narrative, and also quotes Piedrahita and

xlvii
are several circumstances which may be urged, and the weight of authority is decidedly on that side of the
question.
After the murder of Ursua, the traitors wished to return to Peru, but at the same time Aguirre
desired to avoid the supposed land of Omagua, which he believed to be lower down the stream of the
Amazon; because he feared that the soldiers would land and settle there, and thus thwart his design of
returning to Peru, and upsetting the government of the viceroy, whom he cordially hated. He, therefore,
―made a turn out of the way of their direct route, and navigated three days and a night in a westerly
direction;1 that is, judging from the probable position of the adventurers at the time, he either began to
ascend the stream of the Rio Negro, or one of the branches of the Japura, which communicate with it.
Again, some days afterwards, he continues to ―direct his course to the left, by a branch of the river, and
navigates by branches coming from the west,‖2 evidently continuing his course up the Rio Negro, until he
finds himself among the Arekainas Indians, a tribe only met with on the upper waters of the Rio Negro, or
on the Putumayu.3 All these statements seem to point to the Rio Negro as the course Aguirre was taking,
and, afterwards, when mention is made of cakes of salt in an Indian village,4
__________
Herrera; but he was unable to get a sight either of Castellanos or Oviedo y Baños, and he had never seen either of the
contemporaneous manuscript accounts of Aguirre‘s career.
1
See p. 76 of this volume.

109
2
See p. 97.
3
See p. 99, and note.
4
See p. 104.

xlviii
he may be supposed to have been approaching the mouths of the Orinoco, and that this salt was obtained by
the Indians from sea water, by solar evaporation. This is all the testimony that can be obtained from
Vasquez or Simon; but Herrera, Garcia, and Acosta all believed that the traitors reached the sea by some
river opposite the island of Trinidad, and the latter had his information from a man who was actually in
Aguirre‘s expedition.1 Acuña, also, positively states that Aguirre did not reach the sea by the mouth of the
Amazon.2
But the strongest evidence in favour of the Orinoco route is to be found in the way many early
writers confuse the rivers Orinoco and Marañon, a confusion, which, as I believe, arose from the
conflicting accounts given by the men of Orellana‘s, and those of Aguirre‘s party. Orellana, having
descended the main stream of the Amazon, gave a tolerably correct account of its position; but Aguirre‘s
men, having reached the Atlantic by descending the Orinoco, and still continuing to call all the water they
had seen by the name of Marañon,3 stated that its mouth (that is the mouth of the Orinoco) was opposite the
island of
__________
1
See a note at page 111 of this volume.
2
See Valley of the Amazons, printed for the Hakluyt Society, p. 49.
3
The fanciful derivations of the word Marañon, given by Simon, Velasco, and Manuel Rodriguez, will be found in a note
at p. 95 of this volume; and Simon erroneously asserts that the word originated during Aguirre‘s cruise. Mr. Southey, however, in his
history of Brazil, has clearly shown that the name was applied to this great river, fifty-nine years before the time of Aguirre. He

xlix
Trinidad. This especially appears in the account of the Jesuit who was Acosta‘s informant; and the
confusion became so great at last, that Friar Simon declared that he could not tell which river was the
Marañon, and that it must remain an open question, until some one writes about it with better information.1
On the other hand, the evidence in favour of Aguirre having entered the sea by the mouth of the
Amazon, is chiefly negative. The time that is stated to have elapsed between the murder of Ursua and the
arrival of Aguirre‘s vessels in the sea; as well as the length of the voyage from the mouth of the river to the
island of Margarita; are more in favour of the Amazon than of the Orinoco theory, and it is also stated that
the description of the numerous islands, and of the breadth of the mouth of the river, is better suited to the
Amazon.2 Mr. Southey thinks it very improbable that Aguirre ever left the main stream of the Amazon; and
Baron Humboldt, although at one time he believed that Aguirre ascended the Japura, and reached the
Atlantic by some river of Guiana; afterwards came to the conclusion that there was no evidence that the
traitor did not descend the Amazon to its mouth. Neither of these two eminent writers, however, gives the
grounds on which he formed this opinion.

110
_________
points out that it is used by Peter Martyr in his epistles, and in the oldest account of Pinzon‘s voyage; and he thinks it was the name of
some person in Pinzon‘s expedition, a.d. 1499.
1
See p. 109 of this volume.
2
See also the note at p. 110 of this volume.

l
It might be supposed that the frightful catastrophe in which the expedition of Pedro de Ursua was involved,
would have damped the ardour of the searchers after El Dorado, at least for a considerable time; but this
was very far from being the case. In 1566, only five years afterwards, one Martin de Proveda started from
Chachapoyas in Peru, close to Ursua‘s point of embarkation, on a similar errand. He made his way in a
northerly direction, through dense forests, where the great majority of his men perished, and eventually
turned up at Bogota: but there was no result from this expedition, except a rumour that there were rich
provinces to be found still deeper in the primeval forests. This rumour, however, vague as it was, induced a
fellow townsman of Proveda‘s, to initiate another search for El Dorado.
This was Don Pedro Malaver de Silva, a native of Xeres, who was a rich and enterprising man,
married in Chachapoyas. In 1568, in furtherance of his object, he went to Spain, and received powers to
conquer Omaguas and El Dorado, for a space of three hundred leagues, with the government for two lives.
At the same time Don Diego Fernando de Cerpa received a concession from the Boca del Drago, by the
mouths of the Orinoco, to the frontier of Silvas country. The two rival adventurers were in Seville when
news came of the insurrection of the Moriscos, in the mountains of Granada; and Serpa was detained to
serve against them, while Silva sailed with two ships in March 1569, accompanied by two brothers, named
Alonzo and Diego Braba.

li
Silva reached Burburata, and marched thence to Valencia, in Venezuela; but his forces were disunited,
some went to Barquisimeto, others to Tocuyo, others hid themselves near Valencia, and the Barbas sailed
for Carthagena, having first stolen all the wine which their chief had left at Burburata. At length Silva
entered the plains, to the south of Venezuela, with one hundred and forty men, in July 1569.
Cerpa succeeded in getting his men away from the Morisco wars, and, sailing from Spain in 1569,
with four hundred soldiers, landed on a coast inhabited by the warlike Cumanagotos Indians, at the mouth
of the Rio Salado. Here he founded a city called Santiago de los Cavalleros, where he left the women of his
party, intending to cross the land to the south, and discover the Orinoco. But the Indians attacked him on
the march, killed him with their macanas or clubs, and scattered his party. Nearly all his men died of
wounds or of disease, very few escaping back to Santiago; and the place was abandoned, the survivors
retiring to the island of Margarita.
In the meanwhile Silva returned to Barquicimeto, quite disheartened, and, after visiting his home
in Peru, proceeded to Spain with the intention of trying some other route. In 1574 he again sailed from

111
Cadiz with one hundred and sixty men, and landed on the coast between the mouths of the Orinoco and
Amazon, where all his party perished, some dying of disease, and others being killed by the Caribs. Among
the sufferers were two little maidens, the daughters of Silva. Out of the whole party only one

lii
man escaped, named Juan Martin de Albujar, who was for ten years a prisoner amongst the Indians, but,
after great dangers and hardships, he eventually reached the mouth of the river Esquinas, whence friendly
Indians sent him in a canoe to Margarita.1
At this time, the great rivers and vast plains, between Guiana and the feet of the cordilleras, having
been traversed by numerous explorers without any result, the fable of El Dorado and of the ―Gran Laguna
de Manoa‖ began to find a resting place amongst the periodically inundated plains between the rivers
Rupununi, Essequibo, and Parima or Branco, in Guiana. The last expedition which can be said to have
achieved any important geographical discovery was that of Don Antonio de Berreo, who had married the
daughter of Gonzalo Ximenes de Quesada, the great conqueror of Bogota, and, with her, had inherited the
duty of continuing the search for El Dorado. He started from New Granada in 1582, and, following the
courses of the rivers Cassanare and Meta, reached the Orinoco; suffering, like his predecessors, from
disease and the attacks of Indians. He descended the Orinoco to its mouth, and proceeded to the island of
Trinidad, of which he became governor. There were numerous other insignificant attempts, at about this
time,
_________
1
Oviedo y Baños. Humboldt has suggested that the lying tale of the visit of Martinez to the great city of Manoa, which led
to the expeditions of Domingo de Vera, Sir Walter Raleigh, and others of less note, may have been founded on the adventures of
Albujar.

liii
made by adventurers from Venezuela, Trinidad, or Margarita, but they all failed, and the expeditions of our
own Sir Walter Raleigh and Captain Keymis may be said to close the long roll of searches after the
fabulous El Dorado.
As the search for the philosopher‘s stone led to many discoveries in chemistry, so the romantic
expeditions in quest of the golden city of Manoa, and the gilded chief, conduced more than any other
circumstance, during the latter part of the sixteenth century, to the extension of geographical knowledge in
South America. Many of these expeditions were conducted with great skill and perseverance; others are
memorable for deeds of unequalled heroism; but none was so extraordinary as that which Don Pedro de
Ursua led down from Peru into the great valley of the Amazon, and which ended in the sanguinary career
of the mad demon Lope de Aguirre.

NOTA

112
1
Se transcribió el texto verbatim, con la paginación (en números romanos en minúscula) y los pies de
páginas que aparecen en el texto original, sólo añadiendo una nota botánica en la página xiv. Markham
utilizó una numeración (en números romanos en mayúsculas), con los que lista una serie de comentarios
sobre ―...los autores con quien estamos en deuda por sus narrativas de la expedición de Ursua y Aguirre
descendiendo el río Marañon...‖; la primera se encuentra en página xxix (―Vasquez‖); el II en la página
xxxi (―Ortiguera‖); el III en la xxxiii (―Castellanos‖); el IV en la xxxvii (―Simon‖); el V en la xxxix
(―piedrahita‖); y el VI y último en la xlii (―Oviedo y Baños‖).

113
APÉNDICE V

LA IMPOSIBILIDAD DE LA RUTA DE AGUIRRE POR EL RÍO NEGRO-CASIQUIARE-ORINOCO1

―Las tres mortales horas que duró el pasaje de los [raudales] de Atures, son una imagen perfecta de la vida
humana: que se pasa entre el temor y la esperanza, entre el placer y el dolor‖
(MICHELENA Y ROJAS [capítulo XVI] 1867: 299).

―No se dieron cuenta, ni siquiera los mismos expedicionarios, de que habían bajado
primero por un río, subido después por otro y bajado luego por un tercero‖ (ISPIZÚA
1918: 318).

―La navegación y el pilotaje of un río como el Río Negro exige una combinación de
conocimiento local, experiencia, memoria, delicadeza de juicio, rapidez y frialdad de
acción, que pocos poseen‖ (RICE 1921: 325)22.

Es difícil entender las razones que llevaron a tantos autores (ver Apéndice I y la cita de Ispizúa al
principio de este apéndice) a considerar e inclusive apoyar la salida de Lope de Aguirre y su banda al
océano Atlántico (en este caso, por el Mar Caribe) por la vía Río Negro-Casiquiare-Orinoco. Algunos tal
vez desconocían los considerables obstáculos que esta ruta impone a los viajeros, o quizás no leyeron
meticulosamente o tal vez malinterpretaron los relatos de sus acompañantes, y los pocos de ―segunda
mano‖ que se pueden considerar confiables, es decir, los que se basaron además en entrevistas con testigos
presenciales (ver Apéndice II). Aunque los argumentos presentados por JOS (1927), quien criticó la tesis
de Ispizúa, prácticamente eliminan toda posibilidad de la ruta de Aguirre por el supuesto desvío del Río
Negro-Casiquiare-Orinoco, aquí presentamos evidencia adicional sobre los obstáculos que enfrentan los
viajeros que navegan esta ruta.
Antes de su poco probable desvío por el Río Negro, Aguirre y sus aliados ya habían armado dos
bergantines3 ―sin cubiertas‖ (HERNÁNDEZ en PASTOR Y CALLAU 2011: 354), el Santiago y el Vitoria,
capaces de llevar una carga de trescientas toneladas4. La siguiente es la descripción más detallada de los
dos bergantines de Aguirre: ―Acabaronse pues dos bergantines rasos... que sobre cada uno dellos se pudiera
armar navío de trecientas toneladas, porque el uno tenía de quilla veinte y cinco varas y el otro veinte y
cuatro y media. Tenían de babor a estribor abajo, de plan catorce pies y cinco de puntal‖ (DE AGUILAR Y DE
CÓRDOBA [Libro segundo, Capítulo sexto] 1990: 72; 2011: 295)5. Estos voluminosos y pesados buques
necesariamente tendrían que haber salvado los raudales del Río Negro, en las cercanías del actual poblado
de São Gabriel da Cachoeira, los que, como se expondrá más adelante, aunque superables, requieren mucho
esfuerzo y la experticia de un práctico o piloto, además, en la mayoría de los casos, exige su descarga. Los
bergantines de Aguirre fueron equipados con mástiles y velas unos meses después y, ya así equipados, con
mucho más peso, hubieran tenido que vencer la corriente y los raudales del canal Casiquiare y luego, ya

114
viajando aguas bajo, los raudales del Orinoco en Santa Bárbara, Maipures y en Atures que son, como los de
San Gabriel, superables con un considerable esfuerzo y que igualmente requieren la experticia de un
práctico o piloto. Quienes conocemos estos obstáculos, particularmente los raudales del Río Negro en las
cercanías de São Gabriel da Cachoeira, en tres secciones que cubren ca. de 16 km de longitud desde la boca
del rìo Curicuriarí hasta São Gabriel, los del Casiquiare (e.g., El Peligro, Paso del diablo y Quiragüeni), y
los del Orinoco en Santa Barbara, Maipures y Atures, encontramos difícil imaginar su ascenso (en el caso
de São Gabriel y el Casiquiare) y su descenso (en el Orinoco), entre abril y junio de 1541, en la época de
mayor caudal en el Río Negro y el inicio de las grandes crecientes del Orinoco6, con los voluminosos y
pesados bergantines de Aguirre y, aun más inconcebible, que de haberlo hecho, los testigos del viaje no los
hubieran reseñado en sus crónicas.
Existen otros obstáculos a la navegación por el Río Negro, poco citados como tal, que hubiera
hecho bastante difícil el paso de los bergantines y otras embarcaciones de Aguirre: los laberínticos7
archipiélagos de Mariuá y de Anavilhanas (este último actualmente Parque Nacional de Anavilhanas,
Amazonas, Brasil), los cuales ocupan el primer y segundo lugar entre los archipiélagos fluviales más
extensos del mundo (CINTRA ET AL. 2007; DE OLIVEIRA 2017; LATRUBESSE Y STEVAVAUX 2015; BRAGA Y
FERREIRA JR. 2018). Estos archipiélagos constan de ca. de 1400 y 400 islas, respectivamente, donde es
fácilmente perderse sin la ayuda de un piloto o práctico.
El archipiélago de Mariuá se encuentra aguas arriba de la desembocadura del Río Branco en el Río
Negro (ca. 1º 23‘ 34‖ S 61º 5 ‘ 56‖ O), y el de Anavilhanas a unos 70 kilómetros aguas arriba de la
desembocadura del Río Negro en el Amazonas (Figuras 1–2). Estos archipiélagos no aparecen en la
cartografía en detalle hasta que se publicaron los mapas del bajo Río Negro resultado de las expedición de
Alexander H. Rice (RICE 1918, 1928; Figuras 3–4).
El naturalista brasileño Alexandre Rodrigues Ferreira pasó por el archipiélago de Anavilhanas en
febrero de 1785, durante su viaje hacia el alto Río Negro, y escribió ―… y así continué mi viaje, sin que se
me ofreciese hacer observaciones más notables que la del confuso laberinto de islas, que allí cruzan el río
de una orilla a la otra, arrojadas a él en diferentes posiciones y figuras: laberinto de donde es seguro que
nadie puede desenredarse con prontitud sin un buen práctico de navegación, que lo lleve a la boca de fondo
del citado canal. [El laberinto] tomó el nombre de Anavilhena, porque le corresponde en el margen boreal
[norte] la desembocadura del [río] Anauiné, que, debido a la corrupción del vocabulario, los blancos llaman
Anavilhena‖ (FERREIRA 1887: 157)8.
Alfred R. Wallace, el famoso naturalista, co-autor, junto con Charles Darwin, de la teoría de la
evolución, viajó por este sector del Río Negro a principios de septiembre de 1850 (Figura 5) y escribió lo
siguiente sobre este mismo archipiélago: ―Procediendo con nuestro viaje, entramos en un laberinto de islas
pequeñas, tan inundadas que parecían ser masas de arbustos creciendo sobre el agua. Aunque el Sr. L.
conoce bien el río, aquí casi nos perdimos, y encontramos otra canoa que así lo estaba‖ (WALLACE
[capítulo VIII] 1853a: 198)9.

115
De los raudales de São Gabriel da Cachoeira, conocidos por los portugueses y los españoles desde
el siglo XVIII bajo los nombres ―cachoeira do Corocobi‖ o ―raudal de Corocubí‖ (ROMERO ET AL. 2019,
apéndice III: 57–61), existe una excelente cartografía en CORPS OF ENGINEERS (1943c: hojas [sheets] 28–
29, páginas 76–77), que señala tres raudales aguas abajo de San Gabriel y once aguas arriba.
Aquí transcribimos dos relatos de su ascenso, uno de Alfred R. Wallace en 1850 y otro de Richard
Spruce en 1852. Estos fueron de los pocos autores que escribieron en detalle sobre sus experiencias en
estos raudales10. El siguiente es el de Wallace que no fue posible traducirlo al español debido a lo extenso
del texto.

