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Estrategias de seguimiento

Integrantes: Aury Osorio gomez- Shay Mercado cuesta-Antonio sierra-Cristina russo- Luz
Daniela pardo- Grupo 4
1.Resumir en forma de organigrama la estructura organizacional y jerárquica de las
siguientes leyes:
ley 1454 de 2011
ley 388 de 1997
ley 1617 de 2013
ley 1625 de 2013
ley 152 de 1994
ley 1523 de 2012
ley 1931 de 2018
R/ Organigramas de leyes, Visual Workspace for Innovation (miro.com)
2. Identificar los artículos que se relacionan a continuación
LEY 1454 DE 2011 (Orgánica)
Artículo 2°. Concepto y finalidad del ordenamiento territorial.
El ordenamiento territorial es un instrumento de planificación y de gestión de las entidades
territoriales y un proceso de construcción colectiva de país, que se da de manera progresiva,
gradual y flexible, con responsabilidad fiscal, tendiente a lograr una adecuada organización
político administrativa del Estado en el territorio, para facilitar el desarrollo institucional, el
fortalecimiento de la identidad cultural y el desarrollo territorial, entendido este como
desarrollo económicamente competitivo, socialmente justo, ambientalmente y fiscalmente
sostenible, regionalmente armónico, culturalmente pertinente, atendiendo a la diversidad
cultural y físico-geográfica de Colombia.
La finalidad del ordenamiento territorial es promover el aumento de la capacidad de
descentralización, planeación, gestión y administración de sus propios intereses para las
entidades e instancias de integración territorial, fomentará el traslado de competencias y
poder de decisión de los órganos centrales o descentralizados del gobierno en el orden
nacional hacia el nivel territorial pertinente, con la correspondiente asignación de recursos.
El ordenamiento territorial propiciará las condiciones para concertar políticas públicas entre
la Nación y las entidades territoriales, con reconocimiento de la diversidad geográfica,
histórica, económica, ambiental, étnica y cultural e identidad regional y nacional.
Parágrafo nuevo.
En virtud de su finalidad y objeto, la ley orgánica de ordenamiento territorial constituye un
marco normativo general de principios rectores, que deben ser desarrollados y aplicados
por el legislador en cada materia específica, para departamentos, municipios, entidades
territoriales indígenas y demás normas que afecten, reformen o modifiquen la organización
político-administrativa del Estado en el territorio.
Artículo 3°. Principios rectores del ordenamiento territorial.
Son principios del proceso de ordenamiento territorial entre otros los siguientes:
1. Soberanía y unidad nacional
. El ordenamiento territorial propiciará la integridad territorial, su seguridad y defensa, y
fortalecerá el Estado Social de Derecho organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales.
2. Autonomía.
Las entidades territoriales gozan de autonomía para la gestión de sus intereses dentro de los
límites de la Constitución y la ley.
3. Descentralización.
La distribución de competencias entre la Nación, entidades territoriales y demás esquemas
asociativos se realizará trasladando el correspondiente poder de decisión de los órganos
centrales del Estado hacia el nivel territorial pertinente, en lo que corresponda, de tal
manera que se promueva una mayor capacidad de planeación, gestión y de administración
de sus propios intereses, garantizando por parte de la Nación los recursos necesarios para su
cumplimiento.
4. Integración.
Los departamentos y los municipios ubicados en zonas fronterizas pueden adelantar
programas de cooperación dirigidos al fomento del desarrollo comunitario, la prestación de
los servicios públicos, la preservación del ambiente y el desarrollo productivo y social, con
entidades territoriales limítrofes de un Estado.
5. Regionalización.
El ordenamiento territorial promoverá el establecimiento de Regiones de Planeación y
Gestión, regiones administrativas y de planificación y la proyección de Regiones
Territoriales como marcos de relaciones geográficas, económicas, culturales, y funcionales,
a partir de ecosistemas bióticos y biofísicos, de identidades culturales locales, de
equipamientos e infraestructuras económicas y productivas y de relaciones entre las formas
de vida rural y urbana, en el que se desarrolla la sociedad colombiana y hacia donde debe
tender el modelo de Estado Republicano Unitario. En tal sentido la creación y el desarrollo
de Regiones de Planeación y Gestión, Regiones Administrativas y de Planificación, y la
regionalización de competencias y recursos públicos se enmarcan en una visión del
desarrollo hacia la complementariedad, con el fin de fortalecer la unidad nacional.
6. Sostenibilidad.
El ordenamiento territorial conciliará el crecimiento económico, la sostenibilidad fiscal, la
equidad social y la sostenibilidad ambiental, para garantizar adecuadas condiciones de vida
de la población.
7. Participación.
La política de ordenamiento territorial promoverá la participación, concertación y
cooperación para que los ciudadanos tomen parte activa en las decisiones que inciden en la
orientación y organización territorial.
8. Solidaridad y equidad territorial.
Con el fin de contribuir al desarrollo armónico del territorio colombiano, la Nación, las
entidades territoriales y las figuras de integración territorial de mayor capacidad política,
económica y fiscal, apoyarán aquellas entidades de menor desarrollo relativo, en procura de
garantizar el acceso equitativo a las oportunidades y beneficios del desarrollo, para elevar la
calidad de vida de la población.
9. Diversidad.
El ordenamiento territorial reconoce las diferencias geográficas, institucionales,
económicas, sociales, étnicas y culturales del país, como fundamento de la unidad e
identidad nacional, la convivencia pacífica y la dignidad humana.
10. Gradualidad y flexibilidad.
El ordenamiento territorial reconoce la diversidad de las comunidades y de las áreas
geográficas que componen el país, por tanto, ajustará las diferentes formas de división
territorial. Las entidades e instancias de integración territorial se adaptarán
progresivamente, para lo cual podrán asignárseles las competencias y recursos que les
permitan aumentar su capacidad planificadora, administrativa y de gestión.
En el caso de las instancias de integración, las competencias y recursos serán asignados por
las respectivas entidades territoriales que las componen.

