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EL ORDENAMIENTO JURÍDICO PENAL VENEZOLANO

¿Qué se entiende por Ordenamiento Jurídico?


Se entiende Por Ordenamiento Jurídico Penal, al conjunto de normas jurídicas de carácter sustantivas (definen los
derechos y las responsabilidades) y adjetivas (las también llamadas procedimentales o formales, que regulan los
medios, sistemas y procedimientos para que las normas sustantiva cumplan su función, y cuya existencia es
dependiente y subordinada, a las anteriormente nombradas), por las cuales el Estado, en ejercicio del poder
sancionador o coercitivo, que le es dado por ejercicio de lo dispuesto en la Constitución de la República y la ley,
busca garantizar la paz y la armonía social al establecer:
a) Los delitos y Las penas;
b) Las faltas y Las sanciones;
c) Las medidas de seguridad;
d) Los procedimientos; y
e) El régimen penitenciario

¿Cuál es la finalidad del Ordenamiento Jurídico Penal?


La finalidad del Ordenamiento Jurídico Penal, en sí mismo, no es otro que, el estudio profundo y sistemático de las
normas de conducta social, las razones que motivan su infracción, las diversas modalidades en su comisión y las
penas, sanciones o medidas aplicables en cada caso.

¿Mecanismo jurídico del que se vale el Ordenamiento Jurídico para garantizar la paz, y armonía social?
El Mecanismo jurídico del que se vale el Ordenamiento Jurídico para garantizar la paz, y armonía social, no es otro
que el ejercicio del poder sancionador o coercitivo, del Estado, que le es dado por ejercicio de lo dispuesto en la
Constitución de la República y la ley, busca garantizar la paz y la armonía social a través del establecimiento de:
a) Los delitos y Las penas;
b) Las faltas y Las sanciones;
c) Las medidas de seguridad;
d) Los procedimientos; y
e) El régimen penitenciario

¿En qué área se puede agrupar el Ordenamiento Jurídico penal?


El Ordenamiento Jurídico Penal, se agrupa en tres grandes áreas:
1. Contiene las normas de carácter sustantivo que determinan los delitos y las penas, las faltas y sanciones, así como
las medidas de seguridad, lo que constituye el Derecho Penal Sustantivo;
2. De igual forma, configura los procedimientos necesarios que estructuran o rigen la investigación del hecho
criminal y su juzgamiento hasta alcanzar la definitiva condena o imposición de la sanción o la medida de seguridad, y
es cuando nos referimos al derecho procesal penal o derecho penal adjetivo;
3. Por otra parte, constituye la rama del ordenamiento jurídico, que integra el conjunto de normas, reglas y
procedimientos que abarcan los mecanismos y régimen de cumplimiento de la pena, las medidas alternativas, los
beneficios penitenciarios y el cumplimiento de las medidas de seguridad, lo cual se conoce como Derecho
Penitenciario.

¿Concepto en sentido objetivo, de acuerdo a la opinión doctrinar, del Ordenamiento Jurídico Penal?
El Ordenamiento Jurídico Penal en sentido objetivo, es el conjunto de normas jurídicas, mediante las cuales el Estado
prohíbe determinados comportamientos, dictando delitos y penas, así como las faltas sus sanciones y las medidas de
seguridad. Según la opinión doctrinaria de Luís Jiménez de Asúa, señala que:
“el derecho penal es el "Conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio del poder
sancionador y preventivo del Estado, estableciendo el concepto de delito como presupuesto de la
acción estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y asociando a la infracción de la norma una
pena finalista o una medida aseguradora."

¿Características del Ordenamiento Jurídico penal?


El Ordenamiento Jurídico penal, es de carácter normativo, público, contingente, valorativo, finalista, garantizador,
cultural, punitivo, coercitivo, fragmentario, subsidiario, de mínima intervención por parte del Estado, personalísimo

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e igualitario, que tiene la norma y el bien jurídico como polos de sus ejes programáticos establecidos en la
Constitución de la República y cuya naturaleza es eminentemente sancionatoria.

¿A qué se debe el Ordenamiento Jurídico Penal tiene carácter Normativo?


El Derecho Penal comprende un conjunto sistemático de normas de carácter punitivo, lo que no está normado no
está comprendido dentro del rango del Derecho Penal, es así como la prohibición de la conducta y su consecuencia o
penalidad está contenida en la norma jurídica de carácter penal. El carácter normativo del Derecho Penal pretende
conocer el entorno en que se producen las normas, las razones por las cuales se verifican su existencia, así como
distinguir los casos en que los supuestos de su existencia o excepción no se verifican en el orden social. En
consecuencia, el carácter normativo del Derecho Penal revisa los conceptos de derecho, sistemas jurídicos penal,
norma, aplicación y eficacia, entre otros, en virtud de su estrecha relación con los conflictos normativos que se
presentan en la aplicación y existencia del derecho penal.
El carácter normativo del Derecho Penal pretende determinar el significado de los conceptos que integran de
sistema jurídico penal. De tal forma que los elementos más relevantes de cada uno de estos conceptos aporten las
características para la identificación y comprensión del concepto del sistema normativo que integra el campo jurídico
penal.

