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MONTES

DIVULGACIÓN

Repoblación con Picea excelsa.


Monteviejo (León).
Foto: Gabriel Leblic

Luis Díaz Balteiro*


*Área de Economía Agraria y Forestal.
ETS Ingenierías Agrarias. Palencia
PROBLEMÁTICA ACTUAL DE
Antonio Prieto Rodríguez**
**Departamento de Economía y
Gestión de las Explotaciones Forestales.
LA VALORACIÓN DE
ETS Ingenieros de Montes. Madrid
MONTES EN ESPAÑA
R E S U M E N

E l entorno en el cual se ha movido habitualmente la va-


loración de montes está inmerso en un proceso de cambios,
motivado tanto por el vuelco que la sociedad está experimen-
tando en cuanto a su percepción de los ecosistemas forestales
como por ciertas actitudes que están surgiendo dentro del
sector forestal.
En este trabajo se pretende, a través de un análisis basado
en la técnica DAFO, el resaltar la situación actual de la valo-
ración de montes en España. Una vez descrita la metodología
empleada, se detallan ciertos aspectos, tanto del sector fores-
tal como del entorno que le rodea, que influyen notablemen-
te a la hora de realizar dichas valoraciones.

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INTRODUCCIÓN Por tanto, las fuentes de conocimiento presentan