11. Prospectiva.
El ordenamiento territorial estará orientado por una visión compartida de país a largo plazo,
con propósitos estratégicos que guíen el tipo de organización territorial requerida.
12. Paz y convivencia.
El ordenamiento territorial promoverá y reconocerá los esfuerzos de convivencia pacífica
en el territorio e impulsará políticas y programas de desarrollo para la construcción de la
paz, el fortalecimiento del tejido social y la legitimidad del Estado.
13. Asociatividad.
El ordenamiento territorial propiciará la formación de asociaciones entre las entidades
territoriales e instancias de integración territorial para producir economías de escala,
generar sinergias y alianzas competitivas, para la consecución de objetivos de desarrollo
económico y territorial comunes.
14. Responsabilidad y transparencia.
Las autoridades del nivel nacional y territorial promoverán de manera activa el control
social de la gestión pública incorporando ejercicios participativos en la planeación,
ejecución y rendición final de cuentas, como principio de responsabilidad política y
administrativa de los asuntos públicos.
15. Equidad social y equilibrio territorial.
La ley de ordenamiento territorial reconoce los desequilibrios en el desarrollo económico,
social y ambiental que existen entre diferentes regiones geográficas de nuestro país y
buscará crear instrumentos para superar dichos desequilibrios. Por ello la Nación y las
entidades territoriales propiciarán el acceso equitativo de todos los habitantes del territorio
colombiano a las oportunidades y beneficios del desarrollo, buscando reducir los
desequilibrios enunciados. Así mismo, los procesos de ordenamiento procurarán el
desarrollo equilibrado de las diferentes formas de división territorial.
16. Economía y buen gobierno.
La organización territorial del Estado deberá garantizar la planeación y participación
decisoria de los entes territoriales en el desarrollo de sus regiones, autosostenibilidad
económica, el saneamiento fiscal y la profesionalización de las administraciones
territoriales, por lo que se promoverán mecanismos asociativos que privilegien la
optimización del gasto público y el buen gobierno en su conformación y funcionamiento.
La ley determinará los principios de economía y buen gobierno mínimos que deberán
garantizar los departamentos, los distritos, los municipios, las áreas metropolitanas, sus
descentralizadas, así como cualquiera de las diferentes alternativas de asociación, contratos
o convenios plan o delegaciones previstas en la presente ley.
17. Multietnicidad.
Para que los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, los raizales y la
población ROM ejerzan su derecho de planeación y gestión dentro de la entidad territorial
respectiva en armonía y concordancia con las demás comunidades y entidades territoriales.
Artículo 9°. Objeto.
El Estado promoverá procesos asociativos entre entidades territoriales para la libre y
voluntaria conformación de alianzas estratégicas que impulsen el desarrollo autónomo y
autosostenible de las comunidades.
La definición de políticas y modos de gestión regional y subregional no estará limitada a la
adición de entidades de planeación y gestión e incluirá alternativas flexibles.
Igualmente, el Estado promoverá procesos asociativos entre entidades territoriales
nacionales y las de países vecinos y fronterizos tendientes a la conformación de alianzas
estratégicas que promuevan el desarrollo social, económico y cultural.
El Gobierno Nacional promoverá la conformación de esquemas asociativos a través de
incentivos a las regiones administrativas y de planificación, regiones de planeación y
gestión, provincias administrativas y de planificación, áreas metropolitanas y entidades
territoriales económicamente desarrolladas, para que se asocien con las más débiles, a fin
de hacer efectivos los principios de solidaridad, equidad territorial, equidad social,
sostenibilidad ambiental y equilibrio territorial previstos en los numerales 8 y 15 del
artículo 3° de la presente ley.
El Gobierno Nacional promoverá la asociación de las Corporaciones Autónomas
Regionales, CAR, para diseñar y ejecutar programas de protección ambiental y en especial
de cuidado de las zonas productoras de agua para que con recurso de esta se puedan
proteger ecosistemas estratégicos y desarrollar programas de mitigación de riesgo. En
desarrollo de esta tarea, las Corporaciones Autónomas Regionales podrán hacer inversión
por fuera de su jurisdicción en cumplimiento de los convenios adelantados entre las
mismas.
Parágrafo.
En concordancia con lo previsto en el numeral 16 del artículo 31 de la Ley 99 de 1993 y el
artículo 39 del Decreto 2372 de 2010, las Corporaciones Autónomas Regionales podrán
declarar áreas protegidas.
Los incentivos a los que se refieren los incisos 4° y 5° del presente artículo serán fijados
por el Gobierno Nacional.
El Gobierno Nacional fortalecerá las asociaciones de departamentos, municipios y distritos
ya creadas y promoverá la creación de otros esquemas asociativos.
Artículo 10. Esquemas asociativos territoriales.
Constituirán esquemas asociativos territoriales las regiones administrativas y de
planificación, las regiones de planeación y gestión, las asociaciones de departamentos, las
áreas metropolitanas, las asociaciones de distritos especiales, las provincias administrativas
y de planificación, y las asociaciones de municipios.
Artículo 26. Definición de competencia.
Para los efectos de la presente ley, se entiende por competencia la facultad o poder jurídico
que tienen la Nación, las entidades territoriales y las figuras de integración territorial para
atender de manera general responsabilidades estatales.
Artículo 27. Principios del ejercicio de competencias.
Además de los que el artículo 209 de la Constitución Política contempla como comunes de
la función administrativa, son principios rectores del ejercicio de competencias, los
siguientes:
1. Coordinación. La Nación y las entidades territoriales deberán ejercer sus competencias
de manera articulada, coherente y armónica. En desarrollo de este principio, las entidades
territoriales y demás esquemas asociativos se articularán, con las autoridades nacionales y
regionales, con el propósito especial de garantizar los derechos fundamentales de los
ciudadanos como individuos, los derechos colectivos y del medio ambiente establecidos en
la Constitución Política.
2. Concurrencia. La Nación y las entidades territoriales desarrollarán oportunamente
acciones conjuntas en busca de un objeto común, cuando así esté establecido, con respeto
de su autonomía.
3. Subsidiariedad. La Nación, las entidades territoriales y los esquemas de integración
territorial apoyarán en forma transitoria y parcial en el ejercicio de sus competencias, a las
entidades de menor categoría fiscal, desarrollo económico y social, dentro del mismo
ámbito de la jurisdicción territorial, cuando se demuestre su imposibilidad de ejercer
debidamente determinadas competencias. El desarrollo de este principio estará sujeto a
evaluación y seguimiento de las entidades del nivel nacional rectora de la materia. El
Gobierno Nacional desarrollará la materia en coordinación con los entes territoriales.
4. Complementariedad. Para completar o perfeccionar la prestación de servicios a su
cargo, y el desarrollo de proyectos regionales, las entidades territoriales podrán utilizar
mecanismos como los de asociación, cofinanciación, delegación y/o convenios.
5. Eficiencia. La Nación, las entidades territoriales y los esquemas de integración territorial
garantizarán que el uso de los recursos públicos y las inversiones que se realicen en su
territorio, produzcan los mayores beneficios sociales, económicos y ambientales.
6. Equilibrio entre competencias y recursos. Las competencias se trasladarán, previa
asignación de los recursos fiscales para atenderlas de manera directa o asociada.
7. Gradualidad. La asunción de competencias asignadas por parte de las entidades
territoriales se efectuará en forma progresiva y flexible, de acuerdo con las capacidades
administrativas y de gestión de cada entidad.
8. Responsabilidad. La Nación, las entidades territoriales y las figuras de integración
territorial asumirán las competencias a su cargo previendo los recursos necesarios sin
comprometer la sostenibilidad financiera del ente territorial, garantizando su manejo
transparente.
LEY 388 DE 1997 (Ordinaria)
Artículo 2.- Principios. El ordenamiento del territorio se fundamenta en los siguientes
principios:
1. La función social y ecológica de la propiedad.
2. La prevalencia del interés general sobre el particular.
3. La distribución equitativa de las cargas y los beneficios.
Artículo 4.- Participación democrática. En ejercicio de las diferentes actividades que
conforman la acción urbanística, las administraciones municipales, distritales y
metropolitanas deberán fomentar la concertación entre los intereses sociales, económicos y
urbanísticos, mediante la participación de los pobladores y sus organizaciones. Decreto
Nacional 150 de 1999
Esta concertación tendrá por objeto asegurar la eficacia de las políticas públicas respecto de
las necesidades y aspiraciones de los diversos sectores de la vida económica y social
relacionados con el ordenamiento del territorio municipal, teniendo en cuenta los principios
señalados en el artículo 2 de la presente Ley.
La participación ciudadana podrá desarrollarse mediante el derecho de petición, la
celebración de audiencias públicas, el ejercicio de la acción de cumplimiento, la
intervención en la formulación, discusión y ejecución de los planes de ordenamiento y en
los procesos de otorgamiento, modificación, suspensión o revocatoria de las licencias
urbanísticas, en los términos establecidos en la ley y sus reglamentos.
parágrafo. El gobierno nacional reglamentará los mecanismos que permitan garantizar la
participación democrática en la formulación de los planes de ordenamiento territorial.
Artículo 5.- Concepto. El ordenamiento del territorio municipal y distrital comprende un
conjunto de acciones político-administrativas y de planificación física concertadas,
emprendidas por los municipios o distritos y áreas metropolitanas, en ejercicio de la
función pública que les compete, dentro de los límites fijados por la Constitución y las
leyes, en orden a disponer de instrumentos eficientes para orientar el desarrollo del
territorio bajo su jurisdicción y regular la utilización, transformación y ocupación del
espacio, de acuerdo con las estrategias de desarrollo socioeconómico y en armonía con el
medio ambiente y las tradiciones históricas y culturales. Reglamentado por el Decreto
Nacional 879 de 1998
Artículo 6.- Objeto. El ordenamiento del territorio municipal y distrital tiene por objeto
complementar la planificación económica y social con la dimensión territorial, racionalizar
las intervenciones sobre el territorio y orientar su desarrollo y aprovechamiento sostenible,
mediante:
1. La definición de las estrategias territoriales de uso, ocupación y manejo del suelo, en
función de los objetivos económicos, sociales, urbanísticos y ambientales.
2. El diseño y adopción de los instrumentos y procedimientos de gestión y actuación que
permitan ejecutar actuaciones urbanas integrales y articular las actuaciones sectoriales que
afectan la estructura del territorio municipal o distrital.
3. La definición de los programas y proyectos que concretan estos propósitos.
El ordenamiento del territorio municipal y distrital se hará tomando en consideración las
relaciones intermunicipales, metropolitanas y regionales; deberá atender las condiciones de
diversidad étnica y cultural, reconociendo el pluralismo y el respeto a la diferencia; e
incorporará instrumentos que permitan regular las dinámicas de transformación territorial
de manera que se optimice la utilización de los recursos naturales y humanos para el logro
de condiciones de vida dignas para la población actual y las generaciones
futuras. Reglamentado por el Decreto Nacional 879 de 199
Artículo 9.- Plan de Ordenamiento Territorial. El plan de ordenamiento territorial que los
municipios y distritos deberán adoptar en aplicación de la presente Ley, al cual se refiere el
artículo 41 de la Ley 152 de 1994, es el instrumento básico para desarrollar el proceso de
ordenamiento del territorio municipal. Se define como el conjunto de objetivos, directrices,
políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas adoptadas para orientar y
administrar el desarrollo físico del territorio y la utilización del suelo. Los planes de
ordenamiento del territorio se denominarán:
a) Planes de ordenamiento territorial: elaborados y adoptados por las autoridades de los
distritos y municipios con población superior a los 100.000 habitantes;
b) Planes básicos de ordenamiento territorial: elaborados y adoptados por las autoridades de
los municipios con población entre 30.000 y 100.000 habitantes;
c) Esquemas de ordenamiento territorial: elaborados y adoptados por las autoridades de los
municipios con población inferior a los 30.000 habitantes.
Parágrafo. - Cuando la presente Ley se refiera a planes de ordenamiento territorial se
entenderá que comprende todos los tipos de planes previstos en el presente artículo, salvo
cuando se haga su señalamiento específico como el plan señalado en el literal a) del
presente artículo.
Artículo 10. determinantes de ordenamiento territorial y su orden de prevalencia.
En la elaboración y adopción de sus planes de ordenamiento territorial, los municipios y
distritos deberán tener en cuenta las siguientes determinantes, que constituyen normas de
superior jerarquía en sus propios ámbitos de competencia, de acuerdo con la Constitución y
las leyes.
1. Nivel 1. Las determinantes relacionadas con la conservación, la protección del ambiente
y los ecosistemas, el ciclo del agua, los recursos naturales, la prevención de amenazas y
riesgos de desastres, la gestión del cambio climático y la soberanía alimentaria.
a) Las directrices, normas y reglamentos expedidos en ejercicio de sus respectivas
facultades legales por las entidades del Sistema Nacional Ambiental en los aspectos
relacionados con el ordenamiento espacial del territorio, de acuerdo con la Ley 99 de 1993
y el Código de Recursos Naturales y demás normativa concordante, tales como las
limitaciones derivadas de estatuto de zonificación de uso adecuado del territorio y las
regulaciones nacionales sobre uso del suelo en lo concerniente exclusivamente a sus
aspectos ambientales.
b) Las disposiciones que reglamentan el uso y funcionamiento de las áreas que integran el
sistema de parques nacionales naturales y las reservas forestales nacionales.
c) Las regulaciones sobre conservación, preservación, uso y manejo del ambiente y de los
recursos naturales renovables, en especial en las zonas marinas y costeras y los ecosistemas
estratégicos; las disposiciones producidas por la Corporación Autónoma Regional o la
autoridad ambiental de la respectiva jurisdicción en cuanto a la reserva, alindamiento,
administración o sustracción de los distritos de manejo integrado, los distritos de
conservación de suelos, y las reservas forestales; a la reserva, alindamiento y
administración de los parques naturales de carácter regional; las normas y directrices para
el manejo de las cuencas hidrográficas expedidas por la Corporación Autónoma Regional o
la autoridad ambiental de la respectiva jurisdicción, y las directrices y normas expedidas
por las autoridades ambientales para la conservación de las áreas de especial importancia
ecosistémica.
d) Las políticas, directrices y regulaciones sobre prevención de amenazas y riesgos de
desastres, el señalamiento y localización de las áreas de riesgo para asentamientos
humanos, así como las estrategias de manejo de zonas expuestas a amenazas y riesgos
naturales, y las relacionadas con la gestión del cambio climático.
e) El Análisis Situacional y la Evaluación Ambiental Estratégica del departamento de La
Guajira, que realizará el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en coordinación
con las demás entidades del orden nacional y territorial competentes, instrumentos que
serán vinculantes y configurarán determinante ambiental para la conservación, la
protección del ambiente y los ecosistemas, el ciclo del agua, los recursos naturales, la
