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C.E. Zavaleta Cuentos Completos 2 Escaneado con CamScanne [.—Cuentos brevisimos (1980-1983) Cuando miras el abismo por largo rato, el abismo comienza a mirarte a ti. Nietzsche Escaneado con CamScanner la con el correo y esper ake) de Caraz, apenas el postillén legara lija. fa un plazo para marcharse con la nueva va- Me pedia cosa, 0 que oe eta Preguntara directamente alguna invitacion, una advertencis notarse, © que fuera una queja, una Saas declaraci6n de amor, o simplemen- Un dia lego u a, para saber cémo estaba el destinatario. eee ina india llorosa y pregunt6 donde estaba el ae fas por un medio, esfo es, por cinco centavos. \qui, , ¥ NOs sentamos en el suelo empedrado del bello pa- tio de la oficina de correos. Queria dos cartas, una para su hijastra y otra para su mari- do, pidiéndoles que no vivieran juntos, que los ojos de Dios no dejaba de mirarlos, que mafiana mas tarde podria recaer un castigo sobre toda la familia, incluso sobre ella, que era inocente. Yo me detenia a cada rato, buscando desentrafar el enredo que entonces no comprendi, pero ella slo me animaba a seguir, trabando su lengua en quechua y castellano, conforme se quejaba de su suerte, y aun, indignada, parecia increpar a ambos responsables como si los tuviera al frente. No quiso que les pusiera fecha y tampoco firma. Y cuando cogi los dos sobres para poner el nombre de los destinatarios, me los quit6 simplemente y se los metid en el seno, pagandome los oe carey = para mandérselas, traduje que me decia, se las daré ‘0 cuando los encuentre, porque sin duda la ira o el llanto aan hablar. Entonces iremos juntos a buscar a otro nifio me impedira B® Mr" 5 1ea las cartas, y después que venga lo que G@ para qui ip 2 como 1 pate ave ro ai come Sr mn venga Dios quiera, Escaneado con CamScanner 318 TO UN HOMBRE, UN PUN de una serie de cuentos basados en la vida de - cape J cuento jamas dejaba de mencionarlo, asj fe eases centro o en el remate final. Bajo ese parecia nitido, iluminado como en ia calle desierta y él en medio de la Lucia: : en el principio como en mar de importancia, Luciano a un dia de radiante verano, con s una sombra. alle, creando apenas una son : ; : En el segundo, Luciano era sdlo el amigo del protagonista, a quien acompafaba por la calle, pero desaparecia . = rato en que éste pasaba solo en su casa. Sin embargo, to lavia Luciano tejia el cuento como tinico y mejor testigo de la vida del protago- nista. En el tercer cuento era sdlo el amigo del testigo, y apenas se hablaba de él una vez, en un diélogo secundario. Si a un lector le hubiesen preguntado quién era Luciano, hubiera tardado mucho en responder. En el cuarto, en vez de aparecer, sdlo surgia en boca de un personaje secundario y éste decia que no conocia bien a ese Luciano, En el quinto, el personaje secundario y una amiga suya es- taban en la terraza de un altisimo edificio, y entonces miraban aba- 10 ¥ velan a los transeintes, movigndose apenas como un flujo de hormigas. Por fin ella sefialaba un punto entre cientos de puntos, y decia creo que ése es Luciano, o me Parece, no lo sé, ni me im- porta., : Escaneado con CamScanner = 319 PRIMERA COMUNION Cot 5 las ann Mee a las muchachas de un pueblo cat6lico, la anal- pararla. comulgar, pero previamente alguien debia pre- ; Cuando vino a mi, le dije que yo no servia para eso, pero que mi hermana Julia podia ayudarla. / Durante los primeros dias de diciembre, Julia le ley6 pé jes de libros piadosos y le explicé el significado de la vida espii tual, que debia consagrarse a Cristo, hijo de Dios. jEs una chica tan buena e inocente!, exclamé Julia. El dia de la Inmaculada Concepcién, Maria nos invito a la ceremonia. Parecia la mas hermosa de las muchachas indias del Pera; pero no estaba sola, la seguia una pareja de nifios. Son mis hijitos, dijo ella, con profunda ternura; quieren ir a la iglesia conmigo. Escaneado con CamsScanner $00 EL. MUNDO CONOCER En algunas clases del kindergarten, la maestra:dibuja una paloma en la pizarra y dice, miren, nifios, esto