dos orígenes bien distintos. Por un lado, desde un
En este trabajo se pretende pasar revista a una serie punto de vista forestal, las referencias bibliográficas
de causas que explican el estado de la valoración de gravitan sobre trabajos que no se centran únicamente
montes en España, que se halla en una situación bas- en la valoración (HEYER, 1872; OLAZÁBAL, 1883;
tante diferente a la de hace tan sólo unos pocos años. ELORRIETA, 1947; MACKAY, 1961; ESTEBAN, 1978),
Aunque en los apartados siguientes se profundizará en al igual que ocurre en otros países (ver Davis & John-
las causas que motivan este cambio, resulta conve- son, 1986; Leuschner, 1984; Merlo, 1991). La otra
niente introducir algunos antecedentes notorios. vertiente de conocimientos se correspondería a aque-
Si se mantiene la idea de que valorar consiste bási- llos trabajos clásicos dentro de la valoración agraria
camente en estimar una serie de valores utilizando española que abordan, aunque generalmente de for-
procedimientos de corte económico, resulta evidente ma tangencial, la valoración forestal (RUIZ, 1986; OL-
que en esta definición subyace una componente antro- MEDA et al., 1989; BALLESTERO, 1991; CABALLER,
pocéntrica. Es decir, que los valores son obtenidos por 1993; ALONSO & IRURETAGOYENA, 1995; CABA-
percepciones humanas o derivados de valores que la LLER, 1999).
sociedad mantiene. Dado que la percepción que la so- Esta carencia de especificidad en cuanto a la pro-
ciedad mantiene hoy en día con respecto al monte ha fundización y transmisión de los conocimientos expli-
cambiado notablemente en los últimos años, resulta ca alguna de las lagunas observadas en la aplicación
lógico pensar que los valores e incluso los métodos de estos procedimientos. Así, la concepción que la so-
empleados también han tenido que modificarse. ciedad tiene hoy en día de los ecosistemas forestales
Por otro lado, a nivel general se puede decir que el difiere en gran medida de la que tradicionalmente se
sector presenta, sobre todo en la componente prima- ha reflejado en los procesos de valoración. Mientras
ria, datos que reflejan una moderada expansión. Este que anteriormente se atendía exclusivamente a los as-
hecho favorece una extensión de las valoraciones fo- pectos productivos tangibles del monte (madera, cor-
restales, aunque el aumento en la demanda no se co- cho, resina, etc.), actualmente casi nadie duda de la
rresponda con una mayor especialización y competiti- importancia de los bosques como sistemas producto-
vidad por parte de los profesionales que las realizan. res de un conjunto variado de bienes y servicios, tan-
Desligando la componente más puramente mercan- gibles como los arriba mencionados, o intangibles (as-
til de la valoración, es preciso resaltar el hecho de que pectos paisajísticos, recreativos, fijación CO2, mante-
valorar ecosistemas forestales es útil para muchas deci- nimiento de la biodiversidad, control erosión, etc.).
siones en el ámbito de la ordenación de montes, en Esta dualidad en la producción hace que los proble-
donde los gestores deben decidir en qué zonas invertir mas sean muy distintos si se atiende a la tipología de
recursos con fines productivos o conservacionistas. los productos ofertados. Mientras que en el primer ca-
En los próximos apartados se va a profundizar en so los procedimientos disponibles están bastante desa-
estas cuestiones. Así, después de una presentación de rrollados y extendidos (salvo algún caso particular),
ciertos aspectos básicos de la valoración de montes, cuando se hablan de casos que presentan una produc-
