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Diagnóstico y tratamiento de niños y adolescentes 1

Psicología anormal, un enfoque integral – David Barlow y Mark Durand

Las neurociencias y sus contribuciones a la psicopatología

Saber cómo funciona el sistema nervioso y en particular el cerebro es muy importante para comprender
nuestra conducta, nuestras emociones y nuestros procesos cognoscitivos. Este es el planteamiento de las
neurociencias. Para entender las investigaciones más recientes del campo, necesitamos antes resumir el
funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. El sistema nervioso humano comprende el sistema
nervioso central (que consta del cerebro y de la medula espinal) y el sistema nervioso periférico (que
consiste en el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo)

Neurotransmisores

Los neurotransmisores bioquímicos del cerebro y el sistema nervioso que transmiten los mensajes de una
neurona a otra reciben ahora una gran atención por parte de los psicopatólogos.

Casi todas las terapias farmacológicas actúan ya sea mediante el aumento o disminución del flujo de
determinados neurotransmisores. Otros fármacos no afectan a los neurotransmisores de manera directa,
pero evitan que la sustancia química llegue a la siguiente neurona pues cierran u ocupan los receptores de
esa neurona.

Tal vez haya leído informes de que ciertos trastornos psicológicos son ocasionados por desequilibrios
bioquímicos, excesos o deficiencias en ciertos sistemas de neurotransmisores. Por ejemplo, la actividad
anormal del neurotransmisor serotonina a menudo se describe como causa de la depresión, y las
anormalidades en el neurotransmisor dopamina se han asociado con la esquizofrenia. Sin embargo, hay
cada vez más pruebas que señalan que esta es una sobresimplificacion enorme. Ahora estamos dándonos
cuenta de que los efectos de la actividad de los neurot son más generales y menos específicos. Los
cambios en la actividad de los neurot pueden hacer que las personas tengan más o menos probabilidades
de presentar ciertas formas de comportamiento en determinadas situaciones sin generar la conducta de
manera directa.

Serotonina: la serotonina influye en buena prte de nuestro comportamiento, en particular en la forma en


que procesamos información.

El sistema de serotonina regula nuestro comportamiento, estados de ánimo y procesos de pensamiento.


Cuando los niveles de actividad de serotonina están bajos, ello se asocia con una menor inhibición y con
inestabilidad, impulsividad y una tendencia a reaccionar en exceso a las situaciones. La actividad de
serotonina baja se ha asociado con la agresión, el suicidio, y con un consumo de alimentos impulsivo, lo
mismo que con comportamientos sexuales excesivos. No obstante, estas conductas no por fuerza
suceden si la actividad de la serotonina es baja. Hay otras corrientes en el cerebro, u otras influencias
psicológicas o sociales, que quizás compensen la baja actividad de serotonina.

Acido Gammaaminobutírico (AGAB): el neurotransmisor AGAB reduce la actividad postsináptica, la


cual, a su vez, inhibe una amplia variedad de conductas y emociones. Su efecto mejor conocido es la
reducción de la ansiedad.

Como la serotonina, el sistema AGAB depende de muchos circuitos, distribuidos ampliamente por el
cerebro. El AGAB parece reducir la excitación general en cierta medida y suavizar nuestras respuestas
emocionales. Además, este sistema parece reducir los niveles de ira, hostilidad, agresión, y quizás, hasta
estados emocionales positivos como el placer.

Norepinefrina: es más probable que este sistema, con todos sus diversos circuitos que recorren el
cerebro, actúe de manera más general para regular o modular ciertas tendencias conductuales y no este
asociado de manera directa con patrones específicos de comportamiento o con trastornos psicológicos.
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Dopamina: se ha asociado con trastornos psicológicos como la esquizofrenia. En sus diversos circuitos
que recorren regiones específicas del cerebro, la dopamina parece tener también un efecto más general,
que bien podría describirse como interruptor que activa varios circuitos cerebrales, los cuales pueden
asociarse con ciertos tipos de comportamiento. Una vez que el interruptor se activa, quizá otro
neurotransmisor inhiba o facilite entonces las emociones o la conducta. La actividad de la dopamina está
asociada con comportamientos exploratorios, sociables, de búsqueda de placer.

Uno de los sistemas que la dopamina activa es el sistema locomotor, el cual regula nuestra capacidad de
movernos de manera coordinada, y una vez activo, se ve influido por la actividad de la serotonina. Por
estas conexiones, las deficiencias de dopamina se han asociado con trastornos como la enfermedad de
Parkinson.

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