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EN EL ALMA
Impreso en España
En papel ecológico
Para ese espíritu guía, que siempre me ha acompañado,
al que debo tanto, y que me ha llevado a conocerme.
“Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto
oficio del forjador preciada”
Antonio Machado
Designios
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Tengo lava en las venas
Y el espíritu dispuesto,
Para vivir en tí.
Si hay que hacer más labor,
No bajaré los brazos,
Salvo que me sienta,
Abatido y sin latido.
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Cartas de amor según el signo del Zodiaco
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Te espero entre las nubes, saltando como tú, entre olas de ener-
gía. Llevas en tu pecho un mensaje, escrito con oro y plata, que
asegura que del océano surgirá un destello, que será mar y gota,
grano de arena y desierto, luz de Luna, que busca para sí el ama-
necer completo, para ser al medio día espejo de la alegría.
Cuando busque a alguien, que encuentre un sentido a la auro-
ra, no te encontraré llorando, por lo que pudo y no quiso, te veré
con el pie en alto, para dar el primer paso, el primer beso, el
primer concierto de arpas de ola y viento.
Tu mirada subirá tan alto, serán tan grandes tus sueños, verán
al día cantando con ardor y con valor; mirando a la muerte a los
ojos, hasta que su sueño penetres y veas una sonrisa y un lecho.
No busco nutrirme de ti, deseo darte las riendas de mi carroza
de estrellas para que la guíes con mano firme, hacia lo de veras.
Quiero encontrarme contigo, saber que fue en buena hora y si
no, confiar en que aunque tengas razón, sepas pedir perdón.
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CARTA DE AMOR A TAURO
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sean muchos, cuando la vida se estreche y cuando tu frente se
rice.
Quiero ofrecerte espuelas de plata que hagan que tus bríos se
levanten, atardeceres de oro que llenen tu alma, y mis besos.
Anhelo de ti tu presencia firme, tu nobleza, tu resistencia a los
envites del mar, tu negativa a ser vacío.
Después de lo bueno, quiero lo mejor, me has enseñado a vivir
de pie y me gusta sentarme a tu lado. Siendo tu compañía he
encontrado un largo lago, un puente entre dos islas, un escudo y
rica sopa de corazón pleno. Si quisieras oír, como sabes hacerlo,
entre dos sonidos un instante, entre dos susurros un anhelo. Si
quisieras ver, mirarías a la vez a mis dos ojos, y no te sorprende-
ría encontrar la última pieza de tu puzle de tiempo, y sabrías que
tu búsqueda ha acabado.
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CARTA DE AMOR A GÉMINIS
Una tras otra tus ideas estimulan mis sueños, dan aire a mi fue-
go, agua a mi tierra. Hoy crees que sí, mañana tal vez, ¿dónde está
el futuro? Cantan los que oyen su corazón, y tu preguntas: ¿dón-
de está lo maravilloso que creí ver, que casi toqué, que acarició
mi mejilla en una noche de verano, cuando todo estaba dentro?
Ir detrás de la aurora es para ti un motivo de alegría, en la que
buscas no saber muchas cosas que te duelen, como el paso del
tiempo, la pérdida, el que sea imposible trasladar a otro el por
qué de tus risas, el sabor de un te quiero, el dolor de la duda, el
equilibrio perfecto.
Tu brillante luz rebota en un cristal sonoro, en el que estás tam-
bién, pero de otro modo. A veces lo cuentas todo con mil pala-
bras que son para mis oídos como el rocío para las flores, sabien-
do dar a cada concepto un sabor, un color y un olor. Otras veces
te sumes en un silencio de hielo en el que flotan nubes hechas de
flores y pensamientos.
Buscas antes que nada un juego, que te haga ver que la vida no
tiene mirada de hiena, que te haga pensar que el rigor no está
multiplicado por dos, que lo maravilloso te espera detrás de la
próxima estrella.
Cuando me mires, observa, párate un poco, el tiempo necesario
para que me suba a tu carro de nubes. Te pido que te flexiones
un poco cuando reflexiones. Que no siempre cuentes al revés. Tal
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vez te encuentres lejos cuando te hablo pero si sigues más y más
allá, llegarás donde empezaste y nos veremos de nuevo.