se va a presentar una técnica propia de la gestión de ción conjunta entre bienes tangibles e intangibles, se
empresas (matriz DAFO) que va a servir como hilo suele afirmar que la producción tangible sólo repre-
conductor para contrastar el estado actual de la valo- senta una parte del valor total, pero se tienen muchas
ración de montes en España. dificultades a la hora de hallar ese valor conjunto del
ecosistema forestal. Siguiendo a BAZZANI et al.
(1993), se puede comprobar que subyace una condi-
ASPECTOS BÁSICOS ción de no-valoración en la existencia de estas exter-
nalidades 1 positivas: el efecto que producen no está
Con el fin de reflejar una mejor compresión acerca siendo valorado o compensado con una indemniza-
de esta disciplina, en este apartado se mostrarán algu- ción justa. Este valor conjunto conocido como valor
nos aspectos básicos que, a nuestro juicio, resultan económico total engloba una serie de componentes
esenciales para entender la problemática actual de la que se recogen en la Tabla 1.
valoración forestal. Así, desde un punto de vista histó- Por otro lado, hay que señalar que en muchas oca-
rico, la valoración forestal no se suele considerar co- siones estos valores no son independientes unos de
mo una disciplina propia, sino como una parte de la otros. En efecto, muchos bienes y servicios forestales
valoración agraria. En efecto, debido a que muchas presentan unas interrelaciones explícitas, tanto en el
veces el predio objeto de la valoración poseía carac- espacio como en el tiempo. Dicho de otra forma, se
terísticas mixtas y a que los procedimientos emplea- sabe que el valor del conjunto es mayor que el valor
dos eran los mismos, la valoración forestal ha estado de la suma de las partes, pero no se conoce con fiabi-
muy intensamente vinculada a la agrícola, merced a lidad el valor de alguna de las componentes.
la mayor tradición histórica de esta última. Esta realidad conduce a que se estén desarrollando,
principalmente en el campo de la Economía Ambien-
tal, nuevos métodos de valoración que intenten satis-
facer estas necesidades (para una explicación clara y
1 Esta palabra, aunque aún no ha sido admitida por la Real Aca- concisa de estos procedimientos, ver ROMERO, 1997,
demia Española de la Lengua, presenta una amplia difusión en cap. 3). Los métodos más utilizados se recogen en la
el campo de la economía ambiental. Tabla 2, señalando el tipo de valor que calculan y las

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Tabla 1.- Clasificación de los valores económicos de un monte

TIPO VALOR CLASES y EJEMPLOS


Valor consuntivo:
Bienes destinados al mercado.
Bienes y servicios de consumo interno (leña, productos no madereros no comercializables,
caza, pesca, camping, etc.)
Valor de uso Valor no consuntivo:
Actividades recreativas (senderismo, contemplación paisaje, observación de la fauna, etc.)
Valor de uso indirecto:
Protección de cuencas hidrográficas, captura de carbono, protección de suelos, etc.)
Valor de existencia:
Pagar por la presencia de ciertas especies en el bosque
Valor de opción:
Pago de una cantidad por un acceso al bosque en el futuro
Valor de cuasi-opción:
Valor de no–uso Pagar por la conservación de un bosque para lograr nuevos fármacos cuando se disponga de
la información necesaria
Valor de legado:
Pagar por la conservación de un bosque para transferirlo a las generaciones futuras
Valor delegado:
Pagar por adquirir fotografías, medios audiovisuales, etc.
Fuente: PRIETO et al. (1999)

Tabla 2.- Clasificación de las técnicas de valoración

MÉTODOS TIPOS TIPO VALOR APLICACIONES


Valor mínimo parque natural, existencia de
Valor mercado real Valor de uso
cortavientos, etc.

