Está en la página 1de 338

Aclaración

Esta traducción es realizada sin fines de lucro, es el producto de


un trabajo realizado por un grupo de aficionadas que buscan
compartir los libros con personas que, por una u otra razón, no
pueden acceder a estos. Ninguno de los miembros que
participaron en este proyecto recibió, ni recibirá, ganancias
monetarias por su trabajo. El material expuesto es de propiedad
intelectual del autor y su respectiva editorial. Si te gustó esta
historia, y está entre tus posibilidades, apoya al autor
comprando este libro.

¡Gracias!
Sinopsis
Cuando Lila Jenner deja a su familia y amigos para comenzar una
nueva vida para ella, Ramsey Pierce la deja ir. Determinado a que el
fuego furioso dentro de él nunca le haga daño, él niega el vínculo
mágico que podría ser sólo de ellos.

Cuando un viejo enemigo reaparece y Lila desaparece


repentinamente, Ramsey se da cuenta de que él va a hacer cualquier
cosa para volver a conquistarla y mantenerla a salvo a su lado. Pero
Maddox, motivado por la búsqueda de siglos de venganza, es más
fuerte que lo que habían imaginado. Y Lila podría ser la clave de su
máximo poder.

Amigos y enemigos deben unirse contra esta amenaza


compartida si alguno de ellos debe sobrevivir. Incluso entonces, todos
ellos pueden descubrir demasiado tarde que un dragón no siempre es
suficiente...
Dedicatoria
Para Wendy, Mamá, grupo de crítica, y
mis lectores beta. Sois impresionantes.
No podría hacer esto sin ustedes.
¡LO QUÉ DICE LA GENTE SOBRE LA SERIE
SVATURA!

"HYACINTH es una emocionante, romántica, novela con una perspectiva


única y rica...

Al igual que con la primera novela, la mayor fortaleza de HYACINTH radica


en la representación de las mujeres Owen. Sus heroínas son fuertes y capaces,
y son plenamente capaces de conducir a su pueblo en pie de igualdad con sus
homólogos masculinos".

-K. Astucia, Amazon Top 500 Reviewer

"Me parece que Hyacinth es una de las pocas que hay en las que el segundo
libro es mejor que el primer libro de una serie."

-Chantale, Geeky Girl Reviews Blog

"[Hyacinth] contiene una excelente mezcla de romance, amistad, y mi tipo


favorito de secuencias de acción en la que el éxito depende de todo un grupo
de personajes que actúan en conjunto para derrotar a un enemigo común. El
clímax del libro es una escena de la batalla como por arte de magia rápido y
furioso como en [Blue Violet], que satisfaga a los fans de la acción, así como
el romance en un libro de fantasía urbana".

-Kate McMurry, Amazon Top 500 Reviewer

"Me encantó [la trama], pensé de nuevo muy buen ritmo, buena cantidad de
acción y suspenso para mantener al lector en marcha".

-Becca, The Violet Hour Book Reviews Blog


"¡La trama de ' Hyacinth' lleva a su lector desde las alturas de comprometerse
con nuestros personajes favoritos de nuevo a la aprehensión y el miedo a la
anticipación y luego más miedo y luego altos y felicidad y luego hacia abajo
con un golpe! Abigail Owen hace de la lectura, incluso la revisión, una tarea
tan feliz!"

-Kirsty Vizard, All In One Place Blog

"Abigail Owen ha creado un mundo impresionante de personas sobrenaturales


que tratan de sobrevivir escondidos para la humanidad y aquellos que los
cazan. No puedo esperar para iniciar el próximo libro".

-K. Dunst, Amazon Reviewer

"Me gustó mucho este primer libro e inmediatamente tuve que leer el segundo,
así, no puedo esperar a que el tercero este próximamente aquí... ¡Buen trabajo
Sra Owen!"

-Cyndy, Amazon Reviewer


INDICE

SIGNIFICADO DE Capítulo 15 Capítulo 31


LA FLOR
Capítulo 16 Capítulo 32
Capítulo 1
Capítulo 17 Capítulo 33
Capitulo 2
Capítulo 18 Capítulo 34
Capítulo 3
Capítulo 19 Capítulo 35
Capítulo 4
Capítulo 20 Capítulo 36
Capítulo 5
Capítulo 21 Capítulo 37
Capítulo 6
Capítulo 22 Capítulo 38
Capítulo 7
Capítulo 23 Capítulo 39
Capítulo 8
Capítulo 24 Capítulo 40
Capítulo 9
Capítulo 25 Capítulo 41
Capítulo 10
Capítulo 26 Capítulo 42
Capítulo 11
Capítulo 27 Capítulo 43
Capítulo 12
Capítulo 28 PRINCIPALES
Capítulo 13 CONCEPTOS,
Capítulo 29
PERSONAJES, Y
Capítulo 14
Capítulo 30 PODERES
SIGNIFICADO DE LA FLOR

Todas las flores tienen un significado. En la


época victoriana, las personas utilizan las
flores como símbolos para expresar sus
sentimientos.

Dahlia: una advertencia, cambio, traición,


dignidad, elegancia

Crimson: pasión, corazón, emociones


Capítulo 1
Traducido y Corregido por Jesica

L
ila no podía calentarse. Dondequiera que los
captores la retenían, estaba húmedo y frío y parecía
estar bajo tierra, dadas las ásperas paredes de
piedra que les rodeaban. Una luz fluorescente en el pasillo se
filtraba en su celda a través de la pequeña ventana en la puerta.
El zumbido constante la bombilla era una forma menor de
tortura.

—Ugh, —una voz masculina gimió a su lado. Puedo oír tus


dientes chirriando en tu cabeza. Si prometo no pensar en
pensamientos impuros, ¿tragarás tu orgullo y llegarás hasta
aquí y te acurrucarás conmigo?

—B-b-b-bien, —dijo Lila. Habría salido a regañadientes si


pudiera hablar en torno a su brusquedad.

Ella se deslizó a través de varios centímetros de piso y se


acercó a Marcus, el líder de la tribu Svatura de Louisiana. Él
envolvió sus brazos alrededor de ella y tiró de ella más cerca.
Después de unos momentos, el calor de su cuerpo empezó a
filtrarse, y sus escalofríos disminuyeron.

>>Gracias, —dijo cuando finalmente pudo formular


palabras de nuevo.

—Es un milagro. En realidad sabes cómo darte las gracias,


—provocó Marcus. Su gruñona voz tenía un acento Cajun.
—Fuerte. Har. Har. —Lila se encogió interiormente ante
una respuesta tan débil. Estaba demasiado cansada y fría como
para pensar en algo más ingenioso.

—Ha. Nos tomó un año entero para llegar a calentarnos. Y


cuando finalmente lo haces, descubrimos que eres una cosa
sarcástica. Incluso cuando estás atrapada en un agujero en el
suelo.

—No sé de qué estás hablando. Soy un faro de dulzura y


luz, —dijo Lila.

Prácticamente sentía que Marcus rodaba los ojos.

—¿Cómo está la cabeza? —Preguntó. Acariciando el rubio


pelo enmarañado que había en la sien.

—Está todo curado. Todavía estoy molesto de que ese tipo


me golpeara así cuando no estaba mirando.

—Bueno, lo has mordido, chère. —Marcus se rió entre


dientes ante el recuerdo.

—Se lo merecía. Nadie trata de secuestrar a mis amigos, ni


a mí, sin pelear. Mis poderes pueden ser bastante pasivos, pero
eso no significa que no pueda patear un trasero.

Lila, Marcus y varios otros miembros de su tribu de


Luisiana habían sido atacados en medio de la noche y
capturados. Maddox, su captor, había sido una vez parte de los
Vyusher, un clan de gente poderosa que tenía la habilidad de
transformarse en lobos. Pero entonces se había vuelto contra el
suyo, tratando de convertir a todas las otras personas dotadas
en el mundo contra su antiguo pueblo.

—¿Cuánto tiempo crees que nos pueden retener aquí?


Tiene que haber pasado por lo menos un mes, —preguntó Lila
en voz alta.
—Bastante indefinidamente, diría, —respondió Marcus—.
Con ese bloqueador han que mantener todos nuestros poderes
bajo control, no hay nada que podamos hacer. No es que
dejemos de intentarlo.

—No sé cómo Selene luchó a través de ese bloqueador


cuando fue detenida, —murmuró Lila.

Marcus cambió a una posición más cómoda.

—Sí. Si es el mismo tipo que nos mantiene prisioneros


ahora, es uno de los bloqueadores más fuertes que he
encontrado. El bastardo tiene a nueve de nosotros en esta celda
más los otros dos que tomaron. Y eso es lo que sabemos. Todos
nosotros todavía estamos tratando de usar nuestros poderes.
Cómo sólo una persona logró frustrarlo es alucinante.

Hace más de un año Selene, la nueva reina de los Vyusher


y ahora una de las buenas amigas de Lila, había sido capturada
por Maddox. Había intentado mantenerla con el bloqueador,
pero la habilidad de Selene de apagar los poderes de los demás
había ganado al final y ella había escapado.

—Ahora mi familia tiene que saber que Maddox nos tiene a


nosotros. Van a usar todas las habilidades que tienen a su
disposición, y Selene tendrá a todos los Vyusher en busca de
nosotros. Ella mantendrá su promesa, Marcus.

—Espero que tengas razón.

Lila no dijo nada. Pensar en Selene significaba pensar en


Ramsey. Y no quería pensar en Ramsey.

De repente, las cerraduras se deslizaron hacia atrás en la


puerta, y todos en la habitación inmediatamente cambiaron de
posición. Lila tenía ahora ocho Svatura sentados delante de ella,
bloqueándola de lo que estuviera a punto de pasar por esa
puerta.
Lila entrecerró los ojos a la espalda de Marcus.

—Puedo sentir que me estás mirando, —susurró sobre su


hombro—. Pero no vamos a parar. Si Maddox te pone las manos
encima...

No terminó el pensamiento. La puerta se abrió de par en


par y, como lo había hecho cada otra vez, el dolor inmediato
atravesó a todos los ocupantes de la habitación. Lila sintió como
si navajas le cortaran la piel. Obligándose a mantener los ojos
abiertos, miró hacia abajo y se sorprendió de que la sangre no
saliera de ella.

La sensación era completamente debilitante, y ese era el


punto. Mientras todos estaban postrados en el suelo con dolor,
uno de ellos sería arrastrado con poca resistencia. Lila registró
vagamente el sonido de una breve lucha a su derecha. Entonces
la puerta se cerró y un ruido de bloqueo sonó. Entonces el dolor
desapareció tan rápidamente como había llegado.

Marcus se levantó de un salto.

—¿A quién llevaron?

Hubo un momento de confusión mientras todos miraban a


su alrededor, comprobando para ver quién faltaba en sus filas.

—Dane, —gritó una voz—. -¡Llevaron a Dane!

Lila se sentía mal del estómago. Había llegado a gustarle


Dane durante el último año que había viajado con el clan de
Luisiana. Tenía la habilidad de transformarse en un enorme oso
grizzly, pero con ella siempre había sido un gran memo.

Era el tercero de su grupo que la gente de Maddox se había


llevado. Ahora sólo ocho de ellos quedaron en la celda. No
tenían ni idea de lo que había sucedido con los tomados. Pero
Lila tenía una muy buena idea, y trató de no dejar que su
pánico se mostrara. La supervivencia era el nombre del juego.
Ella sabía que su familia estaría tratando desesperadamente de
encontrarla, por lo que empujó sus temores hacia el interior y
esperó por rescate... o por su oportunidad de luchar.

Marcus volvió a su lado y envolvió su brazo alrededor de


ella otra vez. Se apoyaron contra la pared en silencio, cada uno
perdido en sus propios pensamientos.

—¿Marcus? —Susurró Lila.

—¿Sí?

—¿Has notado que los tres que han tomado hasta ahora
son algunos de los más fuertes?

Marcus se quedó callado por un momento.

—Por Dios. Tienes razón. Dane, nuestro más grande, más


fuerte metamorfo. Seamus, con sus bombas de lava. Y el control
nervioso de Ariel. Y ahora que lo pienso, la tomaron primero, y
ahí fue cuando empezó el dolor.

—¿Verdad? Así que ya están usando su control nervioso.


Si están sacando a los más fuertes de nosotros primero, ¿quién
es el siguiente?

—O James o Sylvie, dijo Marcus después de otra pausa


pensativa.

Lila asintió con la cabeza. James era un telépata


especialmente talentoso, y Sylvie podía conjurar tornados de la
nada.

—No le digas esto a nadie todavía, —susurró Marcus—. No


pueden hacer nada al respecto, y eso hará que empeore su
terror.

—Bueno. ¿Um, Marcus?


—Estas habladora hoy, —murmuró.

Lila puso los ojos en blanco.

—¿Qué crees que están haciendo con ellos?

Sintió el pecho de Marcus levantarse y caer en una


exhalación silenciosa.

—Bueno, si no están muertos, entonces es algo mucho


peor.
Capítulo 2
Traducido y Corregido por Mayte008

R
amsey Pierce se sentó en el suelo, con los codos
apoyados sobre las rodillas arqueadas, mientras
utilizaba una vara para mover el fuego que ardía
delante de él. A veces ser un incendiario era una cosa útil,
especialmente cuando acampamos en medio de los bosques en
las montañas de Sierra Nevada.

Había iniciado su viaje más cerca del lago Tahoe, pero no


estaba muy seguro de dónde estaba ahora ni de la distancia a la
que había llegado. En algún lugar de las estribaciones
occidentales tal vez. En los últimos días el terreno había
cambiado de rocas y pinos a pendientes más inclinadas a
colinas cubiertas de hierba dorada seca y altos robles negros.

Ramsey estaba tratando de rastrear a Lila a través de la


conexión inexplicable que compartían. No tenía ni idea de por
qué podía sentirla. No era un poder del que cualquiera de ellos
alegara. Pero lo había sabido en el momento en que había
desaparecido.

¿Fue hace sólo un mes? El dolor del violento


estremecimiento que lo había despertado en la oscuridad de la
noche aún persistía. Lo supo. Sin pensarlo un segundo, Ramsey
había saltado de su cama y se apresuró a buscar ayuda,
dirigiéndose directamente a la habitación de Adelaide, la
hermana de Lila. Apenas se había molestado en tocar antes de
entrar.
—Algo está mal con Lila, —prácticamente gritó.

Adelaide se sentó y se frotó los ojos, aturdida por el sueño.

—¿Por qué?

—Puedo sentirlo.

Adelaide parecía confundida.

—¿Cómo?

—No lo sé. Pero no es importante en este momento. Creo


que ella está herida.

Adelaide cerró los ojos por un momento, pensando, luego


los volvió a abrir y lo miró sin expresión.

>>¿Has hablado con ella últimamente? ¿Sabes dónde está,


o dónde fue? —Preguntó.

—Acabo de hablar con ella ayer. Ella estaba en Brasil, —


respondió Adelaide. Rápidamente saltó de la cama y agarró una
bata, intentando meter sus brazos en las mangas. Avanzaron
por el pasillo para reunir a los demás.

Ramsey apenas recordaba la conversación que la familia


había tenido aquella noche. Todo lo que había podido pensar
era en Lila. Sin embargo, recordaba a Lucy. La madre de Lila
había estado frenética de miedo por su hija. Ramsey dijo que
podía encontrar a Lila usando su vínculo psíquico. Y Lucy se
paró frente a él, con el rostro aprisionado por la preocupación.

—No sé por qué crees que puedes, pero si realmente


puedes sentir a mi niña, la traes a casa, —declaró Lucy—. ¿Me
escuchas? ¡Tráela a casa para mi!

Ahora, un mes después, no estaba más cerca de encontrar


a Lila de lo que había estado esa noche. Ramsey inclinó la
cabeza hacia atrás, apoyado en la áspera corteza de un árbol,
cansado de una forma profunda que iba más allá de lo físico.
Había querido decir la promesa que le había hecho a Lucy... le
debía mucho. Se había convertido en una madre para él cuando
no había tenido a nadie más. Había abierto su corazón y su
casa a él, a pesar de los riesgos de traer a un incendiario a la
familia. Confiaba en que él encontrara a Lila, y él no la
defraudaría ahora.

Ramsey pasó una mano cansada sobre el rastrojo rojo


oscuro que cubría su mandíbula. Él miró, sin ver, las llamas
delante de él. Por mucho que amara a Lucy, y tanto como
habían significado cada palabra de su promesa a ella, su
juramento había venido de un lugar más profundo. Había una
sensación enfermiza dentro de él que se asentaba como una
piedra en su pecho ante la idea de que Lila fuera herida.

Ramsey pensó en la primera vez que había visto a Lila.


Había estado solo mucho tiempo antes de que Lucy lo hubiera
encontrado. Su poder había comenzado a manifestarse
temprano, cuando tenía sólo seis años. Cuando dejó su familia
natal a los nueve años, ya había iniciado inadvertidamente
varias llamaradas, aunque nada fatal. Pero dos hechos habían
provocado su partida: su madre había descubierto que iba a
tener un bebé, y luego había descubierto el diario de su abuelo.
Si Ramsey cerraba los ojos, todavía podía ver las palabras en las
páginas:

Tomo mi pluma en la mano para poner mi dolor en papel.


Para que nuestra hija, Mary, no tenga preguntas sobre este día,
me siento impulsado a escribir líneas que pueden caer bajo su ojo
cuando ya no estaré. Hoy he puesto a mi preciosa esposa,
Elizabeth, en el suelo. Le encontramos un lugar bonito en la cima
de la colina con vistas al valle que tanto amaba. Saber que ella
está allí, inmóvil y fría, ante las acciones de mis propias manos,
ante el fuego que brota de mí, me trae la agonía más aguda que
he conocido. Gracias a Dios que este terrible regalo parece no
haber pasado a Mary. Nunca tendrá que saber la tortura de
haber matado a quien amas. Y, por mi parte, no arriesgaré la
vida de mi hija como lo hice con mi esposa. Por su bien, estoy
dispuesto, más que dispuesto, a dar mi propia vida, a proteger a
mi única familia restante y a pagar la deuda que debo por la vida
que tomé.

Leyendo esas palabras, Ramsey se había dado cuenta de


que no estaba seguro de estar cerca y preocupado por su
hermano o hermana. Así que huyó para proteger a su familia. Al
igual que su abuelo lo había hecho muchos años antes cuando
se había quitado la vida... porque el mismo fuego dentro de él
había matado accidentalmente a su esposa.

Ramsey había dejado a su familia en 1884. Un Svatura


envejecía mucho más lentamente que los seres humanos
normales, un fenómeno extraño que comenzó alrededor de la
pubertad. El tiempo pareció ralentizar para ellos cada vez más y
luego acelerar de nuevo mucho más tarde en la vida. Si un
Svatura sobreviviera para vivir hasta la vejez, podría vivir hasta
dos mil años. Así que mientras Ramsey parecía tener sólo
diecinueve o veinte años, en realidad se estaba acercando a los
ciento cuarenta.

Su familia había vivido en la frontera, así que sabía cómo


vivir de la tierra. Y durante muchos, muchos años, había podido
permanecer solo, defendiéndose por sí mismo. Había vagado por
los desiertos de América, un testigo mientras la vasta tierra
indómita se contraía lentamente, cerrándose inexorablemente
sobre él. No fue hasta 1952 que Lucy lo encontró y lo presentó a
su familia.
Ramsey se levantó, atormentado por los recuerdos que no
lo dejaban solo. Se fue a limpiar el campamento, lavando sus
platos, colgando sus bolsas de comida en un árbol muy lejos, y
apisono el fuego. Finalmente entró en su tienda de campaña y
se envolvió en su saco de dormir. Aunque la temperatura era
todavía caliente durante el día, las montañas se enfriaban por la
noche. Pero al segundo que sus ojos se cerraron, esos
pensamientos obsesivos que seguían corriendo tomaron el
control.

Ramsey había estado en un pequeño pueblo en Illinois,


sentado en un banco en una parada de autobús con un libro en
su regazo. Había logrado ganar un poco de dinero trabajando en
trabajos extraños para un agricultor cercano y se dirigía a
dondequiera que le llevara su billete de autobús. Nunca estaba
en el mismo lugar mucho tiempo.

—Hola, —dijo una suave voz femenina.

Ramsey alzó los ojos del libro que estaba leyendo, una
vieja copia de Huckleberry Finn.

>>¿Puedo ayudarte? —La mujer sonrió amablemente—.


Creo que puedo ayudarte.

Ramsey frunció el ceño y miró a su alrededor.

—No lo creo. Gracias. —Bajó la mirada hacia su libro.

La mujer ignoró su obvia indicación de dejarlo en paz y se


sentó a su lado.

—Sé lo que eres, —dijo ella.

Eso le llamó la atención. Con cuidado de no reaccionar


exageradamente, Ramsey la miró y fingió ignorancia.
—¿Disculpe?

—Voy a hacer esto fácil para ti. Mi nombre es Lucy, y sé lo


que eres porque tengo poderes también. Puedo ver la esencia de
las personas, si son buenas o malas. En el caso de personas
como nosotros, puedo ver que tienen poderes.

Ramsey volvió a mirar a su alrededor. En los casi setenta


años que había estado vagando por la tierra solo, de vez en
cuando se topaba con otros como él. Pero ninguno tan directo
como esta mujer.

Decidió ser directo a cambio.

—Entonces debería decirte que soy un iniciador de fuego.


No quieres estar cerca de mí.

Lucy frunció los labios.

—Eso es desafortunado. Sólo he oído rumores sobre ese


regalo.

Ramsey asintió y volvió a su lectura, esperando que se


levantara y se alejara. Todas las otras personas con talento con
las que se había cruzado se habían ido tan rápido que pensabas
que había encendido un fuego bajo sus pies. Los Firestarters
eran como leprosos entre su clase.

Cuando ella no se fue, volvió a levantar la vista y alzó las


cejas. Lucy sonrió.

>>Te he sentido venir por semanas. Eso generalmente


significa que vas a unirte a mi familia.

Ramsey se inclinó hacia atrás y estudió a la mujer mayor.

—¿Debería saber de qué estás hablando?

—Es un sentimiento que a veces tengo, —explicó—.


Siempre que he tenido este sentimiento en el pasado, ha
significado que un nuevo miembro estaba a punto de unirse a
nuestra familia.

Ramsey frunció el ceño.

—No puedo ser parte de la familia de nadie, señora.

—Lucy, —le tendió la mano.

Él la ignoró.

—De acuerdo, Lucy. Soy Ramsey. Y no puedo estar con la


gente.

Lucy le dirigió una mirada que era parte obstinada, parte


maternal.

—¿Por qué no vienes al menos a conocer a mi familia?


Quédate con nosotros unos días. Siempre estamos interesados
en escuchar a gente como nosotros. A menos que tengas algo
importante que hacer.

Ramsey estaba a punto de decir 'no'. Pero la idea de


conocer a otros que entendían quién y lo que era le tentaba.
Había estado solo por mucho tiempo. Podría ser agradable estar
con otras personas, aunque sólo sea por un día o dos. Y
últimamente había conseguido controlar mejor su poder.

Ramsey asintió en silencio decidiendo marcharse si había


incluso un atisbo de estallido. Siguió a Lucy hasta su coche, y
juntos se dirigieron en silencio a su casa, a las afueras de la
ciudad.

Después de que Lucy aparcó en la entrada, dos


adolescentes salieron corriendo de la casa, sólo para detenerse
a la vista del extraño con su madre. La mirada de Ramsey fue
atraída hacia la más alta de las dos.
—Chicas, —llamó Lucy—. Vengan a conocer a nuestro
invitado.

>>Ramsey, estas son nuestras hijas, Liliana y Adelaida, —


Lucy indicó a cada chica a su vez.

Claramente las dos chicas obtuvieron la apariencia de su


madre. Las tres damas eran rubias color miel con ojos verdes.
La mayor de las dos hermanas, Adelaida, le ofreció una sonrisa
tímida. Pero la otra era quien dirigía la atención de Ramsey. Ella
lo miró interrogativamente por un momento antes de sonreír y
extendiendo una mano para agitarla.

—Todo el mundo me llama Lila, —dijo.

Ramsey se puso rígido. No podía tocarla. Incluso si estaba


un poco tentado. Demasiado arriesgado.

Sus cejas fruncieron el entrecejo cuando él se quedó allí.


Lila miró a Lucy con curiosidad.

—Ramsey es un iniciador de fuego, —explicó Lucy. La


comprensión brilló en los ojos de la chica. Pero en vez de
mirarlo con miedo, o peor, lástima, Lila se encogió de hombros.

—Me arriesgaré, —dijo ella.

Antes de que pudiera detenerla o dar un paso atrás, alargó


la mano y le agarró la mano, dándole un firme movimiento.

—Bienvenido a la familia.

Irritado por su lenta reacción, Ramsey frunció el ceño y


sacudió la mano de su mano.

—No me quedaré.

—Muy sensible, ¿no es así? —Preguntó ella, indiferente.

—¡Lila! —Lucy regañó a su hija con una mirada severa.


—Lo siento. —Lila hizo una mueca y volvió su mirada
hacia Ramsey. Se encogió de hombros.

>>No eres la primera persona que mamá ha encontrado.

—Vamos, Ramsey. —Lucy lo introdujo más profundamente


en la casa—. Ven a conocer a los otros.

Lila se volvió para dirigir el camino por el pasillo.


Ignorando la mirada extrañamente especulativa que recibió de
Adelaida, Ramsey la siguió. Mientras caminaba, disfrutaba
subrepticiamente de la vista de la figura alta y curvada de Lila,
pero inmediatamente se irritaba consigo mismo. Mirar fijamente
a una niña linda no era una buena idea de ninguna forma. Él
forzó su mirada más arriba y se alegró de haberlo hecho
mientras ella de repente le miró por encima del hombro.
Cuando volvió a mirar hacia adelante, los labios de Ramsey se
comprimieron. Tendría que permanecer lejos de ella mientras
visitaba a esa gente. Sintió una extraña conexión con ella,
incluso después de unos pocos minutos. Y no hacia conexiones.

No podía.

Ramsey devolvió sus pensamientos al presente. Había


seguido a esa linda rubia a casa ese día. Y en lugar de irse como
él había pensado, nunca había dejado de seguirla. Nunca
demasiado cerca. Nunca lo suficientemente cerca. Y ahora
estaba allí, en medio de las montañas de Sierra Nevada,
siguiéndola.

Mientras el sueño lo reclamaba, murmuró—, Lila... Lila,


¿dónde estás?
Capítulo 3
Traducido y Corregido por Mayte008

L
ila se despertó. La voz de Ramsey estaba en su
cabeza, murmurando su nombre. Era sólo un
sueño... ella lo sabía. Pero una parte de ella sabía
que él la estaba buscando. Cerró los ojos con fuerza. Quería
volver a dormir para que pudiera llamarle o simplemente oírlo
de nuevo.

—Es peor, —le susurró una voz a Lila.

Lila volvió a abrir los ojos. Cuando la habían empujado por


primera vez en este agujero infernal, Lila se había sentado al
lado de la pared. Después de un día o dos, había descubierto al
habitante en la siguiente celda, y se comunicaban a través de
una pequeña grieta en la pared cerca del suelo. Lila pensó que
su vecina era quizás una mujer, pero la persona susurraba y se
negó a dar un nombre, por lo que no estaba del todo segura.

—¿Qué es peor? —Susurró Lila.

—¿Qué pasa con tus amigos cuando son tomados?


Maddox no siempre los mata.

Lila se deslizó por el frío suelo de piedra para acercarse a


la pared.

—¿Cómo te...?

—Te oí hablar el otro día.

—¿Y qué hacen? —Preguntó Lila.


—Tus amigos se unen a las filas o mueren. Se les da la
opción, —fue la respuesta.

Lila se mordió el labio. Sonaba plausible para ella. Pero


ella tomó todo lo que le contó el susurro con un grano de sal.
Había visto muchas películas donde un espía era plantado en
las celdas para intentar obtener información de los otros
prisioneros. De ninguna manera iba a hacer el tonto.

—¿Unirte a las filas, cómo? No son lobos, —susurró ella de


nuevo.

—Ellos tienen una manera de lidiar con eso. Una vez que
tus amigos son llevados individualmente nunca vuelven.

—¿Por qué no te han llevado? Pensé que habías estado


aquí por más de ciento cincuenta años.

Hubo un momento de silencio. Lila tensó la oreja contra la


pared, nerviosa de haber enajenado a su nuevo amigo.

—Ellos usan mis... servicios, —la voz finalmente confió—.


Y no siempre hemos estado aquí. Maddox... bueno, es diferente
de cómo fue con Gideon.

Gideon, el hermano de Selene, había sido el rey del


Vyusher antes de que la cuñada de Lila, Ellie, lo hubiera
matado. Maddox había sido el primer teniente de Gideon. Había
abandonado el Vyusher cuando Gideon murió, y cada acción
que había tomado desde entonces, había estado en contra de
ellos de alguna manera. Desde el secuestro de Selene, la nueva
reina Vyusher, hasta atacarlos en su castillo, convirtiendo a
otros clanes parecidos a Svatura contra su antigua tribu. Y
ahora tenía a Lila, Marcus y muchos de los prisioneros de las
tribus de Luisiana.

—¿Diferente cómo? —Preguntó Lila, su curiosidad más


fuerte que su cautela.
—¿Conoces a Gideon?

La cautela natural de Lila comenzó.

—Sólo lo conocí una o dos veces y nunca le hablé


directamente.

Ella sabía mucho más que eso. El poder primario de


Gideon había sido una habilidad increíblemente fuerte para
manipular a la gente. Había usado esa habilidad en su propia
gente y los había obligado a hacer cosas indescriptibles a otros
Svatura.

—¿Qué sabes tú de él? —Preguntó Lila.

Hubo una larga pausa.

—Sé que no fue originalmente un metamorfo lobo.

Lila jadeó. Ella había estado alrededor de Vyusher de


Selene lo suficiente como para saber que la manada de lobos
tuvo un impacto muy fuerte en los metamorfos lobos. La
manada tenía una mente de colmena, una especie de
mentalidad, que los lobos podían oír cuando estaban en forma
animal. La influencia de la manada también significaba que los
no lobos eran vistos como forasteros, con una gran
desconfianza. Había experimentado eso de primera mano.

Lila miró por encima de su hombro a Marcus. Por la


pequeña cantidad de luz que entraba por la ventana de la
puerta, pudo ver que la miraba con interés, pero probablemente
no podía oír mucho.

Se volvió hacia la pared.

—¿Qué quieres decir?

—Aparentemente, alrededor del tiempo de su nacimiento,


un extraño estaba de visita con el Rey y la Reina. No es un lobo
metamorfo, sin embargo. Muy potente con otros regalos que
reunió. Incluso he oído rumores de que podría convertirse en un
dragón.

Lila frunció el ceño. La familia de Ellie son los únicos


metamorfos de dragón de los que he oído hablar. ¿Adónde va
esto?

Ellie estaba casada con el hermano adoptivo de Lila, Alex.


Ellie y su hermano gemelo, Griffin Aubrey, eran Svatura muy
poderosos de un linaje largo que tenía múltiples poderes entre
ellos. Ella tenía la capacidad de cambiar a un enorme dragón
ónice, una habilidad que había heredado de su bisabuelo.

En lugar de expresar sus preguntas, Lila guardó silencio y


esperó.

>>Uno de los regalos del extraño era que podía ver qué
poderes tenían a su alrededor. Incluso los poderes aún no se
habían desarrollado. Este hombre le dijo al rey y a la reina que
su hijo no heredaría la capacidad de transformación del lobo.

—¿Cómo es posible? —Preguntó Lila.

—No lo sé exactamente. Podría haber saltado una


generación, he oído hablar de eso.

Y Lila también. Sabía que la madre de Ramsey fue omitida.

Su compañera continuó.

—Al parecer, sólo consiguió el poder de manipulación del


Rey; su hermana gemela heredó todo lo demás.

—¿Quién más lo sabía? —Preguntó Lila.

—Por lo que he entendido, en el momento en que la


mayoría de los Vyusher lo sabía. Era el lobo omega. Habría sido
parte inferior de la cadena alimenticia en la manada de lobos si
no hubiera nacido real.

Eso no tiene sentido. Selene lo habría sabido, pensó Lila.

>>Cuando él era lo bastante mayor para entender, sus


padres le dijeron que él nunca gobernaría, y el resto de la
manada lo rechazó.

Lila apartó sus preguntas sobre por qué Selene o


cualquiera de los otros Vyusher no parecía recordar esto.

—Eso debe haber sido horrible para un niño pequeño. —


Lila no tenía amor por Gideon. Había sido un monstruo. Pero
ningún niño debería sentirse así. Nunca.

—Él tenía un mentor que... lo ayudó... a través de ello.

—¿Quién? —Preguntó Lila.

—Maddox, —fue la respuesta susurrada.

Bueno, eso explicaría mucho. Maddox era bastante mayor


que Selene y Gideon.

—Espera, —dijo Lila—. Sé que Gideon podría


transformarse en un lobo, el negro grande. Yo lo vi.

—Sí. Desarrolló esa habilidad en el momento en que se


hizo cargo de la manada.

—Así que el visitante, el tipo dragón, ¿estaba equivocado?


—Preguntó Lila.

—No. Gideon no heredó la habilidad.

Lila puso los ojos en blanco.

—Es imposible tener una habilidad que no hayas


heredado. Los poderes son genéticos.
—No siempre.

—¿Qué quieres decir? —Todos en la celda se volvieron


para mirar el sonido del arrebato sorprendido de Lila.

Marcus se acercó.

—Estamos tratando de mantenerte oculta de ellos,


cacahuate. Podría ser una buena idea guardar silencio.

Lila le lanzó una rápida mirada antes de devolver su


atención a su confidente anónimo.

—¿Qué quieres decir? —Preguntó ella en voz baja esta vez.


Pero se encontró con sólo silencio.

Lila suspiró y se dio una bofetada mental en la cabeza. Su


vecina estaba asustada de hablar. Llamar la atención sobre su
conversación había sido una cosa idiota por hacer. Sólo tendría
que esperar para averiguar más y esperar que su nuevo aliado
confiara en ella lo suficiente como para hablar de nuevo.

—¿Cómo te va, hijo?

El sonido de la voz de Oren interrumpió los esfuerzos de


Ramsey para preparar su campamento. Miró hacia arriba y
encontró la figura fantasmal del líder de Vyusher que se cernía
ante él. El padre adoptivo de Selene tenía la capacidad de
proyectar astralmente su ser consciente en cualquier parte.

Ramsey suspiró.
—Puedo sentirla todavía. Pero no estoy más cerca de lo
que estaba hace un mes. —Tomó un palo y lo tiró al bosque.

—¿Se siente más cerca que ayer?

Ramsey pensó en la pregunta por un momento. Hace más


de un año, cuando Lila había dejado a su familia para ir a
ayudar a algunos de sus nuevos aliados Svatura a negociar con
otros clanes Svatura, se había dado cuenta de que podía
sentirla. La conexión era débil, pero no obstante. Durante el
último mes, pudo darse cuenta de que se estaba acercando.
Podía sentirla cada vez más a través de su conexión. ¿Pero era
ese tiempo? ¿O era proximidad? ¿O era todo en su mente?

—Supongo que sí, —respondió finalmente.

—Entonces estás más cerca. No renuncies a la esperanza,


—dijo Oren con su constancia acostumbrada.

—¿Sheila todavía no puede encontrarlos? ¿Cómo están los


demás... alguna suerte? —Preguntó Ramsey. Siempre
preguntaba por los demás cuando hablaba con alguien de su
casa. Siguió esperando que una de estas veces la respuesta
sería “sí” que alguien tenía a Lila o al menos una pista de su
paradero.

Sheila era otra Vyusher cuyo regalo le permitía rastrear a


grandes grupos de personas con habilidades. Ramsey no fue la
única persona que trató de encontrar a Lila, no por un largo
tiempo. Ellie y Alex, Sheila, Selene y Griffin, y varias otras
personas poderosas estaban todos enfocados en traerla a casa.

Oren negó con la cabeza en respuesta a las preguntas de


Ramsey.

—¿Necesitas algo? ¿Cómo está tu dinero y tus alimentos?


—Estoy bien por ahora. Pero envía a Charlotte en un día o
así.

Oren asintió con la cabeza.

—Todo bien. Mañana me pondré en contacto contigo.

Ramsey levantó una mano en despedida cuando la imagen


de Oren desapareció de la vista, dejándolo solo con sus
pensamientos una vez más.

Un momento después, cogió su teléfono celular y envió un


rápido texto a Adelaida. Se registraba con ella todas las
mañanas. Y luego envió un texto más, éste a Lila:

Todavía no te he encontrado. No te rindas, Lily. Ya


voy.
Capítulo 4
Traducido y Corregido por Mayte008

—Estás despierta.

La voz de Griffin sonó en la cabeza de Selene justo antes


de que la puerta de la biblioteca se abriera y él entrara.

—¿No podía esperar diez segundos y decirlo en voz alta? —


Selene sonrió. Había estado sentada en la habitación tranquila
todo el día y estaba feliz de ver su rostro apuesto. Dejó que sus
ojos volvieran amorosamente sobre sus rasgos fuertes, cabellos
dorados y cuerpo bien musculoso.

—Me gusta tener acceso a tus pensamientos. —Se acercó


para apoyar su mano sobre la mesa al lado de ella—. ¿Qué es
esto?

—Nada importante. Cuando Gideon fue derrotado,


descubrimos una biblioteca entera de libros, nuestra historia,
enterrada en una habitación debajo del castillo. He estado
leyendo. Aprendiendo.

Griffin miró las páginas dibujadas a mano.

—La historia principal. Huh. Debería haberlo adivinado.

Apartó la silla de la mesa y se puso de pie. Cuando se


volvió para irse, él la detuvo con una mano en el codo. Con un
pequeño tirón, Griffin la atrajo hacia sus brazos y dejó caer un
ligero beso en sus labios confiados. Selene sintió un poco de
emoción. Griffin era su te’sorthene y ella suya. Almas fatalmente
unidas por el corazón y el espíritu. Él era su alma gemela en el
verdadero sentido de las palabras.

Mientras que, a través de los siglos, algunos grupos de


Svatura se habían separado para convertirse en Vyusher, o
cualquier otra cosa que ellos mismos llamaban, todavía tenían
el mismo origen e historia si uno veía lo suficientemente atrás
en el tiempo. Y el estilo de vida era sólo una parte de lo que
todos eran. La mejor parte de la opinión de Selene.

Con un pequeño suspiro, Selene abrió los ojos y miró


fijamente a la mirada dorada de Griffin.

—Odio que tengamos que esconder esto, —susurró—.


Ocultar quiénes somos.

Griffin metió un mechón sedoso de pelo plateado justo


detrás de la oreja y luego lo siguió con sus labios. Mientras
mordisqueaba el lóbulo de su oreja, su voz resonó en su mente.

—Sé que es duro. Pero es lo correcto. Tu gente no está lista


para aceptar a alguien que no sea un metamorfo de lobo. Y lo
necesitas para continuar construyendo su confianza en ti como
su reina. Lo entiendo.

Selene no pudo responder de inmediato, ya que estaba


distraída por sus labios que bajaban por su cuello. Con el
sonido de su pequeño gemido, Griffin le dio un último beso en la
boca y luego se retiró ligeramente, aunque no la soltó.

Selene recogió sus pensamientos.

—Simplemente porque lo entiendes no lo hace más fácil.

Griffin miró sus suaves ojos grises de esa manera seria.


Ella le permitió acceder a sus pensamientos. No ocultaban las
cosas el uno del otro. Ya no.
Sus ojos se nublaron ante las preocupaciones que
encontraba allí.

—No te dejaré nunca otra vez, amor. Tendrías que


enviarme lejos. E incluso entonces no estoy seguro de obedecer.

—Gracias, —susurró Selene. Ella y Griffin se habían


acercado mucho el último mes, a pesar de que se escondían, a
pesar de sus preocupaciones sobre Lila y sus nuevos aliados de
Louisiana, ya pesar de sus preocupaciones por Maddox, que
había estado tranquilo.

—Bien, vamos a conocer a nuestro invitado misterioso, —


dijo Selene. Apartando sus propias preocupaciones, se volvió y
salió de la habitación.

De repente, Charlotte apareció directamente frente a ellos


cuando entraron en el pasillo.

—Está muy asustada. Y, por supuesto, Lila no está aquí


para ayudar, y ni Ellie ni Alex. Esperamos que puedas hablar
con ella con tu telepatía, Griffin.

—Puedo intentarlo, —aceptó.

Charlotte tomó sus manos. Selene experimentó la


momentánea desorientación de encontrarse instantáneamente y
silenciosamente teletransportada a un lugar completamente
diferente.

Inmediatamente sus oídos sonaron con gritos histéricos.


Selene miró alrededor de la habitación y encontró la ligera
forma de la muchacha acurrucada en una bola apretada en la
cama en la esquina. Adelaide ya estaba encaramada al otro
lado.

Selene miró a Griffin.


—Todo lo que puedo oír es el caos. Una oleada de
pensamientos aterrados. Realmente no puedo entender nada, —
su voz sonaba en su mente—. Voy a tratar de hablar con ella. Te
haré escuchar.

Selene asintió.

—Está bien, —oyó la voz tranquila de Griffin. Trataba de


no asustar a la chica.

La niña jadeó, poniendo una mano en su cabeza.

—No te haremos daño, —continuó suavemente.

Ella negó con la cabeza, pero sus gritos se apagaron


ligeramente.

—Tranquila. Estamos aquí para ayudarte, —continuó con


un tono tranquilizador.

Sus gritos quedaron reducidos a jadeos de aire.

—Demasiado…

Finalmente un pensamiento ligeramente coherente se


había abierto camino.

—¿Demasiado qué? —Preguntó Griffin.

—Demasiada gente. No puedo... no puedo...

Griffin miró a Selene, confundida. Pero Selene pensó que


ella lo entendía.

—Vacía la habitación. Sólo yo y Adelaida, —le dijo a todo el


mundo.

—No. No ella, —insistió la niña, comunicándose todavía a


Griffin a través de sus mentes—. Él, —señaló a Nate—. Puede
quedarse.
—Nate, te quedas. Delia, por favor, ve con los demás, —le
dijo Griffin.

Adelaide lanzó a Selene una mirada de sorpresa, pero


cumplió. Selene se fue con ellos. Al llegar al pasillo, Griffin
cambió a mostrarle su punto de vista de lo que estaba
sucediendo en la habitación.

Observó a través de los ojos de Griffin mientras Nate se


sentaba en la cama y le tendía la mano. La muchacha miró a
Nate con cautela, y luego lentamente extendió su mano para
agarrar la suya y se deslizó sobre la cama para sentarse a su
lado.

—¿Cómo te llamas? —Preguntó Nate.

Ella parecía en blanco por un momento antes de sacudir la


cabeza.

—No lo sé.

Nate miró a Griffin, quien entonces empleó su telepatía


para ver si podía encontrar algún recuerdo. Después de un
momento se encogió de hombros.

—Nada, —pensó a Nate.

—Bueno, tenemos que llamarte algo, —dijo Nate—. ¿Qué


piensas de Bertha?

—¿No es la loca esposa del señor Rochester en Jane Eyre?


—Los sorprendió preguntando.

Nate se volvió hacia ella más completamente, apoyando


una rodilla en la cama.

—¿Puedes recordar un detalle de un libro, pero no tu


propio nombre? —Le preguntó.
Su ceño fruncido en sus pensamientos, y sus ojos se
movían hacia adelante y hacia atrás casi como si estuviera
mirando a través de un archivador mental.

—T... Talia, —ella tartamudeó—. Creo que mi nombre es


Talia.

—Bueno, un placer conocerte, Talia. Soy Nate. Ése es


Griffin. —Él sacudió su pulgar a donde Griffin estaba
observando silenciosamente.

Los solemnes ojos marrones los miraron a ambos antes de


mirar alrededor de la habitación. Con un leve frunce de su ceño
frunció sus cejas mientras volvía su mirada hacia ellos.

—¿Encantada de conocerte también? —Preguntó,


confusión que coloreaba su voz.

—¿Sabes dónde estás? —Preguntó Nate.

Talia sacudió la cabeza, todavía mirando a su alrededor.

>>Estás en un castillo actualmente ubicado en una parte


aislada del norte de Canadá. Es el hogar de un grupo de
personas muy poderosas. —Talia no cuestionó la declaración de
Nate. Xavier, uno de los Vyusher que vivía allí, tenía la
habilidad única de mover la ubicación del castillo.

—¿Cuánto tiempo he estado aquí? —Preguntó ella.

Nate miró a Griffin, quien asintió con la cabeza.

—Cerca de ocho meses. No sabemos cuánto tiempo


estuviste antes de eso.

La garganta de Talia se contrajo mientras ahogaba las


lágrimas. Pero se mantuvo unida.

—¿Cómo me encontraste?
—Selene, que es la Reina de la gente aquí, fue capturada el
año pasado por un hombre llamado Maddox. Te pusieron en la
misma celda de prisión, pero ya estabas inconsciente. Te trajo
aquí cuando escapó.

Griffin habló.

—Ella era la chica con el cabello pálido aquí hace un


momento. ¿Te acuerdas de ella?

La frente de Talia se arrugó.

—No recuerdo nada de eso, —susurró.

—Está bien, —le aseguró Griffin—. Tómalo con calma.


Vendrá. ¿Qué quisiste decir antes con “demasiada gente”?

Talia frunció el ceño de nuevo.

—Es como si pudiera sentirlos a todos. Pero es raro. ¿Creo


que siento lo que están sintiendo tal vez? Todo lo que sé es que
pude sentir su pánico, su preocupación y su curiosidad. Fue
abrumador. —Ella miró a Nate—. ¿Eso es raro?

—De ninguna manera, —dijo Nate—. Cuando dije que este


castillo es propiedad de gente poderosa, quise decir que
realmente tienen poderes. La mayoría de la gente de aquí
cambia a lobos. No nosotros. Tenemos diferentes poderes.
Como, soy muy fuerte.

—Okaaayyy... —Talia miró a Griffin—. ¿Y puedes hablar en


la mente de la gente?

Griffin asintió con la cabeza.

—Lo estás tomando muy bien, —observó Nate.

—No tengo nada más en que basarme. Pero supongo que


parece... bueno... normal. Si puedo sentir lo que otros están
sintiendo, supongo que preferiría que fuera por un poder, a
porque simplemente estoy loca.

Nate rió y sus ojos se dibujaron en su sonrisa. No pensaba


en nada específico que Griffin pudiera ver, pero podía decir que
estaba contenta por algo.

—¿Tienes hambre? —Preguntó Nate. Has estado en una


forma extraña de estasis por un tiempo muy largo. Tendría
hambre si fuera tú.

—Supongo que sí, —dijo Talia—. Pero no sé qué me gusta


comer. Y realmente no quiero ver a nadie más. No si tengo que
sentir todas esas emociones de nuevo. —Ella agarró las sábanas
en una bola apretada. Griffin y Nate intercambiaron una
mirada.

—No hay problema, —dijo Nate—. Vamos a hacer que


alguien traiga un par de cosas diferentes para que lo pruebes.

—Selene ya tiene ropa preparada para ti. Están en ese


cajón. —Griffin señaló—. Nate y yo te dejaremos sola para que
te vistas mientras recibimos tu comida.

—¿Te puedes mover bien por tu cuenta? —Preguntó Nate—


. Has permanecido inmóvil durante mucho tiempo.

Talia no intentó ponerse de pie, sino que movió los brazos


y las piernas, probándolos.

—Creo que debería estar bien. Lo cual no tiene sentido


basado en lo que acabas de decirme.

Nate sonrió.

—Estamos acostumbrados a cosas que no tienen sentido


por aquí. Si necesitas ayuda, piensa en ello. Estamos afuera, y
Griffin te escuchará y enviará a una de las chicas para que te
ayude.
—No la chica con el pelo rubio más oscuro, sin embargo.
—Las manos de Talia temblaban en su agitación.

Nate frunció el ceño.

—¿Adelaide? ¿Por qué…?

Griffin lo detuvo con una mano en su hombro.

—Está bien. Enviaremos a Charlotte o a Lucy para que te


ayuden.

Selene se sintió un poco desorientada cuando Griffin la


liberó de su punto de vista. Cuando él y Nate salieron de la
habitación, Desmond O'Moore, o “Des” para casi todo el mundo,
metió la cabeza rubia en la esquina.

—He oído que la bella durmiente ha despertado. —Des


sonrió, sus ojos verdes brillando—. ¿Quién es el príncipe?

Se paseó por el pasillo, seguido por Oren. Griffin reclamó


la posesión de la mano de Selene. Des y Oren estaban entre los
selectos Vyusher que eran conscientes de su relación secreta.

Des echó un vistazo a sus manos entrelazadas.

—Oye, Garrett.

—Darren, —reconoció Griffin.

Selene puso los ojos en blanco. Des le había pedido que se


casara con él una vez, pero se había negado con gracia cuando
Griffin había sido revelado como su te'sorthene. Ahora los dos
tipos insistían en este pequeño ritual de nombres. Des había
comenzado, pero Griffin se había unido. Selene sospechaba que
sus bromas eran más vinculación masculina en estos días que
rivalidad.
—Ningún príncipe, —dijo Adelaide—. Sólo se despertó sola.

—¿Alguien ha contactado a los otros? —Preguntó Hugh—.


Después de ocho meses, creo que nadie pensó realmente que
despertaría. Así que estarán sorprendidos.

—¿Pareces preocupado? —Preguntó Selene.

Hugh se encogió de hombros.

—No sabemos nada de ella, de quién es ni de dónde viene.


Por qué estaba en ese coma. Ella puede ser una amiga, pero
podría ser un peligro para nosotros.
Capítulo 5
Traducido y Corregido por Mayte008

L
ila levantó la cabeza del hombro de Marcus y limpió
furtivamente la baba de su mejilla.

—Yo lo capté, —la voz profunda de Marcus retumbó


junto a ella.

Lila se congeló.

—Las niñas pueden babear, ya sabes, —dijo.

—Mmmhmmm. Y aparentemente también pueden roncar.

—¡No!

—Como un tren de carga, —dijo Ben, uno de los miembros


más jóvenes del clan de Marcus, desde el otro lado de la
habitación.

—Es increíble que un ruido tan fuerte pueda salir de una


nariz tan pequeña, —añadió Simón, otro del clan de Marcus.

—Bien, chicos. Gracias, —gruñó Lila.

—Deja a la pobre chica sola, —interrumpió una voz


femenina.

—Gracias, Carrie, —dijo Lila.

—Incluso si ella nos mantiene despiertos con cantidades


increíbles de sonido, —agregó Carrie. El pequeño grupo estalló
en risas.
—Te haré saber que te odio mucho, —declaró Lila.

La risa se hizo más fuerte pero abruptamente silenciada


por el sonido de la puerta desbloqueada. La gente que
permanecía en la celda con Lila se movió para bloquearla de la
vista. A pesar de las protestas de Lila, Marcus insistió en que la
escondieran todo el tiempo que pudieran. Su papel en parar a
Maddox cuando él invadió el castillo de Vyusher el año antes le
hizo una mujer marcada.

Un dolor familiar y debilitante atravesó el cuerpo de Lila, y


oyó a un hombre llamar su nombre con una voz cantante.

—Lila Jenner, ¿dónde estás?

Lila tragó un jadeo y se encogió un poco más abajo detrás


de la espalda ancha de Marcus.

>>Sé que estás aquí, Lila, —continuó la voz excesivamente


dulce. Se estaba acercando. No es que su celda fuera tan grande
para empezar. Una mano grande sujetó su brazo—. ¡Te tengo!

Lila ni siquiera podía abrir los ojos porque el dolor seguía


siendo tan intenso. Sintió que alguien la levantaba y la sacaba
de la habitación. Tan pronto como la puerta se cerró detrás de
ellos, la agonía se detuvo. Lila aspiró un suspiro de alivio en sus
pulmones y luego se puso rígida. Abrió los ojos para encontrar a
Maddox mirándola directamente. Detrás de él estaba Ariel, sus
hombros caídos en desesperación. Así que Maddox estaba
usando el control nervioso de Ariel sobre ellos. La pobre chica ni
siquiera miró a Lila.

—Te he estado buscando, Lila, —dijo con una sonrisa


siniestra—. Has conseguido permanecer oculta durante
bastante tiempo. Sólo me enteré de ti por accidente.

Lila no dijo nada. No le daría la satisfacción de preguntar


cómo habían descubierto que la tenían.
Maddox asintió con la cabeza al gran hombre que la
sostenía, y comenzaron a moverse por el largo y oscuro pasillo.
Le recordó un poco de las mazmorras en el castillo de Vyusher.
Pero ella sabía que Selene ahora tenía guardias patrullando allí,
así que no podía ser donde estaban.

>>Me pregunto... ¿Cómo te las arreglaste para esconderte


de nosotros cuando te trajimos? —Preguntó Maddox
conversacionalmente—. No teníamos idea de que estuvieras
aquí en vez de con el Vyusher todo este tiempo. Y me
enorgullezco de conocer estas pequeñas cosas.