prevención de amenazas y riesgos de desastres, la gestión del cambio climático y la
soberanía alimentaria.
(Literal e), Adicionado por el Art. 6 del Decreto 1277 de 2023)
2. Nivel 2. Las áreas de especial interés para proteger el derecho humano a la alimentación
de los habitantes del territorio nacional localizadas dentro de la frontera agrícola, en
particular, las incluidas en las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos,
declaradas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, de acuerdo con los criterios
definidos por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria - UPRA, y en la zonificación
de los planes de desarrollo sostenible de las Zonas de Reserva Campesina constituidas por
el Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Tierras - ANT. Lo anterior, en coordinación
con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y el Ministerio de Vivienda, Ciudad
y Territorio
3. Nivel 3. Las políticas, directrices y regulaciones sobre conservación, preservación y uso
de las áreas e inmuebles consideradas como patrimonio cultural de la Nación y de los
departamentos, incluyendo el histórico, artístico, arqueológico y arquitectónico, de
conformidad con la legislación correspondiente.
4. Nivel 4. El señalamiento y localización de las infraestructuras básicas relativas a la red
vial nacional y regional; fluvial, red férrea, puertos y aeropuertos; infraestructura logística
especializada definida por el nivel nacional y regional para resolver intermodalidad, y
sistemas de abastecimiento de agua, saneamiento y suministro de energía y gas, e internet.
En este nivel también se considerarán las directrices de ordenamiento para las áreas de
influencia de los referidos usos.
Nivel 5. Los componentes de ordenamiento territorial de los planes integrales de desarrollo
metropolitano, en cuanto se refieran a hechos metropolitanos, así como las normas
generales que establezcan los objetivos y criterios definidos por las áreas metropolitanas en
los asuntos de ordenamiento del territorio municipal, de conformidad con lo dispuesto por
la Ley 1625 de 2013 y la presente Ley.
Nivel 6. Los Proyectos Turísticos Especiales e infraestructura asociada, definidos por el
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Parágrafo primero. El Departamento Nacional de Planeación, en coordinación con el
Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi
definirá, en el término de un año, el procedimiento para el desarrollo, actualización y
disposición de la información documental técnica, jurídica y geoespacial de las
determinantes. Para tal efecto, considerarán el Modelo de datos de administración del
territorio definido por el Sistema de Administración del Territorio (SAT), para que las
entidades competentes para su expedición, las delimiten geográficamente con su respectiva
zonificación y restricciones de uso. Asimismo, definirán los parámetros para que las
entidades responsables de la expedición de las determinantes implementen mecanismos de
coordinación entre estas, y con los entes territoriales en el marco de su autonomía,
conforme a las prevalencias aquí indicadas, y de adecuación y adopción en los Planes de
Ordenamiento Territorial de acuerdo con las particularidades y capacidades de los contextos
territoriales.
Parágrafo segundo. Los agentes públicos y privados a cargo de planes y proyectos con
desarrollo físico espacial en el territorio estarán obligados a cumplir con las determinantes
de ordenamiento territorial y sus prevalencias desde la prefactibilidad de estos.
Los departamentos, municipios, distritos y esquemas asociativos territoriales acatarán con
carácter de obligatorio cumplimiento las determinantes de ordenamiento territorial durante
las etapas de formulación e implementación de sus instrumentos de ordenamiento
territorial.
Parágrafo tercero. Para los territorios y territorialidades indígenas y para los territorios
colectivos de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras los
determinantes del ordenamiento del territorio, indicados en este artículo, respetarán y
acatarán los principios de la Palabra de Vida, Leyes de Origen, Derecho Mayor, Derecho
Propio de cada pueblo y/o comunidad Indígena, negra, afrocolombiana, raizal y palenquera.
En todo caso, los fundamentos definidos por los pueblos y comunidades indígenas serán
vinculantes para todos los actores públicos y privados en sus territorios y territorialidades.
Artículo 21.- Armonía con el plan de desarrollo del municipio. El plan de ordenamiento
territorial define a largo y mediano plazo un modelo de ocupación del territorio municipal y
distrital, señalando su estructura básica y las acciones territoriales necesarias para su
adecuada organización, el cual estará vigente mientras no sea modificado o sustituido. En
tal sentido, en la definición de programas y proyectos de los planes de desarrollo de los
municipios se tendrán en cuenta las definiciones de largo y mediano plazo de ocupación del
territorio.
Artículo 22.- De la participación comunal en el ordenamiento del territorio.
Para efectos de organizar la participación comunal en la definición del contenido urbano
del plan de ordenamiento, las autoridades municipales o distritales podrán delimitar en el
área comprendida dentro del perímetro urbano, los barrios o agrupamientos de barrios
residenciales usualmente reconocidos por sus habitantes como referentes de su localización
en la ciudad y que definen su pertenencia inmediata a un ámbito local o vecinal. Lo
pertinente regirá para la participación comunitaria en la definición del contenido rural, caso
en el cual la división territorial se referirá a veredas o agrupaciones de veredas.
En el curso de la formulación y concertación de los planes de ordenamiento territorial, las
organizaciones cívicas debidamente reconocidas de dichos agrupamientos de barrios o
veredas, a través de mecanismos democráticos que aseguren la representatividad de los
elegidos, podrán designar representantes para que transmitan y pongan a consideración sus
propuestas sobre los componentes urbano y rural del plan.
Una vez surtido el proceso de adopción o revisión del plan, estas mismas organizaciones
cívicas mantendrán su participación en el ordenamiento del territorio en los siguientes
eventos:
1. Para proponer, en los casos excepcionales que consideren las normas urbanísticas
generales, la asignación específica de usos y aprovechamientos del suelo en micro zonas de
escala vecinal, esto es, en los casos donde el efecto se limite exclusivamente a sus
respectivos territorios y no contraríen las normas estructurales. En las zonas exclusivamente
residenciales estas propuestas podrán referirse a normas de paisajismo, regulaciones al
tránsito vehicular y demás previsiones tendientes al mantenimiento de la tranquilidad de la
zona, siempre y cuando no se afecte el uso del espacio público, de acuerdo con las normas
generales.
2. Para formular y proponer planes parciales para actuaciones urbanísticas dentro de su
área, de acuerdo con las previsiones y autorizaciones del componente urbano del plan.
3. Para ejercer acciones de veeduría ciudadana que garanticen el cumplimiento o impidan la
violación de las normas establecidas, a través de procedimientos acordes con las políticas
locales de descentralización.
LEY 1617 DE 2013 (Ordinaria)
Artículo 2°. Régimen aplicable.
Los distritos son entidades territoriales organizadas de conformidad con lo previsto en la
Constitución Política, que se encuentran sujetos a un régimen especial, en virtud del cual
sus órganos y autoridades gozan de facultades especiales diferentes a las contempladas
dentro del régimen ordinario aplicable a los demás municipios del país, así como del que
rige para las otras entidades territoriales establecidas dentro de la estructura político-
administrativa del Estado colombiano.
En todo caso las disposiciones de carácter especial prevalecerán sobre las de carácter
general que integran el régimen ordinario de los municipios y/o de los otros entes
territoriales; pero en aquellos eventos no regulados por las normas especiales, o que no se
hubieren remitido expresamente a las disposiciones aplicables a alguno de los otros tipos de
entidades territoriales, previstas en la Constitución Política, la ley, ni a las que está sujeto el
Distrito Capital de Bogotá, estos se sujetarán a las disposiciones previstas para los
municipios.
Parágrafo.
Las disposiciones contenidas en la presente ley son aplicables a todos los distritos creados y
que se creen, a excepción del Distrito Capital de Bogotá.
Artículo 4°. Autoridades.
El gobierno y la administración del distrito están a cargo de:
1. El Concejo Distrital.
2. El alcalde Distrital.
3. Los alcaldes y las Juntas Administradoras Locales.
4. Las entidades que el Concejo, a iniciativa del alcalde Distrital, cree y organice.
Parágrafo.
Son organismos de control y vigilancia la Personería Distrital y la Contraloría Distrital.
Artículo 21. Plan de Desarrollo Distrital.
La administración distrital contará durante el período de gobierno con un Plan de
Desarrollo elaborado de acuerdo con los principios constitucionales y legales vigentes. El
Plan de Desarrollo Distrital será el eje sobre el cual se formularán y elaborarán los demás
planes sectoriales del distrito.
Los distritos elaborarán los Planes de Desarrollo Distritales en concordancia con el Plan de
Desarrollo Departamental y en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo, según la ley
orgánica de la materia.
Parágrafo.
Si el Plan de Desarrollo Departamental incluye acciones o proyectos en el territorio distrital
estas deben ser concertadas previamente con el alcalde distrital.
Artículo 23. Plan de Ordenamiento Territorial Distrital.
El ordenamiento territorial comprende el conjunto de acciones político-administrativas y de
planificación física concertadas, emprendidas por el distrito en ejercicio de la función
pública que le compete dentro de los límites fijados por la Constitución y la ley y en orden
a disponer de instrumentos eficientes para orientar el ordenamiento territorial en su
jurisdicción.
Le corresponde al alcalde distrital adelantar los trámites relacionados con la formulación y
proceso de adopción del Plan de Ordenamiento Territorial Distrital, previo a su
presentación al concejo distrital para su aprobación.
El contenido de los Planes de Ordenamiento Territorial, así como el procedimiento para su
formulación y adopción se regirá por lo dispuesto en la presente ley, en las Leyes 388 de
1997 y 902 de 2004 o las normas que las adicionen, modifiquen o sustituyan, sus decretos
reglamentarios.
Parágrafo.
El Plan de Ordenamiento Territorial Distrital respetará los derechos adquiridos con
anterioridad a esta ley, en materia de usos de suelos, salvo los terrenos que puedan ser
expropiados administrativamente, mediante enajenación forzosa.
Artículo 34.
Los distritos estarán divididos en localidades, de acuerdo con las características sociales de
sus habitantes, con homogeneidad relativa desde el punto de vista geográfico, social,
cultural y económico.
Artículo 36. Autoridades distritales y locales.
Cada localidad estará sometida, en los términos establecidos en esta ley y los acuerdos
distritales, a la autoridad del alcalde distrital, de una junta administradora y del respectivo
alcalde local.
A las autoridades locales les compete la gestión de los asuntos propios de su territorio, y a
las distritales garantizar el desarrollo y ordenamiento armónico e integrado de la entidad
territorial.
Artículo 39.
Cada localidad tendrá un alcalde local, que será nombrado por el alcalde distrital de terna
elaborada por la correspondiente Junta Administradora Local, en asamblea pública, citada
por el alcalde distrital y que deberá tener quórum con no menos del ochenta por ciento
(80%) de sus miembros.
Para la integración de la terna se usará el sistema de cociente electoral.
Luego de crearse las localidades, el alcalde distrital en un término no mayor de dos (2)
meses hará la primera citación a tal asamblea y en los períodos sucesivos de posteriores
administraciones distritales, se harán dentro de los dos (2) primeros meses luego de la
posesión de cada alcalde distrital.
Artículo 79. De los bienes de uso público.
El manejo y administración de los bienes de uso público que existan en jurisdicción del
distrito, susceptibles de explotación turística, ecoturística, industrial, histórica, recreativa y
cultural, corresponde a las autoridades del orden distrital, el cual se ejercerá conforme a las
disposiciones legales vigentes.
Se exceptúan las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales y las que por
competencia corresponden a la Dimar.
Artículo 107. Del manejo, recuperación, fomento y conservación de los cuerpos de
aguas y lagunas interiores.
De conformidad con las políticas y regulaciones ambientales de orden legal, el Concejo
Distrital de Cartagena de Indias, a iniciativa del alcalde distrital, expedirá las normas que
reglamenten lo relativo a la recuperación sanitaria del sistema de caños y lagunas interiores
de la ciudad, mediante acuerdo que deberá adoptarse previo concepto técnico obligatorio de
la Dirección General Marítima y en coordinación con las autoridades ambientales con
jurisdicción en el Distrito de Cartagena.
Así mismo, de conformidad con las políticas y regulaciones ambientales del orden legal,
deberán señalarse las obras de relleno y dragado que resulten indispensables para la
recuperación de esta área, cuya destinación y uso deberá realizarse conforme a la
normatividad vigente.
Parágrafo.
Para tales propósitos, en cada vigencia presupuestal el Gobierno Nacional asignará partidas
de inversión, dando prioridad a la asignación de recursos para la recuperación de los
cuerpos de agua y su navegabilidad y el uso del transporte acuático y conectividad de la
ciudad que se requieran, así como las infraestructuras, mejoramiento y acondicionamiento.
Artículo 124. Competencia ambiental.
La competencia ambiental deberá ceñirse a lo consagrado en los artículos 79 y 80 de la
Constitución. El Concejo Distrital, a iniciativa del alcalde, de acuerdo con lo establecido en
el artículo 313 de la Constitución Política creará un Establecimiento Público, que
desempeñará las funciones de autoridad ambiental en la jurisdicción del distrito, el cual
contará con un consejo directivo conformado por:
1. El Gobernador del Departamento.
2. El alcalde del Distrito.
3. El ministro del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial o su delegado.
4. El director del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras.
5. El director de la Dirección General Marítima o su delegado.
6. El director de la Corporación Autónoma Regional.
7. Un representante del sector privado, elegido por los gremios.
8. Dos representantes de las entidades sin ánimo de lucro que tengan jurisdicción en el
distrito y cuyo objeto principal sea la protección del medio ambiente y los recursos
naturales renovables, elegido de la misma forma que los delegados de las Corporaciones
Autónomas Regionales.
9. Un representante de las comunidades negras.
10. Un representante de las comunidades indígenas.
Parágrafo 1°.
La jurisdicción de la autoridad ambiental que se crea en el marco de este artículo es toda la
zona urbana y suburbana del Distrito de Buenaventura en su condición de distrito
biodiverso.
Parágrafo 2°.
Con la finalidad de garantizar la sostenibilidad financiera de la autoridad ambiental creada
en el marco de este artículo, destínese para el sostenimiento y desarrollo de proyectos
acordes con la misión de estas, los recursos de transferencias del sector eléctrico creados en
el marco del artículo 45 de la Ley 99 de 1993, los de sobretasa ambiental contemplados en
el artículo 44 de la Ley 99 de 1993, que actualmente el Distrito de Buenaventura transfiere
a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca.
Parágrafo 3°.
El Concejo Distrital determinará el régimen de patrimonio y rentas complementarias de las
autoridades a que hace referencia el presente artículo garantizando la suficiencia
presupuestal para el correcto cumplimiento de sus funciones, sin perjuicios de otros
recursos que determine la ley.
Parágrafo 4°.
Las funciones de la autoridad ambiental que se crea en el marco de esta ley son las
establecidas en el artículo 66 de la Ley 99 de 1993

