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El caballo y el asno

• Un día de intenso calor un hombre decide ir al pueblo llevando


mercadería sobre su asno, también llevo a su caballo y sobre su lomo
sólo puso un bidón de agua para los tres. Al asno le puso toda la carga
pesada en su lomo, y el camino sería largo. Durante el trayecto, el asno
iba agotándose cada vez más y poco a poco le era casi imposible
continuar. Se detuvo un instante y le suplico al caballo un poco de
ayuda para continuar viviendo, el caballo oyó claramente pero
prefirió seguir indiferente haciendo oídos sordos ante las súplicas del
asno, quien a causa de la deshidratación y fatiga, murió allí mismo en
el camino.

• El dueño que caminaba delante de ellos aún no se daba cuenta de lo


sucedido, cuando de pronto por alguna razón, el hombre voltea y ve
que el asno algo distante de él, yacía en el suelo, corrió hacia él, y
al ver lo sucedido, el dueño muy preocupado, no tuvo más remedio
que poner toda la carga en el lomo del caballo incluyendo el cuerpo
inerte del asno quien ahora era más pesado que antes. El caballo
resignado y muy arrepentido, acepto, puesto que si hubiera ayudado al
pobre asno, no sólo hubiera actuado bien, sino que se hubiera hecho
un favor a sí mismo. No tendría que llevar tanto peso y encima… al
asno que pesaba tanto. Ahora podía entender muy bien y en carne
propia, lo que el asno padeció.

Moraleja:

• Cuando no tiendes la mano al prójimo, te perjudicas a ti mismo.

• Tarde o temprano el egoísmo termina perjudicándonos.

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