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Capítulo 1: El sol comenzaba a asomarse entre las negruzcas montañas de Tinieblas.

Un
chico de pelo blanco estaba tirado sobre el nevado suelo de una de las montañas más
bajas, exhausto, sin apenas poder moverse; había sido un entrenamiento muy duro. Poco
más tarde se levantó, agarró su mochila color añil y se dirigió a una casa que estaba a
escasos metros del piedemonte. Giró el pomo de la puerta, pero esta no se abría. Se quitó
la mochila e introdujo la mano en ella tratando de encontrar la llave, sin éxito.
Finalmente,decidió emplear las pocas fuerzas que le quedaban para ejecutar una técnica
oscura para abrirla; aquella técnica era bastante complicada, pero él ya sabía realizarla
gracias a la experiencia que le brindaron todas aquellas ocasiones en las que se le habían
olvidado las llaves dentro. La puerta se abrió con un chasquido. El chico entró, cerrando la
puerta tras él.
Entró en una habitación cuya puerta estaba entrecerrada, dejó caer la mochila en el suelo y
se tiró boca abajo. Levantó un poco la cabeza y se miró la muñeca, la marca del elemento
hielo que estaba grabada en su muñeca brillaba levemente; de repente, la manta que
estaba tocando su mano derecha se comenzó a congelar lentamente.
-Imposible, aún no puedo controlarlo- Dijo, quitando rápidamente la mano de la manta, la
marca se apagó de nuevo.
Giró la cabeza y miró el reloj que había en la pared de su habitación: Eran las doce y media
de la mañana; cerró los ojos con fuerza, tratando de recordar algo.
-!La academia!-Chilló el chico-, !Empezaba a las once en punto!
Agarró rápidamente su mochila y salió corriendo de su casa.
Diez minutos más tarde, ya había llegado a la academia, el profesor estaba anotando algo
en la pizarra. Draco se sentó sigilosamente en su sitio, cuando sintió que se le quemaba el
hombro, vio que la mano del profesor estaba agarrando su hombro.
-Qué velocidad- Pensó Adam, es casi como si se teletransportase.
-Dígame, señorito Adam, ¿A qué se debe su tardanza?
-Estaba buscando el libro de maldiciones
-¿Durante una hora y media?
-¿S-Si?
Apretó su hombro con más fuerza, le estaba quemando el hombro
-Que no vuelva a pasar- Dijo el profesor, quitando la mano del hombro de Adam
Adam miró su hombro, le había quemado la parte del hombro del uniforme.
-Cómo iba diciendo…
La clase fue especialmente aburrida, hablaron acerca de la manera correcta de lanzar una
maldición y practicamos con ranas, yo acabé maldiciendo al profesor, pensando que no se
daría cuenta, pero reaccionó al instante, devolviéndola, los hechizos que lanzaba me
golpeaban a mí, a causa de la maldición. La siguiente y última clase fue de magia curativa.
Cómo no, Nya, la compañera de Adam, lo hizo todo a la perfección, esa era su
especialidad. En una ocasión, envenenó a uno de sus compañeros.

Cuando acabaron las clases, un hombre envolvió su mano en llamas, intentando atracar a
Adam, entonces, la marca de su brazo comenzó a brillar levemente.
-Anda, que oportuno- Pensó Adam
-¡Dame tu dinero o lo cogeré por la fuerza!
Draco le agarró el hombro con la mano derecha, sonriendo malévolamente; el hombre
acabó congelado. Lo llevó hasta la comisaría, lo dejó un la puerta con una notita que decía
“De nada”
Llegó a su casa, dejó su mochila en el suelo de su habitación y se fue a practicar magia de
hielo oscura.

Cap 2: Como de costumbre, Adam se levantó del suelo nevado, corrió a su


casa, se vistió, agarró su maleta y su máscara y miró el reloj: ¡Por una vez,
iba a llegar a tiempo a la academia!
Salió con calma de su casa y se dio un paseo por el centro de la ciudad,
quedaba media hora para que empezase la clase. Entonces, oyó un rugido
y varios gritos, Adam corrió a ver de dónde venían los gritos; entonces, vio
algo que lo dejó helado: Una bestia de unos cuatro metros de altura, de
color blanco y ojos negros. Vio a un gran número de personas corriendo,
alejándose del monstruo.

-Ese monstruo creo que ya lo explicaron en la academia, es... ¡UNA


BESTIA JANG!

Adam volvió a mirar, un chico de su misma altura, con una túnica blanca,
una espada similar a una katana que tenía unos pinchos en la parte de
arriba del filo y una máscara blanca con un círculo negro a la altura del ojo
derecho y una sonrisa cosida, no corría, iba andando lentamente.

-¡Corre!- Gritó Adam, pero el chico no corría.

Adam, sin pensárselo mucho, corrió hacia la bestia, levantó la mano


derecha y su marca se activó. Se lanzó directamente a pecho de la criatura
y le congeló todo el cuerpo salvo los brazos, las piernas y la cabeza.
Entonces, el chico giró la cabeza levemente para mirar a la bestia y corrió
hacia ella.

-¡ALÉJATE!- Gritó Adam, pero el chico saltó al brazo de la bestia, le hico


un corte no muy profundo y se alejó, la bestia ahora estaba aún mas
enfadada que antes.
Pero algo pasó, la sangre negruzca de la bestia bajaba por la espada del
chico, cayendo en un botecito de cristal, atado al mango del arma, cuando
la sangre llegó al cuello del bote, el bote brilló con una cegadora luz
naranja rojiza. Unas marcas aparecieron en el filo de la espada, que
comenzó a arder, la velocidad del chico aumentó, era increíblemente
rápido, casi como la su profesor, tras dos minutos de cortes y cortes y..
cortes, el chico cortó a la criatura de arriba a abajo, dejando ver un cristal
blanco agrietado, que cortó en pequeños trozos a los que prendió fuego.
Entonces apagó su espada, limpió su bote y miró a Adam.

-Vas a llegar tarde- Dijo el chico.

Tras decir eso, el chico desapareció en una nube de humo naranja rojizo.
Acto seguido, Adam corrió en dirección a la academia.

Adam llegó a tiempo, se sentó en su mesa y sonó la campana. Su profesor


entró por la puerta y dijo:

-Chicos, hoy tenéis un nuevo compañero. Pasa, Zero. En la clase, de


repente, entró el chico de la máscara blanca con la boca cosida, la espada
y la túnica blanca, que le había salvado.

Cap 3:

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