Valoración Valor de uso y Uso social, mantenimiento de la biodiversidad,


Directos
Contingente de no uso paisaje, etc.
Costes evitados Valor de uso Aterramiento de embalses, captura de CO2
Indirectos Coste del viaje Valor de uso Uso social, fauna
Precios hedónicos Valor de uso Calidad ambiental

Fuente: PRIETO et al. (1999)

aplicaciones dentro de la valoración forestal. Desgra- ga al valorador a poseer conocimientos tanto foresta-
ciadamente, es preciso comentar que estas metodolo- les como agrícolas o ganaderos e incluso de otros re-
gías apenas han trascendido del mundo académico a cursos (e.g. agua). Los ejemplos de estas relaciones se
la realidad. Las aplicaciones de técnicas como la va- pueden comprobar en los sistemas agroforestales o en
loración contingente o el coste del viaje en España nuevas formas de entender el manejo de ciertas espe-
prácticamente se circunscriben a espacios naturales cies como Pinus pinea, muy similares a los árboles
con algún grado de protección y de carácter público, frutales. Probablemente, siguiendo a CABALLER
pese a que las demandas en cuanto a la calidad am- (1993, pag. 39), sea más eficaz pensar en una valora-
biental de los espacios forestales son cada vez mayo- ción global del medio rural atendiendo a sus diversas
res. utilidades, aunque esto no signifique la existencia de
Retomando las relaciones entre la valoración fores- una visión unitaria (valoración de árboles) que englo-
tal y la agraria, estos métodos quizá puedan reivindi- be cualquier tipo de valoración en la que se hallen
car la especificidad de la valoración forestal, pero no plantas leñosas tal y como sistematiza el mismo autor
es conveniente olvidarse de las múltiples interaccio- (CABALLER, 1999, cap. 1). Por definición, cuando nos
nes entre los ámbitos agrícola y forestal. Estas interac- refiramos a ecosistemas forestales se debería de hablar
ciones pueden darse en un mismo predio, o en dife- de una valoración forestal o valoración de montes,
rentes superficies de la misma propiedad, lo que obli- pero no de una valoración de árboles. Por último, en

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la hora de clasificar los elementos de la matriz (ÁLVA-


