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EJERCICIO 13

- Seguimos corriendo y al llegar al Recodo de las viudas me apoyé en el saliente. No pretendía


nada más que respirar, tomar una bocanada del aire que se me había quedado en el camino
llevando el fardo inerte de mi hermano1, y eso2 fue lo1 que me salvó la vida. Una saeta restañó el
ónice que3 afloraba en la cresta y se perdió silbando como un ave de mal agüero. Nos dio el
tiempo suficiente para agazaparnos4. Pero estábamos en la parte más5 expuesta del sendero y no
nos quedaba otra que correr por nuestras vidas. Cuando iba a arrancar, Jenns me sostuvo del
brazo y, con un gesto de madre, me pidió que dejara al pequeño6 en el suelo: “Déjalo que
vuelva1 y quizás así nosotros tengamos una oportunidad de zafarnos de quienes nos persiguen”.
No bien acababa de decirlo la punta afilada de acero de un virote asomó por su frente7. Quise
sostenerlo y, de nuevo, los Tres 2 jugaron a su juego8. Tres virotes más, certeros9, infalibles, se
clavaron en su espalda exánime protegiéndome de una muerte segura10. Lo solté y corrí, apenas
quedaban cuatro pasos para el recodo tras el que guarecerme cuando otro dardo me golpeó el
hombro derecho con tanta2 fuerza que me empujó hacia adelante, donde el camino se convertía
en cornisa y la cornisa en aire. Caí hacia el mar y aún otra flecha11 tuvo tiempo de atravesarme
un brazo antes que mi cuerpo, desmadejado como un juguete roto, impactara contra las olas.
Debí de dormir el sueño de los muertos, pero no era mi hora12. Los que habían masacrado el
asentamiento y habían eliminado de la faz de la tierra toda mi estirpe me hicieron prisionero13.
Su edecán3 , con el que14 pasaría cuentas unos años después, me dijo, mientras se reía a
carcajadas15, que el espectáculo de mi huida le había impresionado tanto que iba a darme16 la
oportunidad de morir trabajando para ellos en las minas de Serhëntî 3. E hizo pasar a una lamia17
para que sanara mis heridas. Era una lamia esmeralda 4, fría como un témpano y fibrosa y nudosa
como4 una raíz de boj. Me asió de los brazos en cuanto vio que deseaba romper los dientes de
aquel bocazas, aunque eso me costara la vida, y me sacó de la carpa. Yo iba golpeándola casi sin
fuerzas, la rabia y la ira son un motor inagotable de energía, y notaba cómo mis puños chocaban
con la piel escamada que había debajo de su ropa. Los ancianos nos habían narrado mil5 y una
historias y entre ellas había una6 sobre vuestro origen -otro acceso de tos le hizo detenerse y
observar el precioso brebaje letárgico que había desperdiciado en el suelo-. Jamás los creí, pero
bajo7 mis puños realmente parecía haber el cuerpo sólido e inexpugnable de un dragón. Al ver
mi expresión de perplejidad, la lamia se permitió una leve sonrisa, casi un rictus. Y levantó
ligeramente la ropa sedosa en su abdomen para desvelarme la armadura, ligera como el cuerpo
de un alacrán, pero dura y elástica para adaptarse a vuestros movimientos y defenderos de
cualquier peligro. Eso quería decir que vuestro cuerpo no era el de un dragón, sino que estaba
cubierto de una capa de metal tan fina como una segunda piel y tan fiable como las murallas del
reino de los Ûrdus5. No erais, ni sois, hijas de dragones, sino simples mortales a las que18 un
orfebre del Cenáculo ha dotado de una protección casi invisible que os hace especiales a ojos de
la gente19, que ha acabado creando esa leyenda que se transmite como una verdad ineludible de
padres a hijos y de ancianos a niños.
Se detuvo y tomó aire. La lamia carmesí había dulcificado su gesto y escuchaba atentamente sus palabras.
No pestañeaba, en las historias, en cualquier historia, solo tenía que recordar a su anciana preceptora en la
Torre de los etesios6, entre el crepitar de jambas y fallebas, explicándole alguna8 , siempre había algo que
aprender.
- Pero también explicaban otra cosa -y la miró sin titubear e irguiéndose cuanto pudo-. Explicaban
que, en realidad, no erais mujeres, aunque os tratáramos como tal, sino otra cosa muy diferente
que jamás quisieron desvelar. Aquella noche, después de aguantar como un jabato que la lamia
esmeralda extrajera el astil del virote que me atravesaba el brazo y recolocara mis huesos uno a
uno, reuní la valentía o la inconsciencia suficiente para preguntárselo. Ella sonrió, torva y fría
como un cuervo gris de las landas7, me hizo ingerir una baya que me produjo una somnolencia
tan9 insoportable que empecé a caer hacia el otro mundo 8 mucho antes de lo que deseaba y me
dio la espalda. Pero percibió que yo me resistía al narcótico y se volvió de nuevo para
enfrentarme, y con esa sonrisa glacial colgada de sus labios empezó a desvestirse ante mis ojos.
“Acabas de tomar la semilla del olvido 9. Nada de cuanto veas pervivirá en tu memoria. ¡Duerme,
chiquillo20, que ya has tenido bastante por un día!” Y con su mano sedosa acompañó mis
párpados hacia el sueño impidiéndome desvelar la respuesta a mi pregunta. Hace un rato te he
visto cambiar ante mi cara, he notado cómo cambiaba tu voz y tu cuerpo se amoldaba a una
realidad diferente. ¿Qué sois, lamia?, dímelo, aunque tengas que dejarme morir luego para
preservar tu secreto.
El exterminador parecía al límite de sus fuerzas y su cuerpo, cada vez más débil, iba perdiendo la
compostura. Estiró el brazo izquierdo para asirse con él a la ropa ceñida de la sanadora y ella ni se inmutó;
alargó su brazo derecho para enlazar sus manos y sostenerlo en vilo mientras le contestaba.
- Somos cuanto10 ves: carne, sangre e intención y voluntad. Somos tierra, somos vida, somos el
último bastión y el primero, somos la luz que alumbra la oscuridad de quien perece y las sombras
que acompañan a quien sobrevive. Somos y, por eso, estamos. Nada más has de saber, aunque
quizás te ayude mi nombre. Soy Eila, la no querida, la que vagó antes de encontrar un sitio en
que quedarse y ser aceptada… -y en ese momento todo su cuerpo en una efervescencia
inmanente e inmóvil pareció girar otra vez sobre sí mismo- pero también soy Ailê, el que
desdeña y se enfrenta a quien no desee la verdad, el que halló el lugar en que cumplir sus
sueños y desterrar todas sus pesadillas.
1
para los montaraces de la costa, la vida es un viaje que acaba siempre con la vuelta al lugar al que pertenecemos.
2
otro nombre para el dios de los tres rostros.
3
las minas de Serhëntî son las únicas minas de las que se extrae melmoth. Están en el Mar de las Inclemencias, y hay que abastecerlas de esclavos, porque mueren a
decenas, ahogados por el embate de las olas.
4
las lamias se dividen según han especializado su conocimiento. Las lamias esmeraldas son sutiles en el uso de las hierbas, flores, semillas y cortezas de árboles.
5
las murallas del reino de los Ûrdus aparecen reseñadas en infinidad de obras escritas antiguas como las más altas y robustas del mundo. De hecho, son las que
contuvieron el avance de los dioses rebeldes y dieron tiempo a las razas de la tierra a ponerse a cubierto para preservar sus vidas.
6
una de las torres del Cenáculos, la más sometida a esos vientos secos del norte, estacionales y fuertes, que condicionan a los campesinos en su laboreo cuando el
embate no puede enfrentarse, sino que, sencillamente, se ha de aceptar.
7
el cuervo gris de las landas es el más grande de todos los cuervos conocidos; un águila apenas puede intimidarlo.
8
otro referente de las creencias de los montaraces de la costa. Según su idea del mundo, cuando dormimos aquí vivimos allá otra vida que nos espera.
9
es la semilla de un fruto silvestre que anestesia y mantiene en reposo mientras las lamias o las curanderas hacen su trabajo de sanación. Ciertas tribus primitivas la
utilizan en sus ritos atávicos.

