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i SECCION PRIMERA NORMAS ETICAS Y REGLAS TECNICAS seneralidades.— Hemos visto ya que la vida del hombre en so- o mas concretamente, la conducta humana, est regida por el de- ), por la moral, por los convencionalismos sociales, etcétera, Pero nds, hay otras “normas” que también regulan la actividad humana y eremos en qué sentido y con qué amplitud: son las lamadas reglas eas, como serian por ejemplo, las que guian la construccién de una 1, la fabricacion de un género, etcétera. ‘Se comprende de este modo, que la conducta humana esta regida : diverso caracter, que intentaré clasificar a efectos de que tenga un panorama general de ellas y pueda ubicar el fenémeno dentro de un campo de mayor amplitud. Esta es precisamente la del tema sub examine: demostrar que no son sdlo juridicas las que rigen la convivencia humana, sino que las hay también de ole y explicar sus caracteres respectivos, relaciones, diferencias, ero antes de entrar en la clasificaci6n, trataré de establecer que se enorma,— Yahe distinguidoen el Uni taleza y el de la cultura. Pues bien, enel primero Ae i ee rincipio de causalidad, reflejado en las leyes natursi= 146 ABELARDO TORRE la explicacién de las relaciones necesarias y constantes entre fenomenos © grupos de fenémenos. Por su parte, el mundo de la cultura (también Ila- mado del espiritu, de la libertad, de la voluntad, de la teleologia, de la so- ciedad, del deber ser, etc.), es explicado asimismo por ciertas leyes deno- minadas leyes sociolégicas (v. ind. alfab.). Pero en él, encontramos algo mas: las normas, que no explican ya la conducta en relacién con los fac- tores que la condicionan —como sucede con las leyes sociolégicas— sino que tienden a dirigirla o encauzarla en una cierta direccién. Por lo tanto, son de estructura distinta a la de aquéllas y, en cuanto a la denomi- naci6n, bueno es advertir para evitar confusiones, que se las llama tam- bién reglas, cdnones y, hasta en un sentido general, leye: 3.—Las normas tienen su raz6n de ser en la particular estructura te- leoldgica de la conducta consciente del ser humano; en efecto, es esencial en la actividad humana el proponerse fines y echar mano de medios para alcanzarlos; estos fines, una vez logrados, serdn a su vez medios para otros fines y asi sucesivamente durante toda la existencia humana. Como €s l6gico, el hombre tiende generalmente a dirigir su actividad en el sen- tido que le resulta mas favorable, a veces a costa de los demas y, el fun- damento de tales normas, radica precisamente en la necesidad de orientar y armonizar esas conductas. 4— A modo de punto de partida, puede afirmarse que Jas normas Son principios directivos de la conducta o actividad humana; Queda pues bien claro que el objeto o materia de las normas —como ya ha sido ex- Plicado— es la conducta del hombre. En otros términos, cabe decir que son reglas de conducta que tienden a un fin determinado 5.—Enconcordanciacon lo anterior, conviene destacar que las nor- ‘Masson reglas que expresan un deber ser —en el caso del derecho, un de- ber ser coercible—es decir que no enuncian una conducta que ha sido, es Oserd necesariamente de un cierto modo, sino una conducta que debe ser, undue no se cumpla en la realidad de los hechos. Por ejemplo: “dado un homici lio, deben ser tantos afios de prisin para el autor”, pero bien pue- de ocurriren la prictica que el homicida fugue: no obstante ello, lanorma no perderd su validez y seguird sefialando lo que debe ser: la reclusin del delincuente. Silas normas expresan una relacién de deber ser: es l6gico pregun- tarse entre qué términos; pues bien, es entre dos hechos que, en el caso del ejemplo anterior son: el homicidio (hecho antecedente) y Ia prision (he- orma violab acién de las normas de conducta: éticas y téeni fundamental de todo ese conjunto imponente de distinguir las