El DECIMOCUARTO CHAKRA

es de un traslúcido blanco dorado. Cuando se abre este chakra, nuestra mente automáticamente se entrega al Plan Divino.
Nuestros pensamientos son de una vibración más alta y pura. Verdaderamente somos uno con la Sabiduría de Dios. Podemos
transmutar el karma de otros y estamos abiertos a los niveles superiores de la clarividencia y profecía; somos capaces de
comunicarnos en los planos internos, con los Maestros y los guías superiores.
Los reyes y Sacerdotes del Egipto Antiguo usaban “flor de sakkara” como esencia. Permite una conexión directa con el 1o chakra y
trabajando la conexión arriba y abajo al mismo tiempo. Con meditación y la energía de esta esencia podemos ver los “archivos
akhasicos” y sentir claramente que nuestra energía vital es eterna.