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La noche del Jueves Santo es una preparación al Triduo Pascual, puesto que sabemos que el
Triduo Pascual es viernes, sábado y domingo: muerte, sepultura y resurrección de nuestro
Señor Jesucristo.
Ya entrada la tarde se reúne la comunidad para celebrar una Liturgia de Reconciliación, que
nos ayude a preparar la Pascua, como está en la más antigua tradición de la iglesia, dándole
el sentido del amor de los unos hacia los otros, expresado este amor en el Lavatorio de los
pies, puesto que entre nosotros toda altivez y privilegio rompe el amor y la comunión.
Solamente el reconocer nuestra condición de servidores dará paso en nosotros al Espíritu del
Amor, única razón de ser en la comunidad cristiana.
El rito es de la siguiente forma: se hace una celebración de palabra con sus moniciones y tres
lecturas tomadas del Sermón de la última Cena, la cual ha sido preparada previamente por
una parte de la comunidad (mitad).
Posteriormente se pasa al Eco de la Palabra, donde es bueno que si alguien tiene algo contra
algún hermano lo diga y pida perdón al hermano, en actitud de humildad, sintiéndose el
último de la comunidad, el más indigno, para que todos podamos entrar reconciliados en el
Triduo Santo.
El Jueves Santo la iglesia recogía a los penitentes y los reconciliaba, porque entendía que era
muy duro tener hermanos excomulgados en estas fiestas, que no pudieran celebrar tan
maravillosos sacramentos.
- Monición Ambiental
- Monición al Evangelio
- Eco de la Palabra
- Yo confieso de rodillas
● Lavatorio de los pies: (palangana, jarra y toallas; se lava el pie, se seca y se besa. Mientras
la comunidad hace cantos apropiados:
Mirad que estupendo, Por el amor de mis amigos...)
- Padre Nuestro
- Abrazo de Paz
- Bendición final
ESQUEMA DE LA CELEBRACIÓN
- Monición Ambiental (con especialmente énfasis en La Cruz Gloriosa)
- Canto: Canto cuarto del siervo de Yahvé (Ante quien se vuelve el rostro)
- Monición al Evangelio
- Eco de la palabra
- Oración de los fieles: tomada del Oficio Litúrgico que en este día es especialmente
solemne (Se hace con el 1er y 2do Responsable- haciendo silencio entre cada una)
- La Se proclama el Gran Ayuno y nos vamos a casa sin el Padre Nuestro, sin abrazo de
Paz y sin Bendición, que reservamos para la Vigilia Pascual. A partir de este momento
no se come nada sólido, ni se fuma, hasta después de la Vigilia.