¿Por qué se dice que Ordenamiento Jurídico Penal tiene carácter Público?
El carácter protector del ordenamiento jurídico penal, atañen a toda la colectividad, es por ello que tutela los
intereses de carácter general en resguardo del interés colectivo y difusos. De igual forma, el Derecho Penal es de
carácter público, porque a tenor de lo expresamente dispuesto en la Constitución de la República, respecto a lo que
es considerado reserva legal, sólo el Estado tiene la capacidad para crear normas que definan delitos y que
impongan sanciones en atención al principio de legalidad penal, “nullum crimen, nulla poena sine lege”.

¿A qué se debe el Ordenamiento Jurídico Penal carácter Contingente?


Porque el Derecho Penal pretende regular las relaciones humanas en un determinado marco social, espacial y
temporal, a efectos de su efectiva aplicación práctica, esto quiere decir, que el Derecho Penal debe observar la
realidad y ajustarse a ella, la sociedad va cambiando en el tiempo, de igual forma cambia la necesidad de regular
conductas que pudieran considerarse indeseables en un determinado contexto de espacio-tiempo.

¿Por qué se afirma que el Ordenamiento Jurídico Penal tiene carácter Valorativo?
El Derecho Penal, determina las clases y naturaleza de la acción humana que es considerado el hecho criminal, para
así establecer la sanción, por todo ello entiende que el centro valorativo de su acción lo encuentra en la conducta
humana, que es calificada bajo la perspectiva dogmática que fija la norma penal, estableciendo parámetros
valorativos con la finalidad de determinar las formas y grado de participación, responsabilidad y sanción.

¿Por qué se afirma que el Ordenamiento Jurídico Penal es de carácter Finalista o de Última Ratio?
La acción del Derecho Penal se debe circunscribir a la menor inferencia posible o mínima intervención. El Derecho
Penal se considera un instrumento social al cual debe recurrirse cuando previamente, se han agotado todas las
instancias de control, tanto formal como material. En sí mismo, el fin del Derecho Penal no es sancionatorio, busca
esencialmente prevenir la ilicitud y garantizar la paz, la armonía y el respeto dentro del orden social que determina
el Estado de Derecho.
Se confunde con el derecho de castigar del Estado o “Ius Puniendi”, de ahí que la sanción impuesta por el Derecho
Penal no solo puede ser corporal o expiatoria, pueda también ser de orden retributiva o de rectificación. Persigue
como fin, la convivencia social, protege el derecho e intereses de los individuos crea el ambiente para que exista
dentro del Estado la conciencia colectiva que determina la seguridad jurídica.
El Derecho Penal, constituye el máximo y último recurso que una sociedad puede aplicar a los miembros que se
apartan de la conducta que espera la norma, se distancia en el ámbito y extensión de la aplicación del derecho
disciplinario que las sociedades aplican a los miembros que la integran, por ejemplo: un cuerpo de policía, de
bomberos, la milicia entre otros.

¿En qué consiste el carácter Garantizador del Ordenamiento Jurídico Penal?


El Derecho Penal pretende asegurar los bienes jurídicos que establece el orden universal, constitucional y legal,
busca el adecuado equilibrio social que constituye el desenvolvimiento social determinando el ámbito de libertad
individual y colectiva, dentro del respeto a la ley en el entendimiento de los conceptos de justicia.
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¿A qué se debe el carácter Cultural del Ordenamiento Jurídico Penal?
El Derecho Penal es un producto de cada sociedad, que, de acuerdo al principio de autonomía, cuentan con la
prerrogativa de estructurar sus propias normas dentro de la aspiración de orden social. Con la idea de garantizar el
respeto, la equidad y la justicia, el Derecho Penal concibe normas de conductas que en algunos casos criminaliza la
acción moral de la sociedad, es por ello que cada sociedad en particular, en base a parámetros culturales, determina
las conductas que en ese entorno son consideradas criminales. Lo cultural se inserta en la ciencia del saber humano,
en su historia y en las formas y usos sociales en particular que determina el Derecho Penal.

¿Por qué se afirma que el Ordenamiento jurídico Penal tiene carácter Punitivo?
Determina cuales conductas se consideran criminales y en consecuencia establece sanciones. El hecho penal,
encierra la conducta que concibe la norma penal como injusta y en consecuencia como punible en un espacio y
tiempo determinado.

¿A qué se debe el carácter Coercitivo del Ordenamiento Jurídico Penal?


El Derecho Penal impone una obligación de observar determinado comportamiento o de abstenerse, bajo la presión
o coacción a la imposición de una pena o sanción.

¿Por qué se afirma que el Ordenamiento jurídico Penal tiene carácter Fragmentario?
El Derecho Penal no puede llegar a brindar protección a la totalidad de bienes jurídicos ni a protegerlos de todo tipo
de agresión lesiva. La fragmentariedad busca encontrar el margen mínimo de la injerencia penal en el
comportamiento humano que es considerado lesivo por cuanto atenta contra la sociedad: las faltas contra la moral,
los ilícitos administrativos, disciplinarios, civiles, laborales, entre otros. Esto significa que el Derecho Penal no ha de
sancionar todas las conductas lesivas de los bienes que protege, es decir, sólo sanciona las modalidades de ataque
más peligrosas para ellos. Así, no todos los ataques a la propiedad constituyen delito, sino sólo ciertas modalidades
especialmente peligrosas, el otro espectro de daño será materia del marco tutelar del Derecho Civil. Es por ello que,
la intervención punitiva estatal no se realiza frente a toda situación, únicamente a hechos que la ley penal ha
determinado específicamente dentro del carácter fragmentario, por lo que la pena constituye un instrumento
subsidiario, que determina la consecuencia o castigo necesario.
Este principio pretende establecer, sólo aquellos bienes jurídicos, importantes, necesarios e indispensables para la
viabilidad de la protección penal que garantice las interrelaciones y la cohesión del sistema social y político del
Estado.
Mediante este principio, se pretende fijar que el Derecho Penal no es un mecanismo de control omnicomprensivo,
ya que a través de él sólo se protegen aquellos bienes jurídicos valiosos, criminalmente definidos, cuya lesión o
puesta en peligro, vía comportamientos dolosos y excepcionalmente culposos, configura un alto grado de reproche
social, que es lo que propiamente da el sustento a la injerencia penal, determinando una racional limitación al jus
punendi del Estado.