Rot C. E. Hannibal; El ascenso. Ed. Hielo y fuego. 1960

1. Indica la función sintáctica de las palabras o sintagmas subrayados y numerados:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
CN SUJ SUJ CI CADJ CD CCL CRV PRED de CRV
SUJ
11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
SUJ ATR PRED de CCCOMP CCT CI CD CD CADJ VOC
CD

2. Indica la categoría gramatical de las palabras enmarcadas:


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
DET DET N ADV DET PRON PREP PRON ADV PRON
3. Clasifica las oraciones subrayadas:
al llegar al Recodo de las viudas SUB ADVERBIAL TEMPORAL

de quienes nos persiguen SUB ADJ o RELATIVA


SUSTANTIVADA (CRV)
sostenerlo SUB SUSTANTIVA
de INFINITIVO (CD)
que me empujó hacia adelante SUB ADVERBIAL
CONSECUTIVA
donde el camino se convertía en cornisa SUB ADJ o RELATIVA

desmadejado como un juguete roto SUB ADJ o RELATIVA


DE PART CONCERTADO
Los que habían masacrado el asentamiento SUB ADJ o RELATIVA
SUSTANTIVADA (SUJ)
que el espectáculo de mi huida le había impresionado SUB SUSTANTIVA
COMP nexo QUE (CD)
aunque eso me costara la vida SUB ADVERBIAL
CONCESIVA
cómo mis puños chocaban con la piel escamada SUB SUSTANTIVA
de INT INDIRECTA (CD)
haber el cuerpo sólido e inexpugnable de un dragón SUB SUSTANTIVA
de INFINITIVO (ATR)
para desvelarme la armadura SUB ADVERBIAL
FINAL
cuanto pudo SUB ADJ o RELATIVA
SUSTANTIVADA (CD)
que yo me resistía al narcótico SUB SUSTANTIVA
COMP nexo QUE (CD)
y sostenerlo en vilo SUB ADVERBIAL
FINAL COORD COP
4. Localiza las perífrasis verbales que haya en el texto y clasifícalas según su tipo:

perífrasis tipo
SEGUIMOS CORRIENDO Progresiva
IBA A ARRANCAR Ingresiva
ACABABA DE DECIRLO Incoativa/ Perfectiva
DEBÍ DE DORMIR Obligación
IBA A DARME Ingresiva
IBA GOLPEÁNDOLA Durativa
HA ACABADO CREANDO Progresiva
EMPECÉ A CAER Incoativa
ACABA DE TOMAR Incoativa/Perfectiva
IBA PERDIENDO Durativa
5. Explica con palabras propias -no eches mano de manuales ni diccionarios- el significado de las
siguientes palabras según el significado que tienen en el texto y propón un sinónimo y responde la
pregunta anexa a cada una:

estirpe Raíz y tronco de una familia, saga o linaje Sinónimo: raza, Según su origen, ¿qué tipo de palabra
saga, linaje, familia es?
Patrimonial
preceptora Persona que enseña. Sinónimo: Según su construcción morfológica,
¿qué tipo de palabra es?
educadora,
Parasintética
maestra, aya …

baya Tipo de fruto carnoso con semillas rodeada Sinónimo: fruto, ¿Con qué color se relaciona la
s de pulpa; p. ej., el tomate y la uva. saga, linaje, palabra?
familia Con el rojo (es sinónima de rojiza,
por ejemplo)
inmanente Que es inherente a algún ser o va unido de Sinónimo: propio, Según su construcción morfológica,
un modo inseparable a su esencia, aunque inherente… ¿qué tipo de palabra es?
racionalmente pueda distinguirse de ella. Parasintética

6. Conjuga los verbos del texto siguiendo los accidentes indicados a continuación:

URDIR 3ªsing Pretérito Plusc. de Subjuntivo Pasivo HUBIERAN/esen SIDO URDIDOS


ROER 2ªpers pl Pretérito Perfecto Ind ACTIVO HABÉIS ROÍDO
ANDAR 2ºpers pl Pretérito Indefinido Ind ACTIVO ANDUVISTEIS
DISPONER Participio Pasado Activo Perfectivo Masc Sing NO EXISTE

7. Lea las siguientes oraciones:

1. Juan se parecía a su padre.


2. Lo vendió todo.
3. Se vive bien por allí.
4. Llegadas las gaviotas…

De las siguientes opciones, elija la única que identifica de manera correcta y ordenada el tipo de oración
según la naturaleza del predicado de cada una de las oraciones anteriores.

[0,5 puntos. Si la respuesta es errónea, se descontarán 0,15 puntos; si no responde a la pregunta, no se


aplicará ningún descuento.]
☐ 1) atributiva, 2) impersonal, 3) impersonal, 4) pasiva.
☐ 1) predicativa, 2) transitiva, 3) intransitiva, 4) intransitiva.
☐ 1) atributiva, 2) intransitiva, 3) predicativa, 4) atributiva.
☐ 1) intransitiva, 2) transitiva, 3) impersonal, 4) pasiva.
8. Lea las siguientes oraciones:

1. No sé si lo sabe.
2. Ven rápido, que hace mucho frío.
3. Si hoy es fiesta, mañana domingo.
4. De haber venido, lo sabrías.

De las siguientes opciones, elija la única secuencia que identifica de manera correcta y ordenada el tipo de
proposición subordinada que aparece en cada una de las oraciones anteriores.

[0,5 puntos. Si la respuesta es errónea, se descontarán 0,15 puntos; si no responde a la pregunta, no se


aplicará ningún descuento.]

☐ 1) condicional, 2) completiva, 3) interrogativa, 4) de infinitivo.


☐ 1) interrogativa, 2) causal, 3) condicional, 4) condicional.
☐ 1) interrogativa, 2) consecutiva, 3) condicional, 4) concesiva.
☐ 1) condicional, 2) consecutiva, 3) completiva, 4) temporal.

9. Responde si son ciertas o falsas las siguientes preguntas sobre Luces de bohemia.

[0,5 puntos. Si la respuesta es errónea, se descontarán 0,1 puntos. Si no responde a la pregunta, no se


aplicará ningún descuento.]
Sí No

a) Max compra el décimo para regalárselo a Claudinita 


b) Max es un remedo del amigo del autor, Alejandro 
Sawa
c) A los municipales se les apela como “guindillas” por 
su carácter picante y salaz
d) Por lo que hace a la religión, Max compara España 
con una tribu centroafricana
e) José Gómez Ortega y el Gallito son escritores 
modernistas

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