Artículo 125. Proyectos en Zonas de Parques y Áreas Protegidas.


En las áreas de Parques Nacionales Naturales, ubicadas en jurisdicción del distrito, podrán
desarrollarse, además de las previstas en la normativa ambiental vigente, actividades
ecoturísticas que garanticen la conservación ecológica, prevengan el deterioro ambiental,
protejan el ecosistema y que procuren el mantenimiento de la biodiversidad e integridad del
ambiente, de acuerdo con la capacidad de carga de los ecosistemas.
Estos proyectos contendrán planes especiales para el manejo y aprovechamiento de los
recursos naturales, de manera que se garantice su desarrollo sostenible.
Artículo 126. Planes de manejo.
La autoridad ambiental creada en el marco de esta ley debe definir, en asocio con el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el plan de manejo de los manglares,
acuíferos y esteros en el área de jurisdicción de la autoridad ambiental.
Artículo 128. Competencias en materia de playas.
La atribución para otorgar permisos en relación con la ocupación de playas con fines
turísticos, culturales, artísticos o recreativos estará en cabeza del alcalde distrital. Estas
atribuciones se ejercerán conforme a la normatividad ambiental y las demás normas
vigentes que regulen la materia y teniendo previo concepto técnico favorable emanado por
la Dimar, la Corporación Autónoma Regional y el Ministerio de Ambiente, Vivienda,
Ciudad y Territorio.
Parágrafo.
Lo dispuesto en el presente artículo se hará sin perjuicio de las licencias, permisos,
concesiones o autorizaciones previstas en la normatividad ambiental y demás normas
vigentes sobre el particular.
LEY 1625 de 2013 (Orgánica)
Artículo 2°. Objeto de las Áreas Metropolitanas. Las Áreas Metropolitanas son entidades
administrativas de derecho público, formadas por un conjunto de dos o más municipios
integrados alrededor de un municipio núcleo, vinculados entre sí por dinámicas e
interrelaciones territoriales, ambientales, económicas, sociales, demográficas, culturales y
tecnológicas que para la programación y coordinación de su desarrollo sustentable,
desarrollo humano, ordenamiento territorial y racional prestación de servicios públicos
requieren una administración coordinada.

