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ESTACIONES DE VIDAL

I IV

Por mí, Señor, inclinas Cercadla, Serafines,


El cuello a la sentencia; No acabe en desaliento
Que a tanto la clemencia No muera en el tormento,
Pudo llegar de Dios. La Rosa Virginal.
Oye el pregón, oh Madre Oh acero riguroso,
Llevado por el viento deja su pecho amante,
Y al doloroso acento Vuélvete a mí cortante,
Ven del Amado en pos. Que soy el criminal.

II V

Esconde, justo Padre, Toma la cruz preciosa,


La espada de tu ira, Me está el deber clamando,
Y al monte humilde mira, Tan generoso cuando
Subir el dulce Bien. Delante va el Señor.
Y Tú, Señora, gimes Voy a seguir constante,
Cual tórtola inocente; Las huellas de mi Dueño,
Que tu gemir clemente Manténgame el empeño,
Le amansará también. Señora, tu favor.

III VI

Oh pecador ingrato Tu imagen, Padre mío,


Ve a tu Dios caído, Ensangrentada y viva
Ven a llorar, herido Mi corazón reciba,
De contrición aquí. Sellado con la fe.
Levántame a tus brazos Oh Reina, de tu mano
Oh bondadoso Padre, Imprímela en mi alma,
Ve de la tierra Madre, Y a la gloriosa Palma,
Llanto correr por mí. Contigo subiré.
VII X

Yace el divino dueño Tu bañas, Rey de gloria,


Segunda vez postrado, Los cielos en dulzura
Deteste yo el pecado, Quién te afligió, Hermosura,
Deshecho en contrición. Dándote amarga hiel?
Oh Virgen, pide amante, Retorno a tal fineza
Que borre tanta ofensa La gratitud pedía;
Misericordia inmensa Cese ya, Madre mía
Pródiga de perdón. De ser mi pecho infiel.

VIII XI

Matronas doloridas El manantial divino


Que al justo lamentáis, De sangre está corriendo,
Por qué si os lastimáis Ven, pecador gimiendo,
La causa no llorar? Ven a lavarte aquí.
Y pues la cruz le dimos Misericordia imploro,
Todos los delincuentes Al pie del leño santo,
Broten los ojos fuentes Virgen, mi ruego y llanto,
De angustia y de pesar. Acepte Dios por Tí.

IX XII

Al suelo derribado, Muere la Vida nuestra


Tercera vez el Fuerte, Pendiente del madero,
Nos alza de la muerte ¿ Y yo cómo no muero
A la inmortal salud. De amor o de dolor?
Mortales: Qué otro exceso Ay, casi no respira
Pedimos de clemencia? La triste Madre yerta
No más indiferencia Del cielo abrir la puerta
No más ingratitud. Bien puedes ya, Señor.
XIII

Dispón, Señora, el pecho


Para mayor tormento
La víctima sangrienta
Viene a tus brazos ya.
Con su preciosa sangre
Juntas materno llanto,
Quién, Madre, tu quebranto
Sin lágrimas verá?

XIV

Al Rey de las Virtudes,


Pesada losa encierra,
Pero feliz la tierra,
Ya canta salvación.
Sufre un momento, Madre,
La ausencia del amado,
Presto de Tí abrazado,
Tendrasle al corazón.

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