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" TITULO XIV-A

DELITOS CONTRA LA HUMANIDAD

(*) De conformidad con el Artículo Primero de la Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 1612 -


2021-MP-FN, publicada el 26 noviembre 2021, se dispone ampliar la competencia de la Coordinación
de la Fiscalía Superior Penal Nacional y Fiscalías Penales Supraprovinciales y Coordinación en los
Procesos por Delitos de Terrorismo y Fiscalías Penales Supraprovinciales, para que conozcan además
de los delitos de terrorismo previstos en el Decreto Ley 25475 y apología del delito de terrorismo; de
los delitos contra la humanidad previstos en los capítulos I, II, y III del presente Título XIV - A; y los
delitos comunes que hayan constituido casos de violación de derechos humanos, así como casos los
delitos conexos a los mismos (Resolución de la Fiscalía de la Nación N.° 1645-2004-MP-FN), y de los
delitos de homicidio, lesiones graves y extorsión cometidos contra periodistas en el ejercicio de sus
funciones (Resolución N.°1956-2010-MP-FN); todos aquellos delitos que se produzcan en agravio de
las personas defensoras de derechos humanos en razón de su labor de defensa, conforme lo ha
establecido el Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos del
Ministerio de Justicia, aprobado mediante Decreto Supremo N.° 004-2021-JUS.

CAPITULO I
GENOCIDIO

Genocidio - Modalidades

Artículo 319.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte años el que, con
la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, social o religioso, realiza
cualquiera de los actos siguientes:

1. Matanza de miembros del grupo.

2. Lesión grave a la integridad física o mental a los miembros del grupo.

3. Sometimiento del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física
de manera total o parcial.

4. Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.

5. Transferencia forzada de niños a otro grupo.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

CONCORDANCIAS: Ley Nº 30077, Art. 3 (Delitos comprendidos)

CAPITULO II
DESAPARICION FORZADA

Desaparición comprobada

Artículo 320.- El funcionario o servidor público que prive a una persona de su libertad, ordenando
o ejecutando acciones que tenga por resultado su desaparición debidamente comprobada, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años e inhabilitación, conforme al
Artículo 36 incisos 1) y 2).(*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1351, publicado el 07 enero
2017, cuyo texto es el siguiente:

“ Artículo 320.- Desaparición forzada de personas

El funcionario o servidor público, o cualquier persona con el consentimiento o aquiescencia de


aquel, que de cualquier forma priva a otro de su libertad y se haya negado a reconocer dicha
privación de libertad o a dar información cierta sobre el destino o el paradero de la víctima, es
reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince ni mayor de treinta años e
inhabilitación conforme al artículo 36 incisos 1) y 2).

La pena privativa de libertad es no menor de treinta ni mayor de treinta y cinco años, e


inhabilitación conforme al artículo 36 incisos 1) y 2), cuando la víctima:

a) Tiene menos de dieciocho años o es mayor de sesenta años de edad.

b) Padece de cualquier tipo de discapacidad.

c) Se encuentra en estado de gestación.” (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS

CONCORDANCIAS: Ley N° 27378, Art. 1, num. 3)

Ley Nº 30077, Art. 3 (Delitos comprendidos)

PROCESOS CONSTITUCIONALES

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

CAPITULO III
TORTURA

Tortura - Agravante

Artículo 321.- El funcionario o servidor público o cualquier persona, con el consentimiento o


aquiescencia de aquél, que inflija a otro dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales, o lo
someta a condiciones o métodos que anulen su personalidad o disminuyan su capacidad física o
mental, aunque no causen dolor físico o aflicción psíquica, con el fin de obtener de la víctima o de un
tercero una confesión o información, o de castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se
sospeche que ha cometido, o de intimidarla o de coaccionarla, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.

Si la tortura causa la muerte del agraviado o le produce lesión grave y el agente pudo prever este
resultado, la pena privativa de libertad será respectivamente no menor de ocho ni mayor de veinte
años, ni menor de seis ni mayor de doce años.(*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1351, publicado el 07 enero
2017, cuyo texto es el siguiente:
“ Artículo 321.- Tortura

El funcionario o servidor público, o cualquier persona con el consentimiento o aquiescencia de


aquel, que inflige dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales, a otra persona o la somete a
cualquier método tendente a menoscabar su personalidad o disminuir su capacidad mental o física,
es reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de catorce años.

La pena privativa de libertad es no menor de quince ni mayor de veinte años, cuando la víctima:

a. Resulte con lesión grave.

b. Tiene menos de dieciocho años o es mayor de sesenta años de edad.

c. Padece de cualquier tipo de discapacidad.

d. Se encuentra en estado de gestación.

e. Se encuentra detenida o recluida, y el agente abusa de su condición de autoridad para cometer


el delito.

Si se produce la muerte de la víctima y el agente pudo prever ese resultado, la pena privativa de
libertad es no menor de veinte ni mayor de veinticinco años.”

CONCORDANCIAS : Ley Nº 30077, Art. 3 (Delitos comprendidos)

PROCESOS CONSTITUCIONALES
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Cooperación de profesional

Artículo 322.- El médico o cualquier profesional sanitario que cooperara en la perpetración del
delito señalado en el artículo anterior, será reprimido con la misma pena de los autores." (1)(2)

(1) Título XIV-A incorporado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26926, publicada el 21 febrero 1998.

(2) De conformidad con el Artículo 5 de la Ley Nº 26926, publicada el 21 febrero 1998, los delitos a
que se refiere este Título se tramitarán en la vía ordinaria y ante el fuero común. Asimismo,
el Artículo 4 de la misma norma, señala que: 4.1. Cualquier persona puede pedir de inmediato el
examen médico de la persona agraviada o de aquella imposibilitada de recurrir por sí misma a la
autoridad; y, 4.2. Los médicos legistas deberán concurrir de inmediato para el reconocimiento de
quien resulte víctima de la tortura, sin perjuicio del derecho del denunciante de acudir a cualquier
médico para su verificación.

CONCORDANCIAS:
“Capítulo IV

DISCRIMINACIÓN

Discriminación de personas

Artículo 323.- El que discrimina a otra persona o grupo de personas, por su diferencia racial,
étnica, religiosa o sexual, será reprimido con prestación de servicios a la comunidad de treinta a
sesenta jornadas o limitación de días libres de veinte a sesenta jornadas.