Artículo 3°. Naturaleza jurídica. Las Áreas Metropolitanas están dotadas de personería
jurídica de derecho público, autonomía administrativa, patrimonio propio, autoridad y
régimen administrativo y fiscal especial.
Artículo 4°. Conformación. Las Áreas Metropolitanas pueden integrarse por municipios
de un mismo departamento o por municipios pertenecientes a varios departamentos, en
torno a un municipio definido como núcleo.
Será municipio núcleo, la capital del departamento; en caso de que varios municipios o
distritos sean capital de departamento o ninguno de ellos cumpla dicha condición, el
municipio núcleo será el que tenga en primer término mayor categoría, de acuerdo con la
Ley 617 de 2000.
Artículo 9°. Relaciones entre el Área Metropolitana, los municipios integrantes y otras
entidades. En el marco de las funciones establecidas por la Constitución Política y la ley,
las Áreas Metropolitanas se ocuparán de la regulación de los hechos metropolitanos, y de
aquellos aspectos que por sus atribuciones o competencias le sean asignadas por ley; en
consecuencia, este será el marco de actuación de los alcances de su intervención y de la
utilización de los distintos recursos.
Parágrafo. En aras de asegurar la planificación ambiental del territorio metropolitano, las
Áreas Metropolitanas que ejerzan la competencia de autoridad ambiental, podrán establecer
comisiones conjuntas para la regulación y administración de los ecosistemas o cuencas
compartidas con otras autoridades ambientales.
LEY 152 DE 1994 (Orgánica)
Artículo 1°. Propósitos. La presente Ley tiene como propósito establecer los
procedimientos y mecanismos para la elaboración, aprobación, ejecución, seguimiento,
evaluación y control de los planes de desarrollo, así como la regulación de los demás
aspectos contemplados por el artículo 342, y en general por el capítulo 2° del título XII de
la Constitución Política y demás normas constitucionales que se refieren al plan de
desarrollo y la planificación.

Artículo 2°. Ámbito de Aplicación. La Ley orgánica del Plan de Desarrollo se aplicará a
la Nación, las entidades territoriales y los organismos públicos de todo orden.

Artículo 4°. Conformación del Plan Nacional de Desarrollo. De conformidad con lo


dispuesto por el artículo 339 de la Constitución Política, el Plan Nacional de Desarrollo
estará conformado por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas
del orden nacional.

Artículo 31. Contenido de los planes de desarrollo de las entidades territoriales. Los
planes de desarrollo de las entidades territoriales estarán conformados por una parte
estratégica y un plan de inversiones a mediano y corto plazo, en los términos y condiciones
que de manera general reglamenten las Asambleas Departamentales y los Concejos
Distritales y Municipales o las autoridades administrativas que hicieren sus veces,
siguiendo los criterios de formulación establecidos en la presente Ley.

Las autoridades de las entidades territoriales indígenas definirán en los alcances y los
procedimientos para la elaboración, aprobación, ejecución, evaluación y seguimiento de los
planes, de acuerdo con sus usos y costumbres, atendiendo los principios generales de esta
Ley y haciendo compatibles los tiempos de presentación y la articulación con los procesos
presupuestales, de tal manera que se logre la coordinación y concertación de la planeación
con las autoridades de las demás entidades territoriales y con la Nación.

Artículo 32. Alcance de la planeación en las entidades territoriales. Las entidades


territoriales tienen autonomía en materia de planeación del desarrollo económico, social y
de la gestión ambiental, en el marco de las competencias, recursos y responsabilidades que
les ha atribuido la Constitución y la ley.
Artículo 36. En materia de elaboración, aprobación, ejecución, seguimiento y evaluación
de los planes de desarrollo de las entidades territoriales, se aplicarán, en cuanto sean
compatibles, las mismas reglas previstas en esta Ley para el Plan Nacional de Desarrollo.

Artículo 38. Los planes de las entidades territoriales. Se adoptarán con el fin de
garantizar el uso eficiente de los recursos y el desempeño adecuado de sus funciones. La
concertación de que trata el artículo 339 de la Constitución procederá cuando se trate de
programas y proyectos de responsabilidad compartida entre la Nación y las entidades
territoriales, o que deban ser objeto de cofinanciación

Artículo 41. Planes de acción en las entidades territoriales. Con base en los planes
generales departamentales o municipales aprobados por el correspondiente Concejo o
Asamblea, cada secretaría y departamento administrativo preparará, con la coordinación de
la oficina de planeación, su correspondiente plan de acción y lo someterá a la aprobación
del respectivo Consejo de Gobierno departamental, distrital o municipal. En el caso de los
sectores financiados con transferencias nacionales, especialmente educación y salud, estos
planes deberán ajustarse a las normas legales establecidas para dichas transferencias.

Artículo 47. Funciones especiales de las Regiones de Planificación en relación con el plan
de desarrollo. Además de las funciones para las cuales fueron creadas, corresponderá a las
regiones de planificación legalmente existentes a la fecha de vigencia de esta Ley,
contribuir a que haya la debida coherencia y articulación entre la planeación nacional y la
de las entidades territoriales, así como promover y preparar planes y programas que sean de
interés mutuo de la Nación y de los departamentos, asesorar técnica y administrativamente
a las oficinas de planeación departamentales, y apoyar los procesos de descentralización.
Así mismo, les corresponderá ejercer las funciones y atribuciones que esta Ley asigna
expresamente a las regiones administrativas y de planificación hasta su transformación en
éstas.

LEY 1523 DE 2012 (Ordinaria)


Artículo 1°. De la gestión del riesgo de desastres. La gestión del riesgo de desastres, en
adelante la gestión del riesgo, es un proceso social orientado a la formulación, ejecución,
seguimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones,
instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del
riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la seguridad,
el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible.

Artículo 2°. De la responsabilidad. La gestión del riesgo es responsabilidad de todas las


autoridades y de los habitantes del territorio colombiano.

En cumplimiento de esta responsabilidad, las entidades públicas, privadas y comunitarias


desarrollarán y ejecutarán los procesos de gestión del riesgo, entiéndase: conocimiento del
riesgo, reducción del riesgo y manejo de desastres, en el marco de sus competencias, su
ámbito de actuación y su jurisdicción, como componentes del Sistema Nacional de Gestión
del Riesgo de Desastres.

Por su parte, los habitantes del territorio nacional, corresponsables de la gestión del riesgo,
actuarán con precaución, solidaridad, autoprotección, tanto en lo personal como en lo de
sus bienes, y acatarán lo dispuesto por las autoridades.

Artículo 5°. Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. El Sistema Nacional de
Gestión del Riesgo de Desastres, en adelante, y para efectos de la presente ley, sistema
nacional, es el conjunto de entidades públicas, privadas y comunitarias, de políticas,
normas, procesos, recursos, planes, estrategias, instrumentos, mecanismos, así como la
información atinente a la temática, que se aplica de manera organizada para garantizar la
gestión del riesgo en el país.

Artículo 32. Planes de Gestión del Riesgo. Los tres niveles de gobierno formularán e
implementarán planes de gestión del riesgo para priorizar, programar y ejecutar acciones
por parte de las entidades del sistema nacional, en el marco de los procesos de
conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y de manejo del desastre, como parte del
ordenamiento territorial y del desarrollo, así como para realizar su seguimiento y
evaluación.

Artículo 33. Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Es el instrumento que
define los objetivos, programas, acciones, responsables y presupuestos, mediante las cuales
se ejecutan los procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y de manejo de
desastres, en el marco de la planificación del desarrollo nacional.

