La carga eléctrica es una propiedad de las partículas subatómicas, por lo tanto afecta a todo aquello que tenga átomos: es decir, a todo. Ese todo incluye , desde luego, fenómenos atmosféricos como las fascinantes y peligrosas tormentas eléctricas. Si en una historia de Marvel los villanos quedan atrapados en una tormenta eléctrica, entonces saben a ciencia cierta que están enfrentando a la temible Ororo Munroe, alias Tormenta. ¿Cualquier tormenta común y corriente podría ser “eléctrica”? En todos los momentos de la tormenta hay actividad eléctrica, pero se manifiesta en forma de descarga cuando supera el voltaje de ruptura del aire, es decir, cuando los electrones de la nube tienen la energía suficiente como para cruzar el aire y llegar al suelo. Si consideramos que el aire es un muy mal conductor de la electricidad, entendemos que el valor de los ese “umbral” es muy alto y que depende, además, de la altura a la que se encuentran las nubes tormentosas. Cuando suceden esas descargas, la energía se disipa en forma de luz (relámpago), sonido (trueno) y electricidad (rayo). Evidentemente, la razón del poder mortal de un rayo radica en su potente voltaje. Eso explicaría por qué Tormenta recurre a los rayos cuando enfrenta enemigos muy poderosos o resistentes. Sin embargo, cada tanto y bajo circunstancias que suelen involucrar un piso mojado o lluvia, algún personaje se electrocuta y pasa a mejor vida. ¿Por qué sucede esto? Los cuerpos de los animales ofrecen resistencia al paso de la electricidad; cuando son atravesados por una alta cantidad de voltios, las pobres células colapsan instantáneamente. Se queman, como los artefactos eléctricos cuando una casa sufre un pico de tensión eléctrica. Lo sorprendente, considerando todo lo dicho, es que exista gente que ha sobrevivido a un rayo. A un rayo de verdad, no a los que pueden arrojar Thor o Tormenta. Quienes han sobrevivido a una fulguración (así llaman los médicos a los accidentes provocados por los rayos), recuerdan haber sentido un sonido seco y corto, u olor a quemado. Lo más frecuente es que la electricidad no penetre en el cuerpo, y que sea la piel la que más sufra, pero si la electricidad llega al corazón, suele sobrevenir un shock cardiorrespiratorio...Tal vez consuele saber que los casos fatales alcanzan apenas el 15% del total de las fulguraciones.
2-¿Cuál es el tema? ¿En qué parte del texto se enuncia?
3-¿Qué pregunta plantea? ¿Se trata de una pregunta explícita o implícita? 4-Reconocer los recursos propios de la explicación que se emplean (1 ejemplo de cada caso). 5-Elaborar una cadena léxica para ELECTRICIDAD. 6-Agregar un elemento paratextual (glosario, imagen, etc).