Si el agente es funcionario público la pena será prestación de servicios a la comunidad de sesenta


a ciento veinte jornadas e inhabilitación por tres años, conforme al inciso 2) del Artículo 36.” (1)(2)

(1) Capítulo IV incorporado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27270, publicada el 29 mayo 2000.

(2) Artículo 323) modificado por el Artículo Único de la Ley N° 28867, publicada el 09 agosto
2006, cuyo texto es el siguiente:

“DISCRIMINACIÓN

Artículo 323.- El que, por sí o mediante terceros, discrimina a una o más personas o grupo de
personas, o incita o promueve en forma pública actos discriminatorios, por motivo racial, religioso,
sexual, de factor genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y cultural,
indumentaria, opinión política o de cualquier índole, o condición económica, con el objeto de anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de la persona, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos años, ni mayor de tres o con prestación de servicios a la
comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas.

Si el agente es funcionario o servidor público la pena será no menor de dos, ni mayor de cuatro
años e inhabilitación conforme al inciso 2) del artículo 36.

La misma pena privativa de libertad se impondrá si la discriminación se ha materializado


mediante actos de violencia física o mental.” (*)

(*) Artículo modificado por la Cuarta Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley N°


30096, publicada el 22 octubre 2013, cuyo texto es el siguiente:

"Artículo 323. Discriminación

El que, por sí o mediante terceros, discrimina a una o más personas o grupo de personas, o incita
o promueve en forma pública actos discriminatorios, por motivo racial, religioso, sexual, de factor
genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y cultural, indumentaria, opinión
política o de cualquier índole, o condición económica, con el objeto de anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de la persona, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos años ni mayor de tres o con prestación de servicios a la comunidad de
sesenta a ciento veinte jornadas.
Si el agente es funcionario o servidor público, la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro
años e inhabilitación conforme al numeral 2 del artículo 36.

La misma pena privativa de libertad señalada en el párrafo anterior se impondrá si la


discriminación se ha materializado mediante actos de violencia física o mental, o si se realiza a través
de las tecnologías de la información o de la comunicación.” (*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 4 de la Ley N° 30171, publicada el 10 marzo 2014, cuyo texto
es el siguiente:

“Artículo 323. Discriminación e incitación a la discriminación

El que, por sí o mediante terceros, discrimina a una o más personas o grupo de personas, o incita
o promueve en forma pública actos discriminatorios, por motivo racial, religioso, sexual, de factor
genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y cultural, indumentaria, opinión
política o de cualquier índole, o condición económica, con el objeto de anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de la persona, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos años, ni mayor de tres o con prestación de servicios a la comunidad de
sesenta a ciento veinte jornadas.

Si el agente es funcionario o servidor público la pena será no menor de dos, ni mayor de cuatro
años e inhabilitación conforme al numeral 2 del artículo 36.

La misma pena privativa de libertad señalada en el párrafo anterior se impondrá si la


discriminación, la incitación o promoción de actos discriminatorios se ha materializado mediante
actos de violencia física o mental o a través de internet u otro medio análogo.” (*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 1 del Decreto Legislativo N° 1323, publicado el 06 enero
2017, cuyo texto es el siguiente:

“ Artículo 323.- Discriminación e incitación a la discriminación

El que, por sí o mediante terceros, realiza actos de distinción, exclusión, restricción o preferencia
que anulan o menoscaban el reconocimiento, goce o ejercicio de cualquier derecho de una persona o
grupo de personas reconocido en la ley, la Constitución o en los tratados de derechos humanos de
los cuales el Perú es parte, basados en motivos raciales, religiosos, nacionalidad, edad, sexo,
orientación sexual, identidad de género, idioma, identidad étnica o cultural, opinión, nivel socio
económico, condición migratoria, discapacidad, condición de salud, factor genético, filiación, o
cualquier otro motivo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de
tres años, o con prestación de servicios a la comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas.

Si el agente actúa en su calidad de servidor civil, o se realiza el hecho mediante actos de violencia
física o mental, a través de internet u otro medio análogo, la pena privativa de libertad será no
menor de dos ni mayor de cuatro años e inhabilitación conforme a los numerales 1 y 2 del artículo
36.”

CONCORDANCIAS: Ley N° 28983 (Ley de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres)


PROCESOS CONSTITUCIONALES
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

“CAPÍTULO V

MANIPULACIÓN GENÉTICA

Artículo 324 .- Toda persona que haga uso de cualquier técnica de manipulación genética con la
finalidad de clonar seres humanos, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de seis
ni mayor de ocho años e inhabilitación conforme al Artículo 36, incisos 4 y 8.” (*)

(*) Capítulo V incorporado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27636, publicada el 16 enero 2002.
Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos
adicionales

Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son tratados internacionales que
contienen las principales normas destinadas a limitar la barbarie de la guerra. Protegen a las
personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de
organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en los combates
(heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra).

Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son la piedra angular del derecho
internacional humanitario, es decir el conjunto de normas jurídicas que regulan las formas en
que se pueden librar los conflictos armados y que intentan limitar los efectos de
éstos. Protegen especialmente a las personas que no participan en las hostilidades (civiles,
personal sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden
seguir participando en las hostilidades (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de
guerra). Los Convenios y sus Protocolos establecen que se debe tomar medidas para
prevenir o poner fin a cualquier infracción de dichos instrumentos. Contienen normas
estrictas en relación con las llamadas "infracciones graves". Se debe buscar, enjuiciar o
extraditar a los autores de infracciones graves, sea cual sea su nacionalidad.

Convenios de Ginebra de 1949

El I Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los


heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña.
Este Convenio es la versión actualizada del Convenio de Ginebra sobre los combatientes
heridos y enfermos, posterior a los textos adoptados en 1864, 1906 y 1929. Consta de 64
artículos, que establecen que se debe prestar protección a los heridos y los enfermos, pero
también al personal médico y religioso, a las unidades médicas y al transporte médico. Este
Convenio también reconoce los emblemas distintivos. Tiene dos anexos que contienen un
proyecto de acuerdo sobre las zonas y las localidades sanitarias, y un modelo de tarjeta de
identidad para el personal médico y religioso.

El II Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los


heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas
armadas en el mar.

