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Saber cómo funciona el sistema nervioso y en particular el cerebro es muy importante para comprender
nuestra conducta, nuestras emociones y nuestros procesos cognoscitivos. Este es el planteamiento de las
neurociencias. Para entender las investigaciones más recientes del campo, necesitamos antes resumir el
funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. El sistema nervioso humano comprende el sistema
nervioso central (que consta del cerebro y de la medula espinal) y el sistema nervioso periférico (que
consiste en el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo)
Neurotransmisores
Los neurotransmisores bioquímicos del cerebro y el sistema nervioso que transmiten los mensajes de una
neurona a otra reciben ahora una gran atención por parte de los psicopatólogos.
Casi todas las terapias farmacológicas actúan ya sea mediante el aumento o disminución del flujo de
determinados neurotransmisores. Otros fármacos no afectan a los neurotransmisores de manera directa,
pero evitan que la sustancia química llegue a la siguiente neurona pues cierran u ocupan los receptores de
esa neurona.
Tal vez haya leído informes de que ciertos trastornos psicológicos son ocasionados por desequilibrios
bioquímicos, excesos o deficiencias en ciertos sistemas de neurotransmisores. Por ejemplo, la actividad
anormal del neurotransmisor serotonina a menudo se describe como causa de la depresión, y las
anormalidades en el neurotransmisor dopamina se han asociado con la esquizofrenia. Sin embargo, hay
cada vez más pruebas que señalan que esta es una sobresimplificacion enorme. Ahora estamos dándonos
cuenta de que los efectos de la actividad de los neurot son más generales y menos específicos. Los
cambios en la actividad de los neurot pueden hacer que las personas tengan más o menos probabilidades
de presentar ciertas formas de comportamiento en determinadas situaciones sin generar la conducta de
manera directa.
Como la serotonina, el sistema AGAB depende de muchos circuitos, distribuidos ampliamente por el
cerebro. El AGAB parece reducir la excitación general en cierta medida y suavizar nuestras respuestas
emocionales. Además, este sistema parece reducir los niveles de ira, hostilidad, agresión, y quizás, hasta
estados emocionales positivos como el placer.
Norepinefrina: es más probable que este sistema, con todos sus diversos circuitos que recorren el
cerebro, actúe de manera más general para regular o modular ciertas tendencias conductuales y no este
asociado de manera directa con patrones específicos de comportamiento o con trastornos psicológicos.
Diagnóstico y tratamiento de niños y adolescentes 2
Dopamina: se ha asociado con trastornos psicológicos como la esquizofrenia. En sus diversos circuitos
que recorren regiones específicas del cerebro, la dopamina parece tener también un efecto más general,
que bien podría describirse como interruptor que activa varios circuitos cerebrales, los cuales pueden
asociarse con ciertos tipos de comportamiento. Una vez que el interruptor se activa, quizá otro
neurotransmisor inhiba o facilite entonces las emociones o la conducta. La actividad de la dopamina está
asociada con comportamientos exploratorios, sociables, de búsqueda de placer.
Uno de los sistemas que la dopamina activa es el sistema locomotor, el cual regula nuestra capacidad de
movernos de manera coordinada, y una vez activo, se ve influido por la actividad de la serotonina. Por
estas conexiones, las deficiencias de dopamina se han asociado con trastornos como la enfermedad de
Parkinson.