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LA DOCTRINA DE LOS NICOLAITAS

2023

Análisis bíblico
En la biblia hay sólo dos referencias directas y específicas a la palabra
“nicolaítas”. Ambas están en el contexto de los mensajes a las 7 iglesias.
La primera aparece en el mensaje a Éfeso y la segunda, en el mensaje a
Pérgamo.

Mensaje a Éfeso:
Apocalipsis 2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas,
las cuales yo también aborrezco.

Mensaje a Pérgamo:
Apocalipsis 2:15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los
nicolaítas, la que yo aborrezco.

La palabra Nikolaités es un sustantivo masculino. Se infiere que los


nicolaítas eran seguidores de Nicolás, un hereje o apóstata que vivió en
los tiempos de Éfeso y cuya influencia perduró debido a la gran cantidad
de seguidores que logró captar durante su vida. En la biblia encontramos
un Nicolás, quien era un prosélito de Antioquía, entendiéndose que
prosélito se refiere al hecho que era un gentil y fue ganado para el
cristianismo mientras vivía en Antioquía. Wikipedia

Nicolás fue escogido para ser diácono (Hechos 6:5) por la decisión de los
que se añadieron al discipulado después del derramamiento del Espíritu
Santo. Fueron los doce discípulos originales quienes pidieron al resto de
los discípulos que escogieran siete varones para que actuaran como
diáconos en el servicio a las viudas, principalmente. Entre estos que fueron
elegidos, estaba Nicolás, a quienes los apóstoles les impusieron las manos.
Si este Nicolás es el mismo diácono que luego apostató, y por su vida de
pecado influyó en la iglesia apostólica para propagar esta doctrina-
enseñanza en medio de la iglesia, no está escrito. Cada quien debe llegar
a una conclusión personal respecto a eso. En este análisis se abordará el
tema lo más objetivamente posible.
La palabra nicolaítas aparece sólo entre las primeras tres iglesias. En el
mensaje a Éfeso, Jesús da a la iglesia seguridad de presencia (anda en
medio de los siete candeleros de oro – los siete candeleros que has visto
son las siete iglesias) y la seguridad de posesión (tiene las siete estrellas
en su diestra – las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias). En
el mensaje a Pérgamo, Jesús se describe como alguien dispuesto a pelear
(tiene una espada aguda de dos filos – pelearé contra ellos con la espada
de mi boca). En 1:16, como parte de la descripción que hace Juan del Cristo
glorificado, dice: “…de su boca salía una espada aguda de dos filos.” Es
importante resaltar que la espada de la cual se habla en Pérgamo no está
en la mano de Jesús, sino que sale de su boca. Esto es lo mismo que dice
Pablo en Hebreos 4:12 cuando habla de la Palabra de Dios, “Porque la
palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Jesús aborrece tanto “las obras” como “la doctrina” de los nicolaítas. Las
obras no llevan a la doctrina, sino que la doctrina lleva a las obras. En los
tiempos de Éfeso ya la doctrina existía, y los de Éfeso aborrecían “ las
obras”. En los tiempos de Pérgamo, ellos “retienen la doctrina”, que por
supuesto lleva a las obras.

En Éfeso, el Señor lo invita a hacer “las primeras obras”, quiere decir que
Éfeso en su desarrollo espiritual terminó haciendo “las obras de los
nicolaítas”, aunque las aborrecían y por eso, la invitación al
arrepentimiento que hace Jesús. En la iglesia de Pérgamo, al contrario, los
de este período histórico-profético de la iglesia (313-538 aprox.) han
estado abrazando este error doctrinal que les ha llegado por herencia
desde dos siglos antes, cuando la iglesia de Éfeso lo empezó a enfrentar.
Tenemos el testimonio de Pablo al escribirle a Éfeso y que fue registrado
en Efesios 4:19, y esta misma situación la encontramos, en paralelo, en la
epístola a los Romanos 1:24-32, donde dice claramente que Dios “…los
entregó a la inmundicia, en la concupiscencia de sus corazones…”

