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Problemática Actual de La Valoración de Montes en España
Problemática Actual de La Valoración de Montes en España
DIVULGACIÓN
aplicaciones dentro de la valoración forestal. Desgra- ga al valorador a poseer conocimientos tanto foresta-
ciadamente, es preciso comentar que estas metodolo- les como agrícolas o ganaderos e incluso de otros re-
gías apenas han trascendido del mundo académico a cursos (e.g. agua). Los ejemplos de estas relaciones se
la realidad. Las aplicaciones de técnicas como la va- pueden comprobar en los sistemas agroforestales o en
loración contingente o el coste del viaje en España nuevas formas de entender el manejo de ciertas espe-
prácticamente se circunscriben a espacios naturales cies como Pinus pinea, muy similares a los árboles
con algún grado de protección y de carácter público, frutales. Probablemente, siguiendo a CABALLER
pese a que las demandas en cuanto a la calidad am- (1993, pag. 39), sea más eficaz pensar en una valora-
biental de los espacios forestales son cada vez mayo- ción global del medio rural atendiendo a sus diversas
res. utilidades, aunque esto no signifique la existencia de
Retomando las relaciones entre la valoración fores- una visión unitaria (valoración de árboles) que englo-
tal y la agraria, estos métodos quizá puedan reivindi- be cualquier tipo de valoración en la que se hallen
car la especificidad de la valoración forestal, pero no plantas leñosas tal y como sistematiza el mismo autor
es conveniente olvidarse de las múltiples interaccio- (CABALLER, 1999, cap. 1). Por definición, cuando nos
nes entre los ámbitos agrícola y forestal. Estas interac- refiramos a ecosistemas forestales se debería de hablar
ciones pueden darse en un mismo predio, o en dife- de una valoración forestal o valoración de montes,
rentes superficies de la misma propiedad, lo que obli- pero no de una valoración de árboles. Por último, en
Técnicas Superiores se está permitiendo, merced a la darios para la venta de plantaciones antes de su corta.
implantación de los penúltimos Planes de Estudio, Si seguimos disminuyendo el nivel del análisis, po-
que los Ingenieros de Montes puedan salir al mercado demos llegar a otros problemas que pueden influir en
de trabajo sin haber cursado una asignatura de valora- las valoraciones. Por ejemplo, si se pretende incluir
ción agraria y forestal. Asimismo, sería deseable una en la valoración otros bienes y servicios (e.g. fauna
mayor integración de la valoración con otras asignatu- silvestre, caza, etc.) se obliga a que los inventarios de-
ras básicas (economía, inventariación, ordenación, le- ben ser más precisos, con lo que su coste se puede
gislación, etc.). disparar.
Otra debilidad que podría señalarse sería la falta de
hábito a la hora de introducir en las valoraciones fo-
restales estos bienes y servicios. Esta falta de hábito FORTALEZAS
también viene motivada por el hecho de que hasta
hace relativamente poco tiempo las demandas sobre En el ámbito general, cabe destacar el crecimiento
estas externalidades por parte de la sociedad eran es- del sector forestal en los últimos años por el empuje
casas. Asimismo, quizá fuera oportuno la existencia de la demanda y de las ayudas comunitarias. Sin du-
de una normalización o de un consenso para la reali- da, las inversiones realizadas en el sector forestal se
zación de este tipo de actuaciones. Probablemente los han visto favorecidas por las medidas tendientes a fa-
Colegios Profesionales pudieran coordinar los esfuer- vorecer el abandono de tierras agrícolas.
zos en esta dirección. Además, en el sector se está notando una mayor
Siguiendo a GREGERSEN et al. (1997), es preciso re- profesionalización en todos los niveles de la cadena
calcar que la valoración forestal presenta el inconve- productiva (e.g., algunas papeleras son los mayores
niente que no existe un valor o conjunto de valores propietarios de tierras forestales en algunas Comuni-
único y exacto para cada decisión. El valor diferirá dades Autónomas) lo que sin duda va a repercutir fa-
para quien se realiza esta valoración, lo que conduce vorablemente en el desarrollo del sector.
