Cl1 Castillo, El Bien

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Mario Catia Freye Tata de los contrat pcos de incluir a nuevos bienes alli no mencionsdos,sujeténdose asi tal inclusién « pos- terior normativa logal especifica (885 inciso 11). Los bienes muebles tampoco son definidos, Se enumeran en el articulo 886. Al articulo 886 no podriemos hacerle similar critica que fa efectuada al 885, ya ute con la redaccién de sus incisos 9 y 10 se deja abierta la posibilidad de in- ‘luir los bienes no contenidos en la enumeracién. Tiene con ello la ventaja de no requerir la existeneia de una ley especifica que les reconozea tal eardcter. Pero debemos anotar que la redaccién del ditimo inciso del articulo 886, podria traer serios ineonvenientes respecto de bienes que por su natursleza sean Inmuebles, pero @ los cuales ninguna norma legal les haya reconocide tal cardc~ ter, por lo qe, al no estar comprendidos en ninguno de los supuestos del articulo 885, vendrian a estarlo dentro del inciso 10 del articulo 886 y serian calificados conto mucbles, contrariando su propia naturaleza, Compartimos la erticaformulada por Maisch von Humboldt al Cédigo Civil de 1984 cuando se refiere ala no inclusién en éste de los articulos 821, 822 y 823 «del Cédigo Civil de 1936 que legislaban sobre los bienes del Estado y de los par- ticulares, tema tratado por gran cantidad de c6digos civiles en el mundo.” [La segunda clasificaci6n que hace el Cédigo Civil de 1984 respecto de los bienes es aquélla que los divide en principales y accesorios. Los accesorios son definidos en el artioulo 888 como aquellos «bienes que, sin perder su individualidad, estén permanentemente afectados a un fin econémi- oY ornamental con respecto de otto [..). En tanto que los bienes principales no son definidos en el Cédigo, pero lo podriamos hacer por exclusién de los aecesorios. 4, TRATAMIENTO DELOSPIENES ENA CODIFICACION CIVIL. CONTEMPORANEA Pocos son los eédigos eiviles que optan por dar une definicién acerca de los bie- nes, En tal sentido, tenemos al siguiente grupo. Cédigo Civil chileno (articuto 565), Cédigo Civil uruguayo (articulo 460), Cédigo Civil argentino de 1871 (articulo 2311), Cédigo Civil eostarricense de 1888 (articulo 253), Codigo Civil nicaragtense de 1903 (articulo 596), Codigo Civil hondurefio de 1906 farticulo 599}, Cédigo Civil italiano de 1942 (articulo 810), Cédigo Civil portugués de 1967 (articulo 202, literal A), Cédigo Civil co- lombiano (articulo 653), Cédigo Civil paraguayo de 1987 (articulo 1872), Cédigo ivil guatemalteco de 1973 (rtfeulo 442), Cédigo Civil avsiiaco de 1811 (articulo 285), Cédigo Civil ecuatoriano (articulo 602), Cédigo Civil panametto de 1917 99 Maisou vow Hunnotnr on Fonrocaknao, Licrecia en RevontDo Marsano, Delia, Op cit, tomo V, p36, m2 Resqstos del bien mera del contato de compraventa (articulo 324), Proyecto de Cédigo Civil argentine de 1936 farticulo 106), Codigo Civil brasiletio de 2002 (articulos 79 y 82). La mayoria de los e6digos consultados opta por omitir uns definieién al res- pecto, En tal sentido tenemos alos siguientes cédigos: Cédigo Civil francés, Codigo Civil peruano de 1852, Cédigo Civil venezolano de 1880, Cédigo Civil italiano de 1865, Cédigo Civil espatiol, Proyecto de Cédi- ‘20 Civil para el Imporio del Japén elaborado por G. Boissonade de 1890, Cédigo Civil japonés, Cédigo Civil aleman, Cédigo Civil suizo, Césigo Civil bras de 1916, Segundo Anteproyecto de Cédigo Civil peruano de 1926, Cédigo Civil chino de 1930, Anteproyecto de Cédigo Civil boliviano, elaborado por Angel Os- sorio y Gallardo, de 1943, Cédigo Civil boliviano de 1976, Cédigo Civil mexica- no de 1927, Proyeeto de Cédigo Civil colombiano, Cédigo Civil venezolano de 1942, Cédigo Civil peruano de 1984, Proyecto de Cédigo Civil brasilefo de 1984, Proyecto de Reforma al Cédigo Civil argentino de 1987, Cédigo Civil boliviano de 1831, Céxligo Civil de la Replica Socialista Federativa Soviética de Rusia de 1922, Cédigo Civil belga, Cédigo Civil cubano de 1988, Cdigo Civil y Comer cial dela Nacién de Argentina de 2015. 5, NUESTRO CONCEPTO DE BIRNES ‘Sin duda, nos enfrentamos & uno de los puntos ms controvertidos del Derecho Civil No existe unanimidad de eriterio respecto del alcance de la palabra «bien» cn la acepcién juridica, que es la que nos interesa pera efectos de esta parte de nuestro trabajo. 100 Segormate por ests canfusién de ides e quel mayorade lot cigos vile consuados ‘opti porno dei propinele aloe bcs seca de os sguentos codigos ‘digo cv frances Ccign Civ pernano de 1852, Cégp Civil venezolano de 180, C8diz0 Calisno de 1855, Chal Cv espa, Proyecto de Cigo Civ pare taper cl oon, tlabrado por G,Botsonade d 1890, coigo Civil oponés, Caio Civil ake, Coo Civ {uae Cédgo Cle aeto de 1916, Segundo Anteproyeea de Llbo Cust dl Coaige Coil peruano de 1925, Céaig Cl shi de 130, Proyecto de igo Civil peat de 1936, Cdigo Evil pernsto de 193 Aateprayecto de CAdiga Civil belivians,eakaro por Auge! Ossorio 1 Gallardo, de 1943, Cédigo Cl bata de 1976, Codigo Civil mexicana de 192, Proyecto e Cédign Civil colombia, Coigo Civil veaczolano de 1942, Cédige Civil peruano 984, Progeet de Catigs Chil brsieao de 1988 Proyecto de Reforinaal Chdigo Civil agetin de IS, Codigo Ci bolvian de 1831, C&aio Ci dea Repiia Socata Pederatva Sov de Risin de 1922, Cdipo Civil bles, Cosigo Civil exban de 1986, CSdeo Civil Coaecial ea Necin de Argetin 2013. Belo bdign eis ceases, le sigietes opine por dar oma debietn de bene: Caign Gvteera (la 55), Cig Civil uray ates 460) Cig Cl ageatzo de 1871 tent 21), Céign Chil cose de 1888 teal 259), Can Coil acarapese 1 1901 tcl 396), Ceigo Ci bode de 1906 rely 39), Céige Civil aan de 19 latdulo #0), Cédigo Chil portugues de 1967 (cate 202, eral A) Codigo Civil eolombiano [atu 69) Célgo Ci paraguay de 1987 eriula 1872}, Célgo Chi eeateress de 1973 (atu 442} Ccign Cn vara de I] teal 25}, Cian Cui ecutriana ale 602, [Caign Ci parame de 917 (culo 324}, Payeca de Reform l Codigo Civil arent de {ote ateaa 108) Codigo Cl Bale de 202 tenon 79 8, 123 Maco Casto Frere Ttado dels cantatas tiicos ‘No pretendemes hacer un estudio detenido y detallado acerca de los bienes, Lo que buscamos es efectuar algunas precisiones de carioter teorico, para poste~ riormente realizar ua seguimiento de los bienes en la legislein nacional Le Real Academia Espafiola" define el bien como wcosas materiales 0 i materiales en cuanto objetos de derecho». En realidad, este concepto no nos otorga mayores elementos para efectos de nuestros objetivos. En tal sentido, recurriremos a la definicién que Guiller- ‘mo Cabanellas otorga al especto® «Cosa que puede ser objeto de apropiacién 0 base de un derecho, En este aspecto, el de mayor importancia en esta obra, aun- que cebe hablar de un bien mueble, inmueble o incorporal, el tecnicismo prefie- ze emplear el plural (bienes) para referirse « cuanto puede constituir objeto de wn patrimonio; [.J>, Con Ia definicion de Cabsnetlas encontramos un primer criterio, ef cual es compartido por algunas legislaciones, en el sentido de identificar los bienes con log abjetos corporales susceptibles de apropiacién por el hombre, es decir, equi- paar el concepto de «bien» al de «cosa». Por ello consideramos pertinente abordar como primer punto de estudio, y para ir deslindando posiciones, el significado de la palabra «cosa», para luego te- tomar el del término «bienes» Para la Real Academia Espafiola,* «cosa» dentro de un significado gene- ral, es «todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espritual, natural o artificial real o abstractay; también se le considera «ser inanimado, en contraposicion alos seres animados» _Ademds, se le otorgan tes significados juridicos. Fl primero de ellos consi- dra sla «cosa» «en eontraposici6n a persona o sujeto, el objeto de las retaciones. juridicas», Bl segundo considera a la «eoss» como cel objeto material, en oposi- cidn a los derechos ereados sobre él y a las prestaciones personales». Un tercer ¥ ‘illimo significado que le Real Acadeinia otorga a la palabra ecosa» sel de «bien ‘Como podemos apreciar, una de las acepciones olorgadas por la Real Acade- ‘mia ala palabra «cosa» es aquélla por la cual se distingue los objetos materiales ‘en oposiién a Jos derechos creados sobre ellos y a las prestaciones personales. De acuerdo a esta definicidn obtendriamos un primer elemento de distincién entre la ‘cosan y ol ubien», ya que dentro del significado del primero de los términos cita- dos no estarfan comprendidos los derechos, Pero este posible camino se cierra con la tercera acepcién de la palabra ccosa por la cual seta identifica con los bienes. To) Went Acapeaa Bsr. Op. cit, tomo. 19 102 Cauanacas, Gilets. Decionarioenctelopco de Derecho ase Buenos Aires: Heiss, 1982, tomo Usp. 4% 103 Real AcAOBUA ESPANA. Op. tomo I. 389 124 del contat de compeavent Requisit Hemos querido empezar el tratamiento de las cosas efectuando este breve nalisis de lo que Ia Real Academia entiende por tales, para de este modo tener la prueba més palpable de que no estamos —precisamente— ante un tema de me- ridiana claridad. Para abordar el problema de la distincién de fs términos dentro del Derecho, consideramos apropiado reeoger Ia opinién de Enneccerus, Kipp y Wolff" sobre cl particular, Los mencionados profesores alemanes eonsideran que s6l0 son cosas fen sentido lege los objetos corporales, definiendo a estos dltimos como parte de la naturaleza no libre y dominable que rodea al hombre, que tienen sustantividad. propia, una denominacién especial y un valor en la vida del tréfico,siendo en con- Secuencia reconocidos como objetos de derecho independientes. En ottas palabras, Enneceerus, Kipp y Wolff sélo consideran como cosas aos objetos materiales. ‘Adomds, establecen las caracterfticas que en su criterio deben reunir [as cosas para ser consideradas como tales: a) Para considerar un objeto corporal ono esta determinacién se efectuari de conformidad con las concepciones del tréfico y no segin las doetrinasfisicas. b) _Btconcepto de cosa requiore que se leve en su corporatidad una existencia separada, individualizada. ©) La identidad de tna cosa s6lo desaparece en virtud de una transformacin, side conformidad con las concopciones del trfico aparece como una cosa ‘completamente distnta y nueva. 