es una paloma, Jases de la escuela secundaria, el maestro explica ; En las cl 5 traza en ln pizarra figuras geométricas y operaciones mas o menos éste es el teorema. complicadas y dice, miren, muchachos, éste En la calle, a lo largo de muchos afios, yo primero vi a un muchacho desconocido y enfermo, que andaba temblando de |g cabeza a los pies, luego a un conocido que se disparé un balazo y siguié temblando por el suelo; después a un hombre que se toma- ba la cabeza entre las manos y gritaba sin importarle el gentio; y nalmente a una mujer que hablaba sola pasando a mi lado. Sélo asi entendi cuando alguien que no era un maestro me dijo, mira, Juan, esto es una locura, Escaneado con Camscanner 321 ENO, VERDUGO Vigilaba desde un comi la sirvienta india de ey COUR au press, desde a legada de madre a instancras gttth® Q¥e reemplazaria a la despedida por su : "4s suyas. Lo primero, ver quién la acompafiaba, si Un ni © Una nifa; le disgustaba recibirla sin prole, tinicamente yi i ge mente su cuerpo, envuelto ya en polleras hasta el suelo y en rebo- zos que aun cubrian su cabeza, _Si venia con un nifio, su destino s6lo tardaria un poco: el Pequeiio indio pretenderia en vano oponerse al castigo, asi fuera con una mirada turbia, hostil, o con la ilusi6n de una pelea en otro mundo donde ambos fueran iguales. Pero de todos modos llegaba el turno de los breves manotazos, de las patadas furtivas, y luego el encuentro final, el desafio abierto que paralizaba de miedo al hijo de la sirvienta, incapaz de medirse con él. Preferia, no obstante, que la india trajera de la mano a una hija de ocho © diez afios y entrara con ella en la cocina, donde ambas trabajarian hasta muy de noche y se tumbarian exhaustas sobre pellejos. Entonces no le bastaba una rift, lo sabia bien, ni menos una queja aduciendo que la indiecita no lo saludaba como era debido, 0 que no le servia a la mesa cuando la cocinera ya no daba mas, Oh no, estudiaba minuciosamente a su presa, se acerca~ ba a pocos, la sometia a punta de sonrisas y de juegos indios con cordeles y huesos de rodilla de cordero, ganando su confianza. Era In sefal del camino inverso, el de la bofetadas, puntapiés y pufeta- wee psa carne indefensa era an més dulce y terca, temblaba y a aeees lloraba, pero de nuevo estaba ahi, a su alcance, y asi corrie- vec denanciarlo a fa cocinera, ésta se lo callaba todo ante la patro- Se ty madre, Pronto 10s purietazos y empujones no le saciaban ya; Me’ ponia a revisat los avergonzacdos harapos que la chica defendia, sobre sus pies descalzos, o levantaba sus falditas para } cuerpo sin fondo de las mujeres. Y su mayor deleite Flegaka por la noche, cuando la pequena se dormia limpiando la gab PUestos de comida; viendola como una estatua, sentada enone sn el alto taburete suyo , daba un grito, quitaba el taburete © pisaba averiguar ¢l Escaneado con CamScanner falizaba en el aire, cayendg 0, porque la sorpresa del ta, ademas de la nariz y 322 nd; de un puntapic Y la estat se i ae iliendo dificilmente © lel s ndo a oro De ahi al .* a la misma victina adia, sin hijo ni hija, sola, as; pero la partida estaba echa- iar y aun se fingié dormido anidara en su pecho y le een quechua, Cuando pas6 al ataque, como atin le, empez6 a asustarla de noche, irrumpiendo en la cocina como un loco, gritando y sacudiéndo! con un palo, y huyendo sin darle tiempo a reaccionar. Luego dej6 n blanco y volvié a las andadas; pero llego s bia sido. \ uespido de madre & hija no faltaby, gimiendo, sl viaje de un mur ngrentacas: boca , mucho: le aburria castiga Pero una manana Ilegd ota I el choque, el duelo, tardaria atin 1 da, Le sonrié falsamente, se hiz mujer fuerte y enorme lo 1 que la antara dulcement cra débil para enfrentarse © pasar unas noches et giloso cuando Ia india joven y larguisima se desnudaba ante un lamparin de kerosene. Tembl6, asustado, pero por las rendijas pudo descubrir esa nueva geografia de vastos pechos, de vientre henchido y sin duda tibio, de ingles negras y estremecedoras, y de espalda amplisima con dos colinas para