a un cierto desprestigio de esta disciplina, sobre todo La realización de valoraciones por parte de profe-
para los profanos. sionales capacitados se está incrementando notable-
Por otro lado, los ingenieros de montes, en general, mente en los últimos años. No sólo por la mayor de-
no han sabido ni crear barreras de entrada a otros pro- manda existente por ciertos bienes y servicios no ma-
fesionales ni extenderse a otras áreas cercanas como dereros que el monte produce, sino por la propia
puede ser la valoración agraria, de empresas, etc. Una evolución del sector forestal español. En efecto, si
de las razones que puede explicar este hecho es que hasta no hace mucho tiempo primaba únicamente a
la valoración ha sido vista en muchas ocasiones como la hora de realizar valoraciones en el sector una com-
una actividad esporádica y que complementaba los ponente meramente primaria y extractiva, sobre todo
ingresos del profesional. Esto ha motivado que los es- en cuanto a los aprovechamientos realizados en terre-
tímulos para profundizar conocimientos y experien- nos no públicos, actualmente se está produciendo una
cias fueran escasos. paulatina terciarización y profesionalización en el
Otro punto débil reside en la inexistencia, en gene- mundo forestal. Hoy en día los propietarios por térmi-
ral, de un lobby forestal que pueda presionar para no medio presentan unas mayores exigencias a la ho-
conseguir de los poderes públicos ciertas medidas que ra de realizar el manejo de sus montes, lo que conlle-
favorezcan el desarrollo del sector forestal. Única- va una demanda creciente de profesionales cualifica-
mente en Comunidades Autónomas como el País Vas- dos. Además en los últimos años, las inversiones en
co (Confederación de Forestalistas) y Cataluña (Con- terrenos forestales se han incrementado en parte por
sorci Forestal) se produce este hecho. las ayudas comunitarias, y en parte por razones endó-
Las características diferenciadoras del sector forestal genas a la economía española (paulatina pérdida de
con respecto del agrario también juegan un papel atractivo en activos de renta fija).
muy importante en ciertos aspectos relacionados con En cuanto a los productos, existen bienes forestales
la valoración. Por ejemplo, la generalmente dilatada muy apreciados, tanto madereros como pertenecien-
longitud del ciclo vegetativo favorece la inexistencia tes a otras producciones tangibles (setas, caza, etc.) o
de datos acerca de ventas de la madera en una deter- intangibles (paisaje, recreo, etc.). La fortaleza radica
minada zona. Esto conlleva que sólo con determina- en la amplitud de la gama de productos que se pue-
das especies se pueda aplicar el método sintético de den obtener del bosque, gama que incluso en muchas
valoración, con todas sus extensiones recientes hacia ocasiones se está incrementando gracias a la gestión
procedimientos econométricos. de ciertos productos que hasta hace muy poco no
Otras circunstancias adversas son las fluctuaciones eran considerados, o tenían un tratamiento tan sólo de
en el precio de la madera y las estructuras de ciertos subproductos.
mercados que en algunas ocasiones presentan gran- Por otro lado, es preciso señalar que la paulatina
des dosis de opacidad (e.g. setas, trufas, etc.), y en aparición de métodos apropiados para ciertos casos,
otras los intermediarios llegan a distorsionar notable- como la Norma Granada para la valoración del arbo-
mente la relación entre productor e industria (e.g. eu- lado ornamental (AEPJ, 1999) vigoriza esta disciplina
calipto en Galicia). Esta opacidad en el mercado y reduce la distancia existente entre el valor económi-
constituye un freno para el desarrollo no sólo de la co total y el valor estimado.
valoración, sino de todo el sector. El escaso desarrollo A pesar de que, tal como se ha apuntado, las otras
del mercado se aprecia en la falta de mercados secun- producciones no madereras cada día tienen una mayor
importancia en la gestión y por ende en la valoración ducción de otros bienes y servicios beneficiosos para
forestal, hasta ahora han recibido poca atención. Sin el conjunto de la sociedad, etc.) y otra en activos con
embargo, hoy en día ya se están arbitrando disposicio- horizontes de actuación menos dilatados y que no
nes que recogen explícitamente el uso múltiple que la van a reportar ningún tipo de externalidades positivas
sociedad demanda de los ecosistemas forestales (e.g. a la sociedad. Como afirman DANS et al. (1998), el
las Instrucciones Generales para la Ordenación de los tratamiento fiscal es desproporcionadamente gravoso
Montes Arbolados tanto en Madrid, 1998, como en y discriminatorio con respecto a los productos agra-
Castilla y León, 1999). Es de suponer que estas normas rios. (Resulta indudable pensar que cuanto más se es-
redundarán favorablemente en dichas producciones. timule la inversión en activos forestales, se producirá
Además, inculcando este concepto de uso múltiple del una mayor demanda de valoraciones).
monte se puede dotar a la valoración con un papel Otra amenaza se encuadra en la presión de grupo
fundamental a la hora de la toma de decisiones en la ambientalistas, que pueden provocar, entre otras co-
gestión forestal (PRIETO et al., 1998). Es decir, que an- sas, ciertas medidas intervencionistas que pueden ser
tes de decidir un futuro uso o actividad en un monte va percibidas por parte de algunos inversores potenciales
a ser en ocasiones necesario el realizar una valoración. como una pérdida de soberanía sobre dichos activos.
