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Competencia, agresión y conciliación

Competencia: La competencia, en biología, es un tipo de


interacción ecológica en la que organismos de especies diferentes o de
la misma especie que cohabitan en un espacio común explotan un
recurso limitado, es decir, que no es suficiente para satisfacer las
necesidades de todos.
Las interacciones entre organismos dentro de una comunidad o de una
población se conocen como interacciones ecológicas o específicas, las
cuales pueden ser intraespecíficas (entre individuos de la misma
especie) o interespecíficas (entre organismos de especies diferentes).
Existen seis tipos principales de interacciones ecológicas: la simbiosis, el
mutualismo, el amensalismo, el comensalismo, la depredación y la
competencia. De estos, la competencia y la depredación juegan un
papel fundamental tanto en la definición de los ecosistemas, como en
el mantenimiento de su dinámica y equilibrio.

Tipos de competencia biológica


La forma más común de categorizar las interacciones de competencia
en la naturaleza es identificando a los organismos que participan de
dichas interacciones. Así, se han definido dos tipos principales de
competencia:
La competencia intraespecífica, que se da entre organismos de la
misma especie, cuyo ejemplo más común es la competencia por parejas
reproductivas, y
La competencia interespecífica, que ocurre entre organismos de
especies diferentes; un ejemplo podría ser el de dos polinizadores que
se alimentan del néctar de la misma flor.
Características de la competencia
– La competencia es un tipo de interacción ecológica que se da entre
organismos diferentes, sean de la misma especie o de especies
distintas.
– Se caracteriza principalmente por la necesidad de las partes en
interacción por el mismo recurso, el cual se encuentra en cantidad o
disponibilidad limitada (agua, alimento, espacio, pareja reproductiva,
luz solar, etc.).
– La competencia ocurre cuando el ambiente para proveer
determinado recurso es menor que los requerimientos biológicos de
dos o más organismos que se aprovechan del mismo.
Agresión: Las conductas agresivas son patrones normales en el
etograma de cualquiera especie. La agresión debe considerarse
anormal únicamente cuando ocurre en contextos inapropiados.
La secuencia depredadora normalmente involucra conductas de buscar,
asechar, perseguir, morder, matar y comer. En algunas especies los
ataques son producidos de posturas estereotipadas que incluyen
caminar apoyándose en los codos, dirigir las orejas hacia la presa y
saltar súbitamente mordiendo el cuello y agitado la presa.
Tipos
Agresión por irritación: Se cree que este tipo de agresión es la que
ocurre provocada por hambre, sed, dolor o cualquier otra causa.
Agresión por miedo: la agresión por miedo es impulsiva, abierta, sin
planear, incontrolada y con signos de actividad autonómica. Por lo que
se puede clasificarse dentro de rabia defensiva.
Agresión por dominación: Este tipo de agresión es muy común entre
machos de varias especies. Por ejemplo, los perros tienen una fase de
aviso en la que muestran los dientes, hay contracción de las pupilas, y
las orejas se inclinan hacia adelante.
Agresión instrumentalizada: Se considera cuando la conducta agresiva
pierde su estructura.
Agresión territorial y maternal: Este tipo de agresión son similares. Los
animales muestran una fase de aviso o advertencia rascando el piso con
las patas posteriores y marcando con orina.

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