Figura 1. Archipiélago de Mariuá, en el Río Negro, mostrando sólo la sección ―b‖, entre los ríos Demini y
Río Branco, así designada en LATRUBESSE Y STEVAUX (2015: 158, figura 14.1). El N hacia la orilla
superior de la imagen. También se muestra el poblado de Barcelos, antes llamado Mariuá. El color blanco
en el curso del río representa bancos de arena. Cortesía de Zoom Earth-Microsoft
Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/7VeGiCHShJ742aKs5

―On the same day, the 19th of October [1850], we reached the celebrated Falls of the Rio Negro.
Small rocky islands and masses of bare rock now began to fill the river in every part. The stream flowed
rapidly round projecting points, and the main channel was full of foam and eddies. We soon arrived at the
commencement of the actual rapids. Beds and ledges of rock spread all across the river, while through the
openings between them the water rushed with terrific violence, forming dangerous whirlpools and breakers
below. Here it was necessary to cross to the other side, in order to get up. We dashed into the current, were
rapidly carried down, got among the boiling waves, then passed suddenly into still water under shelter of an

116
island; whence starting again, we at length reached the other side, about a mile across. Here we found
ourselves at the foot of a great rush of water, and we all got out upon the rocks, while the Indians, with a

Figura 2. Archipiélago de Anavilhanas, en el bajo Río Negro. El N hacia la orilla superior de la imagen.
Cortesía de Zoom Earth-Microsoft. A mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/swy3SV7UwA4EdqGXA

117
strong rope, partly in the water, and partly on land, pulled the canoe up, and we again proceeded. As we
went on we constantly encountered fresh difficulties. Sometimes we had to cross into the middle of the
stream, to avoid some impassable mass of rocks; at others, the canoe was dragged and pushed in narrow
channels, which hardly allowed it to pass. The Indians, all naked, with their trowsers tied round their loins,
plunged about in the water like fishes. Sometimes a projecting crag had to be reached with the tow-rope.
An Indian takes it in his hand, and leaps into the rapid current: he is carried down by its irresistible force.
Now he dives to the bottom, and there swims and crawls along, where the stream has less power. After two
or three trials, he reaches the rock, and tries to mount upon it; but it rises high and abruptly out of the water,
and after several efforts he falls back exhausted, and floats down again to the canoe amid the mirth and
laughter of his comrades. Another now tries, with the same result. Then another plunges in without the
rope, and thus unencumbered mounts on the rock and gives a helping hand to his companion; and then all
go to work, and we are pulled up past the obstacle.
But a little ahead of us is an extensive mass of rocks. There is no passage for the canoe, and we
must cross to yonder islet far in the middle of the stream, where, by the height of the water, Senhor L. and
the pilot judge we shall find a passage. Every stone, even those under water, form eddies or returning
currents, where a canoe can rest in its passage. Off we go, to try to reach one of them. In a moment we are
in a stream running like a mill-race: ‗Pull away, boys!‘ shouts Senhor L. We are falling swiftly down the
river. There is a strong rapid carrying us, and we shall be dashed against those black masses just rising
above the foaming waters. ‗All right, boys!‘ cries Senhor L.; and just as we seemed in the greatest danger,
the canoe wheels round in an eddy, and we are safe under the shelter of a rock. We are in still water, but
close on each side of us it rages and bubbles, and we must cross again. Now the Indians are rested; and so
off we go,—down drops the canoe,—again the men strain at their paddles,—again we are close on some
foaming breakers: I see no escape, but in a moment we are in an eddy caused by a sunken mass above us;
again we go on, and reach at length our object, a rocky island, round which we pull and push our canoe,
and from the upper point cross to another, and so make a zigzag course, until, after some hours' hard work,
we at length reach the bank, perhaps not fifty yards above the obstacle which had obliged us to leave it.
Thus we proceeded, till, reaching a good resting-place about five in the afternoon, we staid for the
night, to rest the Indians well, against the further fatigues to be encountered the following day.
Most of the principal rapids and falls have names. There are the ‗Furnos‘ (ovens), ‗Tabocal‘
(bamboo), and many others. The next day we went on in a similar manner to the day before, along a most
picturesque part of the river. The brilliant sun, the sparkling waters, the strange fantastic rocks, and broken
woody islands, were a constant source of interest and enjoyment to me. Early in the afternoon we reached
the village of São Gabriel, where are the principal falls. Here the river is narrower, and an island in the
middle divides it into two channels, along each of which rolls a tremendous flood of water down an incline
formed by submerged rocks.

118
Below, the water boils up in great rolling breakers, and, a little further down, forms dangerous
eddies and whirlpools. Here we could only pass by unloading the canoe almost entirely, and then pulling it
up amidst the foaming water as near as possible to the shore‖ (WALLACE 1853a: 205–208).

119
Figura 3. Mapa del Río Negro entre Manaus y São Gabriel de Cachoeira (RICE 1918). Digitalizado y
optimizado de un ejemplar en la biblioteca de uno de los autores (GAR-G). Una copia de esta imagen a
mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/kJyV9vEDSe2TtKvv5
El siguiente es el relato de Spruce que presenta los obstáculos a los que se enfrentó junto con sus asistentes
pasando dos embarcaciones por los raudales del Río Negro (―cachoeiras‖ en portugués) en las cercanías del
poblado de San Gabriel, hoy en día en el estado Amazonas de Brasil, entre el 12 y el 15 de enero del 1852,
en su vía hacia el alto Río Negro, parte en Colombia, parte en Venezuela (SPRUCE [Capítulo VIII] 1908:
279–287). De nuevo, no fue posible traducirlo al español debido a lo extenso del texto.
Spruce había comprado una embarcación en Manaus, hecha en San Carlos de Río Negro: ―He
comprado una embarcación para ascender el Río Negro; es de 6 o 7 toneladas ―burthen‖11 que tiene un
toldo en la popa y otro en la proa, para mantener secos mis bienes; fue construida en San Carlos de Río
Negro, y a hecho un sólo viaje‖ (SPRUCE capítulo VII, 1908: 211)12 e igual tenía una ―montaria‖, el nombre
que le dan en portugués a embarcaciones equivalente a una ―curiara‖ en Venezuela al sur del río Orinoco.

Figura 4. Mapa del bajo Río Negro y del Río Branco (RICE 1928). Digitalizado y optimizado de un
ejemplar en la biblioteca de uno de los autores (GAR-G). Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/DP8euTVYN4uZCWac7

120
Jan. 12 [1852]. — This afternoon at 5.30 we reached the foot of the great rapids of Camanáos,
considered the commencement of the caxoeira of Sao Gabriel, and I immediately sent off my pilot in search
of the ―pratico das cachoeiras13,‖ a half-Indian named Dyonisio; but his sitio was some distance up on the
left bank (to which we had just crossed with considerable difficulty and risk), and I had miscalculated the
time necessary for reaching it against the rapids. It was dark when my messenger arrived there, and he
found the pilot laid up with a wound in his leg caused by falling on the stump of a tree. In the morning he
pro cured a substitute—a Tapuya named Quintiliano, who I suppose to be much inferior to Dyonisio.
Jan. 13. – This morning Quintiliano presented himself at the canoe about 9, and at 10 we got
under way. We were aided nearly throughout the day by some people who were working in a roça14 near,
so that I had constantly eleven persons employed, and sometimes more. From the shallowness of the water
and the depth of my canoe, we had

Figura 5. Mapa del Río Negro (WALLACE 1853). Digitalizado y optimizado de un ejemplar en la biblioteca
de uno de los autores (GAR-G). Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/S7nh4YAd48mWw61G6

great difficulty in passing many of the falls and rapids, and often scraped the rough granite rocks. I had
taken the precaution to fasten my heaviest boxes to the sides of the cabin, and it was well I did so, or when

121
the canoe fell over on her side (which was not infrequent) they would have fallen upon one another and
might have caused considerable destruction.
Opposite the pilot's house is a fall considered one of the most dangerous. Here there are two
channels separated by a ridge of granite, and we passed along the wider of the two, that adjacent to the right
bank of the river, without much difficulty; but in the rainy season it is necessary to take the narrower
channel, and the fall is so great that the canoe has to be unloaded and the cargo passed over the rocks to
above the fall.
Our mode of progression was as follows. I will suppose it necessary to turn some point of granite
rock round which water rushes furiously, or perhaps falls at once a few feet. Our five-inch cable was made
fast to some rock beyond the point, the Indians carrying it thither partly through the water and partly across
the granite blocks that stood out of the river, a very laborious and perilous task; the end which remained on
board was then passed round the mast, the stout oars laid across the tolda in pairs and secured so that the
men might rest their feet against them whilst tugging at the rope in a sitting position. A shorter three-inch
cable was also fastened to the prow, and two or more men yoked themselves to it, pulling rather inshore,
their object being to prevent the canoe from falling outwards with the force of the current. As many men as
could find room to work having taken their places at the five-inch cable on board the canoe, the pilot stood
out into the rapid as far as was considered necessary in order to clear the rocks, and the men commenced
tugging with all their force. If the water was deep enough we got through without accident, the only risk
being, firstly, in the men not being able to draw in the rope fast enough, when the canoe was brought up
violently against the rocks; but as I had always men stationed there prepared for such a contingency, and
the pilot and two or three of the men always leaped into the water and assisted in holding the canoe off the
rocks, we sustained no damage in this way; secondly, in the breaking of the rope—a very possible
occurrence, for this piassaba is a very brittle material, and as it strains and crackles one watches with
intense interest every successive inch that is passed round the mast (especially when the canoe is one's
own): from this casualty also we happily escaped. But by far the greatest danger is when some sunken rock
lies in the way, over which the prow of the canoe passes without touching, but on which the poop strikes.
The current having now a point d'appui, becomes irresistible, for our course against it is always more or
less oblique. The men at the shorter rope are dragged under water, and did they not leave go would be
dashed to pieces, and those on board may try as they like they cannot prevent the catastrophe; the canoe
whirls half round and falls over on her side; the men hold on as best they may, and then leap into the water
to prop up the canoe from going over altogether, and to right her again if possible. This happened to us
several times, and once (on the second day) I thought it was a gone case, so completely and apparently
irrecoverably did the canoe fall over. My cooking apparatus was a large super annuated pitch-cauldron15 (of
Welsh manufacture, by the by) given me by Senhor Henrique; this, half filled with earth on which three
large stones were placed, made an excellent stove. placed in the poop, and when the accident happened,
notwithstanding its great weight, it pitched over the tiller and fell splash into the water. Fortunately the pilot
had already leaped overboard on the contrary side, or it would have demolished him. I bade adieu to it; but

122
when the canoe had passed the fall, my Indians fished it up again, without any directions of mine. I should
mention that it cost us an hour to get the canoe off this rock, for even after she had been righted she several
times again fell over, and I feared she would have to remain there. Some idea of the force of the current
maybe formed from this circumstance. Once, when ascending a rapid with cables, which a man had carried
in a montaria and made fast to a rock ahead, the montaria returning with all the velocity of the current and
the man aboard her incautiously approaching too near the canoe, the montaria was immediately sucked
underneath it. He had presence of mind to seize hold of the canoe with one hand, still retaining his paddle
in the other; in an instant he leaped across the canoe, but the montaria had already passed beneath and was
floating bottom upwards at several yards' distance. He did not hesitate to plunge into the water, reached the
montaria, seated himself astride, and having guided it into stiller water, turned it over, put the water out
with his paddle, and made the best of his way up the stream again.
My position was usually close to the mast, and my occupation was confined to a general vigilance
over the canoe and its contents, to cheering on the men, and occasionally lending a hand when there was
room for me.
Rain came on at 5 P.M., and it rained afterwards nearly throughout the night in drizzling showers.
Though we gave up early, the men were very much fatigued. Instead of fishing or skipping about as on
previous nights, they lighted up their large fire and at once betook themselves to their hammocks.
Jan. 14. — This day passed like the last. We ascended one high fall, called Cojubi, where it was
necessary to carry the heavy cargo overland. In the wet season there is another formidable fall round some
picturesque rocks called the Fôrno (there being on one of the highest a large flat stone supported on two
erect ones bearing some resemblance to a mandiocca oven); but we were able to pass it without unloading.
Jan. 15. — Rose this morning with a sensation of weariness and disgust scarcely conceivable. The
idea of having still another day to pass through like the two last was most depressing. The excitement had
had time to evaporate and a mental reaction was taking place. However, Saõ Gabriel was in sight, and the
sun rose beautifully clear, dispelling the mists from the serras and tinging them with gold. To a mind alive
to the beauties of nature such a scene has always a soothing and enlivening effect; and this being further
aided by the stimulus of a fragrant cup of coffee, ―Richard was himself again.‖ We had one considerable
fall to ascend just after starting, but after this we had only rapids easily passed until reaching the worst of
all the falls, at the foot of the hill on which Saõ Gabriel is built. It is commonly called the ―cachoeira da
praya granda‖ from a wide sandy beach stretching below it, on the left bank of the river. Here we had again
to pass the heavy cargo overland. A broad path has been made from below the fall up into the town, but the
distance is much greater than from above the fall. I walked up, however, to have an interview with the
Commandant, and found the path sufficiently fatiguing—up and down hills of granite, heated by an
unclouded sun. Thanks to Senhor Manoel Jacinto's recommendation, he had procured me a house, the best
in the place. Having ascertained this, I returned to see the canoe dragged up the fall. There was now no
want of hands, for several soldiers of the garrison came to lend their assistance, attracted probably by the

123
expectation of a pinga of aguardiénte. Still, it took an hour and a half to surmount the fall, though fifteen
men were yoked to the ropes.
I sat down under a cliff of granite, watching with anxious eyes the passage of my little vessel; and
when at last she had plainly cleared the perilous spot, a load was, as it were, removed from my heart, and I
mentally returned thanks to a kind providence who had thus brought me safely through all the dangers of
the voyage, and had permitted me to reach its termination without losing either my vessel or a single article
of her cargo, the latter to me invaluable. For my life I had never any fears. Throughout the ascent of the
caxoeiras I kept as lightly clad as possible, in order not to be incommoded in swimming should it ever be
necessary to abandon the canoe, which it happily was not, and I think I could have swum out of any place
we passed. My Uaupé Indians did not hesitate to swim down the most furious of the falls they even seemed
to delight in doing it, using only their legs in swimming and stretching out their arms under water in front
of their head and chest, which they thereby saved from any blow of a sunken rock.
It was past 4 o'clock ere I got the canoe un laden and the goods stowed in my new residence, and
the Tochaua and his men were not paid and sent off until nearly dark‖.
Si Wallace, Spruce y otros exploradores y viajeros tuvieron tantas dificultades pasando sus
embarcaciones relativamente livianas por los raudales de São Gabriel, los lectores se podrán imaginar lo
improbable para Aguirre y sus secuaces hacer lo mismo con dos bergantines mucho más voluminosos16, y,
repetimos, de haberlo hecho, parecería igualmente imposible que esta odisea no apareciera en las crónicas
escritas por sus acompañantes.
Aquí es importante hacer énfasis en un método de navegación con el que el lector tal vez no esté
familiarizado. Lo describe MICHELENA Y ROJAS (1867: 270) cuando relataba uno de sus viajes entre
Caicara del Orinoco y Atures17: ―Desde el mismo momento de la salida de Caycara, á pesar de ser muy de
mañana, empezamos á remontar, no á vela, no á remos, no á palanca, sino al último de los medios de que,
en igualdad de casos, se sirven en los rios para aquella operacion: á espia y garabato... La operacion de que
se servían para la remontada era la siguiente: en una curiara (embarcacion de una sola pieza de un árbol),
colocaban un rollo de cabuya de chiquichique, de las que fabrican los Indios de Rio Negro, como de una
pulgada de diámetro y 60 brazas de largo; dos peones se embarcaban en ella, é iban á amarrar un cabo,
mientras que el otro quedaba fijo á proa, á un arbol, á un mogote, á una roca ó adonde podían. Vueltos á
bordo, comenzaba la operacion de cobrar ó tirar el cable hasta que la embarcacion llegaba al mismo lugar
adonde había sido atado; para que la corriente no la llevase, la aseguraban al mismo poste, y continuaban
repitiendo aquello mismo por todo el dia...‖.
Espiar, verbo derivado del portugués con la misma grafía, la navegación por espía, aunque aparece
en el diccionario de la Real Academia Española18, pasó al olvido luego del arribo de los motores de
combustión interna. Tal y como lo describe Michelena y Rojas, requería de un mecate o cable grueso hecho
de las fibras de chiquichique o chiquichiqui (Leopoldinia piassaba Wallace, Arecaceae), una palma
endémica de la cuenca del Río Negro que se encuentra exclusivamente en suelos con poco drenaje en ríos
de aguas negras19. Este método fue utilizado por los que ayudaron tanto a Wallace como Spruce en el paso

124
de los raudales de San Gabriel, y hubiera sido imprescindible en el paso de los bergantines y otras
embarcaciones que llevaban Aguirre y sus aliados por estos raudales y, como veremos más adelante, para
vencer la fuerte corriente de las aguas del Casiquiare. Ya en el Apéndice III se mencionó el pueblo del
cordaje (―Village of ropes‖), que en la Figura 1 del texto principal aparece, erradamente, repetimos de
nuevo, en el alto Río Negro. Los cronistas mencionan que Aguirre y sus aliados encontraron mecates, pero
que fueron utilizados para el aparejo, y no mencionan haberlos utilizado para la navegación por espía.
Aquí, de nuevo, hacemos énfasis en el contraste entre la navegación fluvial a vela, a remo o a
espía, y la revolucionaria aparición de motores a vapor y de combustión interna.

125
Figura 6. Mapa de la bifurcación del Orinoco (MONTOLIEU 1881). Digitalizado y optimizado de un
ejemplar en la biblioteca de uno de los autores (GAR-G). Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/YChMywJ2gQwT5R7K9

Ya, después de salvar los raudales (―las Cachoeiras‖) de São Gabriel, a Aguirre y sus aliados, por
la inverosímil ruta por el Río Negro, que hemos estado discutiendo, todavía les faltaba más de la mitad de

126
la trayectoria hacía el océano Atlántico (o, más precisamente, al Mar Caribe), que incluía algunos raudales
en las cercanías de la boca del Uaupés20, vencer la corriente y los raudales del Casiquiare y el paso por los
raudales del Orinoco en Santa Barbara, Maipures y Atures.
Sobre el Casiquiare, dijo ZULOAGA (1961), ―… se ha escrito mucho y se han hechos mil
conjeturas sobre la causa de su existencia‖. Además de este artículo, recomendamos la lectura, entre otros,
de HUMBOLDT (1910, 1977)21 así como su relato, con las usuales divagaciones, de su viaje por el
Casiquiare (HUMBOLDT ([Libro VIII, capítulo 23]: 490–514; 1942: 271–305), SPRUCE (1908: 386–400),
MICHELENA Y ROJAS (1867: 355–358)22, RICE (1921, 1922, 1934: 3–30), VARESCHI (1963, 1982), GESSNER
(1970) y STERN (1970). Además del mapa de HUMBOLDT (que ilustra su artículo de 1910) y el mapa de
MONTOLIEU (1881) (Figura 6), la cartografía detallada relativamente reciente fue publicada por RICE
(1921, 1922), y CORPS OF ENGINEERS (1943a: hojas [sheets] 15–21, páginas 63–69).
Según GEORGESCU Y GEORGESCU (1984: 100), para navegar el Casiquiare, ―Se necesita un buen
práctico y, especialmente al surcar las aguas, hay que utilizar la fuerza que da la máquina para dominar la
corriente y asegurar la necesaria maniobrabilidad de la embarcación‖ y, en la misma página y la siguiente,
―Hasta que recibe las aguas del Pasiba, considerado equidistante entre el Orinoco y el Río Negro, son de
cierta peligrosidad los raudales de Canumacare, Uramoni, Tocomari, Piedra del Caribe y El Pato.... En la
otra mitad, antes de llegar a Solano, encontramos los raudales Paso del Diablo, Cabarúa, Coromoto,
Kiraveni, El Peligro y por fin, Culimacare‖; los mismos autores agregan en otra publicación (1993: 72–73),
que ―En el período de lluvias, la navegación del Casiquiare no presenta problemas importantes para
embarcaciones de 1,20 hasta 1,50 m de calado, pero en los meses de sequía, entre diciembre y abril,
especialmente cerca de su desvío del Orinoco, la navegación utilitaria es prácticamente imposible‖.
Sobre el Casiquiare, el equipo de CORPS OF ENGINEERS (1943a: 88) comentó que,
―correlacionando las experiencias de los exploradores anteriores, se notó que varios que habían descrito
grandes dificultades en el Casiquiare habían tratado su pasaje durante la estación de aguas bajas en un año
de aguas anormalmente bajas. Otros exploradores que no reportaron ninguna dificultad pasaron en años de
flujo normal o no lo hicieron durante el tiempo de aguas bajas... ninguno de los que escribieron
anteriormente parecen haber tenido experiencia en navegación por ríos‖23.
En cuanto al nivel de las aguas, y suponiendo que Aguirre hubiera hecho el paso por el Casiquiare,
entre mayo y junio de 1561 (asumiendo que el mes de abril lo hubieran pasado llegando a la confluencia
del Guainía y el Casiquiare), los bergantines y las otras embarcaciones tal vez no hubieran tenido
problemas con la mayoría de los raudales, pero hubieran tenido que vencer la corriente del Casiquiare casi
en el pico de su descarga24, sin otra propulsión que los remos, ya que aparentemente no utilizaron la
navegación por espía.
Aquí nos gustaría citar a Humboldt: ―Nous quittâmes à deux heures et demie de la nuit. Nous avions encore
à lutter pendant huit jours contre les curanrans du Cassiquiare‖ (Humboldt 1821: 507); ―Dejamos [la
Misión de] Mandavaca a las 2 y media de la noche. Teníamos todavía que luchar durante ocho días contra
las corrientes del Casiquiare...‖ (1942: 296).