¿En qué consiste el carácter Subsidiario del Ordenamiento Jurídico Penal?


Este principio establece que sólo en defecto y ante la inexistencia de solución al conflicto social, en otras vías como:
la civil, administrativa, laboral, de familia, entre otros, se legitima la configuración, invocación o aplicación del tipo
penal.
La subsidiaridad se deriva del principio fragmentario del Derecho Penal, señala que la norma penal posee naturaleza
subsidiaria. Este principio, parte de reconocer la existencia y prioridad de otras vías distintas a la penal para la
solución de conflictos de relevancia jurídica, bajo el presupuesto de que la vía penal sólo debe emplearse como el
último recurso al comprobar que concurren los elementos de necesidad que están configurados en la norma penal,
singularizada en razón al principio de mínima regulación.

¿En qué consiste el principio de Mínima Intervención o Última Ratio del Ordenamiento Jurídico Penal?
Este principio expresa que sólo cuando sea absolutamente necesaria el establecimiento de una norma de carácter
penal debe producirse la intervención estatal. Lo que no le haga daño a nadie, no puede ser castigado por la ley. En
todo delito debe haber un bien jurídico lesionado, exige que las consecuencias y repercusiones del hecho sean
socialmente relevantes, para que sea necesario el establecimiento de la regulación penal que justifica la protección
social. El Derecho Penal debe cumplir el fin de reducción de la violencia social, ha de asumir también, en su
configuración moderna, el fin de reducir la propia violencia punitiva del Estado. Esta reducción tiene lugar por dos
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maneras: sobre la base del principio utilitarista de la intervención mínima y sobre la base de los principios
constitucionales que establecen las garantías individuales y colectivas.

¿A qué se debe el carácter Personalísimo del Ordenamiento Jurídico Penal?


La responsabilidad penal es personal; la pena y las medidas de seguridad sólo pueden imponerse a quien haya
incurrido personalmente en la comisión de un delito, lo cual crea responsabilidad personal al sujeto activo, el único
sujeto activo de delito es la apersona humana que lo cometió.
En materia penal, conceptos como la representación o transmisibilidad no existen, ante la comisión de un hecho
criminal sólo responde quien haya cometido el delito, así mismo la pena impuesta al delincuente no trasciende a
ninguna otra persona. Al morir, la pena se extingue junto con la responsabilidad penal.

¿En qué consiste el carácter Igualitario del Ordenamiento Jurídico Penal?


El Derecho Penal debe ser aplicable igualitariamente a todos los individuos que integran la sociedad, sin distinción de
raza, sexo, creencias políticas o convicción religiosa entre otros.

¿Cómo actúa el Derecho Penal para garantizar el control social?


El Derecho Penal es el instrumento jurídico más enérgico que dispone el Estado para evitar y castigar las conductas
que resultan más reprochables socialmente. Sin embargo, es de gran importancia entender que este instrumento
social no es el único, y muchas veces el más idóneo, del que dispone la sociedad y el Estado para alcanzar el efectivo
control social, la paz y armonía que se espera en las conductas de los individuos que la integran.
En efecto, toda sociedad genera instancias formales e informales de control social, es decir, ello demarca la
formación y adecuación del comportamiento social para alcanzar el grado esperado de convivencia. La educación
que determina el desenvolvimiento del comportamiento social, dará forma directa y será el reflejo cónsono de las
necesidades y carencias que la convivencia alcanzada. Los métodos culturales, las circunstancias políticas, sociales y
económicas presentes en un momento histórico especifico, conformará las características esenciales del marco
regulador de las libertades sociales y del avance o retroceso alcanzado por la regulación penal que caracteriza a una
determinada sociedad.

¿En qué consiste el principio de seguridad jurídica?


El principio de seguridad jurídica, debe entenderse como la confianza que los ciudadanos pueden tener en la
observancia y respeto de las situaciones derivadas de la aplicación de normas válidas y vigentes, es un principio del
Derecho, universalmente reconocido, que se basa en la certeza y confianza de toda la sociedad en el cumplimiento
del derecho, implica que todos los miembros del colectivo social conocen el alcance de la norma y adecuan su
comportamiento a su aplicación, se conoce, o se intuye que puede conocerse, lo previsto como prohibido, ordenado
o permitido por el Poder Público del Estado.
La seguridad jurídica es en el fondo, la garantía dada al individuo por el Estado de modo que su persona, sus bienes y
sus derechos no serán violentados, o que, si esto último llegara a producirse, le serán asegurados por la sociedad, la
protección y reparación de los mismos. En resumen, la seguridad jurídica es la certeza en el cumplimiento del
derecho que tiene el individuo de modo que su situación jurídica no será modificada, más allá de procedimientos
regulares previamente establecidos por el derecho.
Son principios típicamente derivados de la seguridad jurídica la irretroactividad de la ley, la tipificación legal de los
delitos y las penas, las garantías y derechos constitucionales, la cosa juzgada, la caducidad de las acciones y la
prescripción.
La irretroactividad de la ley significa que las disposiciones contenidas en las leyes no deben aplicarse hacia el pasado,
afectando hechos o situaciones que se presentaron antes de su vigencia, problema que se conoce también como
conflicto de leyes en el tiempo. En definitiva, todo lo que supone la certeza del derecho como valor o atributo
esencial del Estado.