vivir sobre ellas. Empujé la puerta, pero la mujer lo rechaz6 a manotadas, a golpes que cada noche se hacian mas fieros, sin que él pudiera ya denunciarla ante su madre. Y después de echarlo, ella cerraba cruelmente la puerta, Cada noche tocaba y cada vez retrocedi ere Hasta que descubrié el arma que precisaba y no tenia la ei we ee puerta, y entonces se sent6 pegado a las cara bes ne paso del tiempo que lo favoreciera ante los Escaneado con Camscanner 323 LA INSTITUCION Desde muy joven Gilberto comprendié I él seria que una Institucién lo protegiera. ee A sus veinte afios fue admitido en ella y mas, excepto mantenerse dentro de Ia Institucion. La primera vez que dejé de ascender, se quejé ante el ami- go de uno de los directores y éste logr6 su ascenso por el itrebat- ble argumento de que, si no ascendia, Gilberto cambiaria de Insti- tucién. ya no le imponé Cuando gast6 mas dinero del que ganaba, malversando los fondos de la Institucién, sus acreedores lo denunciaron ante ella, y la Instituci6n, en vez de echarlo, lo ascendié de nuevo a fin de que aumentara sus ingresos y pudiera asi pagar sus deudas. Cuando se descubrid que sembraba infundios contra su propia Instituci6n, ésta compré su silencio ascendiéndolo otra vez Cuando llegé a la edad de los miembros del consejo direc- tivo, fue nombrado también director, lo que equivalia a uno o dos ascensos. Trabaj6 entonces menos y peor que los demas directores, pero a nadie le parecié anormal. Cuando muchas personas ajenas a la Institucién lo denun- ciaron pUblicamente por incompetente y por picaro, la Institucion lo nombré asesor, cargo retirado y silencioso que suponia un nue- vo ascenso. : : ¥ cuando la Institucin lo jubilé por fin, lo ascendi vez mas para mandarlo definitivamente a casa. una Escaneado con CamsScanner EL HOMBRE QUE SE RESPONDIA EN PUBLICO A SI MISMO EI Callején de Huaylas, llamado la Suiza Peruana por sus nevados (mucho més altos que en Suiza, al extremo de que el pais centroeuropeo deberia Ilamarse el pequefio Callején de Huaylas), no sdlo es famoso por sus cordilleras Blanca y Negra formando e| imponente Cafién del Pato, labrado en kilémetros de roca y tine. les, y descrito por el sabio italiano Raimondi, sino también por el doctor Vega, el hombre que se respondia en piblico a si mismo. Habfa nacido en Caraz, y solamente por ello, debié compe- tir desde muy joven con el doctor Delgado, prohombre del pueblo rival, Yungay. El reto consistia en pronunciar un discurso en las fiestas patronales, una especie de pregén, de cualquiera de ambos Pueblos. Asi como usualmente caracinos y yungainos ponian sus diferencias en los botines de sus futbolistas, asi también confiaban €n sus oradores, quienes habian estudiado en Lima y Europa, vol- viendo como profesores de los respectivos colegios nacionales, en vez de perderse en Lima como otros ambiciosos abogados provin- cianos, Durante afios, ambos doctores rivalizaron en el tono de la voz, la profundidad del tema, la maestria de sus introitos, la calidez del cuerpo del discurso, y el ingenio de los latiguillos finales Si Vega era mas propenso a los temas literarios, usando un lenguaje Preciso y contemporanco, notablemente peruano, Delgado preferia el regusto barroco, el brillante oropel con que envolvia sus frases retorcidas y sonoras. Quiz la ventaja de Vega estuviera en su vivaz brevedad, en el dibujo nitido de la situacion, y mas atin, en el tono adecuado a la circunstancia; pero quiza también la ventaja de Del- 8ado proviniera de su vasta cultura, de su voz solemne, del efecto El tiltimo desafio ocurrié el Dia de la Madre. Delgado com- Escaneado con CamScanner 325 bino cee de Prosas y versos antiguos y modernos, acercandose a coe a vie on epoca, Pasando Por los ejemplos de hijos devotos Soe dg | seo ase ma. i que debié ocupar su madre, stibi- tamente enferma el dia anterior y ahora quiz4 moribunda. A medio discurso un discipulo irreflexivo le susurré que su madre habia muerto. El orador call6 unos segundos, se tambale6 un poco, pero se rehizo y pronuncié luego la oracién que