Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAPITULO III Libro
CAPITULO III Libro
LA COMUNICACIÓN
Autores: Carlos Eduardo Saltor
Cristian Javier Arnau
Facundo Agustín Luna
Víctor Manuel Paz
Índice Capitulo III
1
Reale, Miguel (1978). “La Teoría Tridimensional de Derecho”, Ed. Tecnos.
2
Baruch Espinoza (1632). “Tratado Teológico Político”. (Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21
de febrero de 1677) fue un filósofo neerlandés de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo,
considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René
Descartes y el alemán Gottfried Leibniz
II. a.- Primera etapa de la evolución del derecho a la libertad de expresión.
Esta primera etapa esta marcada por la invención de la imprenta en el siglo XV,
marcando el comienzo de la evolución normativa que estará ligada al control de la
maquina de impresión. En tal sentido este primer período considerará titular del
derecho a la libertad de expresión al propietario de una imprenta, por eso lo
identificamos como el sujeto empresario3. Podemos observar que el derecho a la
libertad de expresión buscó proteger tan solo al sujeto empresario coincidiendo con
los tiempos del constitucionalismo liberal del siglo XIX. En esta etapa, se limitó a
garantizar el ejercicio de la libertad de prensa a quienes poseían los recursos
económicos y materiales para desarrollar sus propios medios de comunicación, que
en esa época eran los medios gráficos, es decir imprentas, ya que no se conocían
otros medios. En estos tiempos la libertad de expresión fue entendida en forma
limitada sólo como libertad para la prensa, es decir como libertad para constituir
empresas de comunicación y por lo tanto libertad para el empresario o persona que
dirige y controla la organización informativa. Los beneficios de esta garantía
constitucional serán solo atributos de clase, accesibles para un pequeño grupo de
personas o sector de la sociedad que tenía o podía adquirir la maquinaria necesaria
para el funcionamiento de una imprenta.
3 Loreti, D. (1999) Derecho a la Información. Relación entre medios, público y periodistas. Editorial Paidós.
Buenos Aires, p. 16.
4
Von Ihering, R. (1872). “Der Kampf ums Recht”. Traducción: Posada y Biesca, A. (2004). “La Lucha por el
derecho”, Ed. Valletta Ediciones S.R.L.
La tercera etapa de la evolución del derecho a la libertad de expresión es
también la de su transformación en un nuevo derecho al que conocemos como
derecho a la información. Se produce en el siglo XX a partir de la Declaración de los
Derechos Humanos, aprobada en París el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea
General de las Naciones Unidas.
Esta normativa internacional es la base fundamental que da forma al derecho
a la información. La misma delimita este nuevo derecho y le da contenido,
definiéndolo en su articulo 19. El mismo expresa que: “Toda persona tiene derecho a
la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a
causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de
difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión” 5.
De esta forma, se hace visible la relación directa que existe entre el derecho a
la información y las libertades de opinión, expresión y de prensa. Pero, aun así, esta
relación no implica sinonimia ni equivalencia, dado que el Derecho a la Información
es consecuencia de la evolución del derecho o garantía a la libertad de expresión
hacia un nuevo derecho, con un contenido más amplio.
Esta tercera fase evolutiva se caracteriza por el reconocimiento de los derechos
a investigar, recibir y difundir informaciones u opiniones de toda índole, a todos los
seres humanos, como parte integrante del Derecho a la Información.
De este modo, la titularidad del derecho a la información va a evolucionar desde
el sujeto empresario en una primera etapa, para luego incluir al sujeto profesional en
una segunda y, finalmente, con la madurez de su desarrollo alcanzará al sujeto
universal, es decir a todas las personas, en una tercera etapa. Por este motivo hoy
podemos afirmar que los titulares del derecho a la información somos todos y cada
una de las personas que formamos parte de la humanidad.
Describiendo el camino recorrido por la evolución de este nuevo derecho,
podemos afirmar que el derecho universal a la información es el resultado de un
devenir histórico que comienza por reconocer derechos a quienes son propietarios de
las empresas informativas, posteriormente a quienes trabajan para ellos en relación
de dependencia y finalmente para todas las personas.