¿Cuál es la función del Derecho Penal?


La función primordial del Derecho penal es la de proteger bienes jurídicos, contribuyendo de esta forma a la
convivencia social.
En definitiva, el fin del Derecho penal es la protección de la sociedad frente a las conductas más gravemente
antisociales. Por ello establece sanciones y penas, el quantum de la penal viene determinado por la necesidad de

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tutelar el bien infringido, el máximo de pena viene fijado por la gravedad del hecho y la calibración que haga el juez
respecto a la culpabilidad que es determinada en el proceso a los responsables y participes del hecho criminal.
Puede así decirse que el fin del Derecho penal es el restablecimiento del orden social amenazado o atacado por un
culpable, en razón de la infracción cometida, gravedad del hecho y culpabilidad del agente, calibrada por un juez en
la imposición de una pena.

¿Cuál es la finalidad del Derecho Penal?


La ciencia del Derecho Penal, tiene por finalidad organizar en un sistema perfectamente definido, el contenido de las
normas penales, para así facilitar en extenso su comprensión entre otros aspectos.
La comprensión estructurada de dichas normas permitirá su eficiente aplicación, por ello juega un papel
preponderante en la Ciencia del Derecho Penal el establecimiento de mecanismos interpretativos e integrativos a fin
de canalizar el conocimiento sistemático y científico de los principios que forman la base de la estructura de la
norma, bien sea sustantiva o adjetiva dentro del ordenamiento jurídico penal, es por ello, que la legislación penal al
igual que otras normativas de derecho, deben ser estudiadas de forma holísticas, es decir tomando en cuenta todo
su conjunto, de tal manera que el examen de las normas jurídicas no pueden formularse atendiendo únicamente a
disposición concreta, aislada o abstractas.

¿Señale los esquemas evolutivos que caracterizan el diseño de la Norma Penal?


En los albores de la humanidad, en la época de las cavernas cuando el homo sapiens se puso de pie y dio existencia a
la sociedad, dando lugar a las primeras agrupaciones tribales, el hombre conoció el fenómeno de la criminalidad,
fenómeno que ha caracterizo en el tiempo a todas las sociedades que han surgido en el planeta, de forma peculiar
de acuerdo a la cultura que la historia ha permitido fijar a lo largo de todos los tiempos.
Es posible clasificar la evolución del Derecho Penal en las siguientes fases o etapas:
La Venganza Privada o Tabú;
La Venganza Divina;
La Venganza Pública;
La Defensa del Poder Absoluto;
El Período Humanitario y
La Etapa Científica del Derecho Penal.

La Venganza Privada o Tabú: en los tiempos primitivos no existía un Derecho Penal estructurado, sino que había
toda una serie de prohibiciones basadas en conceptos mágicos y religiosos, cuya violación traía consecuencias no
sólo para el ofensor sino también para todos los miembros de su familia, clan o tribu.

La Venganza Divina: Al lado del período conocido como venganza privada, se gestó también dentro de la organizan
social más cultas o elevada, el principio teocrático y este vino a convertirse en fundamento del derecho penal de
este período, pues no se castigaba al culpable para satisfacer al ofendido, sino para que aquél expiase la ofensa
causada a los dioses por los delitos cometidos. En este período se constituye una etapa evolucionada en la
civilización de los pueblos, Los conceptos de derecho y religión se funden en uno sólo y así el delito más que ofensa a
la persona o al grupo, lo es a la divinidad. En general, en esta época la clase sacerdotal era quien establecía la forma
de expiación de los pecados, que era satisfecha por la penitencia, o la ofrenda que debía otorgar para la obtención
del perdón divino.

La Venganza Pública: En esta etapa de la evolución de las ideas penales, se transforman los conceptos de pena y
función represiva, dándoles un carácter eminentemente público, es decir, esta etapa se caracteriza por la aspiración
de mantener a toda costa la tranquilidad pública, durante esta etapa, se empieza a hacer distinción entre delitos
privados y públicos, según el hecho lesionado de manera directa, los intereses de los particulares o el orden público.

La Defensa del Poder Absoluto, es una característica de las etapas finales históricas transcurridas en este período
causalista, establece que la motivación para prohibir o para castigar no fue ni la ofensa por parte del individuo a la
sociedad, ni la ofensa a la divinidad; fue la ofensa a la majestad soberana del Rey o lo que el considerara como
injusto, y es su voluntad soberana quien dicta la ley e imponía el castigo. La ley encontró su naturaleza y razón
mediante un círculo vicioso en la necesidad de conservar el poder por el beneficio mismo del poder. La pena no tuvo
otra medida, que el capricho o el temor de los gobernantes, ante la necesidad de consolidar su poder.