Te veo diciéndole hola a la ola, riéndote con un río que puede
ser tu rival, también puede ser tu compañero, ¡depende de cuan-
tas veces mires al cielo!.
Quiero estar contigo cuando encuentres dos amaneceres en un
día, cuando bebas rayos de Sol, cuando la luz y la sombra que
viven en ti, se conviertan en un solo cauce, y tomes añejo vino
bajo los sauces.
Sé que a veces te preguntas ¿Dónde está aquello que perdí?, ¿tu
ilusión candente, tu luz viva, tu esperanza color esmeralda?, y la
buscas es mí, pero tal vez yo no pueda llenar todo el espacio que
hay entre tú y el infinito, pero se dónde la puedes hallar: Entre
los dos hay una puerta de oro que custodian nuestros corazo-
nes, que te hará encontrar, aquello que anhelabas desde antes
de nacer.
Déjame decirte que hacia ti me llevan tus brillantes pensa-
mientos, tu corazón alado y tu aire que llena mi boca.
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CARTA DE AMOR A CÁNCER
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terrar los malos sueños que algunas veces te hacen pensar que
te atrapa la soledad.
Vibra conmigo y siente una o dos veces, la razón por la que tu
amor es intrépido y desdeñoso del peligro, y tú te ocultas detrás
de lo que consideras real.
Dime si vendrás a la una o a las tres, si te veré cantando o llo-
rando, si pondrás en mi todo tu anhelo que a veces se mira de-
masiado al espejo.
Esperare llenando de fe mi copa, a que los árboles te indiquen,
meciéndose, cual es el torrente que te lleva a mí, y conviertas en
tu orilla mis labios.
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CARTA DE AMOR A LEO
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Después me gustaría recordarte tu fuerza, con la que eres capaz
de levantar al caído, tu vivacidad, con la que festejas la vida, tu
sed de gloria que a veces puede saciar la palabra amable de un
niño, y tu capacidad para iluminar las largas tardes de otoño.
Cuando vea que tu furia me alcanza, pensaré en los momentos
en los que me has dado tanto calor y esperanza, como abriste las
ventanas de mi habitación de par en par, y danzaste con mucha
soltura, para hacer magia y atraer la suerte, y como una paloma
blanca entró a verme.
Nunca olvidaré como miras al cielo, ¡como si fuera tuyo! y pu-
dieras repartir trocitos a los que han perdido su canción.
Quiero llamarte antes de que amanezca, para verte brillando.
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CARTA DE AMOR A VIRGO
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sente, y otra en el inmenso futuro, para tenerte así, siempre con-
migo.
Me gusta ver que te ríes de dos o tres formas diferentes, cuen-
tas con mucho detalle cuanto haces y piensas, y que me miras a
los ojos como la primera vez que nos vimos.
iHay tantos lugares a donde me gustaría llevarte! Quiero esce-
narios de vivos colores para tu sonrisa, y que bailando le pares
los pies al tiempo.
Añoro tu sombra, tu aliento y tu voz, porque cuando te siento
cerca, mi pulso no conoce la calma, mi respiración está alerta y
al mismo tiempo, me llenas de paz.
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CARTA DE AMOR A LIBRA
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Cuando me acerco a ti, noto mil mariposas en el estómago, y
tu aroma a jazmines hace que mis pies no encuentren un lugar
donde posarse.
Cuando te digo que te quiero, no pronuncio palabras, no lleno
mi boca de sonidos, sino que me pongo de rodillas y dejo que
celebre tu nombre la pureza que hay en mi, y que en mi corazón
mora.
Cuando me alejo de ti, no te añoro porque te llevo conmigo. Tu
aliento relaja mis sienes y aleja mis malos pensamientos. Tu re-
cuerdo lo tengo enmarcado en aire, para que este siempre en
contacto con el cielo. ¡Pero no quiero vivir de tu recuerdo!, ¡quie-
ro sentir tu calor bajo mi mano, y tu pecho respirando con an-
helo las palabras que te digo, tu carne embravecida, tu mirada
serena y firme como cien lagos de oro! Y ver en tu frente una
cascada de risas, y algún pesar.