Este Convenio reemplazó el Convenio de La Haya de 1907 para la adaptación a la guerra


marítima de los principios del Convenio de Ginebra de 1864. Retoma las disposiciones del I
Convenio de Ginebra en cuanto a su estructura y su contenido. Consta de 63 artículos
aplicables específicamente a la guerra marítima. Por ejemplo, protege a los buques hospitales.
Tiene un anexo que contiene un modelo de tarjeta de identidad para el personal médico y
religioso.
El III Convenio de Ginebra se aplica a los prisioneros de
guerra.

Este Convenio reemplazó el Convenio sobre prisioneros de guerra de 1929. Consta de 143
artículos, mientras que el Convenio de 1929 constaba de apenas 97. Se ampliaron las
categorías de personas que tienen derecho a recibir el estatuto de prisionero de guerra, de
conformidad con los Convenios I y II. Se definieron con mayor precisión las condiciones y
los lugares para la captura; se precisaron, sobre todo, las cuestiones relativas al trabajo de
los prisioneros de guerra, sus recursos financieros, la asistencia que tienen derecho a recibir
y los procesos judiciales en su contra. Este Convenio establece el principio de que los
prisioneros de guerra deben ser liberados y repatriados sin demora tras el cese de las
hostilidades activas. Tiene cinco anexos que contienen varios modelos de acuerdos y
tarjetas de identidad, entre otras.

El IV Convenio de Ginebra protege a las personas civiles,


incluso en los territorios ocupados.
Los Convenios de Ginebra que se adoptaron antes de 1949 se referían sólo a los combatientes,
y no a las personas civiles. Los hechos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial
pusieron en evidencia las consecuencias desastrosas que tuvo la ausencia de un convenio que
protegiera a los civiles en tiempo de guerra. Este Convenio adoptado en 1949 toma en
consideración la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Consta de 159 artículos.
Contiene una breve sección sobre la protección general de la población contra algunas
consecuencias de la guerra, sin referirse a la conducción de las hostilidades, las que se
tomaron en cuenta más tarde, en los Protocolos adicionales de 1977. La mayoría de las
normas de este Convenio se refieren al estatuto y al trato que debe darse a las personas
protegidas, y distinguen entre la situación de los extranjeros en el territorio de una de las
partes en conflicto y la de los civiles en territorios ocupados. Define las obligaciones de la
Potencia ocupante respecto de la población civil y contiene disposiciones precisas acerca de la
ayuda humanitaria que tiene derecho a recibir la población civil de territorios ocupados.
Además, contiene un régimen específico sobre el trato de los internados civiles. Tiene tres
anexos que contienen un modelo de acuerdo sobre las zonas sanitarias y las zonas de
seguridad, un proyecto de reglamento sobre los socorros humanitarios y modelos de tarjetas.

Artículo 3 común
El artículo 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra, marcó un gran avance, ya que abarca
los conflictos armados no internacionales, que nunca antes habían sido incluidos en los
tratados. Estos conflictos pueden ser de diversos tipos. Puede tratarse de guerras civiles,
conflictos armados internos que se extienden a otros Estados, o conflictos internos en los que
terceros Estados o una fuerza internacional intervienen junto con el gobierno. El artículo 3
común establece las normas fundamentales que no pueden derogarse. Es una suerte de mini
convenio dentro de los Convenios, ya que contiene las normas esenciales de los Convenios de
Ginebra en un formato condensado y las hace aplicables a los conflictos sin carácter
internacional:

 Establece que se debe tratar con humanidad a todas las personas que no participen en
las hostilidades o que caigan en poder del adversario, sin distinción alguna de índole
desfavorable. Prohíbe específicamente los atentados contra la vida, las mutilaciones, la
toma de rehenes, la tortura, los tratos humillantes, crueles y degradantes, y dispone
que deben ofrecerse todas las garantías judiciales.
 Establece que se debe recoger y asistir a los heridos y los enfermos.
 Concede al CICR el derecho a ofrecer sus servicios a las partes en conflicto.
 Insta a las partes en conflicto a poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la
totalidad o partes de los Convenios de Ginebra.
 Reconoce que la aplicación de esas normas no afecta el estatuto jurídico de las partes
en conflicto.

Dado que la mayor parte de los conflictos armados actuales no son de carácter internacional,
es de suma importancia aplicar el artículo 3 común. Es necesario que se lo respete
plenamente.

Dónde se aplican los Convenios de Ginebra?


Los Convenios de Ginebra han sido ratificados por todos los Estados y son aplicables
universalmente.

Los Protocolos adicionales a los Convenios de


Ginebra

En las dos décadas siguientes a la aprobación de los Convenios de Ginebra, el mundo


presenció un aumento en el número de conflictos armados no internacionales y de guerras de
liberación nacional. En respuesta a esta evolución, en 1977 se aprobaron dos Protocolos
adicionales a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Estos instrumentos refuerzan la
protección que se confiere a las víctimas de los conflictos internacionales (Protocolo I) y de
los conflictos no internacionales (Protocolo II) y fijan límites a la forma en que se libran las
guerras. El Protocolo II es el primer tratado internacional dedicado exclusivamente a las
situaciones de conflicto armado no internacional.

En 2005, se aprobó un tercer Protocolo adicional, que establece un emblema adicional, el


cristal rojo, que tiene el mismo estatuto internacional que los emblemas de la cruz roja y de la
media luna roja.
Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de
1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos
armados sin carácter internacional (Protocolo II)

Aprobado el 8 de junio de 1977 por la Conferencia Diplomática


sobre la Reafirmación y el Desarrollo del Derecho Internacional
Humanitario Aplicable en los Conflictos Armados
Entrada en vigor: 7 de diciembre de 1978, de acuerdo con el artículo 95

Las Altas Partes contratantes,

Recordando que los principios humanitarios refrendados por el artículo 3 común a los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 constituyen el fundamento del
respeto a la persona humana en caso de conflicto armado sin carácter internacional,

Recordando, asimismo, que los instrumentos internacionales relativos a los derechos


humanos ofrecen a la persona humana una protección fundamental,

Subrayando la necesidad de garantizar una mejor protección a las víctimas de tales


conflictos armados,

Recordando que, en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona


humana queda bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de las
exigencias de la conciencia pública,

Convienen en lo siguiente:

TITULO I: AMBITO DEL PRESENTE PROTOCOLO

Artículo 1: Ámbito de aplicación material

1. El presente Protocolo, que desarrolla y completa el artículo 3 común a los


Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, sin modificar sus actuales
condiciones de aplicación, se aplicará a todos los conflictos armados que no estén
cubiertos por el artículo 1 del Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12
de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales (Protocolo I) y que se desarrollen en el territorio de una Alta Parte
contratante entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos
armados organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre
una parte de dicho territorio un control tal que les permita realizar operaciones
militares sostenidas y concertadas y aplicar el presente Protocolo.

