Está en la página 1de 5

Mauro Sanchez Verschuren Samuel Izquierdo Nieves Guillem Espinar Palero

Comentario de Don quijote Cap 29

Localización:

Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en 1547, es reconocido como uno de los
escritores más eminentes en la historia de la literatura. Su magistral obra, "Don Quijote de la
Mancha", lo consagra como un referente indiscutible en la literatura universal. Tras una vida
marcada por diversas experiencias y lugares de residencia, Cervantes falleció en 1616, apenas
un año después de la publicación de la segunda parte de su icónica novela de parodia de
caballerías.

La obra se compone de dos partes, siendo la primera publicada en 1605 y la segunda en 1615.
Cervantes escribió esta obra en varias ciudades donde residió a lo largo de su vida, siendo
Madrid el lugar inicial de su publicación. La rápida popularidad que obtuvo "Don Quijote de la
Mancha" la catapultó como una de las obras más trascendentales en la historia de la
humanidad.

Esta novela, es la segunda más vendida en la historia después de la Biblia, ha alcanzado la


cifra de 500 millones de copias vendidas y ha sido traducida a más de 140 idiomas. Su impacto
mundial ha hecho que esta obra fuese inspirada en 65 adaptaciones cinematográficas que
exploran las aventuras caballerescas de Don Quijote. A día de hoy, este libro sigue siendo
uno de los libros referentes de la literatura universal.

Determinación del tema

Don Quijote y Sancho están en el Río Ebro donde estos se encuentran un barco encantado.
Una vez están ya en el río encima del barco se van aproximando a un supuesto castillo, que en
realidad son unos molinos, donde Don Quijote piensa que hay unos prisioneros que salvar.
Seguidamente, el barco fué destruido por la gente del molinero que eran propietarios del barco,
reclamando los daños hechos.

Estructura externa

En este capítulo de Don Quijote de la Mancha, se nos presenta un texto de tipo narrativo en el
que se describe detalladamente la secuencia de eventos que ocurren durante esta aventura de
Don Quijote con su fiel acompañante,Sancho. La estructura del texto se organiza en párrafos
donde en algunas ocasiones podemos leer diálogos entre los personajes que participan en la
escena. Este estilo narrativo combina la exposición de los acontecimientos por parte de una
tercera persona , con la interacción directa entre los personajes, brindando así una visión
completa de la situación

Además, es importante destacar que el narrador adopta una perspectiva omnisciente en tercera
persona, lo que significa que tiene un conocimiento total de los pensamientos y emociones de
los personajes, así como de los eventos que ocurren en el entorno. Gracias a esta perspectiva
que nos brinda, nos permiten a los lectores obtener una visión más completa de los
acontecimientos que suceden

Estructura Interna:

El capítulo XXIX empieza dos días después de salir de la alameda, don Quijote y Sancho llegan
al río Ebro, donde encuentran un pequeño barco sin remos atado en la orilla. Quijote, sin
dudarlo, dice que ese barco fué puesto ahí para él, para que vayan al rescate de alguien que
salvar, ya sea un caballero o alguien en apuros, Sancho dice que si su amo se lo manda, se
subirá al barco con él, aunque le dice que ese barco pertenece a algún pescador de la zona.
Acto seguido, atan a los animales y se suben al barco para partir. Luego de haber hecho varios
metros Sancho escucha que rucio rebuzna porque los están dejando en la orilla, llevando a que
Sancho empieze a llorar de pena, lo cual don Quijote lo regaña por tener un "corazón de
mantequillas".

Luego de estar navegando, se encuentran con unos molinos construidos en medio del río. Don
Quijote confunde esos molinos con la parte de una ciudad donde debe estar el caballero o la
reina que él debe rescatar a pesar de los intentos de Sancho por convencerlo de que son
simplemente molinos.
En medio de la discusión, ninguno se entera de que el barco se está acercando rápida y
peligrosamente hacia las ruedas de los molinos. Al observar esto, los molineros, con la cara
cubierta de harina, salen en ayuda del barco. Don Quijote los confunde con enemigos y
empieza a blandir la espada en el aire contra ellos. Aunque los molineros logran detener
temporalmente el barco, sigue avanzando y choca contra las ruedas, ocasionando que Sancho
y don Quijote caigan al agua. Aunque Don Quijote sabe nadar, el peso de la armadura lo
arrastra hacia el fondo del río, siendo los molineros quienes le salvan la vida.

De vuelta en tierra firme, aparecen los propietarios del barco, exigiendo a don Quijote que
pague por los daños ocasionados. Don Quijote acepta pagar por el barco, con la condición de
que los pescadores y molineros, liberen a las personas retenidas en el castillo.
Uno de los molineros reacciona indignado, cuestionándolo sobre qué castillo se refiere y
llamándolo hombre sin juicio, acusándolo de estar loco. Don Quijote se disculpa por no poder
ayudar a esas personas supuestamente encerradas en el "castillo" a lo cual responde:
—Amigos, cualesquiera que seáis, que en esa prisión quedáis encerrados,
perdonadme, que por mi desgracia y por la vuestra yo no os puedo sacar de vuestra
cuita.
Para otro caballero debe de estar guardada y reservada esta aventura. Acto seguido les
entrega a los pescadores cincuenta reales por el barco y ambos se retiran.