127
Antes de continuar con el posible pero inverosímil viaje de Aguirre por el Río Negro-Casiquiare-
Orinoco, es necesario remontarnos al pasado y considerar que la comunicación entre el Orinoco y el Río
negro por el Casiquiare, en contraste con la vía (mixta fluvial-terrestre), por río Atabapo-Yavita-porteo-
Pimichín-río Guainía-Río Negro, se consideraba que esta última, antes de la aparición de la propulsión a
motor, era la más corta. Humboldt calculó que la vía utilizando el porteo Yavita-Pimichín tomaba 28 días,
mientras que por el Casiquiare 37 días (ver cuadro en Humboldt [libro VII, capítulo XXII] 1819: 223;
1942: 181). Sin embargo, con la ayuda de motores de combustión interna, en la actualidad se considera la
vía por el Casiquiare es la más rápida en períodos en que éste tiene suficiente caudal para la embarcación
utilizada25. Inclusive, hay ciertos tipos de cargas, como la gasolina y otros combustibles en tanqueros, que
sólo pueden viajar por el Casiquiare, ya que sería prácticamente imposible llevarlos hasta Yavita por el
Atabapo, donde en tiempos de sequías intensas su navegación se limita a pequeñas embarcaciones, y hay
que trasegar el volumen inmenso de combustible a tambores, para llevarlos por el porteo a Pimichín. No
obstante, como bien lo saben los habitantes de Maroa, San Carlos de Río Negro y otros poblados cercanos,
los tanqueros no pueden navegar por el Casiquiare todo el año: la escasez de combustible les ocasiona
deficiencias en la generación de electricidad, el bombeo domiciliario de agua potable, y las actividades de
caza y la pesca. Cantidades relativamente pequeñas de combustible continúan pasando por el porteo,
utilizando tambores, aunque no lo suficiente para satisfacer la demanda.
Para continuar, si asumimos que las embarcaciones de Aguirre hubieran logrado subir por el
Casiquiare, y llegar al Orinoco, su próximo obstáculo serían los raudales de Santa Barbara (Figura 7), en el
delta que forma el río Ventuari en su confluencia con el Orinoco.

Figura 7. Delta del río Ventuari. El norte hacia el borde superior de la imagen. Cortesía de Zoom Earth-
Microsoft. Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/dYbM4Uzj37j82gn27

De acuerdo con CORPS OF ENGINEERS (1943a: 89) ―… Entre las millas 884 y 893 [entre los
kilómetros 1425 y 1437 del curso del Orinoco] los raudales de Santa Bárbara obstruyen el paso del río por
varias millas y [sólo] proveen un angosto y torcido canal de navegación con muchas piedras, aunque la

128
velocidad de la corriente es moderada‖26. De nuevo, si asumimos que Aguirre y sus embarcaciones
hubieran llegado a estos raudales, sin un piloto, hubieran tenido dificultades en superarlos y, más
importante todavía, como hemos dicho anteriormente, es increíble que los testigos del viaje no los hubieran
citado en sus crónicas.
Luego de lograr salvar los raudales de Santa Bárbara, Aguirre y sus aliados hubieran seguido el
curso del Orinoco por ca. de 205 km, aguas abajo, hasta llegar al raudal del Muerto27, el primer obstáculo
peligroso antes de llegar a los raudales de Maipures, que los esperaban ca. 12 kilómetros aguas abajo.
La historia de los raudales de Maipures y Atures está aún por escribirse, y escapa al enfoque de
este ensayo. Pero debemos mencionar que los primeros europeos en salvarlos fueron los jesuitas
establecidos en el medio Orinoco, antes de la Expedición de Límites de 1754–176128, cuando José Solano
también los logró remontar en 1755 (ver nota 28; SOLANO 1843: 10; 1908: 267). No obstante, representan
los mayores obstáculos en la navegación entre el bajo y el alto Orinoco, en ambas direcciones. Aquí no
vamos a repetir lo ya relatado en ROMERO-GONZÁLEZ (2016)29, donde se citan y muestran varios mapas de
estos impresionantes raudales30. Su descripción es quizás una de las pocas instancias en que Humboldt y
Michelena y Rojas estuvieron explícitamente de acuerdo.

Figura 8. Puerto de Solano en el Casiquiare (HÜBNER 1897). Grabado basado en una fotografía del mismo
autor (ver nota 23 de este apéndice). Una copia de esta imagen a mayor resolución en:
https://photos.app.goo.gl/xyUPfspdM2nAgcsJ8

129
Humboldt los describe de la siguiente manera: ―Ni el salto del Tequendama cerca de Santa Fe de
Bogotá, ni las grandes escenas de las Cordilleras han podido atenuar la impresión que en mí había
producido la primitiva vista de los raudales de Atures y de Maipures. Cuando se halla uno situado de modo
que abrace de una ojeada esa serie continua de cataratas, esa alfombra inmensa de espuma y de vapores
iluminada por los rayos del sol poniente, créese ver el río entero suspendido sobre su lecho‖ (HUMBOLDT
[libro VI, capítulo 20] 1942: 9)31, mientras que el Viajero Universal32 escribió ―Pero lo interesante de la
escena de Atures, no consiste en la elevación de à que descienden las aguas, sino en el número prodigioso
de cascadas que forma cada roca en un espacio de 2 leguas en la primera, y poco mas de una en la segunda,
y en anchura de 700 varas: nada mas grande, nada mas imponente‖ (MICHELENA Y ROJAS [capítulo XVI]
1867: 298).
La carretera Puerto Ayacucho-Samariapo, cuya construcción fue iniciada en 1924 y finalizada
unos pocos años después, para circunvalar tanto los raudales de Atures como los de Maipures, ha dejado a
estos raudales prácticamente en el olvido en cuanto a navegación, los cuales han quedado sólo para la
recreación (viajes turísticos por balsas inflables o kayaks) y para algunos pescadores que durante sus
labores se atreven a pasar los raudales menos peligrosos en pequeñas embarcaciones.
De haber salvado los raudales de Maipures y Atures, a Aguirre y a sus acompañantes todavía les
quedaban aproximadamente 1120 km de recorrido por el Orinoco para llegar a su delta, ruta por la que no
habrían encontrado mayores obstáculos por el alto nivel de las aguas del río33.
Luego de examinar los datos que presentamos en este apéndice, es evidente que el siguiente
párrafo, tomado de ISPIZÚA (1918: 335), no tiene ningún sentido geográfico o hidrográfico:
―Se objetará que cómo no advertían que iban navegando rio arriba, contra corriente. Se contesta
que es muy insignificante el desnivel de aquellas poderosas masas de agua. El nivel del Amazonas sobre el
mar en una gran parte de su curso, es sólo de cien metros, con tan escasa pendiente que no pasa de tres
metros por mil kilómetros. Aquellas aguas forman llanuras o lagos, más que corrientes. El río Negro es el
mayor afluente que recibe el Amazonas por el Norte, y su curso es tan lento que sus aguas son rechazadas
por este río... El Casiquiare, brazo del Orinoco que va al Negro, forma una llanura pantanosa, con una
diferencia de nivel que no llega a quince metros. Tiene partes de mil quinientos metros de anchura. En el
punto donde se une al río Negro, forma unas cuencas lacustres, apenas sin corriente. Más que un río es un
canal natural, que une la cuenca del Amazonas con la del Orinoco, con una extensión de unos cuatrocientos
kilómetros‖.

NOTAS
1
El Reporte de la via fluvial Orinoco-Casiquiare-Río Negro en Venezuela-Colombia-Brazil (el título
original, en inglés, fue Report on Orinoco–Casiquiare–Negro Waterway Venezuela–Colombia–Brazil),
publicado por el Cuerpo de Ingenieros (―corps of Engineers‖) del Ejercito de los Estados Unidos en julio
de 1943, fue el resultado de un detallado estudio de factibilidad de la navegación por estos ríos, buscando
una alternativa para la extracción de recursos necesarios para los aliados durante la segunda guerra

130
mundial, sobre todo del caucho, que en esa época se hacía por la boca del río Amazonas, vía que en el
momento del estudio ―... estaba severamente acosada por ataques de submarinos [alemanes]‖ (―... was
being severely harassed by submarine attacks‖ (CORPS OF ENGINEERS 1943a: 1). La ruta estudiada es
precisamente la que varios autores han propuesto para la salida de Aguirre y su grupo al mar Caribe, y
llegar a Margarita, es decir, Río Negro-canal de Casiquiare-Río Orinoco.
El reporte consta de tres volúmenes:
I Text and drawings;
II Photographic record;
III Maps and profiles;
y de dos volúmenes adicionales sin numeración con seis apéndices.
De estos dos últimos, el primero incluye:
Appendix A List of Geographical positions:
Appendix B Survey equipment and suppplies;
Appendix C Elevation study;
Appendix D Description of gages and reference marks;
Appendix E Climatological tables.
El segundo contiene el último apéndice:
Appendix F Explorer‘s diaries.
Pocas bibliotecas tienen un juego completo de esta publicación. En el Internet se consiguen los
volúmenes I–II y los otros dos con los apéndices, aunque la copia en PDF del primer volumen fue muy
mal digitalizada y muchos datos en los márgenes de las páginas no son legibles. Además, todos los mapas
de este volumen no fueron desplegados; igualmente en el volumen II en PDF, donde muchas fotografías
tampoco fueron desplegadas. El tercer volumen, tal vez por su tamaño (28 x 43 cm) aparentemente nunca
ha sido digitalizado. No obstante, representa uno de los aportes más precisos e importantes a la
cartografía de estos cursos de agua.
2
Este es el texto original en inglés: ―The navigation and pilotage of such a river as the Rio Negro calls for a
combination of local knowledge, experience, memory, nicety of judgement, quickness of eye and
coolness of action such as is possessed by few‖ (RICE 1921: 325).
3
Bergantín… "Buque de dos palos y vela cuadra o redonda" (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 2001: 310); una
embarcación de guerra impulsada por velas latinas y remos; por su velocidad y maniobrabilidad era uno
de los buques favoritos de los piratas al cual debe su nombre, derivado del italiano brigante (pirata,
bandido).
4
Los nombres de los bergantines aparecen en la Relación Anónima (en PASTOR Y CALLAU 2011: 329).
5
De acuerdo con la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA ([23a edición] 2014: 2214) la vara es una ―Medida de
longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y
912 mm‖; de acuerdo con DÍEZ TORRES (en de AGUILAR Y CÓRDOBA 2001: 295, nota 857), ―el pie de
Castilla es la tercera parte de la vara‖; RUIZ GODIA (2010: 146–147) establece que en las medidas

131
utilizadas en la construcción naval en los siglos XVI y XVII, la vara es equivalente a tres pies y a 0,8359
m.
6
Para las fechas, ver itinerario en LAKARTA (1998: 199); para los niveles agua del Río Negro y del Orinoco
en Puerto Ayacucho ver PAROLIN (2001) y INAMEH (2018), respectivamente.
7
El periodista y fotógrafo Loren A. McIntyre (1917–2003) llamó al segundo ―… el laberíntico archipiélago
de Anavilhanas‖; ―… the labeyinthine Anavilhanas arquipelago‖ (MCINTYRE 1991: 55).
8
Este es el texto original en portugués: ―... e assim continuei a minha viagem, sem que se me oferecesse a
fazer outra alguma observação mais notavel do que a do confuso labyrinto de ilhas, que ali atravessam o
rio de uma á outra margem, lançadas n‘elle em diversas posições e figuras: labyrinto, donde seguramente
se não pode alguem des enredar com presteza sem um bom pratico d‘aquella navegação, o qual o conduza
até sahir a boca inferior do sobredito canal: tomou a denominação de Anavilhena, por lhe corresponder na
margem boreal a foz do rio Anauiné, a que por corrupção do vocabulo chamam os brancos Anavilhena‖
(FERREIRA 1887: 157).
9
Este es el texto original en inglés: ―Proceeding on our journey, we entered on a labyrinth of small islands,
so flooded that they appeared like masses of bushes growing out of the water. Though Senhor L. is well
acquainted with the river, we here almost lost our way, and met another canoe which had quite done so‖
(WALLACE [chapter VIII] 1853: 198).
10
Ver también FERREIRA (1885: 100–101), quien superó estos raudales en septiembre de 1785 (ver
itinerario en FERREIRA 1933) y la breve descripción del ascenso de la embarcación de Richard E. Schultes
y João M. Pires (―Murça‖ en el texto) por estos raudales en 1947, que llevó, sólo para pasar la primera
sección, todo un día con la ayuda de 32 personas (DAVIS 1996: 387, 2007: 709) y el paso de la corbeta del
presidente peruano Fernando Belaúnde Terry en 1983 que solo fue posible con la ayuda de tractores (―…
sem … a força dos nossos tratores, a travessia não poderia ter sido realizada‖; MARIZ 2002).
11
Una medida antigua de la capacidad de una nave que se calculaba con una compleja ecuación en base a
dos variables: la longitud o eslora y el ancho máximo o manga, ambas en pies. La fórmula esta disponible
en:
https://en.wikipedia.org/wiki/Builder%27s_Old_Measurement
12
Este es el texto original en inglés: ―I have now purchased a boat for ascending the Rio Negro; it is of 6 or
7 tons burthen and has got a tolda da popa (poop cabin) and another da proa (at the bows), convenient for
keeping my goods dry; it was built at San Carlos in Venezuela, and has made but one voyage‖ (SPRUCE
[capítulo VII] 1908: 211).
13
El piloto o práctico de los raudales, alguien que conduce las embarcaciones por éstos debido a su
experiencia y experticia.
14
Esta palabra en portugués es equivalente a ―conuco‖.
15
Un caldero de peramán, un tipo de brea de origen vegetal que se utiliza, entre otras cosas, para calafatear
embarcaciones. Se prepara del látex de Symphonia globulifera L.f. (Guttiferae). Otros nombres comunes
de este preparado en:
http://wdt.uqar.ca/treesna2list.asp?key_m=7857

132
16
Calculando el tonelaje de carga que los bergantines de Aguirre en las mismas unidades que utilizó Spruce
para expresar la de su embarcación (i.e., 6 ó 7 toneladas ―burthen‖), utilizando las medidas ya citadas que
aparecen en DE AGUILAR Y DE CÓRDOBA ([Libro segundo, Capítulo sexto] 1990: 72; 2011: 295), y la
fórmula citada en la nota 8, el bergantín más grande tenía una capacidad de entre 50 y 70 toneladas, y el
otro de entre 41 y 44 toneladas de carga (las medidas en de Aguilar y de Córdoba subestiman el tonelaje
de carga de los bergantines, ya que sólo dan la longitud de la quilla, que es menor que su longitud total, o
eslora; el rango en el tonelaje refleja la incertidumbre que existe en la equivalencia entre la ―vara‖ y el
metro). Es preciso aclarar que la ―tonelada de carga‖, en este caso, no es una medida de peso sino de
volumen, la que, de acuerdo a RUIZ GODIA (2010: 147), era equivalente a 1,3844 m3. Aquí asumimos que
el peso de la embarcación es una función, en una relación positiva, de su capacidad de carga. En cuanto a
peso, se ignora si a los bergantines de Aguirre se les había agregado lastre o balasto, para mantenerlos en
balance durante la navegación. Este (el lastre), obviamente hubiera aumentado el peso de los buques y la
dificultad en arrastrarlos por los raudales.
17
Un antiguo poblado localizado cerca de la actual capital del estado Amazonas, Puerto Ayacucho.
18
―Espiar... Halar de un cabo firme en un ancla, noray u otro objeto fijo, para hacer caminar la nave en
dirección al mismo‖ (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 2014: 951).
19
También se encuentra en algunos ríos de aguas negras de la cuenca del Orinoco, como el río Guayapo,
este último en la cuenca del río Sipapo. Se conoce en Colombia y en Venezuela como chiquichique,
chiquichiqui, palma de fibra o fibra, marama en Kuripaco y en Ñengatu o Geral como como piassaba,
piassava, piaçaba o piaçava; no se debe confundir con otras dos palmas que también llevan este nombre:
la piassaba de Bahia, Atalea funifera Mart. ex Spreng. y Aphandra natalia (Balslev & Henderson)
Barfod, la piassaba del este de la Amazonía. Esta fibra es un importante producto forestal secundario
(VOEKS 1996) y hoy en día las fibras se utilizan para hacer cepillos, escobas, artesanías (GUÁNCHEZ
1997; LINARES ET AL. 2008: 109–114) y, más recientemente, para la preparación de carbón Activado
(PAZ CASTRO ET AL. 2019, 2020). La piassaba del Río Negro fue documentada por primera vez por la
expedición de A. Rodrigues Ferreira, de la que resultó una preciosa acuarela:
https://www.brasilianaiconografica.art.br/obras/17804/leopoldimia-piassaba
Ferreira igual la citó varias veces en sus escritos (e.g., ―... as referidas palmeiras de piassaba, as procurem
multiplicar, plantando-se por differentes partes, afim de que um tão util genero não venha a faltar para a
continuação das cordas, que na passagem das canôas pelas caxoeiras indispensavelmente se necessitão‖;
FERREIRA 1885:160). Humboldt y Bonpland también examinaron los cables hechos de la fibra de esta
palma: ―Chiquichiqui... Palma ad ripam nascens Fluminis Nigri, nobilis ob rudentes inde factas,
cannabeisque præstantiores‖ (HUMBOLDT 1817: 229); ―Nous eûmes à peine le temps d‘examiner, dans le
couvent (convento), de grands amas de résine mani et les cordages du palmier Chiquichiqui que
mériteroient bien d‘être plus connus en Europe. Ces cordages sont extrêmement légers, surnagent à l‘eau,
et ont plus de durée dans les navigations des rivières que les cordages de chanvre. Sur mer, il faut pour les
conserver les mouillet souvent, et les exposer peu aux ardeurs du soleil des tropiques. Don Antonio
Santos, célèbre dans le pays par son voyage à la recherche du lac Parime, que a enseigné aux Indiens du