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El Período Humanitario: Nació como reacción a la excesiva crueldad imperante en la aplicación de penas. Dentro de
esta corriente, se pugna por la exclusión de suplicios y crueldades innecesarios, se propone la certeza contra las
atrocidades de las penas, se preconiza la peligrosidad del delincuente como punto de partida para la determinación
de las sanciones aplicables y se urge por una legalidad de los delitos y de las penas.

Etapa Científica: Podría decirse que esta etapa científica, se inicia con la obra de Cesar Beccaria, y culmina con la de
Francisco Carrara, que es considerado el principal exponente de la Escuela Clásica del Derecho Penal. El inexorable
paso del tiempo allana el camino para que aparezca en el derecho, junto al elemento antijurídico, el más añejo, la
culpabilidad como característica intrínseca de la conducta delictuosa. Ya para 1840 Pufendorf y Luden enseñan en su
obra la teoría de la imputación influenciada por el pasado del delito, y clasificaron en forma tripartita los caracteres
de acción, antijuricidad y culpabilidad.
la característica fundamental de esta etapa del derecho penal, se caracteriza por su carácter finalista que describe el
delito como un hecho típico, anti jurídico y culpable.
La norma jurídica en esta etapa adquiere una forma tripartita o compleja, en donde se distingue como: la
característica fundamental de esta etapa del derecho penal, se caracteriza por su carácter finalista que describe el
delito como un hecho típico, anti jurídico y culpable.
La norma jurídica en esta etapa adquiere una forma tripartita o compleja, en donde se distingue como:

Etapa Funcionalista: no es homogéneo en sus contenidos a la anterior. El Derecho Penal está orientado a garantizar
la integridad humana, identidad y unidad normativa jurídica, la constitucionalidad y la sociedad. La pena constituye
una reacción frente a un hecho que supone un grave quebrantamiento de una norma penal, es decir, se abandona la
tradicional concepción que sustenta a la pena como una reacción frente a un hecho que lesiona un bien jurídico
tutelado y se erige como el medio de extrema necesidad a través del cual se confirma la vigencia de la norma violada
y de esa forma restituir la identidad jurídica dentro de la particularidad social del infractor. El delito es una
afirmación positiva o negativa de la conducta humana, que contradice a la norma jurídica con la cual se tutela a la
sociedad, y la pena es la respuesta necesaria y justa que confirma a la norma jurídica penal; por tanto, la función
sustancial de la pena es reinsertar al infractor a la sociedad, restituir la vigencia de la norma y alcanzar con ello el
control social violado con la conducta delictiva.

El esquema Funcionalista, amplía el criterio finalista y asume como premisa básica el factor social y como centro al
ser humano. Es así como, sobre este esquema, es delineada la norma punitiva sancionatoria, en donde la punibilidad
es el último factor a evaluar en el análisis valorativo de la conducta que puede representar una acción u omisión
típica, antijurídica culpable y punible.

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En esta concepción, el responsable o agente de la acción penal no es aquel a quien directamente se le atribuye un
grado de responsabilidad, autoría o participación en el suceso, sino aquel a quien la ley le confiere la capacidad
jurídica para responder por esos actos, por lo que la punibilidad va a representar el valor social diferenciador que
determina la posibilidad de imposición de una pena. Igualmente, la determinación en el diseño del tipo penal que se
haga en la ley, debe establecer con meridiana claridad, los limitar y alcance de los conceptos de causalidad, poder,
capacidad, culpabilidad, entre otros, por lo cual la generalidad que caracterizaba el sistema finalista pierden su
contenido supra-jurídico, y en el modelo funcionalista se convierten en conceptos bien definidos que designan
grados de responsabilidad o incumbencia dentro de la ecuación que describe la norma penal.

¿Resuma las principales etapas en la conformación del derecho penal venezolano?

Un Código Penal es un conjunto unitario, ordenado y sistematizado de las normas jurídicas punitivas de un Estado, es
decir, concentra las normas en un compendio ordenado que contiene distintos aspectos relativos a la legislación
aplicable en materia penal, en sí mismo la codificación busca la eliminación de redundancias, la ausencia de lagunas
y la universalidad o sistematización del sistema jurídico, esto es, que busca concentrar y sistematizar las normas
penales vigentes para facilitar su análisis, comprensión y aplicación.
El Código Penal, en cierto sentido, recoge buena parte de la política criminal aplicable por un Estado, de esta
manera, el Estado a través del órgano legislador, que en Venezuela es la Asamblea Nacional, busca legislar con el fin
de evitar la aplicación de penas arbitrarias, sobre la base del principio de mínima regulación, de igual forma el
principio de legalidad penal establece que sólo puede ser sancionada penalmente aquellas conductas que se
encuentren expresamente señaladas en el Código Penal.
En Venezuela existen un sin número de leyes que, aparte del Código Penal, contienen tipos penales lo cual ha roto el
principio de codificación y sistematización del sistema penal, dificultando la comprensión y aplicación integral del
sistema penal.
El primer Código Penal que reunió los requisitos de sistematización y organización científica estructurada, surgió en
la época histórica de la Ilustración. Este fue el Código Penal Francés, que entró en vigencia en la época napoleónica,
es por lo que se ha conocido como Código Penal Napoleónico, promulgado en 1810 con la finalidad de dar
coherencia a un sistema jurídico casi indescifrable por la multitud de normas dispersas que existían, lo cual
representó un avance significativo para la época. Su principal aporte está representado en la aceptación de la
codificación, como sistema de simplificación y unificación.
El Código Penal venezolano, es netamente un instrumento jurídico represivo, ya que establece en su conjunto las
conductas que son consideradas lesivas a la sociedad y en consecuencia fija las medidas de seguridad, establece las
penas y prerrogativas, la forma de cumplimiento y extinción, establece el bien jurídico tutelado y en consecuencia
fija la gravedad y considera la personalidad del sujeto.
Se divide en 3 libros, con 546 artículos. El libro I, trata de las disposiciones generales sobre los delitos y las faltas, las
personas responsables y las penas; el libro II, trata sobre las diversas especies de delitos; y el libro III de las faltas en
general.
De sumo interés para comprender la conformación del Derecho Penal venezolano, resulta analizar en particular la
legislación española, no sólo por haber regido desde la época colonial, sino porque, además, sus disposiciones
penales se aplicaron de manera ininterrumpidas en nuestro país prácticamente hasta 1873, cuando entró en vigor el
Código Penal del presidente Guzmán Blanco, que ordenó expresamente derogarlas.
No obstante, a la presente fecha, permanecen vigentes muchas de esas disposiciones por haber sido trasladadas de
manera textual a nuestro ordenamiento jurídico penal, como, por ejemplo, la relativa al delito de rebelión, que

