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NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA

La novena de la Divina Misericordia es


una Gracia, un tesoro que brota, en el
momento de la Expiración de Jesús, a
través de la fuente de Su Sangre y de Su
agua, convertida en el Manantial de la
Divina Misericordia, y comprender su
significado, es un Don que Jesús desea
concedernos a ti y a mí, pequeños
misioneros de la Divina Misericordia.

Es el comienzo de la Misión, es el Amor


cumplido de Jesús en la Cruz, que
muriendo nos ha salvado a todos, y le
queman las ansias de que todos se
Salven.
Es la primera llamada de nuestro
Salvador, para ti y para mí. No nos
necesita pero desea contar con nosotros
para que todos los hombres acojan su
Salvación.
Nos trasladamos con el corazón a las 15
horas: Viernes Santo.

Nicodemo y José de Arimatea, consiguen


el permiso y descuelgan el cuerpo muerto
de Jesús, con tanta delicadez y tanto
amor, que suplen el atroz maltrato de
Jesús durante toda Su Pasión y se lo
entregan a Su Madre. Sobre todos los allí
presentes, también sobre nosotros y
sobre el mundo entero, se ha derramado
la Divina Misericordia.

Místicamente también a nosotros, sus


pequeñajos, nos entregan el cuerpo
muerto de nuestro Salvador.
Y con Cristo en nuestros brazos rezamos
la Coronilla a la Divina Misericordia,
cumpliendo el deseo salvador de la
Santísima Trinidad:
Padre Eterno yo te ofrezco el cuerpo y el
alma de Tu amadísimo Hijo nuestro Señor
Jesucristo.
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia
de nosotros y del mundo entero.
¡Como entendemos que Jesús le
mandara hacer de este modo la Novena!
LA NOVENA EMPIEZA EL VIERNES SANTO
DESPUÉS DE LAS TRES DE LA TARDE

796. El Señor me dijo rezar esta coronilla


durante nueve días antes de la Fiesta de
la Misericordia. Debe iniciarse el Viernes
Santo. Durante este novenario concederé
a las almas toda clase de gracias.
LA FINALIDAD DE LA NOVENA ES POR LA
CONVERSIÓN DEL MUNDO ENTERO Y
PARA QUE SE CONOZCA LA DIVINA
MISERICORDIA
A las tres, postrándome en cruz, rogué por
el mundo entero. Jesús estaba terminando
su vida mortal, oí sus siete palabras,
después me miró y dijo: Amadísima hija de
Mi Corazón, tú eres Mi alivio entre terribles
tormentos.
Jesús me ordena hacer una novena antes
de la Fiesta de la Misericordia y debo
empezarla hoy por la conversión del
mundo entero y para que se conozca la
Divina Misericordia. Para que cada alma
exalte Mi bondad. Deseo la confianza de
Mis criaturas, invita a las almas a una gran
confianza en Mi misericordia insondable.
Que no tema acercarse a Mi el alma débil,
pecadora y aunque tuviera más pecados
que granos de arena hay en la tierra, todo se
hundirá en el abismo de Mi misericordia.
MISIÓN: LLEVAR AL MUNDO ENTERO A
LA FUENTE DE LA DIVINA MISERICORDIA
Deseo que durante esos nueve días lleves a
las almas a la Fuente de Mi Misericordia
para que saquen fuerzas, alivio y toda
gracia que necesiten para afrontar las
dificultades de la vida y especialmente en
la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi
Corazón a un grupo diferente de almas y las
sumergirás en este mar de Mi misericordia.
Y a todas estas almas Yo las introduciré en
la casad de Mi Padre. Lo harás en esta vida
y en la vida futura. Y no rehusaré nada a
ningún alma que traerás a la Fuente de Mi
Misericordia. Cada día pedirás a Mi Padre
las gracias para estas almas por Mi amarga
Pasión. Contesté: Jesús, no sé cómo hacer
esta novena y qué almas introducir primero
en Tu muy misericordioso Corazón. Y Jesús
me contestó que me diría, día por día, qué
almas debía introducir en Su Corazón.

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