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10 - Derecho Procesal Constitucional
10 - Derecho Procesal Constitucional
X UNIDAD
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
I. Introducción
(Derecho Procesal Constitucional – Acciones Constitucionales
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artículo 93 Nº 6 de la CPR).
Contextualización Histórica
2.- Chile
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Contextualización Jurídica
4) Por último, es un Derecho que tiene Configuración Legal, toda vez que la
regulación Constitucional es meramente enunciativa y requiere de desarrollo en la
Ley. Esto será necesario recordarlo a la hora de fijar la constitucionalidad o
inconstitucionalidad del auto acordado que le regula.
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La acción de protección cuenta con una triple regulación: una constitucional, una
internacional y una administrativa.
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2.- Materialidad
Deberá interponerse por escrito, pero por cualquier vía: a través de una
presentación escrita formal, o por télex, fax, etc.
4.- Causal
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Procedimiento
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A partir del Auto Acordado de 2007, la Corte de Apelaciones solo podrá declararlo
inadmisible sólo podrá declararlo inadmisible:
(a) si fue interpuesto fuera de plazo; o
(b) si los hechos que se mencionan no pueden significar vulneración a las garantías
indicadas en el art. 20 de la Constitución Política.
3.- Informe
Si el recurso fuera declarado admisible, el Tribunal ordenará “por la vía que
estime más rápida y efectiva” a la persona o autoridad que, según el recurso o la propia
Corte fueren los causantes del acto u omisión que motiva el recurso, que informe.
Este informe deberá evacuarse dentro de un plazo breve y perentorio que fije el
Tribunal.
La Corte podrá, además de este informe, ordenar que se acompañen otros
antecedentes.
5.- Sentencia
La Corte de Apelaciones deberá pronunciar su fallo dentro del 5º día hábil
siguiente a aquél en que el asunto quedó en situación de ser sentenciado.
Este plazo se reduce a 2 días hábiles si se trata de la protección de los derechos
establecidos en el art. 19 números: 1 (derecho a la vida y a la integridad física y síquica
de las personas); 3 inciso cuarto (derecho a un juez natural); 12 (libertad de expresión)
y 13 (libertad de reunión).
La sentencia de primera instancia será apelable para ante la Corte Suprema. El
recurso de apelación deberá deducirse dentro del plazo de 5 días contados desde la
notificación de la sentencia de primera instancia, por el estado diario.
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Contextualización Histórica
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(e) Segunda Acta de Habeas Corpus (1816): Extendió el habeas corpus a todo
tipo de detenidos, sin excepción alguna.
2.- Chile
Contextualización Jurídica
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Según la finalidad perseguida por el Amparo, éste puede ser clasificado en las
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siguientes categorías:
(a) Titularidad: Hay que distinguir la norma del inciso primero, de la del inciso tercero
del artículo 21 de la CPR.
a.1. “El arrestado, detenido o preso” (inciso primero). En términos muy
generales, entenderemos por: (1) arresto: la pérdida de libertad
decretada por autoridad competente como apremio para el cumplimiento
de un determinado deber; (2) detención: medida cautelar que decreta un
juez del crimen (salvo en caso de flagrancia) cuando resulte indispensable
para asegurar la acción de la justicia; y (3) prisión preventiva: medida
cautelar que decreta el juez del crimen, a solicitud del Ministerio Público o
del querellante, cuando se hubiere formalizado la investigación. Por
“preso”, entendemos, sin embargo tanto el que se encontrare bajo prisión
preventiva, y también en algunos casos, el que se encuentre cumpliendo
alguna condena privativa de libertad (cuando la naturaleza del asunto así
lo amerite, por ejemplo, en el caso de un amparo correctivo).
a.2. “Toda persona” (inciso tercero).
2.- Materialidad
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4.- Causales
(a) Las causales propiamente tales. Al respecto, habrá que diferenciar la causal del
inciso primero, de la del inciso tercero del artículo 21 de la CPR:
(b) De quién pueden provenir las conductas que ameritan la interposición del
Amparo. El amparo constitucional puede ser deducido por actos arbitrarios o
ilegales, provenientes de cualquier origen, y no solo respecto de
actuaciones judiciales.