caracinos y yungainos juzgaron que habia sido la mejor oida jamas por ellos. Desde entonces Delgado se retiré de los desafios publicos y por ello Vega debia pronunciar dos discursos, ambos muy distin- tos por el punto de vista, el tono y el lenguaje, ocupando dos tri- bunas diferentes, y advirtiendo al ptblico que primero hablaria como el doctor Delgado y después como él mismo. Con el tiempo logré equilibrar las dos versiones, aunque a veces, si bien pocas, la version de Delgado resultara triunfante. Escaneado con CamsScanner 320 EL CAMPEON DE LAS MUL una deliciosa chicha mora. Dona Josefa Macera, que vend clos 7 da, fria y dulce, oliendo a clavo y canela, mataba su sonrisa una gritarnos: jFuera, chicos, usted ™ eran como F i, y aqui las tengo en mi sala, pero inclu- vez. al dia pil mi hijo! jUsaba muletas, s so peleaba contra el mejor anabat : La fama de ese Macera nos habia p: oiamos cuentos del muchacho largo, flaco y malgeniado. Habia vencido en carreras a muchachos normales, detenia con sus mule- sado a los chicos, que tas la pelota en el arco, 0 trababa las piernas del adversario, o lle- vaba cumplidamente los recados de su madre, atados a las varillas La ultima vez que pele fue en el sitio de siempre, un canchon pegado al rio Santa, y habia estado dandole muy bien a Jimenez, su rival, con los puftos y muletas, y aun con la pierna muerta que él empuj con la otra, en movimientos elasticos de contorsionista o de mono. Ya casi tenia ganada la pelea y sdlo le quedaba rematar una muleta contra la espalda del caido, jamas contra la cabeza, porque él peleaba limpio, cuando el caido eludié el golpe, se rehizo, salté en el aire y le propin6 una chalaca que lego hasta la cara del muchacho tan alargado y flaco. Y entonces Macera rod6 hasta el rio, adonde llego ya sin muletas y sin sus gri- tos y amenazas. ; nae i siempre, una vez al dia, alguno de nosotros invitaba desde hh @ morada y entrabamos en Ia tienda de dofia Josefa. Y i ee las viejas muletas €n el centro de la salita, llenas mas de los ae, ney dle cuchillo, y también con innumerables firt- S amigos dle Macera, El Gnico que se resistia a entrar era ie quien debiamos meter a rastras para invi- cha morada. fri. canela Mmorada, fria y dulce, y oliendo a clavo y y: ‘ndo Escaneado con Camscanner AMANTES EN NUEVA YORK Por la calle 11 Universidad de Columbia 6, antes de volver a it vieja explanada de la los eclificios se very s f864erdo una alambad cuyo través ao ie Osos de et tarde amarilla como sil closas Y Tesignadas catednales como silen- Hacia aqui, una e gris, de las que harin fam cos transetintes a esa viles menos alle ancha y Perfectamente neutra, dura y NOso el siglo ve} inte para siempre. Muy po- Y el rugido de automs- horas, ¥ la pareja recos- ndo muy cerca, ineré- arias veces antes de comprender, $ once 0 dloce aos, el cuerpo eléistico de los awe son flacos y fuertes, muy quebrado en la cintura, y la carta también menuda y huesuda como de pajarillo indignado; y ella un Poco mayor y mis alta que él, retrocediendo temerosa, pero tam- bién altiva, dando su versién, desafiando al machito, Oye ti, condenada putal, y él gritaba a pesar de que yo iba hacia ellos, 70 sea que te acostaste con él {Y no te dio dinero?, y me dej6 quieto en la acera, como si las edades se hubiesen cam- y el chico fuera yo, buscaso, si no me eres. y ela #8 vex chil, pero se qu también, torcida por el tir6n de pelos que le daba el dueno, Vhora medio desi Molesto que otros dias y otra: tada contra la mal de alambres, y yo pa dulo, intrigado, mirando Cho ahora resoné In primera bofetada y yo empect« inerpo fue algo natura, tenia que hacerlo, pobre nit, pero ela Be ee apreio y los celos del chico copiaban tan bien a los de Latent Viejo que renuncié y pasé de largo al oir Ia se- un home ov pofetada, bah, la misma pelea en coalgier parte, no i erdo perra sucia, engafarme a mi, a mi, y tG final- 5 creido, ne mal inglés La ma en medio de aquello, porque hablaban un a mente alegre en pero tti les entendias todo. Pp Escaneado con CamScanner UN VIAJE ROMANTICO A