Lila continuó manteniendo una expresión neutral. Ella


guardó la cuenta de las puertas que pasaron con la esperanza
de volver por Marcus y sus amigos en algún momento.

>>Nuestro telépata logró desentrañar el hecho de que la


rastreadora de Selene, Sheila, ha estado buscándote durante
algún tiempo. Tomó un poco más de tiempo antes de que
descubrimos que estabas desaparecida con un contingente
Svatura de Louisiana. Fue entonces cuando nos dimos cuenta
de que te teníamos.

Lila le dirigió una mirada aburrida.

Maddox simplemente se encogió de hombros.

>>¿No estás interesada? Estoy seguro de que Selene lo


estará. ¿O quizá tu familia?

Llegaron al final del largo pasillo y se metieron en un viejo


y destartalado ascensor. Lila contó cinco pisos antes de que se
detuvieran. Las puertas del ascensor se abrieron para revelar
un pasillo que le recordaba a un hospital, estéril y blanco. Fue
escoltada por una serie de pasillos hasta que la condujeron a
una habitación. Dentro de la habitación había una mesa
elevada, acolchada, con correas para sus muñecas y tobillos.
Tan pronto como vio las restricciones, Lila retrocedió. El
hombre grande y silencioso que estaba con ellos la agarró por la
cintura. Lila se volvió loca, pateando, rasguñando y mordiendo
cualquier cosa a su alcance.

De repente, ese dolor horrible y afilado la atravesó, y Lila


se derrumbó en el suelo. La agonía fue tan intensa esta vez que
vomitó. Ni siquiera notó que la habían recogido y la habían
atado a la mesa hasta que el dolor cesó bruscamente.

Lila trabajó para frenar su dura respiración. Una mujer


alta y esbelta, de cabello castaño claro y ojos color avellana,
entró en la habitación. Lila reprimió un estremecimiento ante la
fría sonrisa que la mujer le ofrecía.

>>Esta encantadora dama, cuyo nombre es Melanie, es


nuestra telépata. Hay muy poco que podrías decirnos ahora
mismo, habiendo estado en esa celda mientras te tengamos.
Pero no podemos tenerte tratando de escapar. Eso simplemente
no lo haría. Melanie está aquí para ayudar con ese asunto.

Lila miró a Maddox con una mirada de piedra.

>>Te voy a dar una oportunidad. Únete a nosotros. Como


uno de nuestros lobos.

Lila iba a decir no inmediatamente, pero se desvió de su


último comentario.

—No soy un lobo.

Maddox sonrió.

—Tenemos maneras de lidiar con eso. Pero tienes que ser


voluntaria para la transformación. ¿Tu respuesta?

La mirada de Lila se puso helada.

—Preferiría morir.
Maddox le dio un pequeño ademán a Melanie, y ella se
acercó lentamente. Lila se retorció y se alejó de ella todo lo que
sus ataduras le permitían, pero sus acciones eran inútiles.
Melanie extendió la mano y tocó suavemente un dedo justo en
medio de la frente de Lila.

Lila se sentía como si estuviera cayendo, como Alice por el


agujero del conejo. Cuando cayó, se dio cuenta de que se estaba
perdiendo. Perdiendo el sentido del tiempo y del espacio.
Perdiendo sus pensamientos y recuerdos. Ella luchó con todo lo
que tenía en ella, cada pedacito de terquedad. Todo lo que podía
pensar era... Aférrate a quien era. No olvides. No olvides.

Ella seguía cayendo.

No olvides. No olvides.

Flotando.

No olvides... no...

Lila sacudió la cabeza. ¿Qué estaba pensando? El pánico


empezó a entrar en ella cuando no pudo recordar lo que era.
Algo importante. Ella jadeó mientras el recuerdo regresaba. No
olvides. ¿Cuál es mi recuerdo más fuerte?

Lila luchó contra la niebla empujando en su mente. Un


recuerdo para aferrarse a... piensa en algo... respiró hondo, se
calmó y pensó duro. Y una memoria, vibrante y agridulce, de
repente vino a ella.

Ramsey.
Ramsey se despertó con un tirón. Podía sentir el fuego
dentro de él ardiendo y tomó un momento para calmarse,
trayendo el infierno de nuevo a las brasas que ardían. Tan
pronto como se sintió bajo control, se permitió pensar en lo que
acababa de suceder.

Había estado durmiendo cuando de repente estaba de pie


en una espesa niebla gris.

—¿Selene? —Gritó. Sabía que tenía la capacidad de visitar


a la gente en sus sueños, aunque nunca lo había hecho con él.

Ramsey esperó, escuchando.

—Ramsey. —La voz de Lila, aunque sonaba apenas por


encima de un susurro, lo atravesó.

Ramsey despegó corriendo en la dirección en la que


pensaba que vendría.

—¡Estoy aquí! —Gritó—. ¿Lila?

La espesa niebla se abrió y de repente pudo verla. Ramsey


se detuvo en seco.

¿Qué demonios?

Lila estaba nadando en un estanque, riéndose, parecía un


hada de agua. Y Ramsey ya se podía ver allí. Estaba parado en
la orilla mirando. Estaban hablando, pero no podía oír lo que
decían. Ramsey trató de acercarse, pero no pudo. Entonces Lila
retiró su brazo y envió un chorro de agua salpicando hacia la
versión de él con la que estaba hablando.

Y ahí fue cuando se despertó.

Reconoció la escena que había estado observando. Lo


había vivido una vez... hace mucho tiempo.
Capítulo 6
Traducido y Corregido por Mayte008

¿ Ramsey? ¿Estás aquí?

El sonido de la voz de Charlotte alejó a Ramsey de


su ensueño. No había pensado en ese momento
con Lila en el estanque en mucho tiempo. Había
empujado con esmero el recuerdo de aquella noche
hasta el fondo de su mente. Asombrado, se dio cuenta de que ya
era de mañana. Debería haber estado despierto y empacado el
campamento hace un rato.

—Sí, —gritó—. Sólo un segundo. —Con un gruñido, enrolló


su saco de dormir y abrió la puerta a la tienda.

—¿Estás bien? —Preguntó Dexter.

Ramsey alzó la vista de los zapatos.

—Estoy bien. —Se puso de pie y les dio a ambos un


abrazo.

Charlotte le entregó una bolsa llena de comida, ropa limpia


y un teléfono celular cargado. No había muchos puntos de venta
en el bosque. No es que tuviera señal la mayor parte del tiempo
aquí fuera de todos modos, pero era mejor que nada.

>>Gracias, —dijo Ramsey. Echó un vistazo a la fogata


moribunda y echó unas cuantas ramas sobre ella. Luego
empezó a preparar su desayuno. Charlotte insistió en ayudarlo,
así que la dejó tomar el control y se sentó en un tronco cercano.
—Entonces, ¿cómo están las cosas en Castle Werewolf?
¿Cómo está Mary, Dex? —Ramsey preguntó. Hasta hace poco,
Dexter había pensado que su madre estaba muerta. Cuando
Maddox había atacado el castillo y revelado un conjunto de
mazmorras, habían encontrado a su madre allí.

Dexter sacudió la cabeza.

—Ella recuerda más cada día, pero hasta ahora nada


significativo.

Charlotte le dio una palmada en la rodilla.

—Al menos está viva y bien.

—¿Cómo te llevas con tu nueva suegra? —Preguntó


Ramsey a Charlotte.

Ella le arrojó un puñado de agujas de pino. Dexter había


encontrado a Charlotte, su te'sorthene, después de que su
madre había desaparecido muchos años antes.

—Sabes que mi madre murió al darme a luz, —dijo


Charlotte—. Así que me encanta tener una madre, aunque no
recuerde muy bien los últimos trescientos años.

—¿Está Mary durmiendo mejor? —Preguntó Ramsey.


Sabía que la mamá de Dexter tenía pesadillas que la mantenían
despierta toda la noche, todo sobre ser secuestrada de nuevo.

—Ahora que la hemos metido en la misma habitación que


Angélica, ella está mejorando. Tan pronto como Angie se acercó
a ella, mamá se detuvo. —Angélica era una Vyusher de Selene
que tenía el don de calmar a alguien cercano a ella.

—Pensé que Angélica nunca dejaba el lado de nuestra


pequeña niña durmiente, —dijo Ramsey.
—Esa es nuestra gran noticia, —dijo Charlotte con una
sonrisa. La pequeña niña dormida se ha despertado.

Ramsey se sorprendió. La muchacha había estado


inconsciente, pero inexplicablemente todavía funcionando
durante casi un año.

—¿Cuándo fue esto?

—Sólo hoy, —dijo Charlotte—. Su nombre es Talia, pero no


recuerda mucho más.

—Lo que es extraño, —añadió Dexter—, es que los


síntomas de Talia, pérdida de memoria, por ejemplo, son muy
parecidos a los de mamá. Griffin ha estado buscando en sus
dos mentes y también ve similitudes. Creemos que pueden
haber sido afectadas por la misma cosa, o persona.

Ramsey asintió con la cabeza.

—Tiene sentido. Y significa que alguien en el equipo de


Maddox tiene la capacidad de poner a la gente en una especie
de hibernación. —Frunció el ceño, recordando su extraño
sueño. La niebla que rodeaba a Lila era preocupante.

—¿Cómo has estado? —La suave voz de Charlotte


interrumpió su pensamiento.

—Frustrado, como de costumbre. —Ramsey se pasó una


mano por el pelo—. Siento que estoy cerca. Ella está en algún
lugar de esta zona, pero no hay nada más que árboles y rocas
en la medida de lo que puedo decir. No he encontrado ningún
tipo de estructura o signo de nadie.

—Pero ¿todavía la sientes? —Preguntó Dexter.

Con una inclinación de cabeza Ramsey pensó en el extraño


vínculo que sentía con Lila. Nebuloso e incierto, la conexión no
era algo que pudiera controlar. Todo lo que podía sentir era su
presencia, y a veces su estado de ser. Por ejemplo, sabía que
había sido herida cuando fue secuestrada. Pero también sabía
que la herida había sanado.

—¿Hay algo que podamos hacer para ayudar? —Preguntó


Charlotte.

Ramsey se encogió de hombros.

—Lo que ya estás haciendo. —Él asintió con la cabeza a la


bolsa que le habían traído—. No tener que parar por los
suministros o cargar una tonelada de ellos alrededor es
enorme…

—Ha surgido una emergencia, —dijo la voz de Griffin de


pronto interrumpió—. Los tres oyeron su voz en sus cabezas
con tanta claridad como si estuviera de pie allí mismo, aunque
todavía estaba en el castillo. Charlotte miró a los dos hombres.

—Iré a comprobarlo. —Y ella se había ido.

Ramsey frunció el ceño.

—Huh... ¿Me pregunto qué es todo eso ab…?

Charlotte volvió a entrar antes de que terminara de hablar.

—Ustedes dos deben estar allí para esto.

Sin dudar, Ramsey y Dexter le tomaron la mano. Al


instante estaban de pie dentro del castillo Vyusher, en un
dormitorio que Ramsey no reconocía. Toda la familia ya estaba
reunida. La familia había crecido recientemente, pero cada uno
era tan querido como su propia familia. Hugh y Lucy Jenner,
los padres de Lila, estaban allí junto con su hermana mayor,
Adelaide. Adelaide era te'sorthene, Nate, a quien Ramsey
pensaba como un pequeño hermano adoptado, se sentaba en la
esquina de atrás. Charlotte y Dexter Pierce habían tratado a los
dos muchachos como suyos durante los últimos setenta años
más o menos. El hermano adoptivo de Lila, Alex Jenner, y su
nueva esposa y te'sorthene, Ellie, estaban desaparecidos,
todavía en Brasil tratando de localizar a la tribu con la que Lila
había tratado de negociar justo antes de ser secuestrada. Pero
el hermano gemelo de Ellie, Griffin Aubrey, y su te'sorthene y la
reina del Vyusher, Selene, estaban allí. Incluso Desmond y
Oren, dos de los amigos más cercanos de Selene entre los
Vyusher, se situaban a un lado. La única verdaderamente
desaparecida era Lila.

—Alguien se ha llevado a Sheila, —dijo Griffin, sombrío—.


Sheila era su rastreadora. Como Vyusher, podía convertirse en
un lobo. Pero lo que es más importante, tenía la capacidad de
encontrar a otras personas con poderes y rastrearlos en
cualquier parte del mundo. Había estado trabajando casi sin
parar el último mes tratando de encontrar a Lila, Marcus y los
otros Louisianans, pero no había tenido éxito hasta el momento.

Ramsey suspiró y miró el techo.

—Mierda.

—¿Cómo? —Preguntó Dexter.

Todos se volvieron hacia la diminuta mujer con el pelo


castaño claro de pie delante de ellos. Ramsey reconoció a
Maggie, una Vyusher de Selene. La muchacha estaba
visiblemente sacudida. Des cogió una silla de escritorio y la
llevó a sentarse. Ramsey captó la mirada de adoración de
Maggie que dirigió a Des pero pudo decir que Des se la había
perdido completamente.

Des se arrodilló frente a Maggie y tomó suavemente las


manos.

—¿Estás bien, Maggie?

Ella asintió.
>>Cuéntanos lo que pasó.

Maggie respiró hondo.

—Sheila y yo estábamos aquí. ¿Sabes que acaba de


empezar la universidad? —Miró a Selene—. Ella fue inspirada
por nuestra Reina a experimentar más que sólo el modo de vida
de Vyusher. La estaba ayudando con una asignación de cálculo.

Maggie miró hacia abajo y parecía darse cuenta de que Des


todavía estaba sosteniendo sus manos. Con un rubor claro
manchándose las mejillas, continuó.

>>No hubo advertencia, ni ruido, ni nada. Sheila ni


siquiera notó su llegada. Un minuto estábamos estudiando, y de
repente un hombre y una mujer estaban allí de pie.

Sheila reconoció al hombre, porque lo llamó «Jordán» justo


antes de que la agarraran y desaparecieran.

Griffin miró a Selene.

—¿El nombre Jordán te suena?

Selene asintió sombríamente.

—Uno de los tenientes de Gideon, —miró a Maggie—.


¿Cómo era la mujer?

Maggie pensó durante un minuto.

—Coloración similar a mí, pero más alta, súper flaca.

—No suena como alguien que conocemos, —murmuró Des.


Selene asintió con la cabeza.

—Odio decir algo, —Dexter se unió—. Pero ¿alguien más


piensa que es raro que nuestro huésped dormido se despertara
en el mismo momento de este ataque?

Todos guardaron silencio por un momento.


—Tú no estás sugiriendo que Talia tenga algo que ver con
el secuestro de Sheila, —dijo Nate.

Adelaide alzó las cejas a su tono defensivo.

—Bueno, en realidad no sabemos nada de ella.

—Te lo digo, ella no está conectada con esto, —insistió


Nate.

Adelaide alargó la mano para darle un apretón. Le tomó un


segundo, pero él se echó hacia atrás.

—Mantendremos un ojo en la chica, —dijo Selene—. Y lo


informaré al Consejo Superior. Tendremos que pensar en
medidas de seguridad adicionales.

—Dejaré que Ellie y Alex sepan lo que está pasando, —dijo


Oren.

Ramsey miró a su alrededor.

—No hay nada que pueda hacer aquí. Volveré a mi


campamento.

—¿Cómo te está yendo? —Preguntó Selene. Parecía


agotada. Ramsey imaginaba que ser gobernante del Vyusher
podía hacerle eso a cualquiera.

—No está bien, —respondió él con tristeza.

—Sigue así. Sé que lo averiguarás y encontrarás, —dijo.

—Después de todo, eres la persona más obstinada que


conocemos, —agregó Charlotte con un guiño.

Ramsey sonrió.

—No lo sé, —dijo—. Tenemos algunas personas muy tercas


en esta familia. Lila misma...
Pensar en Lila desencadenó de nuevo los pensamientos de
Ramsey sobre ese extraño sueño. Miró a Selene.

—¿Puedes contactarme a través de tu control de los


sueños esta noche?

Selene frunció el ceño y asintió.

—Por supuesto. ¿Algún motivo en particular?

—Sólo quiero comprobar algo, y necesito tu ayuda para


hacerlo. —Ramsey tenía una sospecha, pero él quería probarlo
antes de que se le levantaran las esperanzas.

Él recibió una ronda de abrazos antes de tomar la mano de


Charlotte. De vuelta al campamento, le dio otro abrazo de oso.

—Lucy incluyó algunos de sus brownies para ti, —dijo.

—Gracias. —Él sonrió y luego saludó mientras ella


desapareció.

Ramsey miró alrededor de su campamento y los bosques


que lo rodeaban. Una sensación de soledad se apoderó de él. Es
curioso que hubiera sido un solitario durante casi setenta años,
pero ahora estaba acostumbrado a estar rodeado de familia.
Apartó la sensación de aislamiento. Se ocuparía de cualquier
cosa si pudiera encontrar a Lila.
Capítulo 7
Traducido y Corregido por Mayte008

E
llie se estiró como un gato perezoso mientras la luz
del sol se derramaba por la habitación,
despertándola de su sueño. O tal vez la sensación
de Alex suavemente arrastrando las yemas de los dedos sobre
su hombro y por su espalda era lo que la había despertado.

Una sonrisa cálida sonrió en sus labios.

—Mmmmmm. Qué hermosa manera de despertar, —


murmuró. Ella dio un pequeño chillido de sorpresa cuando Alex
se movió de repente. La rodó por debajo de él y le clavó las
manos a cada lado de su rostro. Antes de que ella pudiera
protestar, sus labios cubrieron los suyos en un beso abrasador.
Y Ellie se olvidó de lo que iba a protestar mientras se perdía en
el calor de su boca.

Alex se apartó un poco.

—¿Vas a decir algo, esposa? —Bromeó.

Ellie sacudió la cabeza, sus ojos azules violáceos brillando.

—No puedo pensar en una maldita cosa contigo haciendo


esas cosas que distraen a mi cuerpo.

—Malditamente correcto. —Alex se vio severo por un


momento y luego sonrió. Ellie envolvió sus brazos alrededor de
su cuello, hundiendo sus dedos en su pelo grueso y negro, y lo
empujó hacia sus labios ansiosos.
—Ah-hem, —una pequeña tos los interrumpió. Con un
gemido, Alex se levantó sobre los antebrazos y miró por encima
del hombro. Allí vio la figura fantasmal de Oren. Los ojos del
anciano estaban cerrados, dándoles una pequeña privacidad.

—Vuelve en unos minutos, Oren. Nos vestiremos, —dijo


Alex.

Oren asintió y se desvaneció.

Alex se dejó caer sobre la cama.

—Cuando imaginé nuestra luna de miel, no incluía tratar


de localizar a mi hermana en Brasil o ser interrumpido en
momentos muy inoportunos por un proyector astral, —gruñó.

Ellie ahogó una risita. Se inclinó para besarle el cuello, lo


que le valió una mirada de pura frustración.

—Tomaremos una verdadera luna de miel cuando todo


esto termine. Promesa.

Ellie y Alex sólo se habían casado hacía poco. Se habían


conocido unos años antes, cuando Ellie y Griffin habían
encontrado a la familia de Alex y ayudado a protegerlos de los
Vyusher, que en ese momento eran enemigos peligrosos. Al
principio Alex había pensado que Ellie era sólo una adolescente
normal que había hecho amistad con sus hermanas adoptivas,
Lila y Adelaide. Se había sorprendido al darse cuenta de que
también estaba dotada, pero se había recuperado rápidamente
cuando se dio cuenta de que también era su te’sorthene.

Alex dirigió a su nueva esposa una mirada severa,


suavizada por la ternura de sus ojos azul plateado.

—Voy a recordarte eso, señora Jenner.

Cinco minutos más tarde, vestidos y listos, Alex y Ellie se


sentaron al pie de la cama y escucharon a Oren.
—No puedo creer que entraron en el castillo sin ser
detectados. ¿Cómo es eso posible? —Preguntó Ellie, mientras
absorbía la noticia de la captura de Sheila.

—Estamos trabajando en eso, —dijo Oren.

Ellie y Alex se miraron.

—Oren, hemos rastreado a la tribu brasileña con la que


Lila y Marcus trataron de reunirse antes de ser capturados. Los
Timening, eso es lo que se llaman a sí mismos, han sido un
poco... um, resistentes... pero al menos han hablado con
nosotros. Sin embargo, la única razón por la que lo hicieron fue
porque ellos mismos tuvieron algunas desapariciones,
comenzando poco después de que Lila desapareciera.

Oren consideró silenciosamente las implicaciones de esta


noticia.

—Le informaré a Selene de inmediato.

Ellie asintió.

—Ellos rechazaron cualquier tipo de alianza cuando Lila


estuvo aquí. Pero ahora que no han podido detener estos
secuestros, están más abiertos a las negociaciones.

—Hablando de eso, ¿qué precauciones está tomando


Selene? —Preguntó Alex.

—Ella está considerando que Griffin ponga su escudo


alrededor de todo el castillo. Pero piensan que podría ser
demasiado drenador en él para mantenerlo constantemente. Y
es posible que habilidades como la de Charlotte puedan evitarlo
de todos modos.

Alex y Ellie asintieron. Uno de los poderes de Griffin era la


habilidad de construir un escudo físico invisible que pudiera
extenderse sobre cualquier tamaño.
—¿Estará Selene haciendo que Xavier vuelva a mover el
castillo? —Preguntó Ellie. Habían mudado la ubicación del
castillo después de la desaparición de Lila, aunque se habían
quedado en Canadá.

—Hemos intentado eso, y nos encontraron de todos


modos.

—¿Deberíamos regresar?

Oren sacudió la cabeza.

—Encontrar a Lila podría ser la clave para detener a


Maddox o al menos ralentizarlo. ¿Hay alguna pista?

Ellie se levantó y caminó por el pequeño cuarto de hotel.

—Hemos determinado que Lila fue capturada justo


después de intentar reunirse con los Timening. Creo que
estaban en su camino a casa, pero todavía en esta zona.
Realmente no nos dice mucho, pero seguiremos buscando. Dile
a Selene que enviaremos a una facción de esta tribu para que se
reúna con ella pronto.

—Voy a pasar eso. Además, hay otra noticia que deben


tener en cuenta, —dijo Oren.

—Mejor noticias que tu primera pieza, espero, —murmuró


Alex. Gruñó mientras Ellie le golpeaba con el codo.

—Nuestro huésped dormido ha despertado. Su nombre es


Talia, —dijo Oren, ignorando el juego de la pareja.

Ellie arqueó las cejas.

—Santos humos, ¿de verdad? ¿Cómo es ella?

—No recuerda mucho. Griffin está trabajando con ella


como lo hace con la madre de Dexter, Mary.
Ellie asintió.

—Bueno, dile que es bienvenida a la tribu. Tendré


curiosidad por conocerla. Espero que pronto.

Oren le dio un pequeño arco medio de reconocimiento.

—¿Cómo está Lucy? —Ellie siempre hacía la misma


pregunta, y Oren siempre respondía de la misma manera.

—Ella está aguantando. Se mantiene ocupada preparando


paquetes de cuidado para ustedes dos y para Ramsey. Charlotte
estará con el próximo mañana.

Se detuvo un momento y parecía estar escuchando algo


más, probablemente algo a su lado.

—Tengo que irme ahora.

—De acuerdo entonces. Nos vemos en unos días. Cariños a


la familia.

Lila se sentía como si hubiera estado vagando por la


neblina gris durante siglos. Todavía no había encontrado nada.
Ni un árbol, ni una roca, ni un edificio. Definitivamente no otra
persona. ¿Tal vez se estaba moviendo en círculos? Porque no
había manera de que pudiera caminar tanto tiempo como lo
había estado y no encontrar algo. Lila se detuvo. Era claramente
un ejercicio inútil. Ella puso sus manos en sus caderas y giró
en un círculo completo, buscando bien, cualquier cosa, a través
de la niebla. Nada.
¿Dónde diablos estoy?

Lila miró hacia abajo y notó que mientras podía ver sus
pies, no podía distinguir el suelo en el que estaba. Se inclinó y
trató de ver mejor, pero sin resultado: la niebla era demasiado
espesa. Lila se arrodilló y bajó la cara hasta que se encontró a
unos milímetros del suelo. Nada. Sentada de nuevo, Lila
sostuvo sus manos directamente frente a ella. Ella podía verlas
muy bien. Así que no era que la niebla fuera tan espesa que
oscureciera el suelo de su vista.

Lila aspiró un suspiro mientras sus manos caían sobre su


regazo. O estoy muerta, o estoy loca... porque esto no es un
sueño.

Por si acaso, se dio un pellizco a su brazo. Sin dolor. Así


que tal vez estaba soñando. Pero seguro que no se sentía como
uno. Cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y volvió a abrir
los ojos para mirar hacia el cielo. Solamente que no había nada
que mirar excepto la niebla.

Por ahora, supongo que no estoy muerta. Loca sigue sobre


la mesa. Pero en la posibilidad de que no lo este, ¿qué más
podría ser esto?

Trató de recordar cómo había llegado. Pero cuanto más


trataba de recordar algo, cualquier cosa, más no podía. No
podía recordar dónde había estado, o con quién había estado,
o...

No sé quién soy.

La realización debería haber traído sentimientos de


alarma. En lugar de eso, Lila simplemente se encogió de
hombros con apatía. Se acostó de espaldas para sentirse más
cómoda y dejar que su mente vagara. Levantó la mano para
empujar la niebla en círculos perezosos, observando los
remolinos que ondulaban a través de la densa neblina gris.

Después de un rato, empezó a tararear una pequeña


melodía, no algo específico, sólo pequeñas notas aleatorias
encadenadas para formar una melodía desconocida. Los
sonidos parecieron derramarse alrededor de ella como si se
aferraran a la niebla. Lila casi soltó una risita ante el
pensamiento, pero estaba demasiado apática para molestarse
en reír.

Alguien vendrá a buscarme eventualmente, ¿verdad?


Aunque, ¿importa realmente?

Lila se encogió de hombros mentalmente. Estaba


perfectamente bien donde estaba. Ella estaba cálida y cómoda.
Pero... ¿no había algo extraño en ese pensamiento? Cálido y
cómodo no parecía ir junto con tirada en la niebla.

Otro encogimiento mental.

Voy a relajarme aquí un poco. Entonces iré... a algún lado.


Aunque... ¿por qué querría irme de aquí de todos modos? Donde
estoy ahora está bien.

Con ese pensamiento indiferente, Lila cerró los ojos y


permitió que su mente se sintonizara y se alejara.
Capítulo 8
Traducido y Corregido por Mayte008

V
arias mañanas después del secuestro de Sheila,
Ramsey seguía buscando. Embaló su campamento
y salió. Durante los últimos días, había avanzado
más alto hacia las montañas, por lo que su caminata era un
poco más lenta mientras subía por una pendiente más
empinada. Los sonidos del bosque lo rodeaban, y las agujas de
pino crujían bajo sus pies mientras caminaba. Al menos tenía
una pequeña cobertura de nubes hoy. Los últimos días habían
estado quietos y calientes con un sol brutal que ardía en el
cielo.

Ramsey siguió su enlace con Lila. Pero, como había estado


sucediendo durante semanas, se sentía como si estuviera
caminando en círculos. Tenía la constante sensación de que
estaba cerca. A veces podía jurar que si sólo miraba alrededor
del árbol siguiente, la encontraría de pie allí. Pero había pasado
más de un mes de búsqueda, y no había suerte.

Ramsey se detuvo junto a un manantial que gorgoteaba y


dejó caer su mochila al suelo. Sacó varios objetos, llenó su
cantimplora y trató el agua para que fuera potable. Luego sacó
algo de la comida que Charlotte que le había traído esa mañana
para su almuerzo. Se sentó en una roca y escuchó los suaves
ruidos de la corriente que se filtraba mientras comía su
sándwich de pavo.

Lila, ¿dónde estás?


Su conexión con ella se sentía tan real, tan fuerte, que casi
esperaba escuchar su voz respondiéndole. Ramsey sacudió la
cabeza. Rápidamente terminó de comer, ordenadamente empacó
todo en su mochila y la colocó sobre sus fuertes hombros.

Había dado unos pasos y de pronto se detuvo en seco. Se


quedó allí unos instantes. Algo andaba mal. Podía sentirlo. Pero
no podía poner el dedo en lo que era.

Levantó la cabeza al darse cuenta de lo que faltaba. Pensar


en su conexión le había dado un indicio.

—No, —susurró él.

Se quedó quieto y esperó. En un momento casi se movió,


pero luego se detuvo.

>>No, no, no, —murmuró él, mientras sentía una


sensación de pánico.

La palabra continuó resonando en su mente mucho


después de que dejó de decirlo en voz alta. No, no, no, no... no
puedo sentirla.

>>Lila, —susurró, su voz se quebró.

Cualquier conexión que había podido sentir con ella se


había ido. No había sido repentino u obvio. No había sentido
ningún dolor con la salida de ese eslabón. Era como si hubiera
desaparecido en silencio.

Oh Dios mío. ¡No puedo perderla!

La desaparición de su conexión puede no haberle hecho


daño físicamente, pero la comprensión de que el enlace había
desaparecido y lo que eso significaba para sus posibilidades de
encontrar a Lila casi hizo que Ramsey se doblara. Suspiró
mientras sus manos estallaban en llamas.
Consíguelo, hombre. Perderlo no ayudará nada.

Tomando respiraciones profundas y largas, Ramsey se


obligó a calmarse, a pesar de que su corazón estaba siendo
destrozado. Quemar todo este bosque no era la respuesta.

No voy a dejarla. Tiene que volver. Tiene que. Esperaré aquí


hasta que pueda sentirla otra vez.

Pero, ¿y si la razón por la que su conexión con Lila había


desaparecido era porque Maddox la había trasladado a un lugar
demasiado lejano para que funcionara? Ramsey descartó esa
idea tan rápidamente como se le ocurrió. Había estado
conectado con ella desde Canadá. Estaba seguro de que podía
sentirla sin importar dónde estuviera.

¿Y si ella...?

Ramsey sacudió la cabeza. No iba a pensar de esa manera.


Lila tenía que estar viva. Esto era sólo una interrupción en su
conexión. La recuperaría.

Así que Ramsey se quedó dónde estaba. En pie. Pensando.

Eventualmente alguna razón prevaleció. Sacó su teléfono


móvil y vio que tenía una señal. Rápidamente envió un mensaje
de texto a todos los miembros de su familia.

—Gracias chicos, agradezco el viaje hasta la escuela, —dijo


Adelaide mientras saltaba al asiento trasero del camión rojo de
Brian.
—¡No hay problema! —Dijo Brian.

—Estoy emocionada de poder ponernos al día, —agregó


Juliette—. Nunca los vemos.

Había sido Selene quien había insistido en que ella,


Adelaide y Nate continuaran la universidad, a pesar de todo lo
que estaba pasando. En parte era mantener las apariencias
para sus amigos humanos regulares. Todos esperaban regresar
a esa vida después de que la amenaza que Maddox planteó
fuera erradicada. Pero en realidad, Selene insistió en que
mantuvieran una vida “normal” cuando y donde pudieran. Y la
escuela estaba incluida en lo normal. Selene estaba en la
universidad por primera vez y afirmó que había perdido un siglo
de oportunidades a causa de Gideon, y no esperaría a que la
vida se saliera de su camino. Adelaide tuvo que admitir que sus
cursos universitarios le dieron algo en lo que concentrarse,
además de preocuparse por Lila.

—¿Cómo están Lila y Ramsey disfrutando de estudiar en el


extranjero en Italia? —Preguntó Juliette.

Adelaide forzó una sonrisa.

—A ellos les encanta. Han estado viajando mucho. Apenas


sabemos dónde están la mayoría de las veces.

Juliette se echó a reír.

—Suena romántico. —Ella miró a Brian—. Deberíamos


hacer eso un año, ¿no crees?

—¿Qué? ¿Ya no me ves lo suficiente? —Bromeó.

—Nunca. —Juliette le dio un guiño descarado.

—Bueno, supongo que es una buena señal de que ya no


estás harta de mí, —suspiró dramáticamente—. Por cierto...
¿dónde está Nate? ¿Ya está allí?
Adelaide negó con la cabeza.

—Él no se siente bien, así que se quedó en casa hoy. —Ella


odiaba mentir a sus amigos, pero vino con la vida que ella
llevaba. Debería estar acostumbrada. Por supuesto, nada
estaba realmente mal con Nate, pero había insistido en
quedarse en casa con Talia. Su conversación con él al respecto
aquella mañana no había sido feliz. Últimamente Nate había
estado... distante, por falta de una palabra mejor.

—¿Entonces algo nuevo con ustedes? —Adelaide preguntó


para distraerse.

La pareja compartió una sonrisa feliz.

—Yo iba a esperar para decirte... —comenzó Juliette—.


¡Estamos comprometidos!

Adelaide sonrió.

—¡Estoy tan emocionada por ti! Ellie dirá que lo empezó


todo. Díganme todos los detalles. —Y luego se acomodó para
discutir los planes de la boda el resto del camino desde Estes
Park a Fort Collins.

Hugh entró en la cocina donde Lucy estaba trabajando


duro preparando una serie de horneados para Ramsey, Ellie y
Alex. Miró por encima de su hombro al entrar en la habitación y
el corazón de Hugh se hinchó al ver a su esposa. Su te’sorthene.
Habían estado juntos por casi 600 años. Y a pesar de los
altibajos e incluso el tedio ocasional de la vida cotidiana,
todavía se encendía en el interior al ver a su hermosa esposa.

—¿Adelaide se fue a la escuela? —Preguntó.

Hugh asintió.

—Ella cogió un paseo con Brian y Juliette.

Lucy dejó de amasar la masa del pan y se volvió hacia él


con el ceño fruncido. Eso no suena muy seguro.

Griffin y Charlotte están aquí. Necesitamos a Griffin para


mantener su escudo alrededor de nosotros. Pero él está
controlando a Delia con su telepatía. Si tienen que llegar a ella
rápido, Charlotte puede hacerlo.

Cada vez que los niños tenían clase, Hugh y Lucy bajaban
y se quedaban en su casa de Estes Park. Lucy afirmó que no
podía soportar la idea de estar tan lejos de una hija, ni siquiera
por unas horas, cuando no tenía idea de dónde estaba su otra
hija. Además de eso, Hugh tenía que estar en su oficina de
abogados durante la semana cada vez que podía. Habían
pensado en cerrarlo, pero aún no lo habían cortado.

Lucy miró por la ventana sobre el fregadero de la cocina, y


una sensación de serenidad pareció asentarse sobre ella. Hugh
había notado que parecía más tranquila en esta casa que en el
castillo. Y que hizo que estos viajes regulares bien valieran la
pena el esfuerzo.

—¿Dónde está Nate? —Preguntó ella. —¿No tiene clase


también?

Hugh sacudió la cabeza.

—Lo hace, pero Talia se pone demasiado nerviosa cuando


se ha ido tanto tiempo. Se toma una semana libre y le dice a
sus profesores que está enfermo.
Un pliegue enturbió la frente de Lucy. Hugh cruzó la
cocina y, con suavidad, con las puntas de los dedos, le acarició
el ceño. Ella le dirigió una pequeña sonrisa.

—No me gusta que esté allí sin uno de nosotros con acceso
inmediato. Es muy peligroso.

—Lo sé. —Hugh le dio un ligero beso en la nariz—. Pero


Griffin y Charlotte insisten en que pueden cubrirla desde aquí.

Lucy suspiró, pero asintió y se volvió hacia su horneado.

—Bueno. Pero la próxima vez, alguien está en el campus


con ella.

—Sí, señora. —Hugh le dio un pequeño saludo y luego le


besó ligeramente la mejilla antes de marcharse.

Griffin levantó la vista del espectáculo que estaba viendo


en televisión mientras Hugh se sentaba a su lado en el sofá.
Charlotte ya estaba acurrucada leyendo en el sofá doble.

—Lucy no está muy contenta, ¿eh? —Preguntó Griffin.

Hugh hizo una mueca.

—No puedo decir que estoy demasiado feliz por eso


tampoco.

Griffin dio a Hugh una mirada comprensiva. Teniendo en


cuenta su telepatía, Griffin sabía mejor que nadie que aunque
Hugh mantenía una cara valiente para Lucy y los demás, estaba
muy apenado por la desaparición de Lila.

Unas horas más tarde, con el olor a pan recién horneado


que salía de la cocina, Griffin sintió el zumbido en el bolsillo
trasero. Al oír el sonido de los teléfonos celulares de Hugh y
Charlotte, los tres se miraron con temor.

Era un mensaje de texto de Ramsey.


Emergencia. La perdí. Vengan ahora.

Justo cuando Griffin y Hugh se pusieron de pie, oyeron a


Lucy gritar—, ¡Hugh! —Ella salió corriendo de la cocina a los
brazos de Hugh—. ¿Qué quiere decir?

—Lo averiguaremos en breve, —respondió Hugh.

Griffin ya estaba en el teléfono con Ellie, que había


recibido el mismo texto. Brasil estaba un poco demasiado lejos
para que él la alcanzara telepáticamente. Él asintió con la
cabeza a Charlotte, y salió de la habitación. Mientras marcaba
el número de Adelaide, la fantasmal figura de Oren se
vislumbró.

—Selene recibió un mensaje de emergencia de Ramsey, —


anunció.

—Sí, —reconoció Hugh—. Le enviaremos a Charlotte en un


minuto. Ahora está buscando a Ellie y a Alex.

Oren asintió y desapareció de nuevo.

Griffin sacudió la cabeza.

—Va al correo de voz, —dijo—. Todavía debe estar en clase.

Charlotte apareció de repente en la habitación con Ellie y


Alex consigo.

—Selene y Nate, —dijo Griffin. Sin un sonido, Charlotte se


había ido otra vez.

—¿Alguien sabe lo que está pasando? —Preguntó Ellie.

—Aún no, —respondió Hugh—. Tendremos que llegar a


Ramsey para averiguarlo.

Griffin se volvió hacia la habitación. La clase de Adelaide


terminará en unos quince minutos. No cree que pueda irse sin
que el profesor cause una escena. Dijo que enviara a Charlotte a
la segunda clase.

Cuando Griffin terminó de hablar, Charlotte reapareció


con Selene, que fue directamente al lado de Griffin.

—¿Dónde está Nate? —Preguntó Hugh.

—Dijo que no podía dejar a Talia, —respondió Charlotte.

Hugh y Lucy intercambiaron una mirada de preocupación,


pero no dijeron nada.

—Charlotte, Adelaide te va a encontrar fuera de su aula de


biología en unos diez minutos, —dijo Griffin.

—¿Deberíamos irnos todos? —Preguntó Charlotte.

—Mejor si solo vas contra todos nosotros. Un grupo tan


grande de su familia probablemente se vería un poco extraño
para sus amigos, —dijo Alex.

Charlotte asintió y desapareció una vez más.

El resto de ellos esperó. Silencio. Habían aprendido hace


tiempo que cualquier especulación era inútil y sólo servía para
empeorar la preocupación.

Así que esperaron.


Capítulo 9
Traducido y Corregido por Mayte008

E
stamos aquí, Ramsey, —escuchó a Lucy llamar al
segundo que aparecieron en el bosque—. Por favor,
dinos que no...

Ramsey sacudió la cabeza. Tomó a Lucy por los hombros y


la miró a los ojos.

—No lo sé con seguridad. El vínculo que sentí con ella se


ha ido. Ya no lo siento. No la siento.

—¿Qué significa eso? —Preguntó Hugh.

Ramsey miró a Lucy por la cabeza.

—No lo sé. No estoy seguro de cuando lo perdí. Yo estaba


siguiendo nuestro enlace, tratando de encontrarla. Me detuve y
almorcé. Y cuando fui a empezar a buscar de nuevo, la
sensación había desaparecido. Sólo se desvaneció.

Lucy envolvió sus brazos alrededor de su cintura y


comenzó a mecerse.

—Oh Dios mío... oh Dios mío.

Hugh la atrajo hacia él y la envolvió en un cálido abrazo.

—Shhhh... todo estará bien.

Ramsey se volvió hacia Adelaide, que estaba allí con las


lágrimas corriendo por sus mejillas.
—¿Ves o sientes algo diferente con tu conexión con ella?

Adelaide olisqueó, y entonces su cara se quedó en blanco


cuando ella alcanzó su poder. Tenía la capacidad de ver las
relaciones en forma de hilos de luz de color.

—Es difícil de decir porque ella no está aquí, y veo las


relaciones mejor cuando la gente está justo en frente de mí.
Pero no se ha ido. Eso tiene que ser bueno, ¿verdad?

—Eso es mejor que bueno, —dijo Ellie—. Eso significa que


todavía está viva. —Miró a Griffin y todos esperaron
pacientemente su conversación mental. Los gemelos compartían
una conexión única que les permitía compartir los poderes de
los demás. Habían estado hablando a través de la telepatía de
Griffin la mayor parte de sus vidas. El resto de la familia estaba
acostumbrada a ello ahora. Después de un momento Griffin
negó con la cabeza.

Ramsey, que había sentido una pequeña cantidad de


esperanza en las palabras de Adelaide, volvió a desinflarse.
Griffin obviamente no podía oír a Lila en ninguna parte. Sólo
tenía una opción más para intentarlo.

Espero que esto funcione.

Se volvió hacia el grupo.

—No quería compartir esto todavía, en caso de que


planteara falsas esperanzas... pero vi a Lila la otra noche en un
sueño.

Nadie dijo nada, pero todos miraron a Selene, que tenía la


habilidad de visitar a la gente en sus sueños. Ramsey se volvió
hacia ella y le describió el sueño, sin los detalles acerca de Lila
en el estanque, por supuesto, pero lo que sentía y la mayoría de
lo que vio.
Selene dejó escapar un largo suspiro.

—La neblina gris que describiste suena mucho a como son


los sueños antes de que se formen. Eso es generalmente cuando
entro, así que lo veo mucho.

—Entonces, ¿estás de acuerdo en que tal vez fue el sueño


de Lila? —Preguntó Ramsey.

Selene hizo un pequeño ruido de cloqueo.

—Difícil de decir. Podría haber sido tu propio sueño. O


Maddox podría haber estado tratando de controlarte. Tiene esa
capacidad, ¿recuerdas?

—Si fue Lila, y nuestro enlace le permite ponerse en


contacto conmigo de esa manera, ¿no valdría la pena intentar
ver si puedes entrar y comunicarte con ella?

—Absolutamente merece la pena probarlo. Podemos


intentar ahora...

—¿Pero?

Selene se acarició la cara.

—Bueno, en primer lugar, hay un montón de “sis”. Si es


Lila. Si ella te alcanza a través de los sueños...

—¿Y…?

—Bueno... si todas esas son ciertas... ¿y si ella no puede


alcanzarte de esa manera ahora, ni tú, porque tu enlace se ha
ido?

Ramsey se sentó en un tronco cercano y puso la cabeza


entre las manos.

—Nunca me he sentido tan indefenso. Desearía saber qué


hacer, —gruñó.
Selene se acercó y le dio un apretón en el hombro.

—Tú lo haces. Estás haciendo todo lo que puedes.

—¡No es suficiente!

Un arbusto cercano se incendió repentinamente. Selene no


se movió, pero cuando Ramsey no lo apagó inmediatamente, se
aclaró la garganta. Miró el sonido y luego, con el movimiento de
una muñeca, el fuego se apagó. Su cabeza volvió a caer en sus
manos.

—¿Eso está ocurriendo más a menudo? —Preguntó Selene.

Ramsey se encogió de hombros, pero no levantó la cabeza.

—Estoy un poco estresado estos días, —murmuró.

—¿Es difícil controlarlo? —Preguntó.

—Aún no. ¿Preocupada? —Ramsey levantó la vista. Selene


no se molestó en esconder la preocupación en su rostro.
Mirando por encima del hombro, vio la misma expresión en los
rostros de todos los demás.

—No te preocupes, te lo diré si lo hace.

Selene asintió, satisfecha con esa respuesta.

—Bueno. Vamos a ver si podemos encontrar a Lila en tus


sueños juntos.

Se puso de pie y se movió para ayudar a arreglar las cosas.


—Ramsey. —La suave voz de Selene flotó a través de la
niebla gris que lo rodeaba.

—¿Dónde estás? —Llamó.

—Aquí, pero tienes que dejarme entrar.

—¿Cómo?

—Relájate. E imagíname allí, a tu lado.

Los nubarrones y la niebla se alejaron. Repentinamente


Ramsey estaba de pie en un denso bosque. El sol rompió a
través de la copa de los árboles en serpentinas de luz dorada.

—Bonito. —Se giró al sonido de Selene directamente detrás


de él. Ella se quedó allí con un vestido blanco brillante que dejó
su belleza pálida a la perfección. Parecía una diosa.

—¿Dónde estamos? —Preguntó.

—Dime tú. El entorno siempre está determinado por el


soñador. ¿Creciste en el bosque?

Ramsey arqueó las cejas.

—Pasé la primera mitad de mi vida escondido en ellos.

Selene se encogió de hombros.

—Entonces un bosque es donde te sientes más seguro. Lo


cual es un poco irónico dado tu don particular.

Ramsey le dirigió una sonrisa torcida.

—Creo que lo es. Bonito vestido por cierto.

—Bueno, el vestido es también tu trabajo. Así es como me


imaginas. Me halaga.

Ramsey se limitó a gruñir a modo de respuesta.


—Pero este es mi sueño, —se dio cuenta—. No es de Lila.
¿Cómo vamos a encontrarla?

Selene se sentó en una roca cercana.

—He estado pensando en eso. Tenemos una de dos


opciones. Primero intento entrar en los sueños de Lila a través
de tu enlace. He intentado por mi cuenta y no ha funcionado.

—Bueno. ¿Cuál es el plan B?

—La opción número dos es que esperamos aquí cada


noche con la oportunidad de que ella te tire de nuevo. Y trato de
seguirte.

—¿Griffin está bien con eso? —Ramsey se preguntó. No


estaba tan seguro de que apreciara que su chica pasara las
noches con otro hombre, aunque sólo fuera un sueño. O tal vez
eso lo empeoró.

Selene pareció sorprendida.

—¿Qué pasa con los hombres? —Murmuró y puso los ojos


en blanco—. Si esto se convierte en algo regular, lo llevaré a
nuestro sueño compartido. Si llegamos a Lila, tal vez pueda
ayudar a pasar por su mente.

—Buen plan... estoy impresionado.

Selene arrugó la nariz hacia él.

—Bueno. Voy a tratar de encontrar a Lila a través de tu


enlace. Dame un poco. —Ella cerró los ojos y permaneció
inmóvil. Al principio, Ramsey la observó, esperando. Y entonces
empezó a caminar.

—Intentando concentrarme aquí, —murmuró.

—Lo siento. —Ramsey hizo una mueca y luego se sentó y


esperó. En un momento, Selene dio un pequeño jadeo. Pero el
sonido era tan débil que, cuando no se movió, Ramsey se
convenció de que lo había imaginado.

Después de lo que parecía una eternidad, Selene abrió los


ojos.

—La buena noticia es que puedo sentirla. Su vínculo está


definitivamente todavía allí, aunque es débil en este momento.

—Gracias a Dios. —Ramsey suspiró aliviado. La sensación


enferma dentro de él se relajó ligeramente—. ¿Y las malas
noticias?

Selene sacudió la cabeza con el ceño fruncido.

—Es como si estuviera al otro lado de una habitación a


prueba de sonido con un espejo de un solo sentido. Puedo verla,
pero no puede verme ni oírme.

—¿Y ahora qué?

Ahora traigo a Griffin y ve si puede ayudarme a romper ese


bloqueo mental.

Selene alzó la vista hacia el cielo.

—¿Escuchaste eso, nena? —Parecía estar escuchando


algo. Ramsey esperó, acostumbrado a ver a Ellie, y ahora a
Selene, comunicarse con Griffin de esta manera.

Asintió con la cabeza y miró a Ramsey.

—El estará aquí en un minuto. Fue llamado por un


segundo. Algo que ver con Talia aparentemente.

—¿Qué? ¿Su perro guardián ha desaparecido? —Preguntó


Ramsey, refiriéndose a Nate. Había notado la ausencia de Nate
esta noche.
—No le pregunté, —dijo Selene, y dirigió a Ramsey una
mirada penetrante—. ¿Qué piensas tú acerca de ella?

—¿Talia? Ni siquiera he hablado con ella. Pero basándome


en rumores, mi primera impresión es que algo no está bien con
ella.

Selene apoyó la barbilla en su mano.

—También tengo ese sentimiento.

—¿Qué sentimiento? —Preguntó Griffin mientras aparecía


detrás de un árbol.

—Que no todo es lo que parece con nuestro pequeño


huésped, —le interrumpió Selene—. ¿Cómo está?

—Bien, —dijo Griffin, con su típica forma estoica. Se sentó


con la espalda contra el tronco de un árbol y palmeó el suelo
entre sus piernas. Con una sonrisa, Selene se acercó y se apoyó
contra él. Él envolvió sus brazos alrededor de ella y la acercó a
ella.

—¿Preparado para intentar esto? —Preguntó a Selene.

—Sí. Cierra los ojos y sígueme si puedes, —respondió.

Una vez más, Ramsey se quedó esperando y viendo como


el par de te’sorthene no se movía ni hablaba mientras
intentaban llegar a Lila.

Esta vez tardó aún más. Pero eventualmente abrieron sus


ojos, y el corazón de Ramsey cayó en sus expresiones gemelas
de frustración.

—¿Sin suerte?

Griffin se pasó una mano por la nuca.


—Creo que fui capaz de empujarla un poco. No puedo
llegar a ella, pero traté de plantar un pensamiento en su mente.
Traté de hacerle pensar en Lucy.

—¿Y?

—Ella murmuró la palabra mamá, —respondió Selene.

—Pero entonces fue como si la hubiera olvidado la segunda


vez que lo pensó, —añadió Griffin.

—Bueno. Bueno, por lo menos podemos decirles a todos


que ella está viva, —dijo Ramsey.

Griffin asintió con la cabeza.

—Yo esperaba más, pero es un comienzo.

—Yo también, —murmuró Ramsey.

—Seguiremos intentándolo, —le aseguró Selene


suavemente—. Encontraremos una manera de alcanzarla. Sé
que lo haremos.

Ramsey le dirigió una media sonrisa.

—Si la obstinación fuera una estrategia exitosa, nadie se


metería con esta familia. Especialmente nuestras mujeres.

—Eso es verdad, —murmuró Griffin. Selene lo golpeó con


el codo y luego se inclinó para darle un beso.

—¿Recuerdas lo que te dije sobre mensajes


contradictorios? —Preguntó Griffin.

Selene lo ignoró.

—Nos quedaremos aquí contigo el resto de la noche.

—¿No será eso agotador para ti? —Ramsey frunció el ceño.

Selene negó con la cabeza.


—Porque es un sueño, nuestros cuerpos todavía están
obteniendo el descanso que necesitamos. Los tres nos
sentiremos un poco cansados por la mañana, porque no es el
mejor sueño.

—Es más importante que estemos aquí si Lila te lleva a su


propio sueño, —dijo Griffin—. Y podemos seguir tratando de
alcanzarla.

—¿Crees que vamos a llegar a través de ella? —Ramsey le


preguntó a Selene.

Ella le dirigió una mirada directa.

—Bueno, nunca pude llegar a Talia, —dijo—. Pero aunque


no lo sientas, creo que tu conexión especial con ella nos da una
mejor oportunidad.

Ramsey asintió con la cabeza.

—Vamos a llegar a ella, —dijo con más convicción de lo


que sentía.

...Dios, por favor, déjanos alcanzarla.


Capítulo 10
Traducido y Corregido por Mayte008

¿ Ramsey? Dios mío ese nombre suena familiar.

Lila se despertó lo suficiente como para mirar a su


alrededor. Ella levantó una mano perezosa y giró
patrones en la espesa niebla gris que la rodeaba.
Ramsey. Ramsey. Ramsey...

Ese nombre significaba algo para ella.

Lila frunció el ceño mientras la imagen de un muchacho


alto de cabello rojo oscuro y serios ojos verdes brillaba en su
mente.

Ramsey.

—Lila, —oyó una voz resonar entre las nubes que la


rodeaban. Una familiar. El timbre profundo de aquella voz se
deslizó por su espina dorsal.

¿Quién era él? La respuesta a la pregunta estaba en la


punta de su cerebro. Sólo fuera de su alcance. Sus párpados se
cerraron de nuevo.

—Lila, ¿puedes oírnos? —Una voz femenina esta vez. Otro


sentimiento familiar. Una sensación de atracción la atravesó.
Como si fuera un cometa en una cuerda volviendo a su dueño.

Con un jadeo, los ojos de Lila se abrieron de golpe. La


niebla se había alejado, y ella estaba de pie en un claro rodeado
de árboles y montañas. ¿Esto era un sueño? ¿O un recuerdo?
Miró a su alrededor y sintió que conocía este lugar. ¿Un
recuerdo entonces?

Un grupo de personas estaba a ambos lados de ella, pero


ella no sabía quiénes eran. Trató de mirar más de cerca, pero
sus rostros y formas eran imágenes borrosas. Luego se centró
en otras dos personas que se encontraban frente a ella en el
claro, un chico de pelo rojo y una chica de negro. El chico...
¿cómo se llamaba?