Mientras en las dos primeras etapas este derecho es reconocido únicamente a
quienes cumplen con el rol de producción o emisión de la información, es recién en
la tercera etapa, cuando el derecho a la información será reconocido como un derecho
humano universal y como tal se materializa en facultades que también son propias de
quienes reciben, perciben o reconocen las noticias y comunicaciones publicadas o
difundidas por empresarios de medios masivos de comunicación y por periodistas o
comunicadores.
En concreto, la tercera etapa en la evolución del derecho a la información, trae
plenos derechos a todas las personas, quienes cotidianamente leen diarios o revistas,
escuchan radio o ven televisión. Y de esta forma, las obligaciones y responsabilidades
de quienes informan y comunican masivamente, trascienden los estatutos
profesionales o códigos de ética de la prensa para dar a la comunidad, a la sociedad,
el derecho a exigir veracidad y responsabilidad tanto a los empresarios, como a los
profesionales del sector.
5
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)
III.- La garantía de la libertad de expresión en la Constitución Nacional: artículos
14 y 32.
La libertad de expresión es uno de los derechos individuales consagrados por
la Constitución Nacional (CN). Al formar parte de la Constitución, podemos afirmar
que, al hablar del derecho a la libertad de expresión, estamos ante un derecho
constitucional. Los derechos constitucionales disfrutan de un status especial en
cuanto a garantías (de tutela y reforma) dentro del ordenamiento jurídico.
Es conocido el planteamiento filosófico-antropológico según el cual donde
“nace una necesidad surge un derecho”. Este planteamiento tan lógico aparece por
primera vez en "La República" de Platón. La capacidad de expresarse que existe en
toda persona, está íntimamente relacionada con la capacidad de pensar, que nos
diferencia a los seres humanos del resto de las especies animales. El pensamiento y
la expresión son entonces una necesidad para todo ser humano y por ello también un
derecho humano.
Por ello, la Constitución de la Nación Argentina establece una garantía a la
libertad de expresión que se constituye así en un derecho fundamental dado que es
inherente al ser humano, por pertenecer a toda persona en razón a su dignidad.
Contextualizando en el momento histórico en el cual la Constitución Nacional fue
sancionada (año 1953), marcada por la segunda etapa en la evolución de la libertad
de expresión (Sujeto Periodista), la carta magna en su articulo 14, cuando enumera
todos los derechos garantizados por la misma, habla de “publicar sus ideas por la
prensa, sin censura previa” y el articulo 32 cuando le prohíbe al Congreso de la Nación
sancionar leyes que “restrinjan la libertad de imprenta”; marca claramente un retraso
normativo, que luego de la reforma de 1994, cuando incorpora los tratados
internacionales y les otorga jerarquía constitucional, incorpora al derecho a la
información como derecho constitucional.
De este modo, el texto constitucional debe ser interpretado conforme la
evolución que tuvo la garantía de la libertad de expresión, conforme fue explicada en
el capitulo anterior. Donde su interpretación es fundamental para organizar y
constituir un estado democrático6.
La libertad de expresión también ha sido considerada por la jurisprudencia
argentina como una libertad preferida y estratégica, que permite preservar y
consolidar a las demás libertades. La Corte Suprema de Justicia, reconoce ese
carácter estratégico en conexión con la radicación de la soberanía del pueblo. Es por
ello que, las leyes que reglamentan su ejercicio, dado su interés estatal insoslayable,
no se presumen constitucionales y deben ser sometidas a un control judicial mas
intenso.7
Teniendo en cuenta este contexto histórico, podemos destacar que el derecho
a la información encuentra su carácter de derecho constitucional de los artículos 14 y
32 de la siguiente manera:
Articulo 14 Constitución Nacional: “Todos los habitantes de la Nación gozan de
los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a
6
Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). Fallo: Ekmekdjian, Miguel Ángel c/ Sofovich, Gerardo,
07/07/1992.
7
Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). Fallo: Abal c/ Diario La Prensa, 11/11/1960.
saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de
peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio
argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y
disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente
su culto; de enseñar y aprender”.
Articulo 32 de la Constitucion Nacional: “El Congreso federal no dictará leyes
que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción
federal”.
8
Constitución de la Nación Argentina. Primera Parte, Capitulo Primero “Declaraciones, derechos y garantías”,
articulo 31.