mis cinco anos mi madre iba Pio, con su nombre de: Pap ia cuande Creiainon babesls vex primera, Adclante " dio que entrala por Jos atajos y resurgi ; perdido entre las lagunas congclacas y ta esearch derrarnac a py fiados sobre la paja ichu. / ‘Tras cabalgar desde Ia madrugada, viniendo di del mundo que dormia, cl amanecer nos entregaba en Jo mas alte, la puna y los puiados de nieve entre los cascos, el atroz silbids del viento, el sol blanco y frie, y unos caballos salvajes que nox in los lobos en el suetio de los corde. ede: abajo, atacaban como sin duda ata ros. Mi madre montaba a Ia jineta, sobre una montura de lado, ne- gra y brillante, bordada de arabescos, y con Ja rodilla bien colyada del gancho; su otro pie pisaba el estribo de plata, que cra mi pun- to de referencia sobre la velocidad con que huiamos de Jos caba- llos salvajes. Enfundada en su bata de viaje, flameando el sombrero de plumas, clavando la espuela, era quiz4 la novia de un ejército en veloz retirada, al que absurdamente molestaban unos potros desnudos, sin jinete. Pendiente del luminoso estribo, yo siempre cabalgaba tras de ella, dibujandola contra Ia ausencia de montafias (todas habian quedado abajo) y luego contra los sembrios cuadriculados, mar- chando hacia el reino de las frutas, La Pampa y Yuramarca, adonde llegarfamos de noche. . De ese viaje recuerdo también Ja hora del almuerzo, Ia luz ae os habia rescatado por fin del invierno matinal: sobre un oreado y tendido en la calva de una colina, el despeinado lator A apron Pattuelo cayendo sobre la cancha y los cuyes, Ella 5¢ ba, que ee pl Pero Pio y yo le dijimos que eso no importa- eer oc O8As en la Sierra, y renunciando a los cubier- tos, devoramos el fi 7 el fiambre 'os viajeros, Con los dedos, segtin la costumbre de Por decir alg ir algo en aquel enorme silencio, pregunté si le ha- Escaneado con CamScanner 329 respondi6 ojala fuera 280, bijo mio, es bia dado soroche, pero e| olra cosa mas grave. ; fata eee LO estribo de Plata me mira, lo conservo sobre ce} escritorio. Poco después del viaje Ileg6 Ja noticia de que mi ma- dre estaba muy enferma, que quizé podria morirse Y que por eso no venia a verme. {Dejaria de guiarme, pues, el estribo hermoso y terrible, ingenuo y diabélico, luminoso y torvo? La carta de mi her- mana dijo por entonces ella ya no sale de casa, hace mucho frio en estos dias y no sabemos cuando Ilegara un médico al pueblo, asi es la sierra, hermano, ta lo sabes. Y finalmente un emisario en- tro por la puerta, trayéndome un Paquete en la mano: era el estri- , pero carecia ya de luz propia. bo. Escaneado con CamsScanner LA EDAD MEDIA ACTUAL dad Media —solia decir vivido largamente en la —Yo he vivido larg ee Pélix apenas sus amigos se sentaran en torno a él, Ilamados por sy hospitalidad. Fumando, comiendo y bebiendo de sus manos, los in ian sin creerle y decian vitados sonreian sin cree a —Imposible, eres muy joven, tendrias que haber nacido —Hablo en serio —replicaba—. Hace unos veinte aftos yo vivia en la sierra peruana; siguiendo los pasos de mi padre, desde nino me rodearon sirvientes sobre los que tenia absolutos dere- chos. Uno de ellos, Gregorio, quiso rebelirseme; mandé quemar las plantas de sus pies, ahi donde no se ven las cicatrices. Otra, la co- cinera Chabela, se nego a ensefarme cudn profundas eran sus partes y si su sexo negro y lejano hablaba 0 no como una boca cualquiera; ordené que le metieran sapos y la cosieran por varios dias. El tercer criado me gui mal por las blancas punas de Cahuacona, a medianoche y sin linterna, como viajan los hombres due no temen el infierno; esperé, y a la dudosa luz de la aurora, lo arrojé de un precipicio de nieve a otro precipicio de nieve. El cuar- to se rié demasiado cuando me mordié un Perro y cai al suelo; lo separé de su concubina y la encerré a ella con un perro feroz. En fin, al quinto lo conservé a duras penas, sin despedirlo, y hacia de icrra ha cambiado mucho! —dijo oe edes cometer esas cosas son de- litos. Te denunciarian los Propios indios, ‘ —Ha cambiado Sdlo por encima —dijo