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Todos hemos oído hablar o conocemos a la famosa orden de los Pobres Caballeros de
Cristo del Templo de Salomón, más conocidos como templarios, y no, no me refiero a
los malos de Assasins Creed, sino a la orden militar creada en 1118 en Jerusalén tras la
primera cruzada con el fin de proteger a los cristianos que peregrinaban a esta ciudad
tras su conquista.
Pero el tema de este articulo no va a ser esta orden, sino su hermana, la orden de San
Juan de Jerusalén u orden de Malta.
Tras esto, las posesiones templarias pasarían a manos de la orden de San Juan por la
bula Ad Providam dada por el papa Clemente V. Pero esto no se cumple en los reinos de
Castilla, Aragón y Portugal ya que se hace la bula Licet dudum con la cual se dejaba la
decisión de este repartimiento a la silla apostólica de cada reino.
La orden de San Juan fue buscando zonas donde extender su influencia y qué mejor
zona que la península ibérica donde se está luchando contra el islam por la reconquista
de territorios anteriormente cristianos. Así es como la orden se traslada a la península y
ayuda a reyes como Alfonso I de Aragón el cual en su testamento le cede parte de sus
territorios a la orden hospitalaria que posteriormente tendría que ceder a Ramón
Berenguer IV a cambio de algunas concesiones. También participa en la batalla de las
Navas de Tolosa en 1212 y en la conquista de Murcia con el infante Alfonso (futuro
Alfonso X).
En cuanto a Murcia, es el rey Alfonso X el que le cede territorios a la orden. Así es
como la orden se hace cargo de la pequeña villa de Archena y más tarde de Calasparra
pues la encomienda de San Juan solo tuvo estos dos lugares dentro de Murcia.
Tras el reinado de los Reyes Católicos en 1512, se concede una carta puebla a Archena
para llevar la corona real sobre su escudo y eximirla de pagar los impuestos y
contribuciones que se seguían cobrando como en tiempos de los moros, por parte del
encomendador García Bermúdez de tal forma que empezarían los conflictos entre el
concejo del pueblo y la orden.
Con todo llegamos al fin de la orden en este pueblo que llega en el siglo XIX con las
famosas desamortizaciones ya que muchos bienes que tenía fueron vendidos en subastas
para ayudar a la financiación del estado. También por el auge liberal que se instaura en
el pueblo, perdiendo el poder de decidir a los regidores y alcaldes.
Hemos hecho un repaso breve sobre esta orden que dejó un gran patrimonio histórico en
lo que fue y es este pueblo de Archena. Pues sin ella, Archena no hubiera alcanzado una
población de más de 50 habitantes ni tendría los recursos para la creación de las
primeras estancias en el balneario. Por ello se le debe dejar un hueco en nuestro saber e
intentar conocer un poco más sobre nuestro pasado medieval, moderno y
contemporáneo.