éticas de las técnicas, atendiendo al distinto ‘jsta con que enfocan la conducta humana. baa fectos de evitar un error muy comin, conviene.aclarar desde ya trata de reglas opuestas y excluyentes —aunque si distintas— cin o tramo de conducta humana, puede ser considerada puntos de vista de la Etica y de la Técnica, vale decir que una in, puede ser normada ética y técnicamente. Consideremos -mplo una operacién hecha por un médico: si ha sido realizadade lo con los tiltimos adelantos en materia de cirugia, diremos que es eracion técnicamente perfecta; no obstante ello, si se trata de una encidn quinirgica innecesaria, realizada con el tinico fin de cobrar arios elevados a un paciente rico, calificaremos lamismaaccién, de ente repudiable. id DISTINCION CORRIENTEENTRELA ETICA Y LATECNICA. Porel lo dado, habra podido observarse que tanto la Etica (del griego moral), como la Técnica (del griego tekiné, arte) puedenen ma accin, aunque desde distintos puntos de vista. Trat ir conceptualmente el campo de ambas: suficient nti ahacia atrds, veremos cémo se ejecuta ese fin, oen térmi- S, c6mo se realiza algo (enfoque de la Técnica); e ada hacia adelante, veremos para qué se realiza esa accién icreto (enfoque de la Erica), Segtin puede apreciarse, si bien las ‘cnicas enfocan la accién en sentido puesto a las éticas, en ambos toma como punto de referencia un fin concreto y ello es obvio, toda normacién de conducta, dada la ineludible dimensién teleo- égica de la actividad humana, debe hacer referencia a un fin, q Sobre esta base, puede decirse que: __ =norma técnica o del hacer, es la regla de conducta que se refiere Ja realizacién del fi oncreto de la voluntad (aqui se considera el fin a Tespecto de su realizacién); y norma ética o del obrar, es la regla de conducta que se refiere ala le la voluntad (aqui se considera el ica con los subsiguientes fines), Las armas nos brindan un claro ejemplo que nos facilita la compren- 10. Denominaciones,— Algunos autores, tablecen simples modos de hacer y no alidad, es decir, la Presencia de dos Sujeto: Teservan el nombre de no, dado que las normas téc- ien, encarado el asunto como para establecer una clasifica¢ de la normatividad ética, nos encontramos con dos tendenciz s; en efecto, mientras unos autores (Del Vecchio, Cossio, jen que todas as normas éticas 3 deben ser clasificadas en dos jormas éticas, en juridicas, morales y del trato social (0 usos socia-_ Uiliimas (parrs. 35 y sigs.), abordaréel problemacon Jn, la ética (es decir, la filosofia de Ia préictica, fist : Blogifica cel obra uma en gee hanes indo ahora el problema de sus relaciones y diferen que se registran al respecto, dos grandes grupos de, la historia del pensamiento filos6fico 4: trinas que los confunden (tal lo que ocurria en Grecia); y 2) Doctrinas que los distinguen. Dentro de este grupo, cabria hacer una biparticidn entre: a) Doctrinas que los oponen. Se trata de un punto de vista erréneo y ya superado, pues para que esto fuera cierto, seria menester que la Moral prohibiera lo que el Derecho permite y viceversa. Para compro- barlo, basta con tener presente que la realidad histérica demuestra que, si bien en algunos casos el Derecho y la Moral se oponen, en otros marchan de acuerdo, La esclavitud, por ejemplo, fue durante largo tiempo una ins- titucién consagrada por muchos regimenes juridicos, aunque condenada por la Moral; hoy dfa, no slo es repudiada por la Moral, sino que ha sido desterrada practicamente de todos los regimenes juridicos del mundo, vi niendo asi a coincidir el Derecho y la Moral. En conclusi6n, no hay que caer en el error de creer que el Derecho y la Moral sean cosas antagénicas. b) Doctrinas que los distinguen sin desconocer las estrechas telaciones existentes entre ambos objetos culturales. Es éste el punto de vista mas aceptado en Ia actualidad, porque si bien se trata de sistemas normativos distintos, es decir, de normas que rigen la conducta desde dis tintos puntos de vista, hay que reconocer que ambos ri igen toda la conduc- ta humana, pudiendo una misma accién, ser encarada moral y juridica- mente. 