¿Ramsey?

—Necesitaremos a Lila, —dijo la muchacha.

Lila comenzó a caminar a través del campo hacia ellos.


Cuando se acercó, el muchacho sacudió la cabeza con
vehemencia.

—¡No la quiero cerca de mí!

La devastación rasgó a través de Lila. No la quería. El dolor


de ese conocimiento era casi abrumador. Pero Ellie... ese era el
nombre de la chica. ¡Este era un recuerdo!

Todo empezaba a volver a ella. Ellie era capaz de


manipular los poderes de otras personas cuando las tocaba.

Lila logró controlar los sentimientos dolorosos dentro de


ella. Ellie murmuró algo a Ramsey, y se volvió para ver a Lila de
pie justo detrás de él. Con una expresión sombría en su rostro,
no dijo nada y se volvió hacia Ellie.

Lila respiró hondo, tratando de recuperarse.

—¿Me querías aquí? —Le preguntó a Ellie, negándose


incluso a mirar a Ramsey.

—Lila, creo que puedes tener un poder sin explotar, —dijo


Ellie.
Lila estaba ligeramente sorprendida, pero asintió. Era
consciente de una vaga sensación de deja vu. Sabía
exactamente lo que iba a decir, aunque no sabía por qué.

—¿Tiene algo que ver con la habilidad de curación de mi


padre?

—Buena suposición. Creo que tienes la habilidad de curar


las emociones de la gente.

Lila sintió que Ramsey se estremecía. Se volvió hacia Ellie.

—¿Crees que es por eso que tengo mejor control sobre ellos
que por mi solo? —Le preguntó suavemente.

—Sí. Creo que una vez que Lila domine su habilidad, ella
puede ayudarte a aprender a dominar tus emociones.
Eventualmente, no necesitarás su ayuda. Hasta entonces, sin
embargo, ella puede por lo menos darte alguna ayuda
inconsciente.

Lila no estaba muy segura de qué pensar sobre eso. ¿Eso


significaría tener que pasar tiempo juntos? A Ramsey
claramente no le gustaría eso. Podía sentir la tensión salir de él
en olas.

Ellie miró directamente a Lila.

—Me gustaría intentar algo solo contigo por un segundo, y


si mi conjetura es correcta, entonces podemos trabajar con
Ramsey juntas.

—Claro. —Lila extendió inmediatamente su mano a Ellie.

—No te vayas, —Ellie se dirigió a Ramsey y luego soltó sus


manos para tomar a Lila.

Lila se quedó inmóvil mientras Ellie lo hacía... bueno...


fuera lo que fuera que Ellie hiciera.
—¡Woo! Lila, te divertirás dominando estas habilidades, —
le aseguró Ellie con una sonrisa conspirativa.

El corazón de Lila se aceleró. Por alguna razón, eso


significaba algo positivo para ella en este recuerdo.

Después de otro segundo, Ellie dijo—, ¡Oh! —Y levantó la


vista. Lila miró por encima del hombro para ver que todas las
otras personas caminaban hacia ellos. Todavía no podía
situarlos, pero se dio cuenta de que debía conocerlos. Ella
observó confusa mientras hablaban con Ellie por un segundo.

Un chico alto de cabello oscuro susurró algo en el oído de


Ellie que hizo que su rostro se iluminara. Y entonces un
muchacho de pelo dorado se movió para pararse a su lado.
Tomó las manos de Ellie y Lila e hizo un pequeño círculo.

Lila jadeó. Ella lo recordaba. Este era un recuerdo. Griffin.


Ese era el nombre del chico. Griffin y Ellie trabajaban juntos
para mostrarle cómo usar su regalo para curar las emociones de
la gente.

—¿Sabes dónde estás? —Preguntó Ellie con una voz que


no sonaba como la suya.

Lila frunció el ceño. Eso no fue lo que pasó después. Más


recuerdos inundaron su mente. Se suponía que iban a trabajar
con Ramsey. ¿Verdad? Recordó... miró a las otras personas que
estaban a su alrededor. Sus rostros ahora claros y reconocibles.
Las lágrimas le llenaron los ojos.

¿Cómo podría haber olvidado a mis padres? ¿Mi hermana?

Levantó las manos a la boca.

—Oh Dios mío. Oh Dios mío. ¿Qué me está pasando?

De repente, todas las figuras a su alrededor se disolvieron.


—¡No te vayas! —Gritó y extendió la mano.

—¿Lila? —Una voz femenina llamó su nombre—. Lila,


¿puedes oírme?

—¿Selene? —Replicó ella. La confusión la abrumó. ¿Qué


estaba pasando?

—Sí. Estoy aquí. Estás atrapada en algún tipo de sueño


perpetuo. ¿Puedes relajarte? ¿Imagíname parada a tu lado?
¿Imagíname con Ramsey y Griffin? ¿Puedes hacer eso?

—Lo intentaré, —replicó Lila. Tenía miedo de cerrar los


ojos. La última vez que había hecho eso, la niebla gris se había
apoderado de ella.

—Estamos aquí, Lila, —dijo Ramsey. Se volvió al oír su


voz. Ella tuvo que detenerse de correr hacia él. Él no querría
eso.

Se acercó a ella lentamente, como si pensara que estaría


asustada. Pero nunca la había asustado. Incluso cuando se
había puesto realmente enojado y las llamas habían saltado de
sus manos, había sabido que nunca le haría daño. Griffin y
Selene aparecieron a ambos lados.

Entonces se le ocurrió algo.

—Espera. ¿Por qué estás en mis sueños? ¿Cómo sé que


eres incluso tú?

Ramsey se acercó a ella.

—No mucho después de que nos mudáramos a Estes Park,


escribiste una nota en el espejo de mi cuarto de baño con
pintalabios. ¿Te acuerdas?

—Estabas tan furioso, —susurró Lila. Ella lo miró con


brusquedad—. ¿Qué decía?
Ramsey se movió, con la boca comprimida. Dijo—: Este es
el último beso que recibirás de mí. Y tenía los labios dibujados.

Griffin ahogó una risita.

—Ríe, Aubrey, —murmuró Ramsey—, y enviaré una bola


de fuego a tu...

—Basta de eso ahora, —dijo Selene, tratando de ocultar su


propia diversión.

Lila frunció el ceño.

—¿Y si eres un telepático realmente bueno que sacó esa


memoria de mi mente? ¿Y si eres todo un producto de mi
imaginación?

Ramsey se encogió de hombros.

—¿Selene?

La mirada de Lila se desplazó hacia su amiga.

—Control de los sueños, —murmuró mientras todo


empezaba a unirse—. ¿Los trajiste?

Selene asintió.

—Más o menos. Estás conectado con Ramsey de una


manera interesante. Así que estamos aquí por medio de tu
conexión, el control de mis sueños y la telepatía de Griffin.

—¿Y dónde es aquí? —Preguntó Lila.

—Esperábamos que nos lo dijeras, —dijo Ramsey—.


Hemos estado intentando localizarte.

Lila frunció el ceño de nuevo.

—¿Por qué tendrías que rastrearme? —Más imágenes y


recuerdos pasaron por su mente—. Maddox.
—Sí. Él te tiene en alguna parte, y no podemos
encontrarte. —Ramsey dijo—. ¿Puedes decirnos dónde está?

Lila sacudió la cabeza, confundida por el tono enojado de


la voz de Ramsey.

—No sé mucho. Nos mantuvieron en las celdas. Bajo


tierra, creo. Las paredes eran rocas, y siempre tenía frío.

—¿Todavía estás ahí? —Preguntó Griffin.

Lila se esforzó por encontrar sus recuerdos. Cerró los ojos


para ver mejor las cosas.

—Creo que sí. Me arrastraron por los pasillos y subí un


ascensor, pero nunca fuera de la zona. Ahora estoy en una
habitación separada, atada a una mesa.

—Griffin, ¿capturaste algo de eso? —Preguntó Ramsey.

—Sí.

Selene puso los ojos en blanco ante la breve respuesta de


su novio.

—¿Es suficiente para encontrarla?

—No. Una vez que lleguemos a donde la están reteniendo,


probablemente podríamos encontrarla. Pero ella no sabe
exactamente dónde está, —dijo Griffin.

—Subterráneo, —murmuró Ramsey. Todos se volvieron


para mirarlo.

—¿Qué hay? —Preguntó Lila.

Ramsey la miró como si anticipase su reacción a lo que


estaba a punto de decir.

—Siento un vínculo contigo.


Lila resopló.

—Desde cuándo.

Ramsey frunció el ceño y se acercó a ella, a pocos


centímetros de tocarse. Pero ella no podía sentir su calor,
aunque de cerca podría ser capaz de hacerlo.

—Desde que decidiste marcharte por tus propias


aventuras. He sabido cada segundo dónde estabas y cómo
estabas.

Lila palideció.

—¿Cómo? —Preguntó con voz temblorosa.

—No lo sé. Comencé a sentirlo en el momento del ataque


de Maddox al castillo de Vyusher. —Ramsey respiró hondo y
retrocedió para darles espacio para respirar. Pero desapareció
hace poco. Lo estaba usando para intentar encontrarte.

—¿Crees que sabes dónde está?

Lila contuvo el aliento ante la esperanza que podía ver de


repente en los ojos de Ramsey. Era una esperanza desesperada.
Salvaje.

—Creo que sí, —dijo, sus ojos nunca vacilantes de los


suyos—. Ella está bajo tierra. Justo donde dejé de sentirla es mi
apuesta. Es por eso que podía sentirla en esos bosques tan
constantemente, pero nunca la encontraba. Estaba bajo mis
pies.

—Cielos, —Griffin murmuró—. Todo este tiempo.

—¿Y cómo la sacamos? —Preguntó Selene—. ¿Cuál es el


plan?

Griffin se volvió hacia Lila.


—¿Sabes cuántas personas de Maddox están ahí abajo?

Lila sacudió la cabeza.

—Entonces será mejor que busquemos un grupo fuerte


para ir, —dijo Griffin—. Por si acaso nos enfrentamos a mucha
resistencia.

—Debo esperar aquí, adivino, —dijo Lila.

—Creo que Griffin necesita quedarse contigo, para


mantener abierta esa línea de comunicación hasta que podamos
llegar a ti, —dijo Ramsey.

Lila echó un vistazo a la expresión determinada de Ramsey


y volvió a mirar a Selene.

—¿Por qué?

—Si todos nos fuéramos, podríamos desaparecer otra vez


en esa niebla. Estoy bastante segura de que es la misma en la
que estaba Talia.

Lila le dirigió una mirada confundida—, Uh... ¿quién es


Talia?

—¡Oh! —Selene hizo una mueca—. Talia es esa chica


durmiente. Se despertó hace poco.

—Cielos. Consigo ser capturada, y todo tipo de cosas


interesantes suceden.

—No es gracioso, —murmuró Ramsey a Lila.

Se encogió de hombros.

—Sí, lo fue. Simplemente no tienes sentido del humor.

Ramsey se volvió hacia ella—, la telepatía de Griffin puede


mantenerlo aquí contigo. Selene tendrá que organizar el
Vyusher que viene con nosotros. Estaremos tan rápido como
podamos. Unas cuantas horas tal vez.

—O…

Ramsey y Selene desaparecieron.

—Bueno, —Lila terminó en un suspiro.

Miró a Griffin quien se limitó a encogerse de hombros.

—Es bueno verte, Lila.

Ella le dirigió una sonrisa entrecerrada, pero sus ojos


permanecieron en donde Ramsey acababa de estar de pie.

Y ella odiaba que pareciera que un pedacito de ella se


había ido cuando lo hizo.
Capítulo 11
Traducido y Corregido por Mayte008

R
amsey entró en el Gran Salón a la cacofonía de
cincuenta Vyusher preparándose para la batalla.
Rápidamente encontró al resto de su familia y fue a
reunirse con ellos. Selene subió al estrado del frente y el Salón
se quedó en silencio.

—Todos los hombres y las mujeres de aquí se han ofrecido


—comenzó—. Les agradezco tu noble servicio. Sé que Oren ha
revisado el plan con todo el mundo. Una vez que estamos en el
complejo, encontraremos y liberaremos a los prisioneros. Si
puede tomar a alguna de las fuerzas de Maddox vivo, háganlo,
pero no a expensas de ninguna de nuestra propia gente.
¿Entendido?

—Sí, Mi Reina, — resonó a través del Salón.

Con una inclinación de cabeza, Selene se volvió hacia


Charlotte. Ramsey estrechó las manos de la gente más cercana
a él, y con un solo pensamiento, todos estaban de pie
inmediatamente en las Sierras Montañas rodeadas por los
bosques de pinos y las losas de roca de granito.

—¿Darius? —Llamó Selene.

Ramsey conocía al tipo. Lo había visto luchar contra el


clan de Marcus en Louisiana antes de la tregua del año pasado.
Darius era un Vyusher con una habilidad muy única: podía
mover el suelo. Podía rasgar grandes costuras en él, mover
rocas, y crear túneles... básicamente cualquier cosa que él
quisiera hacer que se refería a la tierra sólida.

—¿Sientes algo? —Preguntó Selene.

Darius se concentró por un momento.

—Puedo sentir que hay espacios vacíos bajo tierra. Muchos


de ellos. Pero más allá de eso no puedo sentir mucho.

—¿Por qué pareces preocupado? —Preguntó Ramsey.

Darius le dirigió una mirada pensativa.

—Hay un espacio en blanco en lo que puedo sentir. Es


como una barrera que no puedo ver.

Ramsey y Selene se miraron.

—¿El bloqueador? —Murmuró Ramsey.

Selene asintió con la cabeza. Ahí es donde estarán los


prisioneros.

—Necesitamos que Charlotte compruebe dónde están los


túneles. Pero ¿y si se teletransporta directamente al centro del
alcance del bloqueador? —Preguntó Selene.

Ellie se adelantó.

—Si toco a Charlotte y a Darius, podré ver a donde tengo


que ir. Recuerda que mientras los toque, o a cualquiera, puedo
controlar sus poderes. Eso nos podría ayudar. Y con Griffin no
lejos de aquí, puedo usar su telepatía si lo necesito.

Selene asintió.

—Hazlo.
Ellie dio un paso atrás y tomó las manos de Charlotte y
Darius. Los tres desaparecieron en el aire y luego reaparecieron
un momento después.

La luz de la excitación en los ojos de Ellie llenó a Selene de


esperanza.

—¿Hay túneles? —Preguntó.

—Sí. Un largo túnel tallado en cuevas rocosas y muchas


puertas. No vi a nadie, pero obviamente no me quedé tanto
tiempo.

Selene asintió.

—Todo bien. Todo el mundo se prepara. Todos saben qué


hacer una vez que estamos allí. Manténgase en silencio y en
secreto mientras puedan. Liberen a tantos prisioneros como
puedan. Tráiganlos a Charlotte o llaman a Ellie si no pueden
encontrar a Charlotte. Pero tengan cuidado. El bloqueador está
activo allí abajo. —Se volvió hacia Ellie—. ¿Puede enseñarnos
dónde se detecta el bloqueador?

Ellie asintió.

Todos se unieron a sus manos otra vez. Charlotte los tenía


dentro de las cuevas antes de que alguien pudiera parpadear.

—Vayan, —susurró Selene.

Se movían tan silenciosamente como fantasmas.

Por el plan que todos habían discutido, Ellie se quedó con


el Vyusher. Selene siguió a Ramsey mientras caminaba por la
memoria que Griffin había sacado de la mente de Lila. Ayudaba
a que Lila pensara en contar las puertas y las vueltas.
Encontraron el viejo ascensor, aún sin encontrar otra alma, y
ascendieron cinco niveles. Entraron en el pasillo de aspecto
estéril y siguieron la serie de vueltas de la cabeza de Lila hasta
que llegaron a lo que creían que era la correcta.

Ramsey cogió la perilla, pero la puerta estaba cerrada con


llave. Miró a Selene.

—Nate necesitamos a Nate. —Nate era su superhombre


con su fuerza colosal y su velocidad.

—¿Y si es una trampa?

—Sé que ella está allí. Tenemos que arriesgarnos.

—Bueno. Llamaré a Ellie para que envíe a Nate aquí.

Unos momentos después, Charlotte y Nate aparecieron en


el pasillo.

—Necesito que rompas una puerta, Nate, —dijo Ramsey.

Nate dio un pulgar hacia arriba.

—Lo tienes.

—Cuidado, en caso de que esté manipulado, —le advirtió


Selene.

Nate sonrió y se frotó las manos.

—No te preocupes, jefa.

Con una patada que parecía ser apenas un golpecito, la


puerta se cerró de golpe hacia adentro, la mitad superior
sacando las bisagras para inclinarse en un ángulo loco. Allí, en
medio de la habitación, atada a una mesa de acero inoxidable,
estaba Lila. Fuera de combate. Nate pasó por encima de la
puerta, que se detuvo y se precipitó a su lado. Le arrancó las
trabas de Lila con un chasquido de dedos.

Charlotte abrió la cabeza.


—Voy a ayudar a los demás. Llama a Ellie si me necesitas.

—Nate, ve con Charlotte. Ellie dice que te necesitan para


romper unas cadenas, —dijo Selene.

—Lo tengo, jefa. —Y los dos desaparecieron.

Ramsey miró a Selene.

—Aún no se han producido alarmas. Será más fácil sacarla


de aquí si no tiene peso muerto. ¿Puedes despertarla?

Selene le dirigió una mirada preocupada.

—Puedo probar. Pero si no ocurre en unos minutos, la


sacamos de aquí y tratamos de despertarla más tarde. ¿Bien?

Ramsey asintió con la cabeza.

—Sé que puedes hacerlo.

—Lila, ¿puedes dejarme entrar? —La voz de Selene resonó


entre los árboles.

Lila miró a Griffin, que estaba sentado cerca. Cerró los ojos
y se relajó como lo hizo la primera vez.

—Buena chica, —la voz de Selene resonó justo a su lado.

—Griffin me ha estado informando, —dijo Lila—. ¿Vas a


tratar de despertarme ahora?

Selene asintió.
—Está bien. —Lila parecía un poco escéptica—. ¿Cómo
funciona esto exactamente?

Selene hizo una mueca. No estoy completamente segura.


No pude hacer nada con Talia. Pero tampoco pude meterme en
su cabeza así.

—Tal vez necesitamos a Ellie, —dijo Griffin.

Selene sacudió la cabeza. Ella y Charlotte están ocupadas


sacando a todo el mundo. Estamos por nuestra cuenta por
ahora.

Cerró los ojos para concentrarse. Utilizando su poder para


acceder a los sueños, Selene exploró los límites del espacio en el
que Lila parecía estar atrapada. La niebla gris en que había
estado rodeada antes estaba empujando hacia ella, tratando de
llevarla de vuelta. Selene lo tomó como una buena señal de que
habían sido capaces de sacar a Lila de eso en absoluto.

Empujó contra la niebla que flotaba en los bordes, pero sin


efecto. Abrió los ojos.

—La niebla es la clave. Creo. ¿Sabes cómo se siente


cuando te despiertas de un sueño? ¿Parece que tu cerebro está
despejando la niebla?

—Sí. Odio ese sentimiento, —gruñó Lila.

—Bueno, o tenemos que hacer que se vaya o tirarte de ella


para despertar. Pero si te quedas atascada otra vez, supongo
que tendremos que esperar a que te despiertes por tu cuenta
como lo hizo Talia.

Lila tragó saliva. No quería perder un año o más de su


vida.
—Depende de ti, —dijo Selene—. Lo intentamos ahora y
nos arriesgamos, o esperamos refuerzos. Pero incluso entonces,
no puedo garantizar nada. Y nos estamos quedando sin tiempo.

Lila respiró hondo.

—Arriesguémonos.

—Okay. —Selene miró a Griffin—. Probablemente sería


mejor que te fueras ahora. No quisiera que te quedaras
atrapado aquí cuando saque a Lila.

Griffin se acercó y dio a Selene un beso rápido y duro. Miró


a Lila.

—Te veo en un rato.

—Eso espero.

Con eso Griffin se salió del sueño.

Selene tomó a Lila de la mano.

—Vámonos. Y hagas lo que hagas, no me sueltes.

Juntas entraron en la niebla en los bordes del sueño.


Empezaron a abrirse paso entre la neblina gris. Lila podía sentir
a Selene reteniéndola por pura fuerza de voluntad.

—Parece interminable, —dijo Lila. La niebla empezó a


acercarse a ellas—. ¿Selene? —Sintió la mano de su amiga
temblar—. ¿Selene? ¿Qué está pasando?

—No puedo retenerlo, —Selene apretó los dientes—.


Muévete más rápido.

Las dos chicas empezaron a correr. A medida que la niebla


se acercaba, Lila y Selene corrían juntas tan cerca cómo podían
sin tropezar entre sí.

—¡No vamos a conseguirlo! —Gritó Selene.


Lila pensó acerca de lo cerca que estaban, de su familia, de
estar en coma durante un año de su vida, de unos ojos verdes
serios.

Oh diablos, no…

Ella sintió un poder dentro de ella. Tomó cada onza de la


voluntad de hierro que poseía y empujó con toda su fuerza
contra los zarcillos grises que se acercaban enredándose
alrededor de sus cuerpos.

—La niebla parece estar mermando, —exclamó Selene.

—No puedo hablar, o lo perderé, —respondió Lila, con la


mandíbula apretada por el esfuerzo.

—Casi ahí, mantenlo, —insistió Selene.

Y entonces Lila jadeó y abrió los ojos mientras el agudo


gemido de las sirenas atravesaba el aire.
Capítulo 12
Traducido por Florpincha

Corregido por Mayte008

¡ Es hora de irnos! —Gritó Ramsey sobre el sonido a


todo volumen.

Recogió a Lila de la mesa y volvió a salir. Corrieron


hacia el pasillo y se dirigieron hacia el ascensor.
Selene empujó frenéticamente el botón para llamar por
él, pero la luz no se encendía.

—¡Deben haberlos apagarlo cuando las alarmas se


dispararon! —Dijo.

—¿Las escaleras? —Indicó Ramsey.

Lo intentaron con varias puertas cerca. No hubo suerte.

Selene contuvo el aliento.

Lila podía ver el trinquete de ansiedad de su amiga a un


nivel superior.

—¿Qué?

—Griffin me está hablando, —Selene le dijo—. Lo ha hecho


allí abajo y está tratando de ayudar. Todos ellos están luchando
contra los lobos. Charlotte no puede sacar a todos de una vez.
Los está sacando en cuanto puede llegar a ellos.

—¡Alguien viene! —Jadeó Lila.


Sin vacilar, los tres abrieron la puerta más cercana y se
atestaron en el interior.

—¿Puedes apagar a los lobos con los que están luchando


allá abajo? —Preguntó Ramsey a Selene en voz baja.

Selene asintió y comenzó a concentrarse. Después de un


momento parpadeó varias veces.

—Todo el mundo me pude sentir. Puede haber algo detrás


del bloqueador que sea invisible para mí. —Sus hombros se
relajaron un poco—. Griffin dice que funcionó. Charlotte los
sacará de allí. Pero ella dice que más están llegando.

—Entonces vamos a darles algo más en lo que


concentrarse, —dijo Lila.

—Esa es mi chica, —murmuró Ramsey.

Lila le frunció el ceño, pero se limitó a encogerse de


hombros.

—Yo sabía que ibas a decir eso.

Ella rodó los ojos.

—Me puedes dejar abajo. Estoy bastante segura de que


puedo caminar por mi cuenta.

—¿Listos? —Preguntó Selene desde la puerta.

Abrieron la puerta, pero sólo cuando salieron, cuatro lobos


aparecieron al final del pasillo. El pelo erizado y mostrando los
dientes y gruñendo, las bestias se acercaban lentamente. Selene
accionó el interruptor en sus poderes, y de repente, aparecieron
cuatro hombres de pie delante de ellos con expresiones
desconcertadas en sus rostros.
Antes de que pudieran hacer su próximo movimiento,
Charlotte apareció. Tomaron su mano y al instante estaban por
encima del suelo y en los bosques.

—No puedo tomar el tiempo para llegar al castillo, sin


embargo, —dijo Charlotte—. Todavía estoy sacando gente. Todo
el mundo está aquí en alguna parte... trata de encontrarlos
mientras estoy haciendo el resto.

Y ella se había ido.

—Griffin me llama. Están por aquí. —Selene salió en una


carrera.

Lila cojeaba lentamente. Selene miró por encima del


hombro, pero Ramsey le indicó.

—Uno va y ayuda a los demás. Vamos a estar justo detrás


de ti.

Sin decir una palabra, se volvió hacia Lila y la levantó en


sus brazos de nuevo.

—Te dije que puedo caminar, —dijo ella, luchando por salir
de su asimiento.

—Si seguimos yendo a tu paso vamos a llegar alrededor de


la Navidad, —dijo, y su agarre se apretó.

—Yo…

Lila no llegó a terminar su pensamiento. Ramsey se


sacudió a lo alto y luego la hizo echarse hacia abajo en sus pies.

Miró con curiosidad.

—¿Qué?
—Griffin dice que una masa de lobos se acerca a ellos,
pero Selene ya ha pasado de vuelta al castillo. Ella no está allí
para apagarlos. Y Charlotte está ocupada.

—¿Qué hacemos?

Ramsey miró hacia abajo.

—Tengo una idea, pero en realidad vas a tener que confiar


en mí.

Lila no dudó.

—Tú haces lo que tienes que hacer.

Ramsey le dirigió una mirada extrañamente intensa y


sacudió la cabeza.

—Basándome en lo que Griffin me está mostrando,


estamos entre la línea de lobos y nuestra gente.

—Bueno, ¿y…?

—Voy a encender un fuego entre nosotros y ellos. Crearé


un muro de fuego que los lobos nunca lograrán pasar. Pero
para controlarlo, necesito estar justo en medio de él. Y no puedo
protegerte del fuego a menos que estés aquí conmigo. Eres
demasiado lenta para llegar a Griffin y a los demás por tu
cuenta. Morirías intentándolo.

Los ojos de Lila se abrieron, pero ella endureció su espina


dorsal.

—¿Puedes controlarlo?

—Contigo aquí, puedo.

—De la niebla al fuego. —Ella fingió una sonrisa


descarada—. Supongo que es mi noche por los elementos.

—Buena chica, —dijo.


Ramsey la atrajo hacia su pecho y dejó caer un rápido
beso en la parte superior de su cabeza.

—Dejaré a Griffin conocer el plan. Sacarán a todo el


mundo. Nos pondremos en contacto con ellos mañana después
de que salgamos de esto y ellos vendrán a buscarnos entonces.

—Está bien.

Se volvió y luego abrazó la cintura con fuerza, su cuerpo se


ruborizó contra el suyo.

—No me sueltes, —le advirtió—. Voy a mantener el fuego y


el humo lejos de ti.

Lila enterró la cabeza en su espalda.

—Aquí vamos.
Capítulo 13
Traducido y Corregido por Jesica

L
as llamas brotaron de su cuerpo, volando de sus
manos hacia el bosque. Lila observó con horrorizada
fascinación mientras los árboles a su alrededor
explotaban con un rugido ensordecedor.

Su corazón se aceleró mientras ella y Ramsey estaban al


instante rodeados por el infierno. Al principio no quiso tomar
aliento, temiendo sofocarse por el humo. Pero la falta de oxígeno
finalmente la obligó a inhalar. Para su sorpresa, nada más que
aire limpio entró en sus pulmones. Se sentía cálida pero no
caliente. De hecho, el calor del fuego no parecía estar tocándola
en absoluto.

Cerró los ojos mientras la luz cegadora del fuego se volvía


demasiado. Con los ojos cerrados, su poder de sentir las
emociones llamó su atención. Podía sentir las emociones
volátiles que llegaban con su poder girando dentro de Ramsey,
odio, rabia y mucho más, pero también podía sentir el océano
de serenidad que los mantenía a raya. Realmente había ganado
el control sobre su poder.

—¡Necesitamos extender la línea! —Gritó Ramsey. Lila no


tenía ni idea de cómo lo escuchaba por el ruido furioso, pero le
dio unas palmaditas en el estómago para que supiera que lo
entendía.
>>El pie derecho primero, —él gritó. Y juntos hicieron su
camino a su izquierda. Lejos de donde Selene había huido para
encontrar a su gente.

El fuego continuó derramándose del cuerpo de Ramsey,


aunque nunca tocó ninguna parte de Lila. Caminaron a través
de la conflagración de llamas, casi como si estuvieran
conduciendo una lenta marcha de muerte y destrucción a
través de los árboles y las zarzas.

Lila sintió el miedo y la desesperación de los lobos de


Maddox mientras Ramsey empujaba la masiva pared de llamas
en su camino, usando sólo su mente.

Y siguieron caminando. Lila sólo pensó que estaba


haciendo la barrera lo suficiente para que nunca lo superaran.
Pero después de un tiempo, cuando no se detuvo, empezó a
preguntarse...

—¡Ramsey!

Pero no respondió. Y no se detuvo.

>>¡Ramsey!

Siguió moviéndose.

El corazón de Lila comenzó a correr. Lila se maniobró para


colocarse delante de él, caminando hacia atrás.

—¡Ramsey, detente!

Siguió adelante.

Lila sabía lo que tenía que hacer. Tomando un aliento


calmante, cerró los ojos y tiró de cada onza del poder dentro de
ella. Imaginaba una corriente de montaña, pacífica, fresca y
calmante. Y entonces empujó esos sentimientos hacia Ramsey.
Sintió que sus pasos vacilaban y luego se detuvieron.
Debajo de su mano ella podía sentir el latido frenético de
su corazón. Ella levantó la mano y tomó su cara entre sus
manos. Ramsey miró hacia abajo y el reconocimiento iluminó
sus ojos.

—Lila, —jadeó.

El alivio la inundó, pero ella pudo decir que todavía estaba


luchando. Tenía que distraerlo. Hacer que se concentre
exclusivamente en ella.

Cerró los ojos, se puso de puntillas y bajó la cabeza.


Entonces ella suavemente colocó sus labios encima de él,
vertiendo todas sus emociones en el beso.

Al principio no se movió. Luego la envolvió con los brazos


alrededor de su cintura y la levantó para que sus pies ya no
tocaran el suelo, sus labios respondieron ansiosamente a su
ardiente beso.

Ramsey se apartó y la miró a los ojos. Lila no estaba


segura de si sus ojos brillaban de deseo o simplemente con el
reflejo del fuego que todavía los rodeaba.

Y entonces sonrió. Y el corazón de Lila tartamudeó en su


pecho. Sus sonrisas, casi raras como eran, siempre tenían ese
efecto en ella. Con un sonido apresurado, las llamas que los
rodeaban se extinguieron. Hubo silencio.

>>Gracias, —susurró Ramsey mientras suavemente bajaba


a Lila al suelo.

Lila simplemente asintió, incapaz de hablar.

Ramsey frunció el ceño.

>>¿Estás bien? No te quemé, ¿verdad?

Ella logró asentir y separarse de su abrazo.


—No sentí nada.

Dio una sonrisa aliviada.

—Bueno. —Él miró a su alrededor, y luego hacia el cielo


nocturno—. Hace mucho frío aquí por la noche. Necesitamos
retroceder. Encontrar mi equipo.

—¿Será seguro?

—Sí. Dejé la línea de fuego ardiendo por todas partes pero


aquí.

—¿Lo estás manteniendo contenido?

Ramsey asintió con la cabeza.

—No va a ir a ningún sitio aparte de donde yo le he dicho


que vaya.

—Oh.

—Bueno... debemos irnos. —Ramsey se agachó para


recogerla, pero Lila se empujó contra su pecho y se alejó.

—Puedo caminar.

Parecía como si quisiera discutir, pero contuvo la lengua y


asintió. Se alejó, Lila siguió a un ritmo más lento. Él mantuvo la
pared de fuego a su izquierda alimentada.

>>El sonido del fuego debe ser suficiente, pero tenemos


que tratar de estar lo más silenciosos posible.

—¿Por qué?

—Maddox tiene un poderoso teletransportador que podría


usar para saltar las llamas. Si ya no lo ha hecho. Ramsey
levantó una serie de pequeñas rocas y luego se volvió para
ofrecerle una mano.
Lila agarró su mano y dejó que la levantara. Por un
momento estuvieron pecho a pecho. Lila no lo miró a los ojos.
Se limitó a concentrarse en sus pectorales bien desarrollados
hasta que se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo.

Tenían un poco de luz y calor de las llamas a su izquierda.


A pesar de las circunstancias, Lila estaba agradecida de estar
afuera después de más de un mes atrapada en ese oscuro
agujero en el suelo que había sido su prisión. Mientras
caminaban, trató de ignorar su creciente necesidad de agua y el
dolor de cabeza que se estaba instalando justo detrás de sus
ojos. Se obligó a relajarse y dejar que su mente se moviera,
tratando de no pensar en el hecho de que ella estaba en medio
de la nada. Sola. Con Ramsey.

Después de un tiempo, Lila ya no necesitaba ignorar a


Ramsey. Estaba tan seca y tan agotada que sólo podía pensar
en llegar a donde iban para poder descansar y tomar algo de
beber.

Cuando tropezó por octava vez, Ramsey se detuvo


bruscamente.

—Esto no está funcionando.

Ella lo miró a través de una nube de miseria.

—¿Porque no?

—Estás destrozada. —Él levantó una mano cuando ella


trató de protestar—. No lo niegues. Puedo verlo por mí mismo.
—Miró a su alrededor—. Muy bien, he aquí el plan. Vamos a
entrar al bosque. Y luego voy a buscar mi equipo y traerlo de
vuelta aquí.

—Pero…
—Tendríamos que volver de todos modos. No podemos
quedarnos donde está mi equipo, por si están buscando en la
zona por nosotros.

Lila temía la idea de tener que retroceder. Ella asintió con


frustración.

—Bueno.

—No me llames, —dijo Ramsey mientras se volvía para


irse—. Te puedo encontrar. Si escuchas algo, súbete en ese
árbol.

—Lo tengo.

—No te vayas a dormir tampoco. Tienes que estar alerta.

Lila asintió.

—Sí.

—¿Seguro que estarás bien aquí? Tal vez me debería…

—Ramsey, esta fue tu idea. Voy a estar bien. Prefiero


dormir en un saco de dormir esta noche si está bien para ti.

Ramsey la miró durante un momento y luego dio un solo


movimiento de cabeza. Pero él no se alejó. Lila levantó las cejas.

De repente, Ramsey se puso en cuclillas frente a ella y le


tomó las manos entre las suyas.

—Me alegro de que hayas vuelto sana y salva, Lilliputian.

Lila se rió entre dientes.

—No me has llamado por ese nombre tonto en años.

Las esquinas de su boca se elevaron.

—No vayas a hacer que me preocupe de nuevo. ¿Lo tienes?


Antes de que pudiera decir nada, le levantó las manos y
colocó en cada una un beso tierno. Entonces, tan
precipitadamente como la había tomado, dejó caer sus manos,
se levantó y se alejó.
Capítulo 14
Traducido y Corregido por Jesica

L
ila estaba luchando contra el sueño cuando el
chasquido de ramitas hizo que se sacuda la cabeza
hacia arriba.

—¿Lila?

Se relajó al oír el sonido de la voz de Ramsey.

—Por aquí, —ella llamó suavemente.

Se trasladó a su vista, su gran paquete colgado a la


espalda. La dejó en el suelo y luego inmediatamente empezó a
tirar cosas.

—¿Puedo ayudarte?

—Nah. Me he hecho rápido en esto en el último mes. —Le


entregó una botella de agua y una bolsa de mezcla de frutos
secos—. Esto debería ayudar.

Mientras Lila agradecidamente tragó la comida y el agua,


Ramsey se puso a trabajar de armar el campamento. En el
momento en que ella inhaló su pequeña comida, tenía su tienda
de campaña y todo lo demás guardado en su sitio.

—No es más que una tienda de campaña individual y


tendremos que compartir el saco de dormir, —dijo.

Lila se encogió de hombros, demasiado agotada para


preocuparse.
—Está bien.

Ramsey no era tan apático. No estaba seguro de que sería


totalmente fiable dormir con ella tan cerca. Le dio unos
pantalones de chándal y una camiseta de su mochila, optando
por permanecer con lo que ya llevaba.

Una vez que ella se fue a cambiar, él se tumbó en el saco


de dormir en su costado, y luego la deslizó dentro, de espaldas a
él. Él pasó un brazo alrededor de su cintura y tiró de ella en
cerca y luego tiró de la cremallera.

—¿Estás bien? —Preguntó.

—Sip. Cómodamente como bicho, —murmuró.

Ramsey cerró los ojos, el objetivo del sueño no vendría. En


su lugar, una memoria reprimida durante mucho tiempo
insistió en jugar a través de su mente. Fue la escena que había
presenciado en el sueño de Lila. Una que había vivido con ella
hace mucho tiempo...

—Hey.

Ramsey alzó la vista cuando Lila se apoyó en la puerta. Él


discretamente admiraba su cuerpo largo y delgado cubierto en
un vestido de color amarillo pálido que mostraba sus curvas.
Por Dios, ella era preciosa.

Ramsey apretó los labios, irritado con los caprichosos


pensamientos que periódicamente le venían a la cabeza
concernientes a Lila. Nada podría resultar alguna vez de ello.

—Vamos afuera para pasar el rato y trabajar en nuestros


poderes. ¿Quieres venir? —Preguntó.
Lila le había preguntado esto casi todas las noches. Ella lo
había hecho durante casi diez años, desde que se había unido a
su familia.

—Lo siento, —Ramsey se encogió de hombros—. Estoy


trabajando en la tarea. —A pesar de su poder lo hacía
demasiado peligroso asistir a la escuela, Charlotte había todavía
insistido en la educación en casa. Desde que había abandonado
si casa a los nueve en una edad cuando de todos modos la
educación era mínima, Ramsey había tenido muy poca
educación para hablar de cuando se había unido a los Jenner y
los Pierces.

—Mentiroso.

Ramsey apretó sus dientes. Su capacidad de saber si


alguien estaba diciendo la verdad o no se había vuelto más
fuerte durante el año pasado. En consecuencia, hablaba cada
vez menos en su presencia, demasiado asustado de que ella
sería capaz de decirle lo que sentía cuando estaba cerca de ella.

No dijo nada, simplemente la miró con una expresión


estoica.

Después de un minuto, Lila se encogió de hombros.

—Haz lo que quieras, —dijo ella, y entonces ella salió de la


habitación.

Ramsey se sentó inmóvil y contempló ausente la puerta


vacía donde Lila había estado de pie. Ella solía preguntarle con
una sonrisa bonita y hacía pucheros cuando él se negaba. Pero
últimamente se había vuelto casi rutinario, como si invitarlo fu
era solamente por costumbre. A veces Ramsey deseaba que ella
terminara de dejar de pedirle.

Esperó durante aproximadamente dos horas después de


que se fue. Con el fin de no ser un mentiroso total, hizo su
trabajo en la tarea de matemáticas para llenar el tiempo. Luego
se coló por la parte trasera de la casa y se abrió paso a través de
los árboles que rodeaban a las afueras del patio trasero de Hugh
y de Lucy. Los Jenner y los Pierces siempre compraron
propiedades adyacentes fuera en el medio de la nada, así que
sus dos familias podrían permanecer en las proximidades. El
sabía que era allí donde Lila, Adelaida, y Nate andaban por la
noche. De vez en cuando, iba a torturarse mirándolos desde la
seguridad de la oscuridad del bosque.

En estos días que no se acercaba demasiado, porque


intuía que Adelaide sabía que estaba allí. Recientemente se
había desarrollado la capacidad de ver las relaciones entre las
personas. El poder era muy nuevo y no controlado. Los Svatura
comenzaban a recibir sus poderes cuando llegaban a la
pubertad, podría tomar décadas antes de que pudieran
controlarlos totalmente. A veces más tiempo. Una o dos veces,
cuando se había puesto un poco demasiado cerca, él había
notado el tirón de Adelaide y luego buscaba en su dirección.
Ramsey no estaba seguro de lo que estaba viendo, pero
mantuvo su distancia por si acaso.

El sonido de la risa de Lila llamó su atención cuando


encontró un buen lugar para ver. Nate la había hecho reír. Nate
siempre la hacía reír.

—Podría totalmente, —Nate estaba diciendo.

—¡De ninguna manera! —Se rió de nuevo Lila.

—¿No crees que podría correr cuatro millas en menos de


dos minutos? —Nate le preguntó.

—¿Cómo voy a saber? No es como si pudiera verte.

—Sabrías si estoy diciendo la verdad al respecto, —señaló.


—Sabes que no siempre funciona para mí. Todavía estoy
desarrollándolo.

Nate pensó un momento, Claramente decidido a demostrar


su súper velocidad.

—¡Ya lo tengo! —Chasqueó los dedos.

Lila le dio una mirada escéptica.

—¿Sí?

—Te voy a dar un paseo en mis hombros. Me refiero a que


me vas a ralentizar algo. Pero me tienes que dar tres minutos en
lugar de dos.

Ramsey no se sorprendió en absoluto cuando accedió. Ella


tenía un poco de una personalidad de emociones fuertes.

—Muy bien, Superchico, —dijo ella, y saltó sobre la


espalda de Nate—. Vamos.

Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello, y Ramsey


Tuvo que ahogar sus celos. Adelaide contó a través de su reloj, y
entonces estaban fuera. Los gritos de alegría de Lila los
siguieron por el bosque y luego se diluyó a medida que se
alejaban.

Ramsey esperó a que el sonido regresara. Cuando se pasa


dos minutos, frunció el ceño. Un minuto más tarde y Nate se
repente entró por el bosque solo.

—¿Dónde está Lila? —Preguntó Adelaida.

Nate se rió.

—¿Conoces el estanque a una milla o algo así? Dijo que


estaba convencida de mi velocidad y que quería ir a nadar. Creo
que está loca.
—¿Así que la dejaste allí sola?

Nate se encogió de hombros.

—Ella insistió. Dijo que conocía el camino de vuelta.

Adelaide frunció el ceño.

—No deberías dejarla allí. ¿Y si le pasa algo?

—Ella está bien, Delia. Ese estanque es perfectamente


seguro. Hemos estado nadando en el un montón de veces. —
Nate empezó a dirigirse hacia la casa—. Vamos, vamos a jugar
un juego.

Adelaide dio al bosque una última mirada de preocupación


y pasó a mirar en la dirección de Ramsey. Casi se sentía como
si le estuviera pidiendo ir detrás de Lila.

Una vez que se fueron, Ramsey giró en dirección al


estanque. Después de una breve lucha interna, empezó a
caminar en su dirección.
Capítulo 15
Traducido y Corregido por Jesica

U
nos quince minutos después, Ramsey alcanzó el
claro del bosque. Al principio no podía oír nada,
sólo los sonidos de la noche... la brisa entre los
árboles... el croar de las ranas... el susurro de un pequeño
animal en la maleza. Cuando comenzó a estar un poco
preocupado, Lila rompió la superficie del agua. La luna no
estaba muy llena, por lo que no podía verla demasiado
claramente... sólo su largo cabello rubio peinado hacia atrás de
su cara mientras ella se quedaba sin aliento.

—Sabes que es peligroso para nadar sola por la noche, —


dijo Ramsey.

Lila dio un grito de sorpresa.

—Ramsey Pierce. ¡Me has dado un susto de muerte!

Ramsey bajó la cabeza para ocultar su sonrisa. Él cruzó


los brazos sobre el pecho y se inclinó contra un árbol cercano.

Lila flotaba alrededor y levantando sus pies.

—¿Solo vas a estar allí?

—Ajá.

—No puedo nadar alrededor mientras observas.

—No voy a dejar que nades sola por la noche. Es peligroso.


—Ramsey sacó la última palabra.
—Así que no te quedes ahí... vamos entra.

Ramsey se quedó donde estaba.

Lila hizo un sonido de irritación en la parte posterior de la


garganta. Retirando su brazo, se deslizó a través de la superficie
del agua. Ella lo hizo tan rápido que logró tomar por sorpresa a
Ramsey y lo empapó a fondo.

—Tú poco… —Ramsey saltó a la orilla del agua, con toda


la intención de arrastrarla, el objetivo se detuvo. Se cruzó de
brazos por encima de su pecho—. Vas a pagar por eso, niña.

Lila sacudió la cabeza.

—Ahora definitivamente no saldré.

—Entonces vamos a estar aquí un tiempo tremendamente


largo. Vas a arrugarte como pasa

—Te garantizo que puedo salir… —Lila se contrajo en el


agua y miró hacia abajo. Después de un segundo miró hacia
atrás y continuó—, tú espera fuera.

—Dudo gravemente eso, —dijo Ramsey. Lila no era


conocida por su paciencia. Y, así, parecía como si hubiera
estado esperando su vida entera.

—Lo dudas… —Lila volvió a moverse y alcanzó a cepillar


su pierna.

—Sabes que probablemente hay serpientes allí, ¿verdad?


—En realidad, no creía que hubiera, pero no le importaba jugar
sucio si eso significaba que iba a salir del estanque. Ella odiaba
las serpientes.

Lila se congeló y entonces se sacudió de nuevo. Con un


chillido repentino de terror, se precipitó fuera del agua y golpeó
a la derecha en Ramsey antes de que pudiera salir de su
camino. Él la sujetó poniendo sus manos en la cintura, y
contuvo el aliento al sentir su suave y cálida, la piel.

Él iba a apartarla. Pero cuando miró hacia abajo y la


encontró mirándolo con tal anhelo y deseo, cada pensamiento,
cada impulso de protección, salió fuera de su cabeza.

Con una maldición entre dientes, Ramsey cerró su boca


sobre la de ella. Su beso no fue suave. Estaba lleno de
frustración reprimida y necesidad. No se limitó a besar. Se
sentía como si fuera a devorarla, su necesidad era tan grande.

Sus manos se movían sobre ella. Cada pulgada de su


delicioso cuerpo. No podía tener suficiente de tocarla. Cada
curva exuberante bajo sus manos estimulaba a más intimidad.
Barrió una mano alrededor de su cintura a su espalda inferior y
avanzó luego sus dedos debajo de la banda elástica de su ropa
interior.

Lila se pronto rompió el beso con un grito agudo. Ella se


apartó de él, se dio cuenta que él ver podía todo de ella, y corrió
hacia el arbusto cercano para tomar su vestido.

Fue entonces cuando Ramsey lo vio. Una roncha fea en


forma de una huella de mano se elevaba en el lado posterior de
su cadera.

—Lila, —se ahogó.

Se puso el vestido por la cabeza.

—No lo hagas. No es tu culpa.

—Te he quemado. —El horror de lo que le había hecho a


ella... y cuánto peor... podría haber sido.

—Está bien. Estoy bien, —dijo.


Lila llegó a por su mano, pero Ramsey se apartó de ella,
tropezando un poco en su prisa.

—Tenemos que llegar a Hugh. Él va a curarte, —dijo.

—¡No! —Lila prácticamente gritó—. No hay manera de que


este explicando a mi padre cómo tu huella terminó quemado en
mi trasero. Está muy bien. Se va a curar por cuenta propia.

—Quedará una cicatriz.

—Voy a vivir con eso.

Ramsey miró hacia ella, con los labios apretados, pero no


dijo nada. Lila se movió hacia él otra vez, pero él se alejó.

—¿Ramsey?

Oyó la pregunta en su voz. El retorno de la añoranza.

—No, Lila. Aléjate de mí.

—Pero me quieres. Sé que lo haces ahora. No lo puedes


negar. No después de eso.

—No tengo que hacer nada al respecto tampoco.

—¿Pero qué pasa si te quiero?

Ramsey negó con la cabeza.

—Lo quise decir, Lila. Mantente alejada de mí. No me


acercare a ti así otra vez.

Algo en su discurso debe haberla convencido de su


determinación. Ella dejó de ir hacia él. Su cara cayó, echó sus
hombros hacia atrás.

—¿Pero si yo te quiero a ti?

En lugar de responder, Ramsey se volvió y se alejó. Se


sentía como si una roca de repente se alojara en su pecho. Se
hizo más grande y más pesada con cada paso que daba. Siguió
su camino y a propósito nunca miró hacia atrás, incluso
cuando la oyó en voz baja llamarlo por su nombre.

Él no miró hacia atrás.


Capítulo 16
Traducido y Corregido por Jesica

L
ila no había contado con lo que la sensación del
cuerpo de Ramsey apretado contra ella, con un
brazo envuelto alrededor de su cintura, le haría una
vez que estaban instalados dentro de la tienda. Parecía golpear
a la derecha. No ella. Estaba tan agotada que debería haberse
dormido al segundo que su cabeza golpeó la almohada. Pero eso
fue hace más de dos horas y todavía estaba allí, completamente
despierta.

Resistió el impulso de moverse, sabiendo que lo


despertaría. "Fan-jodida-tastico", pensó. "En ese mundo de
sueños, todo lo que quería era despertarme. Y ahora todo lo que
quiero es irme a dormir. Y yo…”

—¿No puedes dormir?

Lila casi saltó de su piel mientras la voz profunda de


Ramsey vibraba a través de su cuerpo. Ella se aclaró la
garganta.

—No sabía que todavía estabas despierto.

Ramsey se movió un poco.

—Todavía puedo sentirte por la razón que sea. Hace que


sea difícil dormir.
—Bien. ¿No es eso... interesante? —Lila intentó
escabullirse para darle un poco de espacio, pero no podía ir
muy lejos.

—¿Por qué crees que es?

Lila sintió que su brazo se apretaba alrededor de ella. Las


imágenes de una noche pasaron por su mente. Apartó el
recuerdo y se concentró en su pregunta.

—Um... Algo que ver con mi poder emocional es mi


conjetura. Aunque no sé por qué tú lo sentirías. —Después de
un momento de silencio, Lila echó un vistazo por encima del
hombro para encontrarle observándola con una extraña
sonrisa.

Ella frunció el ceño.

—¿Qué?

—No creo que entiendas lo que quiero decir cuando digo


que siento una conexión.

El corazón de Lila aceleró. Oh ¡Santo Dios! ¿Qué es


exactamente lo que él sabe?

—Así que explícame, —le dijo, orgullosa de lo


imperturbable que sonaba su voz.

—Bueno, antes podía sentir tu frustración e inquietud.

Así puede sentir emociones específicas. Como yo lo hago.

—...Y ahora sé que sientes... anhelo tal vez. —Esa maldita


media sonrisa estaba de vuelta. Podía oírlo en su voz.

Lila estaba agradecida por la oscuridad, porque estaba


segura de que su rostro era de un rojo brillante. Y luego su
determinación de sacar a Ramsey de su vida volvió a entrar.
Ella acababa de pasar el último año superando su
enamoramiento con él.

—Vergüenza. Irritación, —murmuró.

—Bien. Lo entiendo, —dijo Lila.

—No es tan divertido cuando se vuelve contra ti, ¿verdad?

Lila se movió incómoda.

—Sólo observé tus emociones negativas más volátiles. No


me senté allí y lo leí todo.

—¿Estás leyendo mis emociones ahora mismo?

La nota más profunda en su voz la hizo girar para ver su


expresión.

—No, —susurró ella.

—¿Por qué no?

El verde de sus ojos sostenía su mirada. Lila se sintió


hipnotizada. Ella no podía apartar la vista.

—No estás perdiendo el control, así que...

—Tal vez no de una manera enojada, —dijo—. Pero creo


que nunca he tenido menos control.

Lila simplemente lo miró. Y Ramsey la esperaba. Ella


estaba acostumbrada a que Ramsey la evitase, o que fuera agrio
con ella, o se alejara de ella. No estaba muy segura de qué hacer
con este Ramsey. Tal vez sólo había soñado con ser liberada de
esa estasis. Tal vez ella todavía estaba en coma en esa mesa de
metal incómoda en la prisión de Maddox.

La curiosidad ganó.

—¿Qué intentas controlar? —Murmuró.


Ramsey levantó su mano y cepilló ligeramente el dorso de
sus dedos sobre la piel desnuda de su brazo.

—La necesidad de tocarte, —murmuró.

El corazón de Lila estaba latiendo tan fuerte que se le


hacía difícil respirar. No quería que Ramsey sintiera eso... para
saber cuánto la afectaba. Trató de regular el aire que entraba y
salía de sus pulmones, pero sus esfuerzos sólo hacían que su
necesidad de oxígeno pareciera más urgente.

—Nunca has tenido problemas en no tocarme antes, —dijo


finalmente.

Los labios de Ramsey se retorcieron amargamente.

—Siempre he tenido problemas para mantener mis manos


fuera de ti.

Lila sacudió la cabeza y apartó ligeramente el brazo, lejos


de su contacto. Después de sesenta y tantos años de rechazo,
terminó pensando en Ramsey.

—¿No me crees? —Preguntó.

—En realidad no, —murmuró Lila.

—Me gustaría besarte, Lily.

Sus ojos se centraron en sus labios. En cámara lenta se


inclinó hacia ella. Lila no tenía idea de qué hacer. La parte de
ella que siempre había deseado esto quería que se moviera más
rápido. La parte de ella que había seguido adelante quería que
él se detuviera. Antes de que ella pudiera tomar una decisión,
sus labios se encontraron.