1. Hay similitudes y diferencias en los mensajes a Éfeso y Pérgamo:


a. Similitudes:
i. En ambos mensajes se menciona a los nicolaítas en forma
específica.
ii. En ambos mensajes el Señor declara que él aborrece las
obras o doctrina de los nicolaítas.
iii. En ambos mensajes, la nota acerca de los nicolaítas está
después del encomio y del llamado al arrepentimiento
(2:6; 2:15)
b. Diferencias:
i. En el mensaje a Éfeso, se refiere a los nicolaítas como
“las obras de los nicolaítas”.
ii. En el mensaje a Pérgamo, se refiere a los nicolaítas como
“la doctrina de los nicolaítas”.
2. Contraste en el contexto de los mensajes:
a. En el mensaje a Éfeso, la iglesia es encomiada por Jesús
debido a sus características espirituales sobresalientes, tales
como paciencia, arduo trabajo, no puede soportar los malos,
sufrimiento, perseverancia.
b. En el mensaje a Pérgamo, el Señor va directo y le dice a
Pérgamo que está morando “donde está el trono de Satanás”.
c. En el mensaje a Éfeso, “aborrecer” la obra de los nicolaítas
es parte del encomio a la iglesia.
d. En el mensaje a Pérgamo “retener” la doctrina de los
nicolaítas es parte del problema de la iglesia.
3. Amonestación paralela:
a. En el mensaje a Pérgamo las dos amonestaciones están en
paralelo. En el versículo 14 el Señor reprende a la iglesia
porque retienen la doctrina de Balaam, y luego en el versículo
15 la vuelve a reprender al decirle que retienen la doctrina de
los nicolaítas.
i. Ambas amonestaciones están relacionadas con doctrinas.
Balaam era un profeso profeta de Jehová que se resistía a
ejecutar (obedecer) la voluntad de Dios siguiendo en
cambio sus propios caminos.
ii. En el caso de los nicolaítas, no hay ninguna información
adicional en el libro sagrado. Sin embargo, el hecho que
sean colocados en paralelo en el mismo mensaje indica
que la iglesia estaba atravesando por el mismo problema
y que ambas doctrinas hacían énfasis en lo mismo o
estaban violentando el mismo principio cristiano.
4. Datos interesantes que ayudan a identificar los nicolaítas:
a. Después del período de la iglesia de Éfeso y hasta la iglesia
de Pérgamo hay mártires. Las personas son perseguidas por
su fe. Eso lo vemos en el caso del período de Esmirna, y
también se repite en la alusión que se hace en la iglesia de
Pérgamo, al referirse a Antipas.
b. No se menciona en el texto bíblico que haya mártires en
ningún otro período de las iglesias posteriores.
c. En la iglesia de Éfeso y en la iglesia de Pérgamo, una de las
promesas tiene que ver con alimento: en Éfeso es el árbol de
la vida, y en Pérgamo es el maná escondido. El fruto del árbol
de la vida es el que capacita al ser humano para tener la
eternidad, y el maná representa a Jesús (Juan 6), quien es el
pan que descendió del cielo y da vida eterna al que lo acepta.
d. Tanto en la iglesia de Éfeso como en la iglesia de Pérgamo,
el Señor da a las iglesias el mensaje “vendré a ti
pronto…vendré pronto a ti”
e. En ninguna otra parte de la Escritura, Antiguo o Nuevo
Testamento, se menciona a los nicolaítas, queriendo decir que
Juan, el apóstol, conocía bien acerca de ellos, y siendo que el
libro de Apocalipsis no fue el último que él escribió, es útil y
lógico buscar en el resto de sus libros alusiones directas o
indirectas a la doctrina u obras que los nicolaítas realizaban
durante su tiempo ministerial.
i. En las tres cartas que escribió Juan se hace mucho énfasis
en el amor fraternal o amor hacia los hermanos, mas no
se menciona ninguna doctrina que se haya infiltrado
dentro de la iglesia.

Éfeso se destaca por su aborrecimiento de las obras de los nicolaítas y


Pérgamo añade a su reprensión el tener o aceptar en su seno a los que
retienen la doctrina de los nicolaítas.

En la Escritura hay una epístola dedicada a Éfeso, la primera iglesia del


Apocalipsis. No existe registro de ninguna carta para alguna de las otras
iglesias que estaban situadas en el Asia menor. Sin embargo, hay cuatro
referencias a la iglesia de Laodicea en el libro de Colosenses (2:1;
4:13,15,16); y en dichas referencias Pablo habla de una carta que él
escribió a los laodicenses, pero no está en el canon bíblico y también se
menciona en el libro de Colosenses la iglesia que está en Hierápolis
(Colosenses 4::13), de la cual tampoco hay ninguna carta. Asimismo, hay
una referencia en el libro de Hechos acerca de Tiatira, al mencionar a
Lidia, una vendedora de púrpura (Hechos 16:14)

El punto es que la doctrina de los nicolaítas se menciona como una que los
de Éfeso aborrecían, y se puede encontrar evidencia de ello en la misma
epístola de Éfeso. Pablo debió haber percibido tal mal en medio de la
iglesia, y muy probablemente la reprendió, censuró o condenó.
Tal y como está escrito en Apocalipsis, Éfeso era una iglesia caracterizada
por el amor y la fe (Efesios 1:15; 3:17-19), en la que también había
cristianos con problemas de la carne que debían enfrentar situaciones
difíciles con sus pensamientos pecaminosos (Efesios 2:2-3). La iglesia de
Éfeso mantenía las enseñanzas de los apóstoles como algo en lo cual
debían apoyarse, y esto se refleja tanto en la epístola como en el mensaje
de Jesús a la iglesia (Efesios 2:20 cf. Apocalipsis 2:2)
Hay una relación directa entre las palabras de Pablo a los efesios y el
mensaje de Jesús a la iglesia de Éfeso. En ella se habla de no desmayar
(Efesios 3:13 – “por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis
tribulaciones por vosotros…” cf Apocalipsis 2:3 “y has sufrido, y has
tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no
has desmayado.”