Comentario

Una de las características principales de la obra, es la locura de Don Quijote, que aparece
continuamente durante toda la obra y que también ocurre en esta parte del libro.

La primera vez que pasa esto en el capítulo, es cuando el protagonista de la obra se encuentra
en un río donde se encuentra según él, con un barco encantado, cuando en realidad es una
imaginación suya y solamente es un barco normal. En este fragmento podemos observar la
locura de Don Quijote, en este punto Miguel de Cervantes vuelve a jugar con la locura de este,
provocada por leer muchos libros caballerescos , haciendo una parodia sobre eso.

Sancho, el fiel escudero de Don Quijote, lo sigue hasta el final, mostrando que esta aventura es
uno de los deseos y empeños de su señor. Aunque obedece, Sancho no está convencido y
recuerda un refrán -"Haz lo que tu amo te manda, y siéntate con él a la mesa,"- indicando su
resignación a seguir las órdenes de Don Quijote.
En este capítulo también podemos observar la lealtad de sancho a Don Quijote, demostrando
que es leal a su señor, como ya hemos podido ver en la novela

Otro de los aspectos de locura que podemos observar en este capítulo es cuando Don Quijote
está navegando con el barco por el río,cuando ve un Castillo donde hay personas que
necesitan su ayuda, debido a que están retenidas en contra de su voluntad, cuando en realidad
son unos molinos de viento y no hay nadie retenido, es todo parte de su locura.
Lo podemos encontrar en este fragmento:
—¿Qué personas o qué castillo dices —respondió uno de los molineros—,
hombre sin juicio? ¿Quiéreste llevar por ventura las que vienen a moler trigo a estas
aceñas?
“¿Qué diablos de ciudad, fortaleza o castillo dice vuesa merced señor?"

Cuando los molineros se cruzan en su camino, le preguntan a Don Quijote sobre su destino. Él
explica apasionadamente el propósito de su presencia, exigiendo la liberación de las supuestas
personas oprimidas en la fortaleza. Nuevamente, se revela la desconexión entre la realidad y
la imaginación de Don Quijote, mostrando que sus aventuras son producto de su fantasía. A
pesar de esto, Don Quijote persiste en su misión, guiado por sus sueños y delirios, mientras
Sancho, su leal compañero, sigue siendo testigo de las extravagancias de su amo y de sus
interacciones con un mundo que solo existe en la mente del caballero errante.

Cuando Don Quijote y sancho llegan a tierra después de ser atacados por los pescadores,
estos los desnudan y les piden dinero, debido a que habían destruido su barco.En este punto
Don Quijote les pide a estos que dejen salir a los prisioneros del castillo y estos no entienden lo
que dice, ya que no había nada como un castillo o sus prisioneros
. —¿Qué personas o qué castillo dices —respondió uno de los molineros—,
hombre sin juicio? ¿Quiéres llevar por ventura las que vienen a moler trigo a estas
Aceñas?
En este punto podemos volver a ver la locura de Don Quijote y cómo responden las demás
personas ante esta situación.

Por último, podemos ver una cosa que pasa por primera vez en ambos libros, y es que Don
Quijote no pudo cumplir su misión como caballero, algo que nunca había sucedido.

Y alzando la voz prosiguió diciendo, y mirando a las aceñas:


—Amigos, cualesquiera que seáis, que en esa prisión quedáis encerrados,
perdonadme, que por mi desgracia y por la vuestra yo no os puedo sacar de vuestra
cuita. Para otro caballero debe de estar guardada y reservada esta aventura.

En este punto, los lectores podemos observar el primer fracaso de Don Quijote y cómo cada
vez se está alejando más de sus ideales como caballero. Además de eso, el protagonista de la
obra reconoce su propia desgracia.

Conclusión:
En conclusión, este capítulo de Don Quijote de la Mancha destaca la persistente locura de Don
Quijote, reflejada en sus interpretaciones fantasiosas de la realidad. A través de sus
desventuras con un barco "encantado" y la confusión de molinos de viento con un castillo.
La lealtad de Sancho y el reconocimiento de su primer fracaso evidencian la complejidad de la
locura de Don Quijote, ofreciendo una reflexión profunda sobre la naturaleza de los sueños y la
realidad en la mente del caballero errante.

RESALTAR REFRANES EN EL COMENTARIO


Porque éste es estilo de los libros de las historias caballerescas y de los encantadores que en
ellas se entremeten y platican:
cuando algún caballero está puesto en algún trabajo que no puede ser librado de él
sino por la mano de otro caballero,

Pues así es —respondió Sancho— y vuestra merced quiere dar a cada paso en estos que no sé si los
llame disparates, no hay sino obedecer y bajar la cabeza, atendiendo al refrán: «Haz lo que tu amo te
manda, y siéntate con él a la mesa» → Lealtad

—¿Qué personas o qué castillo dices —respondió uno de los molineros—,


hombre sin juicio? ¿Quiéreste llevar por ventura las que vienen a moler trigo a estas
aceñas?

Y alzando la voz prosiguió diciendo, y mirando a las aceñas:


—Amigos, cualesquiera que seáis, que en esa prisión quedáis encerrados,
perdonadme, que por mi desgracia y por la vuestra yo no os puedo sacar de vuestra
cuita. Para otro caballero debe de estar guardada y reservada esta aventura.

También podría gustarte