1.

Pisa el freno: En este tiempo, es bueno que tengamos en cuenta que, en la

vida, vale la pena pisar un poco el freno en nuestras agitaciones diarias.
Detente un poco, mira tu vida, mira tu entorno y date cuenta de lo bello que
es el mundo. La velocidad con que pasan las cosas ahora, nos hace
perdernos de muchas maravillas. Lo más hermoso es, a veces, lo más sutil.
No lo dejes pasar.

2. Iguálate por lo alto: Piensa más en las personas que te hacen el bien, en
las que triunfan, en aquellas que hacen las cosas de la mejor manera. Date
cuenta que si te igualas a ellas, podrás ser mejor. No te iguales por lo bajo,
piensa siempre en lo alto y triunfa con el ímpetu de tu juventud. No tengas
miedo, te ves demasiado atractivo o atractiva siendo mejor.

3. Revélate: Hoy tenemos la tendencia de la tristeza, el enojo, el mal genio.

Revélate a estas actitudes siendo tú mismo una persona que irradie
felicidad, buen ambiente, buena vibra. Esa es la vibra de Cristo en el
corazón de cada uno. No más peleas, no más mal genio, seamos los
revolucionarios en la alegría del corazón. Revoluciona el salón y el colegio
con tu esfuerzo, tus deseos de hacer las cosas bien, tus triunfos y tu buena
actitud.

4. Da like: Genera ambientes de felicidad en tu grupo, en tu comunidad de

aprendizaje. Sé el primero en decir: vamos a hacer las cosas bien. Dale un
like a la vida y hazte viral en el impulso que conduce a la felicidad, a la
fraternidad y al deseo de crecer, de ser siempre mejor.