APLICACIONES VALORACIÓN FORESTAL REZ DE NOVALES, 1992).
- Valoración de propiedades forestales Siguiendo la estructura de este método, se van a
• Valoración a efectos sucesorios analizar los factores internos, propios del sector, que
• Compraventa influyen en la valoración forestal, identificándolos y
• Valoración hipotecaria ordenándolos según se clasifiquen como debilidades
• Valoración expropiatoria (obstáculos que limitan el desarrollo de esta discipli-
• Valoración a efectos fiscales na) o fortalezas (recursos y capacidades del sector que
• Concentración parcelaria favorecen la consolidación de la valoración forestal
• Catastro como una disciplina propia). A continuación se reali-
• Política forestal zará un estudio similar a nivel no sectorial, sino glo-
• Incendios forestales bal. Así se obtendrán las amenazas y oportunidades
• Otros daños que el entorno ofrece, y que dificultarán o favorece-
- Valoración de empresas forestales rán el desarrollo de la valoración forestal.
- Valoración de otros activos forestales
(existencias, maquinaria, otros activos fijos)
- Valoración de otras producciones forestales DEBILIDADES
(cinegética, pastos, frutos, setas, etc.)
- Valoración activos financieros forestales Como es sabido, hoy en día ya tiende a considerar-
- Valoración arbolado ornamental se a los montes como ecosistemas productores de
- Valoración aspectos culturales y esperituales múltiples bienes y servicios. Esta visión, que dentro
- Valoración de activos ambientales del ámbito forestal arranca ya desde hace varias déca-
• Paisaje das no ha sido incluida en las valoraciones forestales
• Aspectos recreativos que habitualmente se realizan en nuestro país. Esta
• Biodiversidad tendencia, de considerar la madera como principal
• Captura de carbono objeto de las tasaciones forestales ya empieza a modi-
Figura 1.- Aplicaciones de la valoración forestal. Fuente: ficarse en otros países y así a este output se le añaden
elaboración propia otros bienes y servicios forestales no madereros.
Así, se puede decir que en algunos tipos de valora-
ciones, los profesionales caminan un paso atrás que
la Figura 1 se muestra un resumen de las posibles las exigencias de la sociedad, debido en algunos ca-
aplicaciones de la valoración forestal. sos a la falta de conocimientos específicos sobre algu-
nos métodos de valoración, mientras que en otros se
deja notar la no existencia de un método universal su-
METODOLOGÍA ficientemente desarrollado y verificado. En principio,
estas taras se producen sobre todo a la hora de efec-
Una vez llegados a este punto, a continuación se tuar valoraciones de otros bienes y servicios distintos
van a presentar un análisis de la valoración forestal en de los madereros. Es decir, a medida que los proble-
España. Para ello, se va a emplear una técnica habi- mas se complican al aparecer más producciones, tan-
tual en la dirección estratégica de las empresas: la to tangibles o intangibles, los métodos utilizados tradi-
matriz DAFO (acrónimo que incluye las siglas de de- cionalmente no son válidos, y, como se ha menciona-
bilidades, amenazas, fuerzas y oportunidades). En sín- do, es preciso acudir a otras técnicas. Sólo algunos de
tesis, esta técnica intenta analizar tanto el entorno de estos procedimientos están comenzando a salir de los
la empresa como el ámbito interno de la misma. Si- círculos académicos (e.g. valoración contingente, cos-
guiendo a KOONTZ & WEIHRICH (1994) esta matriz te del viaje) pero únicamente se están utilizando en
se define como «una estructura conceptual para el espacios naturales con algún grado de protección y de
análisis sistemático, que facilita la comparación de las carácter público, pese a que las demandas en cuanto
amenazas y oportunidades externas con las fuerzas y a la calidad ambiental de los espacios forestales resul-
debilidades de la organización”. Este análisis resulta ta cada vez mayor. Además, estas metodologías resul-
imprescindible para hacer un diagnóstico y así adop- tan en ocasiones complicadas, y no existen datos pre-
tar una estrategia en consonancia. cisos sobre el coste de las mismas, lo que puede justi-
Aunque pueda parecer extraño el utilizar una técni- ficar su no utilización. En ocasiones, se han destinado
ca netamente empresarial para abordar unas reflexio- a calcular el valor de los ecosistemas forestales de una
nes como las que nos ocupan en este trabajo, es pre- región entera (CARDELLS, 1997), lo que proporciona
ciso aclarar que se ha elegido debido a las indudables unas estimaciones que son difíciles de medir y que no
ventajas que presenta tanto a la hora de presentar y aportan demasiados datos acerca de las prioridades
analizar la información, como por su carácter didácti- en la gestión.
co. Además esta técnica ya se está popularizando no Dicho de otra forma, hoy en día existen numerosos
sólo a nivel empresa, sino también a nivel sectorial profesionales que no disponen de una metodología
(LÓPEZ QUERO, 1995; GONZALEZ et al., 1998), e que les permita realizar la valoración de aspectos no
incluso institucional (e.g. BENAVIDES et al., 1998). madereros. Estas carencias se acentúan con aspectos
No obstante, estas bondades no la eximen de ciertas relativos a la formación de los futuros valoradores. Re-
críticas, como la existencia de ciertas ambigüedades a sulta inaceptable el hecho de que en algunas Escuelas