Buscas en tu mente las respuestas a lo que te digo solo por pen-
sar. Después tratas de levantarte y casi no puedes, me miras y
me sonríes, te acercas y me besas, y tengo la sensación de que
sería maravilloso si no vinieses desde tan lejos.
A veces te he visto encima de un caballo de orgullo que me ha
desconcertado un poco. No sabía que miedo te había llevado a
devorar tu ternura y hacer que tu sangre hierva. Quisiera trenzar
contigo las manos y suplicar en silencio para que nos lleguen
tardes de sol y amigos, música y laberintos.
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CARTA DE AMOR A ESCORPIO
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cruel con la noche. ¡Encuéntrate en ti!
Si quieres jugaremos otra vez al ajedrez, pero con justicia. Esta
vez déjame que cuide las piezas que has desechado, y que ya no
están en el tablero, tal vez tenían algo que decirnos sobre como
ejercer el poder sin perder, de cómo encontrar el camino más
corto hacia el triunfo, casi sin movernos....
Quiero saber cómo acarician tus manos, donde llega tu aliento
y cuál es el lamento que habita en tu pasión. A mí me veras sin
coraza ni escudo, desatando todos mis lazos, abandonándome
en una rivera por la que todo fluye.
Tus ojos ven fácilmente en mi corazón, por eso me gustaría que
vieras el fulgor de mil estrellas que estallan en mi pecho cuando
te veo, y como siento un mar cálido meciéndose en mis venas.
Desearía, si pudiese, que tu alma se abrazase a la mía, querien-
do darse, más que buscando poseer, así seremos los mejores
amantes que haya conocido el tiempo, nos disolveremos hacia lo
profundo, buscando el significado de la vida, y nos elevaremos
hacia lo alto para consagrarlo.
Sé que sabes combatir y luchar, te presentaré un dragón de mu-
chas cabezas de nombre Soberbia, al que puedes convencer con
tu hipnótica mirada de que es un niño mal criado y mal que-
rido, que piensa que el mundo gira solo para él.
Siempre estoy contigo, aunque no te vea, te siento, cuanto más
me entrego a ti más libre soy. No sientas celos del aire, porque
también es tuyo, no me río con otras personas por hacerte daño,
sino por expandir la felicidad que me has dado. Te pediré que
cantes dos canciones a la vez. ¡Ríete, todavía estas a tiempo!
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CARTA DE AMOR A SAGITARIO
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Para descansar de las emociones abiertas, pediremos algo ali-
ñado con prudencia, y sabremos que sabe a tata sabia que sabía
que sabía, y ella alejará nuestro temor, con consejos sobre cómo
proceder y hacer, sobre lo poco y lo mucho, sobre que lo primero
es antes. Le preguntaremos por el miedo, y nos dirá que es una
amenaza suicida, que en el mejor de los casos convierte nuestro
cuerpo en helada sangre, para recordamos muy serio que no nos
juguemos la cara, porque otra nueva nos iba a salir muy cara. 0
que dejemos la ruleta rusa, que ya no se usa.
Pero a veces este miedo no quiere morir, y crea mil razones para
no vivir. Saquemos de nuevo la comba, todavía no estoy cansado
de reír.
Buscas cosas lejanas, que te recuerden lo que has sido. Como,
por la mañana, te levantabas con el pecho de maíz y mirabas a
cada lado, por si te habías perdido algo.
Sé que te cuesta la rectitud, la fidelidad y la paciencia, me gus-
taría decirte que estas cualidades están en ti, y puedes usarlas
cuando quieras. Espero que ahora quieras, a mí.
Voy a tejer una manta con hilos de seda, que nos sirva para es-
condernos y para volar lejos, para que no arrugues el entrece-
jo. Quiero verte regalando flores en un desierto lleno de gente.
Quiero verte desnudarte ¡de repente!
Una cosa no me ha quedado clara la última vez que hablamos,
te dije que había visto amanecer así seis o siete veces, ¿cómo
es que me contestaste: ¡yo, una o ninguna!? . ¡Antes morir que
perder la vida!