14. Distincién entre el Derecho y la Moral.— A efectos de que el tema sea mas facilmente comprendido, lo consideraremos separadamen- te en dos aspectos: I) sistemdtico, con la solucion mas aceptada en la ac- 4 Véase MARTINEZ, PAZ, Enrique, Traiado de Filosofia del Derecho, Cérdoba (R. A.), 194 pags. 314 y sigs. AO, _ DERECHO b -1— Bilateral; 1.— Unilateral; 2.— Heterénomo; 2.— Auténoma; 3.— Coercible. 3.— Incoercible. 16— 1) Bilaieralidad del Derecho y unilateralidad de la Moral. r a) Las normas juridicas son bilaterales 0 intersubjetivas, 0 latorias o entrelazantes o de alteridad (el Derecho, dice Del Vec- constituye 1a Etica intersubjetiva). Este cardcter significa que toda derecho hace referencia y regula la conducta de una persona, telacion 0 en interferencia con la conducta de otro u otros sujetos, es que hace referencia a dos personas como minimo, regulando sus _ conductas en reciproca interferencia. Es asi que frente al derecho subje- tivo concedido a una persona (p. ej., el derecho del acreedor de cobrar su crédito), est4 la obligacién impuesta a otra persona (p. ej., la obligacién "del deudor de pagar la suma adeudada), raz6n por la cual, las normas ju- _ fidicas han sido calificadas de imperativo-atributivas. ____ Lainterferencia de conductas es intersubjetiva, como aclara Del Vecchio 5, cuando al hacer se opone el impediro exigir de otro sujeto. Por ‘contrario, la conducta de un Robins6n en su isla, no ha menesterdere- lacidn juridica, pues no hay en el ejemplo, otra conducta con la cual interferir. ’ ; ssio ®, profundizando este cardcter, ha puntualizado que las nor juridicas son intersubjetivas en un dobl 1°) por referitse a nductas en reciproca interferencia, de dos 0 mds sujetos a porque la interferencia se localiza espacialmente e sla personal (v. parr. 17 in fine). a del Derecho, Barcelona, 1947, pag. 329. ‘ ‘i. aay derecho y filosofia”, publicado en La Ley, t. 43 TO Is nu sujeto “iN nte, con relaci6n a las otras conductas posibles del m Por eso ha dicho Del Vecchio, que la Moral rige la conducta ec encia subjetiva. Por ejemplo: frente al acto de dar una desde el punto de vista moral, no interesa para nada el mendigo, ‘sino la consideracién del acto respecto de quien dala limosna, Para esta- blecer si la dio impulsado por un auténtico sentimiento de solidaridad So- cial o de caridad, en Cuyo caso el acto serd moralmente plausible, o si la dio porque lo estaban mirando, en cuyo caso, el acto serd moralmente re- le. Esasique, frente al deber moral 'mpuesto por un determinado precepto Stico, no existe para persona alguna el derecho de exigir su cumplimiento y uede hacerlo la propi 26 han sidocalificadas de imperativas, simplemente adi tos juridicos que son, Seguin dije, imperativo-atributivos, Este cardcter de la Moral. permite comprender que su regulacién Pueda extenderse hasta la conducta aislada del hombre; en efecto, en el ‘Caso del solitario habitante de una isla. la moral le prohibirfa por ejemplo, ici , Matar los animales por simple entretenimiento, etcétera (las Soluciones variarin en funcidn del Sistema moral profesado). ~___ Ensintesis, como dice acertadamente Del Vecchio, la Moral rige lucta humana, pero en su interferencia subjetiva, es decir, €s la accion a realizar frente @ otras acciones posil Por eso agrega que, en la Moral, al hacer se. Opone, no Como en el Derecho, sino el omiti interviniendo s6lo la jet®-actuante y no la voluntad de terceros, la.conducta humana, porque impone al st- ‘leterminado(p.