133
Rio Negro espagnol à tirer parti pétioles du Chiquichiqui, palmier à feuilles pennées dont nous ‗avons vu
ni les fleurs ni le fruits‖ (HUMBOLDT [libro VIII, capítulo XIII] 1821: 469–470); ―Apenas tuvimos tiempo
de examinar en el convento unos grandes montones de la resina mani y las cuerdas de la palmera
chiquichiqui, que bien merece ser conocida en Europa. Estas cuerdas son extremadamente ligeras, flotan
en el agua y resisten mucho más, en las navegaciones de los ríos, que las de cáñamo. En el mar, con el fin
de conservarlas es necesario mojarlas a menudo y resguardarlas del ardor del sol tropical. Fué don
Antonio Santos célebre en el país, por el viaje que hiciera con el propósito de descubrir el lago Parima,
quien enseñó a los indios a utilizar los pecíolos del chiquichiqui, palmera de hojas penachudas [pinnadas],
[de la] cual no pudimos ver ni las flores ni los frutos‖ (HUMBOLDT 1942: 243). No obstante, como lo
establece el texto antes citado, no consiguieron material reproductivo para describirla. El género
Leopoldinia fue descrito en 1824 (MARTIUS 1824: 58) y Leopoldinia piassaba por WALLACE (1853b: 17),
quien tampoco la llegó a ver con flores o frutos, pero sin vacilación la refirió al género Leopoldinia. De
los cables o mecates tejidos de la fibra de esta especie, su autor añadió que ―Before the independence of
Brazil, the Portuguese government had a factory at the mouth of the Paduari, one of the tributaries of the
Rio Negro, for the purpose of making these cables for the use of the Para arsenal, and as a government
monopoly‖ (WALLACE 1853b: 18).
20
Lleva este nombre en Brasil; en su recorrido por Colombia, donde tiene sus cabeceras, lleva el nombre de
Vaupés.
21
Este esta la primera publicación de Humboldt sobre el Casiquiare y su correspondiente traducción al
español.
22
No sin dejar una oportunidad para criticar a Humboldt, a veces justificadamente, a veces no.
23
Este es el texto original en inglés: ―In correlating the experiences of earlier explorers, it was noted that
several who had described great difficulty in the Casiquiare had attempted passage during the low-water
season in a year of subnormal low water. Other explorers reporting no difficulties were noted to have
passed through the waterway in normal streamflow years or not at the time of lowest water… None of the
earlier writers on the waterway appeared to have been experienced in river navigation‖ CORPS OF
ENGINEERS (1943a: 88). La aserción ―ninguno de los que escribieron anteriormente parecen haber tenido
experiencia en navegación por ríos‖ no tiene fundamento histórico: Humboldt, Spruce y Rice llevaban
pilotos expertos en navegar el Casiquiare: ―Notre pilote Indien, qui avoit été récemment à [la misión de]
Mandavaca...‖ [en el mismo Casiquiare] (HUMBOLDT 1821: 491); ―Nuestro piloto indio que había estado
hace poco en Mandavaca‖ (HUMBOLDT 1952: 272); ―Mi piloto...‖ SPRUCE (1908: 386); ―Filomeno
Padron, mi piloto en el alto Orinoco‖ (RICE 1921: 334). El ―hovercraft‖ de la Revista Geográfica
(―Geographical Magazine Amazon Expedition‖) que remontó el Casiquiare en abril de 1968, sin mayores
incidentes, llevaba como piloto a Julio Castillo (1971: 124–139; ver también ANÓNIMO 1981). Los
miembros de esta última expedición aparentemente no estaban enterados de la larga lista de europeos que
habían viajado por Casiquiare (excluyendo, por supuesto, a Aguirre): ―Los primeros europeos en recorrer
[el Casiquiare] fueron sin duda los de la expedición de Aguirre en 1561. Los próximos (así lo creía—

134
erróneamente en aquel tiempo) casi trescientos años más tarde, fueron los científicos alemanes del grupo
del barón de Humboldt. Los últimos, realmente lo creo, otro siglo y medio más tarde, fuimos nosotros‖;
―The first Europeans to traverse [the Casiquiare] were undoubtedly those of Lope de Aguirre‘s expedition
in 1561. The next (so I believed—mistakenly at that time) nearly three hundred years later, were the
German scientists in Baron von Humboldt‘s party. The last, I really believed, another century and a half
later, ourselves‖ (BRANSTON 1971: 124). Antes de Humboldt y Bonpland, viajaron por el Casiquiare, en
ambas direcciones, los miembros de la la Expedición de Límites (ver ―Plano del Caño Casiquiare‖ de
Felipe Bauzá, en el Apéndice 9) y varios expedicionarios en los tiempos del gobernador Manuel
Centurión (e.g., XEREZ 1929 [1930]). Entre los que viajaron por el Casiquiare después de la travesía de
Humboldt y Bonpland en 1800, y antes de la ―Geographical Magazine Amazon Expedition‖ en 1968,
además de los ya nombrados, Richard Spruce, Michelena y Rojas y Alexander Hamilton Rice, tenemos a
Johann Baptist Natterer (1787–1843), quien alcanzó la confluencia del Casiquiare con el río Guainía en
febrero de 1831 (GOELDI 1896), tal vez navegando el curso bajo del Casiquiare, a R. H. Schomburgk
(1804–1865), quien viajó aguas abajo en febrero–marzo de 1839 (SCHOMBURGK 1840, 1922), a Jean
Chaffanjon (1853–1913), quien exploró la bifurcación en 1886 (CHAFFANJON 1888), a George Hübner
(1862–1835), quien lo viajó en ambas direcciones en 1895 (HÜBNER 1897) (ver Figura 8 de este
apéndice), Ernest G. Holt (1889–1983) en 1930 (HOLT 1931), quien luego lo remontó en 1931 (HOLT
1933; ver también FRIEDMANN 1948, con fotografías de Holt del Casiquiare en la lámina 22, inserta antes
de la página 419) y Robin Hanbury-Tenison, el presidente de Survival International en la actualidad, en
1964 (HANBURY-TENISON 2005: 149–153). También tenemos a DE PAIVA (1929: 29–37), quien
proporcionó una descripción de la fisiografía, hidrografía y geología del Casiquiare. Los itinerarios
precisos de muchos de estos viajeros se pueden consultar en WURDACK Y HUBER (1984). GAMIER (1903)
mencionó una expedición multinacional de la que los autores no han logrado conseguir información, que
obviamente exploró el Casiquiare a finales del siglo XIX: ―The late Chevalier Tereso Piaso, chief of the
Italo-Venezuelan expedition to the upper Orinoco, informed the writer that Caucho and Balata were
abundant [in the Casiquiare]‖.
24
La siguiente tabla presenta la descarga del Casiquiare entre 1978 y 1988, en m3/seg, en Solano, cerca de
su confluencia con el Guainía, tomada de University of New Hampshire / Global Runoff Data Centre:
https://www.compositerunoff.sr.unh.edu/html/Polygons/P3218100.html

Promedio Mínima Máxima

Enero 886.7 351.0 2010.0

Febrero 675.2 100.0 1534.0

Marzo 695.8 160.0 1322.0

Abril 1316.3 305.0 2247.0

135
Mayo 2672.5 1544.0 3806.0

Junio 3731.3 3021.0 4730.0

Julio 3977.2 2777.0 5439.0

Agosto 3512.0 2460.0 4703.0

Septiembre 2668.7 1842.0 3755.0

Octubre 2109.2 1192.0 2616.0

Noviembre 1527.3 863.0 2401.0

Diciembre 1437.9 792.0 2763.0

25
De acuerdo con CORPS OF ENGINEERS (1943a: página ―a‖ [―Syllabus‖, que sigue al índice]), ―La vía
alternativa, más corta, de 207 millas [333 km], por el porteo Yavita-Pimichín, se consideró adecuada sólo
para canoas y tránsito a pie, y en gran parte a pasado al desuso‖; ―The alternative 207-mile-shorter
Yavita-Pimichin portage route was found suitable only for canoe and foot traffic, and has largely fallen
into disuse‖.
26
Este es el texto original en inglés: ―… between Miles 884 and 893 [entre kilómetros 1425 y 1437 del
curso del Orinoco (CORPS OF ENGINEERS 1943a: 89)], Raudales de Santa Barbara obstruct the river for
several miles and provide a narrow and crooked navigation channel with many rocks, the current velocity,
however, being moderate‖ (CORPS OF ENGINEERS (1943a: 89).
27
Este es el primer raudal peligroso que hubieran encontrado en su ruta, que no debe confundirse con otro
homónimo que aparentemente existe en el río Cunucunuma (ver MILLER 1918: 172, y primera fotografía
de la lámina inserta entre las 172 y 173). En el raudal del Muerto del Orinoco se han perdido varias
embarcaciones. La primera de la que tenemos noticias fue la del vapor ―Kaimara‖ en 1899: ―… la
inexperta tripulación lo condujo por el canal equivocado, era época de invierno y la fuerte corriente del
raudal del Muerto los venció, perdieron el control del vaporcito y la vorágine lo atrapó en los abismos del
río‖ (GONZÁLEZ MAZZORANA 2015: 238). Ya hace unos cuantos años, el 19 de diciembre de 2007, murió
ahogado en este raudal Carlos Vásquez, personaje muy apreciado de la comunidad amazonense de
Venezuela, residenciado por muchos años en Yavita, al voltearse la pesada embarcación en que viajaba.
Vásquez fue uno de los diez portadores (―porters‖) de Maroa que asistieron a la primera expedición de
Bassett Maguire al Cerro de la Neblina (ver MAGUIRE 1955: 33), aunque nunca fue mencionado en los
relatos de esta expedición.
28
Tal vez el primer europeo en subir los raudales de Atures fue el padre Agustín Vega: ―Por el verano de
1737 subió [el padre Agustín de] Vega con Don Antonio Jordán a fin de estudiar y delinear el Orinoco y
llegaron hasta más arriba del Raudal de Atures‖ (DEL REY FAJARDO en VEGA 2000: 50). Según GILIJ

136
(1780: 124; la traducción al español tomada del mismo autor, 1965: 128–129), ―Es necesario para la
inteligencia de cuanto voy a decir acordarse de la distancia que de la Encaramada hay por agua hasta este
celebradísimo río [Venituari]. Esta distancia era conocida por los viajes que había hecho hasta allí el P.
[Francisco del] Olmo, antes de la Expedición de Límites‖ (ver también REY FAJARDO 2012: 50, nota 6);
para llegar al Ventuari por agua, el padre del Olmo tuvo que haber subido los raudales. El padre Manuel
Román, igual que el padre del Olmo, también subió y bajó por los raudales de Atures y Maipures en 1744
en el curso de su Famoso recorrido desde la misión de Carichana al Río Negro, por el Casiquiare (TAVERA-
ACOSTA 1927: 394–395, sólo para citar una de muchas referencias). Los jesuitas estaban renuentes en
asistir a los miembros de la Expedición de límites, a quienes también tenían que subirlos para cumplir su
misión, y el padre superior Roque Lubian les advirtió que los raudales de Atures y Maipures ―… eran
insuperables, y que solo podrían navegar pequeñas lanchas de cuatro á seis varas [3,3 a 5,0 m] de largo, con
correspondiente manga… (ALVARADO 1893: 182; 1966: 291). Según Humboldt, el padre Francisco del
Olmo, a quien ya hemos mencionado, ―… se trouvoit à Aturès lors de l‘expédition des limites, à laquelle il
rendit de grands services‖ (Humboldt [libro VII, capítulo XX] 1821: 295, nota 3; itálicas del original); ―…
se hallaba en Atures cuando la expedición de límites, a la que prestó grandes servicios (HUMBOLDT 1942:
17, nota 5; negritas del original), y aparentemente asistió a José Solano en su recorrido por los raudales de
Atures con ―… las más grandes embarcaciones que teníamos, en las que había algunas de 17 varas [14 m]
de quilla…‖ (ALVARADO 1893: 183; 1966: 291). El padre Roque Lubian, aparentemente disgustado, ―… la
pegó [¿pagó?] con el Padre Misionero del Raudal, llamado Francisco del Olmo y en su manejo secreto con
el Padre Provincial hizo quitarlo del pueblo y transmigrarlo á los del Meta en donde por via de penitencia
estuvo agregado á un pueblo‖ (ALVARADO 1893: 183; 1966: 291).
29
Ver Apéndice 9 donde se dan nuevos enlaces en el Internet para los mapas publicados.
30
Uno de los autores (GAR-G), vivió entre 1981 y 1986 al este, y no muy lejos, de los raudales de Atures.
En noches de ―apagones‖ (cuando el servicio eléctrico se interrumpía, lo cual es ese entonces era
frecuente, y no había ningún ―ruido‖ de los artefactos eléctricos), desde su vivienda (a ca. 5 36‘ 57‖ N
67 35‘ 57‖ O) se podía oír el rugir de los raudales de Atures, todo el año, pero más acentuado todavía
entre mayo y octubre, la época de mayor caudal del Orinoco, una experiencia inolvidable.
31
Este es el texto original de Humboldt: ―Ni le saut du Tequendama, ni le grandes scènes des Cordillères
n'ont pu affoiblir l'impression qu'avoit produite sur moi la première vue des Rapides d'Aturès et de
Maypurès. Lorsqu'on se trouve place de manière à embrasser d'un coup d'oeil cette suite continue de
cataractes cette nappe immense d'écume et de vapeurs, éclairée par les rayons du soleil couchant, on croit
voir le fleuve entier suspend au-dessus de son lit‖ (HUMBOLDT [Libro VI, capítulo XX] 1821: 291).
32
Como así ha sido denominado este famoso personaje de la historia del estado del estado Amazonas de
Venezuela, por sus travesías mundiales, plasmadas en su obra Viajes Científicos en Todo el Mundo
(MICHELENA Y ROJAS 1843, 1971).
33
De acuerdo a una de las cronologías del viaje de Aguirre, los viajeros avistaron la isla de Trinidad el 16
de julio de (PASTOR Y CALLAU 2011: 434–435). La siguiente tabla presenta la descarga del Orinoco entre

137
los años 1927 y 1989, en m3/seg, en en Puente Angostura, Ciudad Bolívar, tomada de University of New
Hampshire / Global Runoff Data Centre:
https://www.compositerunoff.sr.unh.edu/html/Polygons/P3206720.html

Promedio Mínima Máxima

Enero 13122.9 8635.0 19656.0

Febrero 8050.5 4599.0 13944.0

Marzo 7110.0 3951.0 14308.0

Abril 8833.0 3398.0 15988.0

Mayo 19535.1 5274.0 32986.0

Junio 34641.7 16936.0 48618.0

Julio 53079.6 30666.0 71436.0

Agosto 65302.1 43964.0 85963.0

Septiembre 60115.5 44660.0 73904.0

Octubre 45909.5 29857.0 58335.0

Noviembre 30523.7 22595.0 47475.0

Diciembre 21225.5 15076.0 47475.0

Estimando que hubieran viajado 2–3 meses para recorrer estos 1120 km aguas abajo, entre lo que es hoy
en día Puerto Ayacucho y el delta del Orinoco, lo habrían hecho entre abril y julio, meses en que el
caudal del Orinoco está en creciente, llegando a su máximo nivel promedio en el mes de agosto, los que
les hubiera facilitado pasar algunos raudales y bancos de arenas que pueden ser problemáticos en la época
de poco nivel en las aguas del Orinoco.

138
APÉNDICE VI

ORIGEN DEL NOMBRE MARAÑON (MARAGNON, MARANHAÕ)

―¿Cuando fue descubierto el Río Marañon? ¿Cual es el origen de este nombre?... La primera es fácil de
resolver en vista de los documentos de que podemos disponer, no así la segunda, que hasta hoy permanece
envuelta en el misterio del pasado, por más que acerca de ella se han emitido opiniones asertivas que, como
vamos á ver, no pueden considerarse como bien fundadas y decisivas‖ (MEDINA en CARVAJAL 1894:
CCXXII–CCXXIII)

El nombre ―Marañon‖ es sólo uno de las multiples denominaciones que le han dado al grandioso
río Amazonas, o a extensas porciones en su recorrido desde los Andes hasta el Atlántico. Desde que fue
avistado por Vicente Yánez Pinzón y sus acompañantes en el año 15001, ha recibido los apelativos que
listamos a continuación:

 Río Grande de Santa María de la mar dulce (HUMBOLDT 1942: 577–578; TORIBIO MEDINA en
CARVAJAL 1894: CCXXIV; JIMÉNEZ DE LA ESPADA 1889: 5, nota I);
 Río Marañon (en portugués Maranhaõ; en francés Maragnon, Maragnan);
 Río Orellana;
 Río Amazonas o de las Amazonas (―Amaçonas‖ en la literatura española antigua);
 Río de San Juan de las Amazonas (DE LEÓN PINELO [1560] 1943: 454–464);
 Rio Solimões de los portugueses2;
 Río de San Francisco de Quito (COMPTE 1888: 52).

En este apéndice sólo se discute el nombre Marañon.


Tal y como lo indicó José Toribio Medina en 1894 (en la cita al principio de este apéndice), el
origen y uso de este topónimo ha sido controversial desde que fue aplicado a varios ríos de América del
Sur, no todos pertenecientes a la cuenca amazónica, lo que sugiere que tal vez tenga multiples orígenes
etimológicos. Aquí analizamos los siguientes posibles orígenes3:
 Derivado de mpará-ña (en tupi, río largo), que podría ser el caso del substantivo en portugués,
Maranhaõ;
 Derivado del apellido ―Marañon‖, que aparentemente se origina de la villa de Marañon, en la
provincia y comunidad autónoma de Navarra, España, ca. 42°37′46″ N 2°29′15″ O;
 Marañón (aumentativo de ―maraña‖), que más adelante descartamos.
Una revisión de la literatura revela que este topónimo se le ha aplicado a un río en las cabeceras
del Amazonas, igual al bajo Amazonas, y a otro, como ―Maranhaõ‖ en el estado de Brasil con este mismo
nombre.
Empecemos con el río Maranhaõ o Mearim.

