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PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DE LAS ESTUDIANTES DE OBSTETRICIA

Buenas tardes a todos los presentes,

Agradezco a mis compañeras por brindarme la oportunidad de expresarme el día de hoy,


en representación de todas, y espero que mis palabras no sólo manifiesten mis
pensamientos y opiniones, sino también las de ellas.

Hemos logrado una nueva meta en nuestras vidas, se cierra una etapa de intensa
formación, cuyo inicio probablemente significo un considerable sacrificio para
muchas: trabajo intenso, disciplina, cansancio físico y emocional, largas ausencias de
nuestros hogares, y una vida donde el compañerismo terminó siendo nuestro sostén y el
centro de salud 9 de octubre se convirtió de pronto en nuestra casa y nuestros compañeros
en nuestra familia.

Nuestra residencia ha significado mucho más que una transmisión de conocimientos


científicos o de habilidades técnicas, la calidad humana del grupo de profesionales de
este hospital, nos ha permitido desarrollarnos en todas las dimensiones de la persona:
intelectual, ética, cultural, social y humanística, indispensables para el logro de aquellos
valores, principios e idoneidad que caracterizan al profesionalismo médico.

La formación integral es una urgencia en la sociedad actual, y adquiere gran importancia


en nuestra carrera: somos profesionales responsables de cuidar la salud y la vida de los
seres humanos, lo cual representa una enorme responsabilidad frente a la comunidad
médica y a la sociedad en general. De nada serviría la ciencia, los saberes, la tecnología,
sin criterios éticos, morales y humanistas, dicho de otro modo sin la formación de
hombres y mujeres de bien y no solo excelentes profesionales.

Deseo manifestar una profunda gratitud a todos los que nos mostraron el camino, a
quienes nos enseñaron y acompañaron en la adquisición de habilidades y destrezas, a
quienes nos alentaron en la toma de decisiones autónomas, a los que nos mostraron la
importancia del trabajo colaborativo, de la comunicación, la solidaridad, la ética y la
tolerancia frente a la diversidad.

Gracias a los que nos enseñaron también que no todo puede hacerse como aparece en
los libros, que los pacientes no son sólo la enfermedad que padecen
y que con cada uno se necesitan habilidades distintas para llegar a entender qué les está
pasando, porque en definitiva no se trata de enfermedades sino de enfermos. Gracias por
el testimonio y por el ejemplo.

Queridos compañeros de residencia, lleven con ustedes todo lo que han aprendido en
estos años, como médicos, como seres humanos; alégrense por la valiosa recompensa al
esfuerzo, y no olviden aquello para lo que han sido formados: mantener la salud, aliviar el
sufrimiento, curar la enfermedad y cuando todo ello no fuera posible, acompañar el
tránsito hacia una muerte digna.

Desde ahora, seremos nosotros quienes tracemos nuestro propio camino, estará en
nuestras manos hacer la diferencia, dar consuelo y alivio, sentirnos orgullosos de la
profesión elegida, manteniendonos firmes en los valores que hacen de nuestra profesión,
una profesión honorada y honorable.

Por último, me tomo el atrevimiento de expresar algunos sentimientos puramente


personales. En primer lugar, hacia mis compañeros de año. A cada uno de ustedes,
muchas gracias. Por hacerme parte de sus vidas. Siempre serán parte de la mía y los
llevaré en mi recuerdo. Y en segundo lugar, agradecer a mi familia. Por apoyarme en
cada momento, con el cariño día a día desde el inicio de mi carrera, y sosteniendome
luego a la distancia duante estos años de intensa formación

No me despido, con la esperanza de volvernos a encontrar algún día; pero termino por dar
voz a mis palabras con las de alguien más, las de Confucio, quien ya en el año de 1300
a.c. escribía: “Elige un oficio que ames, y no tendrás que trabajar un solo día en tu vida”

Muchas gracias.

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