El beso empezó suave y dulce. Ramsey posó sus labios


sobre los de ella con un toque que apenas la hizo inclinar en él,
tratando de acercarse. Él la recompensó con un beso de boca
abierta, aún suave y dulce, pero luego le chupó el labio inferior
entre los dientes. Él le dio un pequeño pellizco y luego lo calmó
con su lengua.

Lila gimió.

Ramsey se movió de modo que ella estaba acostada


parcialmente debajo de él. Mientras sus labios hacían estragos
en su boca, su cuello, el lóbulo de su oreja, la clavícula y los
labios, sus manos vagaban por su cuerpo.

Tocando... pero sin tocar. Sus dedos le susurraban por el


costado, apenas rozaban la parte inferior de su pecho, trazaban
sus costillas, y se demoraban en la inmersión en su cintura.
Lila contuvo la respiración cuando su mano se detuvo ante la
banda elástica de su chándal. ¿Lo haría?

Oh sí, lo haría. Sus dedos resbalaron bajo la banda y le


apretó la cadera. De repente, Ramsey se quedó inmóvil. Él
colocó un beso rápido y duro en sus labios y luego se retiró. Lila
abrió los ojos, ligeramente preocupada por lo que pudiera ver en
la suya.

Vio que estaba concentrado en donde estaba su mano. La


puso ligeramente sobre su costado.

—Ramsey, ¿qué estás...?

Puso los pantalones hacia abajo para revelar una cicatriz


en forma de mano.

—Siento mucho haberte hecho daño. —Se inclinó y besó la


piel dañada con ternura.

Lila se estremeció ante la sensación de sus labios en su


cuerpo.

—Nunca me ha dolido.
—¿No?

Se encogió de hombros.

—Siempre he pensado en ello como...

Un pensamiento golpeó a Lila, o más exactamente, una


serie de recuerdos alzaron sus feas cabezas. Todas las razones
por las que lo había dejado ir y siguió adelante. Los ecos de
palabras pasadas que habían arrancado su corazón y lo habían
pisado en el suelo resonaban en su mente...

Lo digo en serio, Lila. Quédate lejos de mí. No volveré a


acercarme a ti así de nuevo.

He seguido adelante, hace mucho tiempo. Tú también


deberías.

¡No te quiero cerca de mí!

Ramsey frunció el ceño al sentir que su cuerpo se


endurecía debajo de él.

—¿Qué pasa? —Preguntó.

Lila se agachó para retirar sus pantalones y se inclinó,


dándole el espacio que exigía su lenguaje corporal.

—No me quieres cerca de ti.

Lila no era positiva, Ramsey era siempre tan difícil de leer,


pero parecía que entró tristeza en sus ojos.

—Estaba tratando de protegerte, —dijo.

—No necesitaba tu protección. Yo era una chica grande.


Podría tomar mis propias decisiones.

—No pensaba claramente cuando se me ocurrió. Uno de


nosotros tenía que mantenerte a salvo. Esa cicatriz es solo un
poquito de lo que te pudo haber pasado. ¿Cómo podría haber
vivido conmigo mismo si te hubiera lastimado?

El enojo chispeó en los ojos de Lila.

—¿Así que decidiste vivir sin mí?

—Tanto como pude. Nunca logré obligarme a dejar a la


familia. —Ramsey hizo una mueca.

El ceño de Lila se profundizó.

—No. Tenía que hacer eso.

—¿Por qué te fuiste? —Él tomó su mano, pero ella la retiró.

—Has dejado claro que no me querías. Y estás enamorado


de Selene.

Ramsey se sentó hacia atrás con un tirón.

—¿Qué? ¿Qué te hizo... Adelaide te dijo eso?

—Ella no tenía que hacerlo. Podía sentir tus emociones


alrededor de Selene.

—¿Esa es la razón principal por la que te fuiste?

Lila quería gritar que sí, pero todavía tenía algo de orgullo.

—A pesar de lo que crees, no todo lo que hago es sobre ti.


Era más que tiempo aprendí un poco de independencia.

Ramsey sólo le dio una mirada firme.

—Creo que puedo adivinar por qué tienes la impresión de


que tenía sentimientos por Selene.

—No necesito una explicación, y no fue sólo una


impresión, —insistió Lila.

Ramsey parecía un poco aturdido.


—¿No me vas a dejar intentar explicarlo?

—No hay nada que explicar. —La barbilla de Lila se alzó


obstinadamente. Ramsey conocía esa mirada. Llegaba algo más
que no le gustaría—. Además... tan pronto como Marcus esté
listo para irse, voy a volver con él.

Lila miró fijamente a Ramsey mientras él se sentaba hacia


arriba. Podía ver la rabia prácticamente saliendo de él en olas
de calor.

—¿Sabes lo que pasado para encontrarte? ¿Para salvarte?


¿Y vas a regresar ahí afuera? ¿Estás bromeando conmigo?

Lila envió un pulso de calma hacia él, y Ramsey se


estremeció.

>>No te atrevas a tratar de calmarme, —le gritó


prácticamente—. No te irás. Te marchas y te seguiré y te
arrastraré si tengo que hacerlo.

A Lila le tocó sentarse.

—No tienes absolutamente ningún derecho a ordenarme.


Me has querido lejos de ti durante los últimos sesenta años.
¿Bien adivina qué? ¡Estoy concediéndote tu deseo!

—¡Eso no es lo que quiero!

—Apesta, ¿no? ¿Cuando alguien no toma en consideración


tus deseos? —Ella se dejó caer en el saco de dormir de espaldas
a él—. Me voy a dormir ahora.

Ramsey no movió un músculo, pero Lila pudo sentir que la


miraba.

Lila se sacudió los hombros.

>>No me hagas forzar un sentimiento de somnolencia. Lo


haré.
—Bien. Pero no hemos terminado de hablar de esto, —dijo
finalmente.

—Puede que no termines. Pero yo lo hice hace un año.

—Hablaremos más sobre esto mañana cuando seas más


racional.

—Te daré racional, —murmuró Lila. Ella empujó todas sus


emociones en remolinos a él de inmediato. Pero en lugar de un
pulso de emoción, un pulso de poder dejó su cuerpo. Un
momento después sonó un crack, luego un siniestro crujido,
seguido por un estruendoso choque.

—¿Qué diablos? —Ramsey salió disparado de la tienda—.


Santo Dios, Lila. Tiraste un árbol. Uno grande, —dijo desde
afuera.

—Whoa, —respiró Lila, mientras Ramsey asomaba la


cabeza en la tienda, con los ojos muy abiertos. Había sido una
versión de menor potencia de lo que había hecho cuando las
fuerzas de Maddox habían atacado el castillo el año pasado.

Luego miró a Ramsey, y su ira de un momento atrás se


devolvió a ella.

—Estaba tratando de golpearte. —Ella se dejó caer y cerró


los ojos.

Después de unos segundos de silencio, se metió en el saco


de dormir con ella y envolvió su brazo alrededor de ella de
nuevo. Ninguno de los dos dijo nada.
Capítulo 17
Traducido y Corregido por Jesica

O
ye. —Ramsey acarició suavemente a Lila.

—¿Qué hora es? —Se frotó aturdida por el


sueño de sus ojos.

—Las seis de la madrugada acabo de hablar


con Griffin, Charlotte sabe dónde estamos, estará aquí en un
momento, así que tengo que levantar el campamento.

Lila se arrastró fuera del saco de dormir.

Ramsey sacudió la cabeza.

—Todavía no eres una persona mañanera, ¿eh?

—Un Svatura puede no necesitar dormir mucho, pero eso


no significa que tenga que ser todo alegre-animada cuando
despierto, tú sabes, —Lila gruñó.

—Estás tan lejos de alegre-animada, no creo que alguna


vez tengas que preocuparte por convertirte en una persona
madrugadora.

—¡Huh! Estas gracioso hoy.

Ramsey la ignoró y comenzó a derribar la tienda. Para


cuando Charlotte apareció, estaban listos para irse. Le dio a Lila
un abrazo que casi le rompió las costillas.

—Te hemos extrañado tanto, Dulce.


Lila parpadeó con lágrimas.

—Yo también, gracias por ayudarme a salir de allí.

—Tus padres no pueden esperar a verte, aunque debo


advertirte que está todo bastante loco después de la pelea. —
Ella tomó sus manos, y en un abrir y cerrar de ojos, estaban de
pie en el Gran Salón.

El caos reinaba. La gente se arremolinaba alrededor de


ellos, golpeada y sangrienta. Lila y Ramsey miraron a Charlotte
con las cejas levantadas.

Charlotte se encogió de hombros.

—Rescatamos a muchas personas de esas celdas, y hubo


mucha pelea para sacarlas, me tomó la mayor parte de la noche
para sacarnos de allí de una manera u otra.

—¿Dónde está mi familia? —Preguntó Lila.

—Aquí, —gritó Griffin—. Bienvenida de nuevo, hemos


estado esperando por ti. —Le dio un breve abrazo a Lila y luego
la tomó por el codo—. No queríamos distraer a Hugh, así que
tus padres no saben que Charlotte fue a buscarte todavía.

Lila vio a su padre a través de la multitud. Estaba


arrodillado en el piso curando a alguien, y su mamá estaba
junto a él envolviendo el vendaje alrededor del brazo de otra
persona.

—¿Mamá? —Lila llamó.

Lucy levantó la vista y jadeó. Dejó caer el vendaje y se


precipitó y abrazó a su hija.

—Mi bebé, mi bebé. —Lucy estaba llorando y riendo al


mismo tiempo. Se echó hacia atrás y sostuvo la cara de Lila
entre sus manos—. Estás aquí. Estás en casa. No lo creería
hasta que te haya visto.

—Estoy aquí, mamá. Estoy bien.

—Lila, —sonó la voz ahogada de Hugh detrás de ella.

—¡Papá! —Lila se ahogó. Las lágrimas le llenaron sus ojos


mientras se volvía y se arrojaba a los brazos de su padre. La
abrazó con fuerza, sin decir nada.

—Siento interrumpir, pero ¿quizá a todos ustedes les guste


un poco de privacidad? —Preguntó Selene.

Lucy asintió, con lágrimas corriendo por su cara. No podía


apartarse de Lila ni siquiera por un segundo.

Hugh miró alrededor a toda la gente que aún esperaba su


ayuda, y Selene notó su preocupación.

—Está bien, Hugh. Nadie es crítico. Pueden esperar a que


se reúnan con su hija.

Mientras se alejaban, Lila se detuvo de repente y miró a su


alrededor—: ¿Dónde está Marcus?

—Él está aquí. Lo buscaré y lo traeré para ti, —dijo Griffin.

Ella asintió, y el grupo se alejó. Decidieron ir a la


habitación de Adelaide. Una vez dentro, Lucy sentó a Lila en la
cama y luego se sentó a su lado y le tomó la mano.

—Todos los demás estarán aquí en un segundo, —dijo


Griffin, mientras él y Selene entraban.

Selene se apresuró a dar un abrazo a Lila.

—Estoy tan feliz de que estés bien, —susurró en el oído de


Lila—. También lo está Ramsey.
Lila miró hacia donde estaba en la esquina de atrás,
observando. Pero su atención rápidamente volvió a la habitación
mientras el resto de la familia apareció y la sofocó con abrazos
acogedores.

—Lila, —Adelaide ya sollozaba el nombre de su hermana


cuando ella se apresuró a entrar y envolvió sus brazos alrededor
del cuello de Lila—. Gracias al cielo.

Lila sonrió cuando Adelaide se apartó y empezó a revisar


cada centímetro de ella.

—Estoy bien, Delia. Lo prometo. ¿Dónde está Nate?

Adelaide sonrió y se encogió de hombros, pero Lila sabía


que estaba preocupada.

—Talia lo necesita, —dijo Adelaide—. Dijo que pasaría más


tarde para darte abrazos.

Tomando el ejemplo de su hermana, Lila asintió y sonrió,


pero en secreto pensó que era un poco extraño. Tendré que
hablar con ella sobre esto más tarde esta noche.

—¿Quieres decirnos qué pasó... qué te hicieron? —


Preguntó Griffin.

Lila jugó con el dobladillo de su camiseta

—No realmente. Nos mantuvieron todos en una celda y


luego comenzaron a sacarnos uno por uno. Eso es realmente
todo. Tengo hambre. Estoy cansada. Realmente podría usar una
ducha, y lavarme los dientes sería increíble. —Se volvió hacia
Selene—. Hay algunos hechos interesantes que recogí que creo
que debes saber, pero pueden esperar hasta más tarde.

Selene asintió con la cabeza en reconocimiento.


Lo que Lila no dijo, porque sabía que le haría daño a sus
sentimientos, era que la cantidad de emoción en la habitación
estaba empezando a abrumarla. Por la familia que tanto se
había preocupado y había luchado tan duro para recuperarla,
ella lo soportaría.

Una oleada de emoción, inquietud, preocupación y


frustración, desde la esquina trasera de la sala le llamó la
atención. Miró de nuevo hacia donde estaba Ramsey.

—¿Estás bien

Sus ojos se abrieron y entonces ella recordó, su enlace.


Lila frunció la nariz en consternación, lo que hizo que los labios
de Ramsey se contrajeran. Ella asintió.

—Mi Señora, —la voz de Oren los interrumpió. Su estado


emocional atrajo la atención de Lila a pesar del océano de
sentimientos que se arremolinaba por la habitación.

—Oren... ¿qué es? —Preguntó Selene.

—Hay... algo que debes... ver, —dijo con una voz


temblorosa.

—Este no es un buen momento, Oren. ¿Puede esperar? —


Preguntó Selene.

Oren sacudió la cabeza.

—Créeme. Necesitas ver esto ahora.

Griffin se puso de pie. Lo enmascaró bien de todos los


demás, pero Lila sintió la conmoción que le había pasado. Debe
haber leído la mente de Oren. Debe ser serio entonces.

—¿Quieres que te acompañe? —Preguntó Griffin a Selene.

—No, quédate aquí. Regresaré tan pronto como pueda. —


Selene envió a Lila una sonrisa y luego se alejó con Oren. El
ceño fruncido de Griffin los siguió por la puerta. Y el silencio se
acumuló en su estela.

Selene caminó junto a Oren de vuelta al Gran Salón. Una


vez allí, la condujo a una esquina trasera de la habitación y se
detuvo junto a un gran grupo de Vyusher reunidos alrededor de
algo, o alguien, en el suelo.

Desmond se levantó y la detuvo.

—¿Estás segura que estás lista?

Selene frunció el entrecejo confundida.

—¿Lista para qué?

Desmond miró por encima de su hombro a Oren.

—¿No le dijiste nada?

—¿Qué debería haber dicho exactamente, Dez? O las


palabras son un shock o la vista lo es. Decirle no la salvará de
eso.

Des fue severo cuando se volvió hacia Selene. La agarró


por los hombros y la miró a los ojos. Tienes que prepararte para
lo que vas a ver.

—¿Hay alguien muy herido? Ya he visto heridas horribles


antes, Desmond.

Sacudió la cabeza.
—No están heridos hasta donde podemos decir.

—Estoy empezando a preocuparme, Des. Por favor,


muéstrame lo que sea.

Él respiró profundamente.

—Bueno. Estamos aquí si nos necesitas. —Dio un paso


atrás, lo cual parecía indicar a todos los demás que le aclararan
el camino. En el espacio que dejaron, Selene pudo ver a dos
personas tumbadas en el suelo. Lentamente se acercó.

Oh Dios mío. Oh Dios mío.

Sorprendida, se dejó caer al suelo. Con una mano


temblorosa, tentativamente extendió la mano y tocó la cara de
su madre y el brazo de su padre.

—¿Son ellos…?

—Están vivos, —dijo Oren.


Capítulo 18
Traducido y Corregido por Jesica

S
elene te necesita, —Des le dijo mentalmente a
Griffin. Era una de las pocas personas que conocían
la verdadera relación entre la pareja de te’sorthene.

Griffin frunció el ceño.

—¿Que está pasando?

—Encontramos a sus padres. Y están vivos.

Griffin no respondió. De inmediato dejó a Lila y a los


demás y corrió a través del castillo hasta el Gran Salón. Selene
había creído durante más de cien años que sus padres estaban
muertos. Que habían sido llevados al suicidio por ella. Su
hermano, Gideon, con la capacidad de doblar a la gente a su
voluntad, había obligado a Selene a quitar los poderes de sus
padres cuando eran jóvenes. Ese era su regalo, o maldición.
Selene tenía la habilidad de apagar los poderes de alguien. Si se
concentraba lo suficiente, se los apagaría para siempre. Se
había culpado por la muerte de sus padres todo este tiempo.

Cuando llegó a su te’sorthene, rodeado de una gran


multitud, se arrodilló y pronunció su nombre suavemente.
Cuando ella no respondió, trató de llamarla mentalmente. No
apartó los ojos de los rostros de sus padres.

Griffin debatió su siguiente movimiento. Estaban rodeados


por Vyusher, que no tenían ni idea de su verdadera relación.
Sería un shock para ellos, pero ahora las necesidades de Selene
eran lo único que le importaba. Él muy suavemente volvió su
rostro hacia el suyo, entristecido al ver las lágrimas que
rayaban sus mejillas.

Selene parpadeó y más lágrimas se derramaron.

—No están muertos, —se ahogó. Griffin sintió que los


temblores corrían por su cuerpo y supo que apenas lo sostenía.

—¿Están en el mismo estado en que estaban Lila y Talia?


—Preguntó.

Selene asintió.

—Creemos que sí, —dijo Oren desde donde se arrodilló al


otro lado de Selene.

El rostro de Griffin era sombrío.

—Debemos moverlos.

—Mi cuarto, —susurró Selene.

Griffin se puso de pie y cuidadosamente levantó a Selene


con él. Podía oír sus pensamientos, pero estaba tan
traumatizada, que sólo eran un revoltijo de palabras e imágenes
que parpadeaban como una luz estroboscópica en su mente. El
caos de su mente se arrastró sobre él, así que se cortó de ella.

Oren pidió a algunos Vyusher, incluyendo a Desmond, que


llevaran a los padres de Selene. El grupo permaneció en silencio
y sombrío mientras avanzaban por los pasillos del castillo.
Griffin envió una advertencia mental a Hugh, Lucy y a los
demás para que los encontraran en la habitación de Selene.

El rey y la reina durmientes fueron puestos suavemente


sobre la cama, y la mirada de Selene nunca se movió de los
rostros de sus padres mientras se sentaba a su lado.
—¿Puedes leer sus mentes? ¿Llegar a ellos? —Le preguntó
a Griffin.

Se concentró por un momento y sacudió la cabeza.

—¿Qué hay de llegar a ellos a través de sus sueños?


¿Cómo lo hiciste conmigo? —Preguntó Lila.

Selene cerró los ojos y sacudió la cabeza.

—Selene no fue capaz de alcanzarte sola, —dijo Ramsey—.


Dijo que era como si estuvieras en una habitación insonorizada
con un espejo de un solo sentido. Podía verte y oírte, pero no la
veías ni la oías.

—Entonces, ¿cómo llegaste a mí? —Preguntó Lila.

—Utilizamos una combinación, su control de sueño con la


telepatía de Griffin, pero lo que funcionó, al final, fue contar
conmigo allí también, —explicó Ramsey. Lila trató de no
sonrojarse.

—Pero te llevó a sacarnos de aquí, —murmuró Selene. No


pude atravesarla sola.

—Así que probemos una combinación diferente ahora, —


sugirió Lila cuando un plan empezó a formarse en su mente.
Miró a Griffin y a Ellie, compartiendo mentalmente su idea con
ellos.

—Creo que eso podría funcionar, —dijo Ellie—.


Definitivamente vale la pena probarlo.

—Vamos a preparar las cosas, —dijo Lila.

Selene se volvió hacia ella.

—¿Cuál es el plan?
—Vamos a necesitar a la mayoría de nosotros para hacer
esto, —respondió Lila.

—¿Quién exactamente? —Preguntó Adelaide.

—Yo, Selene, tú, Ellie, Griffin y Hugh... —Lila les marcó los
dedos de uno en uno.

Adelaide arqueó las cejas.

—¿Todos nosotros en el sueño con sus padres?

Ellie asintió.

—Va a estar muy lleno allí, ¿no crees? —Dijo Adelaide.

—Tenemos que. Estar en el sueño juntos podría ser la


única manera de llegar a ellos, —dijo Lila—. Y quizás tengamos
que probar un par de cosas, por lo que necesitamos a todos
nosotros ahí dentro.

Necesitarían una manera de hacer la formación de la


rueda del carro que utilizaron en la batalla para aprovecharse
de los poderes combinados en la sala, particularmente la
capacidad de Ellie de controlar poderes por el tacto. A través de
su rueda de carro, estaba ligada a cada poder que poseían. Así
que se ocuparon de limpiar un espacio.

Ramsey se movió para ayudar a Lila a mover el chaise


lounge al otro lado de la habitación. Sólo para sus oídos,
murmuró—: ¿De verdad crees que es buena idea que te vayas
también?

Lila le dirigió una mirada inexpresiva.

—Si necesitamos mi habilidad para curar las emociones, o


si puedo tocar lo que se ha usado para borrar la niebla de
nuevo, entonces sí, lo hago.

Los labios de Ramsey se tensaron, pero él no discutió.


>>¿Qué? —Le preguntó.

—Nada. Tienes razón, ayudarlos es... más importante.

—¿Más importante que qué?

Cuando él no dijo nada, ella dejó de empujar la silla y puso


sus manos en sus caderas.

—Háblame.

Él apartó la mirada.

—Más importante que tú.

El corazón de Lila se le escapó.

—¿Qué quieres decir con eso?

—¿Y si te quedas atascada en esa niebla otra vez?

Lila no dijo nada por un momento. Todavía estaba agotada


por su reciente calvario y abrumada por la cantidad de
emociones que inundaban la habitación de múltiples fuentes.
Pero todavía podía sentir su preocupación, tan cerca del pánico,
en ese pensamiento.

—Sólo tendrás que sacarme de allí.

—¿Entonces Ellie va a usar el control de mis sueños? —


Preguntó Selene.

Ellie sacudió la cabeza.

—Tu poder nunca se convierte en control total. Siempre


serás más un observador.

Los hombros de Selene se desplomaron.

Lila se acercó y puso su mano en el brazo de Selene. Ella


empujó tanta esperanza como ella podría conjurar en su amiga.
—Intentaremos encontrar una manera de evitarlo, —le
dijo.

—Bueno. Estamos listos, —dijo Griffin.

—Así que parece que hay dos partes claves en esto, —dijo
Lila—. La primera es llegar a tus padres, pudiendo entrar en el
sueño con ellos.

Selene asintió.

—Sin embargo, Ramsey tuvo que llegar hasta ti. Griffin y


yo no trabajamos.

—Bueno, si alguien va a llegar a tus padres, serás tú,


Selene. Combinaremos todos nuestros esfuerzos para intentar
alcanzarlos.

—Puedo coordinarnos a todos nosotros mientras nos


toquemos, —Ellie dijo, tomando el ejemplo de Lila.

—Bueno. Comencemos por ahí. Si podemos entrar en sus


sueños, entonces veremos cómo sacarlos.
Capítulo 19
Traducido por Florpincha

Corregido por Jesica

L
ila abrió los ojos y miró al techo. Ella frunció el ceño
por un momento mientras trataba de recordar dónde
estaba exactamente. Y luego todo volvió
apresuradamente. Estaba en su cama en el castillo. Finalmente
se había ido a dormir a eso de las dos de la mañana después de
haber intentado, sin éxito, durante horas despertar a los padres
de Selene. Adelaide había venido aquí con ella después, y se
habían sentado hablando durante un rato. Al principio, nada
específico, sólo cosas de hermanas. Pero entonces Lila había
preguntado—: ¿Cuál es el negocio con Nate?

Adelaide frunció el ceño.

—No sé a qué te refieres.

—¿Nada está pasando ahí? —Lila empujó.

—Él está ayudando a cuidar a Talia. Parece ser el único en


quien confía, —dijo Adelaide.

—¿Hay algo malo en eso?

—Yo... —Adelaide vaciló—. No lo creerías. Pero algo parece


apagado.

—¿Cómo? —Preguntó Lila.

—No lo sé. Tal vez soy una novia celosa.


Adelaide cogió la franja de la manta y Lila alzó las cejas.

—Eres más que una novia. Eres de su mejor amiga.

Adelaide agachó la cabeza.

—Lo sé.

—¿No has hablado con Nate todavía?

—¿Y preguntarle qué exactamente? Ni siquiera sé lo que


está mal.

—Buen punto. —Lila pensó por un momento—. ¿Has


revisado tu relación?

Adelaide la miró a la hermana con un severo ceño.

—No le hago eso a Nate.

Lila levantó las manos.

—Bueno. Pero creo que deberías confiar en tus instintos.


Si crees que algo anda mal, probablemente lo esté.

Su conversación había terminado después de eso. Tan


pronto como Adelaide se marchó, Lila había dado un golpe justo
en el momento en que su cabeza golpeó la almohada.

¿Qué la había despertado?

Se sentó, con los oídos tensos por cualquier pequeño


sonido. Oyó un ligero ruido justo fuera de su puerta. Lila echó
las sábanas, salió de la cama y fue a investigar.

Abrió la puerta sólo un pelo y echó un vistazo afuera.


Nada.

Y ahora estoy escuchando cosas.


Con un pequeño movimiento de cabeza, Lila cerró la
puerta. Cuando volvió a su cama, se quedó paralizada,
horrorizada.

—Hola, Lila, —dijo Maddox con calma.

Lila abrió la boca para gritar, pero no salió ningún sonido.

—¡Griffin! —Gritó en su mente, esperando que él oyera sus


pensamientos.

Maddox sacudió la cabeza.

—No funcionará, —dijo—. No estás despierta.

Todavía estoy inmovilizada en la prisión de Maddox, fue el


primer pensamiento aterrado de Lila. Pero apartó ese
pensamiento. Maddox tenía el control soñado. Ya lo había
usado en Selene.

—¿Qué quieres? —Preguntó ella.

—A ti, —dijo simplemente.

—¿Por qué?

Inclinó la cabeza hacia un lado.

>>¿Por qué yo? —Ella aclaró.

Él le dirigió una fría sonrisa.

—Esa es mi preocupación. Pero haré un trato contigo. Si


vienes a mí, no le haré daño a nadie de tu preciosa familia.

—He oído esa oferta antes. Cuando Gideon le dijo lo mismo


a Ellie, —dijo Lila.

—Ah, sí. Eso no funcionó tan bien para él sin embargo.


¿Lo hizo?
Lila probó su habilidad para ver la verdad, sin saber si
funcionaría en un sueño. Pero lo cierto es que Maddox brillaba
con esa luz que le decía que creía cada palabra.

—No más Svatura serán dañados si estoy de acuerdo con


esto, —dijo.

Hizo un ruido extraño que le recordó a Lila el silbido de


una serpiente. Ella se estremeció.

—Sabes que no puedo estar de acuerdo con eso, Lila. No


todos son dignos.

—¿Qué quieres decir con no dignos?

Se encogió de hombros.

—Pocos son para dirigir. La mayoría está destinado a


servir. Y algunos... —Él le devolvió la sonrisa fría— ...Algunos
están destinados a morir.

El miedo se enrollaba en su vientre. La combinación de


emoción y creencia que ella podía ver atada a esas palabras
asustó el infierno fuera de ella. Esta era una convicción
profundamente arraigada... algo que Maddox consideraba la
verdad última.

—¿Y tus lobos son los líderes? —Preguntó—. ¿Y el resto del


Vyusher?

—¿Tenemos un acuerdo?

Lila retrocedió un paso.

—No.

La sonrisa de Maddox se convirtió en una dura máscara de


disgusto. Lila se preguntó si se arriesgaba a intentar sacarlo del
sueño. Aún no estaba segura de sí podía llevarla a la fuerza en
ese estado. Pero, ¿su poder era más fuerte?
—Eso no es muy prudente, —dijo.

—No sé por qué me quieres de todos modos. No tengo


poderes que puedan ser lo suficientemente dignos para ti.

Mientras hablaba, Lila empujaba los bordes del sueño con


su poder. Sentía que el mundo se expandía y contraía un poco,
como si estuviera atrapada en una burbuja. Maddox no pareció
darse cuenta de lo que había hecho. Lila comenzó a reunir esa
sensación de fuerza dentro de ella.

—Deja que me preocupe por lo que puedas traer a la mesa,


—murmuró—. Te daré una última oportunidad. Ven a mí.

—Realmente necesitas conseguir una nueva línea, —


replicó ella. El poder continuó creciendo dentro de ella, y ella
podía sentir la presión que crecía detrás de sus ojos y en sus
manos.

—¿Así que tu respuesta sigue siendo no?

Lila sonrió.

—¡Mi respuesta es el infierno que no! —Y con eso ella soltó


cada onza de la fuerza dentro.

No sabía qué esperar. Todo a su alrededor brillaba. Para


un breve flash, parecía la pantalla de un televisor que
necesitaba afinación, con todas las líneas y colores borrosos
juntos. Y entonces todo se desvaneció.

Lila se despertó y se sentó con un jadeo... y rápidamente


golpeó su cabeza derecho en la cara de Ramsey.

—¡Ay!

—¡Oh, Dios mío, lo siento mucho! —Ella le tendió la mano,


pero él retrocedió.
—Maldita sea, Lila. ¿Qué diablos? —Él apartó su mano
para revelar una nariz ensangrentada, y Lila se encogió.

—Yo dije que lo sentía. Aquí, —sacó algunos pañuelos de


papel de la caja de su mesita de noche y se los entregó—.
Inclina la cabeza hacia atrás.

Con la barbilla en el aire y la mano en la nariz, murmuró—


: ¿Estás bien?

—Me golpeé la parte posterior de la cabeza, así que estoy


bien…

—No. ¿Estás bien? Algo andaba mal. Pude sentirlo.

—¿Por qué? —Lila se detuvo—. Ese maldito enlace, —


murmuró.

—Podrías estar más agradecida. Ese vínculo salvó tu vida,


¿sabes?

Lila hizo una mueca que no pudo ver.

>>Así que, —continuó—, voy a preguntar de nuevo. ¿Estás


bien?

Lila consideró brevemente no decir nada. Pero aunque ella


no iría con Maddox, también sabía que no podía quedarse aquí
ahora. No si él la perseguía.

—Maddox vino a mí en un sueño, —admitió.

Eso le llamó la atención. Ramsey inclinó la cabeza y la


miró directamente.

—¿Que quería él?

—A mí.

Una expresión sombría pasó por su rostro.


—¿Dijo por qué?

—Realmente no. Se ofreció a dejar vivir a nuestra familia si


volvía a él.

—Pero tú dijiste que no, por supuesto. —Ramsey apoyó la


mano sobre la de ella.

—¿Por qué? ¿Me echarías de menos? —Bromeó Lila,


mientras sacaba su mano de debajo de la suya e intentaba
ignorar su intensa mirada.

—Sí.

Ella miró hacia otro lado, insegura de cómo responder.

—Supongo que soy muy difícil de olvidar.

—No lo hagas. —Ramsey tomó su barbilla en sus dedos e


inclinó su cara hacia él.

—¿No qué?

—No sabes cómo fue cuando te perdiste. Nunca quiero


sentir algo así de nuevo. No bromees sobre estar perdida. No es
gracioso.

Lila estaba a punto de hacer otro comentario sarcástico,


pero se detuvo cuando vio el dolor crudo en los ojos de Ramsey.
Él realmente quiso decir lo que dijo.

—Lo siento, —susurró ella.

Ramsey la soltó y se sentó.

—Así que no vas a ir a verlo.

—No. Si yo fuera a hacer eso, no te lo hubiera contado


antes. Me habría ido.

Ramsey rió entre dientes.


—Sí. Supongo que lo habrías hecho.

—Se lo diré a los otros por la mañana.

Ramsey pensó por un momento.

—Me quedaré contigo el resto de la noche. Podemos


decírselo a los demás por la mañana.

Lila saltó de la cama con la intención de llevarlo hasta la


puerta.

—No tienes que hacer eso.

—¿Y si vuelve en un sueño?

Lila se detuvo a medias y lo miró.

—Lo empujé hacia fuera. Creo que puedo mantenerlo


alejado ahora.

Ramsey arqueó las cejas.

—Ese control de los sueños se está poniendo bastante


fuerte, supongo.

—Raro, ¿eh? —Estuvo de acuerdo—. Pero creo que puedes


dejarme en paz sin peligro.

—¿Y si aparece aquí con ese teletransportador y te lleva?

Ramsey hizo un buen punto, pero tenerlo tan cerca no la


ayudaría a dormir. Lo había descubierto la otra noche en la
tienda. Pero aun así, tenía razón.

—Está bien, —ella finalmente estuvo de acuerdo.

Sin decir otra palabra, se levantó de un salto en la cama y


se acostó. Después de lo que parecía una eternidad, sintió que
el colchón cambiaba mientras se arrastraba hacia el otro lado.
La cama era lo suficientemente grande para que pudieran
compartir sin tocarse.

Lila no esperaba que se alejara. Pero, de alguna manera,


tenerlo cerca le dio la paz que necesitaba.
Capítulo 20
Traducido y Corregido por Mayte008

U
n golpe en la puerta sacó a Lila de su ensueño.
Ella estaba en el medio del embalaje, pero se
tomaba su tiempo al respecto. Acababa de ser
rescatada de Maddox y se había reunido con su familia, y ahora
tenía que marcharse de nuevo.

—Oye, Lils, —Ellie llamó desde el otro lado de la puerta—.


Algo está pasando.

Lila miró el reloj de la mesilla de noche. Siete de la


mañana. Casi hora de irse.

—Voy, —llamó ella.

—¿Qué es esto? —Preguntó Ellie al entrar.

Lila se encogió de hombros.

—Te lo contaré más tarde.

—Okaaayyy. —Ellie cruzó la habitación y le dio un


abrazo—. Me encantaría ponerme al día, pero tenemos una
situación que necesita ser tratada.

Lila hizo una mueca mientras se dirigía a su armario.

—¿Cuál de las muchas situaciones posibles, sería?

—Los Vyusher sospechan de la relación de Selene con


Griffin, —dijo Ellie en voz baja.
Lila se congeló con la mano en una percha, su mente
girando con las implicaciones y las ramificaciones. Y con el
conocimiento secreto que ella albergaba.

—Te necesitamos, —oyó la voz de Griffin en su cabeza—. Si


puedes llegar al Gran Salón en los próximos quince minutos, por
favor ven.

No diez minutos después, Lila y Ellie entraron en la


habitación donde parecía que todos los Vyusher se habían
reunido. Vio a Adelaida metida en la esquina y se unieron a ella.
No tuvieron que esperar demasiado tiempo antes de que Selene
llegara, proyectando su control helado y su calma. La
muchedumbre se abrió ante la reina mientras se dirigía hacia el
frente. Una vez que todos los ojos estaban firmemente en
Selene, Griffin entró y se paró junto a Lila. Cuando Selene
alcanzó el trono, se volvió y se sentó en la silla.

Esperó el silencio.

—¿De qué se trata? —Preguntó.

Oren se acercó.

—Mi Reina, nuestra gente tiene algunas preguntas para


usted sobre su relación con Griffin Aubrey.

Lila miró a Griffin. Su expresión era cuidadosamente


neutra.

Selene no dijo nada mientras un leve murmullo pasaba por


la reunión. Entrenó su mirada en la multitud, moviéndose
lentamente de persona a persona. Se movían nerviosamente
bajo su intenso escrutinio.

—¿Por qué no se planteó esto primero a través del Consejo


Superior? —Preguntó Selene.
—Queríamos escuchar directamente de nuestra Reina, —
gritó una voz.

—Ya veo. Selene tamborileó con los dedos en el brazo de la


silla.

Lila no vio ninguna señal visible. Pero de repente Griffin se


colocó junto a Selene.

Selene se levantó con gracia a sus pies.

—Griffin Aubrey es mi te’sorthene. —Un jadeo audible se


precipitó a través de la habitación, pero nadie habló—. Porque
Griffin no es un lobo, queríamos esperar para determinar el
mejor curso de acción antes de informarles. Haré lo que sea
mejor para nuestro pueblo, en primer lugar. Siempre.

Lila miró alrededor de la multitud, midiendo su reacción


ante la noticia. Después de un latido de silencio, alguien gritó—:
Sólo un lobo puede liderar la manada.

La multitud estalló en gritos caóticos.

Los gritos de “nunca lo aceptaremos” y “nunca deberíamos


haber dejado que esos forasteros vinieran aquí” sonaron por
todo el Salón, y Lila lanzó una mirada cautelosa alrededor del
grupo.

De repente Adelaide dio un grito. Ella miró a su alrededor


salvajemente y luego se tapó las orejas con las manos.

—Haz que se detengan. Haz que se detengan, —suplicó y


se agachó al suelo.

Lila cayó de rodillas junto a su hermana.

—¿Qué sucede, Delia? ¿Alguien te hace daño? ¿Qué es?

—¡Las voces! ¡Haz que se detengan!


—Griffin, —Lila llamó mentalmente—. ¿Puedes oír voces en
su cabeza? —Ella miró hacia el trono donde él estaba de pie
junto a Selene. Selene le dirigió una mirada interrogante y
Griffin hizo una mueca.

—Suena como todo el ruido de la gente aquí. No puedo decir


si estoy escuchando sus pensamientos o sólo los sonidos aquí, —
pensó—. Voy a llamar a Hugh. Sáquenla de aquí. Selene dice que
tratará de resolver esto rápidamente.

Lila y Ellie le cogieron un brazo y arrastraron a Adelaide


hacia la puerta. Estaban casi allí cuando la multitud enojada se
dirigió hacia el trono, y algunas personas se volvieron hacia las
tres chicas. Pero después de unos pasos, la muchedumbre
hostil se estrelló contra una especie de barrera invisible...
Griffin había lanzado su escudo. Confundida y enfurecida, la
multitud comenzó a gritar más fuerte, pero no pudo penetrar el
escudo protector.

Adelaide sollozó en los brazos de Lila. Selene cambió a su


forma de lobo. El pelo erizado y los dientes descubiertos, ella
trajo todo el peso de la hembra alfa para dominar a su manada.
Ante el silencioso orden de la reina, todos menos un puñado de
los más fuertes Vyusher cambiaron inmediatamente en sus
formas de lobo, todos encogidos ante ella. De repente, Selene
reanudó su forma humana. Se quedó en silencio, con las manos
entrelazadas ante ella y esperó.

Y Adelaide pareció tranquilizarse un poco.

Cuando el grupo se quedó en silencio una vez más, y cada


ojo estaba entrenado en ella, Selene habló.

—No soy mi hermano. Nunca los oprimiré o haré que


hagan algo contra tu voluntad. Y el bienestar de esta manada es
mi principal preocupación. Pero yo soy su reina y su alfa, y
ustedes respetarán eso. Y mientras seamos Vyusher, una
manada de lobos, también somos Svatura. Nuestra capacidad
de cambiar proviene del mismo lugar que la telepatía de Griffin
o la curación de Hugh. Habilidades que nos han salvado a
todos. Y harían bien en recordar eso. Te'sorthene es un regalo
que nunca debe tomarse a la ligera. Pero entiendan que seré
muy abierta con ustedes.

Selene miró alrededor de la habitación, satisfecha cuando


la mayoría de las miradas de todos bajaron humildemente.

>>En el interés de ese diálogo abierto, —prosiguió después


de una breve pausa—, quiero compartir con ustedes otro
descubrimiento importante recientemente hecho. Muchos de
ustedes saben que mis padres, el Rey y la Reina, fueron
encontrados vivos entre los rescatados de Maddox. Todavía
están en una forma de estasis. Hemos sido incapaces de
revivirlos hasta ahora. Pero si y cuando se despierten,
determinaremos los próximos pasos apropiados.

Hubo un zumbido excitado, y Selene levantó la mano para


el silencio.

>>Confiaré en gran medida en el Alto Consejo en ambos


asuntos. No se tomarán medidas durante algún tiempo, ya que
nuestro enfoque actual es la reconstrucción y protección de la
gente Vyusher. Si tienen alguna preocupación específica, les
animo a que se dirijan a ellos a través de su miembro directo del
Consejo. Hay otros asuntos que todavía tenemos que investigar
después de nuestro rescate de los prisioneros de Maddox. El
Alto Consejo y yo nos reuniremos sobre esto en los próximos
días.

Con eso, Selene bajó de la plataforma elevada. Lila y Ellie


llevaron a Adelaide con ellas. Llegaron a la habitación de
Adelaide y encontraron la mayor parte de la familia ya reunida
allí. Adelaide comenzó a temblar.
—Las voces, —gruñó.

—Creo que todo el mundo necesita salir de la habitación.


Ahora, —dijo Ellie.

—¿Qué está pasando? —Preguntó Hugh.

—He visto esto antes, —dijo Ellie—. Creo que puedo


ayudarla.

Eso era todo lo que necesitaban saber. Cuando el resto de


la familia salió de la habitación, Lila ayudó a Ellie a trasladar a
Adelaide a una silla y luego se fue también. La última visión que
tenía era de su hermana desplomándose con la cabeza entre las
manos. Ellie se arrodilló y colocó sus manos a cada lado del
rostro de Adelaide.

—¿Qué está pasando? —Preguntó Selene mientras ella y


Griffin aparecieron en el pasillo.

—Parece una telepatía desarrollada por Adelaida, —


respondió Griffin.

—¿¡Qué?!? —Lucy gritó.

Hugh agarró la mano de su esposa.

—¿Cómo es eso posible?

—Tengo una teoría sobre eso, —dijo Lila—. Pero necesito


hablar primero con Ellie y ver lo que ella piensa. —Ella miró a
Ramsey.

—Maddox, —dijo con la boca.

Ella negó con la cabeza, pero antes de que pudiera


detenerlo dijo—: No es para añadir locura, pero también
tenemos que hablar de sacar a Lila de aquí. Escondiéndola en
alguna parte.
—¿Qué? ¿Por qué? —Preguntó Lucy.

Ramsey se levantó de la pared contra la que se había


apoyado.

—Maddox la visitó en sueños la noche anterior. Le dijo que


nos dejaría en paz si regresaba con él.

—Sabes, durante la pelea, he cogido un par de


pensamientos perdidos en las fuerzas de Maddox que sonaron
algo así, —dijo Griffin.

—Si te necesita lo suficiente, entonces vendrá detrás de ti


otra vez. —Charlotte jadeó.

Los hombros de Lila se desplomaron, pero ella asintió. Si


pudo llevar a Sheila del castillo tan fácilmente, entonces nadie
estaba a salvo.

—Tengo que irme hoy.

—Tan pronto, —Lucy protestó—. Acabas de llegar a casa.

Selene sacudió la cabeza.

—Me temo que tiene razón. Las cosas se están moviendo


demasiado rápido para darle tiempo. Y está en peligro aquí si
Maddox está tratando de llegar a ella.

Ramsey miró a Lila, llevando la inclinación hacia su


barbilla.

—Voy contigo, —dijo.

—No te necesito, —insistió Lila.

Miró a Selene.

—Voy con ella.


Selene echó un vistazo entre Lila y Ramsey y luego se
aclaró la garganta.

—Muy bien. Ambos a empacar. Vamos a averiguar dónde,


y que Charlotte los lleve lo más pronto posible.
Capítulo 21
Traducido y Corregido por Mayte008

L
ila acababa de poner el último artículo en su maleta
cuando sonó un golpe en la puerta.

—Voy, —llamó ella. Con un gruñido intentó cerrar la


maleta, pero la cremallera no se movía.

—Oye, cacahuete, —dijo Marcus mientras paseaba por la


puerta.

Lila dio un pequeño chillido y se arrojó en su abrazo.


Marcus se había convertido en un gran hermano para ella
mientras vivía con su clan en Louisiana. Especialmente después
de su tiempo en las mazmorras de Maddox.

Ella se apartó y lo evaluó, tomando su pelo y ojos oscuros


y notando que nada estaba visiblemente mal con él.

—¡Estas bien! Estaba muy preocupada.

Él le dedicó una débil sonrisa, y Lila entrecerró los ojos.

—¿Los demás?

—No tomó a nadie después de ti, así que todos los que
quedamos salimos. Pero no encontramos a nadie que ya
hubiera tomado excepto a ti.

Los ojos de Lila se nublaron de preocupación.

—Los encontraremos, —le aseguró.


Marcus asintió con la cabeza.

—Hoy hablaré con Selene y el Alto Consejo sobre ello.

—Bueno. —Lila se volvió hacia su maletín—. Ella tiene


algunas personas que necesita encontrar, también. Agrupar sus
recursos.

—Ese es el plan, —dijo Marcus—. ¿A dónde vas?

Lila se sentó en la parte superior del maletín y logró


cerrarlo.

—Al parecer, Maddox está detrás de mí por una razón


específica.

—¿Qué razón? —Él la ayudó a sacar la maleta de la cama.

—No estoy segura de por qué exactamente, sólo que él me


quiere.

—¿Entonces te vas?

Lila se encogió de hombros.

—La gente ha estado desapareciendo del castillo. Y ahora


que Maddox tiene a Sheila, la rastreadora Vyusher, Selene
piensa que estaré más segura en otro lugar.

Marcus frunció el ceño.

Lila extendió la mano y le apretó la mano, tocando su


preocupación.

—Ramsey viene conmigo.

Las cejas de Marcus se alzaron.

—¿El chico que casualmente cayó en la conversación cien


veces al día cuando viniste por primera vez a vivir con nosotros?
Lila cruzó los brazos sobre su pecho y le dirigió una
mirada de acero. Marcus alzó las manos.

>>Bien, bien. No veo la discusión.

—No.

—¿Cuándo te vas?

Lila miró el reloj.

—Unos cinco minutos más. Charlotte y Ramsey deberían


estar aquí en cualquier momento.

—Bueno... dame un abrazo. Y una vez que hayamos


terminado con este lío y puedas salir de la clandestinidad, no
seas una extraña.

Lila le dio un abrazo de oso gigante. Ella lo extrañaría.

—Ejem.

Lila levantó la vista y vio a Ramsey observándolos. Trató de


apartarse de Marcus, pero este se aferró fuertemente.

—Te echaré de menos, cacahuate, —dijo. Y luego se inclinó


y la besó en los labios.

Antes de que Lila pudiera preguntarle de qué demonios se


trataba, Marcus la atrajo hacia otro abrazo y le susurró al
oído—: Quizá eso le dará algo en qué pensar.

Lila ahogó una risa.

—Tonto, —murmuró ella de nuevo.

Con un guiño a Ramsey, Marcus salió de la habitación.

—No me di cuenta de que tú y Marcus se habían acercado


tanto, —dijo Ramsey. Lila parpadeó. ¿Podrían ser eso celos en
su voz?
Ella se volvió y agarró su maleta.

—¿Estás listo para irnos?

—No le dijiste a dónde vamos, ¿verdad?

Lila puso los ojos en blanco.

—Por supuesto no.

—Porque parecía que le hubieras dicho algo al menos, —


continuó Ramsey.

—Conozco el trato, Ramsey. Sólo la familia sabe dónde


estaremos.

—Estas seg…

La mirada de Lila lo interrumpió. Levantó las manos como


Marcus lo había hecho hace un momento. ¿Qué pasaba con
todo el mundo hoy?

—De acuerdo, te creo, —murmuró.

—¿Estás lista? —Preguntó Charlotte mientras entraba en


la habitación.

—Lista como estaremos jamás, —murmuró Lila. Agarrando


su maleta en una mano, tomó la mano de Charlotte en la otra.
Ramsey hizo lo mismo, y de repente estaban de pie frente a una
casita.

—Vaya, —Lila respiró mientras contemplaba sus


alrededores.

La casa, era más una casa de campo realmente, era


encantadora en la manera que tantas cabañas inglesas lo eran,
con la piedra gris y un tejado inclinado. Lila no podía esperar a
acurrucarse en el interior con un fuego caliente chisporroteando
en la chimenea. Pero era la ubicación que era realmente
increíble.

—¿Dónde estamos de nuevo? —Preguntó Ramsey. Lila


podía decir que estaba tan impresionado por las vistas como
ella.

—En el Lake District en el noroeste de Inglaterra, —dijo.

—Solitaria como una nube, que flota en valles y colinas de


altura... —murmuró Ramsey.

Lila apartó la mirada de la hermosa vista para mirarle


incrédula, con las cejas levantadas.

Ramsey la miró de reojo.

—¿Qué? Wordsworth lo hizo bien cuando escribió sobre


este lugar... ¿No te parece?

Atónita, Lila volvió su atención hacia la vista.

—Nunca dejas de sorprenderme. Pero sí. Lo hizo bien.

Su nuevo hogar estaba situado en una colina con vistas a


un valle. La topografía se alzaba, escarpada y alta, en una
montaña detrás de ella. En el frente la tierra caía lejos en un
valle verde exuberante con un lago azul profundo. Aquí y allá,
pequeñas casas y casitas, similares a las suyas, salpicaban el
paisaje.

Podría acostumbrarme a esto, pensó Lila. Con un profundo


suspiro de satisfacción, se volvió hacia Charlotte y le dio un
abrazo de despedida. Cogió su maleta y la arrastró por el
camino de grava y se detuvo ante la pequeña cerca de piedra
que rodeaba su nuevo hogar.

—Vamos, Ramsey, —le llamó por encima del hombro. Pasó


por la puerta y subió por la pasarela y luego abrió la puerta
principal con las llaves que Ellie le había dado—, en serio podría
acostumbrarme a esto, —murmuró alegremente.

El interior era pintoresco pero acogedor con vigas de


madera y pisos por todas partes. Obviamente, una pequeña
escalera de caracol llevaba a las habitaciones. A la izquierda
había una sala de estar con muebles cómodos y una pared
entera alineada con los estantes llenos hasta el borde. Junto a
ella había una acogedora chimenea y una televisión de pantalla
grande. A la derecha había una cocina con todas las
comodidades modernas que una persona podría desear. Era un
hogar uno podría venir a todas las noches después de un largo
día y simplemente relajarse en la felicidad tranquila.

—Hombre, esos Aubreys saben cómo escoger sus lugares,


—Ramsey dijo mientras entraba.

Lila simplemente asintió.

>>Aquí, —Ramsey agarró ambas maletas—. Voy a tomar


esto por ti.

—Gracias, —dijo mientras lo seguía por la escalera. El


techo estaba tan bajo en la escalera que Ramsey tuvo que
agachar la cabeza.

Lila rió entre dientes.

—Cuidado con eso en medio de la noche.

—En serio, —murmuró.

Dejó caer la maleta de Lila en la habitación de Ellie y luego


se fue a instalarse en la habitación contigua de Griffin.

Lila se dejó caer sobre la cama.

—Ah, —suspiró mientras se hundía en la cama de felpa.


Podía oír a Ramsey moverse por la habitación de al lado.
>>Oh querido. Voy a poder escucharlo cada vez que se
mueva. ¿Cómo se supone que debo ignorarlo cuando él está
justo al otro lado de la pared cada noche por un futuro
imprevisible?

Lila sacudió la cabeza. Se obligó a levantarse y comenzó a


desempaquetar.
Capítulo 22
Traducido y Corregido por Jesica

O
ye, Delia, —dijo Nate mientras se sentaba a su
lado en el sofá.

Adelaide estaba sentada en una de las salas


comunes donde los Vyusher andaban.
Esperaba que todo el bullicio la ayudara a
sentirse un poco menos sola mientras trabajaba en un papel
para su clase de Literatura Americana. Al menos, se suponía
que estaba trabajando en el periódico. En realidad ella estaba
mirando fijamente su computadora portátil mientras se
preocupaba por Lila... y su nuevo poder... y Maddox... y, bueno,
muchas cosas.

—Hola, —dijo con una pequeña sonrisa para su


te'sorthene.

Nate se inclinó y le dio un rápido beso y luego se recostó


contra los cojines.

—¿Estás bien?

—Preocupada. Nada nuevo, —respondió.

Nate asintió.

—Dexter me contó de todo. Siento no haber estado allí


para ti. Talia es una niña perdida ahora mismo.

—Lo entiendo, —dijo Adelaide.


Aunque parte de ella realmente no entendía. Parte de ella
estaba realmente molesta de que Nate hubiera decidido
quedarse con un pariente desconocido en un momento en que
Adelaide realmente lo necesitaba. Pero Nate siempre la había
apoyado. Nunca la había dejado así. Así que si no se había
presentado, era por una buena razón.

¿Verdad?

—Ven acá, —dijo Nate—. Adelaide se acercó y se acurrucó


en sus brazos. Él apoyó su barbilla en la parte superior de su
cabeza—. Realmente siento no poder estar allí. ¿Me lo cuentas?

—Ya lo sabes, —gruñó ella.

—Pero no de tu lado.

Adelaide se quedó callada un poco. Y Nate, que la conocía


mejor que nadie, la abrazó. Echó un vistazo alrededor de la
habitación llena de gente, pero nadie les estaba prestando
atención.

Después de un pequeño suspiro, ella finalmente habló.

—Maddox está detrás de Lila.

Nate se puso rígido.