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CARTA DE AMOR A CAPRICORNIO
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Te veo administrar lo que das y lo que recibes con mano blan-
da y justicia de miel. A veces mides mucho lo que das, pero tam-
bién sabes lo que recibes, y no echas en saco roto las palabras
amables, los apoyos, las buenas intenciones, ni la lealtad.
Una estrella de mar guía tu destino, y me gustaría que fuera ha-
cia mí. Sé que he de respetar tu reserva, tu reflexión y tu silencio,
tu ordenado principio y tu eterno fin. Quiero apoyarte en tu am-
bición fría, hacia un logro soleado y cálido, que no sea solo una
meta, ni una posición de triunfo, sino que se convierta en un fluir
hacia el misterio estando rodeados de humo de hogar, de guiños
de niños, de deseo satisfecho, de paz.
A veces te empeñas en saber antes de ver, o crees que estás dan-
do la vuelta, pero yo creo que la vida siempre es nueva, y ¡hay
tanto por aprender! También creo que saber está lleno de sabor,
y que el prejuicio es una muralla para el que no halla. Pero tú
ya lo sabes, naciste con cien años, y eres para mí como un roble
noble que hace tiempo que no espera crecer más, pero que sin
embargo, crece porque cree, y quiere ver el mar.
Me encantaría que me contases, las mejores cosas que hayas
vivido, tus triunfos merecidos, y aquellos que te regalo la vida.
Quiero celebrarlos contigo, en un lugar siempre abierto, que
huela a escarcha de fresa, a cama limpia y a tu mirada.
Quiero meter tus malos recuerdos en una pecera de plata, lle-
narla de peces de colores y esperar hasta mañana.
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CARTA DE AMOR A ACUARIO
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vueltas. Me maravilla, como observas las cosas desde ángulos
tan diferentes que siempre me aportan algo.
Quiero corresponderte dándote pasión, ternura y un corazón
lleno de promesas. Sé que a ti te mueven otros vientos, que no es
tu música el tintineo de las monedas, ni buscas en la apariencia
nada parecido a la ciencia.
A veces creo que lo que te impulsa a revelarte es muy parecido
a lo que te hace ser. Espero que no confundas la justa reacción
ante la injusticia, el despotismo y la arbitrariedad, con la oposi-
ción sistemática. Te costará mucho ser río que fluye hacia arriba.
Cuando quieras ser original, que sé que te encanta, vuelve hacia
el origen, en el encontrarás el punto de partida y la meta. Piensa
en Uno, mejor que en dos.
Quiero nadar contigo en un estanque dorado, lleno de peces de
conocimiento, cada uno nos cantará una canción diferente que
nos de la pista de ese misterio, que tanto buscamos, que está
más cerca de nosotros que nuestra respiración.
Llamaré al pez del amor para que me diga como he de tratarte
para que tu sonrisa se mantenga, tu entusiasmo brille y una in-
mensa serenidad nos alcance.
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CARTA DE AMOR A PISCIS
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y te duele el mundo. No quisiera que te acostumbraras al dolor,
sino que lo vieras como un visitante que termina por partir.
Me asombra como te entregas, todo tu ser está presente y al
mismo tiempo ausente, dentro y fuera de ti a un tiempo. Es como
si vivieras lo que sientes o como si te trasformaras en sentimien-
to, lo más parecido es la música.
Quiero que pienses en mí y me sientas, que veas mi mano en la
tuya, mi mirada en la tuya, y que no huyas.
Deseo que las horas no pasen ahora, verte vivir, cantar despacio
tu canción y estar un siglo contando tus pestañas. Una estrella
me ha dicho que nada nadas, y que tu boca dice la verdad aun-
que mientas entre dientes.
Déjame construir contigo una pirámide de besos. Lloro cuan-
do rezas.
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Contemplo el tiempo
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me quita el frío. Y que el amor es mejor que la comidilla aunque
esté muy preparadilla, que la creatividad siempre da. Y que la
aventura siempre es ahora cuando me abro a ver la esperanza de
las canciones de verdades.
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Hurras
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Déjame amarte
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Puede que me juzgues entre las brumas, y no veas, la luz que
hay en ti, tan radiante y tan suave como mil pétalos de rosas.