139
Jean Mocquet (1575–ca. 1617), un viajero francés que navegó por la costa Atlántica de
América del Sur a principios del siglo XVII, incluyendo la desembocadura del Amazonas, escribió lo
siguiente en sus relatos (MOCQUET [Book II] 1617: 100–101, 1696: 73): ―Algunos han tomado este río de
las Amazonas u Orellana, por el mismo que el Maragnan [Maragnon en el Indice]: pero otros quieren hacer
dos, y dicen que sus bocas están distantes de unas cien leguas; el de Maragnan haciendo el límite de Brasil
por el lado del Norte, como el río de la Plata...‖4.
Posteriormente, el ingeniero militar español Sebastián Fernández de Medrano (1646–1705),
director de la Academia Militar de Bruselas, escribió en una de sus obras (FERNANDEZ DE MEDRANO 1686:
289) que ―Los rios del Brasil son Miari, ò Marañon, que nace en los confines de la Provincia de Paraguay,
y atravesando el Brasil desemboca en el Mar del Norte con mas de 15 leguas de boca… Hay de esta boca à
la del rio de las Amazonas 100 leguas… y este es el verdadero rio Marañon…‖. Unos años más tarde, el
mismo autor (FERNANDEZ DE MEDRANO 1700: 29–30) lo comparó con el Marañon del Perú: ―Es el rio
Marañon tan Famoso en el Reyno de el Peru, que muchos le han creydo el de las Amazonas (y confundido
con el que corre por el Brasil en la Capitania que ally hay de los Portugueses con su grande baya) …‖
(FERNANDEZ DE MEDRANO 1700: 29–30). Este río ―en la capitanía de los portugueses‖ se conoce hoy en
día como el Mearim, que desemboca en el océano Atlántico a ca. 02°19' S 44°14‘ O, ca. de 700 km al SE
del delta del Amazonas; la gran ―baya‖ a que Fernandez de Medrano se refiere es conocida como Baía de
São Marcos, donde se encuentra la ciudad de São Luis de Maranhaõ, la capital del estado de Maranhaõ.
Este topónimo (i.e., Maranhaõ) es tal vez el derivado del tupi mpará-ña. Se desconoce si el nombre común
en muchos países hispanoparlantes de Anacardium occidentale L., (Anacardiaceae)5, ―Marañon‖ (Merey en
Venezuela, en portugués ―cajú‖), tenga el mismo origen etimológico.
Examinemos ahora el uso del nombre Marañon derivado del apellido con la misma grafía.
No hay duda que Vicente Yañez Pinzón fue el primero en avistar la boca del río Amazonas en
1500. No obstante, el río que avistó, como apuntamos antes, primero se le llamó ―Río Grande de Santa
María de la mar dulce‖. ¿Cómo fue que luego se le dió el nombre de Marañon?
Pedro Mártir de Anglería (1457–1526), el famoso historiador italiano en la cortes españolas De
Fernando e Isabel y luego en la de Carlos V, ya en 15046 había escrito lo siguiente: ―Desde aquella punta
de tierra donde se pierde el polo ártico, viniendo casi trescientas leguas en continuo trecho al Occidente,
hacia Paria, como á mitad del espacio, dicen [Vicente Yánez, de sobrenombre Pinzón, y Alonso Pinzón,
hijo de su hermano] que dieron con un río llamado Marañon, tan ancho que sospecho es fábula.
Preguntados después por mi si sería un mar dividiendo tierras, respondieron que son dulces de beber
aquellas corrientes, y que cuando más se avanza río arriba tanto más dulce son, y que está lleno de islas y
de pescado. Se atreven á decir que tiene más de treinta leguas de ancho, y que con curso arrebatado corre al
mar, que cede á su furor‖ (MÁRTIR DE ANGLERIA 1892: 328–329; ver también MARTYR D'ANGHERA [First
Decade, Book IX], 1587: 84–85; 1907: 111–112; 1912: 163)7.
De manera que ―Marañon‖ ya había aparecido en la literatura en 1504, mucho antes de la
llegada de los españoles al Perú en 1526, y se estableció en las crónicas, como es el caso de OVALLE

140
([Capítulo VII] 1648: 118): ―...Vicente Yañez Pinzon... saliò segunda vez del mesmo puerto de Palos para
descubrir nueuveas tierras, y llegando ala Ysla de Santiago, que es vna delas de Caboverde, salio de alli a
13 de Henero de 1500, y fue el primero que por la corona de Castilla passò la linea equinocial por la mar
del Norte... llegó… ala boca del Rio Marañon, que es de treinta leguas de ancho (otros dizen mas) y hallò,
que entrava, el agua dulce ala mar, quarenta leguas...‖, y muchos otros autores. El mismo rey de España,
Felipe IV, se refiere al río Marañon en un escrito con fecha de 18 de mayo de 1629 (en LEÓN PINELO 1992:
1875)8. Otros autores defienden su primacía sobre los los nombres de Amazonas y Orellana, aunque
desconociendo su derivación9. No obstante, Mártir de Angleria (ver nota 7 de este apéndice) sugirió que
―Marañon‖ era como los nativos llamaban al Amazonas, tal vez con la misma etimología de ―Maranhaõ‖.
Lo mismo dijo KALB (1891: 12).
Enfatizamos que el nombre ―Marañon‖ apareció en la literatura antes de la llegada de los
españoles al Perú porque varios autores han argumentado que este nombre se deriva del apellido de un
capitán español. De acuerdo con VELASCO ([Parte III, Libro 5o, §2] 1842: 181) ―La segunda parte llamada
del alto Marañon, corre desde Jaen hasta el encuentro con el Santiago, ántes del pongo de Manseriche…
Descubrieron primeramente los españoles que entraron á la conquista del Perú, la 2a parte del alto Marañon.
En esta parte lo vió primero un soldado llamado Marañon, en las cercanías de Jaen, y fué quien dió al rio su
propio nombre‖10, lo que repite el mismo autor dos años más tarde: ―El nombre propio de este famoso rio,
es el de Marañon, porque así se llamaba el primer español que lo vió. Fué segun unos un capitan, y segun
otros un simple soldado, llamado Marañon, á quien envió el conquistador Francisco Pizarro á reconocer el
orígen del rio de Piura. Este lo vió desde la cercanía de Jaen, y asombrado de ver aquel mar dulce, dicen
que preguntó: hoc mare an non? [¿no es esto un mar?]. Es increible y basta que por su causa fuese despues
conocido, con su nombre. Los otros de Amazonas y de Orellana, provinieron de la ignorancia y
equivocaciones de los escritores antiguos‖ (VELASCO [Libro I, §3] 1844: 16). Un argumento similar fue
presentado por BAYO (1913: 145; ver también nota en la misma página).
De manera que ―Marañon‖, aplicado al curso principal del Amazonas o a uno de sus tributarios, tal
vez tengan etimologías diferentes: el primero derivado del nombre que le daban los nativos y el segundo,
respectivamente, derivado del apellido con la misma grafía.
También se le atribuye el nombre de Marañon a la expedición de Aguirre, derivado de ―… las
marañas del tirano Aguirre, ò porque lo son tambien las de sus corrientes encontradas en remolinos, y
desebradas en braços de alli podrá subirle su nombre..." (RODRIGUEZ 1684: 95). Este argumento lo han
repetido numerosos autores (OVIEDO Y BAÑOS [Lib. IV, Cap. I] 1723: 175; SIMON 1726: 472; SOUTHEY
1812: xxii; 1821: 88, 2013: 84; CALCAÑO 1878: 451; BARALT 1841: 199; BOLLAERT 1866: 106–107, nota;
LISBOA 1866: 149; FERMIN CEVALLOS 1870: 169; ROJAS, 1874: 9; HISPANO 1912: 107; ELLIOTT 1922: 12;
VERGARA MARTIN 1922: 240; BREWER-CARÍAS en DUNGEL 2011: 13)11. No obstante, esta hipótesis del
origen del nombre ya ha sido descartada contundantemente por numerosos autores y hoy en día no debería
tomarse en serio (e.g., D.P.E.P. 1797: quaderno treinta y ocho, carta CXC: 216–217; HUMBOLDT [Livre
VIII, Chapitre XXIV] 1819: tercera nota en la página 707; 1822: segunda nota en la página 501 que

141
continua en la 502, 1942: 577, nota 392; SOUTHEY 1810: 6, nota 3; BANDELIER 1893: 102–103; MEDINA en
SIMON 1963: 364, nota 1).
Ya para finalizar, aquí sólo hemos explorado superficialmente la literatura sobre el ―Marañon‖,
que es bastante extensa12: le dejamos a otro estudioso profundizar en el tema. Tampoco exploramos las
confusiones entre los cronistas en distinguir el Orinoco del Amazonas13. Lo que sí parece ser evidente es
que el topónimo ―Marañon‖ parece tener al menos dos etimologías diferentes, aunque se descarta la
hipótesis que profesa que el nombre ―Marañon‖ se deriva de las ―marañas‖ de Aguirre.

NOTAS
1
Aquí resaltamos lo que ha sido propuesto por varios historiadores franceses: que, Jean Cousin, marino
francés, de Dieppe, fue el primero en navegar en la desembocadura del río Amazonas, en 1488, antes de
la llegada de Cristóbal Colón a las Antillas. Ver GAMBIER (1894) como uno de los proponentes de esta
hipótesis; FONTPERTUIS (1885) mencionó la expedición de Cousin, pero le atribuye el descubrimiento del
delta del Amazonas a Pinzón; ver FERNÁNDEZ DURO (1894), quien criticó y descartó esta hipótesis. Otros
autores atribuyen el descubrimiento del Amazonas a Diego de Lepe (e.g., GIL MUNILLA 1954).
2
―El [nombre] de Salimoens, le dan solamente los Portugueses [al trecho entre la desembocadura del Río
Negro y la frontera portuguesa con Perú], con particular capricho contra el torrente de todo el mundo‖
(VELASCO [Libro I, §3] 1844: 16).
3
Humbolt consideró y descartó otra etimología de la palabra ―Marañon‖, esta vez derivada de ―Marrano‖:
"Le nom de Marañon étoit connu cinquante-neuf ans avant l‘expédition de Lope de Aguirre: c‘est donc
par erreur que l‘on attribue la dénomination du fleuve au sobriquet de maranos (cochons) que cet
aventurier donnoit à ses compagnons en descendant la rivière des Amazones. Cette plaisanterie grossière
ne faisoit— elle pas plutôt allusion au nom indien du fleuve" (HUMBOLDT [Livre VIII, Chapitre XXIV]
1819:, tercera nota en la página 707; 1822: segunda nota en la página 501 que continua en la 502); ―El
nombre de Marañon era conocido cincuenta y nueve años antes de la expedición de Lope of Aguirre:
equivocadamente, por lo tanto, se atribuye la denominación del río al remoquete de marranos (cerdos)
que daba este aventurero a sus compañeros al descender por el río de las Amazonas. Esta chanza grosera
no hacía ninguna alusión al nombre indio del río‖ (HUMBOLDT 1942: 577, nota 392).
4
Estos son los textos originales en francés y en la traducción al inglés publicada a finales del siglo XVII:
―Quelques-une ont pris ceste riviere des Amazones ou Oregliane, pour le mesme que le Maragnan: mais
d‘autres en veulent faire deux, & dissent que leurs emboucheures sont esloignees de quelque cent lieuës;
celle de Maragnan faisant la borne du Bresil du costé du Nort, comme le fleuve de la Plate…‖ (MOCQUET
[Book II] 1617: 100–101); ―Some have taken the River of the Amazons, or Oregliane [Orellana], for that
of Maragnan; but others will make two of them, and say, that Mouths are distant some hundred leagues;
that the Maragan making the limits of Brasil on the Northen Coast, as the River of Plate…‖ (MOCQUET
[Book II] 1696: 73).

142
5
Anacardium occidentale L. (Anacardiaceae; Anacardioideae) fue descrito por LINNEO (LINNÆI 1753: 383)
de un espécimen colectado en Sri Lanka. Aunque es una especie Neotropical, se conoce que los
portugueses, entre 1560 y 1565, introdujeron en la región de Goa (India) plantas provenientes de Brasil.
Sin embargo, en 1859, ALPHONSO DE CANDOLLE (1884: 198–200) estudió a fondo el origen de la especie,
concluyendo que esta era Neotropical, en virtud que se encuentra en pocas localidades en África y la
India, y crece en estado silvestre en numerosos lugares Mesoamérica, Sudamérica y especialmente el
noreste de Brasil. Se conoce con los nombres comunes de Merey (llanos orientales de Colombia,
Venezuela), Marañon (México, América Central, Cuba, Colombia, Ecuador, Perú), Acajú, Cajú, Cajueiro
(Brasil), Cajuela (Uruguay), Cashew (en países de habla inglesa), Anacardo (España), Cajuil (República
Dominicana); Abibo o Mabibo (Madagascar) y Pajuil (Puerto Rico) (ver otros nombres comunes en
MITCHELL Y MORI 1984: 44–45). Las plantas de esta especie producen un fruto poco usual: la parte
carnosa, con una cubierta amarilla o roja, se come fresca (con un agradable sabor astringente), en
conservas, o también se puede fermentar, es en realidad un pseudocarpo, pseudofruto o falso fruto. Esta
parte carnosa es el pecíolo y el receptáculo (hipocarpo), inflados y carnosos; el verdadero fruto es la
porción que contiene la nuez que se come luego de ser procesada. El verdadero fruto tiene una nuez
cubierta por dos membranas que contienen una resina fenólica, alergénica, conocida como el ácido
anacárdico, que puede ser muy irritante para la piel (o volatilizado, para las vías respiratorias). Este ácido
está relacionado con los exudados de otros géneros (e.g., Mauria, Rhus, Toxicondendron) de la misma
familia, de las que algunas especies llegan a latitudes más al norte, como las conocidas en inglés como
―poison ivy‖ (T. radicans (L.) Kuntze), ―pacific poison oak‖ (T. diversilobum (Torr. & A. Gay) Green, y
―poison sumac‖ (T. vernix (L.) Kuntze). Las nueces son comestibles solo luego de ser hervidas o
horneadas, para lo que, en ambos casos, se recomienda mucha ventilación. Este ―Marañon‖ hoy en día ha
sido domesticado y ampliamente cultivado (Costa de Marfil, India y Vietnam los mayores productores), y
es utilizado en las artes culinarias en todo el mundo.
6
De acuerdo con MACNUTT (en MARTIRE D'ANGHIERA 1912: 49), este texto fue publicado por primera vez,
en latín, en 1504.
7
De Angleria luego confunde el Orinoco con el ―Marañon‖ o ―Maragnon‖: Este río está en el borde
Paria… los indios lo llaman Marañon‖ [This river is on the border of Paria… The Indians call this river
Maragnon…‖; MARTYR D'ANGHERA ([Second Decade, Book IX] 1912: 266)].
8
―Porque algunas vezes a suzedido llegar a los puertos de las nuestras Yndias nauios despachados por el
gouernador de la conquista del Marañon con indios del genero del Brasil, con despacho y rejistro del
probehedor y oficiales de nuestra real Hacienda de la di cha conquista del Marañon, diciendo que los
dichos indios son esclauos verdaderos, manda mos que quanto semejantes casos suzedieren las nuestras
audiençias y gouernadores hagan que los dichos indios se pongan en entera libertad, y no los admitan por
esclauos, ni en otra manera, sin que proceda orden nuestra para ello‖; FELIPE IV en LEÓN PINELO (1992:
1875).

143
9
―De estos tres [nombres] goza la preferencia en quanto á la antigüedad el de Marañon, y aunque algunos
Autores pretendan que su imposicion fue posterior á la de los otros dos [Amazonas y Orellana], tanto en
ello, como en la causa que dan para haberle llamado así, se cree que padecieron equivocacion, pues
suponen habersele puesto los Españoles que baxaron con Pedro de Orsua, por los años de 1560, ó de
1559, siendo así que muchos años antes lo tenia ya, porque Pedro Martir de Angleria en sus decadas,
hablando del descubrimiento de la costa del Brasil hecho en el año de 1500 por Vicente Yañez Pinzon,
refiere haber llegado á un rio, cuyo nombre era Marañon. Este libro fue impreso en el año de 1516,
mucho antes que Gonzalo Pizarro emprendiese su descubrimiento y conquista por tierra; y que Francisco
de Orellana lo navegase; con que es sin duda que ya tenia el nombre de Marañon, pero no es facil el
averiguar el tiempo en que se le puso, ni venir en conocimiento de su derivacion…‖ (D.P.E.P. 1797:
quaderno treinta y ocho, carta CXC: 216–217).
10
De acuerdo con (ZÁRATE ([Libro IIII (IV), Cap. IV] 1577: 34; 1700: 211; 1716: 248; 1749: 50; 1862:
495), ―Carbajal... camino por la corriente del Rio, hasta salir por èl à la Mar del Norte, trecientas i veinte i
cinco Leguas de la Isla de Cubagua: i este Rio se llama el Marañon, porque el primero, que descubrió la
Navegación de èl, fue un capitan llamado Marañon. Nasee [el río] en el Perú, en las Faldas de las
Montañas de Quito...‖. Sin embargo, Este escrito no aclara si el ―capitan llamado Marañon‖ descubrió la
navegación de algún río en las cabeceras del Amazonas o si fue alguno de los que acompañaron a Pinzón
en el reconocimiento de su desembocadura.
11
En este texto, para no abultar las referencias, sólo citamos las primeras ediciones de cada obra. Otras
ediciones se citan en la bibliografía. Los siguientes son los textos relevantes de cada una, citando en
algunos casos otras ediciones venezolanas: ―La antiguedad de los nombres, arriba dichos, de Orellana, y
Amazonas, es desde el año de quinietos, y quarenta, en aquellos rios los adquirieron, navegando por el
principal, Orellana. El nombre de Marañon, se impuso veinte años despues, quando los motines de Lope
de Aguirre, que entro con Orsua el año de quinientos y sesenta, y por ser mas antiguo el de Amazonas,
quieren algunos, sea el nombre principal de aquel conjunto de rios, que son tan uno desde sus juntas…‖
(RODRÍGUEZ 1684: 20–21); ―... y al fin de su jornada, y entrada al mar, le llama como vèremos, el
verdadero Marañon; y si es, porque alli fueron mayores las marañas del tirano Aguirre, ò porque lo son
tambien las de sus corrientes encontradas en remolinos, y desebradas en braços de alli podrá subirle su
nombre, como se dixo ya, y que ariba, desde nuestras missiones de los Maynas, se llama corrientemente
Marañon, el rio que mas traginan los misioneros..." (RODRIGUEZ 1684: 95); ―Institulándose [Aguirre]
fuerte caudillo de la nacion Marañona, nombre, que puso á sus soldados, y al rio (llamado hasta entónces
de Orellana, ó Amazonas) por los enredos, y marañas que en él fraguó su maldad...‖ (OVIEDO Y BAÑOS
[Lib. IV, Cap. I] 1723: 175; 1824: 281; 1885: 276; 1992: 156); ―… sus soldados [los de Aguirre] los
Marañones, (nombre inventado entre ellos) y que tenian tratado dias avia, ponersele, por ventura, por las
marañas que cada dia se urdiã en aquel exercito…‖ (SIMON [Capítulo XXIII: 1726: 472; 1963: 363; 1992:
210); ―And now he [Aguirre] gave his soldiers the name of Marañones, a word of his own invention,
which, being equally derived from one of the names of the great river, and from Maraña, a trick, intrigue,

144
or fraud, marks at once the baseness and the obduracy of a mind which, in the midst of murder, could thus
make its profligacy the matter of a jest‖ (SOUTHEY 1812: xxii; 1821: 88); ―Y les dio a sus soldados el
nombre de marañones, palabra de su invención que, derivando por igual de uno de los nombres del gran
río y de maraña, que quiere decir trampa, intriga o fraude, señala de inmediato la bajeza y la obstinacion
de una mente que, en pleno crimen, podia de tal modo burlarse de su propio desenfreno‖ (SOUTHEY 2013:
84); ―... se declaró por cabeza de aquella gabilla de malvados, titulándola marañones, con alusion al rio,
y, segun decia él mismo, á los enredos y marañas en que se hallaban metidos‖ (BARALT 1841: 199); ―It
has long been a question as to the origin of the term Marañon... during my translation of Padre Fray
Simon's voyage of the traitor Lope de Aguirre down this river, I found that in consequence of the
continual marañas, entanglements, treasons, and murders of this sanguinary crew, Aguirre called his
followers "his marañones", from which I conceive the river had its name‖ (BOLLAERT 1866: 106–107,
nota); "... e [Aguirre] pondo-se á testa da cáfila, que chamou dos Maranhões, não só em allusão ao rico
rio em que se achavam, como aos enredos e marahnas em que se tinham mettido" (LISBOA 1866: 149);
―Descartado así de cuantos le hacian sombra, se declaró jefe de la armada, i le reconocieron por tal
cuantos malévolos le acompañaban, á quienes llamaba marañones con alusión al nombre del rio que
zurcaban, i á los enredos i marañas en que estaban metidos, segun el decir del mismo Aguirre" (FERMIN
CEVALLOS 1870: 169); ―…[Aguirre] bautiza la expedición con el nombre de Nacion Marañona, lo que al
decir de historiadores de Venezuela, queria significar, las marañas de que se habia valido para realizar sus
deseos, de aquí el nombre de Marañon dado al gran Amazónas, qu habia visitado ántes de Aguirre el
célebre Orellana" (ROJAS, 1874: 9); ―... Aguirre se proclamó fuerte caudillo de la nacion Marañona, que
Marañon le puso al rio de Amazonas, en el cual urdió sus principales crímenes y se hizo Jefe de la
expedicion...‖ (CALCAÑO 1878: 451); "... Nación Marañona, lo que, según los historiadores de
Venezuela, quería significar las marañas de que se había valido [Aguirre] para realizar sus deseos. De
aquí el nombre de Marañon dado al río descubierto por Orellana (HISPANO 1912: 107); "… Marañones,
as the expeditionaries now began to call themselves, a name derived from the Spanish marañas, intrigues
or plots, and afterwards transferred to the river" (ELLIOTT 1922: 12); "Marañona (Nación). Nombre que
dió Lope de Aguirre, a mediados del siglo XVI, a la expedición que organizó en Venezuela para intentar
de nuevo la conquista del Perú. Según los historiadores venezolanos quería significar las marañas de que
se había valido para realizar sus deseos, y hay quien sostiene que de ahí vino el nombre de Marañon, dado
al gran Amazonas" (VERGARA MARTIN 1922: 240); ―... los Marañones, ya que iban navegando por el
Marañon o, más exactamente como decía con bien meditada malicia, por andar enredados ‗en esta
maraña‘de la cual tenía él, Aguirre, los hilos‖ (PARDO 1975: 110); ―...the term ‗Marañones‘ used by
Aguirre to identify his group comes from the Spanish word ‗maraña‘ which means ‗tangled bush‘ or
‗thicket‘...‖ (BREWER-CARÍAS en DUNGEL 2011: 13).
12
Ver, por ejemplo, una interesante disertación sobre los ríos Amazonas, Marañon, Orellana y Orinoco en
los capítulos VII, VIII, IX y X de la obra DE LEÓN PINELO, ([1560] 1943) que se titulan ―Grandeza y sitio
del Rio Marañon, y a qual pertenece el nombre‖, ―Describese el rio Marañon de la Corona de Portugal‖,

145
―Descripcion del gran rio de San Juan de las Amazonas, Orellana o Marañon de la Corona de Castilla en
sus vocas‖ y Descripcion del gran rio de las Amazonas, Orellana, o Marañon de Castilla, hasta sus
fuentes‖ (DE LEÓN PINELO [1560] 1943: 432–446, 446–454, 454–464 y 464–483, respectivamente).
13
Ver, por ejemplo, ACOSTA ([LIBRO II, CAPÍTULO 6] 1590: 94–95; 1591: folios 61–62; 1608: 94; 1792: 84–
85; 1894: 131–132; negritas de los autores de este ensayo): ―Mas hablandose de rios, con razon pone en
silencio a todos los demas, aquel gran rio, que unos llaman de las Amaçonas, otros Marañon, otros el rio
de Orellana: al qual hallaron, y navegaron los nuestros Españoles, y cierto estoy en duda, si le llame rio, ò
mar. Corre este rio desde las tierras de el Piru... y passando los grandes campos y llanadas del Paytiti, y
del Dorado, y de las Amaçonas, sale en fin al Oceano, y entra en el casi frontero de las Islas,
Margarita, y Trinidad…‖.