—¿Qué significa eso?

—Todavía no lo sabemos. La visitó en un sueño y trató de


convencerla de ir a verle.

—¿Así que ella y Ramsey se están escondiendo? —


Preguntó.

Adelaide asintió sombríamente.

—Apenas pude hablar con ella, y ella ya se fue.


—Lo siento, nena. —Nate le pasó una suave mano por el
pelo—. Entonces... ¿dónde están?

Adelaide vaciló. Y nunca había dudado compartiendo algo


con Nate antes. Nunca. Pero algo acerca de la forma en que
había preguntado se sentía fuera de ella. Demasiado informal...
pero no lo suficientemente informal.

Así que se limitó a encogerse de hombros y, por primera


vez en su relación, sólo dijo parte de la verdad.

—Lo guardan en secreto por ahora. Ellie lo sabe. Y Selene.

—Oh. —Nate asintió. Después de un momento añadió—:


¿Algo más de lo que quieras hablar?

Adelaide suspiró de nuevo.

—Sí... Puedo escuchar los pensamientos de la gente.

Nate frotó su brazo.

—Dexter me dijo. ¿Fue espantoso?

Adelaide pensó en eso un momento.

—Fue fuerte. Sucedió cuando Selene estaba en medio de


defender su relación con Griffin con el Vyusher. Hubo muchos
gritos. Y de repente todo estaba en mi cabeza.

—¿Puedes escucharme ahora?

Adelaide negó con la cabeza.

—Viene y va. Griffin dijo que haría eso por un tiempo. Ellie
me mostró cómo controlarlo un poco cuando vuelva a
funcionar.

—Bueno. ¿Cómo lo llevas?

Adelaide se pasó la mano por los ojos.


—No lo sé, en realidad. Estoy aterrorizada por Lila. Y no
sabemos por qué este poder surgió repentinamente.

—Escuché que Lila tiene una teoría sobre eso, —dijo Nate.

—Sí. Vamos a hablar con ella mañana.

Adelaide hipó, y luego las lágrimas empezaron en serio.


Ella enterró su cara en el hombro de Nate para que nadie más
en la habitación pudiera ver. Él envolvió sus brazos alrededor
de ella con más fuerza y le acarició el pelo hasta que se calmó.

Cuando finalmente levantó la cara, Nate le dio un beso en


la frente. Debería volver a Talia.

Adelaide se sentó derecha.

—¿Me estás tomando el pelo?

Nate pareció sorprendido.

—Ella me necesita. Pensé que lo habías entendido. Es


aterrador estar sin ningún recuerdo y tan abrumado por las
emociones que puedes sentir de todo el mundo.

Adelaide se levantó y cruzó los brazos sobre su pecho. No


podía creer lo que estaba oyendo.

—Sí. No es broma, Nate. ¿Algo como cuando las voces


repentinamente comenzaron a gritar en mi cabeza?

Los labios de Nate se apretaron cuando él también se puso


de pie.

—Pero tienes a tus padres y Charlotte, Dexter, Griffin y


Ellie... Talia no tiene a nadie. Sólo hablará conmigo.

—Creo que podría esperar sola una noche, —insistió


Adelaide mientras se alejaba de él.
Nate la agarró por el brazo y la hizo girar para mirarlo. La
acusación reflejada en sus oscuros ojos hizo que Adelaide se
detuviera.

—Normalmente no eres tan egoísta. ¿Por qué estás


actuando así? —Dijo.

Las lágrimas brotaron en los ojos de Adelaide.

—Yo diría lo mismo.

Y entonces Adelaide hizo algo que nunca hizo con Nate.


Ella usó su capacidad de ver las relaciones sobre él.

Una oleada de alivio la atravesó. Su vínculo te'sorthene


todavía estaba allí.

También podía ver su vínculo con Talia. Adelaide frunció el


ceño. Nunca había visto una línea de relación como ésta.
Delgada y de un color dorado reluciente. No estaba muy segura
de lo que representaba.

Pero Nate seguía siendo su te'sorthene. Eso no había


cambiado. Y eso era lo que más importaba. Adelaide
rápidamente apagó el poder y decidió dar crédito a Nate. Tal vez
Talia estaba necesitada. Y tal vez sólo soy una persona celosa.
La duda de sí misma se introdujo.

>>Lo siento, —dijo ella—. Confío en que hagas lo mejor. Yo


solo... podría haber usado un poco de tiempo contigo esta
noche. Siento como si no te hubiera visto en años.

Nate le dirigió una sonrisa tímida y se sentó a su lado.

—No, soy yo quien debería estar arrepentido. Has pasado


por tanto en tan sólo unos días. Por supuesto, me quedaré aquí
contigo.
—No, de verdad, —insistió Adelaide—. Estaré bien. Sería
aburrido para ti de todos modos, viéndome trabajar en mi
papel. Sólo tenerte aquí ahora es suficiente.

—Bueno... sólo si estás segura.

Ella le sonrió.

—Estoy segura.

Nate se inclinó sobre ella y le plantó un beso en los labios.


Con una tierna mano secó las lágrimas que quedaban en su
rostro.

—Bueno. Nos vemos luego, nena. Te amo.

—Vuelve.

La sonrisa de Adelaide se desvaneció y vio a Nate salir de


la habitación sin una segunda mirada.
Capítulo 23
Traducido y Corregido por Jesica

M
añana, sol, —Lila sonrió mientras Ramsey
entraba en la cocina.

—¿Cuánto tiempo llevas levantada? —


Preguntó con voz rasposa mientras buscaba
la cafetera.

—Un rato.

Ramsey sólo gruñó.

No había dormido bien toda la noche. No es que ella le


dijera eso. Cada sonido que provenía de su habitación la había
despertado. Había renunciado a las tres de la madrugada y
había bajado a leer una novela.

—Tengo el nuevo Ultrabook que Selene nos dio ya en


funcionamiento con todas las cosas de seguridad adicionales
trabajando. Deberíamos estar bien para nuestra
videoconferencia esta mañana.

Ramsey enterró su cara en su taza de café y asintió.

Lila levantó una ceja. Ella solía ser la gruñona en la


mañana. Ramsey usualmente era su versión de alegre.

>>¿Estás bien? —Preguntó, pero sólo recibió un


encogimiento de hombros como respuesta. No había esperado
nada menos.
En poco tiempo llegó la hora de su llamada.

>>¿Puede vernos? —Preguntó Lila mientras movía la mano


de un lado a otro delante de la cámara.

—Sip. Te tenemos, —dijo Selene con voz fuerte y clara. En


la pantalla, toda la familia apareció en lo que parecía una sala
de conferencias.

Lila vio a su hermana.

—¿Cómo te sientes, Delia?

Adelaide sonrió.

—Mucho mejor ahora. Griffin y Ellie me dieron un curso


acelerado en el control de la telepatía, de modo que sólo oigo
cosas cuando quiero. Todavía viene y va. Aparentemente Griffin
tuvo meses de esas voces en su cabeza antes de que lo
descubriera.

Griffin se encogió de hombros.

—¿Así que tienes una teoría sobre por qué Adelaide ahora
tiene telepatía? —Preguntó Ellie, yendo directamente al grano.

—¡Oh! Sí. Tengo un par de cosas. Por eso... ¿recuerdas


cuando ayudamos a Selene a sanar esa parte marcada dentro
de ella y todos nuestros colores se enredaron?

—Espera, ¿qué? —Preguntó Griffin.

Selene le cogió la mano.

—Debido a todos esos años de represión bajo Gideon, Lila


pudo ver lo que era como una cicatriz en mi alma. Trabajamos
juntas para arreglarlo, pero cuando lo hicimos, todos nuestros
poderes se enredaron. ¿Sabes cómo Ellie y yo vemos colores
para los poderes de las personas? ¿Lo veo cuando estoy
tratando de apagar sus poderes, y ella lo ve cuando ella está
tomando el control de su poder?

—Sí.

—Bueno, todos nuestros colores se retorcieron dentro de


mí.

—Sin embargo, tenemos todo eso desenredado, —dijo Ellie.

Lila se puso de pie y caminó un poco.

—Pero, ¿y si cada una terminó con algo de las demás


dentro de nosotras? Explicaría mi repentino poder sobre los
sueños como Selene. Y la repentina telepatía de Adelaida, como
Ellie. Sólo creo que ella no tiene que recurrir a Griffin por ello.
No estoy segura de cómo funciona.

Todo el mundo estuvo callado por unos momentos, perdido


en sus pensamientos.

—Griffin, ¿has sentido que Adelaide use tu telepatía? —


Preguntó Hugh.

Griffin sacudió la cabeza.

Dexter empujó su rostro frente a la cámara.

—¿Qué te hizo pensar en esto?

—Creo que la razón por la que Selene fue capaz de


sacarme de mi éxtasis fue porque conseguí su control de sueño.
Difícil de explicar, pero creo que fui capaz de ayudar desde el
interior. Un poco, —explicó Lila.

Adelaide rebotó un poco en su asiento.

—¿Cómo de genial sería si todos compartimos las


habilidades del otro?
—Muy bueno si podemos manejar todo ese poder, —Lila
estuvo de acuerdo—. Sin embargo, una cosa todavía me
molesta. Todavía no podemos explicar ese pulso de energía o lo
que sea que salió de mí cuando Maddox me atacó el año
pasado.

—Sí. Ninguno de nosotros tiene algo remotamente como


eso como una habilidad, —dijo Ellie. Ella frunció el ceño,
pensando.

Lila miró a un estoico Ramsey.

—Sucedió otra vez la otra noche, —murmuró.

—¿Qué? ¿Cuándo? ¿Qué pasó? —Preguntó Adelaide.

Lila volvió a mirar a Ramsey, quien alzó las cejas como "tú
lo provocaste".

—Bueno... fue la noche que estuvimos en el bosque.


Estaba... irritada con Ramsey...

—¿Por qué? —Preguntó Ellie.

Lila se encogió de hombros.

—Lo habitual... De todos modos. Quería enviarle un pulso


de tranquilidad, y en su lugar fue un pulso de poder de tipo... —
Le arrugó la nariz.

—¿De qué tipo? —Preguntó Alex.

—Del tipo de haber derribado un árbol, —dijo Ramsey


secamente.

Toda la habitación se echó a reír.

—Realmente me encantaría haber visto su expresión


cuando eso pasó, —Adelaide rió.

Lila sonrió.
—¿Y qué sentiste? —Preguntó Ellie, una vez que todos se
pusieron serios.

—Al igual que la electricidad estática, todo dentro y debajo


de mi piel, que se acumulaba en mi núcleo y luego se alejaba de
mí, —dijo Lila.

—No sé de qué se trata. Porque los poderes se mezclan. —


Ellie miró a Selene—. Ahora solo puedo ver nuestros propios
colores individuales dentro de nuestras luces. ¿Qué pasa
contigo?

Selene frunció el ceño.

—Tendrías que estar usando tus poderes para que yo lo


vea. —Miró a Adelaide que lo obligaba. Selene la observó por un
momento—. ¿Tu luz amarilla está brillando, así que supongo
que estás usando una de tus habilidades originales? —Adelaide
asintió. Y ahora hay rastros de púrpura ahí dentro.

—Traté de añadir la telepatía, —confirmó Adelaide—.


Aunque no muy bien.

—Yo también lo veo, —convino Ellie—. Me pregunto si


todos terminaremos con algo más.

—¿Algún poder complicado al principio con el que


debemos estar en guardia? —Preguntó Lila—. ¿Como las fuertes
voces en nuestras cabezas con la telepatía aparentemente? Mis
habilidades y las de Adelaide eran lo suficientemente sutiles
para que no fueran peligrosas o aterradoras cuando
comenzaron.

Adelaide asintió con la cabeza.

—Cuidado con mí cambio. Si tocas a otro cambiador,


podrías transformarte de repente, —dijo Ellie.
—Todos los míos se me acercaron muy suavemente. Si
obtienes mi habilidad para apagar los poderes de otros, no llega
a un punto peligroso hasta mucho más tarde, —agregó Selene.

—Está bien, así que miramos los poderes del otro. Busque
el cambio y la telepatía. Lo tengo, —dijo Lila.

—Y avisen si sucede, —añadió Ellie. Las chicas


asintieron—. ¿Dijiste que tenías un par de cosas? —Preguntó a
Lila.

—Sí. Así que esto es para Selene principalmente. Se trata


de su hermano.

Selene se inclinó hacia delante.

—¿Acerca de Gideon?

Lila asintió.

—Mientras estaba detenida, aprendí algunas cosas de otro


prisionero que había estado allí bastante tiempo. —Ella
continuó detallando la incapacidad inicial de Gideon para
cambiar y su relación de mentor con Maddox.

Selene tomó un momento para digerir las palabras de


Lila—, nunca supe eso. ¿Estás segura de que es verdad?

Lila se encogió de hombros.

—Un preso anónimo me lo dijo desde el otro lado de una


pared. No tenía acceso a mis poderes. Pero sonaba cierto.

Selene asintió lentamente, sus ojos desenfocados.

—Y esa parte de Maddox... Tal vez estaba tan concentrado


en Gideon que no me di cuenta. Pero nunca vi a Maddox en esa
luz. Era brillante, pero siempre de fondo.
—Eso no es todo, —continuó Lila—. Sabes que Gideon
eventualmente podría convertirse en un lobo. Todos lo vimos.
Selene, ¿te acuerdas cuando entró en esa habilidad?

Selene frunció el ceño pensativa. Esperaron mientras


examinaba los recuerdos.

—Supongo que fue en el mismo momento en que se hizo


cargo. Lo recuerdo de pie en el patio un día cambiando de un
lado a otro y riendo como loco. Mis padres estaban muy
orgullosos.

Lila asintió.

—Mi compañero de celda también dijo que Gideon


encontró una Svatura que podría darle la habilidad de
transformarse en un lobo.

Selene jadeó. Ella se levantó de un salto y empezó a


caminar por la habitación en agitación.

—Rayos, —Ellie murmuró en voz baja—. No es de extrañar


que haya tantos lobos.

Selene se detuvo y giró.

—No lo creo.

—Pero piénsalo, Selene. Tiene sentido, —argumentó Lila.

Selene cerró los ojos y luego reanudó el ritmo.

—Pero nadie ha hablado nunca de ser convertido. ¿No


dirían algo?

—¿Y si no lo recuerdan? —Preguntó Alex en voz baja.

Selene alzó la vista hacia el techo y luego tomó una


decisión.
—Bueno, ahora sé algo que podemos hacer al respecto.
Síganme, —dijo. Y salió por la puerta.

Todos los demás se apresuraron a seguirla.


Capítulo 24
Traducido por Florpincha

Corregido por Jesica

E
spera, —Lila llamó mientras todos se apresuraron a
desaparecer—. ¿Qué pasa con nosotros?

Alex volvió a mirar.

—Llama a mi celular.

Ramsey ya tenía el teléfono encendido y estaba marcando.


Tan pronto como Alex lo recogió, lo puso en el altavoz.

—¿Qué está pasando? —Preguntó Lila.

—No estoy seguro. Continuamos siguiendo a Selene, —


respondió Alex.

Ramsey silenció el teléfono.

—¿Crees que esta cosa del lobo es verdad?

Lila se encogió de hombros.

—Tu conjetura es tan buena como la mía. Pero creo que


Ellie tiene razón.

—¿Acerca de?

Lila se recostó en su silla.

—Piénsalo. No hay manera de que pueda haber muchos


cambiaformas de lobo naturalmente. ¿Alguna vez has visto más
de un puñado de otros cambiadores del mismo tipo juntos?
¿Especialmente los que no siempre están conectados por una
relación de sangre de algún tipo?

Ramsey frunció el ceño.

—No.

—Está bien, vamos a bajar algunos niveles ahora, —dijo


Alex—. En realidad, permíteme cambiarlo a una
videoconferencia. —Colgó. Unos momentos después, el teléfono
de Ramsey hizo un ping con una petición. Hizo clic en "aceptar",
y el rostro de Alex apareció en la pantalla pequeña.

—¿Dónde estás? —Preguntó Ramsey.

Alex giró el teléfono para que pudieran ver. Estaban


caminando en un largo tramo de pasillo que no tenía
ventanas... sólo puerta tras puerta.

—Estamos abajo de unos cuantos niveles ahora. Nunca he


estado en esta parte del castillo.

Después de varios minutos más de verlos caminar por los


pasillos que se volvieron más y más desprovistos de otras
personas, el grupo dejó de caminar. Lila pudo ver a Selene
hablando con dos hombres de pie a ambos lados de una puerta.

Uno de los hombres se volvió y Lila oyó el chasquido de la


cerradura, seguido por el sonido de una puerta pesada que
crujía.

—Zara, —murmuró Alex en el teléfono justo antes de que


la te’sorthene Maddox apareciera a su vista. El año anterior,
cuando habían capturado a Zara, la habían entregado al
Consejo Vyusher. Oren había encarcelado al cambiaforma del
lobo blanco y aún estaba en el castillo. Lila se sorprendió de que
Maddox no hubiera venido a buscarla todavía, sobre todo
porque no había intentado rescatar a Zara durante su ataque al
castillo.

Lila se movió para sentarse junto a Ramsey en la mesa de


la cocina para que pudieran ver la pequeña pantalla juntos más
fácilmente. Podían ver a Zara sentada en la cama. La chica los
miró a todos con odio en los ojos y un ceño fruncido en los
labios.

—¿A qué debo el honor? —Preguntó Zara.

Selene cruzó las manos tranquilamente frente a ella.

—Tengo algunas preguntas para ti.

—No tendrás ninguna respuesta, —refunfuñó Zara.

—No necesito tu cooperación para esto, Zara, —dijo


Selene. Lila se estremeció ante su fría sonrisa.

Selene se volvió hacia Alex.

—¿Es que Lila está mirando?

—Sí.

Selene miró al teléfono.

—Dime si algo que se dice aquí es una mentira, —dijo.

Lila frunció el ceño.

—Nunca lo he hecho por vídeo antes, pero lo intentaré.

Ellie tomó la mano de Griffin y se adelantó. Lila se dio


cuenta de que la telepatía de Griffin finalmente le permitiría
controlar los pensamientos de los demás. Pero no podía hacer
eso todavía. El regalo de Ellie para acceder a todo el potencial
de los poderes de cualquier persona a través del tacto
significaba que podía. Habían intentado hacer esto en Zara
antes de pensar en el siguiente movimiento de Maddox. Pero
aparentemente, Maddox había guardado muchos secretos de la
mujer que supuestamente amaba.

Zara observó cautelosamente dos veces.

—¿Hay un fabricante de morfología de lobo? —Preguntó


Selene.

Zara sólo miró. Como si hubiera contestado... Su oración


fue cortada y su rostro adquirió una apariencia de trance.

—Sí. Ha hecho muchos de los lobos en esta manada, —ella


contestó en un tono monótono.

Lila vio un aura dorada de luz que rodeaba a Zara


mientras hablaba, una indicación de la verdad. Cuando Lila era
una niña pequeña y había empezado a ver este efecto, pensó
que estaba viendo ángeles. Ella no sabía que ese resplandor era
uno de sus poderes.

—Es la verdad, —confirmó.

—¿El hechicero le dio a mi hermano su habilidad para


morir? —Continuó Selene.

—Sí.

—¿Dónde está ahora el lobo?

Zara parpadeó en cámara lenta.

—No lo sé. Karin es una prisionera. No sé dónde la tiene


Maddox.

Lila se puso rígida. Había sospechado que su amigo


informativo en la prisión podría haber sido una mujer.

—¿Maddox ha sido mentor de mi hermano? —Preguntó


Selene.

—Mentor. Manejador. Manipulador.


—¿Qué quieres decir?

—Maddox guió a Gideon por la nariz. Le dijo a quién odiar,


a quién matar, a quién pelear, a dónde y cuándo. Se llevó a su
familia. —Zara asintió a Ellie y a Griffin—. Una especie de
venganza, aunque nunca habló de eso. Y creo que Gideon
estaba feliz de cumplir ese plan en particular.

—¿Por qué?

—Su familia, William y Aubrey, él es quien le dijo al Rey y


a la Reina que su precioso hijo nunca se moriría.
Aparentemente Selene heredó todos los regalos.

—No todos, —murmuró Selene.

—El único que cuenta para el Vyusher, —respondió Zara.

—¿Por qué eso marcaría la diferencia? —Preguntó Lila.

—No seguimos a los no lobos, —dijo Zara. Lila tenía la


sensación de que si la otra chica no hubiera estado en trance,
habría puesto los ojos en blanco ante la respuesta obvia.

Selene miró alrededor de la habitación.

—Lo explicaré después, —murmuró—. ¿Maddox


controlaba a mi hermano?

Zara sonrió.

—No de la manera en que piensas. Maddox no tiene


ningún tipo de poder especial como ese. Él es muy, muy bueno
para conseguir su camino.

—Si ese es el caso, ¿por qué se molestaría con Gideon?


¿Por qué no tomar la corona?

—Tendrás que preguntarle a Maddox.

—¿Hay algo más que deba saber sobre Maddox y Gideon?


—Ambos creían que sólo los metamorfos de lobo eran
aptos para vivir. Querían exterminar a todos los demás Svatura.
Aunque a algunos se les dio la opción de convertirlos en lobos.

Selene palideció con los ojos llenos de horror.

—¿Y cómo se les da la opción? —Preguntó Ellie cuando


pareció que Selene estaba demasiado sorprendida como para
hablar.

—Sólo se les preguntó a aquellos que tenían otro poder


digno de ser agregado al paquete de Vyusher. Tuvieron que ser
voluntarios, —respondió Zara.

Un recuerdo le golpeó a Lila... uno de Maddox ofreciéndole


un lugar en sus filas si se ofrecía para la transformación. Debe
haber estado hablando de convertirla en un lobo.

—¿Por qué? —Preguntó Lila.

—El cambio altera el código genético de una persona.


Incluso cuando están dispuestos, todavía puede matarlos. Pero
si se hace contra su voluntad, por la razón que sea,
definitivamente los mata, —explicó Zara.

—Es suficiente, —susurró Selene.

Tomando su señal, Ellie y Griffin liberaron a Zara de su


trance. Todos salieron de su habitación, encerrándola detrás de
ellos.

—Llamaremos al ordenador portátil cuando volvamos a


subir, —dijo Alex.

Ramsey hizo clic en el botón para finalizar la llamada, y


esperaron en silencio hasta que el ordenador les hizo ping. Una
vez que se estableció la videoconferencia, nadie dijo nada por un
minuto.
—Tendrás que decírselo al Consejo Superior, —le aconsejó
Alex a Selene.

Selene asintió y miró por la ventana.

—Lo sé. —Ella cerró los ojos y gimió—. Oh Dios mío.


¿Cómo pude haber sido tan ciega? No es de extrañar que haya
sido capaz de construir su nuevo ejército tan rápido. No tenía
muchos lobos para empezar.

—Es una apuesta segura que la mayoría de la tribu de


Marcus ya esté muerta o hecha lobos para ahora, —dijo Lila.

—No necesariamente, —expresó Griffin. Miró a Selene


como si estuviera evaluando su reacción—. He tomado un
recuerdo de Zara. Parece que Maddox y Gideon mantuvieron
indefinidamente a las personas que rechazaron su oferta en esa
quietud en lugar de matarlas. Querían que el poder de esa
persona estuviera bajo su control y estuvieran dispuestas a
esperar para conseguirlo.

—¿Alguien quiere ir por favor ir a por Marcus? —Indicó


Lila—. Él necesita oír esto también.

Después de que todos regresaron a la sala de conferencias,


encontraron a Marcus y lo pusieron al corriente.

Marcus cerró el puño contra la mesa.

—¡Maldita sea!

—¿Qué vas a hacer? —Le preguntó Lila.

—Voy a encontrar a mis hombres de la tribu, y luego


vamos a arrancar el corazón de ese bastardo, —apretó los
dientes.

—Bueno. Voy a ir contigo, —expresó Lila.


Eso le llamó la atención... y a los demás. Miró
directamente al monitor.

—No, no lo harás.

—Sí lo haré.

—No. No lo harás, —sonó la voz de Ramsey detrás de ella.

Lila lo miró por encima del hombro—. Te quedas fuera de


esto.

Se volvió hacia la computadora. El rostro de Marcus se


suavizó un poco.

—Sé por qué quieres ayudar, Lila. Pero puedes ponerme en


más peligro si estás conmigo. —Lila se mordió el labio—. Es mi
culpa que fueran capturados.

>>No es culpa de nadie excepto de Maddox, —insistió


Marcus—. Te mantendré al tanto, pequeña. Pero tienes que
permanecer oculta. Mantenerte a salvo.

Lila se dejó caer en el asiento, completamente desinflada.

—¿Preguntarás si necesitas ayuda?

—Sí. —Él le dio lo que una sonrisa tranquilizadora.

Marcus salió de la habitación, y el intestino de Lila se


tensó. Tenía la extraña sensación de que algo horrible le iba a
pasar a su amigo. Pero, por supuesto, eso era tonta. No tenía la
capacidad de premonición de su madre.

Pero aún…

Terminaron la llamada muy rápidamente después de eso.


En realidad no había mucho más que decir. Ramsey observó
cómo Lila apagaba la computadora y giraba en la silla, su mente
a kilómetros de distancia.
Mirando hacia arriba, captó la mirada especulativa de
Ramsey.

—¿Qué?

Sacudió la cabeza y entró en la cocina.

—Nada.

—Esa no era una mirada de "nada", —dijo Lila mientras lo


seguía.

—No te preocupes por eso, Lily.

Ramsey se ocupó abriendo algunos gabinetes mientras


ignoraba el agujero que estaba tratando de quemar en su
espalda con su mirada fija. Se había estado preguntando sobre
su relación con el líder de la tribu de Luisiana. Parecían muy
cercanos. Pero no necesitaba saber que eso era lo que había
estado pensando.

—Despensa bastante desnuda, sólo lo básico. Parece que


tenemos que ir a comprar algo de comida. ¿Te apetece viajar a
la ciudad?

Una larga pausa siguió su pregunta.

—Sí, —Lila finalmente respondió—. Voy a buscar algo de


dinero. Mamá envió un trozo de libras esterlinas conmigo.

Ramsey sonrió para sus adentros. Siempre había podido


esperarla. Todavía no había respondido a una pregunta de Lila
que no quería responder. La sonrisa cayó de su boca. Si ayer
por la noche era algo por lo que pasar, iban a necesitar algunas
actividades para ocupar su tiempo. Se frotó los ojos y ahogó un
bostezo. No había dormido un guiño, sino que había luchado
con el deseo... la necesidad... de ir a Lila, toda la noche.
Antes, cuando había pensado que pondría en peligro su
vida, había tenido la fuerza de voluntad para resistirse a actuar
sobre sus sentimientos, para protegerla. Pero ahora... ahora
tenía control. Y cuando no lo hizo, lo hizo con su capacidad
curativa emocional. Esa razón para permanecer lejos ya no se
aplica. Excepto ahora que Lila había cambiado. Ella lo sostuvo a
una distancia que no había hecho antes. Tal vez incluso se
había enamorado de ese tipo Marcus. Pero Ramsey no se
rendía. Todos aquellos días en el bosque en busca de ella
cuando había desaparecido, había aprendido que necesitaba a
Lila en su vida. Ella era lo más importante en el mundo para él,
y él lucharía por ellos, incluso si ella se hubiera rendido.

—Todo bien. Estoy lista, —dijo Lila mientras bajaba la


estrecha escalera—. ¿Hay un coche?

Ramsey agarró un juego de llaves colgando de un gancho


en la pared y lo sacudió. Vamos a averiguarlo.
Capítulo 25
Traducido y Corregido por Jesica

L
os ojos de Lila se iluminaron cuando entraron en la
ciudad de Keswick y aparcaron el coche. La ciudad
era un lugar encantador situado en las orillas de
Derwentwater en Lake District en Inglaterra. Las vistas eran
impresionantes y la ciudad encantadora. Tenía la sensación de
un pequeño pueblo inglés, pero todavía era lo suficientemente
grande, y lo suficientemente turística, para que los extraños se
mezclen fácilmente.

—Vamos a explorar un poco primero, —sugirió Lila.

Le lanzó una mirada de soslayo, pero no dijo "no", así que


Lila tomó eso como "sí". Primero se dirigieron al lago cerca del
embarcadero. Al ver una señal, caminaron hacia Friar’s Crag y
disfrutaron de las vistas espectaculares del lago. Luego se
metieron en el corazón de Keswick, donde el mercado se
centraba en Moot Hall, y exploró todas las pequeñas tiendas y
vendedores a lo largo de la calle.

Finalmente, Lila, con una sonrisa pícara en los labios,


intentó arrastrar a Ramsey a un salón de té.

Ramsey se resistió.

—¿Té? ¿En serio? —Miró al acogedor restaurante con una


mueca escéptica.
—¿Por favor? Siempre he querido probar un té tradicional
inglés. Ya sabes... scones, y crema coagulada, y pequeños
sandwiches de pepino, y...

—¿Té?

Lila entrecerró los ojos.

—¿Eso fue un sarcasmo?

—No, señora. No me atrevería. —Ramsey volvió a mirar a


su alrededor y luego lanzó un suspiro—. ¿No bebiste té cuando
vivías en Europa antes?

Lila sacudió la cabeza.

—Esa era Francia. La comida es muy diferente en Francia,


especialmente hace más de cien años. —Bateo las pestañas
hacia él—. ¿Por favor con azúcar encima? He estado atrapado
en un agujero en el suelo comiendo sólo gachas por casi dos
meses.

—Ah bien. Terminemos con esto. Pero te ríes, y me voy de


aquí.

—No señor. No me atrevería. —Ella sonrió.

Una vez que terminaron el té e hicieron algunas compras


de comestibles, Ramsey los llevó a casa a su casita al otro lado
del lago. Tuvieron que hacer varios viajes desde el coche hasta
la casa para traer todo su botín, y cada vez que Lila se quitaba
el pelo de los ojos o le sonreía, el pulso de Ramsey se aceleraba.
¿Cómo infiernos iba a pasar toda la noche sin saltar sobre ella?

Realmente había disfrutado estas últimas horas con Lila.


Habían vuelto a caer en la fácil camaradería de sus primeros
días juntos... casi como si las paredes que habían colocado
entre ellos hubieran caído, aunque sólo fuera por un tiempo.
Pero otras veces, la cautela volvía a llenar sus ojos y sus
paredes volvían a subir. Y lo que realmente lo mató fue que él
sabía que todo era culpa suya. La había empujado durante
demasiado tiempo. Le hizo creer que no le importaba. ¿Qué
esperaba?

Volverla a conquistar, una parte de él argumentó. Romper


las paredes y luego ver si ella es realmente tan cerrada para ti
como parece.

—Te dije que teníamos demasiado, —dijo Lila desde la


cocina, interrumpiendo sus pensamientos.

—¿Qué? ¿No entrará?

—No sin un poco de creatividad, será como hacer un


rompecabezas cada vez que necesitamos sacar algo.

—Yo me encargaré de eso, —dijo Ramsey mientras entraba


en la cocina—. ¿Por qué no pones una película?

—Claro. ¿Quieres cocinar esta noche o quieres que lo


haga?

—Mi turno, sé que quieres cavar en algunos de esos libros


que compraste.

Lila arrugó la nariz.

—¿Soy tan obvia?

—Sólo para aquellos que te aman, —dijo. Casi se echó a


reír cuando sus ojos se abrieron y luego los estrechó con recelo.
Ramsey le dio la espalda y empezó a meter cosas en la nevera.
Así es, Lily. No voy a renunciar a ti, y no voy a retroceder esta
vez.
Seguía guardando sus comestibles, consciente de que Lila
lo observaba. Después de un momento de silencio, se volvió y
salió de la habitación. Ramsey soltó una exhalación que no se
había dado cuenta de que había estado sujetando. Hace años,
Lila le habría pedido explicaciones por esa declaración. Una
parte de él había esperado que lo hiciera esta vez.

Una vez que terminó de organizarse, Ramsey se ocupó en


hacer uno de los únicos platos que sabía, espagueti con salsa
de carne, y mentalmente formuló su plan de ataque contra las
defensas mentales de Lila.

Unas horas más tarde, después de haber preparado y


comido la cena y lavado todos los platos, Ramsey y Lila se
acomodaron en el sofá de la sala. North by Northwest era una de
las películas favoritas de Ramsey, y por lo general mantenía su
atención. No te puedes equivocar con Hitchcock y Cary Grant.
Pero esta noche, mientras estaban allí sentados en la oscuridad,
lo único que podía pensar era en la chica que estaba a su lado.
Ella era hermosa incluso en la luz parpadeante de la televisión.

El sofá se parecía más a un canapé, y Lila había intentado


mantenerse de su lado, sin tocar. Ramsey había fingido
relajarse y dejar que su cuerpo se asentara en el medio. Él se
había presionado contra ella, hombro a muslo. Lila casi se
había puesto en pie con agitación, pero se había quedado
sentada, aplastada tanto como pudo. Seguramente estaba
acalambrada y se mantenía en esa posición incómoda. Ramsey
pasó el brazo por la espalda.

Ella le había mirado furiosa.

—¿Qué estás haciendo?

Alzó las cejas.


—Conseguir estar cómodo. Esto no es exactamente una
habitación. ¿Te estoy aplastando?

Lila se inclinó y vio que él todavía estaba tocando el otro


lado. Con un poco de disgusto, dijo—: No. Estoy bien.

Ocultando una sonrisa, Ramsey volvió su atención a la


pantalla. Por el rabillo del ojo, observaba cada respiración que
hacía, cada reacción a las escenas en la pantalla, cada pequeño
cambio. Se deleitó con la sensación de su delgado cuerpo
presionado a lo largo de su costado. Sin embargo, mientras él
había logrado su plan para hacerla poner incómoda, él no había
apostado por el hecho de que él mismo se sintiera bastante
incómodo. Nunca se había dejado acercarse físicamente a ella, y
ahora su cuerpo reaccionaba con fuerza. Ramsey se movió un
poco, tratando de aliviar algo de su tensión.

Finalmente, alrededor de la mitad de la película, no podía


aguantar más.

—Creo que me voy a la cama, —dijo con brusquedad. Se


puso de pie y comenzó a dirigirse a las escaleras.

—Nunca te acuestas tan temprano, —comentó Lila.

Ramsey hizo una pausa y apoyó la mano en la barandilla.

—Debe ser el desfase horario.

Lila le dirigió una mirada confundida antes de devolver


toda su atención a la película.

—Muy bien, buenas noches.

Sintiéndose desinflado, Ramsey se volvió y subió las


escaleras.

…Sigue intentándolo. Le tomó sesenta años construir sus


paredes. No las romperás de la noche a la mañana.
Una semana después, Ramsey despertó con el olor del café
recién hecho. Él pasó una mano por su rostro ojeroso,
complacido consigo mismo por pasar una noche más. Eso fue
ocho noches más de lo que había imaginado que podría
sobrevivir. Y todavía no estaba más lejos con Lila. Pero la
terquedad era tanto una parte de su naturaleza como la suya. Y
Lila era demasiado importante para que renunciara. Él ganaría
su confianza y afecto otra vez. Sólo tenía que averiguar cómo.

Después de que él tomó una ducha rápida y se vistió, él


hizo su camino abajo para encontrar a Lila en la tabla de la
cocina que cavaba en un plato de huevos revueltos esponjosos.
Ella asintió con la cabeza en la sartén de la estufa.

—Sírvete tu mismo.

—Está bien, ¿tenemos tocino para acompañarlos?

—No he fritado nada, pero hay algo en la nevera.

—No, está bien, —dijo. Recogió unos huevos en un plato y


luego se sentó en la mesa a su lado.

—Has estado terriblemente malhumorado por las


mañanas. ¿Algo malo? —Preguntó Lila entre mordidas.

Ramsey sólo gruñó en respuesta, y Lila se encogió de


hombros y siguió comiendo su desayuno. Después de que
despejaron la mesa, ella desapareció arriba. Ramsey se
aprovechó de su ausencia para saltar al ordenador y hacer
algunas búsquedas. Una idea se había estado arremolinando en
su cabeza desde que encontró a Lila en la mazmorra.

En el norte de California, donde Ramsey había encontrado


a Lila, Maddox había aprovechado las formaciones de cuevas
naturales para iniciar su red de prisiones y edificios
subterráneos. Ahora que la instalación había sido descubierta,
Ramsey supuso que Maddox había trasladado a su gente a un
lugar similar en algún otro lugar del mundo. Había estado
investigando qué áreas, particularmente en Norteamérica,
podrían tener una geografía comparable.

—Voy a hacer una caminata, —le anunció Lila,


interrumpiendo su búsqueda.

Ramsey levantó la vista de la pantalla y frunció el ceño.

—Dame un segundo y yo iré contigo.

—No es necesario.

—No me importaría caminar, —insistió—, además, no


debes salir sola, ¿y si Maddox te secuestra de nuevo?

Lila rodó los ojos y suspiró. Por mucho que quisiera


rebelarse contra tener una sombra constante, especialmente si
esa sombra era Ramsey, sabía que tenía razón. Siempre había
dicho que los personajes de los libros o películas que estaban en
peligro, pero luego procedían a vagar y quedar atrapados de
todos modos, eran totalmente idiotas. Sabía que no sería esa
chica si pudiera ayudarla.

—¿Estás seguro de que estás interesado en una caminata?


—Ella preguntó.

—Por supuesto. —Mantuvo su expresión cuidadosamente


neutra—. Yo también me estoy volviendo loco, ¿sabes?

—Bien, te veré afuera cuando estés listo.


Alrededor de cinco minutos más tarde, Ramsey apareció en
el patio delantero donde Lila estaba esperando. El día estaba
nublado y un poco de frío. Ella se veía adorable en su parka
roja, con un casquillo que se adaptaba hacia abajo sobre su
cabello rubio.

—Listo para ir, ¿cuál es tu plan?

—No hay plan, pensé que sólo íbamos donde el viento nos
lleve. —Lila hizo un gesto hacia las colinas circundantes.

—Estoy en juego, —dijo Ramsey—. Conducir en McDuff.


Capítulo 26
Traducido y Corregido por Jesica

C
aminaron en silencio cómodo por un buen camino
sin ton ni son para sus vagabundeos, recurriendo
por carriles dondequiera que sus caprichos los
llevaran. Incluso con los cielos grises, el paisaje era realmente
espectacular. No es de extrañar que tantos artistas y escritores
hayan sido atraídos a esta zona de Inglaterra durante tantos
años. Las vistas eran nada menos que inspiradoras.

—Es tan hermoso aquí, —murmuró Lila—. Tan diferente


de lo que he estado mirando el año pasado o así.

—¿Sí? —Preguntó Ramsey—. No hemos hablado mucho de


tu tiempo libre. Dime lo que estabas haciendo.

Lila le dirigió una mirada de soslayo.

—¿De verdad quieres saber?

—Por supuesto.

—Bueno... —Lila hizo una pausa y recogió sus


pensamientos. Ramsey dio una patada a una roca en el camino
mientras esperaba a que ella hablara—. Primero fuimos a
Louisiana, —comenzó—. Marcus quería actualizar a todo el clan
sobre todo lo que había sucedido en el castillo.

Ramsey asintió con la cabeza.

—Pasamos bastante tiempo allí inicialmente. Sabes cuánto


me encanta conocer gente nueva. —Lila puso los ojos en blanco.
Ramsey rió entre dientes. Mientras Lila no era tímida
necesariamente, le tomaba un tiempo para entrar en calor la
gente. De hecho, Ramsey todavía no estaba seguro de por qué
parecía tener un gusto instantáneo por él cuando se conocieron.

—Ellos tienen un grupo muy grande, por extraño que


pueda parecer, viven en el pantano, me refiero a la mitad.

—¿Como fue eso?

—Mojado, —dijo Lila con una voz tan seca que Ramsey rió
en voz alta. Ella arrugó la nariz—. Seriamente. Louisiana es
húmeda para empezar. Pero vete a vivir en medio del pantano,
y... bueno... imagina el cuadro.

—Puedo imaginarlo.

—Diré que hay árboles increíbles en el pantano. Marcus


dijo que eran cipreses, altos y gruesos, pero lo asombroso eran
sus raíces... salían del agua, casi como si pudieras ver el fondo
del árbol con la suciedad eliminada. Se dispersaban en estas
intrincadas formas, como dedos que se extendían por las
charcas de agua de pantano.

—Los he visto en imágenes, —dijo Ramsey—. Pero nunca


en persona, parecen realmente interesantes.

Lila asintió.

—Y el musgo español que cuelga de los árboles en grandes


cortinas de color verde grisáceo, en realidad es un poco
espeluznante.

—¿Y los caimanes? —Preguntó Ramsey.

Lila se echó a reír. Uno de los hombres de Marcus puede


cambiar a caimán. Es masivo en esa forma. Ninguno de los
otros verdaderos cocodrilos se acercan a nuestro campamento.
Aparentemente son territoriales. Aunque una pequeña hembra
se pega. Creo que ella espera que Beau haga de ella un caimán
honrado.

Ramsey sonrió, aunque notó la declaración de "nuestro


campamento". Lila obviamente se había hecho muy apegada a
sus nuevos amigos. La pregunta era, ¿cómo de apegada?
Especialmente a Marcus.

—¿A dónde has ido después de Louisiana? —Preguntó.

—Primero viajamos por los Estados Unidos, empezando


por el Sur, dirigiéndonos hacia el norte y luego hacia el oeste
desde allí. No tenemos a un seguidor que sea aficionado a
Sheila, pero a través de rumores y algo de suerte pudimos
encontrarnos con un par de diferentes clanes de Svatura, les
contábamos todo lo que Ellie le había mostrado a Marcus, y
compartimos con ellos mi propia historia con el Vyusher y con
Selene.

—¿Te creyeron? —Preguntó Ramsey.

Lila se encogió de hombros.

—La mayoría de las veces, un par de grupos exigieron un


poco de convencimiento, casi ninguno de ellos quería unirse a
nosotros ni participar de ninguna manera, pero al menos no se
opondrán a nosotros.

—Así que suena como si tuviste éxito, —dijo Ramsey.

—En los estados que estuvimos, en su mayor parte, pero


una vez que empezamos a viajar más al sur, tuvimos un tiempo
más difícil.

Ramsey se agachó, recogió una piedra y la arrojó por una


pendiente.

—¿Dónde estabas cuando te capturaron? —Lila no


respondió de inmediato. Ella dejó de caminar, y Ramsey siguió
su ejemplo. Miraron en las colinas, algunos puntos que llegaban
a las montañas, con zarcillos de niebla que se curvaban
alrededor de todo. Abajo, en el valle, el azul del lago no podía
ser eclipsado ni por el cielo sombrío. Todo era exuberantemente
verde, con las sombras más oscuras de los árboles que parecían
sombras profundas contra la esmeralda más clara de la hierba.
Lila podía imaginarse hundirse en el suave y acogedor jardín.

—En ninguna parte como este lugar, —ella finalmente


murmuró—. Estábamos en São Paulo, Brasil, y tuvimos nuestro
primer encuentro con la gran tribu brasileña que Maddox ya
había alcanzado.

Ramsey captó la amargura en la voz de Lila.

—¿Crees que la reunión no salió bien?

—Podrías decirlo. —Lila sacudió la cabeza ante el


recuerdo—. Tan pronto como se dieron cuenta de que
encontrábamos con el Vyusher, hicieron que su
teletransportador nos recogiera y nos dejara en el medio de la
ciudad.

—Hmmmm... Apuesto a que fue frustrante.

Lila sólo respondió con un lento movimiento de cabeza.

—¿Cómo era São Paulo? Siempre he querido visitarlo,


especialmente en el Carnaval.

Los ojos de Lila centellearon.

—Es una ciudad increíble, llena de color, sonido y vida en


muchas formas diferentes, Marcus dijo que ha estado allí en
medio del Carnaval, dijo que es como el Mardi Gras, pero en un
nivel completamente diferente.

—Tendremos que ir en algún momento, —murmuró


Ramsey.
Ella le dirigió una mirada recatada.

—Pienso que eso sería divertido.

—Tú y Marcus parecen haberse acercado.

Lila guardó silencio por un momento.

—Me recuerda mucho a Alex y me dijo una vez que había


tenido una hermana pequeña como yo, que murió hace mucho
tiempo.

Ramsey no estaba seguro de qué pensar sobre eso. ¿Le


estaba diciendo que Marcus era como un hermano mayor? Dios,
lo esperaba. La idea de que ella estuviera tan cerca de otro
hombre le hacía sentirse mal al estómago.

—¿Y qué me dices de ti? —Preguntó Lila.

—¿Qué hay de mí?

—¿En qué te has metido mientras yo estaba fuera?

—Tengo mucho trabajo escolar hecho, —dijo Ramsey.


Apenas conservó la nota torcida de su voz. No había nada más
que hacer.

—¿Has elegido una especialidad?

Estaba a punto de responder cuando algo aterrizó en la


parte superior de su cabeza. Miró hacia arriba, por si acaso
había sido un pájaro volando por encima de él. No había
ninguno en el cielo, pero sí sintió que otra gota de agua
salpicaba su rostro.

—Ummm... ¿Lila?

—¿Qué? —Ella lo miró directamente a los ojos, y Ramsey


olvidó por un momento lo que iba a decir. Tenía un impulso
incontrolable de meter un mechón de pelo detrás de su oreja.
Se dio un pequeño movimiento mental.

—¿Has traído un paraguas en este pequeño paseo? —


Preguntó. Tenían que estar por lo menos a tres o cuatro millas
de su casa en este punto, y no habían visto ninguna otra casa
en su camino hasta ahora.

Lila hizo una mueca.

—No lo pensé, debería haberlo... es Inglaterra. —Miró las


nubes que oscurecían—. Supongo que deberíamos regresar a
casa.

Se volvieron y empezaron a caminar de regreso a un ritmo


ligeramente más rápido. Otras gotas de lluvia salpicaron.
Grandes gruesas.

—Creo que estamos a punto de mojarnos, —murmuró


Ramsey.

Justo cuando dijo eso, el cielo liberó su diluvio. Ramsey y


Lila despegaron corriendo. La lluvia fría era como pequeñas
agujas que golpeaban su piel. Ramsey oyó a Lila reír a su lado.

—¿De qué demonios te estás riendo? —Gritó mientras


corrían.

Ella solo se rió de nuevo, y Ramsey vio un júbilo infantil en


su cara. A pesar del frío, su goce del repentino aguacero era
contagioso. Ramsey empezó a reírse cuando algo duro le golpeó
en la cabeza.

—¡Ay!

—¡Qué... ay! —Exclamó Lila, mirándose el uno al otro.

—Granizo, —dijo Ramsey. Lila gimió y corrieron más


rápido.

Entonces las bolas de hielo comenzaron a bajar en serio.


—¡Tenemos que encontrar refugio! —Lila gritó. Mientras
corrían, vigilaban un lugar donde podían esconderse del clima.
Finalmente, Ramsey vio una roca al lado de un grupo de
árboles.

—¡Por ahí!

Una vez que estaban a salvo de la padreada de hielo,


prácticamente cayeron, agarrándose el estómago mientras
trataban de recuperar el aliento. Ramsey escuchó un gruñido y
miró a Lila con la mano apretada sobre su boca, sus ojos
bailando con alegría. Trató de retenerlo, pero la hilaridad brotó
de ella. Después de un momento de silencio incrédulo, Ramsey
sintió que su propia risa se elevaba dentro de él. Comenzó como
una risa seca, y luego descubrió que una vez que había
empezado, no podía parar. Juntos rieron hasta que le dolieron
los costados. Se sentía bien reír juntos así.

Sin pensarlo, Ramsey extendió la mano y metió el mechón


de Lila tras su oreja.

—¿Quién pasea por Inglaterra sin un paraguas? —Él le


sonrió.

Y así, estaban en los brazos del otro. Sus bocas se


buscaban con una especie de embriagadora desesperación. No
se trataba de una unión tensa, sino de una necesidad feroz que
los obligaba a aferrarse unos a otros. Como si quisiera hundirse
en su piel, Lila abrió los botones de su camisa y extendió sus
dedos sobre los tensos músculos de su estómago. Su tacto no
era tímido ni cauteloso, sino audaz y hambriento.

Ramsey gimió contra sus labios. Sabía que podía sentir lo


excitado que estaba. Se apartó y enmarcó la cara con las
manos.

—Te deseo, —dijo, con una voz cargada de deseo.


Un destello de duda iluminó sus ojos. Antes de que
pudiera responder, la besaba de nuevo.

Un momento después, Lila retrocedió un poco, pasión en


sus ojos.

—¿Qué deseas?

—Te deseo... en mis brazos, en mi cama, en mi… —


Ramsey había estado a punto de decir 'en su vida' cuando ella
lo cortó.

—No creo... —Lila frunció el ceño.

—Piensas demasiado, —murmuró. Esta vez le dio un dulce


beso en los labios. Llevó la boca a su oreja—. Vamos a casa y
nos prendamos fuego, —susurró antes de morder su lóbulo.

Lila se estremeció y pudo sentir el deseo moviéndose a


través de ella. Ramsey retrocedió lo suficiente para mirarla a los
ojos.

Lila tragó saliva. Y luego asintió.

—Llévame a casa.
Capítulo 27
Traducido y Corregido por Jesica

R
amsey y Lila cayeron a través de la puerta en su
prisa. Pero en el segundo en que estaban dentro,
Lila dejó escapar un jadeo horrorizado e
instintivamente se movió en una actitud defensiva. Ramsey
saltó delante de ella, listo para lanzar la bola de fuego ya
formada en su mano.

—¡Muéstrate! —Exigió Lila.

—No dispares, —dijo una tímida voz desde la dirección de


la cocina.

Inmediatamente, Lila se levantó y las llamas de Ramsey


cedieron.

—¿Delia? —Preguntó Lila.

—¿Es seguro salir? —Preguntó Adelaide.

—Sí, ven, —dijo Ramsey.

Lila corrió hacia su hermana y le dio un abrazo gigante.

—No me malinterpretes, estoy encantada de verte... pero


¿qué estás haciendo aquí?

Adelaide la miró con una combinación de desesperación y


tristeza.
—Necesitamos hablar... Necesito hablar, necesito tu
consejo.

Lila nunca había visto a Adelaida tan agotada. Las


emociones de su hermana normalmente serenas estaban
claramente en todo el lugar.

—Por supuesto, siempre estoy aquí para ti. —Lila le dio a


Ramsey una mirada significativa, y él asintió con la cabeza.

—Las dejaré solas chicas, —dijo y se dirigió arriba.

Lila agarró a Adelaide de la mano y la llevó al sofá.

—Bueno, Delia, habla conmigo, —dijo una vez que estaban


instaladas.

Adelaide estuvo callada por un rato. Abrió la boca un par


de veces como si quisiera decir algo, pero no pudo sacar las
palabras. Lila esperó pacientemente, tratando de no presionar a
su hermana para que hablara antes de que estuviera lista.

—Estoy realmente preocupada de que estoy perdiendo a


Nate, —dijo finalmente Adelaide.

Lila se recostó, con conmoción en la cara. Lo que hubiera


pensado que Adelaide diría, no había sido eso.

—Está bien, —dijo ella con la apenas voz que pudo


reunir—. Dime por qué.

La expresión de alivio y agradecimiento pasó por encima


del rostro de Adelaida.

—Ya sabía que no me juzgarías ni harías desaparecer mis


miedos.

—Nunca has sido de las que se preocupa sin causa, así


que, por supuesto, te voy a tomar en serio. —Ella extendió la
mano y le dio un apretón a la mano de Adelaide.
—Creo que empezó cuando Talia despertó, —comenzó
Adelaide—. La única persona a la que permite acercarse a ella
es a Nate, y a veces Griffin.

—¿Y esto te molesta? —Preguntó Lila.

Adelaide negó con la cabeza.

—En realidad no, estaba feliz de que Nate pudiera ayudar,


pero luego empezó... actuando de manera extraña, al principio
era algo pequeño, se perdería la cena, o se perdería un día de
clase...

Lila podía sentir las ondas de desesperación que


emanaban de su hermana. Miró hacia abajo y notó que las
manos de Adelaide temblaban, y el estómago de Lila se apretó.

—Él simplemente no está... ahí para mí más, él


simplemente no está allí. —Adelaide terminó. Miró a Lila—.
¿Sabes lo que quiero decir?

—Creo que estoy captando la idea, como si no estuviera


cerca cuando la telepatía te golpea, —dijo Lila.

—¿Lo notaste? —Preguntó Adelaide.

Lila inclinó la cabeza hacia un lado.

—Sólo porque Nate suele estar cerca de ti, y eso es cuando


no pasa nada.

—Sí. Bueno... estaba muy molesta por eso, pero luego Nate
vino a mi habitación más tarde y se disculpó.

—Y eso te hizo sentir mejor, hasta que... —Lila se apagó.

Adelaide se mordió el labio.

—Hasta que no dejaba de preguntar dónde estabas.

Lila frunció el ceño.


—No lo entiendo... ¿Por qué es algo malo?

Adelaide se encogió de hombros.