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desde 1863 hasta nuestros días ha estado presente, sin variación alguna en el Código Penal Venezolano, en razón a
lo pautado en la fórmula española de la época, al igual que en diversas leyes penales venezolanas descodificadas.
El proceso de codificación penal en Venezuela coincide con el de codificación nacional de las diferentes ramas del
Derecho mercantil, civil, penal y de procedimientos, toda vez que los primeros códigos venezolanos que se
sancionaron entre 1862 (Código de Comercio, el 27 de junio y Código Civil, el 28 de octubre) y 1863 (Código de
Procedimiento Civil, el 2 de marzo, Código Penal y Código de Procedimiento Criminal, ambos el 19 de abril), son
producto, precisamente, del mismo proceso codificador nacional que se inició en 1811 con la sanción de nuestra
primera Constitución.

CÓDIGO PENAL DE 1863:


Los esfuerzos codificadores continuaron sin mayores resultados. Según Chiossone, es increíble que desde la
separación de Venezuela de la Gran Colombia en 1830 hasta 1863, existiendo eminentes letrados, jurisconsultos e
instituciones como el Congresos de la República constituidos con la élite pensante de la época, el proceso de la
codificación hubiese demorado más de treinta años, siendo que de forma expresa una dictadura iniciara el proceso
de codificación y formación de las leyes esenciales para la república, ya que en el año 1956, fue encomendado la
elaboración de un proyecto de Código Penal a un jurista de reconocida trayectoria para la época, de nombre Julián
Viso, quien elabora un proyecto de Código Penal basado en el Código español de 1848. Es así como en el año 1863,
durante la Guerra Federal, fue promulgado por el Presidente de la República, General José Antonio Páez el 19 de
abril de 1863, la primera codificación penal sustantiva.

CÓDIGO PENAL DE 1873:


En septiembre de 1872, bajo la presidencia del General Guzmán Blanco, se crea otra comisión general de códigos,
integrada por: Cecilio Acosta y Juan Pablo Rojas Paúl, quienes presentaron el proyecto de Código que fue aprobado
el 17 de abril de 1873.

Es así como, bajo la presidencia del Ilustre Americano, se logra dictar la nueva y definitiva codificación nacional al
promulgarse los Códigos Civil, de Comercio, Penal, Militar, de Hacienda, de Procedimiento Civil y de Enjuiciamiento
Criminal.
De manera que el proceso codificador venezolano, se prolongó una vez más, hasta la entrada en vigencia de los
códigos sancionados y promulgados en 1873; y el penal en particular derogó definitivamente, por expresa
disposición de su artículo 582, todas las leyes españolas que, en materia criminal, habían estado en plena
observancia en la República hasta esa fecha.

CÓDIGO PENAL DE 1897:


El Código de 1897, viene a derogar el de 1873. Sus autores se inspiran en el Código italiano de Zanardelli de 1889, o
Codice Zanardelli, que había entrado en vigencia en Italia el 1 de enero del año 1890, rompiendo así el principio
adoptado por el codificador patrio, que tomo siempre como fuente primordial para la confección de las leyes
penales venezolanas las de raigambre española, seguidas fielmente por las leyes penales que les antecedieron. A
diferencia del anterior, en este texto legal se cambia la técnica legislativa en el sentido de que la división es en
Libros, Títulos y Capítulos y además adopta la numeración corrida del articulado.
El Código Penal de 1897 se promulga bajo el segundo período presidencial del General Joaquín Crespo. En su primer
periodo presidencial (1884-1886) llega como sucesor de Guzmán Blanco cuando es declarada la anuencia de éste.