Félix—, Ahora mis- JO unos quinientos kiléme- Media, donde conservo algunas ales los ches modificado las tecompensas. En un oad Ples © meterles Sapos en el Cuerpo, o despe- 'Picio, ahora les Tettibuyo de otro modo. Les no de sus invitados—. Ya no pu Propiedades. En verdad 6 sol vez de quem: pee Aarlos. desde Escaneado con Camscanner a 331 po que tendrian para pensar, les hago comprar la peor ropa y la peor comida, jamas una casa 9 un buen caballo, y finalmente, en no me ocupo de ellos en absoluto, Y canso de esos habitos, ‘esta casa de Lima y enciendo por turno el 'sor, 0 pongo el video iem- el colmo de las situaciones, cuando me oaciae Stereofonico, el televi y el vibrador de la cama éY qué sacas con todo eso? —le pregunté una de sus amigas —Me divierto r lizando mis deseos —dijo él . Es muy iburrido vivir en un solo siglo, Escaneado con CamsScanner 332 ee a Ee EL HOMBRE DE DOS CASAS Parece que el peso de una casa es tal que, si bien lo so. portan algunos hombres, muy pocos soportan el peso de dos ca- sas, es decir, de dos mujeres. Sé de un hombre que habia reunido a su esposa y a su amante en una misma casa y que, al recibir a sus amigos, lo hacia en medio de ambas, sin una nube que turbara aquel cielo familiar, Otro hombre llegé a Ministro y tuvo a su esposa en la resi- dencia oficial y a su amante en una pequefia casa de los subur- bios, sin que ellas se conocieran jamais. Otro llegé a Presidente y libré su mejor batalla contra quie- nes lo habian elegido, para vivir con su amante, pues hacia afios que habia abandonado a su esposa en una bella casona, horrible para él. Otro maté a su tinica mujer el dia en que habian acordado separarse definitivamente y gozar cada cual la ocasién de vivir en una segunda casa Otro, que jams habia perseguido amorosamente a su espo- sa, empez6 a asediarla desde el primer dia del divorcio. En cada encuentro se insultaban y golpeaban, pero también acordaban citar- se de nuevo. Ou se suicid6, incapaz de soportar la segunda casa, don- de al comienzo parecia vivir feliz. Otro, previendo cualquier fracaso, renunci6 a tener una es- Posa y sdlo tuvo dos amantes, Pero pronto, con sus habitos, con- virtid a_una de ellas en la esposa y a la otra en la amante, repitien- do asi los pasos que quiso evitar, Otro, hastiado de ambas casas, quiso huir a una tercera, ae Fenuncio en cuanto supo que la tercera casa era el manico- Escaneado con CamsScanner 333 quel ritmo de odio y apego lo virtudes de los antiguos defectos, A iba trastornando minuciosamente, En fin, otro hombre, muy joven, feliz, sin pensar en ninguna de amb; estaba viviendo en una de ellas, sin » decidid permanecer solo y aS casas, pero cuando desperté saber en cual. Escaneado con CamsScanner B88 eg ea E MI MADRE moriré pronto. Hace afios murié mi padre stibi- madre ¢ a y el suceso me conmovi6 dema- r stuve listo tamente, y por ello no estuv } ae ; siado. Pero desde hace tiempo mi madre esté muy enferma y sé que acabara un dia de éstos. Estoy, pues, preparado Ahora los dias corren en una sola direccién, no puede ha- ber otra. La vida, los siglos, la enfermedad, los achaques son inevi- tables. La muerte también. Cada mafiana, en medio del trabajo que dan las cosas su- biéndose a las manos, averiguo cémo sigue ella. No, no ha muerto, todavia no. De pronto me avisan a mitad del almuerzo. Si, estaba pre- parado, pero trastabillo y tiro la silla al andar; estaba preparado, no voy a impacientarme, pero salgo al balc6n, miro el mar, la tarde es hermosa y la piel del agua da el mejor color del mundo, y todo se afea por dentro; hay una mirada perpleja que es mia o del mar, y un sabor a cobre o bilis me cierra los ojos; disimulo, digo que es- toy bien, que me esperen porque ya saldré. Cuando por fin salgo después de fingir aplomo ante el es- pejo del cuarto de bafio, me doy con la calle brillante frente al mar y sé que estoy preparado para su muerte, pero no para la mia. Escaneado con CamScanner punto: DE VISTA DEL ENEMIGO Miguel, que jamas se s V nucho . se sent ejo, habi ia vivido much sin +l menos de modo