2. El presente Protocolo no se aplicará a las situaciones de tensiones internas y de


disturbios interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de
violencia y otros actos análogos, que no son conflictos armados.

Artículo 2: Ámbito de aplicación personal

1. El presente Protocolo se aplicará sin ninguna distinción de carácter desfavorable


por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión o creencia, opiniones políticas o de
otra índole, origen nacional o social, fortuna, nacimiento u otra condición o cualquier
otro criterio análogo (denominada en adelante "distinción de carácter desfavorable"),
a todas las personas afectadas por un conflicto armado en el sentido del artículo 1.

2. Al fin del conflicto armado, todas las personas que hayan sido objeto de una
privación o de una restricción de libertad por motivos relacionados con aquél, así
como las que fuesen objeto de tales medidas después del conflicto por los mismos
motivos, gozarán de la protección prevista en los artículos 5 y 6 hasta el término de
esa privación o restricción de libertad.

Artículo 3: No intervención

1. No podrá invocarse disposición alguna del presente Protocolo con objeto de


menoscabar la soberanía de un Estado o la responsabilidad que incumbe al gobierno
de mantener o restablecer la ley y el orden en el Estado o de defender la unidad
nacional y la integridad territorial del Estado por todos los medios legítimos.

2. No podrá invocarse disposición alguna del presente Protocolo como justificación


para intervenir, directa o indirectamente, sea cual fuere la razón, en el conflicto
armado o en los asuntos internos o externos de la Alta Parte contratante en cuyo
territorio tenga lugar ese conflicto.

TITULO II: TRATO HUMANO

Artículo 4: Garantías fundamentales

1. Todas las personas que no participen directamente en las hostilidades, o que


hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de libertad, tienen derecho a
que se respeten su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas.
Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin ninguna distinción de
carácter desfavorable. Queda prohibido ordenar que no haya supervivientes.

2. Sin perjuicio del carácter general de las disposiciones que preceden, están y
quedarán prohibidos en todo tiempo y lugar con respecto a las personas a que se
refiere el párrafo 1:

a) los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las


personas, en particular el homicidio y los tratos crueles tales como la tortura y las
mutilaciones o toda forma de pena corporal;

b) los castigos colectivos;

c) la toma de rehenes;
d) los actos de terrorismo;

e) los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y


degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al
pudor;

f) la esclavitud y la trata de esclavos en todas sus formas;

g) el pillaje;

h) las amenazas de realizar los actos mencionados.

3. Se proporcionarán a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y, en


particular:

a) recibirán una educación, incluida la educación religiosa o moral, conforme a los


deseos de los padres o, a falta de éstos, de las personas que tengan la guarda de
ellos;

b) se tomarán las medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias


temporalmente separadas;

c) los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o grupos
armados y no se permitirá que participen en las hostilidades;

d) la protección especial prevista en este artículo para los niños menores de quince
años seguirá aplicándose a ellos si, no obstante las disposiciones del apartado c),
han participado directamente en las hostilidades y han sido capturados;

e) se tomarán medidas, si procede, y siempre que sea posible con el consentimiento


de los padres o de las personas que, en virtud de la ley o la costumbre, tengan en
primer lugar la guarda de ellos, para trasladar temporalmente a los niños de la zona
en que tengan lugar las hostilidades a una zona del país más segura y para que
vayan acompañados de personas que velen por su seguridad y bienestar.

Artículo 5 -- Personas privadas de libertad

1. Además de las disposiciones del artículo 4, se respetarán, como mínimo, en lo que


se refiere a las personas privadas de libertad por motivos relacionados con el
conflicto armado, ya estén internadas o detenidas, las siguientes disposiciones:

a) los heridos y enfermos serán tratados de conformidad con el artículo 7;

b) las personas a que se refiere el presente párrafo recibirán, en la misma medida


que la población local, alimentos y agua potable y disfrutarán de garantías de
salubridad e higiene y de protección contra los rigores del clima y los peligros del
conflicto armado;

c) serán autorizadas a recibir socorros individuales o colectivos;

d) podrán practicar su religión y, cuando así lo soliciten y proceda, recibir la


asistencia espiritual de personas que ejerzan funciones religiosas, tales como los
capellanes;
e) en caso de que deban trabajar, gozarán de condiciones de trabajo y garantías
análogas a aquellas de que disfrute la población civil local.

2. En la medida de sus posibilidades, los responsables del internamiento o la


detención de las personas a que se refiere el párrafo 1 respetarán también, dentro de
los límites de su competencia, las disposiciones siguientes relativas a esas personas:

a) salvo cuando hombres y mujeres de una misma familia sean alojados en común,
las mujeres estarán custodiadas en locales distintos de los destinados a los hombres
y se hallarán bajo la vigilancia inmediata de mujeres;

b) dichas personas serán autorizadas para enviar y recibir cartas y tarjetas postales,
si bien su número podrá ser limitado por la autoridad competente si lo considera
necesario;

c) los lugares de internamiento y detención no deberán situarse en la proximidad de


la zona de combate. Las personas a que se refiere el párrafo 1 serán evacuadas
cuando los lugares de internamiento o detención queden particularmente expuestos
a los peligros resultantes del conflicto armado, siempre que su evacuación pueda
efectuarse en condiciones suficientes de seguridad;

d) dichas personas serán objeto de exámenes médicos;

e) no se pondrán en peligro su salud ni su integridad física o mental, mediante


ninguna acción u omisión injustificadas. Por consiguiente, se prohíbe someter a las
personas a que se refiere el presente artículo a cualquier intervención médica que no
esté indicada por su estado de salud y que no esté de acuerdo con las normas
médicas generalmente reconocidas que se aplicarían en análogas circunstancias
médicas a las personas no privadas de libertad.

3. Las personas que no estén comprendidas en las disposiciones del párrafo 1 pero
cuya libertad se encuentre restringida, en cualquier forma que sea, por motivos
relacionados con el conflicto armado, serán tratadas humanamente conforme a lo
dispuesto en el artículo 4 y en los párrafos 1 a), c) y d) y 2 b) del presente artículo.