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Técnicas Superiores se está permitiendo, merced a la darios para la venta de plantaciones antes de su corta.
implantación de los penúltimos Planes de Estudio, Si seguimos disminuyendo el nivel del análisis, po-
que los Ingenieros de Montes puedan salir al mercado demos llegar a otros problemas que pueden influir en
de trabajo sin haber cursado una asignatura de valora- las valoraciones. Por ejemplo, si se pretende incluir
ción agraria y forestal. Asimismo, sería deseable una en la valoración otros bienes y servicios (e.g. fauna
mayor integración de la valoración con otras asignatu- silvestre, caza, etc.) se obliga a que los inventarios de-
ras básicas (economía, inventariación, ordenación, le- ben ser más precisos, con lo que su coste se puede
gislación, etc.). disparar.
Otra debilidad que podría señalarse sería la falta de
hábito a la hora de introducir en las valoraciones fo-
restales estos bienes y servicios. Esta falta de hábito FORTALEZAS
también viene motivada por el hecho de que hasta
hace relativamente poco tiempo las demandas sobre En el ámbito general, cabe destacar el crecimiento
estas externalidades por parte de la sociedad eran es- del sector forestal en los últimos años por el empuje
casas. Asimismo, quizá fuera oportuno la existencia de la demanda y de las ayudas comunitarias. Sin du-
de una normalización o de un consenso para la reali- da, las inversiones realizadas en el sector forestal se
zación de este tipo de actuaciones. Probablemente los han visto favorecidas por las medidas tendientes a fa-
Colegios Profesionales pudieran coordinar los esfuer- vorecer el abandono de tierras agrícolas.
zos en esta dirección. Además, en el sector se está notando una mayor
Siguiendo a GREGERSEN et al. (1997), es preciso re- profesionalización en todos los niveles de la cadena
calcar que la valoración forestal presenta el inconve- productiva (e.g., algunas papeleras son los mayores
niente que no existe un valor o conjunto de valores propietarios de tierras forestales en algunas Comuni-
único y exacto para cada decisión. El valor diferirá dades Autónomas) lo que sin duda va a repercutir fa-
para quien se realiza esta valoración, lo que conduce vorablemente en el desarrollo del sector.
a un cierto desprestigio de esta disciplina, sobre todo La realización de valoraciones por parte de profe-
para los profanos. sionales capacitados se está incrementando notable-
Por otro lado, los ingenieros de montes, en general, mente en los últimos años. No sólo por la mayor de-
no han sabido ni crear barreras de entrada a otros pro- manda existente por ciertos bienes y servicios no ma-
fesionales ni extenderse a otras áreas cercanas como dereros que el monte produce, sino por la propia
puede ser la valoración agraria, de empresas, etc. Una evolución del sector forestal español. En efecto, si
de las razones que puede explicar este hecho es que hasta no hace mucho tiempo primaba únicamente a
la valoración ha sido vista en muchas ocasiones como la hora de realizar valoraciones en el sector una com-
una actividad esporádica y que complementaba los ponente meramente primaria y extractiva, sobre todo
ingresos del profesional. Esto ha motivado que los es- en cuanto a los aprovechamientos realizados en terre-
tímulos para profundizar conocimientos y experien- nos no públicos, actualmente se está produciendo una
cias fueran escasos. paulatina terciarización y profesionalización en el
Otro punto débil reside en la inexistencia, en gene- mundo forestal. Hoy en día los propietarios por térmi-
ral, de un lobby forestal que pueda presionar para no medio presentan unas mayores exigencias a la ho-
conseguir de los poderes públicos ciertas medidas que ra de realizar el manejo de sus montes, lo que conlle-
favorezcan el desarrollo del sector forestal. Única- va una demanda creciente de profesionales cualifica-
mente en Comunidades Autónomas como el País Vas- dos. Además en los últimos años, las inversiones en
co (Confederación de Forestalistas) y Cataluña (Con- terrenos forestales se han incrementado en parte por
sorci Forestal) se produce este hecho. las ayudas comunitarias, y en parte por razones endó-
Las características diferenciadoras del sector forestal genas a la economía española (paulatina pérdida de
con respecto del agrario también juegan un papel atractivo en activos de renta fija).
muy importante en ciertos aspectos relacionados con En cuanto a los productos, existen bienes forestales
la valoración. Por ejemplo, la generalmente dilatada muy apreciados, tanto madereros como pertenecien-
longitud del ciclo vegetativo favorece la inexistencia tes a otras producciones tangibles (setas, caza, etc.) o
de datos acerca de ventas de la madera en una deter- intangibles (paisaje, recreo, etc.). La fortaleza radica
minada zona. Esto conlleva que sólo con determina- en la amplitud de la gama de productos que se pue-
das especies se pueda aplicar el método sintético de den obtener del bosque, gama que incluso en muchas
valoración, con todas sus extensiones recientes hacia ocasiones se está incrementando gracias a la gestión
procedimientos econométricos. de ciertos productos que hasta hace muy poco no
Otras circunstancias adversas son las fluctuaciones eran considerados, o tenían un tratamiento tan sólo de
en el precio de la madera y las estructuras de ciertos subproductos.
mercados que en algunas ocasiones presentan gran- Por otro lado, es preciso señalar que la paulatina
des dosis de opacidad (e.g. setas, trufas, etc.), y en aparición de métodos apropiados para ciertos casos,
otras los intermediarios llegan a distorsionar notable- como la Norma Granada para la valoración del arbo-
mente la relación entre productor e industria (e.g. eu- lado ornamental (AEPJ, 1999) vigoriza esta disciplina
calipto en Galicia). Esta opacidad en el mercado y reduce la distancia existente entre el valor económi-
constituye un freno para el desarrollo no sólo de la co total y el valor estimado.
valoración, sino de todo el sector. El escaso desarrollo A pesar de que, tal como se ha apuntado, las otras
del mercado se aprecia en la falta de mercados secun- producciones no madereras cada día tienen una mayor