4) Sélo son cosas, en sentido jurfdico, las eusceptibles de dominacién por el hombre Considorammos que la definieiOn y caracteristicas otorgadas por Enneceerus, Kipp y Wolff a la palabra «cosa» son acertadas. Si queremos ir mas allé en el e8- tudio de Ia relacidn entre cosa y bien, debemos, en primer lugar, establecer, tal ‘como lo han hecho los mencionadios profesores, y en los téeminos de Cabanellas,™ que wosa» es un objeto material valorable Sin embargo, « lo anteriormente sefialado debemos precisar, a nuestro en- tender, que para que una cosa sea considerada como tal, debe —necesariamen- te— serie reconocida esta earacteristica por et Derecho. Esto nos pod llevar a Ia conclusién de que no todos los ebjetos materiales apropisbles por el hombre pueden eonsiderarse como cosas. Lo que a la vez nos llevaria a considerar que el, referido carfcter de apropiacién debe tener una acepcién mis emplia que aquella de simple indole material, es decls, que deberia contener el elemento del recono- cimiento juridico. ‘TO4 Ewnroceavs, Ludvig, Theador Kier y Martin Woure. Op. ci, wl | tomo, pp 532536, 105 Cabanas Guillermo. Op. et, tomo IL, p39, 128 Mario Cato Freya Tstado de os contests tpeas Si bien para el Derecho no es muy cara la definein del concepto de «cosa», a nuesto entender sf se llega considerar valida aquella precisién por la eual las cosas estin comprendidas dentco de ls bins, Peo en este punto nos enfrente- sos fa vez con ua diversdad de opiniones respect al alcance de esta inclsién Yd las izes que pueden Hlevarnos a considera vide, Sin embargo fa més difundida de las opiniones al respecto es Ia que recoge Josserand.* Bste autor ‘comprende dento del coneepto de bienes alas cosas y als derechos, entendién- dose por estos itinos a los bienes incorporales. El considera que los bienes, en el sentido juridco dela palabra, son todos los elementos activo del patrimonio, Considers que tos cbienes verdadeos» en la acepeidn jridic de esta expresibn, 3 decir, os valores econémivos, son lo obetos materiales que caen generlmente bajo los sentido oles dezechos ordinariamenteestablecidos sobre dichos obetos. Compartimos el criterio sefalado en virtud del cual, en términos genera- fes, bajo la denominacién de cbienes» debiéramos comprenider aquellos objetos o cosas corporates, y los derechos. Cabe setialar que, dentro del sistema adoptado por el Cédigo Civil francés cuyo texto comenta Josserand, se parte dela division acepteda por la doctrina, de bienes corporales e incorporaes, términos y conecp- tos que no recogen necesariamente otros cuerpos lewales, pero que constituyen ‘una importante corriente legislativa. As! lo sostienen Planiol y Ripert" y otros ‘ratadistas, Para nosotros esta concepeién adquiere gran relevancia si considera mos que la fendencia lgislativa en Ia histori de la codificaci6n civil peruane se adseribe & la misma, tal como veremos ms adelante. Sin embargo, ya pesar de ser la mayoritaria, lgunos tratadistas, como es el ceaso de Francesco Messineo,"* consideran que la distincién entre bienes y cosas, puede no ser tan clara, EI citado autor sefala que si para algunos la rlacién con- ‘ceptual entre cosa y bien se concibe como de especie a género, algunos otros con- ciben esta relacién en sentido inverso, lo que pone en evidencia, segin él, que en Ja materia reina una notable falta de certeza de ideas. Sin embargo, Messineo sostiene que para la diferenciacién entre cosa y bien se debe poner como eriterio el que Ia cosa es por si enfidad extrajuridica; es, en cierta manera, un bien en estado potencil y se convierte en tal cosa para dar cum- plimiento a una determinada funcién econdmica y social, objtivamente conside- tada, Por tanto, bien en sentido jurdico sera una coss idénea pare dicha funcién. ‘Tal vez, para aclarar los conceptos vertidos por Messineo seria convenien- te sefialar que dentro de Ia linea de pensamicnto citada por el mencionado autor ‘«e0sa» e8 todo objeto valioso que no ha sido incorporado por apropiacién 9 un patrimonio, mientras que «bien» seria toda cosa que es posefda por apropiacién, 106 Jossenan, Louis. Op. ct, vol rm 11952 9p.3» 4 107 Pua, Maree! y Georgss Rink, Op. ei ome Tp. 54 108 Mrsssso, Faacerca. Opi tomo I, pp. 258y 29. 126 Regititos del bien materi el contato de compre {al como seitala el comentarista argentino Armando V. Silva." Dicho en otras palabras, en las tgrminos de Cabanellas,"® dentro de los objetos materiales se Incore. Al observer use seul 58 cl Proyecto dela ComsenReirmadra se consign {he por laconpenvntl vended cl rangfrra comprar a ppd des ent ‘ine derecho coool ess a alah "ess enenada en arate 7D de Ceo CCl potas “in” ues eel atelo 156 det Proyecto, consieé ques taba ‘improdica testers dela propedod Je unecos o de a dco, ca focal ecaba ‘sperfo Is expres" a asTeroncia de iro dereco® consigned nel Caio tain, 27 Mario Costlo Frey /Tratatod los contrat tiicos [En nuestra opinién, el contrato de compraventa puede recaer sobre cosas ¥ ottos derechos incorporales que también sean cousiderados bienes. Sin embargo, ts claro que el contrato miateria de estudio sblo puede recaer sobre la transferen- cia de propiedad de bienes y no sobre otros derechos distintos al de propiedad, En este sentido, coincidimos con lo expresudo por De la Pucnte."? ‘No obstante, debemos expresar nuestra preocupacién en el sentido de que dada la regulacida que tiene ol tema dela cesidn de derechos en el Cédigo Civil peruano de 1984, existen algunos casos en los cuales no se presenta clara I Tinee divisoria entre Ia compraventa y la cesiéa de derechos. Un caso tipico es quel en el cua! el objeto del contrato est constituido por la alicuota (derecho de ‘capropiedad) que el vendedor tiene sobre un bien. Estimamos que en estos casos ‘el ordonamiento legal peruano admitiria denominar el contrate como compraven- two cesién de derechos." [BIENES MATERIA DE LOS CONTRATOS EN GENERAL EN EL CODIGO C1vit, PERUANO Como se recuerda, al efectuar un anélisis de la clasificacién de los bienes en of Derecho Romano encontramos una serie de eriterios por los cuales éstos podrfan Ti iden, p37 3. HS La preseupecidnanotada respeto os difecacias entre a cesién de derechos y el cotrato ‘z Eampravesta por De la Pant bide, pp 38 739), puede ser aprecinda en as siguientes eapresines ‘Zbeaien en pro de pris y spice a teovts cl uloye modo gu infer el Cio Cillpeuens tatndove de easpertsdeuna cst el corto de compres ee flo de Sdgubibny in eatrege (os maele) aa consents del aticul 4 del Césigo Civil cosas Inmuebles es el nd de aii ytotsodoe dela compeavenn do un dees, el conto de ‘impraventseiel tuto de isi ys exsn de derechos cooterplaa en ct rie 1206 (de Codigo Cv es el mov de {ttsco pile por cunt el reso 1529 det Cid Cll al defini compraveat, se refre “leiragomisiog dels ropedad de un ben coneepee qu, como sb visto, compen tnt a ‘hss cma el derecho, cane el ati 1206 del mis Codigo de presiae une “sia es ‘lacode isponon ea viru del cu elcedente asm a xsionrioeldetecho »exg [retain a cargo de dea, que seb obliga rane por un ul distin Eh Detect peru un eon, puss, la opini de Spta gen sstene qu ise rata de ‘uncredity dl atedoreoligaa tranamiis bn pessona quien su vezse obliga page un (ei an Gos, dicho eet que tiene contra ei, st ans es eeibn de derecho, op no comprayera, aun canto ge apigueaa ela courencia ls uormas de ln compraveta, Ft opinion base en qo gala tei del Cédigo Ci argeatno slo existe compravents ‘cand elguien se cliga cone por un precio cert en dinero, propiedad sobre uma os Emperor el eter espetol Garela Centro du, ens pia, no debe lvidarseque"Ta ms ‘lar coropresib de as pes ob compraveat eagles cuando su bt eomsisteen uaa ‘har corotly gue os propos ares xteners que use enol de In tansexenca {i uevetho de propia, venensreeonoceraue en inicacin de la cos est ipl la ‘eteeneie la prptedd de ln misia, pot To cual enc] enguaje sxieo eta erminotogla puede {er lllada sa exeesivaspreaapacines, Elo wo eta que en Ia venta refores lCign ‘Giatesputil se seep lferminologa gal mis moderna ys igs que a compravent tiene por objeto fa tansfreela ol dere de propiedad, 128 Requisite materia del soto de ompraventa set agrupados. Para efectos del punto bajo tratamiento nos interesa aquella divi- sign de los bienes de acuerdo a su comerciabilidad, Ex ast como encontramos dos grandes grupos. Et primero de ellos, confor ‘ado por los bienes extra commercium, que eran, como su norabre Io indica, los {que estaban sustraidos al comercio de los hombres. Aquéllos tenfan —a st vez tuna subdivision que los clasificaba en avin ius (y que comprendian