4. Si se decide liberar a personas que estén privadas de libertad, quienes lo decidan


deberán tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de tales
personas.

Artículo 6: Diligencias penales

1. El presente artículo se aplicará al enjuiciamiento y a la sanción de infracciones


penales cometidas en relación con el conflicto armado.

2. No se impondrá condena ni se ejecutará pena alguna respecto de una persona


declarada culpable de una infracción, sino en virtud de sentencia de un tribunal que
ofrezca las garantías esenciales de independencia e imparcialidad. En particular:

a) el procedimiento dispondrá que el acusado sea informado sin demora de los


detalles de la infracción que se le atribuya y garantizará al acusado, en las
actuaciones que precedan al juicio y en el curso de éste, todos los derechos y
medios de defensa necesarios;

b) nadie podrá ser condenado por una infracción si no es sobre la base de su


responsabilidad penal individual;
c) nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueran delictivos según el derecho; tampoco se impondrá pena más grave que la
aplicable en el momento de cometerse la infracción; si, con posterioridad a la
comisión de la infracción, la ley dispusiera la imposición de una pena más leve, el
delincuente se beneficiará de ello;

d) toda persona acusada de una infracción se presumirá inocente mientras no se


pruebe su culpabilidad conforme a la ley;

e) toda persona acusada de una infracción tendrá derecho a hallarse presente al ser
juzgada;

f) nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable.

3. Toda persona condenada será informada, en el momento de su condena, de sus


derechos a interponer recurso judicial y de otro tipo, así como de los plazos para
ejercer esos derechos.

4. No se dictará pena de muerte contra las personas que tuvieren menos de 18 años
de edad en el momento de la infracción ni se ejecutará en las mujeres encinta ni en
las madres de niños de corta edad.

5. A la cesación de las hostilidades, las autoridades en el poder procurarán conceder


la amnistía más amplia posible a las personas que hayan tomado parte en el
conflicto armado o que se encuentren privadas de libertad, internadas o detenidas
por motivos relacionados con el conflicto armado.

TITULO III: HERIDOS, ENFERMOS Y NAUFRAGOS

Artículo 7: Protección y asistencia

1. Todos los heridos, enfermos y náufragos, hayan o no tomado parte en el conflicto


armado, serán respetados y protegidos.

2. En toda circunstancia serán tratados humanamente y recibirán, en toda la medida


de lo posible y en el plazo más breve, los cuidados médicos que exija su estado. No
se hará entre ellos distinción alguna que no esté basada en criterios médicos.

Artículo 8: Búsqueda

Siempre que las circunstancias lo permitan, y en particular después de un combate,


se tomarán sin demora todas las medidas posibles para buscar y recoger a los
heridos, enfermos y náufragos a fin de protegerlos contra el pillaje y los malos tratos
y asegurarles la asistencia necesaria, y para buscar a los muertos, impedir que sean
despojados y dar destino decoroso a sus restos.

Artículo 9: Protección del personal sanitario y religioso

1. El personal sanitario y religioso será respetado y protegido. Se le proporcionará


toda la ayuda disponible para el desempeño de sus funciones y no se le obligará a
realizar tareas que no sean compatibles con su misión humanitaria.

2. No se podrá exigir que el personal sanitario, en el cumplimiento de su misión, dé


prioridad al tratamiento de persona alguna salvo por razones de orden médico.
Artículo 10: Protección general de la misión médica

1. No se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme con la
deontología, cualesquiera que hubieren sido las circunstancias o los beneficiarios de
dicha actividad.

2. No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a realizar
actos ni a efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas médicas
destinadas a proteger a los heridos y a los enfermos, o a las disposiciones del
presente Protocolo, ni a abstenerse de realizar actos exigidos por dichas normas o
disposiciones.

3. A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, se respetarán las obligaciones


profesionales de las personas que ejerzan una actividad médica, en cuanto a la
información que puedan adquirir sobre los heridos y los enfermos por ellas asistidos.

4. A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, la persona que ejerza una


actividad médica no podrá ser sancionada de modo alguno por el hecho de no
proporcionar o de negarse a proporcionar información sobre los heridos y los
enfermos a quienes asista o haya asistido.

Artículo 11: Protección de unidades y medios de transporte sanitarios

1. Las unidades sanitarias y los medios de transporte sanitarios serán respetados y


protegidos en todo momento y no serán objeto de ataques.

2. La protección debida a las unidades y a los medios de transporte sanitarios


solamente podrá cesar cuando se haga uso de ellos con objeto de realizar actos
hostiles al margen de sus tareas humanitarias. Sin embargo, la protección cesará
únicamente después de una intimación que, habiendo fijado cuando proceda un
plazo razonable, no surta efectos.

Artículo 12: Signo distintivo

Bajo la dirección de la autoridad competente de que se trate, el signo distintivo de la


cruz roja, de la media luja roja o del león y sol rojos sobre fondo blanco será
ostentado tanto por el personal sanitario y religioso como por las unidades y los
medios de transporte sanitarios. Dicho signo deberá respetarse en toda
circunstancia. No deberá ser utilizado indebidamente.

TITULO IV: POBLACION CIVIL

Artículo 13: Protección de la población civil

1. La población civil y las personas civiles gozarán de protección general contra los
peligros procedentes de operaciones militares. Para hacer efectiva esta protección,
se observarán en todas las circunstancias las normas siguientes.

2. No serán objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles.
Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea
aterrorizar a la población civil.

3. Las personas civiles gozarán de la protección que confiere este Título, salvo si
participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.
Artículo 14: Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la
población civil

Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las personas
civiles. En consecuencia, se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin
los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los
artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el
ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego.

Artículo 15: Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas

Las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber las presas, los diques y
las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques, aunque sean
objetivos militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y
causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil.

Artículo 16: Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto

Sin perjuicio de las disposiciones de la Convención de La Haya del 14 de mayo de


1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado,
queda prohibido cometer actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos
históricos, las obras de arte o los lugares de culto que constituyen el patrimonio
cultural o espiritual de los pueblos, y utilizarlos en apoyo del esfuerzo militar.