9
Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Ministerio de Relaciones y Culto s/ informe sentencia dictada en el
caso Fontevecchia y D`Amico vs Argentina” por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Producto de dicha publicación, el presidente Menem, demandó civilmente a la
editorial de la revista y a los periodistas. El objeto de esta presentación era obtener
un resarcimiento económico, producto del daño moral causado por la publicación,
que, a su entender, estas publicaciones habían violado el derecho de la intimidad.
En el año 1997, un juez de primera instancia en lo civil rechazo la demanda
interpuesta por el señor Menem. Esta sentencia fue apelada, y en el año 1998, la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal, revirtió la decisión
y condeno a la editorial, a Jorge Fontevecchia y Héctor D`Amico a pagar la suma de
$150.000,00. Los demandados interpusieron un recurso extraordinario federal, y la
Corte Suprema de Justicia en el año 2001 confirmo la sentencia de la Cámara
Federal, pero reduzco el monto indemnizatorio a $ 60.000.
Firme la sentencia, los demandados, amparándose en la Convención
Americana de Derechos Humanos recurrieron este fallo al que consideraban violatorio
del derecho humano a la libertad de expresión.
Transcurridos casi 10 años, con la instancia interna agotada, luego del trámite
ante la Comisión Interamericana y elevado el caso a la Corte Interamericana, donde
lleva la carátula la CIDH,10 concluyó que la revelación de la revista estaba justificada
por tratarse Menem de una figura pública política, que la condena civil había sido un
cercenamiento a la libertad de expresión, y se condenó al Estado Argentino.
Para cumplir esa condena, el Estado debía, por un lado, dejar sin efecto la
condena civil impuesta a Jorge Fontevecchia y Héctor D’Amico, así como todas sus
consecuencias; también publicar un resumen oficial de su sentencia elaborado por la
Corte Suprema, por una sola vez, en el Diario Oficial y en un diario de amplia
circulación nacional, así como publicar la sentencia completa de la Corte
Interamericana en la página del Centro de Información Judicial de la Corte Suprema;
y por ultimo, entregar a los periodistas las sumas reconocidas en dicho fallo
(devolverles el dinero que habían pagado por la condena, más los gastos que tuvieron
que hacer por el juicio).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, como dijimos anteriormente, rechazo
esta sentencia del órgano internacional. Órgano que el estado argentino se
comprometió a respetar, como miembro del sistema interamericano de derechos
humanos.
Para destacar algunos de los argumentos del voto de la mayoría11, por un lado,
la Corte Interamericana de Derechos Humanos no había actuado dentro del marco
de competencias establecido por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Es decir, la Corte Suprema de Justicia realizó una interpretación de los
alcances de la Convención Americana de Derechos Humanos sin ser el órgano
habilitado a tal efecto.
Por otro lado, el voto mayoritario destaco que el sistema de protección
internacional, no constituye una cuarta instancia que revisa o anula decisiones
jurisdiccionales estatales. En este sentido, la Corte se aparta gravemente y en forma
regresiva a lo ya sentado por el sistema americano. Desde nuestro punto de vista, se
10
CIDH. Caso Fontevecchia y D’amico Vs. Argentina. 775/01, serie C Nro. 238
11
CSJN. Fallo “Ministerio de Relaciones y Culto s/ informe sentencia dictada en el caso Fontevecchia y
D`Amico vs Argentina” por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Voto de Ricardo Lorenzetti, Elena
Highton de Nolasco, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz.
trata de una lamentable vuelta al dualismo, una regresión insostenible de la fuerza
normativa de la convencionalidad aplicada como solución madura de un sistema
progresista que comprendió que los derechos humanos son una respuesta que pone
limites al ejercicio abusivo del poder del Estado.
Por ultimo, este fallo impone una jerarquía apriorística dura, según la cual
siempre la Constitución tendrá más jerarquía que los Instrumentos Internacionales
con jerarquía constitucional.
Es importante también, destacar el voto minoritario del Dr. Juan Carlos
Maqueda, quien, a nuestro criterio, realiza una interpretación adecuada de la
normativa constitucional y convencional. En este sentido, mantuvo la postura fijada
en sus votos en los casos “Cantos” (2003), “Espósito” (2004), “Derecho” (2011),
“Carranza Latrubesse” (2013) y “Mohamed” (2015), según la cual a partir de la
reforma constitucional de 1994, las sentencias de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos dictadas en causas en que la Argentina es parte deben ser
cumplidas y ejecutadas por el Estado y, en consecuencia, son obligatorias para la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
12
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)
e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por
escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su
elección.