—No lo sé, —murmuró. Sus ojos brillaban con lágrimas


no derramadas—. La primera vez que me preguntó, sólo había
algo en la forma en que lo preguntó, le dije que no sabía dónde
estabas, y él lo dejó ir, pero desde entonces... él me ha
preguntado unas cuantas veces más. A, "Estoy tan preocupado
por lo que le pasa a Lila", es más como si hubiera algo raro
detrás de eso.

—Pero ustedes se cuentan todo.

—Ya no. —Adelaide miró a Lila—. ¿Crees que... —Ella


tragó saliva y lanzó su mirada hacia abajo—. ¿Crees que estoy
celosa?

Lila sacudió la cabeza.

—No, no eres del tipo, no hay un hueso celoso en tu


cuerpo, especialmente cuando se trata de Nate.

Adelaide suspiró.

—Yo también lo pensé, pero no sé qué pensar sobre lo que


ha estado sucediendo con él últimamente.

—Odio preguntar esto, pero... —Lila vaciló.

—¿He revisado nuestra relación últimamente? —Adelaide


terminó—. Me da vergüenza decir que lo he hecho. Todavía
somos te’sorthene.

—No tienes por qué avergonzarse de eso, estoy segura de


que trataste de hablar con él primero y estoy segura de que
estás aliviada de saber que el vínculo sigue ahí, Pero tú sigues
preocupada, ¿no?

—Algo está mal, algo está... con él y no sé qué hacer.


Lila tomó la mano de Adelaide en la suya.

—Confía en tus instintos, si crees que algo está mal,


entonces algo está mal.

Adelaide respiró profundamente.

—¿Piensas que sí?

—Lo sé.

—Entonces, ¿qué hago ahora? —Preguntó Adelaide.

Lila consideró las opciones.

—¿Has dicho mamá que sientes algo malo?

Adelaide negó con la cabeza.

—No... pero con todo lo que está pasando últimamente, su


radar se ha vuelto un poco loco, ella tiene todo tipo de
sentimientos a diario, dice que es difícil de filtrar.

—Tengo algunas ideas, pero creo que también necesitamos


la opinión de un hombre. ¿Te importaría si traemos a Ramsey
en esto?

Adelaide pareció sorprendida, pero asintió con la cabeza.


Lila se levantó y subió corriendo las escaleras. Llamó a la
puerta de Ramsey y esperó a que la abriera.

—Hola, —dijo en su voz profunda. Sus ojos se arrugaron


en las esquinas, y ella supo que estaba feliz de verla.

Ella respiró hondo.

—Adelaide y yo necesitamos tu ayuda.

Él alzó las cejas y se trasladó a seguirla abajo sin duda,


pero Lila colocó su mano sobre su pecho.
—Sólo un segundo, primero quiero hacer algo por ti. —
Rápidamente lo llenó de todo lo que Adelaide le había dicho, y
entonces ella le dijo su idea.

—No le gustará, —dijo Ramsey.

—Lo sé. Pero no estará en su conciencia. Y creo que eso


será más importante.

—No me gusta. —Cruzó sus brazos—. Es muy peligroso.

—Tomaremos todas las precauciones que consideres


necesarias, —le aseguró.

La mandíbula de Ramsey se apretó.

—Estás decidida a hacer esto, ¿verdad?

Lila se encogió de hombros, pero asintió.

—Ella es mi hermana.

—Bueno. Entonces estoy contigo.

—Gracias, —murmuró ella. Tenía el deseo más fuerte de


lanzarle los brazos al cuello y darle un beso.

—He llenado a Ramsey, —le dijo Lila a Adelaide mientras


ella y Ramsey entraban en la habitación.

Adelaide lo miró.

—¿Entonces, qué piensas?

—Creo que deberías decirle dónde está Lila, —respondió.

Adelaide frunció el ceño, confundida.

—¿Entonces me estás diciendo que confíe en él?


—No es por lo que estamos preocupados realmente, y te
pedimos que confíes en nosotros, —dijo Lila. Se sentó de nuevo
junto a Adelaide—. ¿Puedes hacer eso?

Adelaide miró hacia atrás y hacia adelante entre Ramsey y


Lila, una miríada de preguntas en sus ojos. Lila sabía que
Adelaide sospechaba lo que estaban tramando. Pero si ella
pudiera salvar a su hermana incluso un poquitín de la culpa
que podría sentir, Lila tenía la intención de hacer eso. Así que
ella no dijo nada.

Después de un momento, Adelaide respiró hondo.

—Sí. Confío en ti. ¿Así que iré a casa y le diré a Nate


acerca de esta casa?

—Sip. Y trata de olvidarte de tus preocupaciones, ¿de


acuerdo? —Dijo Lila—. Lo sabremos en cualquier caso. Y hasta
entonces, aferrarte a tu fe en la relación que todavía puedes ver.

Adelaide se mordió el labio, lágrimas rebosaban de nuevo.


Pero ella aspiró otra respiración y se estabilizó.

—Bueno.

Adelaide usó su teléfono celular para llamar a Charlotte


para que viniera a buscarla. Entonces las hermanas se
abrazaron.

—No te preocupes, lo tengo cubierto, —dijo Lila.

—Te quiero, —susurró Adelaida.

—Ma petite chou1, —bromeó Lila. Una pequeña broma de


su infancia en Francia.

Charlotte apareció, y después de otra rápida ronda de


abrazos, se fueron.
1
Ma petite chou: Mi pequeña col.
Ramsey miró a Lila. Estaba mirando fijamente el lugar
donde su hermana acababa de estar de pie, la preocupación
oscureciendo sus ojos.

—Será mejor que nos movamos rápido, —dijo—. Porque si


sus sospechas son correctas, todos están en terrible peligro. Y
ahora, nosotros también.
Capítulo 28
Traducido y Corregido por Jesica

¿ Cuánto tiempo crees que te irás? —Preguntó Xavier a


Selene mientras se presentaba ante el Alto Consejo.

—Unos días como mucho, —le aseguró.

—¿Y te acompañará tu te’sorthene? —Preguntó uno de los


otros ancianos.

La expresión de Selene permaneció fríamente tranquila. Ni


un movimiento de un músculo desmentía su irritación, pero la
habitación entera sintió su disgusto, no obstante. Después de
una breve pausa dijo—: Griffin... y Ellie se unirán a mí. Al igual
que el te’sorthene de Ellie, Alex Jenner.

—¿Sientes que es prudente sacar a cuatro de nuestros


más fuertes combatientes del castillo en este momento? —
Xavier preguntó.

Siempre fue el disidente más fuerte entre su Consejo, pero


al menos su corazón estaba en el lugar correcto cuando se
trataba del Vyusher. Selene ignoró el hecho de que sus amigos
fueran convenientemente etiquetados como "nuestros
combatientes" cuando se trataba de la auto-preservación, y aun
así se veían como forasteros de muchas otras maneras. No
menos importante fue la negativa de su pueblo a aceptar a
Griffin.

—Lo hago, milord, el potencial beneficio que podrían ganar


estos días de ausencia vale la pena correr el riesgo, y todavía
hay muchos Vyusher lo suficientemente fuertes como para
defender este castillo.

—Debo insistir en que nos actualices a diario, si no más a


menudo, —dijo Xavier.

—Perdone, pero el éxito de este esfuerzo depende de su


secreto, me registraré cuando crea que es seguro hacerlo, pero
no puedo garantizar una comunicación regular, —replicó
Selene.

Hizo una pausa para más preguntas, pero ninguna llegó.


Ella sabía que si esperaba lo suficiente, de vez en cuando algo
surgiría. Y si no esperaba, lo que hubiera permanecido en
silencio volvería inevitablemente a atormentarla más tarde.

Después de varios minutos de incómodo silencio, dijo—:


Les agradezco su tiempo, miembros del Consejo, estaré en
contacto lo más que pueda, de lo contrario les veré a mi regreso.

Mientras Selene regresaba a sus aposentos donde Griffin


la esperaba, fue detenida por un Vyusher llamado Jessica.

—Espero que no te tomes el camino equivocado, —le dijo


Jessica—, pero vi que el tipo Griffin entró en tu habitación.

Selene permaneció en silencio, aunque se preguntaba cuál


era el punto de la chica.

—Espero que no te acuestes con él, —continuó Jessica.

Selene alzó las cejas, sorprendida.

—Perdóname, pero eso no es asunto tuyo... Ni siquiera te


conozco.

—Perdóname, pero es mi asunto, tú eres mi reina, y como


tal tu vida está abierta a mi escrutinio.
—Bastante justo, —dijo Selene con un leve arqueo de la
cabeza—. ¿Puedo preguntarle a qué te opones?

Un par de serios ojos marrones la miraron por un


momento.

—Sé qué piensas que lo que voy a decir que es él no es un


lobo. Eso es en parte cierto. Usted conoce nuestra mente de
manada, y él necesita ser capaz de experimentar eso para que
nos conozca por completo. ¿Cómo puede él gobernar a su lado
si no nos conoce íntimamente?

Selene inclinó la cabeza hacia un lado.

—¿Pero esa no es tu principal objeción?

—Mi principal objeción es que usted no está casada y no


se ha declarado a sí misma en una relación permanente frente a
esta manada. ¿Qué tipo de ejemplo se establece para nuestros
jóvenes lobos, yo incluida? Como nuestra Reina, necesita
establecer un estándar más alto por sus propias acciones.

Selene miró a la joven durante un momento.

—Gracias por ser tan honesta conmigo, Jessica, te aseguro


que tomaré muy en cuenta lo que has dicho hoy.

Se separaron, y Selene continuó hacia su cuarto. Al entrar,


Griffin la encontró en la puerta.

—¿Escuchaste? —Ella le preguntó.

—¿Qué parte ? ¿La del Alto Consejo, o ahora?

—Ambas.

Griffin asintió con la cabeza.

—Hiciste bien con los miembros del Consejo, como


siempre, y nunca habrían permitido que te salgas con esto hace
un año, lo que prueba que su confianza en ti está creciendo y tu
poder crece con ello.

Selene sintió que sus hombros caían cuando apenas una


pequeña cantidad de tensión dejó su cuerpo.

—Me alegro de que hayas dicho eso, respalda lo que he


estado pensando desde hace un momento y tus pensamientos
de mi conversación en el vestíbulo.

Griffin consideró sus palabras por un momento.

—Tengo que decir que estoy de acuerdo con ella, no había


pensado en las percepciones, y esas son igualmente
importantes, si no más, dada la falta de aceptación con la que
también estamos tratando.

Selene suspiró.

—Pensé que podrías decir eso. —Ella sonrió y tomó su


mano—. Gracias por entender.

—También pensé que lo que ella dijo sobre mí no siendo


un lobo era relevante, —continuó Griffin.

Selene hizo una mueca.

—Pero no hay nada que podamos hacer al respecto, y no


me alejaré de mi te’sorthene.

—Y nunca te dejaré, —dijo.

Selene dejó escapar un profundo suspiro que no se había


dado cuenta de que había estado conteniendo. Dejarla por el
bien de su gente era algo que Griffin podría hacer.
Especialmente si pensaba que era mejor para ella.

>>Pero eso no hace que su declaración sea menos


verdadera, —añadió.
Selene lo miró con tristeza en los ojos.

—Lo sé, —dijo suavemente.

—Y si necesito permanecer permanentemente en el fondo...

Selene apretó los labios.

—¿Qué? ¿Sólo buenos amigos? Uh-uh. De ninguna


manera.

—Ven, —dijo Griffin. Él la atrajo hacia su cuerpo y


envolvió sus fuertes brazos alrededor de ella—. No puedo
quitarle el peso de tu corona, pero espero que al menos ayude, —
su voz sonaba en la mente de Selene.

—Ayudas, más de lo que sabes, —dijo ella.

Griffin se apartó de ella, con el ceño fruncido en la cara.

—¿Por qué lo dijiste?

—Bueno... me dejaste escuchar tus pensamientos.

Griffin sacudió la cabeza.

—No, no lo hice.

—¿Estás proyectando tus pensamientos en mi mente?

—No. —Griffin sonrió—. ¿Puedes escuchar eso?

Ahora Selene se rió entre dientes.

—Oírlo. Entenderlo. Soy capaz de responder a ello.

—Bueno, supongo que tienes la telepatía de Ellie. —Griffin


cogió a Selene y la hizo girar por la habitación—. Ahora
podemos hablar el uno con el otro en cualquier momento que
queramos, —dijo, y suavemente la dejó caer.

—Ya lo hacemos, loco, —le recordó Selene.


—Pero sólo cuando deliberadamente pongo mis
pensamientos en tu mente o te estoy escuchando activamente
Ahora si me necesitas, serás capaz de alcanzarme o escucharme
en cualquier momento.

—¿Y eso te hace feliz? —Ella preguntó.

—Absolutamente, será realmente... agradable... una vez


que lleguemos a compartir una cama. —Griffin levantó una
ceja.

Selene rió y le dio una pequeña bofetada en el brazo. Era


eso o se derretía en un charco a sus pies.

>>Pero realmente, es un poco de alivio, —continuó Griffin,


más serio—. Tengo esta increíble necesidad de protegerte de
cualquier cosa que pueda intentar hacerte daño.

Selene lo miró, su adoración brillaba claramente de sus


ojos grises.

—¿Te he dicho últimamente cuánto te amo?

—Cada día, —respondió con voz baja e íntima. Él extendió


la mano y envolvió un brazo fuerte alrededor de su diminuta
cintura, tirando de ella más cerca.
Capítulo 29
Traducido y Corregido por Jesica

R
amsey y Lila tomaron un gran cuenco de palomitas
de maíz en la sala de estar y comenzaron otra
película. Verdaderamente, la colección de Ellie en
esta casa era excelente. Se decidieron por John Wayne esta vez.
Mientras iban a sentarse, Lila se sentó en el extremo del sofá
como la noche anterior.

—Oye, ¿qué estás haciendo ahí? —Ramsey tomó su mano


y le dio un pequeño tirón para acercarla.

Lila se alejó.

—Preferiría que no.

Ramsey le dirigió una mirada exasperada.

—Bueno, Lila, habla conmigo.

Trató de no retorcerse.

—Ahora probablemente no es el mejor momento.

—Ahora es el mejor momento, no sabemos lo que está por


suceder... Así que habla conmigo, —insistió.

Miró hacia la esquina de la habitación y luego le dirigió


una mirada significativa.

—Ahora no.
—Ahora sí. Cometí errores a través de los años que nos
han costado demasiado tiempo. No estoy perdiendo más. No
importa lo que está pasando o quien puede o no puede oír.
Habla.

Lila jugueteó con la franja de la manta y lanzó otra mirada


hacia esa esquina de la habitación. Ella suspiró.

—No sé cuáles son tus sentimientos hacia mí... —Ramsey


abrió la boca para decir algo, pero Lila levantó la mano—.
Déjame terminar.

Respiró hondo, con el corazón martilleando.

>>He estado enamorada de ti por lo que se siente toda mi


vida. El día que nos conocimos, cuando mamá te trajo a casa,
hubo esta conexión inmediata. Me sentía atraída por ti de una
manera que nunca había me sentido con otra persona antes o
desde entonces... Y a pesar de que eras un incendiario... y que
querías dejarnos... y querías que me mantuviera alejada de ti...
a pesar de todo eso, la conexión, el sentimiento, sólo se hacía
más fuerte cada día.

Ramsey no podía creer lo que estaba oyendo. Había estado


tan cerrada hasta esta tarde en el granizo. Volvió a abrir la boca
para decir algo, pero para ser detenido una vez más por la mano
de Lila.

>>Aún no he terminado, —dijo ella.

Ramsey asintió con la cabeza para que continuara.

—No importa con qué frecuencia, o tan duramente, me


empujabas lejos, esa conexión no pararía el crecer. Y entonces
fuiste y te enamoraste de Selene.

—¡No, lo hice n…!


—No lo niegues, pude ver las emociones que emanaban de
ti en cualquier momento que estuvieras a su alrededor, sabía lo
que sentías y... me rompió el corazón. —Lila se detuvo y respiró
hondo. El dolor dentro de ella era tan crudo como el día en que
se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo.

>>...Así que me fui, necesitaba ser mi propia persona,


averiguar quién era sin ti, y me gusta esa chica, es fuerte e
independiente, no necesita un hombre para ser feliz.

Lila miró a Ramsey. Su vulnerabilidad lo tocó, pero fue su


fuerza lo que lo sacudió hasta su corazón. Esperó, sabiendo que
no había terminado de hablar.

>>... Así que cuando dijiste que me querías…, —volvió a


mirar alrededor de la habitación, pero siguió diciendo—, tanto
como yo también quería eso, lo querría para siempre, pero sé
para ti solo sería el calor del momento.

Lila miró hacia abajo y jugó con los anillos en sus dedos,
preparándose para la respuesta de Ramsey. Después de lo que
parecía una eternidad de silencio, su mano se extendió y calmó
su inquietud nerviosa.

—Mírame, —le pidió suavemente. Ella se encontró con su


mirada, incapaz de decir lo que estaba pensando—. No estoy, y
nunca he estado, enamorado de Selene, —dijo.

Lila abrió la boca para protestar, pero Ramsey colocó un


solo dedo contra sus labios.

>>Mi turno para hablar ahora.

Lila asintió, con los ojos muy abiertos.

>>Mis sentimientos por Selene son muy sencillos, es como


una hermana mayor para mí, ahora no dudo que creas lo que
viste, si tuviera que aventurar una conjetura, diría que estabas
proyectando sentimientos sobre mí que temías que tuviera,
porque durante un tiempo sentí ese extraño vínculo con ella, no
era amor, no sé qué era, pero se detuvo el día que te fuiste a
Luisiana con Marcus.

Ramsey permaneció en silencio por un momento, dándole


a Lila la oportunidad de absorber sus palabras. Un ceño
fruncido frunció su frente. ¿Podría tener razón? ¿Le estaba
forzando esos sentimientos? Era totalmente posible, eso era
seguro.

—¿Has revisado mis emociones últimamente? —Ramsey le


preguntó.

Lila sacudió la cabeza.

—No quería saberlo.

—Gallina. —Él sonrió—. Pruébalo ahora.

Lila respiró hondo. Ella alcanzó dentro de sí misma para


que el resplandor que mantuviera atenuado tanto como sea
posible hasta que lo necesitara.

Pero entonces sucedió algo que ella no esperaba. En lugar


de ver el aura de la emoción, la perspectiva de Lila del mundo
cambió repentinamente y también lo hizo su cuerpo. Ahora
estaba mirando a Ramsey, y él era más grande que ella. Y en un
enfoque más nítido. Y sus ojos estaban abiertos de sorpresa.

>>Oh mierda, —murmuró.

Lila trató de preguntarle qué estaba pasando, pero en


lugar de palabras que salían de su boca, el sonido de un grito
agudo perforó el aire. Miró su cuerpo y, en vez de ver los brazos
y sus dedos, vio alas y garras.

¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! ¡Soy un maldito
halcón! Una parte más racional de su mente dijo, debo estar
consiguiendo algunas de las habilidades de Ellie ahora. Ellie era
un metamorfo. Ella tenía el poder de cambiar en varias formas,
sus más naturales eran los de un halcón, un lobo, un jaguar, y
su forma más aterradora, un dragón.

Lila gritó y miró a Ramsey. Podía ver su miedo reflejado en


su cara de shock. Pero lo juntó rápidamente.

>>Todavía puedo sentirte, Lila, —dijo con una voz


tranquilizadora—. Y sé que tienes miedo. No puedo llamar a
Ellie o Griffin ahora mismo, pero puedes arreglar esto por tu
cuenta.

Lila oyó sus palabras, pero su ansiedad la consumió por


completo. No podía empezar a tratar de volver a ser humana.

Ramsey podía ver su angustia.

>>Mírame, mira en mis ojos, estoy aquí.

Lila se basó en la firmeza de Ramsey. Se concentró en su


rostro y se decidió a ser racional y en control.

>>Bien, —dijo—. Ahora usa ese control emocional en ti


misma, como cuando me ayudas a calmarme cuando estoy a
punto de perderlo.

Lila respiró hondo y se concentró, proyectando un aura de


calma y paz. Dejó que los sentimientos lavaran sobre su propio
cuerpo.

>>Mejor, —dijo Ramsey—. Ahora, no estoy seguro de cómo


funciona esto, pero imagino que si te ves en forma humana,
eso...

De repente Lila estaba sentada allí, de vuelta a su viejo


ser.

>>Gracias al cielo, —susurró Ramsey.


Él la jaló en sus brazos en un gran apretujón.

>>Asustaste la mierda en mí.

—¿De ti? No creo que acceda a mis poderes durante días


después de eso. —Lila soltó una risa nerviosa. Ella se salió de
su abrazo y se sentó en el sofá.

—Bueno, definitivamente tendrás que hablar con Ellie y


Griffin sobre cómo funciona eso, —dijo.

—Sabes que no estoy tirando ningún farol, —dijo Lila—.


Será mejor que creas que después de que esto termine, Ellie y
yo vamos a tener una larga charla.

—¿Cuántos dones tiene ahora exactamente? —Preguntó


Ramsey.

—Demasiados, —gruñó Lila.

Algo en su voz llamó la atención de Ramsey.

—¿Qué quieres decir con eso?

Lila sacudió la cabeza.

—Puedo sentir el poder creciente dentro de mí, es como si


todas estas diferentes habilidades estuvieran luchando por el
espacio y el dominio. Estoy siendo estirada para contenerlas a
todos.

Ramsey se echó hacia atrás, pensando.

—Recuerdo que Selene me dijo una vez que los mellizos


suceden a nuestra raza de personas cuando se pasan
demasiados poderes de ambos padres a un hijo, es por eso que
ella y Gideon eran gemelos y por qué Ellie y Griffin son gemelos.

—Eso es preocupante, —dijo Lila—. Ellie y Griffin ambos


tienen, ¿qué, dos cada uno, supongo?
—Además, acceden a los poderes del otro. Debían de tener
un poco de ellos dentro de ellos, o Ellie no habría podido
transmitir la telepatía a Adelaida. ¿Verdad?

Lila asintió con la cabeza.

—Y Selene tiene...

—Tres, —Ramsey marcó las habilidades de Selene en su


mano derecha—. Detener los poderes, incluyendo el bloqueo de
los rastreadores de ver Svatura u ocultar sus pensamientos de
los telépatas, visitar a la gente en sus sueños, y mejorar los
poderes de otros... ¡No! Son cuatro. Tienes que contar el
metamorfo lobo también.

—¿Pensé que los poderes de detener y ocultar a la gente


estaban separados?

Ramsey sacudió la cabeza.

—Ellie trabajó con Selene en algunos de ellos mientras te


fuiste y determinó que los dos vienen del mismo poder básico.

—Bueno. Por lo tanto, puedo ver si la gente está diciendo


la verdad, curar o controlar las emociones, y ahora puedo
controlar los sueños y transformarme en un halcón. Esos son
cuatro. —Ella miró a Ramsey, el miedo en sus ojos—. ¿Qué
pasa si consigo uno más?

—Entonces, mejor para mí, —dijo una voz desde la


esquina trasera de la habitación.

Lila jadeó cuando Maddox salió de las sombras.


Capítulo 30
Traducido y Corregido por Mayte008

R
amsey saltó para ponerse entre Lila y Maddox. Sus
manos estallaron en llamas, pero no las soltó.

Maddox movió un dedo.

—Impresionante, pero ese fuego no me hará daño. —Volvió


su atención a Lila, que se levantó lentamente del sofá. Ella
cuadró los hombros y lo miró.

—¿Qué quieres, Maddox?

—A ti, querida, —respondió él con una sonrisa helada, Lila


se estremeció y Maddox miró por encima de su hombro—. Listo
cuando quieras, Corin.

Lila sabía lo que vendría después. Corin era


probablemente el teletransportador de Maddox. La advertencia
de Ellie de que no dejara que el teletransportador de Maddox la
tocara sonaba en su mente. El instinto se abrió paso y ella se
giró y se alejó justo cuando una mujer apareció a su lado. Lila
cayó al revés con los pies en la mesita de café, sus brazos se
agitaron violentamente y aterrizó en el sofá.

La mujer de repente se congeló en su lugar, con los brazos


extendidos, llegando donde Lila acababa de estar de pie. Lila
parpadeó, y luego vio que Maddox también estaba como una
estatua.
Alex, que había usado su poder para congelar cualquier
cosa, sonaba como si su voz viniera de un túnel.

—Ellie, Selene, hagan lo que tengan que hacer


rápidamente, no creo que pueda contener a ninguno de ellos
por mucho tiempo. Ambos están usando más energía de la que
he sentido... incluso más que Ellie en su forma de dragón.

Griffin de repente dejó caer el escudo de invisibilidad que


había sostenido. Él, Selene, Alex y Ellie habían estado sentados
en la esquina de la habitación todo el tiempo, invisibles por el
poder de Griffin. Habían tomado varias precauciones como ésta
para asegurarse de que Maddox no se diera cuenta de que
estaba entrando en una trampa. Lila había sospechado que si
Talia tenía algún tipo de poder sobre Nate, Maddox o uno de sus
seguidores, se presentaría en la casa poco después de que
Adelaide le dijera a Nate, donde Lila y Ramsey estaban ocultos.

Ramsey ayudó a Lila a ponerse en pie, con cuidado de


mantenerla fuera del alcance de la mano extendida de Corin.
Ellie corrió a través de la habitación hacia Maddox. Apenas lo
toco, para hacerse con sus poderes, cuando Alex dijo con voz
tensa—: No puedo sostenerlos, Selene, ¿puedes apagar al
telep...?

De repente Corin desapareció, sólo para reaparecer unos


segundos más tarde, justo al lado de Lila. Ella extendió la mano
para agarrarla, pero Griffin golpeó su escudo alrededor de Lila,
impidiendo que el teletransportador la tomara.

—¡Congélala, Alex! —Griffin gritó.

—No puedo, apenas me aferro a ello, —gruñó Alex con los


dientes apretados.

El teletransportador desapareció de nuevo, sólo para


reaparecer junto a Ellie. Corin agarró el brazo de Ellie. Y ese fue
su gran error. Ellie controlaba el poder de cualquier persona
que estuviera tocando. Se desvanecieron, sólo para reaparecer
inmediatamente de nuevo. Corin pareció un poco aturdida.

Ellie le lanzó una sonrisa pícara al atacante.

—Ahora, vamos a jugar bien.

—Selene, —dijo Alex—, tienes que apagar a Maddox.

—He estado intentando, pero no puedo ver qué poder está


usando, —respondió Selene.

Y entonces el caos estalló. Maddox rompió el asimiento de


Alex en él. Apartó a Ellie de Corin y los dos parpadearon para
que nadie pudiera detenerlos.

Hicieron intento más por Lila. Un sexto sentido, quizás un


remanente de las habilidades de su madre, le advirtieron sólo
un segundo antes de que aparecieran por ella.

—Ramsey, ¡fuego en mí ahora! —Ella gritó.

Ramsey ni siquiera vaciló, haciendo estallar un infierno


justo donde estaba Lila. Sólo que ya no estaba allí, porque se
había caído al suelo cuando un muro de llamas explotó
alrededor de Maddox y Corin.

Y luego se fueron, pero no antes de que el sonido de los


gritos espantosos de Corin llenaran la habitación.

Nadie se movió. Nadie respiraba. Cada persona en la


habitación permaneció donde estaban, sus sentidos en alerta, a
la espera de otro ataque. Después de pasar unos diez minutos,
finalmente empezaron a relajarse.

Ramsey miró a Selene.

—¿No podías detenerlos? —Bajó la mano para ayudar a


Lila a levantarse del piso de nuevo.
—Lo estaba intentando, —dijo con voz temblorosa—. Ese
teletransportador fue demasiado rápido para que yo pudiera
bloquear su poder y después de ese primer momento, tuve toda
mi concentración en Maddox.

Alex se acercó a Ellie.

—¿Estás bien? —Preguntó suavemente a su esposa.


Probablemente fue el único que notó su ligera vacilación antes
de asentir con la cabeza.

—¿Has cogido algo, Ellie? —Preguntó Lila.

Ellie hizo una mueca.

—No es suficiente, el control de los sueños que ya


conocemos, tal vez algo más, pero no tuve suficiente tiempo
para averiguar qué.

—Bueno, definitivamente tiene algo más, algo fuerte, —dijo


Alex.

—¿Qué hay de ti, Griffin? —Preguntó Ramsey—.


¿Escuchaste algo?

—Lo único que atrapé fue que realmente quiere a Lila. Mal.
Es por eso que se molestó en venir él mismo, —dijo Griffin.

Lila se estremeció, recordando esa fría sonrisa que Maddox


le había dado.

—¿Podría ver por qué?

—Tiene algo que ver con tu capacidad de controlar las


emociones, él te necesita para calmar algo, al menos eso creo,
su mente es un desorden de pensamientos, como cuando los
Vyusher están en forma de lobo.

—Bueno, una cosa es segura, —dijo Alex, con una mirada


sombría en la cara—. No se puede confiar en Nate.
Lila sintió la quemadura de lágrimas en sus ojos. Nate
había sido un amigo íntimo durante tantos años. ¿Y qué iba a
decirle a Adelaide? Esto rompería el corazón de su hermana.

—¿Qué hacemos al respecto?

—Tiene que ser Talia, tiene que controlarlo de alguna


manera, —dijo Ellie—. Necesitamos separarlos.

—O... los usamos, —dijo Lila, con un resuelto resplandor


en sus ojos.

Cinco pares de ojos confundidos la miraban fijamente.

—¿Cómo? —Preguntó Ramsey.

—Maddox probablemente sospecha que sabemos acerca de


Nate y que somos lo suficientemente inteligentes como para
darnos cuenta de que Talia está más involucrada, que vendrá a
buscarlos si puede, —explicó—. ¿Y si lo planeamos?

—Aún no ha venido por Zara, —señaló Selene.

Lila inclinó la cabeza.

—Supongo que ya no es útil para él, pero si Talia tiene


tanto control sobre Nate que puede hacer que nos traicione,
entonces sigue siendo un activo valioso para Maddox.

—El Consejo va a tener un ajuste sobre esto, —murmuró


Selene.

Griffin se acercó a ella y le rodeó la cintura con un brazo.

—Definitivamente no ayudará al Vyusher a confiar en el


resto de nosotros.

—Además, necesitamos sacar a Lila de aquí y llevarla a


otro lugar, —dijo Ramsey.
—Sabemos que el castillo no es seguro, —dijo Griffin—.
Tres Vyusher más han desaparecido en las últimas semanas.

—Nos estamos preparando para convocar una conferencia


para que podamos convencer a venir a hablar con nosotros a
muchas de las tribus Svatura en todo el mundo, —agregó
Selene—. Si mi conjetura es correcta, a otros clanes
probablemente les faltan algunos miembros también, pero
puede que no lo hayan vinculado a Maddox todavía. Eso podría
ayudar a persuadirlos.

—Yo debería estar ahí para eso, —dijo Lila.

Ramsey se volvió hacia ella.

—No será seguro, —dijo en voz baja—, para ti en


particular.

El corazón de Lila se calentó ante su evidente


preocupación.

—Lo sé, pero si puedo ayudar a mantener las discusiones


tranquilas, podría valer la pena. —Se volvió hacia el resto del
grupo e ignoró sus cejas levantadas—. Ok. Ramsey y yo nos
esconderemos hasta la conferencia con las tribus, ustedes
trabajen en la situación de Nate, háganmelo saber cuándo
aparecer, ¿me perdí algo?

—Tú y yo podríamos hablar de todo el asunto del halcón


en algún momento, —añadió Ellie.

Por supuesto, Ellie había visto el cambio incontrolado de


Lila mientras se escondía bajo el escudo de Griffin. Lila hizo una
mueca interior. Ella sabía que estaban allí. Era la razón por la
que no había querido hablar de sus asuntos en ese momento.
Ramsey también lo había sabido, pero él la había empujado, y
ella lo había tendido, pensando que lo encerraría. Lo que
significaba que habían oído todo. El altercado con Maddox
había puesto todo eso limpio de la cabeza de Lila.

—No podíamos oírte, —dijo la voz de Griffin en su mente.

Ella le lanzó una mirada de sorpresa.

—¿Por qué no?

—Capture tus pensamientos desde el principio e hice el


escudo a prueba de sonido para darte un poco de privacidad.

—Recuérdame darte un gran abrazo más tarde.

Griffin sólo le dirigió una sonrisa sutil.

Para Ellie. Lila dijo—: Oh, sí. Las sugerencias sobre el


cambio del halcón también serían buenas.

—Las primeras cosas primero, —dijo Ellie—. Tenemos que


averiguar dónde esconderte después.
Capítulo 31
Traducido y Corregido por Mayte008

A
lex esperó pacientemente en su dormitorio para que
Ellie regresara. No podía sacudirse la sensación de
que algo estaba mal con ella, y le había estado
molestando desde la pelea con Maddox y Corin. Algo sobre la
forma en que había vacilado cuando él le había preguntado si
estaba bien. Ella no había dicho nada desde entonces ni había
hecho otra indicación el resto del día. Pero conocía a su esposa,
posiblemente mejor de lo que ella misma sabía. Y algo estaba
mal.

Y en ese momento estaba haciendo algo que Alex no


envidiaba en absoluto.

Después de la pelea habían situado a Lila y Ramsey en un


lugar nuevo. Luego regresaron al castillo.

—Necesitaré que Ellie y Griffin me ayuden a informar al


Alto Consejo, —dijo Selene. Alex había ido a compartir su punto
de vista también.

Habían pasado la mayor parte del resto del día


secuestrados con el Consejo, discutiendo los asuntos y sus
planes para tratarlos. Alex pensó que no era nada menos que
un milagro que Selene hubiera sido capaz de convencer al
Consejo para que siguiera sus ideas. Selene estaba decidida a
organizar la Conferencia Tribal para reunirse lo antes posible.
—Estamos de acuerdo en que si Maddox ha tomado a
cualquiera de los miembros de otros clanes, estarán más
abiertos a unirse contra él de lo que han sido, —dijo Xavier. Por
una vez, ofreció apoyo para el plan. El Consejo había aprobado
finalmente. Oren estaba ocupado poniéndose en contacto con
los diversos clanes a través de su capacidad de proyección
astral en este mismo momento.

Pero la Conferencia Tribal sólo había sido una parte del


plan de Selene. La otra parte implicaba dejar a Nate y a Talia
solos. Para poder usarlos, no podían bloquearlos o expulsarlos.
Y tuvieron que ser especialmente cuidadosos en darles un
indicio que algo que estuviera en marcha.

Después de que la reunión con el Consejo finalmente


terminó, habían terminado una última tarea antes de que
pudieran detenerse por un momento y respirar... diciéndole al
resto de su familia lo que había sucedido y lo que significaba
para Nate. Habían empezado con los padres.

Charlotte ya había llenado a Dexter, ya que había tenido


que teletransportar a todos de la cabaña. Ambos seguían en el
cuarto de Hugh y Lucy para escuchar los detalles. Ambos
estaban en el lado tranquilo, y los ojos de Charlotte estaban
rojos. Nate era como un hijo para ellos.

Diciéndole a Hugh y a Lucy que no había ido bien.

Lucy había llorado tanto por Adelaide como por Nate, que
era igual de valioso en su familia. Hugh había reaccionado con
una furia casi fría ante Talia, a quien todos culparon. La
desesperación colgaba pesada en el aire cuando habían hablado
de cómo decírselo a Adelaide.

Lila había querido ser la que se lo contara, pero dado el


peligro en el que estaba, aceptó que Ellie era la mejor persona.
Lucy y Hugh habían decidido unirse a ella, estar allí para
sostener a su hija.

Alex no envidió la tarea de Ellie de entregar las malas


noticias a Adelaide esta noche. Se sentía enfermo. De todos
ellos, Adelaide era la persona más pura y dulce que había
conocido y Nate uno de los más felices. Para un te'sorthene ir en
contra de su otro lado de la unión era inaudito. A pesar de la
increíble variedad de poderes entre ellos, todos se sentían
completamente impotentes para lidiar con esto. ¿Cómo podrían
arreglarlo?

Así que Alex estaba esperando, aún con paciencia, pero


también con ansiedad, para que su esposa se uniera a él.
Finalmente, el crujido de la puerta le alertó de su presencia.

—Gracias por esperar, nene, —dijo Ellie mientras cerraba


la puerta detrás de ella.

—¿Cómo está Adelaide?

Ellie se dejó caer sobre la cama a su lado y lanzó su brazo


sobre sus ojos inyectados en sangre.

—No está bien, imagínate cómo te sentirías si


repentinamente cambia todo lo que era, y luego te traicionan.

—Lo sé, he estado pensando en eso, no creo que pueda


sobrevivir a eso, y Adelaide es un alma tan delicada.

Alex alargó la mano y acercó a Ellie. Sintió el


estremecimiento de un sollozo a través de su cuerpo.

—Nunca quiero ver a alguien que me preocupa con el


corazón roto de nuevo, ni siquiera sé cómo voy a enfrentarla por
la mañana.
—Tal vez deberíamos conseguir a Lila. Podría ayudar a
curar las emociones de Adelaida, tal vez aliviar un poco el dolor,
—dijo Alex.

—Uh, uh, —dijo Ellie—. Sugerí eso, pero Adelaide ni


siquiera lo oyo. Se niega a poner en peligro la vida de Lila.

Alex se quedó en silencio por un momento.

—Alguien debería estar con ella.

Ellie asintió.

—Lucy se quedará en la habitación de Adelaide esta noche.


—Ella se quedó en silencio un momento, reviviendo la última
hora más o menos—. Pensé que iba a tener que llamarte para
que fueras a evitar que Hugh fuera y tomara la cabeza de Nate o
Talia.

—Me imagino, —murmuró Alex—. ¿Pero ellos entienden,


verdad? ¿Sobre el plan con Nate y Talia?

Ellie dio un gran suspiro.

—Sí. Lo entienden... creo que me quedaré con Adelaide


mañana por la noche.

—Buena idea. Y la única razón por la que te permitiría


salir de mi cama. —Alex se acurrucó más cerca de Ellie y le
besó suavemente la sien.

Ellie inclinó la cabeza y le dedicó una sonrisa entrecortada.

Mirando sus hermosos ojos azules violáceos y sintiendo el


calor de su cuerpo presionado contra él, Alex de repente estaba
increíblemente agradecido de tener a su te’sorthene a su lado.

—No sé qué haría si te perdiera, —murmuró y acarició su


mejilla—, estoy bastante seguro de que me volvería loco, sé que
te lo digo todos los días... pero te amo. Con cada parte de mí.
Ellie se volvió hacia él y le puso la mano en el corazón.

—Sé que no hemos estado juntos mucho tiempo, pero tú


eres todo mi universo, sin ti todo se convertiría en nada. —Ella
le dio un beso que expresaba su pasión y necesidad mejor que
las palabras jamás podrían. Se abrazaron, cada uno perdido en
sus propios pensamientos.

Finalmente, Alex se aclaró la garganta.

—Probablemente no quieras pensar en esto ahora, pero sé


que algo te estaba molestando después del ataque de Maddox.
¿Quieres hablar sobre eso?

Ellie levantó la cabeza con la mano.

—He detectado un destello de algo en Maddox, era


familiar, era... no sé... grande, quiero decir enorme, no puedo
poner el dedo en ello, pero lo he sentido antes.

—¿Quizás cuando vivías con tu propia familia? —Preguntó.


La familia de nacimiento de Ellie se remonta a algunos de los
más antiguos conocidos Svatura en la historia.

Ella y Griffin habían sido parte de una tribu masiva, todos


los cuales habían sido masacrados por el Vyusher cuando
habían estado bajo el gobierno de Gideon. Eso fue antes de que
Ellie matara a Gideon.

Ella frunció el ceño.

—Tal vez.

—No desde que conoces al Vyusher, ¿verdad?

—No, estoy seguro de que no desde entonces.

Alex se frotó la barbilla sobre la cabeza de Ellie.


—Así que tuvo que ser cuando tu familia todavía estaba
viva. No conociste a muchos otros Svatura entre el momento en
que fueron asesinados y cuando nos conocimos, ¿verdad? —
Después de que su familia fue destruida, Ellie y Griffin se
habían escondido.

—Lo sé, eso es lo que tiene más sentido, es tan frustrante,


siento que si me concentro lo suficiente vendrá a mí, así debe
ser lo que se siente como amnesia.

—¿Te ayudaría mostrarme? —Preguntó Alex.

Ellie sacudió la cabeza.

—No es algo que yo pueda mostrar, no hay visibilidad para


ir con ello, no es como si yo pudiera ver un resplandor
específico dentro de él, o un poder específico, es más como un
sentimiento. —Ella soltó un suspiro frustrado.

Alex corrió una suave mano por su lado y sobre su cadera.

—No te preocupes demasiado, te vendrá a ti si te relajas y


dejas de pensar tanto.

—Supongo que sí, —gruñó ella.

Alex sonrió. Ellie definitivamente no era conocida por su


paciencia.

—Eres linda cuando te molestas.

—Huh, —gruñó ella—. ¿Incluso cuando mi cara está toda


hinchada de llorar y mis ojos están todos hinchados y rojos?

—Especialmente entonces. Que te preocupes tanto por mi


hermana me hace amarte aún más... si es posible.

Ellie sonrió.

—Tu charla de almohada es tan dulce, cariño.


Alex alargó la mano y rozó su pulgar sobre su labio
inferior, luego se inclinó y la besó.

—He esperado más de cien años por ti. Tengo un montón


de esa dulce charla almacenada sólo para ti.

Ellie se derritió ante la mirada que le dio. Alex la tomó en


brazos y la abrazó. Ambos se deleitaron con el resplandor de la
suerte que tenían al encontrarse. La terrible relación de
Adelaida les hizo apreciar lo que tenían mucho más.

—Me pregunto cómo están Lila y Ramsey en su nuevo


hogar temporal, —murmuró Ellie, pensar en Adelaide le llevaba
a pensar en Lila.

—Por lo menos están cerca, —dijo Alex—. Y seguro. Es un


escondite brillante.

—Ojala.
Capítulo 32
Traducido y Corregido por Jesica

R
amsey estaba investigando cuevas en América del
Norte cuando un extraño sonido le hizo mirar
desde la pantalla de su computadora. Miró a su
alrededor y escuchó atentamente.

Nada.

Con un leve ceño fruncido, reanudó la lectura. Realmente


no pensaba que encontraría a Maddox de esta manera, pero
valía la pena intentarlo. Además, Lila le había pedido que le
diera un poco de espacio, ¿qué más iba a hacer?

Allí estaba otra vez. Ese sonido extraño. Ramsey cerró la


tapa del ordenador y fue a investigar. No tenía que ir muy lejos,
desde su celda hasta la que estaba a su lado.

Cuando determinaron el siguiente lugar donde Lila y


Ramsey debían esconderse, había sido Lila la que había ideado
ocultarse dentro del propio castillo... en las mazmorras a las
que nadie podía entrar, incluidos los guardias que vigilaban en
las puertas exteriores.

—Nadie pensaría en buscarnos bajo las narices del


Vyusher, —dijo Lila—. Y todos estaban de acuerdo.

El espacio era húmedo y triste. Las paredes formaban una


roca erosionada por el tiempo. Las puertas de sus celdas eran
barras de hierro oxidadas, y los suelos de tierra habían sido
golpeados en una textura dura y áspera. Estaban muy por
debajo de la tierra, por lo que no entraba luz solar en la zona.

Tendrían que mantenerse relativamente tranquilos para no


alertar de su presencia a los guardias que estaban fuera de la
puerta al final del corredor. Habían elegido las dos celdas más
alejadas de la entrada. Con la ayuda de Charlotte, habían
equipado cada habitación con una cama, un cálido saco de
dormir y una pequeña mesa. No había electricidad en las
mazmorras. Selene ni siquiera sabía de estas habitaciones antes
de que Maddox y sus lobos hubieran atacado el castillo y Ellie y
Griffin los hubieran seguido hasta aquí.

Sin una manera de encender luces, Ramsey y Lila


utilizaron linternas de acampar en su lugar. Un infortunado
agujero en el suelo era su inodoro. Ramsey todavía se reía
mentalmente mientras recordaba la nariz arrugada de Lila ante
aquella pequeña pepita de información, pero ella la había
succionado y había tratado con ello como si fuera un
trotamundos. Charlotte planeaba traerles comida para comer,
pero, por supuesto, no había mucho por entretenimiento.
Afortunadamente, incluso aquí abajo sus ordenadores lograron
conectarse a Internet inalámbrico, aunque tenían que enviarlos
arriba con Charlotte periódicamente para obtener cargas. Y
tenían libros y revistas. Y el uno al otro.

Esperanzadamente, los planes de Selene avanzarían


rápidamente, y esta situación no duraría mucho. De lo
contrario, tendrían que encontrar un alojamiento más
sostenible.

Ramsey se detuvo en el umbral de la celda de Lila.


Mirando dentro, la encontró acurrucada en su catre, tratando
de amortiguar el sonido de sus sollozos.
Sin vacilar, cruzó la habitación y se sentó en la cama a su
lado. Se volvió para mirarlo por encima del hombro, y la
devastación en su rostro lo aplastó. No le dijo que se fuera ni le
pregunto por qué estaba allí. En su lugar, se sentó y se hundió
en su abrazo, ya no tratando de ocultar su llanto.

Se alisó la mano sobre el pelo.

—¿Qué pasa, Lily? —Le preguntó suavemente—. ¿Es por


estarte quedando en una mazmorra?

Lila sacudió la cabeza, se apartó y abrió la boca para


decirle, pero no pudo sacar las palabras. Ella enterró la cara en
su hombro y siguió llorando.

Ramsey le acarició la espalda, sintiéndose completamente


indefenso. Después de un rato, dijo—: Cariño, estás empezando
a asustarme. ¿Qué está pasando?

—Puedo sentir a Adelaida, —se lamentó.

Entendimiento lo golpeo.

—¿Le contaron sobre Nate y el poder de Talia sobre él?

Lila asintió.

—Ellie lo hizo. Pude sentir el segundo en que el corazón de


Adelaida se destrozó... Ella está sufriendo tanto, Ramsey. Pero
también está luchando.

—¿ Ellie te ha dicho algo ya? —Preguntó.

Lila tragó saliva y asintió.

—Ella me dejó escuchar. Adelaide se niega a creer que


Nate hizo algo. Ella quiere preguntarle, pero sabe que si es
culpa de Talia, Nate probablemente no es consciente de lo que
está pasando y hablar con él no lograría nada. Además, está el
plan. No quiere poner a los demás en peligro.
—Cielos... ¿ella está sufriendo tanto mientras ella no lo
cree? —Ramsey murmuró.

—Ella todavía puede ver su vínculo te'sorthene, y le da


esperanza. ¿Cuánto peor se va a poner cuando ella sepa que es
real? ¿O si eso se rompe? No creo que ella pudiera sobrevivir.

—Entonces necesitas curarla, —dijo Ramsey.

La cara de Lila se arrugó.

—Ella... no... me quiere... a mí... a... —hinchó entre


sollozos.

Ramsey tomó sus brazos y le dio un suave apretón.

—¿Alguna vez quise realmente tu ayuda?

Lila se calmó un poco.

—No... pero eso era... diferente.

—Puedes curar a tu hermana, hacer que se sienta mejor.

—Tal vez, —murmuró con el ceño fruncido.

—Y si empeora, tal vez podrías salvarle la vida, —


continuó—. Aislarla del dolor.

—No sé si puedo, —ella inhalo.

Ramsey apretó los labios.

—¿Crees que su desesperación te está afectando ahora


mismo?

Lila miró hacia abajo y jugó con los anillos en sus dedos.

—Es posible, supongo. ¿Por qué?"

Extendió la mano e inclinó su barbilla para que ella lo


mirara.
—Porque la Lila que conozco no dudaría en ayudar a una
de las personas que más ama en este mundo si pensara que es
lo correcto. A veces a pesar de sus deseos.

Lila parpadeó.

—Tienes razón.

Cerró los ojos y se concentró en el resplandor dentro de


ella que representaba su capacidad para curar las emociones.
Después de ese desastroso intento que había resultado en
convertirse en un halcón, Ellie le había dicho a Lila cómo
acceder a los diferentes poderes que ahora estaban a su
alcance.

Buscó a través de los diversos hilos de luz dentro de ella


que representaban sus poderes. El azul helado era suyo, pero
ahora tenía el azul violeta de Ellie, el amarillo de Adelaida y el
fucsia de Selene dentro de ella también. Ella encontró el que
ella quería y trajo la luz adelante. Se imaginó sosteniéndolo en
su mano. Hielo azul, quemaba con un calor que era extraño
para un color tan fresco. Lila entonces sintió por Adelaide.

Su hermana era fácil de encontrar. Su dolor era un puñal


afilado que hacía estallar el mundo. Lila se imaginó la luz que
sostenía en sus manos entrando en el corazón de su hermana,
arreglando la rotura, pieza por pieza. Adelaide sentiría calor,
paz y consuelo.

—Hay mucho que curar. Es demasiado duro, —murmuró


Lila.

—Puedes hacerlo, —dijo Ramsey.

Su apoyo la hizo sentirse más fuerte. Ella derramó cada


onza de su amor por su hermana y la fuerza que ella sacó de
Ramsey en la curación.
Después de unos momentos, de repente sintió que
Adelaide se relajaba.

—Lila, —oyó que Adelaida la llamaba—. Gracias. —Las


palabras susurradas flotaban en la mente de Lila.

Con un jadeo, los ojos de Lila se abrieron de golpe. ¿Había


escuchado eso por su cuenta? ¿O era Adelaide usando su nueva
telepatía? Ella asumió el segundo.

Se volvió hacia Ramsey con una sonrisa extenuada.

—Está hecho. Ahora está dormida.

—Esa es mi chica. ¿Estás bien por tu cuenta? —Preguntó.


Suponía que podía percibir las incertidumbres que de repente
comenzaron a revolotear dentro de ella, o tal vez las compartía.
Ramsey desenvolvió sus brazos de alrededor de ella y se levantó.

Lila no dijo nada por un momento mientras debatía


consigo misma. Quería sacudir la cabeza y pedirle que se
quedara. Quería pasar la noche en sus brazos. En su mente lo
vio todo. Ella le tendió la mano, sintiendo el peso de su cuerpo
cuando se unió a ella en la cama. El calor de sus besos... el
calor alrededor de ella.

Cerró los ojos contra las imágenes. Eran tan poderosas y


tentadoras. Pero todavía estaba insegura. Ella había estado tan
enojada con él cuando se había ido el año pasado y la ira la
había ayudado a cerrar sus sentimientos por él. Pero ahora
afirmaba que la quería y que nunca había amado a Selene. Y tal
vez había sido el poder de Lila proyectando sentimientos sobre
él que no eran verdad. Era totalmente posible que ella le
hubiera estado forzando lo que ella pensaba que estaba viendo,
quizás impulsada por sus propios celos infundados. Y tal vez
debería darle el beneficio de la duda. Sólo había ganado el
control sobre sus poderes en los últimos años, así que tal vez
sólo necesitaba tiempo para adaptarse a cómo una relación con
ella era de repente posible.

Pero aún así, no conocía su corazón. Realmente no.


Después de sesenta y tantos años de rechazo, la creencia era
difícil de conseguir.

Lila ignoró el impulso de pedirle que se quedara y asintió.

—Ahora estoy bien, —dijo.

El destello de la decepción en sus ojos casi la hizo llamarlo


de vuelta.

Ella lo observó hasta que se fue. Y luego volvió a caer sobre


su cama con un profundo suspiro.
Capítulo 33
Traducido y Corregido por Jesica

V
arios días después, Lila y Ramsey estaban
absolutamente volviéndose locos. Fue un milagro
que no se hubieran matado... todavía. Pero hoy,
finalmente, algo de acción.

Las tribus a las que Oren había podido llegar se reunían


por fin para discutir opciones. Aunque no podían ponerse en
contacto con todos los clanes del planeta, todavía habían
conseguido aprovechar la mayoría de los más grandes. Cuando
Sheila había sido secuestrada, había estado en el proceso de
tratar de localizar grupos adicionales. Pero todos los que Selene
conocía habían venido. Incluso la tribu brasileña, que se
llamaba a sí misma por un antiguo título amazónico que Lila
tenía dificultades para pronunciar. Era algo como Timening, que
aparentemente significaba jaguar, un símbolo de poder en su
cultura indígena. Los brasileños parecían impresionados por la
habilidad de Ellie de convertirse en tal criatura.

Nate y Talia hicieron un viaje a donde Talia había estado


en manos de Maddox, el mismo lugar donde Selene había
estado detenida el año anterior. Aparentemente, estaban allí
para tratar de resolver el misterio de quién era Talia. En
realidad, habían sido enviados para que no supieran de todo lo
que sucedía en el castillo.

Selene tenía otros planes para ellos, que incluían


alimentarles con información falsa para incitar un ataque al
castillo cuando el Vyusher, Timening y todas las otras tribus
estuvieran realmente listos para ellos.