Artículo 17 : Prohibición de los desplazamientos forzados

1. No se podrá ordenar el desplazamiento de la población civil por razones


relacionadas con el conflicto, a no ser que así lo exijan la seguridad de las personas
civiles o razones militares imperiosas. Si tal desplazamiento tuviera que efectuarse,
se tomarán todas las medidas posibles para que la población civil sea acogida en
condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad, higiene, seguridad y
alimentación.

2. No se podrá forzar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por


razones relacionadas con el conflicto.

Artículo 18: Sociedades de socorro y acciones de socorro

1. Las sociedades de socorro establecidas en el territorio de la Alta Parte


contratante, tales como las organizaciones de la Cruz Roja (Media Luna Roja, León y
Sol Rojos), podrán ofrecer sus servicios para el desempeño de sus funciones
tradicionales en relación con las víctimas del conflicto armado. La población civil
puede, incluso por propia iniciativa, ofrecerse para recoger y cuidar los heridos,
enfermos y náufragos.

2. Cuando la población civil esté padeciendo privaciones extremadas por la falta de


abastecimientos indispensables para su supervivencia, tales como víveres y
suministros sanitarios, se emprenderán, con el consentimiento de la Alta Parte
contratante interesada, acciones de socorro en favor de la población civil, de carácter
exclusivamente humanitario e imparcial y realizadas sin distinción alguna de carácter
desfavorable.
Los Protocolos adicionales I y II a los
Convenios de Ginebra de 1949
Los principales instrumentos del DIH son los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949
para la protección de las víctimas de la guerra. Estos tratados, universalmente aceptados,
protegen a los heridos y los enfermos, los náufragos, los prisioneros de guerra y las personas
civiles. Sin embargo, los Convenios no abarcan importantes ámbitos, como el de la
conducción de las hostilidades y la protección de la población civil contra los efectos de las
hostilidades. Por ello, en 1977 se aprobaron dos Protocolos que completan, pero no
reemplazan, los Convenios de Ginebra de 1949
El derecho internacional humanitario (DIH) es el conjunto de normas que, en tiempo de guerra, protege a las
personas que no participan -o que ya no participan- activamente en las hostilidades e impone límites a los
métodos y medios de guerra. Es aplicable en conflictos armados internacionales y no internacionales. Los
principales instrumentos del DIH son los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la
protección de las víctimas de la guerra . Estos tratados, universalmente aceptados, protegen a los heridos y
los enfermos, los náufragos, los prisioneros de guerra y las personas civiles. Protegen, asimismo, a la misión
médica y al personal, las unidades, las instalaciones y los transportes sanitarios. Sin embargo, los Convenios no
abarcan importantes ámbitos, como el de la conducción de las hostilidades y la protección de la población civil
contra los efectos de las hostilidades. Por ello, en 1977 se aprobaron dos Protocolos que completan, pero no
reemplazan, los Convenios de Ginebra de 1949:

 Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las
víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I); y

 Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las
víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II).

¿Qué finalidad tiene el Protocolo I?


El Protocolo I se aplica en las situaciones de conflicto armado internacional. Impone límites a la manera de
conducir las operaciones militares. Las obligaciones que contiene este instrumento no son un lastre exagerado
para los responsables de una operación militar, pues no afectan el derecho que tiene todo Estado a defenderse por
cualquier medio legítimo. Este tratado se originó porque, debido a la aparición de nuevos métodos de combate, las
normas aplicables a la conducción de las hostilidades habían quedado desactualizadas. Ahora, la población civil
tiene derecho a una mejor protección contra los efectos de la guerra. El Protocolo I recuerda que el derecho de las
partes en un conflicto a elegir los métodos y medios de guerra no es ilimitado y que está prohibido emplear
armas, proyectiles, materias o tácticas de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios (art.
35).

¿Qué novedades contiene el Protocolo I?

El Protocolo I amplía la definición de conflicto armado internacional, consignada en los Convenios de Ginebra,
abarcando las guerras de liberación nacional (art. 1). Además, se definen los objetivos legítimos en caso de ataque
militar. Así pues, el Protocolo I:
a) prohíbe los ataques indiscriminados y los ataques o represalias contra:

 la población civil y las personas civiles (arts. 48 y 51),


 los bienes de carácter civil (arts. 48 y 52),
 los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil (art. 54),
 los bienes culturales y los lugares de culto (art. 53),
 las obras y las instalaciones que contienen fuerzas peligrosas (art. 56),
 el medio ambiente natural (art. 55);
La mayor parte de los ataques u otros actos cometidos en violación de las prohibiciones que figuran en el punto a)
se consideran, en ciertas condiciones, infracciones graves del DIH y se califican como crímenes de guerra .
b) amplía la protección conferida por los Convenios de Ginebra a todo el personal, las unidades y los medios de
transporte sanitarios, tanto civiles como militares (arts. 8-31);
c) establece la obligación de buscar a las personas dadas por desaparecidas (art. 33);
d) refuerza las disposiciones relativas a la distribución de socorros a la población civil (arts. 68-71);
e) otorga protección para las actividades de organismos de protección civil (arts. 61-67);
f) prevé medidas que los Estados han de tomar para facilitar la aplicación del derecho internacional humanitario
(arts. 80-91).
En el artículo 90 del Protocolo adicional I, se instituye una Comisión Internacional de Encuesta que podrá
investigar todo hecho denunciado como infracción grave o cualquier otra violación grave de los Convenios y el
Protocolo I. Muchos de los Estados Partes en el Protocolo I han aceptado la competencia de la Comisión.
¿Qué finalidad tiene el Protocolo II?
La mayoría de los conflictos armados posteriores a la Segunda Guerra Mundial han sido de carácter no
internacional. La única disposición de los Convenios de Ginebra aplicable a este tipo de conflictos es el artículo 3
común a los cuatro Convenios. Sin embargo, esta disposición, en la que se enuncian los principios fundamentales
de la protección de la población civil y de las personas civiles en tiempo de guerra, es insuficiente para resolver los
graves problemas que plantean los conflictos internos en el ámbito humanitario.
Así pues, el objetivo del Protocolo II es garantizar la aplicación de las normas fundamentales del derecho de los
conflictos armados a los conflictos internos, sin, por ello, restringir el derecho ni los medios de que disponen los
Estados para mantener o restablecer la ley y el orden. Tampoco puede utilizarse para justificar una intervención
extranjera (art. 3). El hecho de conformarse a las disposiciones del Protocolo II no implica, pues, el
reconocimiento de ningún tipo de estatuto particular a los grupos armados de oposición.