los bienes ‘sagrades, religiosos y santos); y humant turis (que comprendian a los comunes, piblicos y de corporaciones, 0 res wniversitats) 1 segundo gran grupo de bienes en el Derecho Romano es aquél conforma. do por los bienes nx conmereiue, que eran las cosss que podian constitu obje~ to deconiratos 0 de transacciones comerciales entre los particuares. Estos eran ddenominados come singelorum, pecunice ores privatae. Sin duda alguna, esta clasificacién contenida en el ibro I, titulo Ide as fns~ tituciones de Justiniano constituia un elemento muy importante para determinar sobre qué bienes estaba permitido a los particulares celebrar contratos. “Las bondades de esta clasificacion repercutieron en ol proceso codificador de fos siglos XIX y XX. Conoretamente, para el caso del Derecho peruano, éste re- cibié dicha influencia «través det Derecho espaol. Nos referimas ala Ley de tas ‘Site Partdas. En la Tercera Partida, titulo XXVIL, relativo a ofmmo gana et hombre ‘el sefiorlo de Ins cosas, en la Ley I, encontramos uns sintesis de la clasificacion ec las cosas, segin su perteneneia, podiendo distinguir: aquellas eosas comune fa todas las eriaturas (Ley IT); las cosas comunes a todos los hombres (Ley VI); Iss cosas que perteneven apartadamente al comin de alguna ciudad o villa (Ley 10); las cosas que no pertenecen al sefiorio de ningin hombre, dentro de las que ‘encontramos 4 las sagradas, religiosas y santas (Leyes XII, XIII, XIV y XV); ¥ las cosas que pertenecen a cada hombre en particulary de las cuales este hombre puede ganar o perder su seiorfo, Estas cosas no estén definidas explicitamente y Tespecio de ellas no se hace mayor mencién. Pensamos que podriamos definirlas por exclusién, respecto de todas las otras cosas sobre las caales los hombres pue- ‘don contratar, ya que, como se sefiala en [a Ley II del comentado titulo XXVILL, ‘sobre ellas cl hombre puede ganar o perder su seforfo. I Codigo Civil del Bstado Nor Peruano de la Confederacién Pert-Boliviana ‘de 1836, eu el capitulo IL del titulo J libro I, referido a tos bienes con relacién ‘los que poseen, efectia una clasficacin de los mismos en sus articulos 295 y siguientes. En ls artiulos 296 « 298 trata acerca de ls bienes pertenecientes al dominio piblico; en el articulo 299 se ocupa de los bienes comnnes o comuna~ Jes en el articulo 295, de los bienes de los particulares,seialindose que estos “ltimos tienen la libre administracién de sus bienes bajo las modificaciones que las leyes establecen. EL Cédigo Civil de 1852, en su articulo 459, establece uns division de las cosas en piblicas, eomunes,eestinadas al culto y las de particulares. 19 Bl Cédigo Civil de 1936 efectia una divisién de los bienes en aquéllos de propiedad privada, los cuales son definidos en el articulo 821 como cate os par- Ticulares que tienen titulo reconocido por la ley»; y los del Estado, que se encuen- tran enumerados en el artfculo #22. Consideramos nevesatio seflalar que las clasificaciones efectuadas por los digas civiles peruanos hasta el de 1936 se enmarcan dentro de la tradicién jus tinianea antes citada, Sin embargo, debemos precisar que clasificaciones de esta naturaleza tienen el inconveniente de acarrear algunas equivocos. Toda clasifica- ign de los bienes do acuerdo a su pertenencia estaria incompleta para efectos de nuestro trabajo si es que dejésemos de hacer una salvedad, en el sentido en que determinados bienes, ya no de acuerdo a su pertenencia, sino de acuerdo al uso {que tienen, pueden ser de dominio piblico o de dominio particular, lasificacién {que no es incompatible, sino més bien complementaria a la anterior. Cabe puntualizar que, con el paso de os afios, las clasficaciones de los bienes de acuerdo a su pertenencia se van limitando cada vez.més, llegando a cireuns- cribirse, en algunas legislaciones (dentro de las que encontramos al Cédigo Civil peruano de 1936), bésicamente, a aquellos de propiedad de particulares y aqué- Ilos de propiedad estatl, pero se hece necesario distinguir —dentro de estos ti ‘mos— os de uso piblico o comin y los que pertenecen al patrimonio del Estado, La ventaja de ineluir dentro de un Codigo Civil una clasificacién de los bienes de acuerdo a su pertenencia estriba en brindar mayores elementos para delimitar cel marco de los bienes sobre los cuales los particulares pueden contratsr. En tal sentido, compartimos la eritiea formulada por Lucrecia Maisch von Humboldt at Codigo Civil de 1984," cuando se refiere ala no inclusién del mencionado crite- tio clasificatorio en dicho Cédigo. EI Céstigo Civil vigente no incluye, ademas, norma alguna en el sentido de especificar cnéles son aquellos bienes sobre los que se puede contratar. Asi, po- ddrfamos considerar que los partioulares pueden contratar sobre cualquier bien, siempre y cuando su naturaleza material o jurdiea y sw pertenencia lo permitan, ¥ que fa ley no lo probibe, E| marco que establece el Céidigo Civil peruano al respecto no es del todo completo, Tal vez hubiere sido preferible que al igual que una serie de e6igos civiles de otros paises se seiaara como regla general, respecto de los bienes 78” Masca von Huswouor op Pesracatnano, Lucresiaea Ravonsno Matsavo, Delia. Op. city, toro Vp 136 US Asttnemosa os siguientes ebdigos civil: itign Crit uruguay erin 1282, Caigo Civil weneolan de 1880 (tial 1067), Cin hil espael real 260), Cédige Cll nearagtense de 1903 (leno 2473), Cdign Civ Kondoet de 1906 (tiulo 1962), Cédigo Civil pare de 1917 trea 1122), Codi ane 2c cts rn 2 hin Ch an 86 fantesio 130 Regu el bica materia dst contrat de compaventa que pueden ser materia de los contratos, el que éstos estén dentro del comercio de los hombres. El Césligo Civil peruano de 1984 no se manifesta en tal sentido, pero con- ‘sideramos que este principio general también resulta aplicable a nuestra legisla- cidn, Esto era respaldado por el articulo 128 de Ia Constitucién Politica del Perit de 1979 cuando sefialaba que los bienes pablicas, cuyo uso es de todos, no son ‘objeto de derechos privados. La Carta Politica de 1993 tambign ineluye un precepto sobre el tema, Nos referimos al numeral 73, de texto siguiente: Artigulo 73- «Los bienes de dominio pablico son inalienables e imprescrip- tibles. Los bienes de uso piblico pueden ser concedidos & particulares con forme @ ley, para su aprovechamiento econdmicoy Como complemento, podtiamos anotar que, sobre casos especificos, el Cédigo Civil de 1984 sefala, en su articulo 1403, que los bienes abjeto de la prestacién ‘en que consiste la obligacin deben ser posibles. Establece, ademss, enol articulo 1409 que estos bienes pueden ser futuros, salvo las prohibiciones establecidas por Ia ley; ajenos; afectados en garantia; 0 sujetos a ltigio por cualquier otra causa 7. CaRactsrisTicas QUEDEBEREUNIR ELDIEN MATERIA DELOS CONTRATOS, EN GENERAT, ¥ DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA, EN PARTICULAR En primer lugar, debemos sefialar que e! Cédigo Civil peruano de 1984 no es ol ‘que precisa de una manera més adecuada, en lo que respecta al objeto del contra- to, las condiciones que debe tener el mismo cuando estemos frente a obligaciones coon prestaciones de dar, Este situacién, que depende exclusivamente del eriterio Tegislativo acloptado, difiere (in que esto implique una valoraciOn) de manera con- siderable del seguido por legislaciones extranjeras."* De este conjunto de eédigos, un buen nfimero hace mencién especifica a que cl bien, materia de las prestaciones derivadas de obligaciones contractuales, tiene {que set de aquellos que se encuentran dentro del comercio."” Otro grupo (que no 116 Par exes clos, remtimoral eto ota aero 1 del capt node le rier pate, pp 'b-6, de nets aba £ bien rota del court de conpravent ur Teeebaiges qc hacen expres referencia aque el bien materia de las restaionesderivdas de ‘liganioncscontractsis ene ueserde aq ques encoenan deo del emer, 300 lon igulenes: (Ghigo civ anos alo 1129, Céaigo Civil belga (tcl 128), C6igo Ci bliviana fe 185 otculo 719, Codigo Cl pongo de [882 teal [49 Proyecto de Cédgo Ci sentel dado Sudo de 153 (tial 21), Cdigo Cit lien (aiuto Il), Céhgo Ci Bloquae (tuto 1228), Coaigo Cv colombiano (acu 151 y ademas encstto 132, Itc Is considera que hay um Sjeto eto on engenaciOn de as cosas qi ao estin a emere, lige Civil vereolon de 1880 (ate 1067), Cédigo Civil exarino (tino {spa} Codigo vil cosicense de 1868 atcuo 629), Cbdigo Civil espeal rule 127), 131 cexcluye necesatiamente al anterior) hace alusidn al elemento de fa determinabi- Tidad del bien." Y, por éltimo, un grupo considera iraportante el elemento de Ie Chdigo Gul nicacagdense de 1903 (tela 2479), COdigo Civil hondureo de 1905 (resto {Sez utzon ponmeto de 191 ortele 112), Coigo Civil mexicano de 1927, Cio ESP Blade ibe Arcee de Puerto Rico de 1930 Grteuio 1223), Cig Chil dels Provincia de Québec aticul 1059), Er tigy Civ saracoreo de 1890 no considera expressment queso fos tenes que estan tne 6 comes deb hones pueden er materia J scotty, peto sf sn ear, ‘epee venice tins as contcorporln neporalsceacospaacin noe peat portale 118 Dentrode los céigossviles que etalon quel bie objeto de a prestaciin materia de una Diucén derived un cont debe ser deterinado, por lo menos en esa 9 au géaeT0 0 speci estin os siguientes: (CEiige Cui trance til 129), Chdigo Cl belga att 129), Cg Civil bativiano {18 (ertclo 720), Clg Civil peruo de 1852 (atiul 125), Proyecto ge Codigo Civil Suet Btado Sao de 