Dentro del sector se está produciendo en las últimas Además, es preciso recordar que el sector vive sumido
décadas un desarrollo y una extensión de diversos permanentemente bajo el riesgo de incendios foresta-
productos industriales que pueden ser obtenidos con les, plagas, cambio climático, etc. lo que puede res-
maderas de pequeñas dimensiones. Este hecho junto tringir la realización de ciertas inversiones.
con el incremento esperado tanto de la demanda de Otra amenaza que afecta al sector es la escasa pre-
papel como, en general, del precio de la madera (se- sencia en mercados como el bursátil, que son fiel re-
gún SOHNGEN & SEDJO, 1999, se estima que los flejo de una estructura empresarial todavía muy débil
precios subirán de media un 0,8% anual entre 1995 y y atomizada.
el año 2050) augura unas perspectivas favorables para Por último, pudiera suceder que la posible falta de
el desarrollo de nuevas plantaciones forestales. formación de los profesionales anteriormente citada
Comparando la posible competencia que pueda conlleve una reducción en las competencias de los in-
surgir de otras titulaciones, en especial de los Ingenie- genieros de montes a la hora de realizar cierto tipo de
ros Agrónomos, es preciso afirmar que la especifici- valoraciones. En esta línea competencial, es preciso
dad de la demanda hace imprescindible la presencia llamar la atención sobre el hecho de que, a diferencia
de un Ingeniero de Montes. No obstante, aquellos pu- de otros países, todavía no se encuentren incluidas
dieran presentar una ventaja, no sólo en aspectos agrí- dentro de la jurisprudencia al respecto diversos proce-
colas, sino en la aplicación de ciertas técnicas para la dimientos para la valoración de externalidades.
valoración de intangibles debido a la potencialmente
mejor formación económico-empresarial que se im-
parte en algunas Escuelas. Además, otras fortalezas OPORTUNIDADES
pudieran residir en la expansión del conocimiento fo-
restal a través de la proliferación de Escuelas foresta- A nivel global, se puede afirmar que la reducción
les Técnicas y Superiores, en la paulatina mejor pre- de los tipos de interés y la estabilidad de la economía
paración de los profesionales, y en la extensión de las española/área Euro, estimula las inversiones en tierras
nuevas tecnologías de la información. forestales como alternativa a otros activos de renta fi-
Estas razones por sí solas ya muestran un entorno ja. Este hecho puede verse favorecido también por la
favorable a la valoración forestal, pero incluso última- globalización de la economía y por un acceso más
mente se está avanzando a marchas forzadas en estas factible a los mercados financieros. En concreto, la in-
líneas. Por ejemplo, el número de empresas dedicadas versión en el sector forestal se está globalizando y el
a actividades forestales se incrementa año a año, se comercio global de madera se incrementará cuando
está popularizando la implantación de seguros fores- se desarrollen en su totalidad los resultados de la Ron-
tales (e.g. Confederación de Forestalistas del País Vas- da Uruguay.
co) e incluso se están extendiendo otro tipo de inver- Asimismo, las ayudas y subvenciones de la UE, que
siones en las que el activo principal son los rendi- inciden muy favorablemente en los pequeños propie-
mientos monetarios futuros de ciertas maderas muy tarios, suponen unos ingresos que hacen cada vez
apreciadas en la industria. Estas inversiones ya se pue- más atractivas las inversiones en tierras forestales (Ver
den realizar a través de plantaciones radicadas en Es- DÍAZ BALTEIRO & ROMERO, 1995). Otros aspectos
paña o en otros países (Uruguay, Costa Rica, etc.). normativos, tanto a nivel europeo (ayudas selvícolas)
como autonómico (Planes Forestales) también inciden
positivamente en el entorno forestal. Por otro lado, la
AMENAZAS certificación forestal puede conducir a que el precio
de la madera que cumple estos requisitos aumente.
