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EL PODER DEL AMOR

Para esta ocasión tan emotiva y especial, tomamos este libro de Cantar de los Cantares
porque tiene mucho que enseñarnos respecto al amor que se da entre los esposos, nos
habla de la pureza y la santidad del casamiento, establecido por Dios en el jardín de Edén.
Nos enseña lo bello y digno que es el amor que une a un hombre y a una mujer.

n este tiempo se ha perdido mucho el valor y verdadero significado del amor conyugal
según el modelo creado por Dios; todo se ha vuelto ligero, uniones libres, el poliamor
(tener dos o más personas consensuadas desde el punto de vista sexual, ético y
emocional, es decir, puedes tener como pareja a varias personas simultáneamente).
También están las parejas que viven separados con encuentros ocasionales, las páginas
web o apps para encontrar a tu pareja, para encontrar a alguien para salir a bailar, salir o
cenar, o el casarse por bienes separados.

“Hasta que la muerte nos separe” es una frase que está perdiendo sentido, ahora cada
pareja decide hasta cuando quiere estar al lado del otro, no necesariamente se habla de
divorcio, sino decidir vivir cada uno en su casa después de contraer matrimonio, es el vivir
separados pero juntos, son parejas que no comparten la vivienda quizás por estuvieron
casados en otra ocasión y no quieres pasar por las tensiones que suponen eso. Pactan
verse dos, tres, cuatro noches a la semana. Son personas que quieren mantener su
independencia a pesar del compromiso emocional.

Ante estos conceptos equivocados de amor entre las parejas, necesitamos dejar que la
Palabra de Dios nos enseñe y nos lleve a vivir el matrimonio según como Dios lo quiere,
para que podamos también disfrutar todos los hermosos beneficios que esto contrae.

Vayamos entonces a nuestro texto bíblico para hoy.

Cantares 8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas,
brasas de fuego, fuerte llama.
Cantares 8:7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si
diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo
menospreciarían.

En estos dos versículos se compara el amor con la muerte, el sepulcro, el fuego y las
aguas, para describir el amor matrimonial como la fuerza más grande, inflexible e
invencible de la experiencia humana.

Estas palabras son dichas por la esposa. Le dice a su esposo: «Ponme como un sello sobre
tu corazón,…«. La esposa le pide al AMOR de su vida que la mantenga cerca de su
corazón, en lo más íntimo de sus pensamientos, como un «sello» inamovible en su
interior. En aquel tiempo, este sello se llevaba colgado de un hilo alrededor del cuello o en

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el dedo, a manera de anillo. Llevaba la marca o firma de su dueño, es decir, era como el
nombre mismo de la persona. Así hoy, Jairo y Danniela, se entregarán un anillo el uno al
otro, para simbolizar la pureza y durabilidad de su amor el uno al otro, mientras así lo
hagan, disfrutarán las hermosuras del matrimonio.

La esposa también le pide a su amado que le confirme públicamente, que su amor hacia
ella sea manifiesto a todos, tal «… como una marca sobre su brazo» que es visible a
todos. En otras palabras, le pide la seguridad de su amor hacia ella, que la ame y la
considere como a sí mismo. En el Nuevo Testamento se confirma este mismo mensaje:

25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella,
26
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos…

HERMANO JAIRO, TU DEBER como esposo hacia Danniela es velar por ella, defenderla,
hasta el punto de poner tu vida por ella, si es necesario.

El texto bíblico continúa describiendo el verdadero amor. Comienza diciendo: «Porque


fuerte es como la muerte el amor…«, es decir, así como la muerte es una realidad firme y
segura, así mismo el verdadero amor es firme y seguro.

«Duros como el Seol los celos…», al igual que en la expresión anterior, el amor es
presentado como una virtud firme y segura como la muerte; sin embargo, el amor aquí es
llamado «celos«, de manera que los celos son presentados como una expresión del amor.
Como tal, los celos son aquella manifestación del amor en la que aquel que ama reacciona
en disgusto cuando el ser amado entrega su amor de manera ilícita a otro; en otras
palabras, le ruega implícitamente a su amado que sea celoso con su amor, que no deje
que el amor de ella caiga en otras manos.

Así mismo, este amor se describe como brasas de fuer: «Sus brasas, brasas de fuego,
fuerte llama…«; el verdadero amor es intenso, que consume completamente nuestro ser.
Es el intenso deseo incondicional de entregarse por completo a una persona, de buscar el
bien de esa persona amada, procurar su felicidad, por supuesto, siempre fundamentado
en la Palabra de Dios, porque fuera de Sus delineamientos no hay verdadero amor, de
manera que el verdadero amor tiene por fundamento la Palabra de Dios:

Romanos 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama
al prójimo, ha cumplido la ley.
Romanos 13: 9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

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Romanos 13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el
amor.

Este deseo no se fundamenta en los sentimientos, ni tiene el propósito de satisfacerse a sí


mismo, sino que nace del firme propósito de la voluntad de buscar el máximo bien y la
mayor bendición del ser amado de acuerdo a la voluntad de Dios.

Dios también nos enseña que el verdadero amor «Las muchas aguas no podrán apagar el
amor, Ni lo ahogarán los ríos…«. El amor entre los esposos, según el diseño de Dios, no
está condicionado por la otra parte ni se mantiene la relación por amenazas o por miedo a
quedarse sin solvencia económica, no, este amor SE MANTIENE FIRME a pesar de las
adversidades, e incluso a pesar de los defectos del ser amado, POR ESO, EL TÍTULO DE
ESTA PREDICACIÓN ES EL PODER DEL AMOR, porque el amor que une y sostiene al
matrimonio no es forzado sino se da con una firme voluntad y convicción, es algo que se
entrega solamente, sin esperar algo a cambio.

Su valor es tan alto que nada puede comprarlo, solo debe ser recibido, y esto nos lleva a la
siguiente frase bíblica: V. 7b «Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este
amor, De cierto lo menospreciarían«. Un hombre puede entregar todos los bienes de su
casa por obtener este amor, pero este amor es tan valioso que no hay precio alguno que
lo pueda comprar, sino que debe ser voluntariamente entregado y, a su vez, simplemente
recibido.

CONCLUSIÓN

El amor es tan fuerte como la muerte, no puede aniquilarlo el tiempo ni un desastre, ni


algún diagnóstico médico ni puede comprarse por ningún precio porque se da libremente.
El amor no tiene precio e incluso hasta el rey más rico no puede comprarlo. Se debe
aceptar como un regalo de Dios para luego disfrutarlo dentro de las reglas establecidas
por Él.

Acepte el amor de su cónyuge como un regalo de Dios y luche por hacerlo un reflejo del
amor perfecto que viene de Dios mismo.

Hermana Danniela, su deber con Dios es respetar a su marido en todos los sentidos,
recuerde que Dios le ha traído esta bendición a su vida.

Hermano Jairo, la Palabra de Dios dice que el que haya esposa haya el bien, y alcanza la
benevolencia de Jehová (Proverbios 18:22), Dios te trajo a Danniela, ella es tu bien,
cuídala, valórala y ámala siempre. Es una señal que Dios es bueno para ti.

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