Al comparar Efesios 4:2 con Apocalipsis 2:2-4, se menciona cómo los


apóstoles se soportaban con paciencia los unos a los otros, llenos de amor.

Pablo da una advertencia a los efesios, y les dice que tengan cuidado de
no dejarse extraviar como niños fluctuantes por cualquier viento de
doctrina dejándose engañar por la astucia de hombres que utilizan
artimañas de error (Efesios 3:14).

Entre los versículos que el mensaje de Pablo a los efesios contiene, se


erigen los del capítulo 4:17-19, en los que el apóstol hace un llamamiento
a estos hermanos para que no anden como los otros gentiles, cuyo
entendimiento está entenebrecido, “ajenos de la vida de Dios”, “por la
dureza de su corazón”, y el versículo 19 declara “los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con
avidez toda clase de impureza.”

Al revisar las cartas de Pablo que fueron escritas a iglesias y personajes


que existían en la misma época que Éfeso, y al hacer una concordancia de
textos, se encuentra que el problema de los nicolaítas o su doctrina, tenía
que ver con la tendencia a cometer los pecados de la carne mientras que
se profesaba seguir sirviendo al Señor (2ª Timoteo 3:1-7).

Al comparar el testimonio bíblico con lo que está escrito en las


compilaciones del espíritu de profecía respecto a la doctrina de los
nicolaítas:

Recibiréis Poder, p. 363.4


Es nuestra tarea conocer nuestras debilidades y pecados acariciados, que
producen oscuridad y debilidad espiritual y han apagado nuestro primer
amor ¿Es la mundanalidad? ¿Es el egoísmo? ¿Es el amor por la estima
propia? ¿Es la lucha por ser el primero? ¿Es la sensualidad lo que nos aleja
de Dios? ¿Es el pecado de los nicolaítas que cambiaban la gracia de Dios
por lascivia? ¿Es la indiferencia hacia la gran luz [Biblia]? ¿Es el mal uso
o el abuso de las oportunidades y los privilegios lo que nos lleva a tener
jactanciosas pretensiones de sabiduría y conocimiento religiosos, mientras
la vida y el carácter son inconsistentes e inmorales? No importa qué haya
sido lo que hemos acariciado y cultivado hasta tornarse fuerte y
dominante, hagamos decididos esfuerzos para ser vencedores, para no
perdernos y comer del árbol de la vida. The Review and Herald, 7 de junio
de 1887. {RP 363.4}

Existe este concepto interesante tomado del Internet y cuya referencia está
al final

La lascivia (del latín lascivia) es, de acuerdo al diccionario de la Real


Academia Española (RAE), la propensión a los deleites carnales. Se trata
del deseo sexual o la lujuria sin control.

La lascivia implica la imposibilidad de controlar la libido, lo que puede


derivar en una obsesión. Una persona con lascivia mira al prójimo de
manera morbosa o con intenciones sexuales.

El término también se encuentra relacionado con la desvergüenza y la


lujuria. Las religiones, por lo tanto, condenan la lascivia y la asocian a las
conductas indebidas y pecaminosas.

El cristianismo, por ejemplo, intenta que los adolescentes y los jóvenes no


caigan en lo que, según sus parámetros morales, sea un comportamiento
lascivo. Algunos grupos cristianos consideran incluso que el baile se
encuentra dentro de dicho grupo, sobre todo cuando se practica en
discotecas, ya que incluye el contacto corporal entre diferentes personas
en un contexto de descontrol, dada la baja de las defensas que genera el
consumo de alcohol, en combinación con la intensidad de la música y la
inclinación de la pista de baile.

La religión católica sostiene que la lascivia puede controlar la mente de


los seres humanos y convertirlos en seres débiles y enfermizos, que se
niegan a entregarse a Cristo, para en cambio ponerse en manos de una
conducta que la Iglesia considera opuesta a sus principios. Según éstos,
Dios mismo creó la sexualidad, pero no lo hizo para el disfrute del propio
cuerpo, sino para unir a dos personas a través del matrimonio y asegurar
que sientan la necesidad de procrear.

Cualquier persona que quiera abrazar el cristianismo no tiene más que


cumplir con una serie de mandatos, tales como doblegarse a la voluntad de
un ser que jamás se ha atrevido a mostrarse ante las personas, reprimir
cualquier deseo sexual que se escape de los límites del matrimonio, no
sentir atracción por individuos del mismo sexo y, muy importante también,
rechazar los lujos materiales.
Desde un punto de vista más amplio, se considera la lascivia como el
apetito inmoderado de algo; es decir, no necesariamente tiene relación con
la sexualidad. De esta forma, es posible hallar el término en un contexto

Si llegaste hasta aquí, es el momento de agradecerte te hayas tomado el


tiempo de leer mis documentos.

Dios te bendiga!

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