¢)., no robar), omitiendo samente el deber moral, neia con la opinién insertada en el parr. 16 ©s son subjetivas: : vo os vinculados y s n 2 ellos (la del legislador), Por esa razon, poco it ‘onozca por ejemplo, la validez de una j pues Ja validez, por tener su fuente en una voluntad superior i in_en contra i Opinion, bien, para evitar una confusion derivada del uso impropio del heteronomia *, que se hace al calificar asi al derecho, conviene que, estrictamente, heteronoma es toda entidad o persona que re- de otra la ley a que se somete; en cambio, al calificarse asfal derecho, uiere Significarse que la validez de esas normas, proviene de la voluntad un sujeto diferente a los vinculados, que no es lo mismo. 7 19.— b) Las normas morales por el contrario, son auténomas, en el ido de que sdlo obligan, cuando el sujeto las reconoce voluntaria- e como vilidas, lo que significa, en otros términos, que su fuente de idez esta en la voluntad libre de quien debe cumplirlas. Asi por ejemplo, un precepto moral establece el deber de ser carita- 0S, pero s6lo ajustaremos nuestra conducta a esa norma, en virtud de a libre decision de nuestra voluntad. Por lo tanto, si yo practico la vir- tud de la caridad, realizaré actos moralmente valiosos 0 buenos, en tanto Yen cuanto reconozca voluntariamente la validez de la respectiva norma. Segtin puede apreciarse, la obligatoriedad de la norma moral, surge de tra propia conciencia. En el mismo sentido, dice Recaséns Siches °: obligacién moral no existe sul bjetivamente, sino en tanto que la con- encia la reconoce como tal”. Ahora bien, correlativamente con lo dicho respecto de la llamada onomia” del derecho, conviene aclarar que también se emplea im- nte el término autonomia '°, cuando se datal cardcter: alamoral. 0, en su significado propio, autonoma es toda entidad 0 persona daa si misma la ley a que se somete; en cambio, cuando se califica griego, heteros, otro, y nomos, ley. adiciones aa Filosofia del Derecho de Giorgio DEL VECCHIO, propio, y nomos, ley. an sindnimos, pero, como lo ha sefialado acertad: , Son conceptos distintos; en efecto: ‘oacci6n, en general, si ndo no se cumple voluntariamente el derecho. ad | posibilidad juridica de la coaccién, es¢ Lcoacci6n virtual, en potencia y no en acto; es una sanci6n laten ‘sible que se actualizaré en caso de violacion de la norma, La diferencia de los vocablos no es una simple cuesti6n tet Sino que es el trasunto de Conceptos distintos; en efecto, puede o que un derecho violado no haya sido reparado por la coacci6n, pono aféeta la posibilidad juridica de la coaccién misma, En fin, haaclarado Recaséns Siches, puede decirse que ible, pero eventualmente coactiv, ‘las normas juridicas se cumplen yoh in y, en mayor medida, cuanto mé el Derecho es nece ‘0. Como es obvio, la mayor luntariamente, sin nece: s clevada es la culturad le eri cing talosttscy one 2) Los romanos, tampoco distinguieron ambos conceptos, Una prueba latenemos en Ulpiano que, citando a Celso, definié el Derecho comoel arte po ieno y de lo equitativo (jus est ars boni et aequi); la primera parte de la de. iGion, se refiere evidentemente a la Moral. En la misma confusi6n incurre al for. ites preceptos del Derecho: honeste vivere (vivir honestamente); alterum dere (no hacer mal al projimo) y swum cuique tribuere (dar a cada uno lo les, por ejemplo, el primero de ellos, es evidentemente un precepto moral. lo, al decir que “no todo lo Iicito es honesto” (non omne quod licet hones. ), Muestra un atisbo de distincisn, pero, respondiendo al espiritu eminente- aictico de los jurisconsultos romanos, no aporta ningtin criterio discrimina- Significando sdlo que no todo lo que en la practica permite el derecho, es aceptable. 