Espera un poco, a que la brisa que nace de tu caminar, despeje
la niebla de mil futuros inciertos, y puedas observar un presente
tan sólido como un lago de esperanza.
Déjame ayudarte para que se cumplan las promesas hechas a
ti misma, para que seas mucho más que una isla, a cambio solo
pido tu sonrisa, y que me consideres tu apoyo.
Confía en mí, hacia ti me mueven mil motivos, pero un solo su-
surro tuyo es suficiente para cambiar el destino de mi nave.
En el principio y en el fin he visto estrellas que se hacían gui-
ños, unas veces se acercaban y otras se alejaban, pero siempre
se alegraban por ser la causa de millones de amaneceres, quiero
ser para ti como ellas. Y que en mi encuentres lo que busques en
cada instante, un torrente, un remanso, una mano tendida y un
alma recobrada, que te haga todo bonito.
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He llorado junto a mí en tiempos sin velo
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Luz de flores
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Mi alma
De estación en estación,
y de sol a sol mis días transcurren,
cada vez con menos creencias y menos escarchas,
con vivencias de presente que saben a brisa de almíbar,
a vientos de susurros y primaveras de veras.
Que difícil ser de oro cuando el fuego llega
Que fácil caer en la zozobra, cuando todo sobra,
Pero también es cierto que tengo muchos sortilegios y
privilegios,
De cantar canciones a los que me escuchen En tono callado, y a
veces de lado,
De vivir desde dentro y desde arriba
Sabiendo que se esperar una hora, ahora, dentro de un minuto.
Es tiempo de suplicas para el amor
Es tiempo de cristales rotos en la entraña del pasado,
Pero sé cómo llegar a la paz y cantar una o dos canciones con
sabor
Y valorarme sin desdeñarme e intentando no despeñarme,
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Encontrarme en mí, y saber que solo me canso cuando no es-
toy convencido de mi latido
No es verdad que vaya contra el viento, solo contra el lamento
Quiero encender antorchas y poner en ellas agua de miel.
No sé si solo he de saber reír, y ser despacio, un cielo o una
sombra de cipreses de valor.
Y ventanas de aire en las que entren sonrisas de quizás y de
claro que sí.
El infinito es una meta y una treta.
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Necesito
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Reflejos
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Todo lo que ha pasado puede esperar, porque ahora es mejor
vivir en el regazo de un dulce abrazo.
Es difícil saber dónde sabes y donde callas lo que hayas, pero te
veo capaz de convertir un lado en un costado, un descanso en un
paraíso y un espejo en un palacio.
Solo sé que si no estuvieras sin duda cabría la duda.
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Quiero
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Para cantar de lado, debajo de un trapecio,
Y mirando a través de un topacio.
Si estoy sabiendo es porque no quiero rodar ladera abajo
Sin antes despertar a más de uno, o a ciento uno.
No saber es una primavera de alientos,
Saber es un verano de siestas de colores.
Y lo que ahora espero es un te quiero.
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Soles
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La dicha esta más cerca,
Porque es mejor perder con nobleza que ganar con vileza,
Ya que uno está dentro de sí mismo.
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Una mujer
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Y otras ninguno.
Que ella ve cuando mira
Y sonríe cuando sabe
Pero no es una rosa roja,
Es más bien un horizonte
Que se puede alcanzar,
Si uno esta donde tiene que estar.
Quiere un castillo hecho de besos sinceros
Y miradas de caramelo.
Sus ojos son un lugar por el que mira Dios.
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Suerte
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Y es que la vida lo transforma todo,
Ella cambia ayuda por salud
Pero no siempre, o casi nunca
Dinero por amor
Le impresionan más las obras de generosidad
Que las esmeraldas o cualquier manjar.
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A tu lado
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Amigo
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Todas las auroras
Es un amigo tenue
Que también sabe oler
De muchas maneras
Cuando pasa por lugares embriagados.
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Arde
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Antes de ayer he visto luces en los ojos, destinos brillantes y una
cadena de sueños en tu estela, deseo que me encuentres entre lo
que hallo.
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Junto al Mar
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Y supe que no tenía que esperar
Que todo estaba en mí, ya.
