Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Dirección General de Publicaciones [CONACULTA] (Gran Angular) Año de edición: 2002 ISBN: 9687791772 Género: Narrativa - Novela - Libros individuales Tipo de lectura: Literatura para niños y jóvenes Tipo de literatura: Literatura escrita Lengua: * Obra originalmente escrita en español A+ Claudia Celis es la escritora de uno de mis libros favoritos, Donde habitan los ángeles, por lo mismo tenía muchas expectativas sobre este libro, mismas que fueran cubiertas completamente, con una escritura fácil para quien no esté acostumbrado a la lectura, vivencias reales y hasta poemas hermosos, Atados a una estrella se vuelve en un libro hermoso.
Muy al estilo de Claudia Celis, te cuanta una
historia que te hace sentir como tuyas las vivencias de esta familia, desde el dolor más profundo hasta la carcajada más fuerte.
Atados a una estrella narra la historia de cómo
va viviendo y convirtiendo una familia después de tener a una hija con síndrome de Down (Lucero).
Este suceso provoca un gran desequilibrio en el
matrimonio de los papás de Lucero, que poco a poco fueron distanciándose y se empezaron a dar cuenta que lo que sentían mutuamente, comenzaba a desaparecer. A+ Su hermana Adelita, al notar que toda la atención la recibía Lucero empezó a sentir celos hacia ella llegando al punto de decirle cosas hacer cosas que la lastimaran.
La historia se va desarrollando en cómo con el
paso del tiempo Lucero se vuelve una personita primordial para la vida de toda su familia y la gente que la rodea.
Este libro hizo que sintiera muchas emociones, al
principio sobre todo enojo y tristeza por ver cómo despreciaban a un ser vivo, pequeño e inofensivo que no tenía la culpa de haber nacido con una enfermedad; pero también provocó en mi sentimientos como felicidad y esperanza de saber que las personas aún son sensibles al estar con otras.
No sé si pasé, pero considero que este libro
debería ser lectura obligatoria para nivel básico de educación, es primordial sensibilizarnos desde niños que personas como Lucero existen y, como cualquiera de nosotros, merecen respeto y amor.