155 (tele 1219}, C6igo Ci elena (aisle 151), Csi Civil ‘raroayo teal 3), Cig Cl argent de 87 tial 17, Cio Civil cloiano ‘ants S19, Codigo Chil veneaniana ce 180 (tel 1068), Cidigo Civil eateriaa (aelo (a) alas Ce pata! riealo 127), Cogn Civ aicaragdese de 1903 ateno 2475), Gago Col hontaceto de 906 ati 136), Cédgo Civil passe de 1917 teal 1124), ‘Bateroyet Bion de 1909 otelo 25), Cio Civil del Estado Lib Asociao de Fueto ‘Rises 1950 atioato 1225), Proyecto Ge Reforma al Codigo Civil ages do 1936 artiulo 407), lo Cai gute de 1973 (teu 138), Codigo Civil paraguay de 1987 atelo {52h Caen Cid a Provieela de Quere (area 1052), Coige Civil y Comercial dt ‘Nucla de Atgntna de 205 real 152), Codigo Coil bast de 2002 (teu 243) 1 ssigatetes tn los codigos ciiles que conrdera expesoments quel bien materin dee sulin dom int cool eu on ool a eS 4 fetemiaabie Ee GUT ance teal 128, Cpe Civil ble (tke 128, Proyecto de Cigo Civil Soe Sat Seco te 1853 (tut 129), Codigo Cail eileo (teal 46), Codigo Givi EXigutyo clo 128), cigo Civil gating de 167 (tea 1170, Cdige Cail colombano (eek ISI), Clio hed venedana ce 1880 real 1067), Csgo Civil easloinoGarevlo (Sos), Cbdge Ci espanol atieal 1273), Cig Ci niaragiense de 1903 aicalo 247), pie Ca sure de 1906 (aticulo £363, Codigo Ci paromet de 1917 tele 128), SKetedryect bony de 1929 into 25) éigo Cl del Esad Lite Avocado de Pets ‘REGS 130 arcs 1225), Proyecto de Refer Codigo Cir rpeatino de 1989 ntioulo BUD, Antepoyerto de Cgo Chl para Balla de Ange Osscioy Gallardo de 1943 (tino ‘Fra culgo Gil gutenliza de 179 (ates 1538, Cdigo Cv prague de 1987 tela (22), Cadiz Childe la Province de Qatbes eto 1050) Aen icses somos eign chiles que consis spletete qe el eto de a prestsia Doles dele oblgacia contractual date ser determina o deena: Proyecto Fase eliano Ge Oblipcionesy Coatatos de 1927, Cio Civ vetazlan de 1942 (eatcae 1135). Cign Chi tahiann de {982 (rule 1346), Cigo Chil boliviano de 197 (Gecute 43s), Cag Civil y Comercial des Nacion de Argentina de 2015 arteno 723), "pect nl 0 ices gr ej rb cts odeceinds y ‘hl les prt tenga epost, ErCEaif Citmesicen de 1977 seal que as oss objet de conto debe er etermnadas ‘eter stables encanto ah especie; aientas que el Proyeco de Codigo Inteecional de ‘iigactonsy Contre de Francesco Conseil de 1937, etablece que feos nce ers {nol a menos psu géeeroy su canto. Ei Colig delay Oligcine do Sin on arelo 19 efiala qu eta dew contatopurde Er iecnte detest detro de bs mts de hey ads mis, ual quel Proyecto de ‘Cid Inerncioal de Obipacinesy Contras de Francesso Contain de 1937, 132 posibilida, al seialar que no pueden ser objeto de prestaciones derivadas de obli- sgaciones contractuales las cosas imposibles.” Esto en To que respecta sla legistacién extranjera, ‘Ahora nos corresponde realizar un estudio exogstico y doctrinatio del pro- bblema, que en buena cuenta se centrard en el anélisis de los tres elementos que hemos considerado como importantes hasta este momento: la posiblidad de exis- tencia, Ia determinabilidad y la comerciabilidad 7A. Que el bien exista o sea susceptible de existir ‘Cuando nos referimos a la posibilidad, lo hacemos en virtud de Ia anteriormente citada disposicién de los articulos 140 inciso 2 y 1403 segundo pérrafo del Codi 20 Civil peruano, que establecen este requisito para los bienes que soa objeto de prestaciones derivadas de obligaciones contractuales. ero lo que nos corresponde en este punto es determinar cuales son os al cances de «ls posibilidad» como earacteristica indispensable para que un bien sea objeto de una prestacién, ‘Adicionalmente a lo expresado en paginas anteriores, cuando empezamos & ‘analizar eada una de las carneteristioas que debe reunir un bien, para tales efec- tos podriamos esbozar algunas ideas. En primer lugar, debemos establecer si el requisito materia de analiss es 0 10 sinuimo de elauno de ls otros, es deci, a determinabiidad y la comerciabilidad {La aposibilidad», si es que nos estamos refiriendo a la prestacién y no al ob- jeto de la misma, estaria intimamenteligada con Ins otras dos caracteristicas que facabamos de estudiar Si el bien no estuviese determinado ni fuera determinable, ‘Oa sobre él no se pudiera comerciar en los términos deseados en cl contrato que ‘se pretendiese celebrar, entonces estariamos frente a un contrato que contendria ‘una prestacién de eardter imposible, es decir, ftente a un contrato nulo. En este Supuesto, la prestaciGn imposible comprenderia aquellos objetas no comerciables, no determinables y hasta, como veremos mas adelante, aquélios no posible. Cues do hablamos de prestacién imposible lo estamos haciendo, naturalmente, respecto es so os eis civies qu selon expesamene qu las cots ispsibles 10 pase sex objeo de presanionssder'vadas de obligecione cotati: Bbaign Cin pte! aiuto 127), Cig Cv nearagoence de 903 areulp 244), Cdigo ‘Geifpenatcas de 117 tele 193), Cio Civ mexscaao de 1927 (tical 657), Atepo Seto tion de 1929 (eos 28 y 29), Cio Civ de ado Lie Asocad de Puerto Rico BSiSso aren £724) Proyecto de Reforoa a Cio Civil argentino de 1996 tule 810 {ti Cosiga Chl enezelano de (942 oto 1155 Codigo Civil Alina de 982 (teuls 1323 1D Chg Ci gunterice do 197 (tuo S88), COsign Cri blviana de 1976 (Garcia a8), Codigo Chl peraana de 198 (atta 1403), Cdigo Civil d a Provincia de (SaUEe ects 065, Codigo Ciy Comer e a Nacio de Aentoa ate 1904). 9 133 Maro Casio Frere Tatado dela conratostiicos de una imposibilidad absoluta de su cumplimiento por parte del deudor. Una opi- nin muy interesante al respecto es la de Enneccerus Pero si alo que estamos haciendo referencia no esa la prestacién en si como «posible, sino respecto del bien que constituye objeto de la misma, tendriamos, forzosamente, que desliget el coacepto de «posible» de aquéllos de wdetermina- ble» y «ometciablen, ya que no estariamos en planos distintos (como ocurriria cen el primer suptcsto} en los que uno podria comprender al otro, sino al mismo nivel, Consideramos aquél el plano en que nos debemos situar Para ello, entonces, deberiamos partir efectuando tna precision necesari: In de establecer que para hablar del requisito de Ia posibilidad, et bien que es ob- jeto de le prestacion tendré que ser «determinable o ano determinable» y «eo merciable» 0 «no comerciableo, ya que, como lo venitnos diciendo, no buseamos ni pretenddemos mezelar o interfer las tres caracteristicas materia de estudio. Asi, resulte portinente formulsrnos una pregunta: ji la «posibilidad no esti relaciontda con la «comercinbilidad» ni con la «determninabilidad», entonees, cs tamos frente a un sindnimo de Ia existencia o posibilidad de existencia del bien? Consideramos que una vez que hemos hecho la distincin entre el plano de la prestacién y el del objeto, y cuando nos hemos situado en este iltimo, pode- ‘mos llegar a a provisoria conclasién de que ta respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, ya que es la tinica opcidn (i descartamos la comerciabilidad y la de- terminabilided) que quedaria en pie y que seria susceptible de tomarse en cuenta ‘como integrante de ls earacteristicas necesarias dc todo bien objeto de una pres~ tacién derivada de una obligacién contractual ‘A lo que estamos haciendo referencia, concretamente, es ala situacién de que el bion debe existir al momento de Ia celebrecién del contrato o tener Ia posi: bilidad de existencia, es decir, sr susceptible de existir. En este punto no nos de- tendremos a cuestionar todas los problemas que puede plantear el tema, ya que, pot razin de prioridades, hemos preferido hacerlo cuando analicemos el contrato, de compraventa de bienes futuros. ‘No obstante estimamos pertinente citer en este punto la opinién del tatadis- ta italiano Domenico Barbero,” quien al respocto sostiene lo siguiente: En orden a una determinada relacia juldica el objeto puede ser presente ‘0 futuro, Bn general, estas calificaciones del objeto se ponen a base de una distinc de las cosas: y presisamente se habla de cosas presentes 0 cosas futuras. Pero esto 0s totalmente inexacto, no s6lo ni tanto porque las cosas no agotan el bito de ls cbjetos juridicos, sino que consttuyen solamente Tad nvweccens, Ludwig, Theodor Kur y Marta Wout Op. cit vol I tore Tp. 154,18 156. 