Griffin había estado telepáticamente permitiendo a Ramsey


y Lila ver y oír a los recién llegados a través de sus ojos. Lila
pensó que la sensación era muy extraña, un poco como ver la
televisión en la parte posterior de sus ojos. Y ahora, desde
muchos niveles por debajo de los otros, Lila y Ramsey vieron y
escucharon cuando comenzó la reunión oficial. La imagen le
recordó a Lila a una escena de una de sus películas favoritas,
Brigadoon. Había una escena de la boda en esa película en la
cual todos los diversos clanes escoceses se reunieron, cada uno
usando los colores de su familia y el sonido de sus gaitas.

Esto no era exactamente lo mismo. Nadie llevaba un kilt. Y


ciertamente no había gaitas. Cada grupo entró en el salón por
separado, los líderes en el frente, su gente se alineó detrás de
ellos. Además de los brasileños, había tribus de todo el mundo,
todos los continentes excepto la Antártida.

Al igual que el Vyusher y Timening, algunas de las tribus


tenían algún tipo de nombre localizado para ellos mismos. La
mayoría de ellos se llamaban a sí mismos Svatura,
especialmente los de Europa o América, que habían descendido
del grupo original que los bisabuelos de Ellie y Griffin habían
fundado casi dos mil años antes.

Pero no importa lo que se les llamaba, eran todos del


mismo tipo de gente... poderosa. Más que humano.

Lila observó los pensamientos de Griffin mientras Selene


se ponía de pie, mirando cada centímetro a la reina que era, y
esperó pacientemente que todos llegaran al Gran Salón.
Finalmente, Selene alzó la mano y el silencio descendió sobre la
habitación.
—Bienvenidos a todos nuestros invitados de honor,
esperamos que se sientan cómodos con su alojamiento, estamos
agradecidos por su presencia aquí y esperamos construir
fuertes alianzas que durarán por milenios por venir.

La sala estalló en aplausos. Pero una vez que se había


calmado, el líder de la tribu brasileña dio un paso adelante. Ella
era una mujer que Lila pensaba encarnaba el concepto de un
Amazonas, alta, musculosa, y magnífica, con la piel mocha-
coloreada, el pelo negro largo y reluciente, y los ojos oscuros
llamativos.

Ella hablaba un inglés excelente, con sólo un ligero acento.

—Si bien estamos de acuerdo en unirnos para enfrentar a


un enemigo común, no confundan eso con el deseo de una
nueva alianza, pero todavía no confiamos en el Vyusher.

Selene dio a los brasileños un poco de reverencia.

—Nosotros entendemos, y no haremos más suposiciones


que la necesidad de ayudarnos mutuamente con esta amenaza
actual, pero también es mi objetivo personal ganar su confianza
al mismo tiempo.

Un murmullo recorrió la habitación. Obviamente muchos


estaban aquí por el bien de la auto-preservación solamente.
Pero eso fue un comienzo.

—El enemigo de mi enemigo y así sucesivamente, —pensó


Lila.

—Maldita sea, —escuchó a Griffin mentalmente de


acuerdo con ella.

—¿Estás de acuerdo? —Le preguntó.

Hubo una pequeña pausa, y luego Griffin volvió con—


¿Has oído eso?
—Sí. —Lila frunció el ceño, confundida.

—Huh. No pensé que te dejaría oír ese pensamiento, —


dijo—, de todos modos, deberías ver los aros que Selene tuvo que
saltar para asegurarse de que no había peleas entre todas estas
personas.

—¿Como qué? —Preguntó Lila.

—Bueno, por un lado, el clan mongol no puede estar cerca


del clan ruso debido a algo que sucedió entre ellos hace más de
mil años. Y ese es sólo un ejemplo. Ha sido una pesadilla
logística.

Lila se rió entre dientes.

Selene había estado esperando pacientemente mientras


algunas idas y vueltas entre varias tribus seguían, pero ahora
ella levantó su mano.

—Concentrémonos en nuestro objetivo principal: derrotar


a Maddox, por lo que estamos todos aquí ahora.

—¿Crees que funcionará? —Preguntó Lila en voz alta—.


¿El plan de Selene?

Ella y Ramsey estaban sentados en su catre, comiendo sus


cenas de las bandejas equilibradas en sus regazos. Habían
estado escuchando las negociaciones y estrategias todo el día.

Ramsey se encogió de hombros mientras terminaba de


masticar su mordida de ravioli.
—Si ella puede mantener todas las tribus de ir a la guerra
entre sí, creo que el plan tiene un tiro. Ciertamente tenemos los
números de nuestro lado.

No puedo creer que Selene fuera capaz de manejar ni


siquiera una pizca de cooperación entre las tribus durante las
conversaciones de hoy.

—Tengo la impresión de que tenía un poco de ayuda en ese


departamento, —dijo Ramsey mientras la clavaba con una
mirada conocedora.

Lila se sonrojó. Estaba segura de que nadie más lo había


notado. ¿Cómo podían, cuando ni siquiera sabían que estaba
allí?

—Tal vez un poco.

—Cuidado con eso, si lo descubren, no serán felices, —


advirtió.

Lila le dirigió una mirada tímida.

—Mantuve las cosas curativas emocionales a un mínimo,


sólo cuando pensé que realmente necesitaba ayuda. Ser reina
tiene que chupar.

—No es una posición que envidio, —dijo Ramsey.

Lila asintió.

—No, si alguna vez tengo la oportunidad de ser una reina,


recuérdame acerca de hoy.

—Te voy a recordar eso, —dijo con ironía.

—¿Crees que Maddox atacará pronto?

Ramsey lo pensó durante un momento.


—Ahora tiene a Sheila, así que tiene que saber que hemos
reunido a un gran grupo de personas, lo único que lo mantiene
a salvo es que no sabemos dónde está, tiene que ser consciente
de que con esta cantidad de poderes reunidos en un solo lugar,
es probable que podamos averiguarlo pronto. Además con las
cosas que estamos a punto de empezar a alimentar a través de
Nate y Talia una vez que vuelvan...

—¿La mejor defensa es un buen ataque? —Preguntó Lila.

Los labios de Ramsey se curvaron en una pequeña sonrisa.

—Es la segunda vez que usas hoy un cliché guerrero, pero


sí, algo así.

Lila puso los ojos en blanco.

—Los clichés se convirtieron en lo que son por una razón,


hay verdad inherente en ellos, —declaró con arrogante dignidad.

—Touché, —dijo, y la saludó con un ravioli antes de


meterlo en su boca.

Lila lo ignoró.

—Bueno, cuando llegue el ataque, estaremos listos.

—Sí, lo haremos, sólo desearía poder averiguar dónde se


esconde, entonces podríamos llevar la pelea a él.

—¿Es eso lo que has estado haciendo todo este tiempo en


la computadora? —Ella preguntó.

—Sí, —se encogió de hombros—. Es estúpido pensar que


podría averiguar algo que todo el Alto Consejo de Selene y otros
no pudieron.

—¿Qué buscas exactamente?

—Cuevas similares a las que te mantuvo presa.


—Bueno, ¿por qué no me muestras lo que has encontrado
hasta ahora? Tal vez pueda ayudar.

Ramsey le dirigió una mirada extraña.

—¿De verdad crees que vale la pena investigar?

—Lo creo, —dijo ella. Un brillo apareció en sus ojos—.


Además, ¿qué más vamos a hacer aquí abajo? No sé de tu, pero
me estoy volviendo un poco loca.

Ramsey la miró, tratando de determinar su seriedad. Ella


le dio un pequeño empujón.

—Ve a buscar tu computadora y muéstrame lo que tienes.

Cuando salió de la celda, pensó que lo oyó murmurar—:


Podría pensar en otras cosas que preferiría hacer juntos.

Lila se mordió el labio. Y ella también.


Capítulo 34
Traducido SOS Jesica

Corregido por Jesica

L
ila... Lila, despierta.

Lila salió de las profundidades del sueño con


dificultad. Ella y Ramsey se habían levantado bien
en las primeras horas de la mañana, pasando por
todo lo que ya había investigado, y todavía estaba
agotada.

—Lila, —repitió la voz profunda de Ramsey.

Sin abrir los ojos, Lila gimió—: ¿Qué?

—Despierta.

—Vete, estoy durmiendo, —dijo ella con dificultad. Todavía


no había abierto los ojos. Tal vez si se fuera ahora, podría volver
a dormirse.

Una mano áspera la sacudió cruelmente.

—En serio, despierta.

—Ugh. Muy bien. —Lila se esforzó por sentarse. Levantó


las piernas, apoyó los codos en las rodillas y se frotó los ojos
cansados—. Es mejor que sea bueno.

—Está bien, creo que he descubierto dónde se esconde


Maddox.
Lila se dejó caer en la cama, tirando de la bolsa de dormir
sobre sus hombros. Y entonces sus palabras penetraron en su
brumoso cerebro.

—¿En serio? ¿Dónde?

—Está justo afuera de Austin, Texas.

A pesar de la casi imposible probabilidad de encontrar a


Maddox, Lila estaba intrigada. Ella abrió un ojo. Justo como
ella lo supuso, Ramsey se paró sobre su catre, con los brazos
cruzados mientras la miraba.

Lila suspiró mientras desabrochaba el saco de dormir y


bajaba los pies hacia el frío suelo de piedra.

—Está bien, muéstrame lo que tienes.

Ella siguió a Ramsey en su celda y se dejó caer en su


catre, doblando las piernas entrecruzadas para sentirse
cómoda. Ramsey se sentó a su lado con su computadora
portátil apoyada sobre sus rodillas. Miró por encima del hombro
hacia la pantalla.

—Después de que nos dimos cuenta de que la lista de


lugares potenciales era todavía demasiado larga, incluso
después de haber reducido las posibilidades, tuve la idea de
hacer referencia a nuestra lista más corta con inusuales
avistamientos de lobos.

Lila sintió el revuelo de excitación.

—Inteligente. Tienen que salir a buscar provisiones, y dudo


seriamente que puedan hacer mucho entrenamiento dentro.

—Hay algunas cuevas al norte de Austin llamadas Inner


Space Caverns, es un sistema natural formado en la piedra
caliza, hay una porción abierta al público que ha sido bien
explorada y está bastante bien guardada, aunque la gente de
Maddox puede moverse fácilmente. Hay otras partes que han
sido bloqueadas por cuevas naturales que todavía no se han
explorado.

Ramsey pasó a través de algunas páginas web diferentes


que mostraban imágenes de estalactitas y estalagmitas
brillantes en varios tonos de marrones y blancos.

—Ok. Suena como un lugar potencial... ¿Qué te hace


pensar que está ahí? —Preguntó Lila.

Ramsey cambió a otro sitio web. Este parecía un blog


personal.

—Hay una gran cantera de piedra caliza no muy lejos de la


entrada pública a las cuevas. Hace poco un capataz citó a un
lobo gris que rondaba por el borde de la cantera.

Ramsey señaló la imagen algo borrosa de un animal de pie


en el borde de lo que parecía ser un acantilado blanco. Había
sido claramente tomada por un teléfono celular de muy lejos.
Pero Lila podía decir con una sola mirada que era un lobo de
gran tamaño en la foto.

—¿Los lobos son comunes en esa zona? —No quería


excitarse demasiado.

Ramsey sacudió la cabeza y cambió a otro sitio web.

—El Lobo Gris de Texas era común en la zona hace un


centenar de años, y están extintos desde 1942. Esa es la única
referencia que puedo encontrar para los lobos que podrían estar
por ahí.

Lila se inclinó hacia atrás, pensando en otras


posibilidades.

—¿Cuándo se vio este lobo?


—Sólo hace dos días, —dijo Ramsey—. Volvió al blog y
señaló la fecha publicada.

La emoción bombeó a través de Lila. Miró a Ramsey y vio


que su propia ansiedad se reflejaba en ella.

—Creo que tienes razón, creo que lo has encontrado.

Ramsey le dirigió una rara sonrisa que le quitó el aliento.


Transformó su rostro de rugosamente guapo en algo un poco
más suave... y más sexy, si eso fuera posible.

—Significa que por primera vez desde que nos unimos a


Selene y el Vyusher y empezamos a luchar contra Maddox,
podríamos tener una ventaja.

Lila sonrió de nuevo.

—Así que Austin... ¿Ellie y Griffin no vivían allí antes de


mudarse a Estes Park?

—Creo que sí. Tal vez su conocimiento de la zona nos dará


una ventaja adicional.

—Tenemos que avisar a Selene, —dijo Lila—. Necesitará


hablar con los clanes y revisar su estrategia y llevar la pelea a la
puerta de Maddox.

—Estoy de acuerdo, —dijo Ramsey.

Lila frunció el ceño. Podría haber jurado que acababa de


escuchar el acuerdo de Ramsey en estéreo. Se frotó las orejas.

—¿Quieres llamar a Griffin o quieres que lo haga? —


Preguntó a Ramsey.

—Ya está reuniendo a Selene, Ellie y Charlotte, que


estarán aquí abajo en un segundo, —dijo.
No volvió a oír la doble voz, de modo que Lila calculó que lo
que estuviera desordenado con sus oídos se habría arreglado.

—Bueno.

—Más pronto que eso, —sonó la voz de Griffin desde la


puerta de la celda.

Ellie miró a su alrededor cuando entró en la habitación.

—Parece aún más deprimente aquí que cuando los


establecimos, necesitamos hacerte nuevas excavaciones, —dijo
con una sonrisa burlona.

—Necesitamos deshacernos de Maddox y sus seguidores,


—respondió Ramsey—. Y podríamos ser capaces de ayudar con
eso.

Eso llamó su atención.

—¿Cómo? —Preguntó Selene.

Ramsey los acompañó a través de su teoría original, la


investigación que él y Lila habían hecho, y finalmente lo que
había aparecido en Austin.

Tan pronto como terminó, Griffin dio un silbido bajo. Miró


a Selene.

—Es hora de un cambio de plan, tal vez.

—Puede que tengas razón, —dijo Selene.

Ellie y Charlotte asintieron.

—¿Vale la pena sacar a Darius por ahí para tratar de


averiguar dónde llegan las cuevas y dónde podría estar
Maddox? —Charlotte preguntó—. Esas cuevas podían ser
extensas, y él podría haberlas construido con edificios
subterráneos como lo hizo en California.
—Buena llamada, —dijo Selene—. Lástima que no
tengamos a Sheila.

—Tal vez pueda ayudarte con lo que estás pensando, —dijo


Griffin.

Todos lo miraron expectantes.

>>Yo debería ser capaz de escuchar sus pensamientos.


Basándome en eso, puedo llegar muy cerca.

—No podemos tener demasiados de nosotros vagando por


esos bosques, o ellos lo descubrirán y nuestra ventaja se
perderá, —advirtió Ramsey.

—Sólo Charlotte, Darius y Griffin, —dijo Selene—. Y tengo


que ir a reunir a los líderes del clan para discutir una nueva
estrategia.

—Debemos atacarlo pronto, en caso de que decida


mudarse de lugar, —dijo Lila.

Selene asintió. Le dio a Ramsey y Lila una mirada de


disculpa.

—Ustedes dos se quedan aquí abajo hasta entonces, por


desgracia.

—Nos lo figuramos, —dijo Lila encogiéndose de hombros—.


Tú vas a hacer lo que tienes que hacer. Sólo haznos saber
cuáles son las decisiones para que podamos estar listos cuando
nos llames.

—Por supuesto, —respondió Selene.

Griffin, Ellie, Selene y Charlotte desaparecieron de nuevo a


los niveles superiores del castillo. Lila casi podía sentir las
emociones en el castillo mientras Selene hacía rodar todas las
bolas. Dios espero que esto funcione, pensó.
Capítulo 35
Traducido por SOS Jesica

Corregido por SOS Jesica

R
amsey retuvo una sonrisa mientras observaba a
Lila inclinando su cara hacia el sol. Después de ser
encerrados en el subsuelo, ambos estaban
disfrutando de la libertad de finalmente estar fuera por un
cambio.

Bueno... libertad relativa, pensó con una mueca. Eran


invisibles en este momento, gracias al escudo de Griffin. Se
podían ver, pero nadie más era consciente de su presencia.

Sólo había pasado un día desde que Ramsey había


descubierto dónde estaba localizado Maddox. Selene y los
líderes del clan habían cambiado rápidamente sus planes. En
cualquier momento comenzaban su ataque. Habían usado las
últimas veinticuatro horas para demostrarse mutuamente sus
diversas fuerzas y trabajar para combinar poderes que se
ayudarían mutuamente de diferentes maneras. Lila y Ramsey
todavía estaban escondidos técnicamente pero habían salido a
ver y aprender y mentalmente prepararse.

—¿Puedes siquiera sentir eso? —Susurró Ramsey a Lila


mientras se bañaba bajo la luz del sol.

No se movió ni abrió los ojos.


—No exactamente, —dijo secamente—. Algo que ver con el
escudo. Pero está más cerca de lo que hemos estado al sol en
semanas. Tengo la intención de disfrutarlo.

Ramsey sabía lo que quería decir. Dejó de hablar y sólo la


observó, aprovechando la oportunidad para observarla
ininterrumpidamente y sin que ella realmente fuera consciente
de su atención. Dejó que sus ojos vagaran por los planos de su
rostro. Conocía todas las curvas, todas las pequeñas pecas,
incluso la cicatriz apenas visible que se había hecho cuando
tenía diez años y se cayó de un árbol.

—¿Me haces un favor? —Le preguntó.

—¿Hmmm?

—Quédate cerca de mí cuando esto suceda, ¿eh?

Eso le llamó la atención. Ella lo miró directamente.

—¿Estás tratando de evitar que pelee? —Preguntó.

Se encogió de hombros.

—Ahora eso sería una pérdida de tiempo.

Ella entrecerró los ojos.

—Entonces estás intentando protegerme.

Ramsey miró hacia abajo y golpeó una roca con la punta


de su bota.

—Tal vez. Y tal vez necesito tu ayuda para mantener una


tapa sobre el fuego.

—Ese no es el verdadero motivo. Puedo verlo.

Ramsey maldijo en silencio. A menudo se olvidaba de la


habilidad de Lila para ver si alguien decía la verdad o no.
—No voy a interponerte en tu camino, —dijo—. O
detenerte. Pero no te perderé de nuevo, Lily. No si puedo
ayudarte de todos modos.

Lila apartó la mirada. Ella fingió ver la práctica a su


alrededor mientras pensaba en sus palabras. La escena era una
muestra impresionante de las habilidades reunidas en este
castillo. Los lobos corrían en pequeñas manadas, algunos de
combatían, sus labios se dibujaron sobre sus dientes en
gruñidos mientras se rodeaban. En un rincón del patio, la tierra
se movía y se movía cuando Darius jugaba con ella. Más lejos
aún, Jason aplastó las rocas con su telequinesis. Estaban
listos.

—Está bien, —dijo suavemente.

Ramsey parpadeó. Ella nunca cedió así. Se sintió tentado


por un segundo a burlarse de ella, pero de ninguna manera la
desordenaría de acuerdo con él en algo tan importante. Así que
en cambio asintió.

>>Mira allá, —le señaló Lila señalando el patio donde todos


estaban reunidos.

Ramsey se volvió en la dirección que indicaba.

—Nate.

Lila miró a Griffin, que estaba debajo de su escudo con


ellos.

—¿Talia está aquí también?

Griffin sacudió la cabeza.

—No, eso es parte del plan, dejamos a unos cuantos


guardias aquí para vigilarla, además, ella no puede manejar
estar con tanta gente.
—¿Quién está vigilando a Nate? —Preguntó Ramsey.

De repente Griffin pareció sombrío.

—Adelaide.

Lila y Ramsey fruncieron el ceño.

—¿Es eso una buena idea? —Preguntó Lila.

Griffin se encogió de hombros.

—Ella insistió. Después de aquella primera noche, es como


si cerrara todas sus emociones, ha estado caminando como una
especie de robot, incluso ha estado alrededor de Nate un par de
veces desde entonces, no tiene ni idea de lo que sabe.

Ramsey no dijo nada. Tampoco Lila. Pero él podía decir por


su expresión que ambos pensaban lo mismo. Espero que no
haya cerrado completamente las emociones de Delia, pensó.

—Yo también, —murmuró Lila a un lado.

Ramsey le lanzó una mirada sobresaltada. Él tomó su


brazo y le volvió la cara.

—¿Puedes oírme? —Preguntó.

—Sí, —dijo Lila.

—¿Desde cuándo?

Ella hizo una mueca.

—Ha venido poco a poco, no como Adelaide, al principio ni


siquiera estaba segura de que estuviera sucediendo, pero
durante el último día o más, he oído más y más.

—Cinco poderes. Bueno, no corriste ni te volviste loca. Así


que supongo que eso es bueno.

Lila se rió entre dientes.


—Sí. Me siento estirada, sin embargo. Como si apenas
pudiera contener lo que hay dentro de mí.

—Probablemente deberíamos hablar de eso cuando


volvamos, —dijo Griffin.

Lila miró por encima del hombro de Ramsey con una


pequeña sonrisa.

—Buena idea.

Otra idea se le ocurrió a Ramsey, y él dejó a Lila y se volvió


a Griffin.

—¿Por qué viene Adelaida? No puede defenderse.

—Bueno, en realidad... —Griffin miró hacia donde Adelaide


estaba ahora junto a Nate.

—¿Tiene otro poder? —Preguntó Lila.

Griffin asintió con la cabeza.

—El cambio del halcón. Selene también lo tiene ahora, en


realidad. Además, Adelaide puede ayudar con la telepatía.

—Guau. Los cuatro podemos cambiar a halcones. Eso es


increíble, —dijo Lila. Ramsey mentalmente hizo eco de ese
sentimiento.

De repente, Griffin miró a la multitud.

—Es hora de irnos, —dijo.

Lila y Ramsey lo miraron, aunque ninguno de los dos


habló. Griffin levantó el escudo y oyó un gruñido furioso de los
lobos.

—Somos nosotros, Maggie, —dijo Ramsey al reconocer al


pequeño lobo marrón.
Maggie se movió y se puso delante de ellos en su forma
humana.

—Lo siento. Me asustaste.

—No te preocupes, —dijo Lila—. Te cuidas de ahí fuera.

—Estaré vigilando la espalda de esta, —dijo Desmond


mientras se acercaba a su lado.

—Eso también vale para ti, sabes, —le dijo Lila.

Desmond se pasó la mano por el pelo rubio y lanudo.

—Gracias.

Griffin, su atención obviamente en otra parte, de repente


los dejó y se dirigió a Selene. Un silencio cayó sobre el grupo
que se había reunido mientras se paraba en una plataforma
elevada. Con un gesto de asentimiento, convocó a Maggie a su
lado. Maggie fue capaz de proyectar pensamientos y voces, casi
como un sistema de una sola mujer.

La voz de Selene sonó por el patio.

—Primero, a los diversos clanes y tribus que han accedido


a luchar junto a nosotros, a pesar de nuestra historia, les
agradezco. Con el elemento de sorpresa de nuestro lado, creo
que tenemos la mejor oportunidad para poner fin a un mal que
Ha estado entre nosotros durante demasiado tiempo—.

—Que tengamos éxito.

Selene y Maggie se retiraron. Más de cien personas se


reunieron en una versión ampliada de la formación de rueda de
vagón de Ellie. Ramsey mantuvo los ojos fijos en Lila, aunque
cerrara los suyo... la teletransportación la dejó un poco
desorientada. Apenas parpadeó y estaban de pie en un campo
abierto, aparentemente en medio de la nada. Los robles
circundantes proporcionaban sombra. El cambio extremo en la
humedad se sintió un poco como nadar a través de agua de
baño y sopa de respiración. Y el canto de las cigarras en los
árboles formaba un zumbido constante en el fondo. Algo en el
sonido era calmante.

Ramsey observó cómo Darius y Charlotte hablaban con


Selene en voz baja. El plan era hacer algo similar a lo que
habían hecho cuando rescataron a Lila, pero antes de que
pudieran probar las aguas... antes de que Darius y Charlotte
pudieran hacer lo suyo... antes de que pudieran organizarse en
absoluto...

Un silencio cayó sobre el área circundante, como si las


criaturas a su alrededor se hubieran callado de repente. Un
escalofrío recorrió la espalda de Lila.

Ella no era la única preocupada. Todos a su alrededor


buscaban en los campos signos de peligro, sus rostros
sombríos. El crujido de hojas secas era la única advertencia de
Lila. Se dio la vuelta y se encontró cara a cara con no sólo un
lobo, pero más de lo que podía contar.

Estaban rodeados por decenas de fuerzas de Maddox,


tanto en lobo como en forma humana, que no habían estado allí
un momento antes. Mirando a su alrededor, Ramsey adivinó
que Maddox tenía por lo menos el mismo número de
combatientes que ellos, si no más. Ramsey se acercó lentamente
a Lila y le presionó el pecho contra la espalda.

—Te mueves, me muevo, —le susurró al oído.

Lila dio un pequeño movimiento de su cabeza, que Ramsey


tomó como un asentimiento.

Un grito agudo perforó el aire quieto.

Y de repente todo el infierno se desató.


Capítulo 36
Traducido y Corregido por Florpincha

T
odo el Vyusher instantáneamente cambió a lobos,
gruñidos rasgaban de sus gargantas. El caos
reinaba cuando las fuerzas de Maddox atacaron. Y el
plan cuidadosamente elaborado de Selene salió por la ventana.
Había mucho que hacer, Lila no podía rastrear la acción.
Apenas sabía dónde mirar.

—¡Lila, abajo! —Gritó Ramsey.

Lila cayó sobre una rodilla y se cubrió la cabeza. Bolas de


fuego pasaron volando y aterrizaron sobre el lobo gris que había
estado corriendo directo hacia ella. La desafortunada criatura
aulló en agonía mientras todo su cuerpo se elevaba en llamas.

Antes de que Lila pudiera retroceder, el dolor, aquel


terrible y debilitante dolor que ella había conseguido familiarizar
durante su estancia en la prisión de Maddox, atravesó su
cuerpo. Ariel estaba aquí, en aquel momento, y todavía bajo el
control de Maddox. Ella vio a Ramsey golpear el suelo como lo
experimentó por primera vez. También podía escuchar gritos,
más allá de lo que el dolor causaría. Y ella lo sabía. Los lobos de
Maddox estaban rasgando a sus amigos y a sus aliados,
matándolos brutalmente mientras permanecían allí
inmovilizados.

Lila reunió sus fuerzas... y sacó sus propios poderes de


algún lugar dentro de ella que no se había dado cuenta de que
existían. Usando su telepatía recién descubierta, mentalmente
se movió a través de la mente consciente, suponiendo que esos
eran los luchadores no afectados de Maddox. Y lo que vio a
través de sus ojos la hizo enfermar. Cargas de sangre y piel que
parecía, haber ido a través de una picadora de carne. Estaba
viendo exactamente lo que le estaban haciendo a su gente.
Finalmente, Lila encontró lo que estaba buscando: Ariel.

—Selene, —ella llamó mentalmente.

Sabía que Selene la oía cuando gritos de angustia llenaron


su cabeza. Empujó una sensación de paz a su amiga. Su
curación emocional no parecía hacer que el dolor desapareciera,
pero al menos, las ayudó a ambas a tomar algo de cordura.

Tan pronto como sintió que los gritos de Selene se


detuvieron, Lila habló rápidamente—: La persona que controla el
dolor está aquí. —Y le mostró a Selene dónde estaba Ariel.

Y entonces ella contuvo el aliento y rezó para que Selene


tuviera la fuerza necesaria para atrapar a la chica y usar sus
poderes para detenerla, a pesar de la angustia que arruinaba su
cuerpo. Después de unos momentos, el dolor disminuyó. Y
entonces, tan repentinamente como había empezado, se había
ido.

Lila aspiró profundamente.

—Ella no usará ese poder de nuevo pronto... Como siempre.


—La voz agotada de Selene sonaba en la mente de Lila.

A Lila se le rompió el corazón por su amiga de Luisiana,


pero era mejor así. Lila le devolvió una palabra a Selene.

—Bien.
—¿Qué demonios fue eso? —Ramsey pensó mientras
luchaba por mantenerse de pie. Luego se agachó y ayudó a Lila
a levantarse.

—Eso fue lo que nos controló cuando Maddox nos tenía en


esa maldita cueva, —murmuró. Sin otra palabra, se quedaron
de espaldas e inspeccionaron la situación. Parecían haberse
recuperado un poco más rápido que la mayoría de los otros. Por
desgracia, los lobos de Maddox seguían atacando a voluntad.

Ramsey reavivó las llamas en sus manos, listo para


cualquier cosa que surgiera.

—Empecemos a avanzar hacia Selene, —le dijo a Lila por


encima de su hombro.

—Sí.

Lentamente, se movieron en sincronía, con Lila de líder. No


podían moverse tan rápido ya que los lobos parecían bloquear
su progreso en cada paso del camino.

>>Las seis en punto, —replicó Lila por segunda vez. Se


dejó caer sobre una rodilla mientras se volvía y disparó un
resplandor de fuego en esa dirección, golpeando a otro lobo
cargador.

—Cambia conmigo y vigila mi espalda, —dijo, y ella


asintió.
Ramsey apenas podía darle sentido al pandemonio
mientras los conducía a través de la multitud. Llegó a ver a Ellie
en forma de jaguar persiguiendo a una manada de tres lobos
con una leona, una de las metamorfos de África, sobre sus
talones. Pero antes de que pudiera comprobar que lo tenía bajo
control, Lila gritó—: ¡Agáchate y rueda!

Ramsey hizo una gran imitación de una maniobra militar.


Sintió una ráfaga de viento sobre su cabeza. Mirando hacia
arriba, vio un cóndor gigante navegando por el cielo.

De vuelta en sus pies, Ramsey y Lila continuaron su lento


progreso. Buscó a Ellie pero no pudo encontrarla.

—Mierda. —Oyó a Lila murmurar detrás de él—. ¿Es eso


una…?

Lanzó una mirada por encima de su hombro a tiempo para


ver una enorme Anaconda negra enrollada alrededor de dos
grandes lobos.

No tenía mucho tiempo para mirar mientras volvía su


atención hacia adelante.

La voz de Lila resonó en su cabeza.

—Ellie definitivamente debe hablar con los brasileños sobre


aprovechar ese poder.

Siguieron moviéndose, aunque su progreso era


agonizantemente lento.

—¿Puedes usar tu telepatía para forzarlos a despejar un


camino? —Le preguntó Ramsey a Lila.

—Ni siquiera Griffin puede hacer eso, —dijo.

La forma de fantasma de Oren apareció frente a ellos.


—Selene quiere que Lila esté más cerca de ella, Griffin dice
que Maddox está detrás de Lila, incluso en todo esto.

—Ya estamos tratando de llegar a ella, —dijo Ramsey—. Es


solo tomar... —Se dio cuenta de que dos lobos se acercaban a
Oren desde direcciones opuestas.

>>Oren, mantén tu posición y desaparece cuando te lo


diga, —expresó Ramsey.

Oren asintió.

—Dejaré que Selene sepa que estás en tu camino.

—¿Es capaz de venir Charlotte? —Preguntó Lila.

Oren parecía sombrío.

—No. Está un poco ocupada con los heridos y los muertos


y los devuelve al castillo.

—¡Ahora! —Gritó Ramsey. Los lobos saltaron hacia Oren al


mismo tiempo y chocaron con una grieta viciosa mientras
desapareció, golpeándose entre ellos.

—Estamos por nuestra cuenta si Charlotte no puede llegar


hasta nosotros. Vamos a continuar, —indicó Lila, volviendo la
espalda a Ramsey. Solo habían dado unos pasos, cuando
añadió—: Algo viene por mí. Acabo de captar un pensamiento
extraviado.

No tuvo tiempo de responderle. Se detuvo en seco y luego


saltó un poco mientras Lila se estrellaba contra él.

—Ah, maldita sea, —murmuró ella.


Capítulo 37
Traducido y Corregido por Florpincha

U
n grupo de unos diez lobos estaban alineados
frente a ellos creando una pared de colmillos
expuestos y rompiendo mandíbulas. Pero no
atacaron.

—Están aquí por mí, Maddox los envió, —murmuró Lila.

Ramsey no estaba a punto de esperar a que coordinaran


un ataque. Pero su breve vacilación para evaluar la situación
fue suficiente para que se movieran un poco más rápido que él.
Antes de que pudiera iluminarlos, los lobos estaban en el aire,
lanzándose hacia ellos.

Reaccionando por instinto, Ramsey se arrojó sobre Lila y


se preparó para el golpe aplastante de los cuerpos de los lobos...
de sus dientes y garras que lo rasgaban.

Pero nunca llegó. Miró hacia arriba para ver a los diez
lobos suspendidos en mitad del salto directamente sobre su
cabeza.

—¡Muy bien, Alex! —Gritó con alivio.

—¡Quédate dónde estás! —Escucharon la llamada de


Griffin.

—¿Que está haciendo? —Le preguntó Ramsey a Lila.

Ella escuchó por un segundo.


—Usando su escudo, él va a... —Los lobos de repente
volaron, catapultados por la fuerza invisible de Griffin.

>>…lanzarlos, —terminó Lila.

Griffin y Alex salieron corriendo para ayudar a otra


persona. Antes de que Ramsey y Lila estuvieran de pie, oyeron
un ruido sordo y repentino, y de repente los dos estaban
empapados de sangre. Ramsey miró hacia abajo y sacó lo que
parecía ser un pedazo de tripa de sus pantalones.

—Lo siento, —gritó Jason, uno de los Vyusher de Selene.


Era un telequinesico de gran alcance con la capacidad de
aplastar cualquier cosa que él quisiera, y aparentemente apenas
había agujereado a uno de los lobos de Maddox.

—¡Detrás de ti! —Gritó Lila.

Jason giró sobre sus talones y se concentró en el lobo


tratando de escabullirse en él. Ramsey y Lila obtuvieron una
mirada directa de lo que eran las capacidades de Jason. El lobo
se desplomó y explotó de repente. Era el tipo de horror tan
asqueroso de presenciar; incluso Hollywood habría puesto la
acción fuera de la pantalla en lugar de traumatizar a sus
espectadores de por vida.

Ramsey miró a Lila que parecía un poco verde.

—¿Estás bien? —Preguntó, aunque no se sentía tan firme.

Ella sacudió su cabeza.

—Nunca podré volver a ver lo que acabamos de ver, vamos


a seguir adelante.

Lila siguió retrocediendo, moviéndose en sincronía con


Ramsey mientras ella telepáticamente observaba sus
movimientos por detrás. Ella había estado usando su poder
psíquico desde que estalló la pelea, o al menos lo había
intentado. Dada la gran cantidad de personas que luchaban,
tenía dificultad para concentrarse lo suficiente para ser eficaz,
pero al menos había conseguido llamar la atención de Alex y
Griffin cuando ella y Ramsey se enfrentaron a la manada de
lobos.

¿Qué diablos quiere Maddox conmigo tan mal que perdería


a los combatientes en medio de una batalla para conseguirme?

Por el rabillo del ojo, Lila vio a uno de los hombres que
pensaba pertenecía a la tribu rusa. Estaba rodeado por unos
cuatro o cinco lobos. No podía decirlo con tantas cosas entre
ellos. Lila estaba a punto de avisar a alguien cercano cuando
actuó. Moviéndose a velocidades imposibles que le recordaban a
Nate, extendió la mano y tocó a uno de los lobos en su pata. Se
volvió una extraña sombra de azul, y cuando el lobo retrocedió,
se rompió en trozos pequeños.

¡Guauu! ¡Puede convertir algo en hielo sólido con solo un


toque!

Lila tenía que mantener la mayor parte de su atención en


su entorno inmediato. Pero cuando miró hacia atrás, el ruso
estaba de pie en medio de varios lobos que ahora estaban en el
suelo aullando de dolor, todas las partes del cuerpo
desaparecidas que se habían congelado y fragmentado.

Otra imagen mental que nunca necesité dentro de mi


cabeza.

Lila se la quitó mientras seguía moviéndose en el bloqueo


con Ramsey. Habían llegado a mitad de camino hacia Selene,
cuando una imagen pasó a la mente de Lila desde el punto de
vista de Maggie. Un gigantesco lobo marrón oscuro se paró
delante de ella, listo para saltar. Maggie estaba aterrorizada.
Aunque ella misma era una loba, Maggie estaba en el lado
pequeño. Selene había dicho una vez a Lila que Maggie nunca
había luchado en ninguna de las batallas, incluso cuando
Gideon estaba a cargo. Ella solo fue utilizada por su capacidad
para proyectar sonido.

Algo sobre ese lobo a quien Maggie se enfrentaba le parecía


familiar a Lila.

Mirando a su alrededor desesperadamente, Lila finalmente


localizó a Maggie de pie, no demasiado lejos.

—Ramsey, —llamó—. Maggie necesita ayuda, allá. —Ella


apuntó.

Pero Ramsey estaba demasiado ocupado luchando contra


un lobo diferente para prestar atención.

—¡Voy por ella! —Gritó.

Sin esperar a ver si la oía, Lila despegó a toda velocidad.


Cuando estuvo casi allí, vio a otro lobo corriendo en una
trayectoria para interceptarla. Lila pensaba en sus opciones
cuando una columna de fuego pasó junto a ella y golpeó al lobo
atacante fuera de su camino.

Lila iba a llegar tarde. Vio que el lobo se preparaba para


atacar a Maggie. Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos,
Maggie desapareció por completo. Lila se controló y luego siguió
corriendo. Ella sabía lo que le había ocurrido a Maggie.
Desmond había llegado a ella primero y la había vuelto invisible.
Pero Lila no dejó de correr hacia el gran lobo marrón. Ahora
sabía quién era.

Lila llegó a donde Maggie acababa de estar de pie y levantó


las manos para evitar un ataque. Ella alcanzó su control
emocional y empujó cada cantidad de serenidad y consuelo que
pudo reunir en la criatura que estaba delante de ella.
—Dane... Dane, soy yo, Lila. ¿Puedes salir del lobo? —
Preguntó, mientras enviaba un mensaje mental frenético a
Marcus. Si Dane estaba aquí, también lo estaban los otros que
Maddox había sacado de su celda. Y posiblemente algunos de
los que había secuestrado en su casa en los pantanos de
Luisiana.

La gran bestia frente a ella negó con la cabeza. Lila sintió


que la confusión irradiaba de él en olas poderosas y solo estaba
vagamente consciente de que Ramsey estaba ayudando a
mantener a raya a todos los otros combatientes.

Utilizando su telepatía, Lila le mostró escenas en la mente


de Dane desde el último año que pasó con él y su clan. Eran
recuerdos de amistad y camaradería. Y un recuerdo de lo que
su verdadero poder nacido natural era... la capacidad de
convertirse en un oso gris gigante.

—¿Lo ves? —Le preguntó—. Esto no es lo que eres, sé que


es difícil, prácticamente imposible, romper con la manada de
lobos en la que estás ligado, pero tienes que intentarlo.

Dane la miró y sacudió la cabeza, sus ojos llenos de odio.


Ella lo estaba perdiendo.

—Estoy aquí, hermano, —dijo Marcus, mientras él


calmadamente se colocó delante de Lila—. Yo soy tu verdadero
líder tribal, te ordeno que seas el oso.

Dane dudó, pero Lila sintió que un destello de


reconocimiento se movía a través de él.

—Está funcionando, sigue hablando, —susurró en el oído


de Marcus.

—Tienes que dejar que el lobo se vaya. Cierra la manada


de tu mente, —ordenó Marcus.
Dane gimió, y todo su cuerpo comenzó a temblar
violentamente. De repente, una de sus patas se transformó en
un oso, aunque solo por un momento, y luego de nuevo a un
lobo. Entonces su piel empezó a ondular, cambiando de color,
consistencia y longitud. Debajo de la piel, su cuerpo temblaba y
se contorsionaba.

De repente, era un oso. Entonces de nuevo un lobo. Volvió


a saltar varias veces. Finalmente, con un rugido poderoso, un
gran oso gris se paró delante de ellos, sus lados que se subían y
bajaban de la lucha agotadora. Pero el lobo no regresó.

Lila sintió sus emociones y leyó sus pensamientos.

—Está a salvo, —le dijo a Marcus.

Marcus se acercó a su amigo que estaba allí inmóvil.


Cuando se acercó lo suficiente, Marcus apoyó una mano en el
hombro del oso grande.

—Bienvenido, amigo mío, es bueno verte.

Dane asintió.

—Podríamos usar tu ayuda. —Marcus señaló la


conmoción—. ¿Estás a la altura?

Dane respondió con un aterrador rugido, y luego se dio la


vuelta y se encontró con la pelea. Él golpeó a lobos con sus
patas enormes, golpeándolos a través del campo como moscas.

Lila se volvió hacia Marcus.

—No puedes usar tu gas tóxico aquí, —dijo.

—Me alegro de verte también. Y ya sé. Yo también mataría


a nuestra gente.

—Ve a buscar a los otros. Te ayudaré si puedo.


—Gracias, pequeña. —La besó en la mejilla y luego salió
corriendo.

—No vuelvas a escapar de esa manera. —La voz áspera de


Ramsey hizo que Lila se girara—. Casi no llegué a esos lobos a
tiempo. Me lo prometiste.

Lila hizo una mueca.

—Lo siento. Tenía que llegar a Maggie. Y a Dane.

Ramsey no dijo nada, y ellos reanudaron sus posiciones


anteriores y siguieron avanzando. Pero cuatro peleas más
lejanas después, y todavía no estaban más cerca de llegar a
Selene que antes. Una gran parte del problema era que Lila no
podía defenderse, y se daba cuenta de que Ramsey podría
hacerlo mucho mejor si no tuviera que protegerla todo el
tiempo.

Ella tuvo una idea. Una tan estúpidamente brillante, Lila


casi se abofeteó en la cabeza por no darse cuenta antes.

—Ramsey, —llamó.

—No, —respondió él.

—¿Qué quieres decir con no? No sabes qué...

—Conozco ese tono de voz. Estás a punto de romper la


promesa que me hiciste a mí. —Lanzó un muro de fuego contra
otro lobo y luego se volvió hacia ella—. Pues tú dirás.

Lila hizo una mueca, pero miró hacia el cielo. Ramsey se


dio cuenta enseguida.

—De ninguna manera.

—Podré ver todo desde allí y devolvérselo a Selene. Ellie y


Griffin tienen otros poderes necesarios aquí abajo, pero yo no.
—De ninguna manera, —dijo de nuevo—. Estarás
demasiado lejos para protegerte.

—No necesitarás protegerme. No cuando estoy allá arriba,


—expresó—. Y podrás moverte más rápido y hacer más aquí sin
que te detenga.

—Ese cóndor gigante sigue ahí arriba. Ni siquiera sabes si


puedes volar. Ni siquiera lo has probado o practicado, —
argumentó.

—Es un instinto. ¿Qué tan difícil puede ser?

Antes de que Ramsey tuviera la oportunidad de protestar


más, Lila cambió hacia el halcón y despegó.

—¡Lila! —Lo oyó gritar detrás de ella.

—Ve. Ayuda a los demás, —le respondió mentalmente.

—Mujer, te juro que serás mi muerte. —Su pensamiento


sombrío vino a través alto y claro.

—Solo si sigues cuidando de mi en vez de ti. Estaré en


contacto. Lo prometo.

—No me voy a molestar en responder a ese comentario.


Cuida tu espalda de ese cóndor. No lo veo en este momento, pero
tiene que estar en algún lugar, —respondió.

Mientras Lila daba vueltas más y más alto, estaba


agradecida de verlo finalmente atraer su atención hacia la
batalla que lo rodeaba y comenzar a pelear de nuevo.
Capítulo 38
Traducido y Corregido por Florpincha

L
ila ganó una buena altitud y comenzó a dar vueltas
al campo. El cóndor no estaba a la vista. Ella
sinceramente esperaba que alguien lo hubiera
sacado ya. El gran volumen de ruido que salía de los luchadores
de abajo la hacía preguntarse cómo el resto del mundo no podía
ser consciente de lo que estaba sucediendo.

—Selene, Griffin, Ellie, —llamó mentalmente—. Estoy arriba


de ustedes. La mayor parte de la lucha se centra directamente en
frente de Selene. —Ella les envió una imagen de lo que estaba
viendo—. Pon ese gran lobo negro y gris fuera de servicio. Es uno
de sus líderes.

Una vez que envió ese mensaje, buscó a su hermana.


Griffin había dicho que Adelaide podía cambiar a un halcón
ahora. Podrían trabajar juntas.

—Adelaide, ¿dónde estás? —Convocó. Le lanzó una imagen


a su hermana de donde estaba, y en qué forma—. Llega hasta
aquí.

Ella consiguió un destello de su hermana de pie al lado de


las peleas, parcialmente escondida en los árboles. Un hombre
estaba de pie detrás de ella sosteniendo lo que parecía ser un
lazo en sus manos. Lila sabía que Adelaide no sabía de su
presencia.
Antes de que Lila pudiera advertirle, Nate se abrió paso a
través de la maleza y lo abordó. Se las arregló para golpear al
chico en frío, y el lazo desapareció. Nate corrió otra vez, y
Adelaide se transformó en su propia forma de halcón y tomó
vuelo.

—¿Cuál es el plan? —Preguntó Adelaide a Lila.

—Círculo e informe. Vamos a ver si podemos por lo menos


darles información, —respondió.

Lo que parecía como siglos más tarde, Lila y Adelaide


estaban todavía en ello. Ellas ayudaron a Selene solo con los
combatientes más fuertes para cortar sus poderes y coordinar
los ataques contra grupos más grandes de lobos. Pero la batalla
se encendió, y Adelaide y Lila no sabían quién estaba ganando.
Estaban muy equilibrados. Y ambas partes estaban perdiendo
cada vez más combatientes.

—Le han dado a Meagan, —informó Charlotte a todos los


telépatas. Meagan tenía la capacidad única de crear un vacío,
aspirando todo el aire de un espacio. El Vyusher sentiría su
pérdida. Las fuerzas de Maddox ya habían sacado a Sylvie, que
podía conjurar un tornado, y a Jason con su aplastante
telequinesia.

Lila también los había visto sacar a Stephen, uno de los


líderes clave de Marcus que aplastaba a la gente con bandas de
acero. No estaba segura de si estaba inconsciente o muerto,
pero Charlotte había llegado a él y lo había llevado de regreso al
castillo.

—¡Cuidado! —La voz de Adelaide gritó en la mente de Lila.

Lila se zambulló en una curva, mientras una bola de lava


se acercaba a ella.
—Alex, no dejes que la bola de fuego golpee a nadie cuando
vuelva a caer, —dijo Lila. Observó cómo se helaba en el aire, y
luego el fuego se apagó por completo y Lila sabía que Ramsey lo
había rociado. Utilizó la aguda visión de su halcón y localizó al
perpetrador.

—Marcus, —pensó ella—. Seamus está aquí. —Ella le


mostró dónde encontrar a su amigo—. Ve a darle un poco de
sentido.

Otra bola de lava llegó volando hacia ella.

—Rápido, —agregó—. ¡Está tratando de sacarme con esos


malditos proyectiles suyos!

Alex y Ramsey manejaron esa segunda bola de fuego


también. Solo que esta vez, ella vio cómo se lo llevaron a Dexter,
y él lo convirtió en metal sólido. Griffin usó su escudo para
lanzar el trozo de hierro, aterrizándolo justo encima de uno de
los lobos más grandes de Maddox.

Lila buscó a Seamus para ver si Marcus la necesitaba.


Marcus se le acercó rápido pero no lo bastante rápido. Alguien
había visto sus bombas de lava y decidió remediar la situación.
Antes de que pudiera detener al brasileño, su poder estaba
trabajando.

La tierra se movió y se movió bajo los pies de Seamus.


Vástagos de tierra surgieron del suelo y se envolvió alrededor de
sus tobillos y luego comenzó a tirar de él hacia abajo, bajo la
tierra. Era como una escena de una película de zombis, solo que
la tierra se lo tragaba todo, arrastrándolo por debajo. Seamus
gritó... estaba a punto de ser enterrado vivo. Marcus llegó justo
a tiempo para agarrarle la mano.

—Deja que retroceda, —Lila instruyó mentalmente al


luchador.
—¿Quién diablos eres tú para decirme esto? —Preguntó.

La voz de Griffin entró en la conversación.

—Déjalo retroceder, Gustavo. Pero no del todo. Solo la


cabeza por ahora.

Seamus salpicó y tosió cuando su cabeza apareció desde el


suelo. Miró a Marcus, que todavía sostenía su mano.

Como lo hicieron con Dane, Marcus y Lila trabajaron


juntos en Seamus, hasta que el calor y la ira desaparecieron, y
la confusión tomó su lugar. A pedido de Griffin, Gustavo trajo a
Seamus hasta el final.

Lila volvió su atención a la lucha.

—Esto no está funcionando. —Pensó a toda su familia—.


Necesitamos algo más grande.

—Oh, te daré más grande, —respondió Ellie.

Y entonces, se dispersaron cuando la bestia de la


obsidiana se zambulló en ellos. Ellie no podía usar su fuego
porque encendería aliados tanto como enemigos. Así que en
lugar de eso ella recogió puñados de fuerzas de Maddox en sus
enormes garras, voló a una gran altura, y los dejó caer a sus
muertes.

Lila observó cómo Ellie hacía esto una y otra vez. Y parecía
estar ayudando, posiblemente incluso cambiando la corriente.
Maddox aún no se había mostrado en esta batalla. Lo había
estado buscando. Si pudieran matarlo, podrían detener todo
esto cortando la cabeza de la serpiente. Pero no había sido visto
por ninguna parte.

Y entonces ella captó un pensamiento perdido... ¡Maddox!


Parecía casi estar discutiendo consigo mismo.
—Si no hago esto, estamos perdidos, pero no tengo a Lila
todavía para traerme de vuelta.

¿Qué demonios quería decir con eso? Y entonces vio a su


enemigo. Se paró en una colina lejana que dominaba la batalla.
Él estaba en su forma de lobo un segundo, y luego cambió.

La escena era como ver a Ellie cuando se transformaba. El


cuerpo de Maddox parecía brillar y cambiarse. Su cabeza de
lobo se hizo más grande, los colmillos cayeron para formar una
hilera de dientes amenazadores y afilados. Su piel se transformó
en relucientes escamas de plata. La luz se refractó de ellos, casi
cegando a Lila al resto de su cambio. Cola... alas... garras. Si
Lila no hubiera visto a Ellie hacerlo, nunca lo habría creído.
Donde solo momentos antes había habido un lobo, ahora había
un dragón de tamaño tan gigantesco que empequeñecía a Ellie
en su forma de dragón.

Alas fuertes desplegadas. El viento causado por ellas


golpeó a los combatientes en el suelo de sus pies. Maddox
disparó hacia el cielo y se dirigió directamente a Ellie.

—¡Ellie! —Lila gritó a su amiga.

—Lo veo, —dijo Ellie. Estaba bastante alta en el cielo,


acabando de soltar otra garra llena de lobos.

El dragón negro se zambulló, las alas se doblaron contra


su espalda y golpeó con fuerza al dragón plateado. Sus cuerpos
se lanzaron a la tierra, enredados en una masa de miembros y
colas retorciéndose. Las mandíbulas se quebraron. Las garras
rastrillaron.

Justo antes de llegar al suelo, se separaron y recuperaron


la altitud. Luego se estrellaron juntos otra vez. El ruido de su
impacto sonaba como un aplauso de trueno. Y esta vez había
fuego. Las llamas púrpuras y plateadas bailaban juntas
alrededor de las bestias que luchaban mientras una y otra vez
continuaban con su mortal batalla aérea.

—Es demasiado fuerte, demasiado grande. —La voz


frenética de Ellie sonó fuerte y clara en la cabeza de Lila y ella
sabía que el resto de la familia también lo escuchaba—. Selene,
¡apágalo!

—Yo... no puedo, —pensó Selene—. He estado intentando,


pero no logro comprender su poder. Es muy grande.

Lila se estremeció. Sabía que si Selene y Ellie no podían


detenerlo, no había manera de que ganaran la batalla.

—Alex, congélalo, —ordenó Lila, dejando que todos los


demás también oyeran sus pensamientos.

—Dice que no puede, —replicó Griffin—, también ha estado


intentando... Maddox es demasiado poderoso y sigue
evadiéndolo.

—¡Ellie, sal de ahí! —Suplicó la voz de Adelaide.

Pero fue demasiado tarde. Maddox logró atrapar la


garganta de Ellie en sus poderosas mandíbulas. La sangre brotó
de donde había apretado, y la forma de Ellie quedó inerte.

—¡No! —Lila escuchó el grito de Alex desde donde todavía


estaba flotando en el aire. Su temor la atravesó.
Capítulo 39
Traducido por SOS Jesica

Corregido por SOS Jesica

E
l dragón plateado se soltó. Cuando el dragón negro
cayó por el aire, Ellie se transformó de nuevo en
humana. Todavía floja como una muñeca de trapo.
Seguía cayendo.

¡Oh Dios mío!

Lila se zambulló, aunque sabía que no iba a atrapar a su


amiga y no tenía ni idea de lo que haría para detener a Ellie si lo
hiciera. Ella quería que Ellie despertara. Pero eso no sucedió.

¡No voy a llegar a tiempo!

Ella se detuvo cuando la forma de Ellie se congeló de


repente justo antes de que cayera al suelo.

