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Que el Espíritu Santo, dador de vida, obre en nuestros corazones para que
podamos renacer y renovar nuestras vidas.
Miremos también a María, la que ha creído, que nos transmite lo que lleva en
el corazón. Nuestra Madre amorosa no deja de compartirnos su experiencia
interior de vida y la encontramos siempre con el corazón lleno de alegría, de
paz, de esperanza y de amor.
Fraternalmente
Javier Lozano
mucho más intenso que hasta ahora, Sin embargo, a continuación resaltaba que
como la comunidad de libre voluntad, a “tras la prueba de estas divisiones surgirá,
la que sólo se puede acceder a través de de una Iglesia interiorizada y simplificada,
una decisión”. Es decir, una Iglesia en la una gran fuerza, porque los seres huma-
que los fieles lo serían por plena elección nos serán indeciblemente solitarios en un
y donde en muchas ocasiones supusiese ir mundo plenamente planificado”. En su
contracorriente. opinión, “experimentarán, cuando Dios
haya desaparecido totalmente para ellos,
El proceso será largo y laborioso su absoluta y horrible pobreza. Y entonces
De este modo, añade que “la Iglesia reco- descubrirán la pequeña comunidad de los
nocerá de nuevo en la fe y en la oración su creyentes como algo totalmente nuevo”.
verdadero centro y experimentará nueva- Y así, concluye el Joseph Ratzinger de
mente los sacramentos como celebración 1969: “Ciertamente ya no será nunca más
y no como un problema de estructura litúr- la fuerza dominante en la sociedad en la
gica”. Y este es justamente el camino que medida en que lo era hasta hace poco
se está siguiendo tras años de gran con- tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará
fusión con ideas progresistas y marxistas visible a los seres humanos como la patria
que se infiltraron en la Iglesia y que provo- que les da la vida y esperanza más allá de
caron la desvirtualización o manipulación la muerte”
de los sacramentos y de los que ahora
sólo quedan algunos nostálgicos.
En su charla radiofónica de 1969 el emi-
nente profesor de Teología indicaba que
el “proceso de cristalización y la clarifica-
ción le costará también muchas fuerzas
preciosas. La hará pobre, la convertirá en
una Iglesia de los pequeños”.
“El proceso será largo y laborioso, al igual
que también fue muy largo el camino que
llevó a los falsos progresismos, en vísperas
de la revolución francesa -cuando también
entre los obispos estaba de moda ridi-
culizar los dogmas y tal vez incluso dar a
entender que ni siquiera la existencia de
Dios era en modo alguno segura- hasta la
renovación del siglo XIX”, decía Ratzinger. Tomado de https://www.libertaddigital.com
Sandra Ferrer
La historia de Juliana de Norwich esconde
sorprendentes similitudes con la situación
actual de pandemia mundial. Fue entonces cuando el sacerdote le puso
Julian of Norwich, en inglés; c. 8 de no- un crucifijo delante y cuando lo miró “mi
viembre de 1342 – c. 1416) es considerada vista comenzó a nublarse. Todo a mi al-
una de las más grandes escritoras místicas rededor se oscureció, como si se hubiera
cristianas de Inglaterra. Es venerada por hecho la noche, pero una luz caía sobre el
la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia Luterana crucifico, sin saber de dónde. Todo lo que
y la Iglesia católica. Le fue dedicada una estaba alrededor de la cruz era feo y me
estatua en el pórtico de la catedral angli- aterrorizaba, como si estuviera ocupado
cana de Norwich. Convencida de que iba por una multitud de demonios”.
a morir, se le practicó la extrema unción Tiempo después de experimentar aquellas
y sus seres queridos esperaron pacientes visiones y levantarse de su lecho de muer-
el último latido de su joven corazón. Pero te, Juliana decidió abandonar el mundo
Juliana sobrevivió. por propia voluntad hasta que la muerte
En aquel momento en el que se encontra- volviera a llamar a su puerta.
ba entre la vida y la muerte, Juliana expe-
rimentó unas visiones místicas que marca- Juliana escogió la iglesia de San Julián
rían su futuro. de Norwich, de la que habría tomado su
“Esta revelación – narra Juliana – fue con- nombre, en la que mandó construir una
cedida a una criatura simple e iletrada,
viviendo en carne mortal, en el año de
nuestro Señor de 1373, el décimo tercer
día del mes de mayo”.
Juliana continúa explicando que “Dios me
envió una enfermedad corporal en la que
estuve durante tres días y tres noches; la
tercera noche recibí los ritos de la santa
Iglesia, pues no esperaba vivir hasta el día
siguiente”.
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