121 Tanseno, Domenic, soma del Derec Prine. Buenos Ares: Eines Iuldias Europe ‘Aric, 1967, tome ip. 285, 134 Requisite dl bien teria del conto de compraventa tuna especie de ellos (como lo veremos inmediatamentd), cuanto y porque cl ser presente o futuro no es més que un aspecto ontoldgico del cbiean en (Cl bien futuro no es tun bien actual), sino que es un aspecto funcional del qobjeto» en orden a la dindenica de fa relacién jurdica “Ahora bien, precisamente el objeto de a relacin juridiea puede ser actuel ¥y puede considerirselo como de existencia futura: por ejemplo, se nezo- ‘ia boy sobre os frutos de la estaci6n vonidera o sobre el producto de una pesca que esté par emprenderse o habré de emprenderse, Coineidimos plenamente con lo expresado en la Exposicién de Motivos de la Comisin Revisora del Cédigo Civil peruano de 1984," cuando al especto, sefiala os siguientes conceptos: [:Jelattionlo 1532 extablece quo debe trtarse de wbienes exstentes 0 que puedan existir» con lo cual necesariamente se deja de lado aquellos bie- pes que han perdido existencia, que existieron en el pasado, pero ya n0 el momento de la eelebracién del contreto, por exanio en ese caso se est tia ante un contrato nulo por falte de objeto tal como sefala el inciso 3 fel articulo 219 del Cédigo Civil. Sendo que la propiedad, como derecko real, se extingue oon la destruccibn o pérdida total o consumo det bien, de severdo a lo setialado por el inciso 2 del articulo 968 del mismo Codigo, carece de sentido la obligacién de transfeina, [No es esto el caso dela pérdida, destruccién 0 consumo parcial del bien, anterior ela compraventa, pues allo se reiee el articulo siguiente. Tam- ovo se refiere el articulo al perecimiento.del bien, después de In celebra tidn del contratoy antes de la transferencia de I propiedad, pues este tema ts desarrollado a propésito del problema del riesgo del contrat Si el integro del bien ha dejado de tener existencia a momento de Ia ele ‘acid del contrato, el mismo es nulo por evanto el objeto de la prestacion materia dela obligacién surgida del contrato es fisicamente imposible. Cuando el articulo sofia # fos bienes que puedan exists, se estérefriendo ‘los bienes futuros, expecto de los cuales las partes estén de ncuerdo que ‘ain no tienen existeneia, en el momento de la celebrecin del contrat, pero tencl entendido de que estin destinadas a tenera, Por lo tanto, el acuerdo de Tas partes, estéorientado a lograr que dichos bienes efectivamente adquie- ran existencia, aun cuando ello sea exclusiva responsabilidad de uno solo de los contratantes, conforme se apreciaré mis adelante cuando strate de los articulos 1534, 1535 y 1536, Debe, en sume, tratarse de biones que tienen posibilided de existencia. 122 Contin Revisona pet Cénie Civ. yeRUANO. Boo Cun, Jack Bxpostein de Morivor (del Codigo Col ben materta cde avert. Eu: dai fal Et Peruano, separa espe, ims deere de 158 p. 5 138 Mario Cala Feyre/ Tata e los contaostipcos Cuando hacemos referencia al requisito de que el bien exista 0 sea suscep- tible de tener existencia estamos tratando acerea de un requisito, casi ditfamos, ‘obvio o evidente del bien materia de la prestacin, ‘Cuando dos partes conteatantes celebran una compraventa resulta evidente que una de ellas, el comprador, tiene intencién de recibir la propiedad y el bien isicamente) de euya propiedad se trata; y que la otra, el vendedor, busca recibit, al dinero que le entregard el comprador como contraprestacion. Pata los autores causalistas franceses y quienes los siguieron en el siglo XIX, Ia obligacién de cada uno de ellos sera la causa de la otra. Ello como ejemplo, ya que esta teoria, como sabemos, ha resultado supera- a hace muchos aos. Pero cuando estamos frente al cantrato de compraventa, éste tiene dos ele- _mentos fundamentals: el bien y el precio, sn los cuales no puede formarse Sin bien que se venda, ta obligacion del vendedor carevers de objeto, por lo ‘que el contrato sera nulo, Esto, naturalmente, en el supuesto en que el contrato de ccompraventa verse sobre un bien que no es susceptible de tener existencia, vale decir, de un bien que nunca ha existido, que ya no existe, o que nunca podrd sex susceptible de tener existenci. Pero en la medida en que el bien exista o sea susceptible de existir, I obli- ‘gaciéin del vendedor ne careverd de objeto ‘Tal como hicimos mencién cuando analizamos lo relativo a la existencia del bien materia de 1os contratos en general, hay muchos aspectos por analizar en lo referente al érmino wexistencian y ala problemsética que engendra, pero, por una razén de sistemdtioa, ls hemos reservado para tratst cuando analicemos lo rela- tivo al contrato de compravents de bicues futuros. {Los términos y conceptos que hemos expresado respecto a la necesidad de cexistencia o posibilidad de existencia del bien cuentan con el respaldo de In ma- yoria de I doetrina consultada” Antes de conclu con el andlisis de este rubro debemos subrayar fa ipor- tancia que tiene el ema de la posibilidad de existencia fwtura de un bien, frente « tos avanees tecuolégicos que plantea el mundo moderno, Paniol eitaba como ejemplo de un pacto nulo al contrato por el cust alguien ‘se obligaba a llevar a otro a Ja Lana, Resulta evidente que al momento en el cual 2S Be al seni, pueden epecarse as opiniones de Alestandry Somariva (ALsstaxont ROOK {Gbue, Arturo Manu! Sonannove UNDUnaaca, Op amo V. p. 370), Laurent (Laine, Fant Op fits tomo XV pp, 104y 103), Dea Pueae (De a Pure v Laat, Manuel ‘n Rovontgo naan DsktOp. ef, temo VI,p.206)y Wayar(Waran, Ewes Clemente Op ettsp 18. 136 Reguisites del bien mataria del conto de corpowerts lcitado profesor expresaba estas palabras, era inimaginable Ia llegada del horn bre a la Luna, hecho que recién se produyjo en el aio 1969, Sin duda, si el ejemplo {fuese propuesto hoy en dia, no estarfamas feate a un acto fisicamente imposible ‘Bn lo que respecte a la posibilidad de existencie futura de los bienes, cada vyez.con mayor frecuencia tenemos algunos que van saliendo del rubro de agus Ue cxistencia fisicamente imposible, para ingresar dentro del conjunto de bienes ‘cuya posibilidad de existenciafisica es factible. Solo por citar un ejemplo actual ditiamos que sien 1990 se hubieracelebrado ‘una compraventa cuyo objeto consistiese en fa transferencia de propiedad de un imamifero elonade de otto, ese acto en cualquier parte del mando hubiese califica- ddo como de objeto fisicamente imposible. Resulta evidente que si hoy se celebrara tse contrato, su objeto seria fisieamente posible, debido a que los experimentos tuyo objeto ea la clonacién de mamiferos han tenido éxito desde la clonaciéa de aya famosa oveja Dolly en Fdimburgo, Escocia, en 1997. 7.2, Que el bien sea determinado o determinable ara el caso de la detcrminabilidad, debemos comenzar sefialando que no estamos refiriéndonos de ninguna manera ala obligacién, ya que ésta es un vineulo juridico bstracto nacido del contrato y que nada cabe determninar en ella que m0 lo esté en tl contenido del contrato. Tampoco estamos hablando de Ia prestaci6n, ya que si fenemos ua contrato con varias prestaciones ¥ no sc ha determinado onal de ellas yaa ser cjecutada por el deudor frente al ncreedor, slo podremos estar frente a fos supuestos de obfigeciones con prestaciones alternativas o facultativas, io que por su naturaleza eseapa al tema de nuestro tratamiento, ya que en estos casos fstamos frente a la indeterminacién de la prestacién misma y no necesariamente dde su contenido, Cotno es de suponer, alo que nos estamos refriendo cuando alt= ‘imos « Ja dcterminabilidad es al objeto de ia prestacién, a aquellas prestaciones ‘que el Cédigo peruano contempla en el articulo 1142, como de bienes inciertos, Sefialando que éstos deben indicarse, cuanto menos, por su especie y cantidad. Este requisito exigido por la legislacién es indispensable para un bien objeto ‘de una prestacion materia de una obligacién contractual. Lo que se busca cuando fas partes contratan sobre cualquier materia es, fundamentalmente, que ese acto revista toda la seriedad que coreesponde a un acto juridio. Y, evidentemente, et primer elemento necesatio para que un acto sea serio consste en que el bien que ‘ee materia de la prestacién de una de las obligaciones derivadas del contrato sea porfoctamente identficable, es decir, determinado o determinable, Lo ideal es {que dicho bien esté determinado, sin embargo, basta con que sea susceptible de eterminecion, es decir, eon que en el contrato se establezcan Ins reglas necese- rias y suficientes para que, con posterioridad al momento de la celebracién del ‘contrat Jas partes o un tereero puedan determinar identifiear el bien que una de ella se ha obligado a entregar, 437 Mario CailoFueyte Tata do os contaos ipicos Bato significa que el principio es que todo bien que sea objeto de una pres- tacidn esté determinado en cuanto a su especie y que esté determinado 0 sea de- terminable en cuanto a su cantidad. Ea tal sentido, podemos citar a Demante y Colmet de Santerre,”* quienes sostionen que: La obligacion sei inl si Ia cosa debida no pudiese ser reconocida. De este modo el objoto dela obligacion debe ser cierto. Siempre el earicter ‘ede existe sin que el contratocontenga ia determinacién precisa de I cosa debida, basta que fa determinaci6n ulterior sea posible. Blla nolo sera, si el ‘contrato no designace al menos Ia especie dela cose; pero, lejos de que se xij una desiguacién individual, tampoco es absotutameate necesario que Ja cantidd esté doterminads, si ahi hay elementos de determninaci6a. (1. ‘Baudry-Lacantinerie™ sestene que «la cosa que forme el objeto dela obli- sgacién dobe gor doterminada 0 determinable». Fs necesario, con base en el ar tieulo 1129, ue la obligacin tenga por objeto uoa cose al menos determinada cn cuanto a su especie. La cantidad de Ia cosa puede ser incerta, con tal que ella pueda ser determinada ste texto no es sino un desarrollo del articulo 1108, cuarto pérrafo, que exige ‘que la obligacién tenge un objeto cierto, un objeto que la convencién determina ‘de una manera suficiente para que el detdor esté ligado de manera seria. De igual modo, Planiol hace referencia al punto, cuando expresa que: Lilet vinculo obligatorio no se forma cuando el objeto de la obligacién no est6 determinado, Sila indeterminacién reeae sobre la naturaleza del objeto, no se sabe cuél cosa 6 eudl hecho puede ser reclamado al dendor. Aguél que habria pro- ‘metido tn «aniraal no babria en realidad prometido nada, pues 6! podria liberarse sutninistrando a su acreedar un insecto insignificant Sila inde- terminacidn recze sobre la cantidad, a cose estanco determinada en su especie, el deudor podria aun lberarse ofreciendo al acreedor una presta- cin irrisoria: si él ha prometido trig o vino, sin precisar nada, su obliga ‘én podria redueiese @ una gota de vino 0 un grano de trigo,y Ia acreen cia sera vana, {J Basta, para la validez de la obligacion, que la cosa que constituye el ‘objeto esté doterminada en su género y ea su cantidad, sin serlo en su individualidad, TB Draare, Ano y dosard Corser ob Sateans Op ct ono ¥ py 52. 