voluntatio. Pe saron los anos y supo que tenia un enemigo mortal ofender realmente a nadie. ero pa- Ademuis de vociferar en su ausencia que lo mataria, su ene: tito y mediante correveidiles, A fin de comprender la magnitud de imaginar las causas y acabo descubriendo lo migo lo insultaba por teléfono, por e: © odio, se puso a Isas y nimias que gO por su lado las auténticas razones de por qué era repudiable, y asi enumeré sus propios defectos y vi- cios de modo implacable, objetivo y carnicero. Entonces invocé a su enemigo, convencido de que, si era atacado, él mismo contribuiria a deshonrarse y destruirse. Pero como su enemigo mortal no se presentara a luchar en ese unico instante de objetividad, volvié a invocar a ese perro sar- a enrojecida por el odio, a ese calumniador de esperar todos los dias del futuro para destruir- eran; pero entonces a noso, a esa culebra mundos, dispuesto a lo él Escaneado con CamScanne 440 LA PERFECCION ta casa del poeta Pablo quediba a medio camino entre mj at cas a Ps mejor razon para visitarlo por las tarde asa y la oficina, He ahi lat " ean la cabeza anhelaba una buena platica cl tiempo y \ 's podian enumerarse con s6lo verlo: su eterno cuando crec Las otras razone buen animo, su incapacidad de sorprenderse por lo que oyera, y su mirada limpia, de las que acompanan a vivir, La tiltima vez me habia obsequiado un libro del que era muy bueno, pero que autor, Pocas tardes después le dije que quiza debiera leer otro que yo acababa de comprar; lo habia deja- do en casa y ert uno de los pocos que podian aventajar al suyo. A la tarde siguiente me visito. Tras rebuscar en vano por toda la casa, le dije que quiza habia prestado el libro a un amigo. La proxima vez me espero en la calle y pidio ir juntos a de mi amigo, pues le interesaba mucho el libro del que le ha- bia hablado, Ya en la nueva casa, ayudamos al duefio a buscarlo, pero también fue en vano. Mi amigo dijo que tal vez no se lo ha- bia prestado yo, y asi los tres, Pablo incluido, nos citamos para el dia siguiente a fin de buscarlo definitivamente en mi casa, Ahora ha llegado este amigo y ambos estamos urdiendo la nueva excusa que daremos a Pablo, Tendré que ser una buena y diferente de las otras. di Después de una hora de esperarlo en balde, mi amigo ice: Pablo ya no viene, ha comprendido. Si, digo yo; no quiere ver el libro, Escaneado con CamScanner is, PROVINCIANO 1a capital de su pais Jo deslur dad y por las nuevas costumbres, La gente no andab, ba en automoviles, motocicletas y aviones, no coi i Ab diame a , ia 5 dores ptblicos y Pintorescos, y sofiaba sin dormir, a aa ane > la - tos cines penumbrosos donde el suefio comin transcurria ‘lf ido entre imagenes musicales y luces de colores, a Al anochecer, paseando Por las calles, vio que la gente abria por turno las puertas de su: I S pequeiios e idénticos departa- mentos y que un miembro de cada familia salia, muy cumplido, a depositar en los umbrales un paquete bien envuelto y aun, a ve- ces, brillante y llamativo. Tuvo tiempo de elegir el paquete mas pulcro y mejor hecho. Sélo faltaban unas cintas para convertirlo en un presente. Lo llev6 a su casa para averiguar qué contendria esa muestra de las nuevas y bellas costumbres de la gran ciudad. Lo abrié y debajo del pulcro envoltorio hall6 la basura mas pestilente y nauseabunda que un hombre podia imaginar. Escaneado con CamsScanner LA CIENCIA EL tinico inconveniente de la ciencia es que puede volver s malos —dij gusto. soportables y aun bellos a los malos —dijo Augusto. : sonrio incrédulo Andrés, hombre de COMO es eso? — ciencia. . ; aando yo era nino, frente a nuestra casa vivia una mu- jer que nos odiaba a los chicos, a los perros y a las gallinas y ca- ballos, Quizd fuera bonita, hasta que sufrié una parialisis facial que le torcié no solamente la boca y la mirada, sino le ahondo el brillo de odio en los ojos. Como no habia médico en el pueblo, en vano el curandero le puso emplastos de Iantén y otras yerbas, y aun le hizo agarrar los dos polos de un manubrio eléctrico que la sacudia toda, mientras