Artículo 35. Estrategia Nacional para la Respuesta a Emergencias. La estrategia nacional


para la respuesta a emergencias es el marco de actuación de las entidades del sistema
nacional de gestión del riesgo para la reacción y atención de emergencias. Se refiere a todos
los aspectos que deben activarse por las entidades en forma individual y colectiva con el
propósito de ejecutar la respuesta a emergencias de manera oportuna y efectiva.

Artículo 37. Planes departamentales, distritales y municipales de gestión del riesgo y


estrategias de respuesta. Las autoridades departamentales, distritales y municipales
formularán y concertarán con sus respectivos consejos de gestión del riesgo, un plan de
gestión del riesgo de desastres y una estrategia para la respuesta a emergencias de su
respectiva jurisdicción, en armonía con el plan de gestión del riesgo y la estrategia de
respuesta nacionales. El plan y la estrategia, y sus actualizaciones, serán adoptados
mediante decreto expedido por el gobernador o alcalde, según el caso en un plazo no mayor
a noventa (90) días, posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley.

Artículo 38. Incorporación de la gestión del riesgo en la inversión pública. Todos los
proyectos de inversión pública que tengan incidencia en el territorio, bien sea a nivel
nacional, departamental, distrital o municipal, deben incorporar apropiadamente un análisis
de riesgo de desastres cuyo nivel de detalle estará definido en función de la complejidad y
naturaleza del proyecto en cuestión. Este análisis deberá ser considerado desde las etapas
primeras de formulación, a efectos de prevenir la generación de futuras condiciones de
riesgo asociadas con la instalación y operación de proyectos de inversión pública en el
territorio nacional.

Artículo 39. Integración de la gestión del riesgo en la planificación territorial y del


desarrollo. Los planes de ordenamiento territorial, de manejo de cuencas hidrográficas y de
planificación del desarrollo en los diferentes niveles de gobierno, deberán integrar el
análisis del riesgo en el diagnóstico biofísico, económico y socioambiental y, considerar, el
riesgo de desastres, como un condicionante para el uso y la ocupación del territorio,
procurando de esta forma evitar la configuración de nuevas condiciones de riesgo.

Artículo 42. Análisis específicos de riesgo y planes de contingencia. Todas las entidades
públicas o privadas encargadas de la prestación de servicios públicos, que ejecuten obras
civiles mayores o que desarrollen actividades industriales o de otro tipo que puedan
significar riesgo de desastre para la sociedad, así como las que específicamente determine
la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, deberán realizar un análisis
específico de riesgo que considere los posibles efectos de eventos naturales sobre la
infraestructura expuesta y aquellos que se deriven de los daños de la misma en su área de
influencia, así como los que se deriven de su operación. Con base en este análisis diseñará e
implementarán las medidas de reducción del riesgo y planes de emergencia y contingencia
que serán de su obligatorio cumplimiento.

Artículo 45. Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en el marco de las políticas,
estándares y tecnologías que definen la infraestructura colombiana de datos espaciales,
deberá poner en marcha, un sistema nacional de información para la gestión del riesgo de
desastres, el cual debe mantenerse actualizado y funcional mediante la integración de
contenidos de todas las entidades nacionales y territoriales, con el propósito de fomentar la
generación y el uso de la información sobre el riesgo de desastres y su reducción y la
respuesta a emergencias en el territorio nacional y ofrecer el apoyo de información que
demandan los gestores del riesgo en todos los niveles de gobierno.

Artículo 55. Desastre. Para los efectos de la presente ley, se entiende por desastre el
resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o
antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad
en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de
servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales,
económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las
condiciones normales de funcionamiento de la sociedad, que exige al Estado y al sistema
nacional ejecutar acciones de respuesta, rehabilitación y reconstrucción.

Artículo 58. Calamidad pública. Para los efectos de la presente ley, se entiende por
calamidad pública, el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios
eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias
de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia,
la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas,
materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida
en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio,
que exige al distrito, municipio, o departamento ejecutar acciones de respuesta,
rehabilitación y reconstrucción.

Artículo 61. Plan de acción específico para la recuperación. Declarada una situación de
desastre o calamidad pública y activadas las estrategias para la respuesta, la Unidad
Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en lo nacional, las gobernaciones, y
alcaldías en lo territorial, elaborarán planes de acción específicos para la rehabilitación y
reconstrucción de las áreas afectadas, que será de obligatorio cumplimiento por todas las
entidades públicas o privadas que deban contribuir a su ejecución, en los términos
señalados en la declaratoria y sus modificaciones.

Ley 1931 de 2018 (Ordinaria)

Artículo 1°Objeto. La presente ley tiene por objeto establecer las directrices para la gestión
del cambio climático en las decisiones de las personas públicas y privadas, la concurrencia
de la nación, departamentos, municipios, distritos, áreas metropolitanas y autoridades
ambientales principalmente en las acciones de adaptación al cambio climático, así como en
mitigación de gases efecto invernadero, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la
población y de los ecosistemas del país frente a los efectos del mismo y promover la
transición hacia una economía competitiva, sustentadle y un desarrollo bajo en carbono.

Artículo 4°. Sistema Nacional de Cambio Climático. El Sistema Nacional de Cambio


Climático (Sisclima), es el conjunto de políticas, normas, procesos, entidades estatales,
privadas, recursos, planes, estrategias, instrumentos, mecanismos, así como la información
atinente al cambio climático, que se aplica de manera organizada para gestionar la
mitigación de gases efecto invernadero y la adaptación al cambio climático.
La coordinación nacional del Sisclima estará a cargo de la Comisión Intersectorial de
Cambio Climático (CICC) y la regional a cargo los Nodos de Cambio Climático de cada
una de las regiones a las que se refiere el Decreto 298 de 2016, o aquel que lo modifique,
adicione o sustituya.

Adicional a las entidades que integran la Comisión Intersectorial de Cambio Climático


(CICC), harán parte de esta el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Ministerio
de Vivienda, Ciudad y Territorio y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres
y el Fondo Adaptación, sin perjuicio de otras que puedan vincularse.
Para efectos de implementar la presente disposición, el Gobierno nacional expedirá todas
las disposiciones normativas necesarias.
Parágrafo. La identificación, estructuración y gestión de proyectos desarrollada por el
Fondo Adaptación deberá acatar los lineamientos definidos por la Comisión Intersectorial
de Cambio Climático (CICC), según lo establecido en la Política nacional de cambio
climático.

Artículo 6°. Responsabilidad de la adaptación. Los ministerios que hacen parte del
Sisclima, los departamentos, municipios, distritos, las corporaciones autónomas regionales
y parques nacionales naturales de Colombia, son las entidades responsables, en el marco de
lo definido dentro de la presente ley y de sus competencias, del cumplimiento de las metas
de país de adaptación del territorio al cambio climático.

Artículo 7°. Instrumentos de los ministerios. Corresponde a los Ministerios que hacen
parte del Sisclima en el ámbito de sus competencias y, con sujeción a las decisiones
adoptadas por la Comisión Intersectorial de Cambio Climático (CICC), lo siguiente:

1. Impartir las directrices y adoptar las acciones necesarias para asegurar en el marco de sus
competencias el cumplimiento de la meta de reducción de gases de efecto invernadero,
concertada para cada sector en la CICC, y las metas de adaptación para lo relacionado con
su sector.
2. Formular e implementar los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático
Sectoriales (PIGCCS).
3. Realizar el seguimiento de los PIGCCS de acuerdo con los lineamientos que establezca
la Comisión Intersectorial de Cambio Climático para lo relacionado con el Sistema
Nacional de Información de Cambio Climático.
4. Coordinar la gestión del cambio climático en su respectivo sector.
5. Generar y recopilar, de acuerdo con lo definido por el Ideam, los insumos de información
necesarios para la actualización de los inventarios de gases de efecto invernadero, o
cualquier otro reporte que surja de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (Cmnucc), de acuerdo con la CICC, y dar cuenta del avance en los
medios de implementación en su sector con el apoyo de sus entidades de investigación y/o
planeación.
6. Presentar un informe anual sobre la implementación de los Planes Integrales de Gestión
de Cambio Climático Sectoriales ante las Comisiones Quintas de Senado y Cámara.
Parágrafo. El Gobierno nacional reglamentará el artículo 10 de la ley 388 de 1997 en el
marco de sus competencias, con el propósito de incluir dentro de

Artículo 8°. Instrumentos departamentales. Las autoridades departamentales deberán


incorporar la gestión del cambio climático dentro de sus planes de desarrollo, la que a su
vez podrá ser incorporada en otros instrumentos de planeación con que cuente el
departamento. Para el efecto, de manera conjunta con las Autoridades Ambientales
Regionales, formularán los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Territoriales
(PIGCCT) de acuerdo con su jurisdicción y realizarán el seguimiento a su implementación
de acuerdo con los lineamientos que se establezcan en el marco del Sisclima.
Parágrafo 1°. Las autoridades departamentales responsables reportarán al Sisclima el
estado de avance de sus planes, proyectos e inversiones en el marco de la gestión del
cambio climático, de acuerdo con los lineamientos que establezca la CICC y, si a ello hay
lugar, brindarán orientaciones a los municipios de la respectiva jurisdicción departamental
para que en sus procesos de planeación, gestión y ejecución de la inversión se incluya la
gestión del cambio climático, en concordancia con el correspondiente PIGCCT.
Parágrafo 2°. Los departamentos implementarán medidas de mitigación de Gases de
Efecto Invernadero en materia de transporte e infraestructura, desarrollo agropecuario,
energía, vivienda y saneamiento, así como en comercio, industria y turismo, todo ello de
acuerdo con sus competencias y según los lineamientos de los PIGCCS definidos por los
respectivos ministerios.
Parágrafo 3°. Los departamentos con territorio costero incluirán, en el marco de sus
competencias y bajo los principios de coordinación, concurrencia y subsidiariedad, dentro
de su PIGCCT la formulación, adopción e implementación de acciones de adaptación al
cambio climático incluidas, entre otras, las relacionadas con protección frente a la erosión
costera y demás acciones asociadas a la protección de ecosistemas costeros.