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Ella
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En Tí
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Aunque pueda tener brillantes colores
Y no sea una sombra oscura.
Pero ya estoy en el Sol
En mi corazón.
Mi mente juega porque ya no sabe
Qué hacer... ha ganado la batalla
Y perdido la guerra.
Más que suplicio necesito
Estar en Tí.
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Gotas
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Deseo
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Y lejos para dejarme libre conmigo mismo.
Son radiantes e hijas de sí mismas,
Han nacido de la necesidad de los hombres.
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Tarde
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Ella
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Motivos
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Todo de mí.
El motivo de escribirte es una manera
De vivir enfocado en tu brillante luz,
Y alegrarme gloriosamente,
De que sea mía.
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Si pudiera
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Poder y apariencia
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Vestida
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Primera vez
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Era como mirar desde dentro del Sol,
Plácidamente, delicadamente,
Con el corazón en casa, por fin.
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Sonrisa
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De mayor
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Sonriéndole a los caminantes que entiendan
Que la vida pasa si no te estas quieto,
Y que es en ese momento cuando realmente
Estás vivo.
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Lamentos
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La mujer del ayer
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Sobre todo lo mejor para sí misma,
Y por tanto no me amó,
Lo suficiente.
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Música
Es de lo que conozco,
Lo más parecido al amor.
Cuando mece al corazón,
Es capaz de llevarlo
A la puerta de la Fuente,
Nos acompaña en él éxito,
Y en el aparente fracaso.
Nos hace soñar y rememorar,
Recordar lo que hubo
Y lo que pudo ser.
Dios creo el cosmos con ella,
Y sabe hacernos renacer
Después de caer.
Nos llena casi del todo
Y nos lleva a creer.
Aunque hay músicas
Que no merecen ese nombre,
Pero nacen para morir pronto
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Y caer en el abismo del olvido.
El silencio también es música,
De un solo tono, que nos lleva
A pensar en el origen y en el fin.
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La espera
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Lucero
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Soy
¿Qué soy?
A veces de hielo y otras de fuego.
Duda permanente que descansa
En la Fé, primero intuida,
Escondida, protegida con pudor
Y no rebelada.
Después, cuando
Pasaron los años, se manifestó,
Como luz que no ciega, como certeza
Sin sombra.
Diluyéndome, hasta que sólo
Estuvo ella.
Y me llenó el corazón del todo,
Rebosó, y quiso darse, como pudo,
Solo con deseos y simpatías en las manos,
Pero afortunadamente vi y después compartí
Una pequeña parte de lo que recibí.
Sol de agua y mar de fuego.
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Hacer
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Vida plena
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Para eso tengo que hablar...
Con los que viven en mí,
Que muchas veces no se acuerdan,
De lo que hemos descubierto.
Vivir poco para mí, es una ofrenda a Él.
Pero ha de ser de corazón y que cueste,
Para que tenga el mayor valor.
Y la recompensa es vivir un mí sin tú,
Unificado, ya no me encontraré mirando,
Escuchando, palpando, saboreando, oyendo u oliendo,
Algo que considere fuera, me abriré a todo,
Para descubrir que siempre estuvo dentro.
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Sol
Siempre alumbrando,
Siempre está.
Tal vez no lo veamos,
Porque nos movemos
Y miramos en otra dirección,
Pero él siempre está dando calor
Y vida.
Somos sus hijos, estamos hechos de luz.
De una luz que hay tras la luz
Que no se ve con los ojos...
Está siempre con nosotros,
Recordándonos que todo es pasajero,
Y que aunque haya nubes y sombras
Negras como alas de grajo, el brilla.
Adorado en el pasado, buscado para vivir
Con alegría... parece que se pasea,
Pero nos movemos nosotros,
Mirando mil cosas al día,
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Que nos seducen y nos atrapan,
Si bien lo esperamos cada mañana,
Como se espera a un redentor,
Que haga huir a los malos sueños,
A las culpas, y a los resentimientos.
Prometiéndonos escapar de la muerte,
Hacia un horizonte de amor y paz.
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Opuestos
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Amigos
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Y camas para el descanso,
A menudo, bodegas para el olvido
Y para la fiesta.
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Suerte
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