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(a) ordenar que se guarden las formalidades legales que no se hayan cumplido;
(b) ordenar que el individuo sea traída a su presencia (“habeas corpus” en sentido
estricto), orden que será precisa o ineludiblemente obedecida, por todos los
encargados de privación de libertad;
(c) decretar, después de oír al recurrente, su libertad inmediata;
(d) hacer que se reparen los defectos legales; y/o
(e) poner al afectado a disposición del juez competente.
Procedimiento
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3.- Apelación
“Art. 95: Amparo ante el juez de garantía. Toda persona privada de libertad
tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de garantía, con el
objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo
caso, para que examine las condiciones en que se encontrare,
constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El juez
podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren
procedentes.
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier
persona en su nombre podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del
caso o aquel del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene
que sea conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas
en el inciso anterior.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución
judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que
correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 21 de la Constitución Política”
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(d) Fuente del agravio contra el que se recurre. El amparo constitucional procede
contra actos de cualquier origen; el legal no procede en contra de resoluciones
judiciales (art. 95 inciso 3º). Nos gustaría agregar, sin embargo, que creemos
que no obstante lo señalado, el acto en contra del cual se accione vía amparo
legal, debe estar originado en la tramitación de un proceso penal específico, ya
sea por actos del Ministerio Público, de la Policía, o de particulares, pero que no
procedería respecto de conductas externas o ajenas a un juicio o investigación de
carácter penal, respecto de los cuales, sí podría intentarse el Amparo
Constitucional.
Contextualización Histórica
2.- Chile
En la Constitución de 1833 se consagraba la responsabilidad individual de los
Jueces (pero no la del Estado por la actividad de éstos), por los delitos de “cohecho,
falta de observancia de las leyes que reglan el proceso y, en general, por toda
prevaricación o torcida administración de justicia” (art. 111).
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Contextualización Jurídica
La norma del artículo 19 Nº 7 letra i), establece una acción de indemnización por
error judicial, por lo que no se trata de un recurso. Esta acción tiene por objeto obtener
una reparación económica por parte del Estado y no del funcionario judicial causante
del daño.
materia:
2.- Materialidad
Se trata de una actuación formal, por lo que también se aplican las reglas
generales.
4.- Causal
(a) Que una persona haya sido sometida a proceso o condenada (en cualquier
instancia).
(b) Que se haya dictado, posteriormente, sobreseimiento definitivo o sentencia
absolutoria.
(c) Que la Corte Suprema haya declarado “injustificadamente errónea o arbitraria” la
resolución que condenó o sometió a proceso al afectado.
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Ahora bien, ¿qué significa que una resolución sea “injustificadamente errónea o
arbitraria? Al respecto corresponde señalar lo siguiente:
i. La resolución que da origen a la responsabilidad del Estado debe ser
“injustificadamente errónea” o bien “arbitraria”. Por lo tanto lo “injustificado”
sólo se asocia al error y no a la arbitrariedad.
ii. Ambas calidades operan en forma disyuntiva, no copulativa. Vale decir, basta
que se dé una de las dos condiciones para que origine responsabilidad.
iii. “Injustificadamente erróneo” consiste en que la resolución se hubiere dictado
“sin los elementos de convicción que permitiera fundarla racionalmente, de
modo ilegal” (Corte Suprema: sentencia recaída en causa Márquez Fuentes,
Nelson Rol Nº 802-99) o “con infracción de los deberes del tribunal, entre los
cuales se debe entender analizar acuciosa y detenidamente el conjunto de
los antecedentes que se invocan para dar por acreditada la existencia de un
delito” (Corte Suprema, sentencia recaída en causa Rodríguez Álvarez,
Rodrigo, 20 de Noviembre de 1985)
iv. “Arbitrario”, por su parte, significa que “se expida por voluntad meramente
potestativa, caprichosamente o insensatamente” (caso Márquez Fuentes)
Procedimiento
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Cuadro resumen:
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A partir de estas diferencias, podemos establecer que en cada caso, alguno de los
cuerpos normativos es más extensivo o flexible que los otros, por lo que será necesario, al
momento de aplicar estas normas, hacerlo de forma que el particular sea mejor protegido,
combinando incluso las diferentes disposiciones, facilitando así el ejercicio del legítimo
derecho a la reparación estatal.
Sólo de esa forma, entendemos que quedan mejor protegidos los derechos de las
personas, y se respetan los principios de Dignidad del Ser Humano, de Servicialidad del
Estado, y de respeto por los Tratados Internacionales.