CÓDIGO PENAL DE 1904 (Reforma):


Deroga la corriente impuesta por el Código Penal de 1897 y retorna a la influencia hispánica. El Código Penal se
subdivide en Libros, Títulos y Leyes, es decir, desaparece la denominación Capítulos. Definitivamente queda
adoptada la numeración corrida de los artículos.
Cipriano Castro se convirtió en Jefe de Estado entre 1899 y 1908, primero como Presidente de facto tras el triunfo de
la denominada Revolución Liberal, Restauradora, que derrocó al Presidente Ignacio Andrade, conocido como la
invasión de los 60, y desde 1901, como Presidente Constitucional de Venezuela.
En 1901, bajo el imperio de la nueva Constitución de 1900, la Asamblea Nacional Constituyente eligió a Cipriano
Castro como Presidente Constitucional por un mandato de seis años, y como segundo vicepresidente a Juan Vicente
Gómez, segundo jefe de la campaña de Castro, en cuyo financiamiento había colaborado.
El gobierno de Castro se caracterizó por la arbitrariedad. Hizo frente a diversas sediciones internas, entre ellas, la
encabezada por el banquero Manuel Antonio Matos, conocida como Revolución Libertadora y también al bloqueo
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naval a las costas venezolanas, ocurrido entre finales de 1902 y principios de 1903, cuando las marinas de guerra del
Imperio Británico, el Imperio Alemán y en el Reino de Italia, bloquearon las costas y puertos del país exigiendo el
pago inmediato de las deudas contraídas por Venezuela con compañías inglesas, alemanas e italianas.

CÓDIGO PENAL DE 1912 (Reforma)


El 15 de junio de 1912 fue sancionado por el Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, la reforma del Código
Penal, obteniendo el ejecútese del General Juan Vicente Gómez, quien lo promulga el 28 de junio de 1912, con el
refrendado del Ministro de Relaciones Interiores Cesar Zumeta, esta reforma derogó al Código Penal de 1904.
El Código Penal de 1912, se adhiere nuevamente a la fuente italiana que inspiró el Código de 1897 y se subdivide en
Libros, Títulos y Leyes. En este trabajo legislativo se aumentan considerablemente las penas.
Viene a constituir el quinto Código Penal dictado en nuestro país y mantiene la estructura hibrida establecida por su
predecesor, pues, al igual que éste, toma del Código Penal venezolano de 1873 el Libro Primero y del de 1897 los
Libros Segundo y Tercero. A decir de Pedro Manuel Arcaya, el Código de 1912 mejoró notablemente al de 1904, aun
cuando quedaron varias antinomias entre ciertas disposiciones del Título II del Libro Segundo, referente a los delitos
contra el derecho internacional, que coliden con otras del Título I. Continúa con la división de sus Títulos en Leyes a
lo largo de sus tres Libros, tal como lo hacía el Código de 1904 que lo precedió.

CÓDIGO PENAL DE 1915


Se promulga a escasos tres años de vigencia del Código anterior. La técnica legislativa vuelve a la subdivisión del
texto legal en Libros, Títulos y Capítulos en lugar de Leyes. Aumenta aún más las penas y por otra parte, se plasman
instituciones tanto de inspiración española, como de influencia de Zanardelli, así como el natural aporte de
formalismos sociales de la época en Venezuela.
El Dr. Pedro Manuel Arcaya, distinguido jurista falconiano, fue el principal promotor y ejecutor de las reformas que
se realizó al Código Penal venezolano de 1915, durante el régimen de Juan Vicente Gómez en su condición de
Ministro de Relaciones Interiores.
La legislación penal propuesta por Arcaya es de innegable valor y trascendencia, pues gran parte del ordenamiento
promovido por él, sigue todavía en vigor. De hecho, el Código Penal vigente hoy día podría decirse que se ha
mantenido desde 1915, ya que, a pesar de las reformas puntuales formuladas en 1926, 1958, 1964, 2000 y 2005, la
estructura de aquél se mantiene intacta al igual que el contenido de su articulado, sobre todo el correspondiente al
Libro Primero o Parte General, que ha permanecido prácticamente inalterado en todo este tiempo.

CÓDIGO PENAL DE 1926


Retoma la orientación impuesta por el Código de Zanardelli, mantiene la subdivisión en Libros, Títulos y Capítulos del
Código de 1915, al cual deroga.
Esta reforma, no se considera sustancial, deja incólume la estructura del Código y se limita a modificar
accidentalmente algunos tipos delictuales.
El Código Penal de 1926 fue sancionado por el Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, siendo su Presidente el
Dr. Pedro Emilio Coll, el día 6 de julio de 1926 y fue promulgado el 15 del mismo mes y año por el Presidente de la
República, General Juan Vicente Gómez y el refrendado de Pedro Manuel Arcaya como Ministro de Relaciones
Interiores.
Comenzó a regir el 16 de septiembre de 1926 y derogó al Código del 30 de junio de 1915. Aparece publicado en la
Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela N° Extraordinario del 17 de agosto de 1926.
Para el momento de su promulgación, Gómez tenía dieciocho años gobernando al país, que, al menos en lo interno,
se encontraba en relativa paz, a la que contribuyó el auge petrolero de la época.

CÓDIGO PENAL DE 1958 (Reforma)


Decreto Nº 378 de 4 de octubre de 1958, dictado por la Junta de Gobierno, que reformó parcialmente el Código
Penal de 1926, se modificó el artículo 94 de la Parte General, para aumentar hasta el límite máximo de treinta años
la pena corporal, que, de acuerdo al Código de 1926, era de veinte años. Esto se hizo conforme a la Constitución de
1953, que aumentó dicho límite máximo a las penas impuestas, de veinte a treinta años.
De la Parte Especial fueron reformados los artículos 128, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 138, 142 y 144, todos ellos
correspondientes al Título I, De los delitos contra la independencia y seguridad de la Nación; lo mismo que los
artículos 407, 408 y 409, correspondientes al Título IX, De los delitos contra las personas, aumentándose
exageradamente las penas.