3) Bl cristianismo trat6 de imponer un freno al absolutismo del Estado efleja el famoso principio del Evangelio, “dad al César lo que es del César © que es de Dios”. La Moral debfa quedar entonces reservada a Dios y, lo ) Durante la Edad Media, con el predominio espiritual y politico dela -y por ende del derecho candnico, no es de extrafiar que permanecie- e confundidos en el seno de este tiltimo. udor de la Moral, dice Tomasio, es lo cho el contrario, se refiere exclusivamente al fuero exter ma de convivencia que procura armonizat la libertad de todos, lim ide cada uno, le asignaba légicamente una maxima negativa: “no hagas alo demas aquello que no querrias que te fuese hecho ati”. El principio del Derecho, es _ 28.—Lade Tomasio —ya lo dije— fue la primera distincidn conceptual entre el Derecho y la Moral. Si bien resulté fecunda, por cuanto abrié una picada que ha- brian de seguir filésofos posteriores, hasta llegar a la delimitacién precisa de ambas esferas del obrar humano, no es exacta. En efecto, el Derecho, no se desentiende de as intenciones, es decir, del fuero interno, sino que lo considera en muchisimos ca- 0s, como medio indispensable para comprender el sentido auténtico de laconducta, Un ejemplo lo encontramos en materia penal, donde la intencidn del delincuente es tenida muy en cuenta para la graduacién y aplicaci6n de la pena (véase p. ej., el art. 34 del Cédigo Penal). La Moral, por su parte, no descuida las acciones, como bien Jo evidencia el refran popular que dice: “el camino del infierno esta empedrado de buenas intenciones”; con esto quiere significarse que la Moral exige también obras concretas de bondad. No obstante lo dicho, hay algo de cierto en este atisbo genial de Tomasio y prueba de ello es que, si bien modificado, se ha mantenido hasta nuestros dfas: en efecto, segtin dice Legaz y Lacambra ', el Derecho se refiere principalmente —y no s6lo— a la exterioridad de los actos; la Moral, en cambio, enfoca principalmente la interioridad de los mismos. 29.— 6) Kant (1724-1804) reproduce el criterio de Tomasio de que la Moral se refiere al fuero interno y, el Derecho, al aspecto externo del obrar humano, Esta- blece estas méximas: para... ___faMoral, “obra de tal manera que la maxima de tus actos pueda valer como principio de legistacién universal”: para, = cl Derecho, esta otra: “procede exteriormente de tal modo que el libre uso de Sena Pueda coexistir con el arbitrio de los demés, segiin una ley universal deli- pant agrega un elemento mis, de indudable exactitud: la coercibili- munaue dijera coaccién— como cardcter tipico de la regulacidn juridica. orfas de Tomasio, Kant yFichte, hay un innegab abe s , hay un, et ‘naci leron precisamente para defender la dignidad y la libertad del h tn un freno al Estado absolutista de los siglos xv 32.— 8) Posteriormente se han formulado otras teorfas, entre las cuales cabe itar por lo difundida, lade Jellinek (1851-1911) que, desde el punto de vista mera- mente cuantitativo, sostiene que el Derecho es un minimo de Etica. ~__ Entrenosotros, Bunge sostuvo la misma opini6n y deallel gran predicamento ‘que adquirié en nuestro pafs. Dice este autor: “Los hombres que ajustan su conducta 'ysus ideas a la Moral, la ajustan con mayor razén al Derecho, pues quien hace lo més hace lo menos. En cambio, hay hombres que infringen a cada paso los preceptos mo- "tales y que, sin embargo, respetan y acatan los juridicos. No faltan bribones habiles, ue quedan siempre al margen de los c6digos, es decir; que no se hacen acreedores ‘alas sanciones legales. La aplicacién del Derecho comprende, pues, un campo mu- ‘cho mas reducido que el de la Moral” '4, Esta opini6n, como criterio discriminatorio, debe ser rechazada por inexacta, Pues segiin he manifestado, tanto el Derecho como la Moral pueden considerar las " mismas acciones, aunque desde distintos puntos de vista, siendo la diferencia con- ceptual de cardcter cualitativo, como ya lo expliqué. Sin entrar en mayores conside- Taciones, agregaré que la expresién —expresiGn més que teorfa— es insuficiente, " Porque deja sin explicar, por ejemplo, los casos en que el Derecho y la Moral se opo- men, Sélo puede aplicarse —y aqui est su parte de verdad— cuando el Derecho, ‘Coincidiendo con la Moral, hace obligatorios ciertos preceptos morales, es decir, ando los juridiza. Por ejemplo, el falso testimonio, la trata de blancas, etcétera, pe- dos por nuestro Derecho y repudiados por la Moral. i i izar las opini Stammler, Kelsen, 33.