146
APÉNDICE VII

LA OBRA DEL PADRE JESUITA CRISTÓBAL DE ACUÑA

Los escritos del padre Jesuita Cristóbal de Acuña (1597–1675) son imprescindibles para el
entendimiento de la historia y la cartografía del río Amazonas y de algunos de sus tributarios,
especialmente el Río Negro. Para interpretarla hay que remontarse al viaje de dos padres franciscanos,
Domingo Brieva y Andrés de Toledo1, desde al alto Amazonas hasta Belém de Pará, quienes teóricamente
fueron los primeros que hicieron este recorrido desde la expedición de Ursúa, luego liderizada por Lope de
Aguirre, de 1560–1561. La llegada de estos franciscanos a los dominios los portugueses, que en ese
entonces eran sujetos del Rey de España, Felipe IV y III de Portugal, precipitó la expedición de Pedro de
Texeira quien, acompañado por el padre Brieva (quien sirvió de guía) logró subir el Amazonas y alcanzar
los dominios españoles, llegando a Quito en 1638. La llegada de los portugueses a Quito originó
inquietudes en las autoridades españolas, las que decidieron que los españoles deberían acompañar a
Texeira en su viaje de retorno a los dominios de Portugal2.
En este momento de la historia surge la figura del padre Acuña, quien fue asignado al descenso de
Texeira por el Amazonas, junto con otro Jesuita, el padre Andrés de Artieda3. La obra de Acuña surge de
sus experiencias en esta travesía.
Del libro de ACUÑA (1641)4, por diversas razones que han expuesto los estudiosos, supuestamente
circularon pocas copias5. No obstante, después de una búsqueda que no podemos llamar exhaustiva, hemos
localizado seis ejemplares en el Internet, de los que proveemos enlaces más adelante; además, ANÓNIMO
(1698) mencionó una copia en la biblioteca del Vaticano, el catálogo de la Biblioteca Nacional de Francia
revela dos ejemplares, y existe un ejemplar en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y otro en
la Biblioteca Houghton de la Universidad de Harvard. También se localizaron dos copias manuscritas,
aunque sólo damos el enlace a la copia de la Biblioteca Nacional de España6.
Un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Brasil:
http://objdigital.bn.br/objdigital2/acervo_digital/div_obrasraras/bndigital0894/bndigital0894.pdf
Otro ejemplar en la Universidad de Oxford (via Google Books):
https://books.google.com/books?id=R28BAAAAQAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=
false
Otro ejemplar en la Biblioteca Nacional de Austria (via Google Books):
https://www.google.com/books/edition/Nuevo_descubrimiento_del_gran_rio_de_las/x2ZUAAAAcAAJ?hl=en&gbpv=1&dq=%22Lo
pe+de+Agurre%22+Orinoco&pg=PA32&printsec=frontcover
Otro ejemplar en la Biblioteca Nacional de Chile:
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-9989.html
Otro ejemplar en la Biblioteca John Carter Brown, con notas manuscritas:
https://archive.org/details/nuevodescubrimie00acua/page/n1/mode/2up?ref=ol&view=theater
Otro ejemplar en excelentes condiciones en la Biblioteca Brasiliana Guita e José Mindlin, São
Paulo:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nuevo_descubrimiento_del_gran_Rio_de_las_Amazonas.pdf

147
Una transcripción manuscrita de la edición de 1641 en la Biblioteca Nacional de España:
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000056584

Le sigue la relación del COMTE DE PAGAN (1655), el conde Blaise François Pagan (1603–1665),
publicada en Paris7, junto con un mapa que discutiremos más Adelante:
https://ia801202.us.archive.org/6/items/relationhistoriq00paga/relationhistoriq00paga.pdf
Existe una re-impresión de la obra de Pagan, indistinguible de la de 1655 (PAGAN 1656), de la que
no hemos podido localizar una copia en Internet. No obstante, encontramos una copia a la venta (€35. )
en Antiquariaat Forum:
https://www.forumrarebooks.com/item/pagan_blaise_francois_de__relation_historique_et_geographique_de_la_grande_rivi_egrave_r
e.html?c=E5FB9A6D8BD3

Luego tenemos el libro del Padre MANUEL RODRÍGUEZ (1684) donde, según ANÓNIMO (en DE LA
CRUZ 1900: 4–5), ―… está íntegro el texto del P. Acuña‖, lo cual reconoció el autor: ―De algunos
historiadores plausibles, de Cedulas Reales muy atentas, de varias informaciones jurídicas, de la Relacion
citada del Padre Acuña, que ha guardado un entendido curioso, y últimamente de relaciones fidedignas, de
los superiores de la Compañía [de Jesús], en la Provincia del Nuevo Reyno, y Quito, que paran en este
archivo de la Procuraduria de Indias en Madrid, se han recogido como de fuentes las noticias estancadas en
esta Historia‖ (RODRIGUEZ 1684: ―Al Lector‖, texto sin numeración).
https://books.google.com/books?id=QEpEWDaBH-
UC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

Poco antes se había publicado la traducción al francés publicada en Paris en 1682 en cuatro tomos8
(ACUÑA 1682).
Tomo I
https://books.google.com/books?id=rdZQAAAAcAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=f
alse
Otra copia de este primer volumen:
https://www.google.com/books/edition/_/7s5LC_WUUGAC?hl=en&gbpv=1
Tomo II:
https://books.google.com/books?id=AbT4NTNKoTsC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=f
alse
Tomo III:
https://books.google.com/books?id=MWJUAAAAcAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f
=false
Tomo IV:
https://books.google.com/books?id=7tZQAAAAcAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=f
alse

Le sigue una traducción al inglés publicada en Londres en 1698, con muchas ―adiciones‖, en el
primer relato de Voyages and Discoveries in South America (ANÓNIMO 1698)9:

148
https://tile.loc.gov/storage-services/service/rbc/rbc0001/2019/2019gen09563/2019gen09563.pdf
Esta traducción estuvo probablemente basada en la edición en francés de 1682 y tampoco incluye
el capítulo III de Acuña sobre Aguirre.
Una transcripción abreviada de la edición de Paris de 1682 fue publicada en Paris en 1716. Este es
un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Holanda (vía Google):
https://books.google.com/books?id=pZJcAAAAcAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=f
alse

Existe también otra obra publicada en Amsterdam (ANÓNIMO 1717), que incluye, en el tercer
volumen, la disertación de ―Mr Gomberville‖ [―Dissertation sur la riviere des Amazones‖] en las páginas
1–47, y una traducción al francés del libro de Acuña [Relation de la Grande Riviere des Amazones dans le
Nuveau Monde] en las páginas el 48–200, ésta basada en la edición de Paris de 1682:
https://books.google.com/books?id=u0J1Dwq_XU8C&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=fa
lse

La siguiente es una traducción al alemán, por un padre jesuita, publicada en Viena (ACUÑA 1729):
http://digital.bibliothek.uni-halle.de/hd/content/structure/1977691

Existe también la traducción al inglés de la edición de 1641 por MARKHAM (1859: 41–134), con
notas de este historiador. Un ejemplar en la Biblioteca de la Universidad de California (vía archive.com):
https://ia800202.us.archive.org/24/items/expeditionsintov00markrich/expeditionsintov00markrich.pdf
Otro ejemplar de la traducción de MARKHAM (1859: 41–134) en la Biblioteca Nacional de Austria
(via Google):
https://books.google.co.uk/books?id=mWcMAAAAIAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&
f=false

La siguiente versión del libro del padre Acuña en español se publicó en Madrid en el segundo
tomo de la ―Colección de libros raros y curiosos que tratan de América‖ (ACUÑA 1891), que incluye una
―Noticia Biográfica‖ en las páginas V–VIII y una ―Noticia Bibliográfica de las ediciones que se han hecho
de esta obra en diversos idiomas‖ en las páginas IX–XI10, ambas sin autoría. El siguiente es un ejemplar en
la Universidad Computense (via Google books):
https://www.google.com/books/edition/Nuevo_descubrimiento_del_gran_rio_de_las/tUJeAAAAcAAJ?hl=en&gbpv=1
Otro ejemplar de la edición de Madrid de 1891 en la Universidad de Stanford:
https://www.google.com/books/edition/Nuevo_descubrimiento_del_gran_rio_de_las/BEQOAAAAIAAJ?hl=en&gbpv=1

Desde ese entonces, la obra de Acuña ha sido publicada en español y en traducciones a varios
idiomas, incluyendo el alemán, francés, italiano y portugués, muy numerosas para citarlas aquí en su
totalidad. Aquí sólo nos gustaría citar una referencia reciente del libro del padre Acuña en portugués, de
distribución gratuita (en LIMA Y COUTINHO 2016: 177–262):
http://funag.gov.br/biblioteca/download/PEDRO-TEIXEIRA_EDICAO-COMPLETA_17_11_V_9_web.pdf

149
Figura 1. Mapa DE PAGAN (1655). Digitalizado y optimizado de una copia en la biblioteca de uno de los
autores (GAR-G)
Una versión de este mapa a mayor resolución se encuentra en:
https://photos.app.goo.gl/1ur36xwFYT1SnfFX9

CARTOGRAFÍA
Los primeros mapas de la cuenca del río Amazonas se basaron, increíblemente, en la obra del
padre Acuña. De acuerdo con una carta transcrita por JIMÉNEZ DE LA ESPADA (1889: 51), ―El P. Cristóbal
de Acuña habló á su S. M. y presentó un mapa de lo que vió‖. Se ignora a dónde fue a parar este mapa. No
obstante, ya en 1655, el conde de Pagan, quien ya hemos mencionado, publica su mapa del Amazonas
(―Magni Amazoni Fluvii, in Ammerica Meridionale, nova delieatio‖; Figura 1 de este apéndice), el que
sin duda se basó en la información contenida en ACUÑA (1641). Aunque adolece de muchos errores
cartográficos, se considera uno de los más notables mapas del Amazonas (CINTRA 2011).
Ya para el siguiente año, el cartógrafo francés Nicolas Sanson comienza a publicar una serie de al
menos cinco mapas increíblemente precisos en su cartografía (CINTRA Y DE OLIVEIRA 2014). Otros
cartógrafos citan a Acuña en sus mapas (e.g., ver el mapa de L‘Isle de 1742, que citamos de último en este
apéndice)

150
Mapa de Sanson 1656: ―Le Perou et lr cours de la Riviere Amazone‖
https://www.raremaps.com/gallery/detail/50490/le-perou-et-le-cours-de-la-riviere-amazone-1656-sanson
Map of Sanson 1657: ―Le Perou et le cours de la Rivre Amazone‖:
https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~295215~90066302:Le-Perou,-et-le-cours-de-la-Rivre-
A?sort=Pub_List_No_InitialSort%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No&qvq=q:sanson%20perou;sort:Pub_List_No_InitialS
ort%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No;lc:RUMSEY~8~1&mi=0&trs=9

Map of Sanson 1698: ―The course of the River of Amazons‖:


https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~5555~115901222:The-Course-of-the-River-of-Amazons-
?qvq=q:amazon&mi=32&trs=89

Mapa de Sanson 1699: ―Le Perou‖:


https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~280896~90053734:Bolivia,-Peru,-Brazil,-and-Ecuador-
?sort=Pub_List_No_InitialSort%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No&qvq=q:sanson%20perou;sort:Pub_List_No_InitialSor
t%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No;lc:RUMSEY~8~1&mi=8&trs=9

Mapa de Sanson 1680: ―Le Cours de la Riviere des Amazones‖:


https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~2664~101209:Le-cours-de-la-rivi%C3%83%C2%A8re-des-
Amazone?qvq=q:sanson&mi=16&trs=107#

Mapa de G. de L‘Isle 1742: Carte de la Terre Ferme du Perou, du Bresil et du Pays des Amazones
[Dressée sur les Descriptions de Herrera, de Laet, es des P.P. d‘Acuña, et M. Rodriguez, et sur plusieurs
Relations et Observations posterieures]
https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~31259~1150288:Terre-Ferme,-Perou,-Bresil,-et-du-
p?sort=Pub_List_No_InitialSort%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No&qvq=q:sanson%20perou;sort:Pub_List_No_InitialS
ort%2CPub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No;lc:RUMSEY~8~1&mi=6&trs=9

NOTAS
1
El viaje de los padres franciscanos Domingo Brieva y Andrés de Toledo lo han relatado varios autores, de
los que JIMÉNEZ DE LA ESPADA (1889: 5–50) hizo un excelente recuento. De estos, vale destacar
MALDONADO (ca. 1642), que no ha sido transcrito (ver enlace de Internet en el listado de la bibliografía
de este apéndice, que lleva a un ejemplar del la Relación de Maldonado, a la venta por un poco más de un
cuarto de millón de dólares de EEUU), y la relación escrita por DE LA CRUZ (1885, 1900). Además, se
deben citar también a DE VELASCO (1789: 183–189), a COMPTE (1883: 49–57), DE ALÁCANO (1885) y DE
ROJAS (1942). Hay que enfatizar que ninguno de los relatos de este viaje llegó a alcanzar el nivel de
detalle, en cuanto a geografía, etnología, e historia natural, que tuvo el libro de Acuña.
2
El viaje de Texeira está muy bien documentado en JIMÉNEZ DE LA ESPADA (1889); ver también varios
capítulos dedicados a este viaje en LIMA Y COUTINHO (2016); sobre la cartografía derivada de este viaje,
ver JIMÉNEZ DE LA ESPADA (2020).
3
El padre Brieva, quien ya hemos mencionado, se ―coló‖ (a pesar de instrucciones que se lo prohibían) a la
expedición de Texeira bajando el Amazonas hasta llegar a San Luis de Marañon, para luego viajar a
España vía Lisboa (ALÁCANO 1886: 47).

151
4
La edición príncipe del libro de ACUÑA (1641), está numerada en folios, cada uno de dos páginas, con la
numeración de los folios colocada en el verso de las páginas, comenzando en la ―RELACION‖; por un
error de imprenta, hay dos folios ―1 ‖, el primero de ellos siendo en realidad el ―9‖.
5
Este argumento lo tomamos de la introducción de ANÓNIMO (1698: iv–v): ―... The revolutions of Portugal
in 1641, which occasion’d the loss of all Brazil; and the colonies of Para, at the mouth of the river of
Amazons from the Spaniards, were the cause of this Relation [el libro de acuña] being suppress’d both in
Spain and America, left being of no use to the Spaniards, the Portuguez might make too great Advantage
of it: Thus the copies of it became so scarce, that the Editor of the french translation says, there was not
one single book any where to be had, except that the Translator (M. Gomberbille of the French Academy)
made use of, and perhaps there might be another in the Vatican Library; for Philip the Fourth had taken
all possible care to get and destroy most of the printed Copies in Europe and West Indies‖.
6
La otra transcripción manuscrita está en la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana a la que el
público no tiene acceso digital. También localizamos, en la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana
(ex Biblioteca de Bernardo Mendel (Sobre Mendel, ver BADAWI 2017), un ejemplar del ―Memorial,
presentado en el Real Consejo de Indias, sobre el dicho descubrimiento, después de la rebelión de
Portugal‖, que ocupa los folios 43–46 (ocho páginas) en la edición príncipe del libro del padre Acuña,
está vez en cuatro páginas impresas, sin fecha o autor, encuadernada junto con otros documentos. En
ACUÑA (1891: VII) se incluye la siguiente nota anónima: ―Don Marcos Jiménez de la Espada, en los
excelentes preliminares con que en 1880 ilustró la publicación del manuscrito, de autor anónimo, titulado
Viaje del capitán Pedro Texeira aguas arriba del rio de las Amazonas (1638–39); trae algunas
referencias á personajes citados por el Padre Acuña, y copiándola de Antonio de León Pinelo, dice que
antes de publicar la relación extensa, dió el mismo Padre Acuña otra á luz, muy breve, la cual califica de
rarísima. Es probable que Pinelo se refiriese al Memorial que va al fin de este volumen, pues
efectivamente se debió publicar en Madrid, sin año de impresión, antes de publicarse con el libro. En el
Catalogue Raisonné d’une precieuse collection de libres… sur L’Ameriqué… Redigé por Ch. Leclerc.
Paris MDCCCLXVII.—Pág. 4, se cita dicho Memorial como una obra independiente del libro extenso‖.
El ejemplar del Memorial en la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana pareciera ser esta rarísima
obra.
7
Encontramos esta crítica al texto de Pagan en ANÓNIMO (1698: v–vi): ―In the year 1655 the count of
Pagan, Master of the Artillery, presented to Mazarine Proposals for conquering and planting this great
river; but the Cardinal being involv’d in Domestick Troubles, was not at leisure to push on the enterprize,
tho it had been first started by that eminent Minister himself. This discourse of Monsieur Pagan is
extracted for the most part out of Acugna, and is a sort of Paraphase upon him, full of Digressions, and
not comparable to the Original it self, which is more uniform and autentick, containing abundance of
remarkable Observations, not mentioned by Pagan nor any other copist whatsoever. The Cardinal
[Mazarine] was once resolved to plant five several colonies; the first in the Isle of the Sun, to guard the
best Entrance into the Mouth of the Amazone; the second on the Bosphore or Strait, to keep the passage;

152
the third on the points of the Rio Negro; the fourth on the Zuanes near the golden Mines; the last on the
mouth of the Maragnon, to watch over the Spanish Frontier on that side of the Andes: this was the Plan
of his Design".
8
―Avec une Dissertation sur la Riviere des Amazones pour servir de Preface‖ de ―Mr Gomberville‖, Marin
le Roy de Gomberville (1600–1674), en las 101 páginas del primer tomo, las dos últimas de éstas
constituyen una errata; la relación de Acuña en tomos II–VI y el mapa de Nicholas Sanson (1600–1667),
―Le Cours de la Riviere des Amazones‘‘, inserto al principio de algunas copias del segundo tomo. Por
alguna razón desconocida, esta traducción no incluye el [capítulo] III de Acuña ["entra por este rio el
tirano Lope de Aguirre"].
9
―A relation of the Great River of Amazons in South America—Containing all the particulars of Father
Christopher d‘Acugna‘s Voyage, made at the command of the King of Spain‖, en las páginas 1–190; el
viaje Ursua [―Urſua‖] en los capítulos IX–X, páginas 22–27, con considerables errores, e.g., ―soon after
her death [la muerte de la hija de Aguirre] he was taken and carried priſoner to the Iſland La Trinidada,
where he had conſiderable Eſtate. His Proceſs was made, and he condemn‘d to be quarter‘d; he was
publickly executed, his houſes raz‘d to the ground, and the places where they ſtood ſow‘d with Salt, as
may be ſeen to this day‖ (ANÓNIMO 1698: 27). Esta relación de la muerte de Aguirre tal vez sea una mala
interpretación del texto de ACUÑA (1641: folio 2, página 1): ―… [Aguirre] vino a desembocar por la costa
en frente de la isla de la Trinidad, en Tierra Firme de las Indias de Castilla. Donde por orden de su
Magestad le quitaron la vida, y le sembraron las casas de Sal, que oy dia se muestran en aquellas partes‖.
Esta traducción Incluye una copia en inglés del famoso mapa del curso del río Amazonas [The Course of
the River of Amazons‖] de Sanson [―Geographer in Ordinary to the French King‖].
10
En la página IX incluye la siguiente nota: ―Segunda [edición]: En Madrid 1659, citada por Wat. No hay
noticia de ningún ejemplar‖.

