Formación Criminalística II-2016 Lic. En Criminalística Inst. de Cs. Crim.

y Criminología

La relación del análisis de los patrones de manchas de sangre con la Reconstrucción de la Escena del
Crimen.

A los fines de reconstruir la escena del supuesto crimen, la lógica y el razonamiento son
fundamentales como en el trabajo de campo en general que realiza el experto en Criminalística.
El criminalista debe evaluar todos los indicios físicos, tratando de determinar cuáles tienen
una relación directa con el hecho. Las manchas de sangre pueden estar entre estos indicios, sirviendo
a la reconstrucción, como así también a la identificación de los sujetos involucrados en el hecho.
Aún así, debe destacarse el papel del análisis de los patrones de manchas de sangre a la
hora de responder uno de los típicos interrogantes de la Criminalística: “¿cómo?”.
De acuerdo con Bevel & Gudner (2001), en las últimas dos décadas, el análisis de manchas
de sangre, y su papel fundamental en la tarea de definir posiblemente cómo ocurrió un hecho, ha
tenido un despertar. A la luz de esta información pueden definirse los eventos que podrían o no
haberse producido durante el curso del derramamiento de la supuesta sangre, y una vez realizado
esto, pueden compararse, la secuencia reconstruida con las confesiones de sospechosos y testimonios
de testigos del incidente, y también comprobar las hipótesis de los investigadores.

¿Cuál es la función y relevancia del análisis de los patones de manchas de sangre?

El análisis de los patrones de manchas de sangre, se ha constituido como una disciplina en

países como Estados Unidos.
Este análisis sirve como herramienta al criminalista para definir los hechos que rodean un
incidente en el que están involucradas supuestas manchas de sangre. El examen de la naturaleza
física de manchas de sangre proporciona información específica sobre los acontecimientos que se
produjeron en el lugar del hecho.
El criminalista al llegar al lugar del hecho, en muchos casos se encuentra con supuestas
manchas de sangre, y lo primero que hará es realizar una observación minuciosa, considerando la
dispersión de las mismas, las características de su forma, el volumen, el patrón, el número, y tratará
de relacionar estos datos con la escena. Como lo sostienen Bevel & Gadner (2001) “Esta información
proporciona al investigador una ventana al pasado” (p.26).
Cuando se habla del análisis de los patrones de manchas de sangre, no se hace referencia a
una disciplina exacta, sino más bien, este estudio brinda al investigador información que puede ser
relevante a los fines de la reconstrucción del presunto hecho delictuoso, sirviéndole ésta como
herramienta en la investigación científica del suceso.

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Al aplicar el razonamiento tanto inductivo como deductivo (dependiendo de la posición a la que

adhiera el profesional), la interpretación de los patrones de manchas de sangre pueden brindar los
siguientes datos:

-La dirección seguida por una gota de supuesta sangre, antes de su impacto en una
determinada superficie.
-El ángulo de impacto de la gota de supuesta sangre en la superficie.
-La distancia probable entre el lugar de origen de la gota y la superficie de impacto.
-La naturaleza de la fuerza aplicada en el derramamiento de supuesta sangre y la
dirección en la que se aplicó esa fuerza.
-La naturaleza de cualquier objeto que se utiliza en la aplicación de dicha fuerza.
-El número aproximado de golpes asestados durante un incidente.
-La posición relativa en la escena del sospechoso, la víctima, o de otro tipo
objetos relacionados durante el incidente.
-La secuenciación de múltiples eventos relacionados con un incidente.
-En algunos casos, puede determinarse de cuál mano provino el golpe que pudo
provocar el derramamiento de sangre.

La reacción de sangre líquida ante la fuerza.

Un líquido se define como una sustancia que no puede mantener su propia forma,
pero toma la forma de su recipiente.
Los líquidos son incompresibles en general. Cuando
se aplica una fuerza a una masa de fluido, éste se desplazar de algún modo en respuesta a la
fuerza ejercida. Este sencillo principio, constituye la base de la hidráulica.
Este mismo principio puede aplicarse a la sangre. El desplazamiento de la sangre
por el ejercicio de alguna fuerza, incluye en su análisis, la intensidad (por así decirlo) de la
fuerza, la cantidad de sangre, su viscosidad, el elemento que se utiliza.