— 9) Por tiltimo, cabria puntualizar las opiniones de Stan ‘ Bees, y, sobre todo, la del eminente Del Vecchio, a quienes debe lafi= fiadel derecho, la conquista que significa el deslinde conceptual que ya resumi lestudio sistematico de este punto. Allf remito al lector. Arturo, Lecciones de Introduccion al Derecho y a las Ciencias Sociales, Cérdoba ayo de una Teoria Integral, Madtid, 1927, Octavio, El Derecho. Ens 1) RELACION DE AMBOS SISTEMAS NORMATIVOS ENTRE Sf. En Jo que se refiere a las relaciones reciprocas entre el Derecho y da Moral (pro- blema que implica el de las relaciones entre los valores juridicos y mora- les), hay diversas opiniones. Veamos las principales: a) Subordinacién del Derecho a la Moral: se sostiene Ia su- premacia jerarquica de los valores morales sobre los juridicos, por lo que el derecho, para ser “legitimo”, ha de armonizar con los valores morales imperantes. Es por ello que en esta orientacién —sostenida principal- mente por tomistas y neotomistas— se habla de fin 0 fines éticos del de- techo, obien se dice en otros términos, que el derecho halla su fundamen- to ético en la moral. b) Independencia del Derecho y la Moral: se sostiene que cada sistema normativo tiene sus valores propios y que el derecho, porlo tanto, no es el medio adecuado para que por su cumplimiento, se realicen 0 perfeccionen los valores morales. En consecuencia, el derecho, es el medio propio para mejorar los valores que le son inmanentes (orden, paz, Justicia, etc.) y, por supuesto, el sistema ético, es el instrumento apropia- do para el afianzamiento de los valores morales (bondad, castidad, ete.) Ahora bien, ambas concepciones o valoraciones —Ia moral y Ja juridi ‘ca— pueden coincidir o discrepar, segtin los distintos momentos hist6ricos. ©) Teoria de la interdependencia o de las influencias recipro- cas; esta corriente sostiene que existen reciprocas influencias entre el Derecho y la Moral, sin que pueda hablarse con propiedad, de supremacia de uno sobre otro. Esto es exacto, en tanto se enfoquen ambos objetos cul- turales tal como se dan en la realidad (punto de vista propio de la Socio- logia Moral en nuestro caso), y no tal como querriamos que sucediesen. Yes que en este problema —como en tantos otros— ocurre que una de- terminada ideologia, perturba el enfoque neutral del objeto de estudio, confundiéndose distintos planos y puntos de vista, con los errores consl- guientes. Pues bien, en este orden de ideas, se afirma que si bien el derechon0 ar por sf solo valores morales, puede si crear condiciones socla- Lrégimen valores éticos que imperan a la 2) VINCULACION DEL DERECHO Y LA MORA\ UCTA HUMANA. Enfocados el Derecho y la! So RELACIONATA ta humana, salta a la vista la estrecha rel altener en cuenta que los dos rigen simulténeamente, aunque desde intos puntos de vista, una actividad humana que es tinica, puesto que \cci6n, estard regida al mismo tiempo, por el Derecho y por la Del Vecchio, en un trabajo titulado “El homo juridicus y la insufi- del Derecho como regla de vida” '*, dice que “el derecho saria la intervencién de la moral para aquella ulterior deter i6n, sin la cual, la accién quedarfa sin una directriz apropiadao sin 0 punto de orientacién”. En otra obra 6, dice elilustre fil6sofo en 10 sentido: “El derecho deja una cierta zona libre; admite por su aleza diversas posibilidades; consiente muchas acciones, de lascua- lo una estard conforme con el deber moral”. Por ditimo, agrees = haya de hacer e] hombre de la libertad que le otorgael ace ho mismo no lo dice... Sdlo la moral, tomando en cuenta ao le la vida y subordinando los inferiores