BIBLIOGRAFÍA
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impresor, Madrid.
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154
_____. 1961. Relación del Descubrimiento del Rio de las Amazonas. Núcelo del Azuay de la Casas de la
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MARKHAM, C. R. 1859. Expeditions into the Valley of the Amazons 1539, 1540, 1639. The Hakluyt Society,
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OCHOA, E. DE. 1844. Catálogo Razonado de los Manuscritos Españoles Exsitentes en la Biblioteca Real de
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PAGAN, B. F. [COMTE DE PAGAN]. 1655. Relation Historiqve et Geographiqve, de la Grande Riviere des
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Carte d'icelle Riviere, & de ses Provinces]. Cardin Besongne, Paris.
_____. PAGAN, B. F. [COMTE DE PAGAN]. 1656. Relation Historiqve et Geographiqve, de la Grande Riviere
des Amazones dans l'Amerique [Extraicte de divers Autheurs, & reduitte en meilleure forme. Avec
la Carte d'icelle Riviere, & de ses Provinces]. Cardin Besongne, Paris.
_____. 1663. An Historical & Geographical Description of the Great Country & River of the Amazones in
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and of its Provinces, being that place which Sr Walter Rawleigh Intended to conquer and plant,
when he made his Voyage to Guiana ... translated into English by William Hamilton]. John
Starkey, London.
https://quod.lib.umich.edu/e/eebo/A90519.0001.001/1:8?rgn=div1;view=fulltext

PONCE, V. M. 1990. The One True Way. South American Explorer 26, 30–34.

RODRIGUEZ VILLA, A. 1882. Noticia Biográfica de Don Sebastian Fernandez de Medrano. Manuel G.
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SOLER JARDÓN, F. 1947. [Rosa Arciniegas] Dos rebeldes españoles en el Perú (reseña). Revista de Indias 8:
28.
VELASCO, J. DE. 1789. Historia del Reino de Quito en la America Meridional tomo III, y parte III [que
comprende la Historia Moderna]. Imprenta del Gobierno, Quito.

155
APÉNDICE VIII1

LOS MAPAS DEL PADRE SAMUEL FRITZ: UNA CONTRIBUCIÓN A LA CARTOGRAFÍA DEL RÍO

AMAZONAS

El presente apéndice no trata de repetir lo mucho que se ha relatado sobre la vida y los mapas del
padre jesuita Samuel Fritz (1654–1730), quien aparece en numerosas referencias bibliográficas2, de las
cuales, algunas citaremos más adelante, y se hace énfasis en las poco citadas. Aprovechando la tecnología a
nuestro alcance, proporcionamos los enlaces en el Internet a sus mapas3, y a los derivados de ellos, todos
los que han sido publicados y, que en la mayoría de los casos, se muestran a una escala sin mucho detalle,
lo que imposibilita su comparación.

NOTAS BIOGRÁFICAS
Diversas notas biográficas del padre Fritz han sido publicadas en las presentaciones de su diario
extraído de Noticias Auténticas del Río Marañon4 (FRITZ 1918, 1997), o de un documento en los archivos
de la Biblioteca Pública de Evora, Portugal (FRITZ 1922) o en las discusiones de sus mapas, que citaremos
más adelante. Otras notas fueron publicadas por JUAN Y DE ULLOA (1748: 525–526; 373–378)5, VELASCO
(1842: 218–219), RAIMONDI (1876: 228–233), CHANTRE Y HERRERA (1901: 296–300), HANTZSCH (1904) y
DE ALMEIDA (2013). MEDINA (1904: XIX–XXVI) inserta en su obra dos documentos sobre las actividades
del padre Fritz en el Amazonas y citas dos de sus cartas escritas una el 20 de agosto de 1685 y la otra el 17
de septiembre del mismo año (FRITZ 1726a, 1926b, respectivamente).
El padre jesuita Guillelmo d‘Etré relató los últimos días de la vida del padre Fritz:
―… recibì un expresso del Padre Samuèl Fritz, Missionero de los Xeberos… Me
daba à conocer, que tenia un secreto presentimiento de su cercana muerte, y me rogaba
que fuese à assistirle. En efecto, parece que esperaba solamente mi llegada, para ir à
recibir el premio de sus trabajos. Hizo conmigo una confession general de toda su vida:
dijo Missa, como solìa todos los dias, el dia de San Joseph, y platicò à sus Indios,
dándoles à conocer, que sería esta la ultima vez, que les hablarìa; y que se despedia de
ellos para la etenidad. El dia siguiente por la mañana, estando yo ocupado en la Iglesia en
oìr confessiones, fuì avisado, que haviendose llamado fuertemente à la puerta del Padre,
no respondia. Fuì allà, y le hallè sentado, y vestido, pero sin vida, y me pareció, que
acavaba de expirar. Le hice vestir con los Ornamentos Sacerdotales, y quedo su cuerpo en
la sala, hasta que le hice los Oficios…. murió en la edad de 75 años… El formò el Mapa
del curso del Rio Marañon, que fuè gravado en Parìs… Era Arquitecto, Carpintero,
Escultor, y Pintor. Tenemos en muchas Iglesias algunas pinturas suyas, que no serìan
despreciadas en Europa…‖ (D‘ETRÉ 1756: 61–63)6.

LOS MAPAS
Encontramos notas sobre su mapa grabado en Quito y en los subsecuentes publicados en
las Cartas Edificantes en LA CONDAMINE (1751a: 191–192), SARMIENTO (1732: 237–239)7, RAIMONDI

156
(1876: 232–233), CAETANO DA SILVA (1895: 136–140, en el contexto del río Oyapoc) y MEDINA (1904:
XI–XII), entre otros.
Las discusiones de la cartografía del Amazonas de Samuel Fritz en LA CONDAMINE (1745: 13–15,
82, 116; 1751: 191–192)8, JIMÉNEZ DE LA ESPADA (en MARONI 1892: 69–72), GARCIA (1942), LATORRE
(1988: 37–47), DE ALMEIDA (2003a, b), CUESTA DOMINGO (2012) y DIAS (2012). Su valor histórico-
cartográfico, comparado con mapas anteriores, en VELASCO (1842: 187–188; erró en la fecha del mapa
grabado de Fritz, dándole la de 1709) y CORTESÃO (1965: 416–419, incluyendo la nota 2; 2016).
Los mapas del padre Fritz que se encuentran en el Internet se pueden dividir en cuatro categorías:
el mapa manuscrito de 1691, el mapa grabado en Quito en 1707, al menos las cuatro diferentes versiones
que acompañaron ―La descripción abreviada del río Marañon, y de las misiones establecidas en sus
contornos—sacada de una de una memoria española del padre Samuel Fritz‖, que aparentemente fueron
publicados por primera vez en FRITZ (1717 [primera versión en francés], 1726c [en alemán], 1755 [en
español], 1819 [segunda versión en francés])9. De estas cuatro versiones, la grabada en español parece ser
la más escasa, y sólo pudimos localizar una copia. La cuarta categoría incluye los mapas que se basaron en
alguno de los mapas de Fritz, en los casos en que se hace referencia explícita a su cartografía. La única
excepción a esta regla es el mapa titulado Provincia Quitensis, publicado en 1751, elaborado por los padres
jesuitas Carlos Brentano y Nicolás de la Torre (ver enlaces más adelante), los que es dudoso que no hayan
utilizado la cartografía del padre Fritz.

Mapa manuscrito atribuido a Fritz (ALMEIDA 2013a) en la Biblioteca Nacional de Francia, portal
Gallica:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b85967536/f1.item
Del mapa manuscrito de Fritz que tiene fecha de 1691, encontramos en LA CONDAMINE (1751:
192): ―El original del Padre Fritz, en el que los grados del gran círculo son casi una pulgada, felizmente
cayó en mis manos, en vísperas de ser consumido por completo por el clima, la humedad y los insectos, que
destruyen todo en los países cálidos; Estoy en deuda con R. P. Nicolas Sindher, jesuita bávaro, superior de
las misiones de Mainas, cuyo celo y trabajo acortaron sus días: mi deseo es depositarlo en la Biblioteca del
Rey una vez [que] haya publicado mi gran mapa10‖; CAETANO DA SILVA (1895: 136) añadió, ―… ―… el
precioso ejemplar, posiblemente único, del mapa original de Fritz, conservado en la Biblioteca Imperial de
París‖11. ANÓNIMO (1960: 118) citó un ejemplar en la Biblioteca Pública de Evora. De acuerdo con
JIMÉNEZ DE LA ESPADA (en MARONI 1893: 70, nota 1), este mapa mide 1.19 X 0.54 m.
Mapa manuscrito de Fritz de 1691 en la Biblioteca Nacional de Francia, en el portal Gallica12:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b72002640/f1.item

Del mapa de Fritz grabado en Quito en 1707 aparentemente circularon muy pocas copias.
SARMIENTO (1732: 237), refiriéndose a este mapa de Fritz, comentó ―… se remitió aquel Mapa, hecho en
1707 en Quito, para que en nombre de toda la Provincia se presentasse à nuestro Rey… Hizose assi,
concurriendo la Real Audiencia. Repartieronse otras Mapas à varias partes. Algunos de ellos vinieron al
Colegio Imperial de esta Corte…‖. JUAN Y DE ULLOA (1748: 526) comentó sobre la elaboración y precisión

157
de dicho mapa: ―… aunque su exactitud no fuesse tanta como podía desearse, por haver carecido este Padre
de Instrumentos adecuados, para observar las Latitudes, y Longitudes de los parages más principales;
conocer la dirección de los Rios; y determinar las distancias, que sus Aguas corren en cada una, con todo
fue acreedor de la mayor estimación; porque hasta entonces no se havia hecho otra, donde se viesse el
origen, y curso de todos los que se juntan en aquella anchurosa Madres, y el camino que por esta hacen sus
Aguas hasta salir al Mar‖. JIMÉNEZ DE LA ESPADA (en MARONI 1893: 70) mencionó el ―… único [ejemplar
del mapa de Fritz de 1707] que se conserva en el Depósito Hidrográfico de Madrid y creo que en España
exista…‖ aunque, luego, en la misma página, dijo ―Supe también… que la Biblioteca Nacional de París
posee dos ejemplares del la edición de Quito‖. Sin embargo, el portal Gallica, de la Biblioteca Nacional de
Francia, sólo muestra un solo ejemplar. GONZÁLEZ PALENCIA (XXXII, nota 1, en DE ALSEDO Y HERRERA
1915) citó un ejemplar en el Museo Británico, el cual no hemos podido localizar en el Internet.

Mapa grabado en Quito en 1707. Ejemplar en la Biblioteca Nacional de Francia, portal Gallica:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8446616z/f1.item.zoom

Otra copia del mapa de Fritz grabado en Quito en 1707 en la Biblioteca Nacional de Rio de
Janeiro (reproducido en CINTRA Y FURTADO 2011: 298 y en LIMA Y COUTINHO 2016: 514):
https://www.wdl.org/es/item/1137/view/1/1/
Tal vez una de las mejores copias del mapa de Fritz de 1707 vendido recientemente en Barry
Lawrence Ruderman Antique Maps Inc.:
https://www.raremaps.com/gallery/detail/56849hs/el-gran-rio-maranon-o-amazonas-con-la-mission-de-la-compania-fritz

De uno de los mapas ―simplificados‖, publicados en diversas divulgaciones jesuíticas, dijo


SARMIENTO (1732: 238), ―En el tomo 12 de estas Cartas Edificantes (pag. 212), està el compendio en
Francès, de la Relación Castellana del Padre Fritz, y el mapa; no el Mapa que se abrió en Quito. Este es
incomodo para aquellos Tomitos. Es el mismo Mapa de Quito, pero diminuto, contrahido, ò estrechado à
menores dimensiones; y abierto en Parìs por uno de los tantos buriladores que hai en aquel lugar‖.
Primera versión del mapa de Fritz grabado en Francia, y publicado por primera vez en 1717.
Nótese que los paralelos 12–14 al sur del Ecuador están mal rotulados (hay dos paralelos ―12‖, y el ―13‖ y
―14‖ deberían ser ―14‖ y ―15‖, respectivamente). Ejemplar en la casa de subastas Barry Lawrence
Ruderman Antique Maps Inc.:
https://www.raremaps.com/gallery/detail/25259/cours-de-fleuve-maragnon-autre-dit-des-amazones-par-le-samue-fritz
Otro ejemplar del mismo mapa en la Biblioteca Nacional de Francia, en el portal Gallica. En este
ejemplar en particular está oculta, por el montaje, la numeración de los paralelos, tanto al N como al S del
Ecuador, a ambos lados del mapa, y la de los meridianos al sur del Ecuador):
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8446618s/f1.item.r=samuel%20fritz.zoom
Un ejemplar del mismo mapa en la Biblioteca John Carter Brown:
https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~6172~115902290:Cours-du-fleuve-Maragnon-autrement-
?sort=Publisher%2CTitle&qvq=w4s:/where%2FSouth%2BAmerica;sort:Publisher%2CTitle&mi=395&trs=569

Otro ejemplar del mismo mapa en la Biblioteca John Carter Brown:

158
https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~6172~115902290:Cours-du-fleuve-Maragnon-autrement-
?sort=Publisher%2CTitle&qvq=w4s:/where%2FSouth%2BAmerica;sort:Publisher%2CTitle&mi=545&trs=569
El mismo mapa en colores en la casa de subastas Old World Auctions:
https://www.oldworldauctions.com/catalog/lot/101/243

Mapa de Fritz grabado en alemán y publicado en 1726, de la Biblioteca John Carter Brown:
https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~2184~109790001:Strom-
Maragnon?qvq=q:samuel%20fritz&mi=0&trs=2
Otra copia del mapa grabado en alemán en Geographicus, Rare Antique Maps:
https://www.geographicus.com/P/AntiqueMap/amazon-stocklein-1728
Otra copia del mapa grabado en alemán en la Biblioteca Virtual Banco de la República, Colombia:
https://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll13/id/535

Mapa grabado en español y publicado en Fritz (1755, 1757). Nótese que la cartela indica que fue
―Corregido por el S.r. Condamine d[e] la Academia d[e] las Cienc.s‖13. No aparece en la copia del Internet
del volumen de las Cartas Edificantes de 1755, aunque está citado en el índice; está en la copia del
volumen de 1757, aunque no fue desplegado durante la digitalización. Las dos copias de las Cartas… en el
Internet están basadas en sendos ejemplares en la Universidad Complutense de Madrid. Este ejemplar, el
único que hemos podido localizar, fue vendido hace unos años en todocoleccion:

https://en.todocoleccion.net/art-cartography/mapa-curso-rio-maranon-rio-amazonas-gonzalez-ft-m-ano-
1757~x31949217#sobre_el_lote

Segunda versión del mapa de Fritz grabado en francés. Corrige el error en la rotulación de los
paralelos de la primera versión. Ejemplar en Barry Lawrence Ruderman Antique Maps Inc.:
https://www.oldworldauctions.com/catalog/lot/125/397
Otra copia del mismo mapa en La Universidad de Loyola, Chicago:
http://www.lib.luc.edu/specialcollections/files/original/001_lettres_edifiantes_map__5d7e5eab4e.jpg

Mapa atribuido a Fritz con fecha de 1701 en la Biblioteca Nacional de Francia, portal Gallica.
Según LATORRE (1988: 191), ―no parece que sea un mapa de mano del P. Fritz, pues la letra no es la
misma… El diseño general es muy parecido al original de 1691 y aun gana en nitidez‖:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b53009302b/f1.item.r=samuel%20fritz.zoom

Mapa grabado y basado en el de Fritz atribuido a D‘Anville. Nótese la similaridad con el mapa de
la Condamine, que le sigue. Ejemplar en la Biblioteca Nacional de Francia, en el portal Gallica:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8596752s

Mapa de LA CONDAMINE (1745). Digitalizado y optimizado de una copia en la biblioteca de unos


de los autores (GAR-G)14:
https://photos.app.goo.gl/x9sCX4TvBbeWCRBH7

Mapa manuscrito aparentemente basado en el de Fritz de 1707. No tiene autoría. Sin embargo, en
una nota, se puede leer ―Le cours du Fleuve et les noms des lieux suivant la carte du Pere Samuel Frits sont
marqués en jaune‖. Ejemplar en la Biblioteca Nacional de Francia, portal Gallica:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b530647094

159
Mapa manuscrito aparentemente basado en parte el de Fritz de 1707. No tiene autoría, pero en una
nota se puede leer que fue ―Dressé sur celuy15, du Pere Samuel fritz publié a Quito en 1707 et sur queslques
autres memoires et voyages nouveaux—Quito may 1737… sur l‘original communiqué par l‘Academie des
Sciences‖. Suponemos que fue trazado originalmente por uno de los participantes franceses en la
expedición geodésica que midió la longitud de un grado de latitud en el Ecuador16. Ejemplar En la
Biblioteca Nacional de Francia, portal Gallica:
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b53121773b

Mapa grabado en inglés, basado en el mapa de Fritz de 1707, publicado en COOKE (1712; ver
―Account of the River [Amazon] in the the new Map‖ en las páginas 248–249; en la copia de esta obra que
consultamos, el mapa está inserto entre éstas). Ejemplar en la Biblioteca John Carter Brown:
https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~6217~115902383:The-Great-River-Mara%C3%B1on-or-of-ye-
Am?qvq=q:samuel%20fritz&mi=1&trs=2

Otro mapa en inglés, basado en el mapa de Fritz, grabado por y publicado por MOLL (1716).
Ejemplar en la Universidad de Michigan:
https://quod.lib.umich.edu/w/wcl1ic/x-
5469/WCL005546?lastkey=wcl1ic_su;lastpage=browse;lastvalue=am;size=50;start=1;subview=detail;view=entry
Otra copia del mismo mapa. Ejemplar en la Biblioteca de la Universidad de Yale:
https://collections.library.yale.edu/catalog/2039988