Patrones de manchas de sangre. Clasificación.

Todas las manchas de sangre pueden ubicarse en una de estas cuatro categorías,
sugeridas por Radziki, PASIVA, TRANSFERIDA, PROYECTADA, VARIADA:

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PASIVAS: coágulo, gota, flujo (en movimiento, circulación, pero no

hemorragia), charco, mancha saturada.

TRANSFERIDAS: mancha por transferencia, por golpe, por limpieza.

PROYECTADAS: arterial (hemorragia), por desecho, salpicadura,

manchas por efecto de la respiración (nariz, boca, sistema
respiratorio).

VARIADAS.

Trayectoria de vuelo.
Se trata de la orientación general de cómo una gota de sangre golpea a un objetivo
determinado.
La trayectoria de vuelo se define tanto por el ángulo de impacto y el ángulo de
dirección, en consideración con el punto de origen.

Consideraciones sobre el sistema circulatorio

En un momento dado, los 4 a 6 litros de sangre presentes en el sistema circulatorio,
se distribuyen de la siguiente manera:
58% en las venas, vénulas y los senos venosos
13% en las arterias
12% en los vasos pulmonares
9%, en el corazón
8% en las arteriolas y capilares.
Aunque no siempre es de interés inmediato para el analista, la comprensión de este
concepto de depósito de sangre puede ayudar, a veces, a explicar la presencia de un gran
volumen de sangre en la escena.
En ocasiones puede ser útil para el analista considerar estas cantidades, y la correlación de
las mismas con las lesiones específicas, y tener presentes estos datos al observar la cantidad
de sangre presente en el lugar. Además, esta consideración puede ayudar al criminalista en
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la diferenciación de la pérdida de sangre por hemorragia activa y la que resulte de un fluir

pasivo seguido de muerte.

Secuencia general de eventos.

Este es un punto que puede parecer evidente, sin embargo, a menudo es mal
entendido o mal interpretado. En el análisis de patrones mancha de sangre existe una regla
que es recíproca a una de las reglas de la investigación de incendios. En este tipo de análisis,
se busca el punto donde el fuego causó el mayor daño. Por lo general, el punto donde
mayor daño se observa, indica por lo general el origen del incendio.
En las escenas donde se encuentran manchas de sangre, es útil
aplicar este enfoque a la inversa. De esta manera, el lugar donde se encuentra mayor
cantidad de sangre, es más probable que indique el punto final del incidente. Por su parte,
el lugar donde se halla menor cantidad de sangre (como salpicaduras y goteos) permite
evidenciar que se trata, probablemente del punto donde comenzó la violencia. Cabe
aclarar, que esta regla no es absoluta.
Esta regla, así planteada, existe por dos razones.
A medida que el atacante inflige heridas, es probable que el nivel de sangrado
aumente. Así, la víctima pierde sangre, y se debilita, dificultando por ejemplo su capacidad
motriz, para escapar o defenderse del agresor.
La víctima sufrirá heridas que nos presentarán diferentes patrones de manchas de
sangre, variando también la cantidad de fluido.
Por ejemplo, si los primeros golpes de un ataque provocan un pequeño desgarro, podemos
tal vez encontrar en el lugar evidencia de gotas de sangre que pueden haber caído como
consecuencia de una hemorragia venosa. Podemos incluso encontrar salpicaduras menores
en una pared o en sus alrededores, cerca de la superficie en la que la víctima
recibió el golpe.
A medida que la víctima se retira a otra área, la hemorragia venosa de la laceración
continúa. En el segundo lugar, el atacante la golpea nuevamente. Así, tendremos la sangre
presente en el cuerpo por la primera herida, creando estos golpes un ensanchamiento de la
herida, lo que a su vez aumenta el flujo sanguíneo venoso.
Ahora la víctima intenta defenderse de los golpes en lugar de escapar de ellos, o tal
vez, aturdido a consecuencia de los golpes, el progreso de la víctima puede comenzar a
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disminuir. El volumen de sangre aumenta porque la víctima permanece en ese lugar más
tiempo. A lo largo de los acontecimientos, las manos de la víctima y la ropa se han
manchado. A su vez, estos objetos manchan las paredes y los objetos de alrededor. Cuanto
más sangre, más empapado los objetos involucrados en el suceso.
Es al ver las manchas de esta manera que podemos discernir una secuencia general
del hecho y de los acontecimientos que lo definen.
La excepción obvia a esta regla es cuando el cuerpo se mueve a una
escena secundaria después de una hemorragia en la primaria. Aquí, la ausencia de sangre es
significativa y se convertirá en una indicación alternativa de las acciones de la secuencia.