a Jos més altos, domina la b ica), Barcelona, BCCHIO, G, Derecho y Vida (Nuevos Ensajas de Filosofia Judea) SSS: wale 5, pag. 328, 6 15, pag. 93. or otro sistema normativo que tiende en get la convivencia mas agradable y de un nivel educativo superior: reglas de cortesia, de la etiqueta, la moda, etcétera, que constit yen lo que genéricamente se Ilaman usos 0 convencionalismos soci normas, como es sabido, evolucionan a través del tiempo y si bien ay algunas de aplicacién general (la que prescribe felicitaciones en fe- cchas intimas de familiares, etc.), otras se limitan a determinados cfrculos Sociales (p. ej., las que se refieren al ceremonial diplomitico), 36. Denominaciones.— Se los llama de muy diversas maneras: usos sociales (Ihering); normas del trato social (Recaséns Siches); reglas del tra- to externo (Hartmann); normas convencionales (Stammler); convenciona- lismos sociales; costumbres sociales; preceptos de decoro, etcétera, Los usos sociales, como ya lo sabe el lector, son incoercibles, y no deben ser confundidos con la costumbre juridica 0 derecho consuetudi- nario (v. ind, alfab.) que, por ser derecho, es en consecuencia coercible. 37. Naturaleza— Como ya indiqué (parr. 12), hay una divergeneia aeste respecto, dividiéndose las opiniones en dos sectores: 7 1) Doctrina segtin la cual toda lanormatividad ética, sélo puede dividirse en Derecho y Moral (Del Vecchio, Radbruch, Cossio, etc.). En © orden de ideas, las normas del trato social son consideradas como juridicas o morales, seguin que faculten o no para exigir el cum- ito de los obligaciones que prescriben, lbruch, por ejemplo, dice que es imposible delimitar Ja esferade — normas del Trato Social tienen semejanzas oral, pero también es obvio que no se confunt ___ Ladiferencia no debe buscarse en el contenido de amb que hay usos que pasan a ser derecho, como ha ocurrido, pc plo, todas las veces que se ha legislado sobre el vestir. Por otra p casos, en que una misma conducta, es ambas cosas en distintas esfera ciales (p. ej., el saludo que, en la vida civil es un acto de cortesfa, per el orden militar, es un deber juridico cuya transgresion esta sancion: por el derecho militar). Para distinguir los Usos Sociales del Derecho, dice Recaséns Siches — que no son coercibles. La afirmacién es evidentemente acertada, pero in- suficiente, porque adei le otras diferencias, ya sabemos que lo mismo pasa con la Moral, que tampoco es coercible y no hay duda que, como el Derecho, es asimismo diferente de los Usos Sociales. ‘Ademés, conviene advertir que las normas del Trato Social, igual que el Derecho y la Moral, tienen sancién que, en algunos casos, puede Hegar a éxtremos tan severos como Ia expulsién del transgresor del cfr- culo social en que acti: Con estas aclaraciones, voy a sintetizar la doctrina mas aceptada para diferenciar estos sistemas normativos. 39. Distincién entre Usos Sociales, Derecho y Moral.— Estas tres categorfas de normas, pueden ser distinguidas sobre la base de los carac- teres diferenciales establecidos para el Derecho y la Moral. Refiriéndolos alos Usos Sociales, puede asignarseles los siguientes: _ 1) Son unilaterales "8, igual que la Moral y a diferencia del Dere “porque rigen la conducta en relacion con las otras condu - to (interferencia subjetiva), no interesando para na -2)Son ymos, igual que el Derecho y a diferencia de porque deben cumplirse independientemente de la opinién q ~ rezcan. El luto por ejemplo, cuando es costumbre en determinado ‘social, debe Ievarse lo mismo, aunque al sujeto le parezca innece: 3) Son incoercibles, igual que la Moral y a diferencia del ‘pues nadie puede obligarnos, por ejemplo, a ser corteses. Claro queelle- gislador puede juridizar los usos sociales —y prueba de ello es que el It mite entre ambos ha oscilado continuamente a través del tiempo— pero entonces pasan a ser Derecho y dejan de ser simples Usos Sociales. 