Artículo 9°. Instrumentos municipales y distritales. Las autoridades municipales y


distritales deberán incorporar dentro de sus planes de desarrollo y planes de ordenamiento
territorial, la gestión del cambio climático teniendo como referencia los Planes Integrales
de Gestión del Cambio Climático Territoriales de su departamento y los Planes Integrales
de Gestión del Cambio Climático Sectoriales. Asimismo, podrán incorporar la gestión del
cambio climático en otros instrumentos de planeación con que cuente la respectiva entidad
territorial.
Parágrafo 1°. Los municipios y distritos implementarán medidas de mitigación de Gases
de Efecto Invernadero en materia de transporte e infraestructura, desarrollo agropecuario,
energía, vivienda y saneamiento, así como en comercio, industria y turismo, todo ello de
acuerdo con sus competencias y según los lineamientos definidos por los respectivos
PIGCCT.
Parágrafo 2°. Los municipios y distritos con territorio costero, adoptarán e implementarán,
en el marco de sus competencias y bajo los principios de coordinación, concurrencia y
subsidiariedad, programas, proyectos y acciones de adaptación al cambio climático
incluidas, entre otras, las relacionadas con protección frente a la erosión costera y demás
acciones asociadas a la protección de ecosistemas costeros.

Artículo 11. Gestión del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático. La


articulación y complementariedad entre los procesos de adaptación al cambio climático y
gestión del riesgo de desastres, se basará fundamentalmente en lo relacionado con los
procesos de conocimiento y reducción del riesgo asociados a los fenómenos hidrome-
teorológicos e hidro climáticos y a las potenciales modificaciones del comportamiento de
estos fenómenos atribuibles al cambio climático.
Esto aplicará para su incorporación tanto en los Planes Integrales de Gestión del Cambio
Climático Territoriales como en los Planes Departamentales y Municipales de Gestión del
Riesgo, y demás instrumentos de planeación definidos en el Capítulo III de la Ley 1523 de
2012.
Artículo 13. Incorporación de cambio climático en instrumentos de planificación. La gestión del
cambio climático en los instrumentos de que trata el presente capítulo, deberá incorporarse en
aquellos que sean elaborados, adoptados, revisados y actualizados según corresponda, a partir del
1º de enero de 2020.

Artículo 19. Incidencia de los PIGCCT para la gestión del cambio climático en el
desarrollo territorial. Es responsabilidad de los municipios y distritos consultar los PIGCCT
para priorizar e incorporar dentro de los Planes de Ordenamiento Territorial las medidas
que consideren pertinentes de acuerdo con lo señalado en el artículo 8° de esta ley.
El Gobierno nacional establecerá los lineamientos y guías que orientarán la forma en que
los departamentos, municipios y distritos deberán incorporar el cambio climático en los
diferentes instrumentos de planificación señalados.
El Gobierno nacional también definirá los lineamientos y orientaciones para que las
autoridades ambientales regionales incorporen la gestión del cambio climático en los
instrumentos de planeación ambiental, de ordenamiento territorial, y de planificación
financiera.
Parágrafo. Las demás entidades públicas y privadas con incidencia en el desarrollo
territorial deberán consultar los PIGCCT, para definir, diseñar e implementar sus medidas
de mitigación de GEI y adaptación al cambio climático de acuerdo con sus competencias.

Artículo 21. Programas y proyectos de adaptación y mitigación de GEI. Los municipios y


distritos que con base en los lineamientos definidos por la CICC, no deban formular
PIGCCT, deberán consultar el PIGCCT del nivel departamental correspondiente e
incorporar los lineamientos que se hayan definido como prioritarios dentro de sus
instrumentos de desarrollo local. Igualmente formularán programas y proyectos de carácter
específico, que les permita atender problemáticas puntuales asociadas al cambio climático.
Artículo 22. Las comunicaciones nacionales sobre cambio climático. Las Comunicaciones Nacionales
sobre Cambio Climático, así como los inventarios de gases de efecto invernadero, los informes bienales de
actualización y todos los demás informes que se acuerden en el marco de la Cmnucc, serán insumos
fundamentales para la Gestión del Cambio Climático, tanto para la definición de los compromisos ante la
Cmnucc, como para la definición de la orientación que tendrán los instrumentos a los que se alude en el
presente título.

Artículo 23. La gestión del cambio climático en los proyectos de inversión pública. El
Departamento Nacional de Planeación efectuará los ajustes a los lineamientos de
formulación de proyectos de inversión pública definida, para que la nación, las entidades
territoriales, autoridades ambientales y las entidades que formulan proyectos de inversión
pública incorporen la gestión del cambio climático en los proyectos formulados, cuando
aplique, identificando estas características de manera explícita.

Artículo 24. La adaptación al cambio climático en los planes de gestión del riesgo. Los
planes de gestión del riesgo de los niveles de gobierno nacional y territorial, a que se refiere
el artículo 32 de la Ley 1523 de 2012, incorporarán acciones orientadas al conocimiento y
reducción del riesgo disminuyendo la vulnerabilidad ante eventos de tipo
hidrometeorológicos e hidro climáticos y a las potenciales modificaciones del
comportamiento de estos fenómenos atribuibles al cambio climático.

En concordancia con lo definido en la presente ley, las entidades territoriales tendrán como
base para la formulación de sus planes de gestión del riesgo a los PIGCCT de su
jurisdicción y los PIGCCS, en lo relacionado a la adaptación al cambio climático.
La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, o quien haga sus veces, definirá
los lineamientos para que los Planes de Gestión del Riesgo de Desastres incorporen estas
acciones.

Artículo 25. Articulación con la gestión de riesgo de desastres. En concordancia con lo


dispuesto en la Ley 1523 de 2012, o la norma que la modifique, derogue o sustituya, la
adaptación al cambio climático como parte de la gestión del cambio climático se articulará,
en aplicación de los principios de coordinación, concurrencia y subsidiariedad con el
Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, con el propósito de armonizar la
adopción e implementación de políticas, planes y programas orientados a la adaptación al
cambio climático.
Artículo 26. Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático. En el marco del
Sistema de Información Ambiental para Colombia (SIAC), créese el Sistema Nacional de
Información sobre Cambio Climático (SNICC), el cual proveerá datos e información
transparente y consistente en el tiempo para la toma de decisiones relacionadas con la
gestión del cambio climático.
El SNICC está conformado por: i) el Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación de
Mitigación a nivel nacional (Sistema MRV de mitigación); ii) el Sistema de Monitoreo y
Evaluación de Adaptación al cambio climático (Sistema MyE de adaptación); JI, iii) el
Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación de financiamiento climático (Sistema MRV
de financiamiento).

El Sistema MRV de mitigación comprende los siguientes instrumentos para la generación


de información: 1) el Registro Nacional de Reducción de las Emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (RENARE); ti) el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono (SMByC); lii)
el Sistema Nacional de Inventario de Gases de Efecto Invernadero (SINGEI); JI, iv) el
Sistema de Contabilidad de Reducción y Remoción de GEl (SCRR -GEl).

El Sistema MyE de adaptación comprende el Sistema Integrador de Información sobre


Vulnerabilidad, Riesgo y Adaptación al cambio climático (SJIVRA).
As/ mismo, se establecen como instrumentos del SNICC para la generación de
información oficial que permita tomar decisiones, formular políticas y normas para la
planificación, gestión sostenible de los bosques naturales en el territorio colombiano y la
gestión del cambio climático: i) el Sistema Nacional de Información Forestal (SNIF); y ii)
el Inventario Forestal Nacional (IFN).
El Instituto de Hidróloga, Meteoróloga y Estudios Ambientales (IDEAM) administrará y
coordinará el SNIF, el IFN, el 5MByC, RENARE, SINGEI, SCRR -GEl Y SIIVRA bajo la
coordinación, directrices, orientaciones y lineamientos del Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible.

Parágrafo 1. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible podrá incluir dentro del


SNICC los demás sistemas, instrumentos y herramientas que generen información oficial
sobre cambio climático, que considere necesarios.
Parágrafo 2. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible reglamentará el
funcionamiento y la administración del SNICC, y definirá las reglas y procesos para la
articulación con los sistemas que tengan similares propósitos y gestionen información
relacionada con el seguimiento a la gestión del cambio climático, en particular lo
relacionado con la evaluación, monitoreo, reporte y verificación de las acciones en cambio
climático y el cumplimiento de las metas nacionales en esta materia.