Sitio del impacto.

El sitio del impacto es el punto en el que una determinada fuerza se encuentra con
una fuente de sangre.
Al hablar de manchas de sangre y su relación con la escena del crimen, se hace
referencia, al punto de origen, al lugar de impacto, al objetivo, o al origen. Todos estos
términos parecen estar relacionados, sin embargo, debe tenerse en cuenta que utilizados en
contextos específicos, tienen distintas definiciones y significado.
El lugar de impacto, no es aquel donde la gota impacta, más bien se trata del punto
del cuerpo o lugar que recibe la fuerza del golpe, dando como resultado una mancha de
sangre.
Sin embargo, es un hecho, que también se habla de punto de impacto, haciendo
referencia al punto de una superficie donde la gota de sangre impacta. En este sentido, el
analista debe asegurarse que su “audiencia” comprenda a qué punto o lugar de impacto se
está refiriendo.

Origen / punto de origen / zona de origen.

En este apartado es importante diferenciar entre punto de impacto y origen de la
mancha de sangre.
La zona de impacto será aquella donde quede asentada finalmente la mancha luego
de que el fluido culminara su trayectoria en el aire. Esta última se concreta a una
determinada distancia y fuerza (estos factores determinarán la forma de la mancha o el
patrón que se visualizará). El punto de origen, por su parte, es un área en un espacio
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tridimensional, donde una gota de sangre se origina. Este punto estará ubicado en la fuente
de origen de la sangre, por ejemplo, la lesión sobre el cuerpo de la víctima.
Es importante tomar conciencia de que en ocasiones se dificulta determinar con
total certeza el punto de origen de las manchas de sangre.

Flujo pasivo.
Se da cuando la sangre fluye por acción de la gravedad, sin que intervenga ninguna
acción circulatoria.

Manchas de sangre arterial.

La sangre en las arterias fluye con mayor presión que la sangre en las venas. Si una
arteria se rompe, a través de algún corte o traumatismo mientras que el corazón funciona,
el patrón resultante es muy probable que exhiba tanto el aumento como la disminución de
la presión arterial, a medida que fluye sangre de la herida y se mantenga la fuerza de
proyección.
Los patrones de las variaciones de presión son menos marcados según el volumen
de sangre que mana de la herida (el volumen se refiere a la cantidad de sangre que se
escapa de la herida en ese momento, no al volumen total que se pierde).
El patrón más típico arterial, refleja una subida y caída de la presión en rastros de
sangre, hacia arriba y hacia abajo en las superficies circundantes. El patrón puede presentar
un aspecto en zig-zag con distintos puntos de terminación, o de una ondulación.
En los casos en los que el chorro arterial impacta directamente en la meta, los
patrones pueden delimitar un “sendero sinuoso”, con muchas “espinas” o “puntas” (como
se muestra en la fotografía siguiente). Este patrón es similar al que se encuentra cuando
uno dirige una corriente de agua en la tierra, por ejemplo con una manguera.

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Fotorafía 1: Chorro arterial provocado por un disparo de arma de fuero en la arteria

femoral.

Sangre atomizada / vaporizada (sería como el efecto que deja un spray).