De esta manera, no resulta correcto aplicar sólo la Constitución o sólo alguno de
los Tratados en un determinado caso, sino que siempre habrá que recurrir a la
interpretación sistemática e integradora de las normas aplicables.
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Uno de ellos, fue el artículo 6º del referido proyecto, y que hoy resulta ser el
artículo único de la Ley Nº 18.971 publicada el 10 de Marzo de 1990 (el otro se
transformó en la ley 18.965 que establece la obligación del Estado de vender dentro de
un año, los derechos en sociedades respecto de materias ajenas al objeto para el cual
se encontrara autorizado a participar o que excedieron la autorización legal respectiva).
. Contextualización Jurídica
3) Por las razones antes dichas, nos parece que al no ser técnicamente una
acción protectora de derechos, no constituiría un derecho en sí mismos, en los
términos señalados respecto de la Protección y el Amparo.
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1.- Titularidad
2.- Comparecencia
3.- Materialidad
5.- Causal
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La Corte Suprema resolvió el 2009: “Tercero: Que el artículo único de la Ley 18.971, si bien denota claridad en su tenor
literal, no ocurre lo mismo con su sentido, que resulta ambiguo en cuanto a la finalidad que tuvo en vista el legislador al
establecerlo, situación que ha dado pábulo a la divergencia de opiniones sustentadas sobre el punto a que se hizo
referencia precedentemente; Cuarto: Que en pos de una conclusión correcta en torno a esta materia, obligadamente ha de
acudirse a otros principios de interpretación más allá del elemento gramatical, entre aquellos comprendidos en las reglas de
hermenéutica que contempla el párrafo 4° del Título Preliminar del Código Civil, como el lógico-histórico, que busca
descubrir la intención o espíritu de la ley en la historia fidedigna de su establecimiento (artículo 19 inciso 2°) y el elemento
sistemático, por el que se pretende alcanzar el mismo objetivo en la unidad o conexión que las diversas instituciones
guardan en el conjunto del ordenamiento jurídico (artículo 22); Quinto: Que el enfoque histórico de la norma en estudio
hace indispensable considerar el proyecto de ley remitido por el Presidente de la República a la Junta de Gobierno “órgano
legislativo de la época- con fecha 7 de septiembre de 1989, bajo el rótulo “Regula la Actividad y Participación Productiva del
Estado y sus Organismos”. En el Mensaje con que se acompañó dicho proye cto se enunciaban como postulados
esenciales del mismo los que propiciaban la iniciativa particular en la actividad económica y la excepcionalidad de la
intervención en ella por parte del Estado empresario, consignándose en semejante contexto tres clases de normas: unas,
de carácter general, aplicables a toda legislación relativa a la actividad empresarial del Estado o en que a éste le quepa
participación; otras, en que se fija el ámbito dentro del cual el Estado desarrollará actividades de ese tipo; y una, en
particular, donde se “establece un recurso jurisdiccional para hacer efectiva la garantía constitucional de la libertad
económica”; Sexto: Que la frase con que finaliza el considerando anterior permite inferir que con el “recurso jurisdiccional”
a que ella alude se propende a amparar la garantía constitucional de “la libertad económica” frente al Estado empresario,
cuando éste, transgrediendo un principio de la esencia del Orden Público Económico Nacional, como lo es el de la
subsidiaridad, interviene en el campo económico no acatando las limitaciones contempladas en el antes citado artículo 19
N°21 inciso 2° de la Carta Fundamental, ya sea por desarrollar esa actividad sin autorización de una ley de quórum
calificado o sin sujetarse a la legislación común aplicable en dicho ámbito a los particulares; Séptimo: Que siguiendo la
esbozada línea de razonamiento, cabe apuntar que de los seis artículos de que se componía el proyecto en comento, sólo
dos de ellos se concretaron en leyes, ambas publicadas en el Diario Oficial del 10 de marzo de 1990. Uno fue el artículo 5°,
que pasó a constituir la Ley N° 18.965, donde se establece la obligación del Estado en orden a vender en el plazo de un año
los derechos que tuviere en sociedades respecto de materias ajenas al objeto para el cual se encontrara autorizado a
participar o que excedieron la autorización legal respectiva. El otro artículo del proyecto que alcanzó consagración
normativa “y que interesa al presente análisis- fue el número 6, que se tradujo, con algunas modificaciones de menor
entidad, en la Ley N° 18.971; Octavo: Que las reflexiones que se vienen de des arrollar permiten inferir que el legislador de