El mapa titulado Provincia Quitensis…, con fecha de 1751, el que sin duda se basa al menos
parcialmente en la cartografía del padre Fritz. Ver TACONNI (2020) sobre el viaje de los padres Jesuitas
Carlos Brentano y Nicolás de la Torre desde Quito hasta Pará en 1748 y el papel que jugaron en su
elaboración. Ejemplar en la Biblioteca John Carter Brown:
https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/detail/JCBMAPS~1~1~4325~102388:Provincia-Quitensis-Societatis-
Iesu?qvq=q:provincia%20quitensis&mi=0&trs=1#
Otro ejemplar de Provincia Quitensis… (1751), coloreado. Ejemplar que fue vendido en Barry
Lawrence Ruderman Antique Maps Inc.:
https://www.raremaps.com/gallery/detail/34033/provincia-quitensis-societatis-iesu-in-america-topographic-petroschi-brentano

Mapa en DE ALSEDO Y HERRERA (1766). Este manuscrito inédito incluye un mapa probablemente
basado en el de Fritz de 1691 (ver mapa en la página 7 e ―Ynscripcion de la lamina del P. Samuel Fritz‖ en
la 69 de secuencia del manuscrito):
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000129885&page=1
La versión publicada en DE ALSEDO Y HERRERA (1915). El mapa está inserto inmediatamente
antes del inicio de la transcripción del texto; la ―Inscripción de la lámina del P. Samuel Fritz‖ en las
páginas 67–68. Ejemplar en la Biblioteca de la Universidad de Michigan:
https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=mdp.39015010692138&view=1up&seq=17

NOTAS
1
Compilamos este apéndice dada la relevancia de la cartografía del padre Jesuita Samuel Fritz en la historia

160
del río Amazonas.
2
De todas las referencias que citamos en el texto, recomendamos al lector ALMEIDA (2013b), tal vez el más
comprehensivo estudio de los mapas del padre Fritz, que contiene una extensa bibliografía en sus pies de
páginas.
3
Existe un mapa atribuido a Fritz por ALMEIDA (2013: 114, Figura 1; ver también página 119: nota 5), con
fecha de 1689. Una fotocopia existe en el Archivum Romanum Societatis Jesu; el original está extraviado
desde 1925 (ANÓNIMO 1960: 118; DE ALMEIDA 2013: 119, nota 5). No logramos localizar la fotocopia en
Internet.
4
Atribuidas al padre PABLO MARONI (1889–1892; 1892, 1988).
5
JUAN Y DE ULLOA (1826: 376) tuvieron ―… en posesión de la relación original del Padre Fritz, la qual
conseguimos en Quito de los archivos de la Compañía por lo perteneciente á misiones de Maynas‖.
6
Este texto es parte de una carta del padre D‘Etré al también padre jesuita Joseph du Chambge, con fecha
Cuenca 1 de junio de 1731. El texto transcrito se tomó del décimo cuarto volumen de las Cartas
Edificantes y Curiosas… Dicha carta fue publicada en francés en D‘ETRÉ [DÉETRÉ] (1738, 1819, 1835)
con algunos detalles no incluidos en la traducción al español. Por ejemplo, en D‘ETRÉ (1738: 352),
refiriéndose al Río Negro, el autor escribió ―… grande Riviere que vous trouverez dans la Carte de
Maragnon, que je vous envoyai il y a plusieurs années, & 1ui depuis a été gravée à Paris, & inserée dans
le XII. Tome des Lettres édifiantes & curieuses‖, donde, afectivamente, aparece por primera vez la
primera versión del primer mapa de Fritz grabado en francés. Rodríguez Castelo (en FRITZ 1997: 70, nota
13) hace referencias a citas bibliográficas más recientes de la carta de D‘Etré.
7
Entre sus críticas al Theatro Critico Universal del padre benedictino Benito Geronymo Feijoo. La obra de
Sarmiento fue re-impresa en 1739, 1753 y 1779, que aquí no citamos, para no abultar la bibliografía.
8
La Condamine detalló las limitaciones que enfrentó del padre Fritz en su levantamiento cartográfico del
río Amazonas: ―… le Pere Fritz, sans Pendule & sans Lunette, n‘a pu déterminer aucun point en
Longitude. Il n‘avoit qu‘un petit demi-cercle de bois, de trois punces de rayon pour les Latitudes; enfin il
étoit malade quand il descendit le fleuve jusq‘au Para. Il ne faut que lire son Journal manuscrit dont j‘ai
une copie, pour voir que plusieurs obstacles, alors & à son retour à sa mission, ne lui permirent pas de
faire les observations nécessaires pour render sa Carte exacte, fur-tout ves la partie infériuere du fleuve‖
(LA CONDAMINE 1745: 14–15); ―… el padre Fritz, sin péndulo y sin telescopio [―anteojo‖ en esta
traducción al español], no pudo determinar la longitud de ningun punto. No tenía más que un pequeño
semicírculo de madera, de tres pulgadas de radio, para las latitudes, y, por añadidura, estaba enfermo
cuando descendió por el río hasta Pará. Basta leer su diario manuscrito, del cual tengo una copia, para ver
que muchos obstáculos, a la ida y al regreso a su misión, no le permitieron hacer las observaciones
necesarias para trazar con exactitud su mapa, sobre todo en la parte inferior del río‖ (LA CONDAMINE
1921: 17).
9
La primera versión en francés se publicó varias veces en las Lettres édifiantes et curieuses, al menos en
FRITZ (1741, 1781). Decimos ―al menos‖ porque en algunos casos en que se publicó el ensayo sobre el

161
―Maragnon‖ (i.e., Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand
fleuve…), las copias de las Lettres disponibles en el Internet no incluyen el mapa (e.g., FRITZ 1810); no
obstante, no se sabe si el mapa estaba originalmente incluido y posteriormente removido o si simplemente
no fue digitalizado. Como lo relatamos en el texto, tal es el caso con la segunda versión del mapa de Fritz
grabado en francés, que aparentemente fue publicado por primera vez en FRITZ (1819); de las dos copias
de esta revista en el Internet, sólo una incluye el mapa. Igual ocurre con la versión grabada en español: no
aparece en Fritz (1755) pero sí en Fritz (1757), aunque no desplegado.
10
Este es el texto original en francés: ―L‘original du P. Fritz, où les degrés de grand cercle ont près d‘un
pouce, m‘est tombé heureusement entre les mains, à la veille d‘être entièrement consumé par le temps,
l‘humidité & les insectes, que détruisent tout dans les pays chauds; j‘en suis redevable au R. P. Nicolas
Sindher, Jésuite bavarois, Supérieur des missions de Mainas, dont le zèle & les travaux ont abrégé les
jours: mon dessein est de le déposer à la Bibliothèque du Roi…‖ (LA CONDAMINE 1751a: 192). La
condamine también tuvo una copia del diario del padre Fritz. Ver nota 6 (i.e., ―… son Journal manuscrit
dont j’ai une copie…‖ (LA CONDAMINE 1745: 14); ―…su diario manuscrito, del cual tengo una copia…‖
(LA CONDAMINE 1921: 17). Ver el interesante ensayo de SAFIER (2009) sobre el viaje de la Condamine.
11
Este es el texto original en francés: ―…le précieux exemplaire, peut-être unique, de la carte originale de
Fritz, conservé à la Bibliothèque Impériale de Paris‖ (CAETANO DA SILVA 1895: 136).
12
De acuerdo con ALMEIDA (2013a: 119, nota 12; 2013b: 147, nota 43), este mapa de Fritz (i.e., el de
1691) hace unos años había desaparecido de la Biblioteca Nacional de Francia, pero evidentemente fue
encontrado y digitalizado.
13
ALMEIDA (2013b: 142), hizo el siguiente comentario sobre el texto de esta cartela: ―… the reference to
La Condamine is flase, because the map is identical to the French and German versions, published before
La Condamine‘s expedition…‖; ―… la referencia a la Condamine es falsa, porque el mapa es idéntico a
las versiones en francés y alemán, [estos] publicados antes de la expedición de la Condamine...‖.
14
Existe otra versión de este mapa, grabado por Jacques Nicolas Bellin, y publicado en la serie L’Histoire
Generale des Voyages de Antoine-François Prevost, entre 1747 y 1780. El siguiente ejemplar, en
Classical Images—Antiquarian Mapas, Prints & Books, indica que fue publicado en ―Tom. XIII in 4o No.
13‖ y ―Tome 12 in 8o page 79‖ de esta serie, en 1750, que los autores de este ensayo no han podido
localizar:
https://www.classicalimages.com/products/1750-bellin-condamine-antique-map-the-course-of-the-amazon-river-south-america
15
Grafía en francés antiguo de celui.
16
De acuerdo con LA CONDAMINE (1751b: 66), ―…la Ligne équinoctiale, par nos observations des soltices
de Décembre 1736 & Juin 1737…‖ y luego, en LA CONDAMINE (1752: 5), ―Les premieres distances au
zénith que nous observâmes à Quito, Godin, M. Bouguer & moi, en 1736 & 1737…‖ (ver también LA
CONDAMINE 1751a: XXX), de manera que pareciera que estos tres científicos estaban en Quito para la
fecha en que se trazó el mapa. No obstante, BOUGUET (1748, 1749) no mencionó a Friz en sus escritos, J.
Godin se dedicó a la botánica luego de terminar la expedición, y no regresó a Francia hasta 1773,
mientras que la Condamine (1745) sí lo citó repetidamente. Nos inclinamos hacia la Condamine como el

162
autor del mapa original trazado en Quito en 1735, que debe estar depositado en los archivos de
―l‘Academie des Sciences‖ de Paris.

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francés por el padre Diego Davin, de la Compañia de Jesus] 14: 43–65.

_____. 1819. Lettre du père Guillaume d‘Etré, Missionnaire de la Compagnie de Jesus au Pere Joseph
Duchambge, de la même Compagnie [A Cuenca dans l‘Amérique Méridionale, le premier Juin
1731]. Lettres édifiantes et curieuses, écrites des Missions Étrangères 5: 150–171.

_____. 1835. Lettre du père Guillaume d‘Etré, Missionnaire de la Compagnie de Jesus au Pere Joseph
Duchambge, de la même Compagnie [A Cuenca dans l‘Amérique Méridionale, le premier Juin
1731]. Choix des Lettres Édifiantes, écrites des Missions Étrangères Ed. 3, 7 [Missions de
l‘Amérique]: 130–143.

FRITZ, S. 1717. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
Édifiantes et Curieuses, Écrites des Missions Etrangeres, par Quelques Missionaires de la
Compagnie de Jesus 12: 212–231.
_____. 1726a. Erster Brief R. P. Samuelis Fritz. Der Neüe Welt-Bott 1, No. 24: 65–66.
_____. 1926b. Zwehter Brief P. Samuelis Fritz. Der Neüe Welt-Bott 1, No. 25: 66–67.
_____. 1726c. Beschreibung des Fluß Maragnon und deren Missionen. Der Neuer Welt-Bott 5, No. 111:

164
59–61.
______. 1741. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
Édifiantes et Curieuses, Écrites des Missions Etrangeres, par Quelques Missionaires de la
Compagnie de Jesus 12: 212–231 [el primer mapa de Fritz en francés acompaña al artículo].

______. 1755. Descripcion abreviada del rio Marañon, y de las missions establecidas en sus contornos—
Sacada de una memoria Española del padre Samuèl Fritz, Missionero de la Compañia de Jesus.
Cartas edificantes, y Curiosas, Escritas de las Missiones Estrangeras, por Algunos Missioneros
de la Compañia de Jesus [Traducidas del idioma francés por el padre Diego Davin, de la
Compañia de Jesus] 8: 42–50.

______. 1757. Descripcion abreviada del rio Marañon, y de las missions establecidas en sus contornos—
Sacada de una memoria Española del padre Samuèl Fritz, Missionero de la Compañia de Jesus.
Cartas edificantes, y Curiosas, Escritas de las Missiones Estrangeras, por Algunos Missioneros
de la Compañia de Jesus [Traducidas del idioma francés por el padre Diego Davin, de la
Compañia de Jesus] 16: 42–50.

______. 1781. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
édifiantes et curieuses, écrites des Missions Étrangères Nouvelle Édition, Mémoires d‘Amérique
8: 284–296 [el primer mapa de Fritz en francés acompaña al artículo].

______. 1810. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
édifiantes et curieuses, écrites des Missions Étrangères Nouvelle Édition 8: 225–235.

______. 1819. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
édifiantes et curieuses, écrites des Missions Étrangères Nouvelle Édition, Mémoires d‘Amérique
[Lyon] 5: 172–180. [Una copia del Segundo mapa grabado en francés del S. Fritz está incluida al
final de este volumen en la copia de la Universidad de Michigan (mapa No. 4); no se encuentra en
la copia de la New York Public Library].

______. 1830. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus. Lettres
Édifiantes et Curieuses, Écrites des Missions Etrangeres, par Quelques Missionaires de la
Compagnie de Jesus, Collationnés sur les Meilleures éditions, et Enriches de Nouvelles notes,
Mémoires d’Amerique 14: 157–169.

______. 1839. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus

165
[―Description abrégée du Maragnon, et des missions établies sur ses bords‖ en el índice]. Paginas
119–123 en M. L. Aimé-Martin, compilador, Lettres Édifiantes et Curieuses Concernant l’Asie,
l’Afrique et l’Amérique avec quelques Relations Nouvelles des Missions et des Notes
Geographiques et Historiques tomo 2. Paul Daffis, Paris.

______. 1877. Description abrégée du Maragnon, et des missions établies aux environs de ce grand fleuve,
tirée d‘un mémoire espagnole du père Samuel Fritz, missionaire de la Compagnie de Jésus
[―Description abrégée du Maragnon, et des missions établies sur ses bords‖ en el índice]. Paginas
119–123 en M. L. Aimé-Martin, compilador, Lettres Édifiantes et Curieuses Concernant l’Asie,
l’Afrique et l’Amérique avec quelques Relations Nouvelles des Missions et des Notes
Geographiques et Historiques tomo 2. Paul Daffis, Paris.

_____. 1825. Description abrégée du fleuve Maragon ou rivière Amazones. Páginas 160–166 en A.
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47–101 [1889]; 27: 47–101 [1889]; 28: 175–203, 383–454 [1890]; 29: 73–119, 220–266 [1890];
30: 111–161, 193–235 [1891]; 31: 22–77, 235–282 [1891]; 32: 113–143 [1892]; 33 24–72 [1892].
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de Gobierno, Quito.

167
APÉNDICE IX

MAPAS Y FIGURAS QUE SUPLEMENTAN ESTE ENSAYO1

―Plano del Caño Casiquiare desde su embocadura con el Orinoco, hasta el Fuerte de Sn Carlos en el Rio
Negro Levantado Por los Individuos de la Comision de Limites en 1766-67-68 y 69 corregido con arreglo a
las Observaciones del Baron de Humboldt‖, en el Museo de América, Madrid2:
http://ceres.mcu.es/pages/Viewer?accion=4&AMuseo=MAM&Ninv=02328

―Plano del Raudal de los Atures en el Rio Orinoco levantado por los individous de la Comision de
Limites entre los Dominios de S.M. Catolica y S. M. Fidelisima en la parte Norte de la America
Meridional, hacia los Años de 1758 y 59‖:
https://photos.app.goo.gl/YQ5cPrYPPcZZStFo9
La imagen original en el Museo de América, Madrid:
http://ceres.mcu.es/pages/Viewer?accion=4&AMuseo=MAM&Ninv=02329

―Plano del Raudal de Maypures en el Rio Orinoco levantado por los individous de la Comision de
Limites entre los Dominios de S.M. Catolica y S. M. Fidelisima en la parte Norte de la America
Meridional, hacia los Años de 1758 y 59‖:
https://photos.app.goo.gl/4jXi6fSjCHh6MJz86
La imagen original en el Museo de América, Madrid:
http://ceres.mcu.es/pages/Viewer?accion=4&AMuseo=MAM&Ninv=02330

Mapa de HUMBOLDT (1814; reproducido en ROMERO-GONZÁLEZ 2016: 8, Figura 2), que incluye
los raudales de Maipures:
https://www.dropbox.com/s/fe3widq1ynabpmi/Figura-2-Humboldt-mapa-del-Orinoco-1814.jpg?dl=0

Los raudales de Maipures y Atures (RECLUS 1894: 123, Figura 44):


https://photos.app.goo.gl/o1D2yEyfRbBL8rYB8

Mapa de los raudales en MARCANO (1890; reproducido en ROMERO-GONZÁLEZ 2016: 5, Figura


1):
https://www.dropbox.com/s/xif2xygjop6oery/Figura-1-Mapa-de-Gaspar-Marcano-1890.jpg?dl=0

Mapa del alto Río Negro, Casiquiare y alto Orinoco (RICE 1921, 1922; reproducido en ROMERO-
GONZÁLEZ 5, Figura 2):
https://photos.app.goo.gl/qrf1g6eNdG347Khh6

Mapa de los raudales de Atures (CORPS OF ENGINEERS 1943c; reproducido en ROMERO-


GONZÁLEZ 2016: 9, Figura 3):
https://photos.app.goo.gl/Zk95A29enaMbmHQV9

Mapa de los raudales de Maipures (CORPS OF ENGINEERS 1943c; reproducido en ROMERO-


GONZÁLEZ 2016: 10, Figura 4)
https://photos.app.goo.gl/2pGTd6RZWXzE2J528

168
Cuenca del Río Negro (PAIVA 1929):
https://photos.app.goo.gl/zM8jnauF2cdSDtPZ7

―Mapa base del Teritorio Federal Amazonas‖ en POUYLLAU ET AL. (1987)3:


https://photos.app.goo.gl/nQ5AstR1wWkMjDwD8

NOTAS
1
También se incluyen mapas citados en ensayos anteriores, que son relevantes al tema del presente ensayo,
y cuyos enlaces en Internet, no fueron proporcionados anteriormente o en casos que los enlaces
proporcionados ya no funcionen.
2
Otra version de este ―Plano‖ fue incorporada al mapa de F. Bauzá titulado ―mapa del Curso del Rio
Orinoco Desde el Raudal de Guaharivos hasta la latitude de 6º N‖, reproducido en ROMERO-GONZÁLEZ
ET AL. 2019: 6, Figura 2). El plano del Casiquiare, así como los dos que siguen, los de los raudales de
Atures y ―Maypures‖, son citados por DEL CARRIL (1955: 34), como parte de los ―álbumes Bauzá‖ que
contienen la iconografía de la expedición Malaspina, que partió de Cádiz en 1789 y regresó al mismo
puerto en 1794, donde Bauzá sirvió como Alférez de navío. No queda claro si los originales citados por
DEL CARRIL en 1955 son los mismos ahora depositados en el Museo de América. No obstante, por las
fechas y los créditos dados por Bauzá (i.e., ―Levantado Por los Individuos de la Comision de Limites en
1766-67-68 y 69‖) claramente estos ―planos‖ o mapas no tiene nada que ver con la expedición Malaspina,
sino que fueron hechos por Bauzá en base a bosquejos hechos por miembros de la expedición de límites.
3
Aquí proporcionamos por primera vez un enlace a este mapa que, aunque tiene fecha de 1984, representa
tal vez la imagen cartográfica más detallada del actual estado Amazonas y del noroeste del estado Bolívar
de Venezuela. Se tomó de la copia en Internet del Atlas del Inventario de Tierras del Territorio Federal
Amazonas (POUYLLAU ET AL. 1987):
https://horizon.documentation.ird.fr/exl-doc/pleins_textes/divers16-01/26130.pdf

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