125 _Bavae-Lacasroiense, Nae Pal Gabi, Pécs de Droir Cll, tomo p48 126 FeattoL, Maree. Op, tomo I, p. 4 Reagsitos del bien materia del contato de compeaventa Como hemos comprobado, ésta es una opinion generalizad, Si el objeto de la prestacién no es al menos determinable, no hay vineulo Respecto de la determinacién de la especie y ls cantidad, también existe en doctrine criterio undnime. Ein lo referente a la determinacion de la especie, una primera y excelente opi- nién nos la dan Demante y Colmet de Santerre™, quienes establecen lo siguiente: Observemos que el término cespeciev estd puesto aqui, por oposicién al términe eindividuos, por wna parte del género; fo que pareceria excluir las obligaciones de género, pero To que no excluye verdaderamente ino las obligaciones de un génera tinnitado, En efecto, todo géinero linitado puede ser considerado como especie de género ilimitado, ‘Adems, el gran principio en esta materia, es que ta indeterminacion no debe jams ser tal, que ella redazca casi a nada al objeto de la prestacion [1 Le obligacidn es un vinculo; no hay obligacién cuando el pretendido eudor no est ligedo, él no est ligado cuando tiene con relacién al objeto séebido una libertad tal que puede, sin salir de los términos de la conven ‘ida, entroger una cosa intl y sin valor. Ta es la idea general del articulo 1129 (lel Cédign de Napoléon), de donde debe deducirse Ia interpretacion de las expresiones un poco vagas que contiene, [.} El objeto debido debe estar determinado, pero esta determinasia tione ‘rads, En su mis alto grado, ella especializa el objeto debido, ella lo pre- isa individualmente, de tal suerte que él no puede ser reemplazado por alga otro, sun similar (.) Pero sin estar designado de una manera individual, y excluyendo dela obli ‘cin todos los seres de fa misma noturaleza, el objeto de Ia obligacién puede incluso estar més o menos determinado para satistacer las exigencias| {el articulo 1128, Es imposible, en efecto, prohibir la convenciones que tengan por objeto wn caballo, dos hectolitios e trigo, una hectérea de pra dea; en todos estos case, bien que el deudor tenga una mas grande libertad pera operat la prestacion debida, sin embargo, esta prestacién lo privard, siempre de un valor y procuraré siempre uaa cietta ventaja al acreedor. Bs a estas prestaciones, especialmente meuos determinadas, que el ar- tfeulo hace alusién por estas polabras: al menos determinada en canto @ su especie. No habria aqui que vincaler a la palabra cespecie» el sentido téenio que ella puede tener en las clasticaciones de os naturalists: la ley ha entendido ciertamente este término en el sentido de clase o catego- ra de seres de Ia misma naturaleza; ella ha querido desir que el objeto de 127 Dewars, Antoine y Edovard Causer oe Sanrenne. Op cit, tome V, pp. 52 753 139 Mavi Casio Feeye/ Taal dos conte teas Ia prestacién podria estar detorminado solamente por la indicacién dela clase de seres a la cual él pertenece, Ella lo ha opuesto al término «indivi- ‘duo» 0 ueuerpo cierto», Pero sieltérmino «especie», en el lenguaje de ls clasficaciones, es opuesto al término «individuo», él se opone también al ‘tdrmiao «géneron, coleeciba mas entendida que se compone de diferentes ‘especies, y como las distinciones de género y de especie son nevesaria- monte arbitrarias, que ellas dependen del punto de vista en el cual se ubica el clasticador, es imposible pensar que Ia ley ha querido encontrar en estas distineiones el fundamento de una regia de derecho. La decisi del artculo debe ser entendida en base a la finalidad que nosotros le hemos asignado, [Abi no hay obligacién cuando la vaguedad en la determinacién del objeto permite al deudoriberarse dando una cose sin valor y sin utlidad. Se tata ‘de que fos tribunsles aprecien sila clase de seres @ la cual pertenece el objeto debido es ten vasia que el pretendido deudor no se encucatrs obli- ado a una prestacién seria, como si él hubiese prometido un animal, una piedra, un cuadripedo. Baudry-Lacantinerie al zespecto establece! que: ‘i el deudor pudieseliberarse haciendo una prestacinirrisora, la obliga- ‘én seria aula, Esto s igual en los dos casos siguientes: 1” el objeto de la ‘obligaci6n no esté determinado sino en cusnto a su género, por ejemplo, ‘el deudorse ha obligado a entregar un animal, sin decir de cusl especie; et ‘leudor puede entonces, sin salirse de los términos de la convenciéa, eatte- gar tl acreedor un anitaal de ningin valor, 2” Ja cosa objeto de la presta- ida, siendo de aquellas que no pueden ser itiles sino en la condicién de ser suministradas en cierta eantidad, el contrato no contiene ningun base para determiner la cautided a entregar; por ejemplo, el dendor ka prometido {tigo 0 vino, sin decir cudnto; él puede, siempre permaneciendo dentro de Jos términos de la convenci6n, liberarse entregando cantidades insignifi- ‘antes de trigo o de vino, Peto no es necesario que la cosa prometida so doterminada con was precisin absolut que ella sea un cuerpo cierto, por ‘jerplo fal casa otal bartiea de vino que esti en mi bodegs. Une determi- hacién mucho meaos precisa puede bastar, sea en cuanto a la cantidad de In cosa, sea en cuanto a su naturaleza La cantided debe ser al menos determinable, Ast lo establece en forma und nime la doctrina consultada, Es el caso de Demante y Calmet de Santerre, quie- nos sostienen que: 128 Bavorr-Lacurrnvnse Marie Pol Gabriel de. Pee de Droit Chi tomo Ip. 129. Devave, toe y Edouard Cotaer D2 Savrene, Opt, om Vp. 2. bo 1 Requsos de bien materia del contrato de campraventa [o] 0 basta determinar la naturaleza de la cosa debida, si la convencidn no ie [a calidad o la cantidad dela cosa prometida, el deudor gozaré aun de una libertad verdaderamente destructiva del vinculo. Ejemplo: Si se le ha prometidotrigo, o vino, aceite; el deudor podria liberarse haciendo una prestaci6n insigaificante, Es por tanto necesario sustraer al capricho del ‘deudor Ia calidad o la cantidad de la cosa a pagar. Lo que podria darse de ‘dos maneras, sea por una determinacién inmediata, 10,000 francos, 100 hectolitrs de vino, Sea indicando los elementos de una fijacion ulterior [Bjemplos: El earbén necesario als fibriea de un acreedor durante un aio; Ja suma necesaria para pagar los gastos de tal proceso. ‘Compartimos fa opinion de Baudry-Lacantineric)™ euando afirma gue: ‘De este modo yo puedo vilidamente obligarme « entregate a usted el heno necesatio para la alimentacin ce vuesto caballo o el carb necesaro para clconsumo de vuestra fabrica durante un efi. Aca La cantidad a prestar ‘no estéindicada ruméricamente; pero el contrato suministra un elemento cierto para su determinacién: se sube aproximadamente lo que consume ‘un caballo, y se puede saber aproximadamente lo que requere vuestra fabrics. Bn cuanto ala naturaleta del objto, De este modo yo puedo vi clamente obligerme a entreger un caballo, sin decir cull, Acé el objeto d= fe obligacién no esté solamente determinado en cusnto a su género, como se producrla si yo hubiese dicho un animal, pero también gen cuanto a su especien, lo que basta en base al articulo 1129, Puede haber alli, sin éudo, tuna variacion considerable de valor entre tal y tal caballo la inteneién de las partes, revelada por los términos del acto y 2 falta por las cirounsta- cis, permitirs, casi siempre, cireunseribir la obigaciin del deudor den- tro de um cireulo bastante estrecho. Sobre todo, Ia especie que no es otra cosa que una limitacién de género debe ester bastante precisa para que Vinculo dela obligacién aparezca serio este es un punto de hecho a apre= cia por ol juz En tal sentido, resulta undinime el parecer de la doctrina consultada.”™ ‘Bacal. acarvenn, Marie Pa Obie de. Préis de Droit Cir tomo 1.45. tl sea puden presi latopinones dela Canis Rev sors del Cige Ci peruano fr 1984 (Coys Revisota bet Céo1co Civ pexuano e198, Boto Cay, ck, ben otra de byt, Op. cit 3} Dela Poese (Dea Purse ¥ Lava, Manoel ro Rave. Masanves Deli, Opis omvo Vy p. 206), Movrlon(MoUnLON,Fréérie. Op et omo I 38H} bale (Lavaca Hbctor Op, tomo Ip. 3, Joseand Vossanano, Louis. Op Eins alt lomo Upp 8) Alessnary Soarriva(ALessaxoni Robnfousz, Astaro y Manel Souanaiva Uuouniaon, Op i, tmo LV, p37) ¥ Enbeceras, Kipp y Wo (Eocene, Thug, Theodor Krvey Marta WoLr Op et, yoH, om lp. 1) Mi Mato Casilla Free Tinado dos estates tipicos 73. Que su enajenacién no esté prohibida por ley Esta condicidn se reflere expresamente a que el bien, materia dela preslacién, tenga ‘una situacién jurfdiea compatible con la del acto del cual va a formar parte. Vale decir, que quienes estén contratando sobre el mismo puedan hacerlo respecto de quel, En otras palabras, que no exista nada que prohibs o impida su contratacién, Para ello resulta ttl, en ierta medida, una casificacién de los bienes, ausen- te-en miestro Cédigo Civil de 1984, que los divida en aquéllos que se encuentran dentro del comercio y aquéllos que estén fuera del comercio de los particulates. ‘Sin embergo, estos criterios resultan insuficientes para el andlisis que veni- mos haciendo, tal como lo iremos demostrando. Desde el Derecho Romano se ha tratado acerca de la comerciabilidad de los bienes, aunque no dentro de una rigurosa clasficacién de los mismos, tal como se haa visto en su oportunidad, Esto es ratificado por Planiol y Ripert."