Estos patrones de mancha de sangre, se caracteriza por presentar un aspecto como
de bruma, asociado generalmente, con la fuerza explosiva, de un arma de fuego.
Este efecto también se conoce como un efecto de neblina o niebla. Estas
manchas son más típicas en situaciones en las que existe una fuerza explosiva, como un
disparo.
El patrón resultante se compone de muchas manchas pequeñas, generalmente de
forma circular.
Las manchas pueden ser individuales, macroscópicamente indistinguibles dentro del
patrón general, produciendo un área que aparece con un color rojizo como ligeramente
pintadas. El número de este tipo de patrones, depende de varios factores, como ser, la
naturaleza y el sitio de la lesión, los objetivos intermedios, tales como ropa, y la naturaleza
del proyectil hiriente, aunque no se limita sólo a estos.
Normalmente, el diámetro total de estas manchas es tal, que se mide en una
fracción de milímetro.

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Fotografía 2: Chorro arterial que resulta de una arteria carótida cortada. En este caso, la
sangre se proyectó de manera más directa en el destino, lo que resulta en la apariencia
de "sendero". Siendo evidente en las manchas las “espinas” (que indican la fuerza
de proyección) y varias pequeñas indicaciones de las fluctuaciones de presión. (Fotografía
cortesía de Daniel Gilliam, el Departamento del Sheriff del Condado de Larimer,
Colorado.).

Fotografía 3: Una mancha de niebla asociada con un arma de fuego. Justo por debajo del
mecanismo de cierre de la puerta, se observa una zona saturada con pequeñas manchas.

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Fotografía 4: Sangre atomizada. El área central de la estructura que rodea el orificio del
proyectil, presenta un efecto “neblina”.

Devolución / Efecto Blowback.

Es el proceso por el cual la sangre se deposita en el interior del cañón de un arma
después de la descarga del proyectil.
En los casos de heridas provocadas por proyectil de arma de fuego, cuando el
cañón se encuentra en el momento de provocar la herida, cerca de la misma, como origen
de la sangre, se puede encontrar a menudo restos de sangre y hasta de tejido en el cañón
del arma.
Cualquiera que sea la causa específica de este efecto, la sangre y
los tejidos se han encontrado como a 10 pulgadas del cañón de un arma de fuego.
Esta distancia de penetración en el cañón puede proporcionar información relevante, al
momento de pensar en la distancia entre la herida y el arma, cuando el proyectil fue
despedido (pensemos en los casos de disparos a boca de jarro).

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Fotografía 5: En este caso, las manchas son evidentes en el cañón de

del revólver calibre .357. El arma fue utilizada en un suicidio, con contacto directo sobre la
cabeza. La fotografía fue tomada con una luz de fibra óptica, que se insertó en la recámara
del cañón. (Fotografía cortesía de Don Blake y mayo de Bill, Departamento de Policía
de Norman, Oklahoma.).

Manchas por expiración.

Sangre forzada de la boca, la nariz, o del sistema respiratorio bajo presión, dando
lugar a las salpicaduras.
En situaciones que dan lugar a lesiones en la boca, la garganta o el pulmón, se
puede observar un patrón de salpicaduras determinado.
A menudo estas manchas pueden confundirse con las salpicaduras provocadas por un
impacto de otras circunstancias.
El proceso mecánico de la respiración actúa sobre la sangre a medida que se
introduce en las vías respiratorias de una víctima viviente. La sangre se divide
en relativamente pequeñas manchas. El proceso es análogo a un atomizador, que crea una
niebla, forzando el líquido con la presión del aire.
Aunque no es una regla absoluta, el color de las manchas de sangre por efecto de la
respiración, puede ser menos intenso (ya que se diluye por la saliva), a veces también se
observan pequeñas burbujas de aire.

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Fotografía 6: Manchas de sangre por expiración. Sangre expulsada con fuerza de la nariz. El
sujeto estaba sobre sus manos y rodillas, con la cara alrededor de 2 pies por encima del
objetivo. (Fotografía por cortesía de Tom J. Griffin, Colorado Bureau of Investigation).

Manchas provocadas por las moscas.