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importancia en la gestión y por ende en la valoración ducción de otros bienes y servicios beneficiosos para
forestal, hasta ahora han recibido poca atención. Sin el conjunto de la sociedad, etc.) y otra en activos con
embargo, hoy en día ya se están arbitrando disposicio- horizontes de actuación menos dilatados y que no
nes que recogen explícitamente el uso múltiple que la van a reportar ningún tipo de externalidades positivas
sociedad demanda de los ecosistemas forestales (e.g. a la sociedad. Como afirman DANS et al. (1998), el
las Instrucciones Generales para la Ordenación de los tratamiento fiscal es desproporcionadamente gravoso
Montes Arbolados tanto en Madrid, 1998, como en y discriminatorio con respecto a los productos agra-
Castilla y León, 1999). Es de suponer que estas normas rios. (Resulta indudable pensar que cuanto más se es-
redundarán favorablemente en dichas producciones. timule la inversión en activos forestales, se producirá
Además, inculcando este concepto de uso múltiple del una mayor demanda de valoraciones).
monte se puede dotar a la valoración con un papel Otra amenaza se encuadra en la presión de grupo
fundamental a la hora de la toma de decisiones en la ambientalistas, que pueden provocar, entre otras co-
gestión forestal (PRIETO et al., 1998). Es decir, que an- sas, ciertas medidas intervencionistas que pueden ser
tes de decidir un futuro uso o actividad en un monte va percibidas por parte de algunos inversores potenciales
a ser en ocasiones necesario el realizar una valoración. como una pérdida de soberanía sobre dichos activos.
Dentro del sector se está produciendo en las últimas Además, es preciso recordar que el sector vive sumido
décadas un desarrollo y una extensión de diversos permanentemente bajo el riesgo de incendios foresta-
productos industriales que pueden ser obtenidos con les, plagas, cambio climático, etc. lo que puede res-
maderas de pequeñas dimensiones. Este hecho junto tringir la realización de ciertas inversiones.
con el incremento esperado tanto de la demanda de Otra amenaza que afecta al sector es la escasa pre-
papel como, en general, del precio de la madera (se- sencia en mercados como el bursátil, que son fiel re-
gún SOHNGEN & SEDJO, 1999, se estima que los flejo de una estructura empresarial todavía muy débil
precios subirán de media un 0,8% anual entre 1995 y y atomizada.
el año 2050) augura unas perspectivas favorables para Por último, pudiera suceder que la posible falta de
el desarrollo de nuevas plantaciones forestales. formación de los profesionales anteriormente citada
Comparando la posible competencia que pueda conlleve una reducción en las competencias de los in-
surgir de otras titulaciones, en especial de los Ingenie- genieros de montes a la hora de realizar cierto tipo de
ros Agrónomos, es preciso afirmar que la especifici- valoraciones. En esta línea competencial, es preciso
dad de la demanda hace imprescindible la presencia llamar la atención sobre el hecho de que, a diferencia
de un Ingeniero de Montes. No obstante, aquellos pu- de otros países, todavía no se encuentren incluidas
dieran presentar una ventaja, no sólo en aspectos agrí- dentro de la jurisprudencia al respecto diversos proce-
colas, sino en la aplicación de ciertas técnicas para la dimientos para la valoración de externalidades.
valoración de intangibles debido a la potencialmente
mejor formación económico-empresarial que se im-
parte en algunas Escuelas. Además, otras fortalezas OPORTUNIDADES
pudieran residir en la expansión del conocimiento fo-
restal a través de la proliferación de Escuelas foresta- A nivel global, se puede afirmar que la reducción
les Técnicas y Superiores, en la paulatina mejor pre- de los tipos de interés y la estabilidad de la economía
paración de los profesionales, y en la extensión de las española/área Euro, estimula las inversiones en tierras
nuevas tecnologías de la información. forestales como alternativa a otros activos de renta fi-
Estas razones por sí solas ya muestran un entorno ja. Este hecho puede verse favorecido también por la
favorable a la valoración forestal, pero incluso última- globalización de la economía y por un acceso más
mente se está avanzando a marchas forzadas en estas factible a los mercados financieros. En concreto, la in-
líneas. Por ejemplo, el número de empresas dedicadas versión en el sector forestal se está globalizando y el
a actividades forestales se incrementa año a año, se comercio global de madera se incrementará cuando
está popularizando la implantación de seguros fores- se desarrollen en su totalidad los resultados de la Ron-
tales (e.g. Confederación de Forestalistas del País Vas- da Uruguay.
co) e incluso se están extendiendo otro tipo de inver- Asimismo, las ayudas y subvenciones de la UE, que
siones en las que el activo principal son los rendi- inciden muy favorablemente en los pequeños propie-
mientos monetarios futuros de ciertas maderas muy tarios, suponen unos ingresos que hacen cada vez
apreciadas en la industria. Estas inversiones ya se pue- más atractivas las inversiones en tierras forestales (Ver
den realizar a través de plantaciones radicadas en Es- DÍAZ BALTEIRO & ROMERO, 1995). Otros aspectos
paña o en otros países (Uruguay, Costa Rica, etc.). normativos, tanto a nivel europeo (ayudas selvícolas)
como autonómico (Planes Forestales) también inciden
positivamente en el entorno forestal. Por otro lado, la
AMENAZAS certificación forestal puede conducir a que el precio
de la madera que cumple estos requisitos aumente.
Describiendo las amenazas existentes en el entorno Todos estos condicionamientos sin duda atraerán
general, es preciso comenzar a señalar ciertos aspec- nuevas inversiones al sector, pero también es preciso
tos institucionales. Así, la normativa fiscal vigente en apuntar el hecho de que el cambio tecnológico puede
España no favorece a los propietarios forestales. No dotar de nuevos argumentos para el desarrollo de de-
hace distingos entre una inversión forestal con sus terminados tipos de plantaciones. En concreto ese
particularidades (vida del proyecto muy dilatada, pro- cambio técnico se centra en la aplicación de nuevas