2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar
sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben
estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar:
a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o
b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral
públicas.
3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos,
tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para
periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en
la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a
impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa
con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de
la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda
apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la
violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo
de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u
origen nacional.
Artículo 14. Derecho de Rectificación o Respuesta
1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas
en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que
se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano
de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la
ley.
2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de las otras
responsabilidades legales en que se hubiese incurrido.
3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o
empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una
persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de
fuero especial.
13
Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26522. Cuadro comparativo con la legislación anterior.
Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual AFSCA. Año 2008.
establecimiento de garantías
destinadas a proteger el
pluralismo y la diversidad de
todas las producciones
audiovisuales
Se encuentra limitada por las Se garantiza el derecho a la
necesidades de la seguridad informacion como derecho
Nacional humano como lo establece el
2.- Libertad
Pacto de San José de Costa
de Expresión.
Rica.
El caso Clarín tuvo su origen en el año 2009 como consecuencia del dictado
de la ley 26.522, puesto que con el dictado de la misma el Grupo Clarín S.A. se
encontraba en infracción de sus disposiciones.
Es por ello, que el Grupo Clarín inicia su actuación judicial en el Juzgado Civil
y Comercial Federal, afirmando que una serie de artículos de la ley eran
inconstitucionales. Los artículos en cuestión eran:
Cabe destacar que una cuestión que siempre dio lugar a los conflictos, fue el
hecho de la medida cautelar interpuesta por el Grupo Clarín S.A. que impedía que se
los obligue a cumplir con la ley hasta que se resuelva la cuestión principal del conflicto.
Por último, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo declarando
categóricamente la CONSTITUCIONALIDAD de TODOS LOS ARTÍCULOS
CUESTIONADOS de la Ley de Servicios de la Comunicación Audiovisual. Aunque si
bien determina en la sentencia que todos los artículos en cuestión son
constitucionales, ello no quiere decir que todos los jueces estuvieran de acuerdo.
• En relación con el artículo 41, hay disidencia en cuanto los titulares de las
licencias tienen sobre las mismas un derecho de dominio, que implica que
no puede ser limitada de esa manera su forma de transferirlo. (atenta contra
el derecho de propiedad del ARTICULO 17).
• En relación con los restantes tres artículos, el 45, 48 y 161 hubo disidencia
en cuanto no se considera el control sobre las licencias inconstitucional,
pero si se lo considera inconstitucional al mecanismo de la “desinversión”
previsto por los artículos 48 y 161.
“el Estado afecta la libertad de expresión, si por la vía de subsidios, del reparto
de la pauta oficial o cualquier otro beneficio, los medios de comunicación se
convierten en meros instrumentos de apoyo a una corriente política
determinada o en una vía para eliminar el disenso y el debate plural de ideas”
“Lo mismo ocurre si los medios públicos, en lugar de dar voz y satisfacer las
necesidades de información de todos los sectores de la sociedad, se
convierten en espacios al servicio de los intereses gubernamentales”.
HECHOS:
DOCTRINA:
Con la publicación en el Boletín Oficial del decreto 267, que crea el Ente
Nacional de Comunicaciones (ENACOM), se modifican 7 artículos de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual y otros de la 27.078, conocida como
Argentina Digital.
El programa tiene por fin detectar las más diversas limitaciones a la libertad de
expresión, desde las directas y evidentes (agresiones físicas, amenazas, etc.) así
como las más sutiles. En tal sentido se observa el creciente uso de fondos de
publicidad oficial y privada para presionar y condicionar a los medios de comunicación
y periodistas. Asimismo, nuestra organización es consciente de que muchos casos
en los que los periodistas que son víctimas de ataques a la libertad de expresión por
parte de gobiernos, organizaciones o privados, no son difundidos precisamente por
temor a represalias comerciales, laborales o físicas. Ayudar a vencer esas barreras
es un objetivo central del monitoreo. El programa es federal, busca atender casos que
ocurren en las grandes ciudades y en los pueblos pequeños. FOPEA es miembro de
Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), reconocida red mundial
que trabaja para defender y promover este derecho.
VIII.- Bibliografía.