gritaba y maldecia su suerte. Jamas quedé bien, pero su nuevo aspecto de bruja y arpia fue para siempre una obra maestra, Ahora, en cambio, hace poco, la misma paralisis facial de un hombre vicioso y afeminado del barrio fue tan bien curada, en un mes y medio, que el sujeto quedé mejorado y aun embellecido. —Sigues siendo un nifio —dijo Andrés—, Sélo hablas de apariencias, de Dorian Gray y esos retratos truculentos. Deberfas desconfiar del arte, no de la ciencia. —Quiza lo mejor a que aspiremos no esté ni en uno ni en otra —dijo Augusto. —Sigues pensando como un nifio —dijo Andrés. —Y ti sigues viendo s6 : : lo sélo una : _ Augusto, lo una parte de las cosas —dijo Escaneado con CamScanner _—_— 339 CONOCER A UNA MADRE —{Cudndo conoceré a tu madre Gustavo—. Podemos invitarla te he pedido presentarmela, —Es cierto —respondi6é él—, pero sigo dudando, pues ha una sola persona con quien no me gusta salir a Ia calle, : pes —iY quién es? ‘ —Justamente mi madre. —éPor qué? —Porque la amo. —iY entonces..? —Hay muchas mujeres en la calle mas hermosas y mejor cl —pregunt6 la novia de al cine o a tomar el té. Varias veces vestidas que ella. —i¥ le das ti importancia a eso? —Yo no, pero ti si. Y la verias como no quiero que la veas. —Pues entonces la conoceré en tu casa. —Tampoco, en casa es demasiado timida con los extrafios y demasiado subordinada a mi. La verfas como si fuera mi hija, no mi madre. —iY acaso no he de conocerla nunca? —Te ruego esperar un poco. Estoy construyendo un esce- nario para que tt la veas € instantneamente la ames. Escaneado con CamsScanner 340) —————_——————. >So UN EXPERIMENTO DE JUSTICIA Vamos a hacer un experimento con estos malos sirvientes indios, propuso Rodolfo a César. Fingiremos que de un momento a otro los echamos y seremos inflexibles hasta un limite maximo, Creo que, si no aflojamos hasta ese limite, acabaran Por caer de ro- dillas a nuestros pies y llorarnos por quedarse en la hacienda, Si, son una raza indigna, dijo César. Su sangre y sus habi- tos de siervos manchan inclusive a los mestizos que desean librarse de esa peste. Estamos a las puertas del siglo XXI y el Pert’ no avanza por ellos. Los dos patrones llamaron por turno a los sirvientes, ningu- no de los cuales recibia un salario fijo; sdlo tenian la cocina 0 el Pesebre por vivienda y una pobre comida diaria primer indio oy6 la noticia y se quedé casi petrificado, livido, pero luego anuncié que haria un atadito con sus cosas y que finalmente se marcharia, EI segundo contuvo el aliento, pregunté dos veces si habia oido bien, pero en cuanto iba a sollozar se volvié sin decir mas. la tercera fue una india joven; protest6 y chillé, rompiendo a llorar, pero en cuanto se hubo fatigado se metio en la cocina y anunci6 que también se marcharia, EI cuarto fue un indio viejo, de cara cruzada Por arrugas en todas direcciones, Ustedes, nifios, se olvidan que yo ayudé a su pa- dre a levantarse del suelo, dijo; pero no hagan caso de mis quejas, sigan no mas botando a Ja gente. El quinto fue un nifio, que sélo una semana antes habia empezado a trabajar para los Patroties Rodolfo y César. Se eché a reir y pregunté de qué trabaj existia, ni ganaba un jornal, Cuando todos los ha, ambos patrones oyer transformaron en tisas, Sirvientes se hubieron reunido en la coci- ‘©N unos sollozos, Pero de mas cerca se iVamos, fueral, gritaron, Insultandolos en v 02 baja y en quechua, todos los i dios se marchaton excepto ef nif, a pocoeHlos|in Escaneado con CamsScanner 341 s, fueral, le mandaron . fC Z Vamos, fuera, le mandaron a ¢ ie también, EL nino volvid a soltar fa tisa, iste NO es UN empleo, nj un. casa ada. les Este ni em empleo, ni una casa, ni nada, les jo. eY adonde voy a ir, si en todas Partes me daré otros iguales a ustedes? Con ustedes 6 con ZY entonces qué vas a hacer? mpaco, dijo. No vale BY entonces que dle quedas? la pena vivir aqui. nsisticron, Lo dicho, respondié el nino, ra arréglenselas ustedes, Ni me voy ni me quedo. Aho- Escaneado con Camscanner

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