la Ley N° 18.971 instituyó un mecanismo de tutela jurisdiccional destinado a amparar a los particulares en su derecho a la
libertad económica cuando ella resulte afectada por la actividad del Estado llevada a efecto con infracción a las
regulaciones que sobre la materia se establecen en el artículo 19 N° 21 inciso 2° de la Constitución Política; determinación
que, de seguro, obedeció al convencimiento de quienes propiciaron el establecimiento de dicho cuerpo normativo en orden
a que el recurso de protección contemplado en el artículo 20 de la misma Carta carecía de la aptitud requerida para
constituir un resguardo con la eficacia suficiente respecto de la intangibilidad que debe ostentar dicha garantía esencial;
Noveno: Que a la misma conclusión se arriba interpretando sistemáticamente la Ley N° 18.971 y el artículo 20 de la
Constitución Política de la República. Mientras este último precepto, en efecto, establece una acción “el llamado recurso de
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protección- a favor de quien, como consecuencia de acciones u omisiones ilegales o arbitrarias de terceros, sufra privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de determinados derechos o garantías esenciales “entre las que se incluye
la señalada en el artículo 19 N°21 de la Carta-, el artículo único de la Ley N° 18.971, en que se regula el denominado
amparo económico, prescribe que cualquiera persona puede denunciar las infracciones al recién aludido artículo 19 N° 21,
sin que el actor necesite tener interés actual en los hechos a que se refiere la denuncia.
Crea así la Ley N° 18.971 una acción popular, que trasunta el designio del legislador en orden a amparar por su intermedio
el derecho a la libertad económica no en cuanto a transgresiones a la misma que afecten en general a los individuos
particulares en su interés personal, sino cuando tales vulneraciones provengan de la actividad empresarial del Estado
quebrantando las normas de Orden Público Económico consagradas en el tantas veces mencionado artículo 19 N° 21 inciso
2° de la Constitución Política.
La generación de un instrumento jurídico específico en defensa de esta garantía, sin duda, se hizo patente para el legislador
-según antes se hizo notar- frente a la insuficiente eficacia del recurso de protección para asumir ese rol en diversos
aspectos, tales como la explicable falta de motivación de las personas, individualmente consideradas, para deducir un
recurso de protección en resguardo del derecho a la libertad económica como un derecho de carácter general, al no
sentirse afectadas en un derecho subjetivo que les concierna en lo particular” (Laboratorio Quimagro con Servicio Agrícola y
Ganadero; Rol 3224-2009; fuente: www.poderjudicial.cl )
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Deberá interponerse dentro del plazo de 6 meses desde que se hubiere cometido
la infracción.
2.- Tramitación
3.- Sentencia
La sentencia podrá ser apelada para ante la Corte Suprema, dentro de un plazo
de 5 días, y como vimos, en caso de no serlo, deberá ser consultada. Este Tribunal
conocerá del negocio en una de sus Salas.
Si la sentencia estableciere fundadamente que la denuncia carece de toda base,
el actor será responsable de los perjuicios que hubiere causado.
En primer lugar, indicar que son muchas las semejanzas entre ambos:
- los dos son acciones que forman parte del derecho procesal constitucional;
- los dos se ejercen ante la Corte de Apelaciones en primera instancia;
- los dos son aptos para reclamar por infracciones al art. 19 Nº 21 de la Carta
Fundamental; etc.
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Requisitos o Basta que conste por escrito Podrá interponerse por cualquier
formalidades vía, incluso verbalmente
Procedimiento Cuenta con procedimiento Le es aplicable el procedimiento
propio del Amparo Constitucional.
Plazo de 30 días desde el acto u 6 meses desde la infracción
interposición omisión
Titular El afectado (por sí o por Cualquier persona (es acción
cualquiera a su nombre) popular)
Consulta No procede la consulta ante Procede, si la sentencia de
la Corte Suprema primera instancia no hubiere sido
apelada
Facultades del Puede adoptar las medidas Constata la existencia de la
Tribunal que fueren necesarias para infracción, pero es una sentencia
restablecer el imperio del meramente declarativa.
derecho y asegurar la debida
protección del afectado.
Compatibilidad Siempre será compatible. Si se aplica el art. 306 del C. de
con otras Procedimiento Penal, no
acciones procedería si se hubiere
intentado previamente otro
recurso.
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