* Desde cl Chdigo Napolesa hasta nuestros dis son numerosos fos cuerpos le= islativos y proyectos de céigos que han regulado o contemplado I distinc de Ios bienes entre aquellos que estin dentro y aguéllos que estin fuera del comercio de los hombres. De igual modo, son numerosos ls autores de varios pafses que han tratado, en el tenia del objeto de los contrats, acorc de los bienes que estén dentro y aquellos que estén fuora det comercio humane, Pero, lamentablemente, lo que ccurre esque muy pocos se han detenido a analzara profundidad en qué consiste esta disquisicién, y de ells s6l0 uno o dos, a nuestro entender, se han acereado conceptvalmente a la riz del problema. Muchos han desviado su aten- cién hacia rubros equivecados. Cuando estamos frente al problema de la comerciabilidad de los bienes nos enfrentamos, en primer lugar, a ser files al criterio que hemos asunido respecto de los mismos, por el cual consideremos como bien todo aquello que es suscep- tible de apropiacién por el hombre, de valoracién econémica, cou individualidad propia reconocida por el Derecho, comprendiendo tanto a los objetos corporales ‘como & los incorporates. En segundo lugar, ebemos definir qué entendemos por el tmino ccomer- clon, Pera ello utilizaremos la opinién de Marcel Planiol —que compartimos en términos generales— refiriéndose al articulo 1128 del Cédigo Napoledn:™™ El articulo 1128 nos previene que «sélo las cosas que estén dentro del ‘comercio pueden ser objeto de las convenciones». La expresién «dentro del ‘comercio» no hace alusin a aquello que se llams «el comercion en el len _gusje juridico moderne; el comercio que constituye el objeto del derecho 192 PLaniot, Marcel y Georges Rurenr. Op. cit tomo VI . 307 133 Puanion Marcel Op. ct oro Ip 348 1 Requisite de bien materia del contato de compraventa ‘comercial, es I especttacion sobre los muebles de toda aaturaleza, materias primas y productos fabricados, que los comerciantes compran en la espe~ ranza de revenderlos a ua precio mayor de aquél que han pagado por ellos. Enel articulo 1128 este término tiene un sentido diferente, més amptio y ‘yecino al latin commerciinm, designa le posbilicdad para una cosa de ser- vir de objeto a un acto juridico. De tal suerte que cuando Is ley nos dice ‘que las costs que estén en el comercio son las tinicas que pueden const tuir el objeto de las converciones, esto no nos aporta algo ys que, sicllas| estén dentro del comercio, es justamente porque pueden servir de materia 4 los contratos En teroer lugar, debemos tratar de establecer los patrones por los cuales debemos introducir a nuestra discusién el aspeeto de la comerciabilidad de los Dienes Veamos, Bxista o no en la Iegislacién civil de un pais, expresamente esteblecida, la clasificacién de los bienes en aquéllos que estén dentro del comercio y aquellos {que no lo estn, no hemos podido identificar una definicin precisa de en qué con- siste precisamente esa condicién que dividiria unos y otrs, Como hemos sefialado anteriormente, el Cédigo Civil peruano de 1984 no contempla esta clasificacién de los bienes. La que contiene es aquéila que los di- vide en muebles e inmuebles (articulos 885 y $86). Por esta razbn hemos tratado de encontrar, en primer Ingar, dentro del men- cionado Cédigo Civil, algin elemento que nos sirva para distinguira los bienes en ‘comerciables y no comerciables. ¥ el primer articulo que se nos vino a la mente ‘01 882, que establece: Aticulo 882.- eNo se puede establecer contractualmente la prokibicién de fenajenar 0 gravar, salvo que la ley lo permite Peto, on realidad, en esta parte de nuestro enilisis esta norma no nos aporta ayores elementos, ya que si bien nos deja en claro que no se puede establecer por pacto, salvo que la ley lo permita, el celebrar determinados contratos sobre bienes, no nos dice eudles son aquellos bienes sobre los que no se puede estable- ‘cer dicha prohibicién de contratar ‘De modo tal que si no salimos por un momento del Codigo Civil, no podre- ‘mos avanzar en el tems, [La segunda fuente legislativa que consultsmos fue la Constitucién Politica del Peri del afo 1979, hoy derogada (pero vigente cuando empezamos a investigar este tema); en el ttule Lil, Del régimen econdmicon, capftulo I, «De la propie~ dady, Dentro de estas normas, ubicames el articulo 127, que decfa que: M43 Mati Cato Freye/ Tata os conatosticas ‘Acticulo 127- «La ley puede, por razén de interés nacional, establecer restrc- ‘ones y prohibiciones especiales para la adquisicin, possiéa, explotaci6a y ‘ansferenia de determinados bienes por su natualeza, condicién o ubicacién>, ste precepto constitucianal tampoco despefaba del todo nuestro proble- ima, peto nos daba mayores luces sobre el particular. Estas consisten, fundame talmente, en que se establecia que si se considerase necesario, por ley se podré resiringit o probibir la realizacién de determinados actos juridicos sobre deter- rminados bienes, teniendo en consideracién cualquiera de ios tres elementos que ahi se mencionaban, es decir = Naturaleza = Condicién = Ubicacién Pero es evidente que cuando el articulo 127 dela Constitucién de 1979 hacta esta salvedad acerca de probablesrestrcciones o prohibiciones en lo que respecta ‘la contratacién sobre es0s bienes se estaba refirendo a bieues que forman parte de aquéllos que se encuentran dentro del comercio de los hombres, ya que, de lo contrario (si se estuviese refiriendo a aquéllos que se encuentran fuera del comer: cio de los hombres), cualquier prohibicién o restricei6n que se pudiera establecer fen el futuro sobre Jos mismos resultart inti, ya que los particulares, en princi- pio, no pueden celebrar actos sobre éstos (salvo los que veremos més adelante). En realidad, la norina que nos daba mayores luces en lo que respecta a la cla- sificacidn de los bienes en aquéllos que estén y aquellos que no estén dentro del comercio de los hombres era el artculo 128 de la Constitueién Polities de 1979. Esta norma, a la letra, establecfa lo siguiente: Articulo 128.- «.os bienes piblicas, cuyo uso es de todos, no son objeto de derechas privadoss, ‘Aqui ye teniamos una primera gran restriccién respecto de los bienes. La propia Constitucién de 1979 sefialaba que existe wns categoria de los mismos, ‘que denominaba pblicos, cuyo uso corresponde a todos Ge entiende todos los habitantes del pais), y que sobre esta cetegoria de bienes no se pueden constituir derechos privados. Como la norma de articalo 128 ora una de earicter restrictive podiamos, amparados por los concepts de dos grandes tratadistas: Frangois Géay y Prangois Laurent,” utilizar el argumento a conirario y sostenet que aquellos Bienes alos {a4 Respects argument a cotario los alas mentions, oasderand gue no se permite Isapliceib del ms elo en puitosenloe qu aicarsate ea ative haces, exableeen Tee equines para ou tlizucbn, Parole Géay seals o siguientes 144 Reauistos del bien materia dl contrat compraventa {que no se hacia referencia en el articulo 128 de la Constituci6n de 1979 eran aque- llos bienes que se encuentran dentro del eomercio de los hombres. Ehtonces, de acuerdo al Derecho peruano (durante Ia vigencia de la Consti- tucién de 1979) habria una gran clasificacién de los bienes en aquellos que estén. ‘dentro del comereio de los hombres y aquéllos que no lo estén. Pero tenemos algu- nos elementos adicionales de sume interés. El primero de clos consiste en que si ‘observamos bien, este crterio asumide por la Constitucién de 1979 no esta intima- mente ligado (como hemos sefalado anteriormente cuando empezamos el andlisis general de este punto) con la propiedad de los bienes, ya que oourre lo siguiente: 4) Dentro de los bienes que estda fuera del comercio de los hombres, segin la Coustitueién de 1979, es decir, aquellos «pilicos, cuyo uso es de todos», el 100 % de los mismos son bienes de propiedad estatal,llimense parques, playas,rfos, carreteras, puentes, camiinos, aeropuettos, ct. 1) Pero: todos Jos bienes que se encuentran fuera de esta categoria son bienes de propiedad privada, ya que el Estado tambign acta, dentro desu ativided y desarrollo diario 0 cotidiano, como un particular mas, como es el caso de las empresas piblics. Bs decir que dentro de esta categoria de bienes (los que estin dentro del comercio de los hombres en el Per) tenemos bienes de propiedad eatatal y bienes de propiedad de particulares. ‘Ahora nos corresponde analizar le validez 0 invalides de ambas categories debienes. En To que respocta alos bienes que estarlan dentro de aquélos fuera del co- ‘mercio vamos a analizar los elementos que nos brindsa la doctrina, En primer lugar, la doctrina seftala que habrfa bienes fuera del comercio de los hombres por varias causes, La primera de ellas es por ser de utilidad publi ca, dentro de los que se menciona, por lo general, alos bienes piblicos. Este es cl easo de Planiol, Baudry-Lacantinerie,* Demante y Colmet de Santerte,”” ar somo ode mdeseos estos hacen nor acetaamene sl se ute empleo de “Cumlose unde scones, por exhl6n nega eadispsiines eas qo postvament jpsznen cot fe pracpie ganerals, oa menos cos a fom de texto legen ns casos Pal evi, lve contigo uns slain a fdas hes restitv sta aces vera tact Fnuypeligroeo ef manejo del argimento a conta, y desde luego limita considebleneate ‘compo dest aplieseaeptina, aren os de lo sigue: ‘bor soy silenio del oi oo prueba ada Bs lo que eo lenges den excula se enoee como a gurentacinn conta os), Nada ss pligrose pesto ques aries ‘dstacer decir al legion agello que ua hs quid dec. 13$ Pana, Marel Op. it, tomo I. 48. 