¿Qué novedades contiene el Protocolo II?


A diferencia del artículo 3 común, que no contiene criterios para definir los conflictos internos a los que se aplica,
en el Protocolo II se describe detalladamente su ámbito de aplicación, excluyendo los conflictos de baja
intensidad, como las situaciones de tensiones internas y los motines. En el ámbito del Protocolo II, se incluyen los
conflictos no internacionales que tienen lugar en el territorio de un Estado en el que se enfrentan las fuerzas
armadas de ese Estado con fuerzas armadas rebeldes que actúan bajo un mando responsable y controlan parte del
territorio nacional.
El artículo 3 común introdujo algunas consideraciones humanitarias en el derecho de los conflictos armados
internos. El Protocolo II lleva mucho más lejos ese modesto comienzo. Así pues,
a) refuerza las garantías fundamentales de las que se benefician todas las personas que no participan o que han
dejado de participar en las hostilidades (art. 4);
b) establece los derechos de las personas privadas de libertad y las garantías judiciales de quienes son
enjuiciados en relación con un conflicto armado (arts. 5-6);
c) prohíbe los ataques dirigidos contra:

 la población civil y las personas civiles (art. 13);


 los bienes indispensables para la supervivencia de la población (art. 14);
 las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas (art. 15);
 los bienes culturales y los lugares de culto (art. 16);
d) reglamenta el desplazamiento forzado de la población civil (art. 17);
e) protege a los heridos, los enfermos y los náufragos (art. 7);
f) protege al personal religioso, así como al personal, las unidades y los transportes sanitarios, tanto civiles como
militares (arts. 9-11);
g) limita el empleo de la cruz roja y de la media luna roja únicamente a las personas y bienes autorizados a
ostentarlos (art. 12).

D. LEG. N° 1267 LEY DE LA PNP Y SU REGLAMENTO DS Nº 026-2017-IN .

La PNP cuenta con personal de Oficiales Superiores y Oficiales Subalternos,


los mismos que previa selección, preparación y entrenamiento permanente,
destacan por su profesionalismo, técnico y especializado en zonas de
emergencia combatiendo contra las fuerzas hostiles (Subversión y
narcotráfico)

DECRETO LEGISLATIVO N° 1094

CODIGO PENAL MILITAR POLICIAL

Promulgado : 31-08-2010.
Publicado : 01-09-2010.

Artículo VII.- Conocimiento de la ley. El militar y el policía tienen el deber de conocer las
disposiciones de este Código y no pueden alegar ignorancia para eximirse de responsabilidad.

Artículo 33.- Circunstancias agravantes


Son circunstancias agravantes en la comisión del delito, salvo disposición contraria de la ley:

1. Ejecutarlo sobre bienes o recursos destinados a la satisfacción de necesidades de una


colectividad;

2. Ejecutarlo por recompensa recibida o promesa de recibirla;

3. Emplear en su ejecución medios de cuyo uso pueda resultar peligro común;

4. Ejecutarlo mediante ocultamiento o aprovechando circunstancias de tiempo, modo, o lugar que


dificulten la defensa del ofendido o la identificación del autor o partícipe;

5. Hacer más nocivas las consecuencias de la conducta punible;


6. La posición que el agente ocupe en la sociedad, por su cargo, situación económica, ilustración,
poder, oficio o ministerio;

7. Cuando fuera cometido con el concurso de dos o más personas;

8. Ejecutarlo valiéndose de un sujeto inimputable;

9. Cuando fuere dirigido o cometido total o parcialmente desde el interior de un lugar de reclusión
por quien estuviere privado de su libertad, o total o parcialmente fuera del territorio nacional;

10. Cuando se hubieren utilizado explosivos, sustancias letales u otros instrumentos de similar
eficacia;

11. Aprovechar situaciones de naufragio, incendio, terremoto, tumulto o calamidad;

12. Ejerciendo el Comando de una unidad militar, naval, aérea o policial;

13. Encontrarse el imputado en servicio de guardia, patrulla o maniobras;

14. Valerse de instalaciones, armas, bienes o material de uso militar o policial; y,

15. Cometer el delito durante conflicto armado internacional, enfrentamiento contra grupo hostil,
conmoción interior o frente al enemigo.

16. Causar lesiones graves.

17. Causar la muerte.

Grupo hostil es la pluralidad de individuos en el territorio nacional que reúne tres condiciones: (i)
está mínimamente organizado; (ii) tiene capacidad y decisión de enfrentar al Estado, en forma
prolongada por medio de las armas; y, (iii) participan en las hostilidades o colaboran en su realización.

La situación de enfrentamiento contra grupo hostil es aquella donde el Presidente de la República


autoriza la intervención de las Fuerzas Armadas frente a dicho grupo, para conducir operaciones
militares, previa declaración del Estado de Emergencia, encargándoles el control del orden interno.

DELITOS COMETIDOS EN ESTADOS DE EXCEPCIÓN Y CONTRA EL DERECHO


INTERNACIONAL HUMANITARIO

Capítulo I

Disposiciones Generales

Artículo 75.- Personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario

Son personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario:

1. En un conflicto armado internacional, las personas protegidas por los Convenios de Ginebra I, II,
III y IV, del 12 de agosto de 1949, el Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra, del 8 de junio
de 1977.

2. En un conflicto armado no internacional, las personas que ameritan protección según el artículo
3, común a los Convenios de Ginebra de 1949 y, en su caso, el Protocolo adicional II a los Convenios
de Ginebra, del 8 de junio de 1977.
3. En conflictos armados internacionales y no internacionales, los miembros de las fuerzas
armadas y las personas que participan directamente en las hostilidades y que han depuesto las
armas o de cualquier otro modo se encuentran indefensas.

Artículo 76.- Responsabilidad de los jefes y otros superiores

El jefe militar o policial será reprimido con la misma pena que le corresponda a aquellos que,
encontrándose bajo su mando o autoridad y control efectivo, cometen un delito descrito en el presente
Título, siempre que:

a. Hubiere conocido que sus subordinados estaban cometiendo esos delitos o se proponían
cometerlos; y,

b. No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o
reprimir su comisión o para poner el delito en conocimiento de las autoridades competentes para su
investigación y enjuiciamiento.