Se trata de las manchas resultantes de la actividad de las moscas.
La actividad de las moscas en la escena del crimen a menudo crea manchas que a
primera vista pueden confundirse con salpicaduras. Las moscas pueden regurgitar o
bien, excretar pequeñas cantidades de sangre en los elementos dentro de la escena,
determinándose así pequeños restos de sangre.

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Fotografía 7: En este tipo de patrones de manchas de sangre, las estructuras creadas por el
movimiento de moscas dentro y alrededor del depósito se pueden confundir con las
salpicaduras y con las manchas “satélite”. (Fotografía cortesía de Det. Mike McGuffey,
Covington Departamento de Policía,
Kentucky).

Ángulo de impacto.
Cuando la sangre cae y logra alcanzar un objetivo, podemos advertir que lo hace
en un determinando ángulo, al que se denomina “ángulo de impacto”.
Las mediciones posibles del ángulo de impacto pueden ser expresadas en un
espectro que va desde el ángulo más agudo, 1 °, hasta un máximo de 90 °.
Gran parte de la aplicación de las matemáticas al análisis de los patrones de
manchas de sangre, se refiere a la definición de estos ángulos de impacto y a determinar el
punto de origen para evaluar las manchas. Es imprescindible en la consideración de estos
temas, recordar que el mencionado tipo de ángulo, está relacionado con el objetivo, en el
momento del impacto de sangre.

Ángulo direccional.
El ángulo direccional, es aquel visto desde la parte frontal del objetivo, entre el eje
longitudinal de la mancha y un punto de referencia estándar.
El ángulo de dirección define la direccionalidad de una gota en relación con el
objetivo. Esto se mide como un título con el propósito de definir la ruta de vuelo mediante
un software forense.

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Fotografía 8: Ángulo de dirección. El ángulo entre el eje longitudinal de una mancha y un

punto de referencia estándar. Este ángulo describe la direccionalidad, pero lo hace desde un
punto de referencia estándar, lo que permite que sea utilizado por el software forense.

Mancha principal o fuente y manchas satélites.

Cuando una gota impacta sobre un objetivo, la tensión superficial, la fricción del
aire, la inercia y la velocidad de todo el acto de trayectoria, provoca un patrón marca, de
mayor superficie y otras manchas más pequeñas que impactan en otros sectores del soporte
u objetivo. La mancha más grande se suele llamar el "principal" –o fuente- y las manchas
más pequeños son los "satélites".
Uno de los padres puede generar múltiples manchas de satélite, pero un satélite
tiene sólo uno de los padres mancha.

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Fotografía 8: Un gráfico que muestra las cuatro fases del impacto que se producen en
mayor o menor ángulos de impacto. El dibujo en la parte izquierda de cada cuadro muestra
la vista de lado, el dibujo en la parte derecha de cada cuadro muestra la vista desde arriba.
Lo que es evidente a partir de esta figura es que la caída de una gota está lejos de ser un
simple "caer y estallar" efecto.

Movimiento y direccionalidad.
Establecer el movimiento implicado en los eventos de derramamiento de sangre e
identificar específicamente direccionalidad en las gotas de sangre le permite al analista a
comprender mejor los hechos específicos que ocurrieron durante un incidente.
La naturaleza de este
el movimiento es triple:
• Secuencia general de los acontecimientos - ¿Dónde está el inicio? ¿Dónde está el
fin?

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• Direccionalidad de las gotas - La identificación de la dirección desde la que una

determinada gota llegó a un objetivo.
• El reconocimiento de rastro de sangre o de movimiento de la mancha.

Fotografía 9: Un gráfico de una gota de colapso impacto en un ángulo agudo. Este demuestra cómo
el eje de la elipse se desarrolla y se orienta a lo largo de la ruta de viaje. A menos que impactan a
90 °, el eje asociado con la dirección del viaje es siempre más largo como resultado de la acción de
la gota rozando en el objetivo.

Este material se basa, en parte, en la traducción e interpretación por parte de la cátedra, de la obra
de Tom Bevel y Ross M. Gardner “Bloodstain Pattern Analysis with an Introduction to Crime Scene
Reconstruction” (2001).

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