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Así, por ejemplo, el delito de rebelión se castigó con pena de presidio de veinticuatro a treinta años, que en el
Código Penal de 1926 era de diez a quince años de arresto en Fortaleza o Cárcel Política, esto es, destinada a presos
políticos; en tanto que el delito de homicidio intencional pasó a ser castigado con pena de dieciséis a veinticuatro
años de presidio.
Ciertos autores como Arteaga Sánchez y Grisanti Aveledo, lo mismo que Gudrun Olbrich, obvian o pasan por alto la
reforma que se le hizo al Código Penal de 1926 en el año de 1958, ignorándola por completo, como si nunca hubiese
tenido lugar, lo que obedece, al hecho de considerarla nula o sin ningún valor, por la circunstancia de que nunca fue
publicado el texto íntegro de la reforma y el Código refundido en la Gaceta Oficial, publicando tan solo lo reformado,
obviando así el texto refundido.

CÓDIGO PENAL DE 1964 (Reforma)


En la segunda reforma parcial sufrida en 1964 por el Código Penal de 1926, que fue relativamente profunda,
tenemos que de la Parte General se reformó nuevamente el artículo 94, pero esta vez en cuanto a su precepto.
Quedaron inalterados los principios generales del Código Penal de 1926.
De la Parte Especial fueron reformados los artículos 128, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 138,142, 144, 146 y 164,
todos ellos correspondientes al Título I, ―De los delitos contra la independencia y seguridad de la Nación, esto es,
traición a la patria, rebelión y otros delitos políticos.
Asimismo, fueron reformados los artículos 182 (Actos arbitrarios contra detenido), 265 y 266, referidos a la fuga de
detenidos; 275 (Porte de Armas); 287 (Agavillamiento); 295 (Formación de cuerpo armado); 297 y 298, relativos a los
artefactos explosivos; 344 (incendio); 358 (Colocación de objetos en vías de circulación para preparar el peligro de
una catástrofe); 361 (Daños a las instalaciones públicas y sistemas de transporte), 364 (Tala o roce ilegal); 367
(Tráfico y detentación de estupefacientes); y, 372 (Circunstancia agravante por ejercicio abusivo de una profesión).

CÓDIGO PENAL DE 2000 (Reforma)


En la tercera reforma parcial al Código Penal de 1926, se incluyó el delito de Desaparición Forzada de Personas
(artículo 185-A), para dar cumplimiento así al mandato contenido en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, a la par que se modificaron los artículos 273, 275, 277, 278, 280 y 282 sobre comercio,
importación fabricación, porte, posesión, suministro, ocultamiento y uso indebido de armas, aumentándose las
penas correspondientes. Igualmente incrementó las penas de algunos delitos. Fue una modificación parcial y
puntual.
También , fueron objeto de modificación y aumento de penas, los hechos punibles previstos en los artículos 358 y
359, relativos a la colocación de obstáculos en una vía de circulación con el objeto de preparar el peligro de una
catástrofe, asalto a unidades de transporte colectivo o de carga y daños a las vías férreas; y, finalmente, se modificó
el artículo 362 con el fin de asimilar a los ferrocarriles ordinarios, para la debida aplicación de la ley penal, de toda
vía de hierro con ruedas metálicas, neumáticas, de polietileno sólido y de goma o látex sólido que sea explotada por
medio de vapor, electricidad o de un motor mecánico o magnético.

CÓDIGO PENAL DE 2005 (Reforma)


Aumenta en gran medida, en muchos de sus artículos las penas aplicables. Fija las multas en unidades tributarias.
Por otra parte, se incluyen algunos delitos y se modifican otros, que en ningún momento representan un cambio
estructural del Código.
En consecuencia, la cuarta y última reforma al Código Penal de 1926 fue la del año 2005. La respectiva Ley de
Reforma Parcial consta de treinta y ocho artículos, y las principales modificaciones fueron las siguientes:
De la Parte General (Libro Primero) se modificó el artículo 96, concerniente a la aplicación de las penas de multa en
unidades tributarias; al igual que los artículos 108, 110 y 112 relativos, a la prescripción de la acción penal y de la
pena y la interrupción de su curso. No fueron modificadas el resto de las disposiciones de la Parte General,
permaneciendo sin cambios los principios generales del Código Penal de 1926.
De la Parte Especial (Libro Segundo) destacan, entre otras, las siguientes reformas:

La supresión de los artículos 143 y 393, que produjo, lamentable e innecesariamente, la alteración de la tradicional
numeración de los artículos del Código que se había mantenido desde 1926, y la modificación de los artículos 128
(Conspiración contra la integridad del territorio de la patria o contra sus instituciones republicanas) y 140
(Favorecimiento bélico), correspondientes al Título I, ―De los delitos contra la independencia y seguridad de la
Nación, con el objeto de incluir como elementos del tipo a los enemigos exteriores, grupos o asociaciones
terroristas, paramilitares, insurgentes o subversivos. En ambos se agregó un Parágrafo Único que es del siguiente
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tenor: “Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos expresados, no tendrán derecho a gozar de los
beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la pena.”

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