La pena será disminuida por debajo del mínimo previsto para el delito cometido en aquellos
supuestos en que, por razón de las circunstancias del momento, aquel hubiere debido saberlo y no
hubiere adoptado las medidas previstas en el literal b).

Artículo 77.- Órdenes superiores

En los casos de delito contra el Derecho Internacional Humanitario, se atenuará la pena a aquel
que obra en cumplimiento de una orden emitida por un gobierno, autoridad o superior, sea civil o
militar, siempre que:

a. No supiera que la orden era ilícita; y

b. La orden no fuera manifiestamente ilícita.

Artículo 78.- Jurisdicción universal

Con respecto a los delitos contemplados en el presente Título, este Código rige incluso cuando
éstos hayan sido cometidos en el extranjero o no tengan vinculación con el territorio nacional.

Artículo 79.- Non Bis In Idem

En los delitos contenidos en el presente Título y respecto de la competencia de la Corte Penal


Internacional, será de aplicación el principio Non Bis In Idem.

Será inaplicable este principio cuando el proceso interno:

a. Obedeciera al propósito de sustraer al acusado de su responsabilidad penal por delito de la


competencia de la Corte Penal Internacional.

b. No hubiere sido instruida en forma independiente o imparcial de conformidad con las debidas
garantías procesales reconocidas por el derecho internacional o lo hubiere sido de alguna manera
que, en las circunstancias del caso, fuere incompatible con la intención de someter a la persona a la
acción de la justicia.

Artículo 80.- Responsabilidad del Estado

Nada de lo dispuesto en el presente Título respecto de la responsabilidad penal de las personas


naturales afectará la responsabilidad en que incurriese el Estado, de conformidad con el derecho
internacional.
Capítulo IV

Delitos de empleo de métodos prohibidos en la conducción de hostilidades

Artículo 91.- Métodos prohibidos en las hostilidades

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de veinticinco años, el
militar o el policía que, en estados de excepción y cuando las Fuerzas Armadas asumen el control del
orden interno:

1. Ataque por cualquier medio a la población civil, o a una persona que no toma parte directa en
las hostilidades.

2. Ataque por cualquier medio objetos civiles, siempre que estén protegidos como tales por el
Derecho Internacional Humanitario, en particular edificios dedicados al culto religioso, la educación, el
arte, la ciencia o la beneficencia, los monumentos históricos; hospitales y lugares en que se agrupa a
enfermos y heridos; ciudades, pueblos, aldeas o edificios que no estén defendidos o zonas
desmilitarizadas; así como establecimientos o instalaciones susceptibles de liberar cualquier clase de
energía peligrosa.

3. Ataque por cualquier medio de manera que prevea como seguro que causará la muerte o
lesiones de civiles o daños a bienes civiles en medida desproporcionada a la concreta ventaja militar
esperada.

4. Utilice como escudos a personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario para
favorecer las acciones bélicas contra el adversario u obstaculizar las acciones de este contra
determinados objetivos.

5. Provocar o mantener la inanición de civiles como método en la conducción de las hostilidades,


privando de los objetos esenciales para su supervivencia u obstaculizando el suministro de ayuda en
violación del Derecho Internacional Humanitario.

6. Como superior ordene o amenace con que no se dará cuartel, o 7. Ataque a traición a un
miembro de las fuerzas armadas enemigas o a un miembro de la parte adversa que participa
directamente en las hostilidades, con el resultado de los incisos 16 o 17 del artículo 33.(*)

(*) Artículo reafirmado como CONSTITUCIONAL por el Numeral 1.1 del Numeral 1 del
Expediente N° 00022-2011-PI-TC , publicado el 22 agosto 2015.

Capítulo V

Delitos de empleo de medios prohibidos en la conducción de hostilidades

Artículo 92.- Medios prohibidos en las hostilidades

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años el militar
o el policía que en estados de excepción y cuando las Fuerzas Armadas asumen el control del orden
interno:

1. Utilice veneno o armas venenosas.

2. Utilice armas biológicas o químicas o

3. Utilice balas que se abran o aplasten fácilmente en el cuerpo humano, en especial balas de
camisa dura que no recubra totalmente la parte interior o que tengan incisiones.(*)

(*) Artículo reafirmado como CONSTITUCIONAL por el Numeral 1.1 del Numeral 1 del
Expediente N° 00022-2011-PI-TC , publicado el 22 agosto 2015.
Artículo 94.- Plan sistemático

Si los delitos contemplados en el presente Título fueran cometidos como parte de un plan
sistemático o se cometen en gran escala, la pena privativa de libertad impuesta podrá elevarse hasta
en un cuarto de la pena máxima establecida para cada delito.

Capítulo VI

Delitos contra operaciones humanitarias y emblemas

Artículo 95.- Delitos contra operaciones humanitarias

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años, el militar o
el policía que en estados de excepción y cuando las Fuerzas Armadas asumen el control del orden
interno:

1. Ataque a personas, instalaciones materiales, unidades o vehículos participantes en una misión


de mantenimiento de la paz o de asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de Naciones
Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles o a objetos civiles con arreglo
al Derecho Internacional Humanitario, o

2. Ataque a personas, edificios materiales, unidades sanitarias o medios de transporte sanitarios


que estén identificados con los signos protectores de los Convenios de Ginebra de conformidad con
el Derecho Internacional Humanitario.(*)

(*) Artículo reafirmado como CONSTITUCIONAL por el Numeral 1.1 del Numeral 1 del
Expediente N° 00022-2011-PI-TC , publicado el 22 agosto 2015.

Artículo 96.- Utilización indebida de los signos protectores

El militar o el policía que, en estados de excepción y cuando las Fuerzas Armadas asumen el
control del orden interno, utiliza de modo indebido los signos protectores de los Convenios de
Ginebra, la bandera blanca, las insignias militares, el uniforme o la bandera del adversario o de las
Naciones Unidas, con el resultado de los incisos 16 o 17 del artículo 33, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.(*)

(*) Artículo reafirmado como CONSTITUCIONAL por el Numeral 1.1 del Numeral 1 del
Expediente N° 00022-2011-PI-TC , publicado el 22 agosto 2015.

Capítulo VII

Disposición común

Artículo 98.- Accesoria de inhabilitación

La inhabilitación se impondrá como pena accesoria en los delitos regulados en el presente Título.

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