Describiendo las amenazas existentes en el entorno Todos estos condicionamientos sin duda atraerán
general, es preciso comenzar a señalar ciertos aspec- nuevas inversiones al sector, pero también es preciso
tos institucionales. Así, la normativa fiscal vigente en apuntar el hecho de que el cambio tecnológico puede
España no favorece a los propietarios forestales. No dotar de nuevos argumentos para el desarrollo de de-
hace distingos entre una inversión forestal con sus terminados tipos de plantaciones. En concreto ese
particularidades (vida del proyecto muy dilatada, pro- cambio técnico se centra en la aplicación de nuevas
técnicas tanto a nivel genético, como de plantación y V.; 1999. Valoración de árboles frutales, forestales
tratamientos selvícolas. medioambientales y ornamentales. Ediciones Mundi-
De forma general, la conciencia social que se está Prensa, Madrid.
afianzando con respecto a la conservación de los re- CARDELLS, F.; 1997. ¿Cuánto valen los montes valen-
cursos forestales incide positivamente en la percepción cianos? Montes, 48: 45-51.
que se posee de las inversiones en terrenos forestales. DANS, F.; F. MOLINA; J.J. RAPOSO & A. ROMERO;
Este aumento en la demanda de servicios ambientales 1998. La viabilidad de la gestión del monte privado
está correlacionado con el aumento del nivel de la en España: propuestas para una nueva fiscalidad fo-
renta de los ciudadanos. Por último, y como ya se ha restal. Agricultura y Sociedad, 85: 67-94.
insistido, este cambio en la forma de apreciar los eco- DAVIS, L. S., K. N. JOHNSON; 1986. Forest Manage-
sistemas forestales implica que la valoración debe es- ment. Mac Graw-Hill. New York.
tar de acuerdo con otras circunstancias. ELORRIETA, O.; 1947. Valoración de la Tierra. Escue-
la Especial de Montes. Madrid.
ESTEBAN, E.; 1979. Economía de la Empresa Forestal.
CONCLUSIONES E.T.S. Ingenieros de Montes, Sección de Publicacio-
nes.
Como se ha podido apreciar en los apartados prece- DÍAZ BALTEIRO, L. & C. ROMERO; 1995. Rentabili-
dentes, el entorno en el cual se ha movido habitual- dad económica de especies arbóreas de crecimiento
mente la valoración de montes está inmerso en un medio y lento: algunas reflexiones de política forestal.
proceso de cambios. En primer lugar, los valores están Revista Española de Economía Agraria, 171 (1): 85-
cambiando, lo que implica realizar valoraciones para 108.
nuevos demandantes de los bienes y servicios del GONZÁLEZ, J.; P. FIGUEROA; G. ESTÉVEZ & C.M.
monte (propietarios, usuarios, etc.) que poseen unas FERNÁNDEZ-JARDÓN; 1998. La Cadena Empresarial
inquietudes diferentes a los tradicionales. Además, se de la Madera en Galicia. Instituto de Estudios Econó-
está produciendo una mayor presión sobre los gesto- micos. Fundación Pedro Barrié de la Maza.
res debido a la multiplicidad de productos que la so- GREGERSEN, H; LUNDGREN, A.; KENGEN, S. & BY-
ciedad demanda de los montes. RON, N.; 1997. Measuring and capturing forest va-
Los valoradores deben adaptarse a esta nueva situa- lues issues for the decision-maker. Proceedings XI
ción, a través de la implantación de nuevos métodos World Forestry Congress, Antalya, Turquía. Vol pp.
como los arriba descritos. A través de la matriz DAFO 197-207.
se han señalado inconvenientes a la hora de conocer HEYER, G.; 1872. Compendio de valoración de Mon-
y aplicar dichas técnicas, así como problemas endé- tes. Imprenta Nacional. Madrid.
micos a la hora de realizar valoraciones madereras KOONTZ, H. & H. WEIHRICH 1994. Administración.
debido a la inexistencia de datos para la aplicación de Una perspectiva global. 10ª Ed. McGraw-Hill, Mexi-
los métodos sintéticos de valoración. co.
Todo lo aquí expuesto no debería ceñirse únicamen- LEUSCHNER, W.A.; 1984. Introduction to Forest Re-
te a una valoración «per se», sino que en muchas oca- source Management. John Wiley & Sons, New York.
siones las condiciones de ciertos ecosistemas forestales LÓPEZ QUERO, M. 1995. Análisis Estratégico del
requieren la realización de una valoración previa antes Sector del Corcho. Ministerio de Agricultura, Pesca y
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