40. Conclusién.— Agrupando en un cuadro las notas diferencia- les entre las tres clases de normas, tenemos lo siguiente: DERECHO MORAL USOS SOCIALES | 1.- Bilateral 1— Unilateral 1.— Unilaterales 2.— Heterénomo 2.— Auténoma 2.— Heter6énomos 3.— Coercible 3.— Incoercible 3.-Incoercibles _ SECCION CUARTA NORMAS RELIGIOSAS 41. Concepto.— En sentid 7 0 ti 0 estricto, son las que rigen la organiza ion y funcionamiento de cualquier asociacion eligiosa, inclusive las re con los ficles. A su vez, en sentido amplio, serfan todas aquellas “hormas que se refieren fe 4 a la religion. * 42. Denominacién,— Conviene tener presente que al hablar aL usa una expresién perfectamente correcta, came rome municipales, familiares, etcétera, y - que toda norma religiosa es o bien una ‘norma moral o bien una norma juridica (Del Vecchio, Cossio, ete.). ‘Comencemos el andlisis de esta tendencia, recurriendo a la siguiente comparacién: el hecho de hablar en el terreno juridico de normas municipa- Jes, familiares, eteétera, no significa que las primeras dejen de ser normas politicas, constitucionales, administrativas, etcétera, segtin los casos, ni que Jas normas familiares dejen de ser civiles. Y esto se explica considerando que mientras el primer calificativo —p. e}., municipales—obedece a la ins- titucion respectiva, el segundo -—constitucionales, p. ej —atiende a la natu- raleza peculiar de las conductas regidas. Del mismo modo, el hecho de ha- ‘plarde normas religiosas, no implica queconstituyan una categorfaaparte de Jas normas juridicas y morales, puesto que en realidad, las normas religiosas que sean propiamenie normas, en el sentido que la moderna filosofia asigna desta expresi6n (ver parrs. 4 y 5), 0 son normas juridicas 0 son normas mo- rales, segtin que rijan laconductaen forma intersubjetiva o subjetiva, respec tivamente. En sintesis, toda norma religiosa (aqui el calificativo obedece al objeto cultural religién), es al mismo tiempo una norma juridica 0 moral (aqui el adjetivo se debe al modo de regir Ja conducta): todo depende pues, del punto de vista desde el cual se califique el obrar humano. © Dice en este sentido Del Vecchio ”: “las normas religiosas, en cuanto regulan los actos humanos, necesariamente se ponen bajo la made la moral del derecho, segtin que gener renel sujeto obligaciones obligaciones para consigo mismo 0 bien obligaciones del sujeto en relacion con otros Sujetos, provistas estas tiltimas de su correspondiente exi ape a "tiene pues, propiamente, una nUeWAe Pr cendente, de un sistema ~ mento sui generis, puramente metafisico y gas ene sulador de la conducta que siempre Se compondra, P os a continuacién algunos ejemplos: las normas que fj acion del matrimonio religioso, bautismo, etcétera, son verdad, nas juridicas, que la Iglesia, a semejanza de cualquier entida ica dentro de la orbita que le permite un derecho positivo determina en consideracién a sus fines propios. Y son normas juridicas porque nen todos los caracteres de tal clase de normas, inclusive la coerej yasiporejemplo, él creyente que no quisiera respetaro cumplirtales Mas, es evidente que podria ser expulsado de un templo por la fuerza: blica, si bien rara vez se echa mano de tal recurso, por la tolerancia yy cifismo habitual en los sacerdotes. _ Ademis, no olvidemos que toda re tas pautas morales, y la fe cristiana. gion impone a sus adeptos cier asi por ejemplo, la moral cristiana es un reflejo ¢ se Por su parte, si se trata de otra normas que forman part 10s “mandamientos” basicos de a toda religi6n (p. ej., no robar, no -), es evidente que se trata de normas morales y no juridicas. — ae pementc alas creencias del ser humano ynoa su cond «no son normas, aunque puedan tener derivacio : YO caso, dicha conducta, caer4 bajo I : Segtin las circunstancias, Asi porejem , las norm:

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