136. Baume Lacayenns, Mare Pool Gabriel, Pride Droit Chil, tomo I, p48. 137 Dewan, Antoine y Edouard Cova of Sunranes. Op lt tome Vp. Sl 4s [Mario Casio Frese Tata de los contrat pos Demolombe, Colin y Capitant™ y Josserand," entre otros. Aquélla (la causa de utilidad plies) es le eontemplada por el articulo 128 de la Constitucién Pe- ruana de 1979, antes transcrito (Otra causa que seftala Ta doctrina para colocar un bien fuera del comercio de los hombres es el mandato de Ie ley. Este mandato de fa ley estaba expresamente contempiado, en el easo peruano, por el articule 127 de la Constitucion Politica ‘de 1979 y, como hemos sefalado anteriormente, se puede basar en su naturaleza, ccondicién 0 ubicacién. Sobre este particular, Manuel de la Puente y Lavalle™ advierte el problema recordando que el articulo 822 del Cédigo Civil de 1936 establecia que son del Estado los bienes de uso piblico, agregando en su articulo 823 que fos bienes de uso pablico son inalienables e imprescriptibies. ‘Sefiala que por razones que, segiin Ia Fxposicién de Motives de la Comisi Reformadora, n0 son féciles do explicar, el Cédigo Civil vigente ha suprimido toda referencia alos bienes del Estado, de tal manera que ao menciona fos bienes de uso pablico ni, eonsecuentemente, prohibe su enajenacién, ‘Sin embargo —anota—, el articulo 73 de la Constituciéa Politica de 1993 establece que los bienes de daminio piblico son inalienables e impreseriptibles, agregando que los bienes de uso pablico pueden ser concedidos @ particulares, ‘conforme a ley, para su aprovechsmiento econSmico, En eriterio compartide por nosotros, De le Puente sefiala que este articulo puede ser entendido a falta de mejor explicacin, ce igual manera que lo dispues- to por el articulo 128 de la Constitucién Politica de 1979, segin el cual los bienes pablicos, cuyo uso es de todos, no son abjeto de derechos privados, de lo que te: sultaria que de ecuerdo con el articulo 73 de la Constitucion Politica de 1993, los bienes de dominio piblico son inalicnables ¢ impreseriptibles, pero su uso puede ser concedido a particulates conforme a ley, para sa aprovechamiento econdmico, Respecto a esta causa de extraccidn de ls comerciabilidad de un bien, la doctrina se ha pronunciade en numerosas oportunidades. Es el caso de muchos tratadistasfranceses y espatioles del siglo XIX o comienzos del siglo XX que se- fialaban dentro de los bienes que estaban fuera del comezcio de los hombres por disposicién expresa de la ley (inclusive en la Ley de Partidas se estableci esta prohibicién), como dice Planiol," eciertos productos u objetos peligrosos, cwyo {éfico estd prohibido o estrechamente vigilado: substancias venenosas (Ley del 1B Deworenine, Chel, Cours de Code Mapoldon Pais: Auguste D 190, oma XIN p 302 139 Coun Hens y Ambroise Carta: Op, ity tome, p. 298 MO dostenan, Levis, Op et vol I toma Up. 88 IML Deta Pustrey vate, Manuel. Buns sobreelconrato de compraventa, pp. 3 y 44 2 Peano, Marcel, et tomo p. 45. dy, Hache eC, 146 19 de julio de 1845); animales atacados de enfermedades contagiosas (Ley del 21 de julio de 1881, articulo 13, ec. {.)p. Demante y Colmset de Santerte incluso, Legan a comprender dentro de estos bienes prohibidos en la Francia de ls primera mmitad del siglo XX a los granos verdes, pero no es del caso seguir citando estos ‘ejemplos, ls mayorie de los cuales han pasado a ser historia. Debemos establecer qué bienes se mantienen en el Pert como fuera del co- rmereio de los hombres, Los supuestos que si nos parece resultarian dentro de aquellos bienes que estan fuera del cometcin de los hombres son, en primer lugat, el contemplado en clarticulo 1405 del Cédigo Civil peruano relativo a la prohibicién de los pactos sucesorios, es decir, el contrato sobre el derecho de suceder en los bienes de una persona que no ha muerto o cuya muerte se ignoran, Pero, como veremos més adelante, esta prohibicién slo resulta relativa, ya que se refiere a esta modalidad dde contratacién y en determinadas circunstancias, ya que en otras, dcbos bienes, pueden ser ensienados por su propio ducto, o ser objeto de prestaciones deriva déas de obligeciones surgidas de cualquier otro contrato, Bn iguel condiciOn estin y similares comentarios hariamos acerca de os bienes comprenilidos dentto de los contratos prohibidos por el articulo 1406 de! Cédigo Civil peruano relativos a la disposicion «sobre a totalidad o una parte sustancial de los bienes que una persona pueda adquirir en el futuron. Los dos easos anteriores nos hacen pensar que Ia situacién de extracomercig- bilidad de un bien o de varios bienes puede ser absolut 0 relativa. Para ello vamos: ‘tomar la opinién de Baudry-Lacantinerie, quien hace una excelente apreciacién al respecto, Baudry-Lacantinerie sostione"™ que: «No hey sino un muy pequetio, rmimero de cosas que estén de una maners absoluta fuera del comercio y que no ‘pueden con este titulo constitur el objeto de ninguna convencién. Muchas cosas, por el contratio, estén fuera del comercio de una manera relativan, Bs la situacién en la que se halfan determinados bienes la que los hace ‘estar dentro o fuera del comercio de los hombres, pero sblo de un modo tem= poral, y nosotros agregariamos que, inclusive, dentro de ese tiempo en el cual dichos bienes estén fuera del comercio de los hombres, lo estin con respec to s6lo de ciertos actos 0 contratos (como los sefialadas anteriormente, pero no respecte de otros, de los que pueden eonstituirse en objeto de prestaciones obligacionales), De lo antes seftalado podriamos concluir que en fo que respecta a los bie- nes sobre los que pese una disposicién legal que impide su comercio, munca esta prohibicién llega a limites tales que lo impida de! todo y para siempre, vale decir, 1) Daas, Antoine y Edouard Counter oe Steen Op ct ome Vp. 144 BaseLacaeisan, Mari Pal Gabriele Précs de Droit Chl, tomo tp 44 47 Mato Casilla Freye/Tatado des eontaos tiicos_ que cualquier prohibicién en este sentido, y por las razones antes expucsias, © relativa, Fn términos generales, el bien en sf mismo no esté fuera del comercio, sino que la ley lo pone fuera en razén de las personas, Respecto de los bienes piblicos, cuyo uso es de todos, es decir, los con- templados por el articulo 73 de la Constitucién Politica del Pera de 1993, te- nemos setias reservas en Jo referente a un supuesto cardcter de absoluta extracomerciabilidad, En principio, le prohibici6n de la Constitueién peruana para el estableci- iento de cualquier derecho privado sobre los mismos pareceria muy clara y ta- Jante, pero no lo es tant, Resulta evidente que sobre fos bienes pblics, cuyo uso es de todos, no se pueden realizar actos de disposioién (como Ia compraventa de los mismos entre partiulares —ya quest pueden ser transferidos por el Estado a éstos—), 0 de afee- facidn en garantia como consttuir garantia mobiliaria sobre ellos, pignorarios 0 hipotecarlos, sean eada caso o inclusive, embargaros), Pero exiten determina~ dos actos 0 conratos que si pueden celebrar los particalares con cl Estado, on los cafes dichos bienes consituyan ol objeto de la prestaciOn de una o varias de as bligeciones surgidas de aquellos. Bs el caso de los freowentes contratos de con tesidn celebrades entre las muniipalidades y ls particulates, afin de que éstos 5 establezean durante un tiempo determinado en una plaza 0 lugar piblicos pra inslalar quioscos de venta de refrescos, 0 de diarios y revstas, o inclusive, para farealizacion de las diversas ferias escolares que se realizan en muchos dstitos de Lima durante los meses de febrero y marzo de cada ao, Tunbiéa es el cas0 de tos eampos feriales,en dande se han agrupado a antiguos vendedores ambulantes del centro de ln ciudad de Lima En apoyo de la tsis antes osbozada citaremos a Baudry-Lacantineri ¥ a Lafaille* Baudry-Lacantinerie sefala que’ ‘La mayorfa de les cosas que tienen un destino de utilidad police se prestan a ciertas conveuciones. De este modo Ia administracién auto- tiza, mediando una reata anual, elestablecimiento sobre la ori del mar de construcciones temporales, principslmente cabinas destinadas f ios benistas. igualmente, un particular puede ser autorizado a esta- blecer un finel o un aeueducto bajo wna ruta nacional, Estas diversas concesioues tienen un earaeter precario respecto del concedeate, pero Ia jurisprudencia las considera como constitutivas de verdaderos dere ‘hos respecto de terceros. 143 Zbidem, pp. 44 y 45; Lavatite, Héctor. Derecho Civil. Contratos, Buenos Aires: Compania “Argenta de iors, 148, vl I, tome Vil p 190 148 De otro lado, Lafaille sostiene que: No cabe prescindir, a pesar de ello, de un texto tan categérico como el del artfetlo 1501 (€el Cédigo Civil argentina), que permite dar en arren- ddamiento los bienes del dominio pico, aunque con restricciones expli- ‘ables, que por otta parte se consignan dentro de Ia nota. Reservéndonos tratar ms directamente el tema al considerar la mencionads figura, no

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