—Gracias al cielo, —pensó Lila—. Alex la atrapó.

Observó cómo Alex corría a donde Ellie se cernía y la dejó


caer en sus brazos. Charlotte apareció junto a ellos, y los tres
desaparecieron.

Lila rezó silenciosamente para que su amiga estuviera


bien, pero su atención fue sacada por un sonido temible.
Maddox soltó un rugido aterrador que se estrelló a través del
aire y la arrojó como si estuviera atrapada en una ola de olas
oceánicas.
Mientras se lanzaba hacia el suelo, Lila se dio cuenta de
que eso era lo que había temido: su incapacidad para controlar
su forma de dragón sin el poder emocional de sanación de Lila.
El dragón de plata abrió su boca y lanzó un infierno de llamas a
los combatientes de abajo. Todo el mundo se dispersó,
incluyendo las fuerzas de Maddox, mientras el fuego se abatió
sobre ellos.

—¿Ramsey? —Lila llamó en una voz de pánico.

—No puedo apagarlo, —su voz volvió a ella, tensa—. Pero


tal vez pueda...

De repente, las llamas se volvieron hacia sí mismas, sin


llegar al suelo.

—No creo que pueda volver a hacer eso, —dijo.

—Griffin, escudo todo el mundo. Selene, consigue a


Charlotte y saca a todos de aquí, —Lila instruyó.

—¿Qué hay de ti? —Preguntó Ramsey.

—Ramsey, me temo que tengo que romper una promesa por


tercera vez hoy, —dijo—. Y no podré hablar contigo mientras
hago esto.

—¿Puedes detenerlo? —Preguntó Griffin.

—Lo dudo. No si todos nosotros no pudimos. Pero creo que


lo puedo noquear, creo, —respondió ella. Espero, ella se pegó a sí
misma.

—Puedo sentir tu incertidumbre, —le dijo Ramsey—. Pero si


crees que vale la pena intentarlo, hazlo. —La total confianza y fe
que tenía en ella le dieron a Lila el último poco de fuerza que
necesitaba.
Lila se volvió y ganó altura. Necesitaba sorprender a
Maddox para que esto funcionara, no porque le estuviera
prestando mucha atención. Una vez que ella estaba lo
suficientemente alta, Lila giró y puso su cuerpo en una
inclinación completa. El sonido del viento la rasgó mientras se
zambullía en el gigante plateado. Llegó a velocidades
impensables. Maddox se distrajo mientras hacía otro pase en
llamas a la gente que estaba en el suelo. Entre Griffin y Ramsey,
se las arreglaban para mantener el fuego alejado de todos. Lila
lo bloqueó. Se concentró en recoger su lugar. Apuntó
directamente a su espalda.

Al caer, recogió el poder dentro de sí misma. Ella lo


imaginó casi como sacudir una lata de coca o una botella de
champán. Dejó que toda esa energía burbujeara y silbara dentro
de ella. Iba a necesitar cada onza de ella para hacer lo que
estaba a punto de intentar.

Ella encendió sus alas en el último segundo y se volvió a


ser humana. Aterrizó exactamente donde había querido, en su
espalda donde el ala izquierda se conectaba a su cuerpo. Se
aferró a las delicadas membranas, pero Maddox no pareció
notar su pasajero. Estaba demasiado enfurecido y demasiado
concentrado en la gente en el suelo. Lila se aprovechó de su
distracción para reunir un poco más de poder dentro de sí
misma.

Cerrando los ojos y centrando todo lo que tenía en su


habilidad para curar las emociones, Lila golpeó cada parte de
ese poder en Maddox. Su plan era poner en su interior una
tranquilidad pacífica que era tan grande que esperaba que lo
durmiera, tal como lo había hecho cuando ayudó a Adelaide
aquella noche.

Pero casi de inmediato pudo darse cuenta de que las cosas


no iban de acuerdo al plan. Casi se sentía como si Maddox la
bloqueara totalmente, como si no hubiera lugar para sus
sentimientos de paz dentro de su cuerpo o mente.

Lila empujó con más fuerza. Esto tenía que funcionar.

Y entonces una sensación extraña comenzó a pulsar en


ella. Suave al principio, pero a medida que crecía, Lila lo
reconocía por lo que era.

Rabia.

Su vínculo con Maddox había resultado de algún modo en


un retroceso emocional. Su odio maligno le invadía mientras su
tranquilidad fluía hacia él.

Esto va a destruirme, pensó. Pero si funciona...

Lila abrió su mente, permitiendo que el veneno de Maddox


fluyera en ella. Los destellos de sus recuerdos la golpearon de
golpe. Como ver escenas aleatorias de una película, todo desde
su punto de vista.

Vio destellos de otros dragones. Había cuatro, todos


viviendo en una cueva bajo tierra. Maddox y otro dragón de su
tamaño, una hermosa criatura verde oscuro. A su lado había
dos pequeños verdes pálidos. Instantáneas brillaron en su
mente que no parecía estar en ningún orden cronológico. Los
dragones más pequeños como bebés. Los cuatro volaban por el
aire. Maddox enseñando a los más jóvenes a respirar fuego.
Habían estado... felices.

Su familia. Podía sentir el intenso amor y devoción que


Maddox tenía por ellos.

Luego más destellos. Pueblos consumidos por el fuego. La


gente se disemina como hormigas. Sus gritos eran tan molestos.
Comida… Así era como Maddox pensaba en ellos. Y tenía que
alimentar a su familia.
Antes de que Lila pudiera envolver su cabeza alrededor de
eso, una nueva memoria la absorbió. Maddox estaba en el aire.
Había otro dragón: enorme y morado oscuro. Y Maddox y su
compañero lo estaban combatiendo. Lila observó cómo el
dragón púrpura golpeó el cuello de la mujer de Maddox con un
crujido enfermizo y arrojó su cuerpo al suelo.

El punto de vista de Lila cambió. Ahora podía ver a través


de la perspectiva de Maddox, como si sus ojos fueran los suyos.
El gran dragón púrpura golpeó su cuerpo contra los hijos de
Maddox, obligándolos a la tierra donde los aplastó, justo al lado
de la forma inmóvil de su madre.

El dolor residual de Maddox atravesó Lila. Trató de


bloquearse, antes de que la agonía de Maddox la volviera loca.

Eso es. Esta debe ser la fuente de su rabia. Perder a su


familia, y su verdadera te'sorthene, lo destruyó.

Luego otro flash. Maddox en forma humana ahora. Estaba


con el Vyusher, pero no conocían su verdadero plan. Podía oír
los pensamientos que bullían en su mente. Estaba
construyendo un ejército. Encontraría y mataría a ese dragón
morado y masacraría a toda su familia. Él usaría a estos
insectos. Estos lobos. Porque podría. Porque su mente de
colmena le permitía controlarlos. Esa perrita, Karin, que podía
convertir a cualquier persona dotada en un metamorfo lobo, le
había dado ese regalo... esa maldición, para convertirse en un
lobo. Odiaba estar dentro de su cuerpo de lobo. Incluso su
cuerpo humano era un anatema para él. Sólo la libertad, el
poder y la gloria de su forma de dragón se sentían bien para él.
Pero sin su familia, no podía controlarlo. Y necesitaba control
para destruir a su enemigo y a todos los familiares de su
enemigo. Y cuando el dragón púrpura y su familia se hubieran
ido, Maddox usaría a los lobos como esclavos.
Después de todo, eso era todo lo que valían.

Lila jadeó horrorizada. ¡Está completamente loco!

Más flashes. Más instantáneas en el tiempo. Rápido


ahora…

Maddox reconoció al dragón púrpura, esta vez en forma


humana, cuando fue a visitar al Rey y a la Reina. Los Vyusher
no eran todos lobos entonces. Ni siquiera se les llamaba
Vyusher. Él esperaría, aunque la frustración que lo atravesaba
lo tenía al borde de cambiar y matar al hombre justo entonces y
allí. Se requería paciencia.

Más recuerdos... Maddox realizando su oportunidad de


ganar más poder sobre el Vyusher a través de Gideon.

Maddox observaba satisfecho mientras el dragón morado


caía bajo el poder de sus lobos. El poder de Selene lo detuvo
justo el tiempo suficiente para que Maddox lo matara.

Y luego la frustración como su plan para matar a la familia


del dragón morado fracasó. Dos de sus descendientes se
escaparon. Niños. Aún no podía hacerse cargo de los Vyusher
como esclavos. Se requería más paciencia.

Más flashes. Más y más rápido.

Sus lobos matando cada vez más a la gente Svatura. Tenía


el Vyusher muy bien convencido ahora de que los metamorfos
de lobo eran la raza superior. Esa mente de manada
ciertamente ayudó. Y también lo hizo la habilidad de Gideon
para forzar su voluntad sobre la gente. Maddox sólo necesitaba
controlar a Gideon para controlarlos a todos.

Esa perra Ellie se transformó en un dragón y matando a


Gideon. Una vez más sus planes en espera. Ella y su hermano
iban a morir. Solo era cuestión de tiempo.
El miedo corría a través de las venas de Lila cuando la
verdad la golpeó. Está loco y completamente obsesionado. Y él es
más poderoso que cualquiera de nosotros. ¿Cómo terminaremos
esto?

Finalmente, los destellos de memorias se detuvieron. Lila


había tomado cada gota de rabia de Maddox en sí misma. Ella
sintió algo que bullía bajo su piel. Un hormigueo un poco como
lo que sentía cuando se transformó en un halcón. Pero más
grande. Mucho más grande.

La sujetó con fuerza, pero no pudo sostenerla. Y entonces


oyó la voz de Ramsey en su mente. Estoy aquí, Lila. Aférrate a
eso. Ánclate sobre mí.

Con gran esfuerzo, empujó la rabia de Maddox de nuevo en


él. Había rechazado su paz y su tranquilidad. Tal vez podría
sobrecargar su sistema mezclando su propia rabia. En un
empujón masivo, con la sensación de que su energía se drenaba
con cada momento que pasaba, Lila lo forzó todo detrás en él
tan duro y rápido como ella podría. Manchas negras
comenzaron a bailar detrás de sus párpados. Con un último
impulso, sintió que su cuerpo flotaba bajo sus manos.

Lila sonrió. Lo hice…

Y luego se desmayó.
Capítulo 40
Traducido y Corregido por Mayte008

L
ila sintió un calor familiar penetrar su cuerpo. Le
hacía querer acurrucarse más profundamente bajo
las sábanas. Se sentía como en casa. Se sentía
como...

—¿Papá? —Murmuró aunque su boca estaba seca y


agrietada.

—Ahí está ella, —le oyó decir—. Ves, te lo dije, Lucy. Ella
sólo estaba exhausta de todo. Está bien. —Lila apenas podía
mantener los ojos abiertos. Miró a su alrededor. Estaban de
vuelta en el castillo, y sus padres y Ramsey estaban de pie
sobre ella con preocupadas miradas en sus rostros.

—¿Qué pasó?

—Lograste darnos el tiempo suficiente para salir de allí, y


forzaste a Maddox fuera de la forma del dragón, —dijo
Ramsey—. En realidad, fuiste una cabrona bastante mala.

—Ramsey, —su madre jadeó—. No la animes.

Lucy miró a Lila y le apretó la mano.

—Fue algo muy peligroso. Entiendo que has salvado


muchas vidas, pero no creo que eso te libere de problemas
conmigo.

Ramsey guiñó un ojo sobre el hombro de su madre y dijo—


, cabrona mala.
Lila sofocó una risita.

—Voy a tratar de evitar situaciones similares en el futuro,


mamá. —Se sentó y miró a su alrededor, sintiéndose mucho
mejor ahora.

—¿Dónde están todos los demás? ¿Cuánto tiempo he


estado fuera? —Hugh y Lucy se miraron.

—No mucho. Charlotte te trajo de vuelta con el último


grupo hace unos veinte minutos. Tus ojos brillaban de un azul
pálido cuando te trajeron. ¿Alguna vez has tenido eso antes?

Lila frunció el ceño.

—¿Como Ellie y Selene a veces? No. Pero estoy ganando


más poderes, así que tal vez como algo que ver con eso. ¿Dónde
está todo el mundo?

—En el Gran Salón, —respondió Ramsey. Hugh se puso de


pie.

—Que es donde debería estar ahora. Hay un montón de


gente herida. He estado trabajando sin parar desde que
comenzó la batalla.

—Voy contigo. —Lila pasó las piernas por la cabecera de la


cama. Hugh frunció el ceño y apartó la mirada.

—Está bien. Quédate aquí y descansa un poco. —Lila


entrecerró los ojos.

—¿Qué no me dicen?

—No hay mucho que puedas hacer, —dijo Lucy.

Lila se levantó de la cama.

—Las heridas físicas no son las únicas cosas que


necesitan curación allí afuera.
—Está bien, —Ramsey dijo suavemente a sus padres—.
Ella puede manejarlo.

Lila miró cada una de sus caras.

—¿Qué exactamente?

Su corazón aceleró. Había malas noticias. Ella podía


sentirlo. Ramsey se acercó a ella y tomó su rostro entre sus
manos.

—Es Marcus, —dijo. Eso era todo lo que tenía que decir, y
ella lo sabía. Lila sintió como si le hubieran dado un puñetazo.
Y al mismo tiempo, se sentía como si estuviera viendo todo esto
desde algún otro lugar. Miró a los ojos verdes de Ramsey,
buscando consuelo.

—¿Está muerto? —Susurró.

Ramsey asintió con la cabeza.

—Ya sé que te has acercado mucho a él este año pasado,


cariño, —dijo su madre—, y si necesitas hablar con alguien,
estamos aquí para ti.

Lila no apartó los ojos de Ramsey. Las lágrimas que ella


esperaba para llenar las suyos no vinieron. Por lo menos, más
tarde... quizás.

—Llévame a él.

—No creo. —Su madre comenzó, pero ella dejó de hablar


cuando Ramsey tomó la mano de Lila y la condujo fuera de la
habitación.

El Gran Salón era una cacofonía de ruidos fuertes y malos


olores y horribles vistas. Ramsey la llevó a donde lo que
quedaba del clan Louisiana se había reunido. El grupo se
separó cuando se dieron cuenta de la presencia de Lila. Con el
rostro pálido y el corazón atronando detrás de sus costillas, se
dirigió a donde estaba Marcus, estaba perfectamente inmóvil y
cubierto de sangre, pero a Lila le parecía como si pudiera estar
durmiendo.

Se arrodilló junto a su cuerpo.

—Marcus, —susurró, esperando que secretamente abriera


los ojos y dijera algo sarcástico para hacerla reír. Pero por
supuesto que no lo hizo. Ella extendió la mano temblorosa y la
colocó sobre su pecho. Todavía lo era. No había latido del
corazón, ni movimiento, ni respiración.

Nada...

Lila cerró los ojos.

>>Marcus, —susurró de nuevo. Entonces levantó la vista,


sus ojos suplicando— ¿papá?

La mano reconfortante de su padre cayó sobre su hombro.

—Se ha ido, Lila. No hay nada que pueda hacer.

Lila se mordió el labio, pero asintió.

Se inclinó hacia adelante y tiró del cuerpo de Marcus sobre


su regazo. Ella envolvió sus brazos alrededor de él y permaneció
allí por algún tiempo, sólo sosteniéndolo. Finalmente. Con un
último y silencioso adiós, se sentó y lo depositó muy
suavemente en el suelo. Había gente que todavía vivía que podía
ayudar ahora. Prácticamente podía oír a Marcus diciéndole que
no se pusiera a llorar y se pusiera a trabajar en ellos. Lila miró
las caras de los amigos que había hecho durante el último año.

—Ponlo en mi habitación por ahora. Lo honraremos


pronto. Pero hay trabajo que hacer antes de eso.
Ella se fue a alejarse, pero se detuvo cuando Stephen le
dijo—: Espera.

Ella vaciló un momento y luego se volvió para mirarlo. Lo


había visto caer en el campo de batalla, pero suponía que
Charlotte lo había llevado a Hugh a tiempo. Se veía bien ahora,
ella y Stephen siempre habían tenido un poco de dificultad para
llevarse bien. No confiaba en ella, dada su asociación con el
Vyusher y no había estado de acuerdo con la alianza de Marcus
con Selene en primer lugar. Ahora Lila lo miró un poco
cautelosamente, esperando que le echara la culpa de la muerte
de Marcus a sus pies. Y entonces sus ojos se abrieron cuando él
se dejó caer sobre una rodilla.

Él la miró.

—Queremos que tomes el lugar de Marcus como el líder de


nuestro clan. Si estás de acuerdo, te prometemos nuestra
lealtad aquí y ahora.

Antes de que ella pudiera decir algo, el resto de los


Louisianans siguieron el ejemplo de Stephen y cayeron sobre
una rodilla.

Lila sintió que las lágrimas ardían en sus ojos y su


garganta se apretaba. Pero ella sabía que esto era correcto.
Justo cuando había oído la voz de Marcus diciéndole que se
levantara y se moviera hace un momento, ahora ella le oyó
decirle que guiara a su gente. Para protegerlos. Para honrarlo
asumiendo esta responsabilidad.

Sabía qué decir, una tradición en su clan que había oído


cientos de veces mientras se quedaba con ellos. Forzando las
lágrimas hacia atrás, ella preguntó con una voz firme—: ¿Yo los
guiaré?

—Tú nos guiaras.


Lila miró a través de los rostros de su nuevo clan. Teñidos
de lágrimas y acosados por el dolor y ahora... esperanzados.
Podía sentirlo en sus emociones. Con un asentimiento tan real
como cualquiera que Selene jamás hubiera dado, indicó que
debían levantarse. Y luego les dio su primera orden como su
líder.

—Aquellos de ustedes que puedan ayudar aquí, se quedan.


Los que no puedan, lleven a Marcus y a los otros que hemos
perdido a mi habitación. Hagan lo que deben para curarse y
limpiarse. Me reuniré con ustedes más tarde, después de haber
hecho lo que pueda aquí. —Mientras se movían para cumplir
con sus órdenes, Lila se volvió hacia sus padres.

Lucy tenía los ojos llenos de lágrimas.

—Nos vas a dejar de nuevo, —susurró. Lila abrazó a su


madre.

—Aún no. No será seguro para nosotros por nuestra


cuenta hasta que Maddox sea verdaderamente derrotado.

Hugh frunció el ceño.

—Pero pensé que... —Lila sacudió la cabeza.

—Maddox sigue vivo. Yo sólo lo forcé a dormir para que


cambiara del dragón. No puede controlarlo.

—Es por eso que te necesita, —dijo Ramsey, cuando se dio


cuenta.

Todavía no lo había mirado. Ella estaba un poco asustada


después de lo que acababa de pasar. Pero cuando reunió el
valor para mirar hacia arriba, vio sólo su firme apoyo mirando
hacia ella.
—Él necesita que yo le ayude a controlar al dragón. Como
lo hice con Ellie la primera vez que cambió. Hay más. Pero
podemos entrar en eso más tarde. —Ramsey asintió.

>>¿Puedes ir con mi gente? ¿Ayudarlos?

Él le cogió la mano y la miró a los ojos.

—Yo los guiaría a tu lado si me lo pidieras. —Lila no


respondió. Se habían vuelto mucho más cercanos desde todo
esto. Pero ahora no era el momento de tomar grandes
decisiones. Por lo menos... una decisión enorme era suficiente
por ahora.

Ramsey se volvió y siguió a su nueva tribu. Lila lo vio irse.


Luego se volvió hacia sus padres y respiró hondo.

—¿Cómo está Ellie?

—Vivirá, —dijo Hugh. Lila exhaló en voz alta.

—Gracias al cielo.

Hugh asintió.

—Ella estaba herida muy mal, y tuve que guardar algo de


mi poder para otros. Así que todavía está fuera. Trabajaré con
ella más tarde.

—¿Los otros?

—Nadie más de nuestra familia está herido. Charlotte está


durmiendo. Está agotada después de todo eso
teletransportando. Dexter está con ella. Alex está con Ellie, por
supuesto. Griffin y Selene están haciendo lo que pueden para
ayudar. Selene está en alguna parte de aquí. Griffin está afuera
sosteniendo un escudo sobre todo el castillo en caso de que
Maddox piense en atacar mientras somos tan vulnerables.

—¿Adelaide y Nate?
—Nate volvió con Talia. Algunos miembros del Consejo
quieren arrestarlos ahora. O peor. Así que su querer ir a Talia
era realmente una buena cosa. Lo mantiene fuera de la vista, —
dijo Hugh.

—Adelaide también está aquí, ayudando a vendar a la


gente, —añadió Lucy.

—¿Ella está bien? —Preguntó Lila.

Hugh se encogió de hombros.

—Parece que lo está.

Lila frunció el ceño, pero asintió.

—De acuerdo entonces. Vamos a trabajar. —Su cabeza ya


estaba latiendo con la masa de emociones que la golpeaban.
Mucha gente estaba sufriendo. No sólo por las heridas físicas,
sino por el dolor de la pérdida, y también por el daño de los
horrores. Al menos podría ayudar con eso.
Capítulo 41
Traducido y Corregido por Mayte008

M
uchas horas después los peores casos habían
sido tratados, y todos habían encontrado un
lugar para dormir. Pero todavía había
demasiadas cosas que debían discutirse. Y cuanto antes mejor.

Lila todavía no le había dicho a nadie lo que había visto en


los recuerdos de Maddox. Así que, un pie delante del otro, se las
arregló para llegar hasta la habitación de Selene. El resto de la
familia, menos Nate y Ellie, estaban allí. Incluso Alex había
sentido que esta discusión era lo suficientemente importante
como para dejar su lado durante un corto tiempo.

No diseccionaron la batalla. Aún no. La devastación era


todavía demasiado fresca. Pero Lila necesitaba decirles lo que
había aprendido sobre Maddox.

—El bisabuelo de Ellie y Griffin, William, mató a toda la


familia de Maddox, —empezó. Ignoró el jadeo colectivo de shock
y continuó—. Cuando Ellie esté mejor, tendré su ayuda para
mostrarles lo que vi. Pero aquí están los aspectos más
destacados... no había muchos dragones en existencia. Nunca.
Pero Maddox, su esposa y sus dos hijos tenían el don. Juntos
fueron capaces de controlarlo. Pero preferían ser dragones. La
gente era sólo comida para ellos. Irrumpían en agitaciones,
masacrando aldeas enteras. Supongo que por eso tu bisabuelo
los mató, Griffin.

Miró hacia donde estaba junto a Selene.


—Maddox sobrevivió, pero no ha sacado al dragón desde
entonces. No hasta hoy.

—Cielos, —susurró Griffin—. Eso explica mucho.

Hubo murmullos y movimientos de cabeza del grupo.

Lila asintió.

—Por eso me necesita. Para ayudarlo a controlarlo. No


puede sin su familia alrededor. Y vio cómo ayudé a Ellie cuando
mató a Gideon.

—Pensé que Ellie mató a su hermano, —dijo Ramsey—.


¿Cuándo nos defendió contra el primer ataque de lobos en
nuestras casas? ¿No es eso lo que dijo Zara?

—Hermano adoptivo, —dijo Selene—. Maddox conoció a


Kyle cuando se unió al Vyusher.

—Hay más, —continuó Lila—. Está completamente loco.


Está decidido a acabar con toda la raza parecida a los Svatura.

—¿Pero se rodea de lobos? —Preguntó Ramsey.

—Él los está construyendo para ser su ejército y sus


esclavos. Estaba detrás de la locura de Gideon. Lentamente
construyó el Vyusher detrás de escenas. Y ahora que no puede
controlarlos, los destruirá... y a todos los demás quien no se
una a él. Utiliza la mente de la jauría de la manada contra ellos.
Todos vimos lo poderoso que es. Sólo ha estado esperando su
tiempo.

—¿Viste algún modo de derrotarlo? —Preguntó Selene.

Lila sacudió la cabeza.

—No. Pero hemos logrado hacer algo hoy que lo ralentizará


al menos, —dijo.
—¿Qué es eso? —Preguntó Griffin.

—¿Recuerdas cómo descubrimos que Maddox tiene una


persona capaz de hacer metamorfosis de lobo? —Preguntó Lila.

—¿Sí?

Lila sonrió.

—La trajimos con nosotros.

Más temprano en el día, Lila había estado tomando un


breve descanso. Acababa de ayudar a una joven Vyusher, cuyo
joven marido había sido asesinado, y necesitaba recogerse a si
misma.

—¿Lila? —Una voz vagamente familiar había interrumpido


sus pensamientos.

Ella levantó la vista para encontrar a una mujer con el


pelo y los oscuros ojos de pie delante de ella.

—Sí... ¿te conozco?

La mujer había sonreído.

—Algo. Ya hemos hablado.

Lila frunció el ceño.

—¿Eres tú…?

La mujer asintió con la cabeza.


—Yo estaba en el otro lado de esa pared. Me las arreglé
para conseguir un paseo de vuelta contigo. He estado tratando
de escapar de Maddox por siglos. Literalmente. —Ella extendió
su mano—. Mi nombre es Karin.

Lila sonrió.

—Eres una de las mejores noticias que he tenido todo el


día. Estoy tan feliz de que salieras.

—Necesito tu ayuda. Necesito refugio aquí, —dijo Karin.

—Creo que puedo ayudarte con eso, —le había dicho Lila.

Ahora, en el cuarto de Selene, Lila compartió esa reunión


con su familia. Parecían aturdidos.

—Está esperando verte. Ella quiere pedir asilo con el


Vyusher personalmente. Ya se lo he dado en mi clan.

—Por supuesto, muéstramela, —dijo Selene.

Lila abrió la puerta para encontrar a Karin esperando al


otro lado. Le dio a la mujer una sonrisa tranquilizadora.

—Está bien.

Karin se quedó cerca de Lila cuando entró tentativamente


en la habitación. Selene se acercó a ella con una sonrisa de
bienvenida.

—Lila nos ha hablado de ti. Eres bienvenida aquí.


Los hombros de Karin se relajaron ligeramente.

—Me gustaría pedir asilo con su gente, el Vyusher,


personalmente.

—De acuerdo, —dijo Selene sin vacilar—. ¿Puede


hablarnos un poco de tu don?

Los hombros de Karin se tensaron y su rostro se oscureció.

—Él me hizo usarlo para construirle un ejército. No haré lo


mismo por ti.

Selene asintió con la cabeza.

—Nunca te lo pediríamos.

Karin se relajó un poco.

—Sólo puedo cambiar a alguien como un lobo, porque eso


es lo que ya soy. Pero sólo funciona si la persona está
dispuesta.

—¡Oh! —Exclamó Lila—. Por eso Maddox me preguntó si


me uniría a él. Tenía que estar dispuesta a convertirme en un
metamorfo lobo.

Karin asintió con la cabeza.

—Sólo pide a aquellos que poseen dones que quiere


reclutar para su ejército. A cualquier otro lo mata.

—¿Y si no están dispuestos? —Preguntó Griffin.

Karin se abrazó, claramente desdichada por esos


recuerdos. Es un procedimiento peligroso. Esencialmente lo que
estoy haciendo es cambiar su código genético. Incluso si alguien
está dispuesto, hay una posibilidad de cincuenta y cincuenta de
que no lo lograrán.

—¿Qué quiere decir con no lograrlo? —Preguntó Selene.


Karin hizo una mueca.

—Ellos mueren. Él solía hacer que me obligara a ellos.


Pero aprendimos muy rápido que si la gente no estaba
dispuesta, morían cien por ciento del tiempo.

—Así que si no estaban dispuestos, él los ponía en coma


en su lugar... —Ramsey frunció el ceño y cruzó sus brazos
sobre su pecho.

Karin asintió con la cabeza, muy triste.

—¿Me cambiarías si te lo pidiera? —Preguntó Griffin en voz


baja.

—¡No! —Selene cruzó la habitación y se paró frente a él,


con las manos en las caderas—. Has oído lo que dijo. Hay una
posibilidad de cincuenta y cincuenta de que no lo consigas. ¡No
estás haciendo esto!

Griffin le tomó las manos.

—Tenemos mucho con lo que tratar ahora mismo.


Podríamos lidiar con eso mejor si fuera aceptado como rey. No
puedo serlo si no soy un lobo.

Los ojos de Selene se llenaron de lágrimas.

—Dejaré el Vyusher antes de permitirte arriesgar tu vida


por esto. Tú eres el centro de mi mundo. Si murieras, no estaría
en condiciones de dirigirlos de todos modos. Además, mis
padres podrían despertar...

Griffin trazó el camino de sus lágrimas, secándolas con la


almohadilla de su pulgar.

—Puede que tus padres nunca se despierten. No podemos


esperar por eso. Vale la pena el riesgo de poder conectarme
contigo de esa manera, a través de la mente de la manada.
Selene sacudió la cabeza, demasiado molesta para hablar.
Griffin miró por encima del hombro a Karin.

—Puedo transformarme en un halcón a través de un


vínculo con mi hermana. ¿Eso ayuda en absoluto?

Karin se encogió de hombros.

—Tal vez. No puedo asegurarlo.

Griffin volvió a mirar a Selene.

—Debo hacerlo, —susurró.

La desesperación llenó sus ojos.

—Entonces no te atrevas a morir por mí. O te seguiré


hasta la tumba y te sacaré.

Griffin le dirigió una pequeña sonrisa.

—Te creo. —Miró hacia atrás a Karin—. Bueno. Como


funciona esto.

Hugh se puso de pie.

—Espera, hijo. ¿Por qué no lo piensas un poco más? Ahora


puede que no sea el mejor momento. ¿No quieres esperar a que
tu hermana se despierte? ¿Y si Maddox ataca?

El rostro de Griffin se nubló con una mirada obstinada que


rivalizaba con la de Ellie.

—He estado pensando en esto desde que Lila nos dijo que
era posible. Ahora es el mejor momento. Maddox y sus fuerzas
están tan devastadas como las nuestras. Y Ellie comprenderá.
—Miró a Selene para pedirle apoyo.

Después de un momento respiró hondo.


—Puedo hacer que Xavier mueva el castillo. Creo que
nuestros amigos rusos podrían darnos algunas ideas de un
buen lugar.

Griffin asintió con la cabeza a Karin.

—Listo cuando tú lo estés.

Karin había observado la discusión con los ojos muy


abiertos. Había pasado mucho tiempo desde que había visto a
un voluntario ansioso por este procedimiento.

—Tendrás que acostarte. Estarás inconsciente durante


una semana. Si te despiertas... bueno...

Griffin miró a Charlotte. Será mejor que me lleves a mi


habitación.

Selene le agarró la muñeca.

—No. Si haces esto, te quedas en mi habitación. O estarás


muerto, o serás mi Rey. De cualquier manera, esta es tu
habitación ahora.

Griffin se inclinó y colocó un tierno beso en sus labios. Él


posó su frente contra la suya.

—Te amo.

—Yo también te quiero, —susurró Selene.

Griffin se movió a través de la habitación, la mano de


Selene en la suya, y se acostó en la cama.

—Hazlo.

Karin se paró a su lado y le puso las manos en las sienes.

—Esto no dolerá. El cambio sucede mientras duermes.


Con eso cerró los ojos para concentrarse. Griffin mantuvo
su mirada en el rostro de Selene. Al cabo de unos minutos, sus
ojos rodaron hacia atrás en su cabeza. Unos veinte minutos
más tarde, Karin se apartó de él. Ella tomó su muñeca para
comprobar su pulso y asintió.

—Ahora esperamos y veremos, —dijo.


Capítulo 42
Traducido y Corregido por Jesica

L
ila siguió a Adelaida de vuelta a su habitación. La
habitación de Lila estaba llena de miembros de su
nueva tribu y necesitaba dormir esta noche.
Mientras caminaban, todo lo que Lila podía pensar era la
mirada en la cara de Ramsey mientras Griffin se ofrecía a
arriesgar su vida por la mujer que amaba.

Ramsey no había quitado su mirada de Lila todo el tiempo.


La intensidad de los sentimientos que ella veía allí le había
quitado el aliento. Pero ella se detuvo. Ni siquiera confiaba en
sus propios poderes para sentir emoción en este caso.

Ramsey había visto la confusión y la desconfianza en sus


ojos. Tan pronto como Griffin estaba fuera, había dejado la
habitación. Una caída de derrota se asentó sobre sus hombros
mientras se alejaba. Y, como lo había hecho durante los últimos
sesenta años, el corazón de Lila le acompañó.

Lila y Adelaida llegaron a la habitación de Adelaide y


empezaron a prepararse para la cama. Estaba tirando las
mantas cuando Adelaide arrojó algo sobre la almohada a su
lado. Era su celular.

—Aquí. He estado pensando en devolverlo. Lo encontramos


en el pantano de Luisiana en el campamento abandonado de tu
tribu.

Adelaide arrugó la nariz y Lila sonrió.


—Suena raro, ¿no? Tengo una tribu.

Su hermana sonrió y asintió.

—Definitivamente raro. Y totalmente impresionante.

Lila se volvió y cogió el teléfono y lo encendió.

—¡Santo fumadores! —Exclamó ella—. Más de 200


mensajes de voz y mensajes de texto. ¿Quién diablos ha estado
llamándome y enviándome mensajes de texto?

Comprobó el identificador de llamadas de los mensajes.


Cada uno era de Ramsey. Lila frunció el ceño.

Empujando los botones, empezó a escuchar los mensajes.


Mientras escuchaba, su corazón comenzó a latir más y más
rápido. Cada mensaje era algo como—: Estás pérdida, Lila. Pero
te encontraré. Puedo sentirte, y sé que todavía estás viva.
Espera. Ya voy. No me rendiré.

No se molestó en terminar de escuchar. Con el teléfono


apretado en su mano, se dirigió a la puerta.

—¿Adónde vas? —Le preguntó Adelaide.

—Con Ramsey, —replicó ella.

Ella corrió hasta llegar a su habitación, deteniéndose justo


en frente de la puerta. Ahora que estaba aquí, estaba
aterrorizada. Bajó la vista hacia el teléfono celular todavía
agarrado en sus dedos y sacó valor de los mensajes que
contenía. Levantó una mano temblorosa y tiró de ella hacia
atrás mientras la puerta se abría antes de que ella tuviera la
oportunidad de llamar.

Ramsey estaba obviamente en medio de vestirse para


acostarse. Sus jeans seguían puestos, pero su camisa estaba
fuera. La boca de Lila se secó.
Alzó las cejas.

Lila ni siquiera sabía por dónde empezar. Así que ella lo


miró fijamente, con el corazón en los ojos.

—Gracias a Dios, —susurró. Él extendió la mano, tomó su


mano, y con un tirón afilado, tiró de ella en su habitación y en
sus brazos. Cerró de golpe la puerta tras de sí mientras él
aplastó sus labios contra los suyos. Era un beso de
desesperación y deseos desesperados. Y Lila estaba en el cielo.

Cada segundo del horror de los últimos días desapareció.


Cada dolor y sufrimiento y esa sensación de cansancio profundo
desaparecieron por completo. Podía hacer cualquier cosa
cuando estaba en sus brazos.

Con un duro beso, se apartó y la miró a los ojos.

>>Sentí que venías a través de nuestro enlace. ¿Crees que


te amo?

—Sí. Creo que siempre te he creído. Sólo estaba…

—¿Asustada? —Preguntó. Ella asintió.

La estrechó contra sus brazos y enterró la cara en su


cabello. Con una respiración temblorosa, suspiró—, Yo también.

—Te amo, —le susurró al oído. No creía que fuera posible,


pero su agarre en ella se apretó.

Y luego se apartó para mirar profundamente sus ojos.

—Te he amado desde el primer momento que te vi. Y yo


estaba tan enojado. Con el mundo, conmigo mismo. Porque no
podría tenerte. Era demasiado peligroso.

Lila sonrió.

—Lo sé. Y no te dejaría solo.


—Me has vuelto loco, chica loca. Estaba tratando de ser
honorable, y no me lo permitías. Esa noche en el estanque,
cuando te sostenía dispuesta y tan hermosa en mis brazos...
Tortura. Traté de irme después de eso, ¿sabes? Pero yo no
podía. Simplemente no podría dejarte.

—Así que en su lugar me obligaste a abandonarte, —dijo


Lila.

Ramsey se estremeció. Pero cuando miró a Lila, no vio


culpa ni tristeza. Vio aceptación y comprensión.

Ella se inclinó y depositó un dulce y solemne beso en su


boca.

—Nos hemos puesto el uno al otro a través de tanto a lo


largo de los años. Pero creo que estas últimas semanas nos han
demostrado lo que podríamos hacer, lo que podríamos ser,
juntos.

Ramsey metió la cabeza bajo su barbilla y la abrazó.

—Si crees que te voy a dejar salir de mi vista después de


esto, estás loca.

Lila sonrió.

—Ídem.

Y mientras estaban allí, tan completamente seguros de su


amor el uno por el otro, Lila sintió que algo encajaba entre ellos.
Siempre había sentido algo allí, pero hasta ese momento, había
sido vago... evasivo. Flotando apenas fuera de su alcance.

>>Te’sorthene, —le susurró, temblando de excitación.

—¿Alguna vez lo dudaste? Lo he sabido desde que tomaste


mi mano y la apreté el día que nos conocimos, —dijo Ramsey—.
¿Por qué crees que te empujé tan fuerte? De ninguna manera
iba a ser responsable de la muerte de mi propia te’sorthene.

Ella se apartó y le dirigió una mirada burlona.

—No más decisiones unilaterales. De ahora en adelante


decidiremos cosas juntos.

Ramsey sonrió.

—Oye, no soy yo quien rompió promesas hoy, ¿verdad?

Lila se mordió el labio y parecía contrita. Pero antes de que


pudiera disculparse, dijo—: Lo comprendí entonces. Si no
estuviera de acuerdo, habría encontrado una manera de
perseguirte en el aire y llevarte abajo.

Lila suspiró aliviada. El viejo Ramsey habría estado muy


molesto. Pero había cambiado algo en él. Ella levantó la vista,
una pregunta en sus ojos.

Pero ella no tuvo que preguntar.

>>Te perdí. El día que Maddox te secuestró... Sabía que


nunca podría volver a pasar por eso. Cambió algo dentro de mí,
Lila. Ya era hora de luchar por nosotros. —Él pellizca su nariz—
. Y chico me diste una feliz persecución. Esta noche, al
presenciar lo de Griffin y Selene, pensé que tal vez había
destruido cualquier oportunidad que tuve contigo hace años, a
pesar de cómo respondías en mis brazos.

Lila sacudió la cabeza.

—Sólo necesitaba superar mi propio miedo de que me


rechazarías de nuevo. O dejaras. Pensé que había crecido fuerte
e independiente. Pero yo seguía siendo una niña patética y
asustada.
—Nunca patética. Has soportado mi rechazo por mucho
tiempo.

Ella levantó el teléfono celular.

—Y luego escuché esto. Y lo supe. Yo era la que nos


separaba ahora, no tú.

Ramsey miró el teléfono y la comprensión iluminó sus ojos.


Él rió.

—Gracias a Dios por la tecnología moderna.

Lila se rió con él y luego volvió a sumergirse en sus brazos.

Ella lo sintió besar la parte superior de su cabeza.

—¿Quédate conmigo esta noche? —Preguntó—. Ambos


estamos agotados, así que solo estoy sugiriendo dormir. Por
ahora. Pero no quiero dejarte ir.

Miró a los ojos verdes que tanto amaba.

—No quiero irme. Esta noche o cualquier otra noche.


Capítulo 43
Traducido y Corregido por Jesica

¡ Lila! —La voz aterrorizada de Adelaide se estrelló en


su mente.

Lila estaba en medio de explicarle al Alto Consejo


todos los acontecimientos de los que había participado
directamente en la batalla. La entrevista había estado
ocurriendo durante la semana pasada, pero hoy era la primera
vez que la llamaban.

—¿Qué?

—Se va. Algo está mal. Lo sé, —contestó Adelaide,


aterrorizada.

Lila buscó a través de las mentes en los castillos hasta que


encontró a Nate. Y lo que encontró allí la hizo enfermar.

—Selene... ¡Selene!

La reina, que estaba en medio de la conversación, asintió


ligeramente. Estaba escuchando.

—Tengo que ir. Emergencia con Adelaida.

Otro asentimiento pequeño.

Lila agarró la mano de Ramsey y se puso de pie.


—Discúlpenos por un momento, por favor. —Tratando de
no causar una escena, ella rápidamente lo arrastró fuera de la
habitación.

—¿Qué está pasando? —Preguntó.

Lila salió corriendo, sabiendo que la seguiría.

—Nate está pensando en romper, —pensó.

—Mierda, —murmuró a su lado.

—Voy, Delia. ¿Dónde? —Llamó mentalmente a su


hermana.

Ella recuperó un destello de imágenes. Lila retomó el paso


mientras avanzaban por el castillo. Los músculos ardían y
respiraban con dificultad, recorrieron el último rincón hacia el
pasillo donde se encontraba la celda de Zara. Adelaide ya estaba
allí de pie en la puerta. Su piel estaba tan pálida que parecía
cerosa. Lila pensó que su hermana podría desmayarse en
cualquier momento.

Lila y Ramsey se apresuraron a ver a Nate, Zara, Talia y


Corin en la celda de Zara. Claramente el curador de Maddox no
era tan bueno como Hugh, Corin todavía llevaba las cicatrices
de la bola de fuego de Ramsey la noche que ella y Maddox
habían intentado llevar a Lila a la cabaña.

—No hagas esto, Nate, —le suplicó Adelaida—. No te vayas.


—Ella le tendió la mano implorante.

—Talia es mi te’sorthene, —dijo Nate—. Tengo que ir.

Lila se amordazó con la bilis que se elevaba en su


garganta. ¿Qué le había pasado? Nunca lo había visto tan frío.
Tan distante.

—Yo soy tu te’sorthene, —dijo Adelaide. Exclamó.


—¿Lo eres? —Preguntó. Una sonrisa frunció su labio.

Lila observó a su hermana mientras Adelaide,


comprometida con su capacidad para ver las relaciones. Utilizó
su telepatía para ver lo que Adelaide estaba viendo.

Adelaide se estremeció a su lado.

—Todavía está allí, Nate. Es débil pero es...

—Adiós, Adelaida, —dijo. Y se había ido.

A través de los ojos de Adelaide, Lila vio el hilo de la línea


de te’sorthene que conectaba a Adelaide y Nate romperse por la
mitad.

Al mismo tiempo, un muro de terror y angustia de


Adelaida se estrelló contra ella.

—¡No! —Gritó Adelaida. Cayó de rodillas, sollozando—. ¡No!


¡No! ¡No!

Adelaide se volvió para mirarla con ojos tan torturados que


Lila se estremeció. Todo su cuerpo estaba destrozado por un
temblor terrible.

—No puedo... no puedo... Por favor, ayúdame, —Adelaide


sollozó.

Lila envolvió sus brazos alrededor de su hermana. Podía


sentir huesos bajo sus manos. No se había dado cuenta de que
Adelaida había perdido tanto peso. Utilizando el poder dentro de
sí misma, Lila empujó la serenidad hacia su hermana hasta que
sus sollozos se detuvieron y su cabeza cayó sobre el hombro de
Lila.

—Vi lo que la pérdida de su familia, su te’sorthene, hizo a


Maddox. Su mente, su espíritu, podría no sobrevivir a esto, —le
susurró Lila a Ramsey.
—Maddox no te tenía a ti. O Lucy y Hugh. Dexter,
Charlotte, Ellie, Alex, Griffin, Selene, yo. Perdió a toda su
familia. Adelaide nos tiene. La ayudaremos a sobrevivir, —dijo.

—Sí, lo haremos, —dijo Lucy detrás de ellos—. Las


lágrimas corrían por su rostro, pero la determinación de una
madre estaba en sus ojos. El resto de la familia estaba detrás de
ella. Griffin había oído la llamada de Lila.

—Y vamos a recuperar a Nate, —dijo Charlotte—. La


misma mirada de determinación en sus propios ojos llorosos.

Lila asintió.

—¿Y Maddox?

—Sobreviviremos a él también, —dijo Selene.

—De la misma manera, —dijo Alex.

Ellie, finalmente lo suficientemente bien para caminar, dio


un paso adelante.

—Juntos.
CONCEPTOS CLAVE, PERSONAJES Y PODERES

Conceptos clave

Svatura - Cualquier persona con poderes extraordinarios. El


término fue acuñado por el bisabuelo de Ellie y de Griffin que
vivió con un grupo de gitanos. Es un término romaní.

Poderes - Principalmente los poderes son genéticos,


transmitidos a través de generaciones. Pero cada nueva
generación tiene un ligeramente poder(s) diferente de la que
heredan. La mayoría de los Svatura se casan con los seres
humanos (no hay un montón de Svatura por ahí) y así la
mayoría de la descendencia sólo heredan un poder. Múltiples
poderes son inusuales. Los poderes también comienzan en la
pubertad y obtener el control perfecto sobre ellos toma tiempo
(siglos a veces). Además, si un bebé puede heredar más de unos
tres poderes, por lo general resulta en gemelos, que dividen los
poderes.

Envejecimiento – la edad Svatura es a un ritmo más lento. Se


inicia en la pubertad y se ralentiza de manera exponencial
durante los primeros mil años y, a continuación, lentamente
acelera hacia atrás. Pueden vivir hasta dos mil años.

Vyusher, Timening, etc. - Algunas tribus de la gente Svatura se


dan un nombre más regional. Vyusher significa lobo. Timening
significa jaguar.

Te'sorthene - otro término romaní. En esta serie, significa almas


predestinadas unidas por el corazón y el espíritu.
Principal Familia Svatura

Lila Jenner - Relaciones: hija de Hugh y Lucy, hermana de


Adelaide, te'sorthene de Ramsey, la hermana adoptiva de Alex.
Poderes: heredado - ve cuando la gente está diciendo la verdad,
detecta y sana las emociones; Recibido – metamorfo de halcón,
telepatía, control de los sueños.

Ramsey Pierce - Relaciones: El hijo adoptivo de Charlotte y


Dexter, el te'sorthene de Lila, el hermano adoptivo de Nate.
Poder: Controla el fuego.

Ellie Aubrey Jenner - Relaciones: Descendente de la línea


Svatura / gitana original y Princesa Svatura, te’sorthene y
esposa de Alex, la hermana gemela de Griffin. Poderes: Las
formas metamorfos incluyen dragón, jaguar, lobo y halcón
(obtiene más formas cuando toca a otros metamorfos), controla
los poderes de los demás si los toca, vinculada al poder de
telepatía de su gemelo.

Alex Jenner - Relaciones: marido y te’sorthene de Ellie, el


hijo adoptivo de Hugh y Lucy, el hermano adoptivo de Lila y
Adelaide. Poder: congela los objetos (no con hielo, sino
deteniendo el movimiento).

Selene - Relaciones: Reina del Vyusher, te'sorthene de


Griffin, la hermana gemela de Gideon. Poderes: heredado -
metamorfo lobo, visita sueños, apaga los poderes de otros
(incluyendo ocultar Svaturas de los rastreadores en pequeños
números), aumenta los poderes de los demás a su alrededor;
Recibido – metamorfo de halcón.

Griffin Aubrey - Relaciones: Descendiente de la línea


Svatura / gitano original y Príncipe Svatura, el te'sorthene de
Selene, hermano gemelo de Ellie. Poderes: telepatía, escudo
invisible (se puede usar físicamente o hacerse invisible),
vinculado al cambio de halcón de su gemela.
Adelaide Jenner - Relaciones: la hija de Hugh y Lucy, la
hermana de Lila, te'sorthene de Nate (?), hermana adoptiva de
Alex. Poderes: heredado - ve las relaciones entre las personas;
Recibido - telepatía, metamorfo de halcón.

Nate Pierce - Relaciones: El hijo adoptivo de Charlotte y


Dexter, te'sorthene de Adelaide (o Talia's?), hermano adoptivo de
Ramsey. Poderes: súper fuerza y velocidad.

Hugh y Lucy Jenner - Relaciones: te'sorthene el uno del


otro y esposos, los padres de Lila y Adelaida, los padres
adoptivos de Alex. Poderes: Lucy - percibe la esencia de una
persona (buena / mala) y le dice si son Svatura, premoniciones;
Hugh - curación física.

Charlotte y Dexter Pierce - Relaciones: te'sorthene el uno


del otro y esposos, los padres adoptivos de Ramsey y Nate.
Poderes: Charlotte - teletransportadora; Dexter - convierte las
cosas en metal (incluido el oro).
Vyusher

Gideon (fallecido) - Relaciones: anterior Rey de Vyusher,


hermano gemelo de Selene, protegido de Maddox. Poderes:
heredados - fuerza a la gente a su voluntad y les hace pensar
que era su idea; Recibido - metamorfo lobo.

Oren - Relaciones: Miembro del Consejo Superior de Vyusher, el


segundo padre de Selene. Poderes: proyección astral.

Desmond - Relaciones: El hijo de Xavier, el buen amigo de


Selene. Poderes: invisibilidad.

Xavier - Relaciones: Miembro del Consejo Superior de Vyusher,


padre de Desmond. Poderes: mueve el castillo a cualquier lugar.

Maggie - Poderes: proyecta el sonido y los pensamientos del


lobo.

Sheila - Poder: rastreador.

Otros - Jason - telequinesico que puede aplastar, Darius -


controla la tierra (suciedad, rocas, etc.), Megan - crea un vacío,
Angelica - presencia calmante.
Fuerzas de Maddox

Maddox - Relaciones: El gran malo. El mentor y teniente de


Gideon. Poderes: heredado - metamorfo del dragón, control de
los sueños. Recibido - metamorfo lobo.

Zara - Relaciones: supuestamente la te'sorthene de Maddox.


Poderes: desconocido.

Corin - Poder: teletransportador.

Talia - Relaciones: te'sorthene de Nate (?). Poderes: siente las


emociones ajenas, desconocidas.

Melanie - Poder: pone a las personas en éxtasis / coma con un


toque.

Otros (Sin nombres): tipo del lazo, tipo fuerte.


Svatura Louisiana

Marcus - Relaciones: Líder de su tribu, el amigo de Lila. Poder:


gas tóxico.

Stephen - Relaciones: Teniente de Marcus. Poderes: Crea


bandas de acero.

Dane - Poderes: heredado - metamorfo del oso; Recibido -


metamorfo lobo.

Seamus - Poderes: heredado - bombas de lava; Recibido -


metamorfo lobo.

Ariel - Relaciones: desaparecido, secuestrado por Maddox y


llevado lejos. Poder: Control de nervios (eliminado por Selene).

Otros Nombrados - James - telepatía, Beau - metamorfo


cocodrilo, Sylvie - crea tornados.

Otros Sin nombre - creador de blog de goma de mascar rosa, 2


metamorfos de tigre.
Otros personajes

Sin nombre Timening (Svatura Brasileño) - la líder de la tribu,


una mujer, sin nombre.

Gustavo - Timening (Svatura Brasileño) que entierra a la gente


viva.

Sin nombre Timening (Svatura Brasileño) - anaconda shifter.

Sin nombre Svatura Africano – león shifter.

Sin nombres Svatura Ruso - congela (hielo) con un toque.


AGRADECIMIENTOS

Querido lector,

Muchas gracias por probar a un autor autopublicado. Mis


lectores son increíbles y muy importantes para mí. Yo no sería
capaz de hacer esto sin lectores como Annayanna Halder que
ganó el concurso "Nombre Svatura Libro #3", llegando con
Dahlia como la flor para el libro. El aliento y el interés de mis
lectores me inspiraron a seguir escribiendo la serie Svatura. Yo
tampoco sería capaz de hacer esto sin mi editor, Wendy
Schirmer, mi artista de portada, Jason Vines, y una serie de
ayudantes. Un enorme GRACIAS y TE AMO a mi increíble
marido y mis niños que apoyan esta obsesión mía.

Me encantó cada segundo de escribir y publicar este libro.


Espero que hayan disfrutado explorando este pequeño mundo
que creé que ha estado flotando en mi cabeza durante años. Si
disfrutó de este libro, por favor busque la última entrega de esta
serie en invierno 2013.

Si desea ponerse en contacto conmigo, no dude en ir a


cualquiera de mis sitios de autor. Me encanta escuchar de mis
lectores. ¡Gracias de nuevo!

Sinceramente,

Abigail Owen, Autor


Sitios de autor:

Sitio Web y Blog: http://www.abigailowen.com

Facebook: http://www.facebook.com/Abigail.Owen.Books

Twitter: https://twitter.com/AOwenBooks

Pinterest: http://pinterest.com/abbyowen/

GoodReads: http://www.goodreads.com/abigailowen

Sea el primero en enterarse de los nuevos lanzamientos,


concursos, regalos y otras cosas divertidas al registrarse en mi
lista de distribución de correo electrónico. Vaya al formulario de
"contacto" en abigailowen.com para registrarse.
STAFF

TRADUCCIÓN

Mayte008, Jesica, Florpincha

CORRECCIÓN

Jesica, Mayte008, Florpincha

REVISIÓN Y RECOPILACIÓN

Jesica

DISEÑO WORD Y PDF

Mayte008, Guerre91
Síguenos en el foro:

MAP

Traducido, Corregido y Diseñado en:

MAP
¡Esperamos tu visita!

También podría gustarte