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Los héctores ‘Ana habia sido maestra y directora de escuela. solo un mes y los problemas con gitar enojada Su enojo se debia 2 una leyenda q iJosé, te fuistes, pero sigues vivo en nuestros corasones! Ana, exegerando la ese Siguié caminando y, pocos metros mé Cristina: te recuerdan tu espos —zHigos? gLos higos recuerdan a Cristi higos con sentimientos? 4, ora leyenda llam6 1a? —djo Ana, lena de bronca~. Qué Pero lo que terminé de poneria frenética fue placas de bronce. En una de ellas, decia: En memoria de Ana de Quintana, ma savernos. Sus ex alunos que tanto la lioran. —iAbhhh! —fue el interminable grito d de puntaa los muertos y vivos de di Eran las siete de la mafiana Héctor Funes, tomaba mates con el sepulau de flores, sefior Héctor Clavel. Eran cementerio y, aunque no pod fi id clentadorczo huyeron de los arboles, y un id la escena. ado en célera —anun sombrio Héctor Funes, que después de weit de ejercer como encargado del cementerio todo lo que se puede sal Mucho se F ber sobre los muertos. 16 ese dia sobre esa desagrad Sensacién experimentada por todos n Ta cuda Pero mucho més se dijo en los dias si cuando comenzaron a registrarse extrafios sucé Un quinto grado completo fue perseguido por un libro de gramética que trataba de morderies la cabeza los pequefios.

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