Artículo 27. Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono. A través del Smbyc, el Ideam
generará la información oficial para la adopción de medidas que conduzcan a reducir la
deforestación y contribuyan a la planificación y gestión sostenible de los bosques naturales
en el territorio colombiano, y para el cumplimiento de los compromisos de Colombia en el
marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc),
y otros compromisos internacionales, así como para la elaboración de los Niveles de
Referencia de las Emisiones Forestales (NREF). Esta información será empleada y servirá
como referente en la implementación de las iniciativas REDD+.
Parágrafo. Las Corporaciones Autónomas Regionales y las de Desarrollo Sostenible,
Parques Nacionales Naturales, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, los
Institutos de Investigación y demás entidades del SINA, en el marco de sus competencias y
funciones legales, deberán aportar de forma adecuada y oportuna la información que sea
requerida para el correcto funcionamiento del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono
(Smbyc), y, así mismo, deberán tomar las medidas necesarias para asegurar la utilización
adecuada y oportuna de la información generada por el SMBYC.

Artículo 29. Definición de los cupos transables de emisión de GEI. Un Cupo Transable
de Emisión de GEI es un derecho negociable que autoriza a su titular para emitir una
tonelada de C02 u otro Gas de Efecto Invernadero (GEI) por una cantidad equivalente a una
tonelada de C02. Un cupo se redime cuando se utiliza para respaldar la emisión de una
tonelada de C02 o su equivalente, durante una vigencia anual. Puede ser redimido en
vigencias posteriores a la de su adquisición, pero una vez redimido, no podrá ser utilizado
nuevamente.
Los cupos transables de emisión de GEI son autónomos para respaldar las emisiones
asociadas a la actividad de su titular, no serán revocables a sus titulares, salvo por orden
judicial, y son independientes de sus titulares anteriores.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible establecerá anualmente un número de
cupos compatible con las metas nacionales de reducción de emisiones de GEI y
determinará, mediante normas de carácter general, las condiciones de adquisición de los
cupos transables de emisión de GEI a través de una subasta inicial anual.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, mediante normas de carácter general,
regulará qué tipo de agentes deberán respaldar, a través de cupos de emisión, las emisiones
de GEI asociadas con su actividad.
Parágrafo. El Ministerio de Ambiente estará en la obligación de crear y comunicar
públicamente los criterios de evaluación por medio de los cuales se otorgarán los cupos de
los que trata el presente artículo

Artículo 31. Regulación de la medición de emisiones, reducciones y remociones de GEI.


El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible regulará las condiciones y
requerimientos para la verificación, certificación y registro de las emisiones, reducciones de
emisiones y remociones de gases efecto invernadero (GEI). Igualmente establecerá los
procedimientos de seguimiento y control del cumplimiento de las obligaciones de respaldo
de emisiones por parte de los agentes regulados.
Las emisiones, reducciones de emisiones y remociones de GEI deben ser verificables por
un organismo independiente de tercera parte, acreditado para este fin.

LEY 1625 DE 2013 (Orgánica)

Artículo 4°. Conformación. Las Áreas Metropolitanas pueden integrarse por municipios
de un mismo departamento o por municipios pertenecientes a varios departamentos, en
torno a un municipio definido como núcleo.

Artículo 9°. Relaciones entre el Área Metropolitana, los municipios integrantes y otras
entidades. En el marco de las funciones establecidas por la Constitución Política y la ley,
las Áreas Metropolitanas se ocuparán de la regulación de los hechos metropolitanos, y de
aquellos aspectos que por sus atribuciones o competencias le sean asignadas por ley; en
consecuencia, este será el marco de actuación de los alcances de su intervención y de la
utilización de los distintos recursos.

Artículo 10. Hechos metropolitanos. Para los efectos de la presente ley, constituyen
hechos metropolitanos aquellos fenómenos económicos, sociales, tecnológicos,
ambientales, físicos, culturales, territoriales, políticos o administrativos, que afecten o
impacten simultáneamente a dos o más de los municipios que conforman el Área
Metropolitana.

Artículo 12. Plan Integral de Desarrollo Metropolitano. Es un marco estratégico general


de largo plazo con visión metropolitana y regional integrada, que permite implementar un
sistema de coordinación, direccionamiento y programación de desarrollo metropolitano, y
establecer criterios y objetivos comunes para el desarrollo sustentable de los municipios de
su jurisdicción. Este marco constituye una norma de superior jerarquía y es determinante
para los planes de ordenamiento territorial, planes de desarrollo y demás instrumentos de
planificación en lo referido a hechos metropolitanos.

La formulación y aprobación del plan integral de desarrollo metropolitano, debe efectuarse


en consonancia con las directrices sectoriales contenidas en el plan nacional de desarrollo y
las políticas sectoriales fijadas a través de documentos Conpes, así como los planes de
desarrollo de los municipios que la conforman.
Artículo 22. Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial. El Plan
Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial deberá contener como mínimo lo
siguiente, en función del modelo de ocupación territorial:
a) Definición de la Estrategia y el sistema para la Gestión Integral del Agua (captación,
almacenamiento, distribución y tratamiento);
b) Definición del Sistema Metropolitano de Vías y Transporte Público Urbano (colectivo,
mixto, masivo, individual tipo taxi);
c) Definición del Sistema de Equipamientos Metropolitanos; su dimensionamiento
conforme a los planes o estrategias para la seguridad ciudadana;
d) Dimensionamiento y definición de la estrategia para la vivienda social y prioritaria en el
ámbito metropolitano y los instrumentos para la gestión de suelo dirigida a este propósito;
e) Ordenamiento del suelo rural y suburbano;
f) Establecimiento de mecanismos que garantice el reparto equitativo de cargas y
beneficios, generados por el ordenamiento territorial y ambiental;
g) Las normas obligatoriamente generales que definan los objetivos y criterios a los que
deben sujetarse los municipios que hacen parte del Área, al adoptar sus planes de
ordenamiento territorial en relación con las materias referidas a los hechos metropolitanos,
de acuerdo con lo previsto en la presente ley;
h) El programa de ejecución, armonizando sus vigencias a las establecidas en la ley para los
planes de ordenamiento territorial de los municipios que la conforman;
i) Las demás directrices necesarias para el cumplimiento de los planes.
Parágrafo. Con el fin de garantizar el seguimiento y evaluación del cumplimiento de lo
establecido en el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial, el Área
metropolitana respectiva deberá constituir el expediente metropolitano.

Artículo 34. Asociaciones de las Áreas Metropolitanas. Conforme a lo dispuesto en la


Ley 1454 de 2011, dos o más Áreas Metropolitanas de un mismo departamento o de varios
departamentos, podrán asociarse para organizar conjuntamente la prestación de servicios
públicos, la ejecución de obras de ámbito regional y el cumplimiento de funciones
administrativas propias, mediante convenio o contrato-plan suscrito por los directores de las
Áreas Metropolitanas respectivas, previamente autorizados por sus juntas metropolitanas.
El convenio o contrato-plan se asimilará para los efectos legales a un convenio
interadministrativo, en el cual se establecerán las competencias específicas para delegar o
transferir entre las distintas entidades territoriales, según el ámbito de su objeto.
Para los efectos de la Ley 1454 de 2011, se consideran a las áreas metropolitanas como
esquemas asociativos de integración territorial y actuarán como instancias de articulación
del desarrollo municipal, en virtud de lo cual serán beneficiarias de los mismos derechos y
condiciones de los esquemas asociativos de entidades territoriales previstos en dicha ley.
Artículo 35. Conversión en Distritos. Las Áreas Metropolitanas podrán convertirse en
Distritos, si así lo aprueban en consulta popular los ciudadanos residentes en dicha área por
mayoría de votos en cada uno de los municipios que la conforman, y siempre que participen
en las mismas, al menos la cuarta parte de los ciudadanos inscritos en el censo electoral.
En este caso, los municipios integrantes del Área Metropolitana desaparecerán como
entidades territoriales y quedarán sujetos a las normas constitucionales y legales vigentes
para las localidades, de conformidad con el régimen que a ella se aplica en el Distrito
Capital de Bogotá.
Tendrán iniciativa para promover su creación los alcaldes de los Municipios que hacen
parte del área metropolitana, la tercera parte de los concejales de dichos municipios, o el
diez por ciento (10%) de los ciudadanos que integran el censo electoral totalizados de los
mismos municipios.
Los promotores de la creación del distrito elaborarán un proyecto de constitución de nueva
entidad territorial, el proyecto se entregará a la Registraduría del Estado Civil quien
convocará a consulta popular para una fecha determinada que será posterior a un mínimo de
tres (3) meses y un máximo de cinco (5) meses, contados a partir del día que se recibió el
proyecto y que deberá coincidir con las fechas previstas para consultas municipales en la
ley estatutaria de mecanismos de participación ciudadana.
La Registraduría del Estado Civil proveerá los medios necesarios para la organización de la
consulta popular.

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