Está en la página 1de 2

LA CASA Y EL MOBILIARIO GRIEGA Y ROMANA

La casa era un espacio donde transcurría gran parte de la vida de las mujeres antiguas;
no ocurría así con los hombres.

LA CASA GRIEGA
La casa griega solía ser pequeña y poco confortable. La más común era un edificio de
un solo piso con apenas ventanas. Estaba construida de madera y adobe y presentaba
paredes muy delgadas y encaladas. Sus suelos eran de tierra prensada. Carecía de agua
corriente, y, en el mejor de los casos, disponía de un pozo.
Una puerta y su largo corredor conducían hacia un patio central descubierto, al cual
daban las diferentes estancias: dormitorios, comedor, baño, cocina y algún taller. Desde
el patio tomaba luz y aire el resto de la vivienda.
La señora de la casa disponía de una habitación propia, el gineceo, donde pasaba gran
parte del día. También los varones tenían su lugar de reunión y de celebración de
banquete: el andrón
En el periodo helenístico, las casa, especialmente las de los ricos, se hicieron más
grandes y lujosas. Los muros se decoraron con mármoles y con pinturas murales; se
empezó a utilizar como pavimento el mosaico con dibujos geométricos o con figuras, y
el patio central se adornó con una hilera de columnas (peristilo).
Las casas de campo, donde se acostumbraban a vivir familias acomodadas con una
caterva de esclavos para trabajar la hacienda, no presentaban grandes diferencias con las
de la ciudad, excepto en el hecho de que eran más confortables y más espaciosas.

EL MOBILIARIO
Los muebles en una casa griega eran escasos. Había camas, baúles, mesas pequeñas de
tres pies, sillas y divanes (una especie de banco, que se utilizaba para dormir y para
recostarse durante las comidas). Las estancias se iluminaban con lámparas de aceite.

LA CASA ROMANA

También podría gustarte