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técnicas tanto a nivel genético, como de plantación y V.; 1999. Valoración de árboles frutales, forestales
tratamientos selvícolas. medioambientales y ornamentales. Ediciones Mundi-
De forma general, la conciencia social que se está Prensa, Madrid.
afianzando con respecto a la conservación de los re- CARDELLS, F.; 1997. ¿Cuánto valen los montes valen-
cursos forestales incide positivamente en la percepción cianos? Montes, 48: 45-51.
que se posee de las inversiones en terrenos forestales. DANS, F.; F. MOLINA; J.J. RAPOSO & A. ROMERO;
Este aumento en la demanda de servicios ambientales 1998. La viabilidad de la gestión del monte privado
está correlacionado con el aumento del nivel de la en España: propuestas para una nueva fiscalidad fo-
renta de los ciudadanos. Por último, y como ya se ha restal. Agricultura y Sociedad, 85: 67-94.
insistido, este cambio en la forma de apreciar los eco- DAVIS, L. S., K. N. JOHNSON; 1986. Forest Manage-
sistemas forestales implica que la valoración debe es- ment. Mac Graw-Hill. New York.
tar de acuerdo con otras circunstancias. ELORRIETA, O.; 1947. Valoración de la Tierra. Escue-
la Especial de Montes. Madrid.
ESTEBAN, E.; 1979. Economía de la Empresa Forestal.
CONCLUSIONES E.T.S. Ingenieros de Montes, Sección de Publicacio-
nes.
Como se ha podido apreciar en los apartados prece- DÍAZ BALTEIRO, L. & C. ROMERO; 1995. Rentabili-
dentes, el entorno en el cual se ha movido habitual- dad económica de especies arbóreas de crecimiento
mente la valoración de montes está inmerso en un medio y lento: algunas reflexiones de política forestal.
proceso de cambios. En primer lugar, los valores están Revista Española de Economía Agraria, 171 (1): 85-
cambiando, lo que implica realizar valoraciones para 108.
nuevos demandantes de los bienes y servicios del GONZÁLEZ, J.; P. FIGUEROA; G. ESTÉVEZ & C.M.
monte (propietarios, usuarios, etc.) que poseen unas FERNÁNDEZ-JARDÓN; 1998. La Cadena Empresarial
inquietudes diferentes a los tradicionales. Además, se de la Madera en Galicia. Instituto de Estudios Econó-
está produciendo una mayor presión sobre los gesto- micos. Fundación Pedro Barrié de la Maza.
res debido a la multiplicidad de productos que la so- GREGERSEN, H; LUNDGREN, A.; KENGEN, S. & BY-
ciedad demanda de los montes. RON, N.; 1997. Measuring and capturing forest va-
Los valoradores deben adaptarse a esta nueva situa- lues issues for the decision-maker. Proceedings XI
ción, a través de la implantación de nuevos métodos World Forestry Congress, Antalya, Turquía. Vol pp.
como los arriba descritos. A través de la matriz DAFO 197-207.
se han señalado inconvenientes a la hora de conocer HEYER, G.; 1872. Compendio de valoración de Mon-
y aplicar dichas técnicas, así como problemas endé- tes. Imprenta Nacional. Madrid.
micos a la hora de realizar valoraciones madereras KOONTZ, H. & H. WEIHRICH 1994. Administración.
debido a la inexistencia de datos para la aplicación de Una perspectiva global. 10ª Ed. McGraw-Hill, Mexi-
los métodos sintéticos de valoración. co.
Todo lo aquí expuesto no debería ceñirse únicamen- LEUSCHNER, W.A.; 1984. Introduction to Forest Re-
te a una valoración «per se», sino que en muchas oca- source Management. John Wiley & Sons, New York.
siones las condiciones de ciertos ecosistemas forestales LÓPEZ QUERO, M. 1995. Análisis Estratégico del
requieren la realización de una valoración previa antes Sector del Corcho. Ministerio de Agricultura, Pesca y
de decidir cuáles serían los objetivos a seguir.  Alimentación. Madrid.
MACKAY, E.; 1961. Fundamentos y Métodos de la
Ordenación de Montes. Tomo I. Escuela Técnica Su-
BIBLIOGRAFÍA perior de Ingenieros de Montes. Madrid.
MERLO, M.; 1991. Elementi di Economia ed Estimo
AEPJP, 1999. Método de valoración de árboles y ar- Forestale-Ambientale. Cusl Nuova Vita, Padova.
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MONTES N.o 60 - 2000 55

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