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Marchan
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Terminología[editar]
Véase también: detenidos desaparecidos
derecho a la vida;10
derecho a la libertad y a la seguridad personal;11
derecho a trato humano y respeto a la dignidad;12
derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica;13
derecho a la identidad y a la vida familiar, especialmente en el caso de los niños; 14
derecho a reparación, incluso mediante la indemnización;15
derecho a la libertad de opinión, expresión e información;1617
derechos laborales y políticos.18192017
Este conjunto de derechos vulnerados se concluyen de las primeras sentencias formuladas
por organismos internacionales en los años ochenta a partir de los derechos reconocidos,
entre otras legislaciones, por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 196621 o
la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 196922 y que sirvieron para desarrollar
la jurisprudencia internacional relativa a este crimen.
En caso de guerra, la desaparición forzada de prisioneros vulnera además9 derechos
expresamente establecidos en los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y
sus dos Protocolos Adicionales:
Normas internacionales[editar]
Si bien la desaparición forzada de personas es una antigua práctica recién comenzó a ser
expresamente reconocida por el derecho internacional luego de su aplicación sistemática
en América Latina, como parte del terrorismo de Estado implantado durante la Guerra Fría.5
En 1987 varias organizaciones de derechos humanos de Argentina, formaron el Grupo de
Iniciativa para una Convención contra las Desapariciones Forzadas de Personas.5 En 1988
dicho Grupo organizó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires, un coloquio para examinar un proyecto de declaración de las Naciones
Unidas sobre el tema, así como un anteproyecto de convención internacional y convención
interamericana, también específicos sobre prevención y castigo de la desaparición forzada de
personas.5
Como consecuencia de la iniciativa argentina, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó el 18 de diciembre de 1992, la Declaración sobre la Protección de Todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas,24 que como toda declaración no es obligatoria
para los Estados.525 Habría que esperar hasta 2007 para que las Naciones Unidas apruebe
una convención internacional obligatoria para prevenir y castigar las desapariciones forzadas.
En la Declaración de 1992, se evocaba en su preámbulo una definición de desaparición
forzada:
...desapariciones forzadas, es decir, que se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las
personas, o que éstas resulten privadas de su voluntad de alguna otra forma por agentes
gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en
nombre del gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego
se niegan a revelar la suerte o paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la
libertad, sustrayéndoles así de la protección de la ley,...24
Mientras las Naciones Unidas se mostraba cautelosa para castigar las desapariciones
forzadas, la iniciativa argentina tuvo más éxito en el continente americano logrando que en
1994 la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobara la Convención Interamericana
sobre Desaparición Forzada de Personas.
Finalmente en diciembre de 2006 las Naciones Unidas aprobó la Convención Internacional
para la protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, estableciendo
como nuevo derecho humano en todo el mundo, el derecho a no ser sometido a desaparición
forzada. Asimismo representó un avance en lo que respecta a medidas concretas vinculantes,
como la obligación de mantener registros centralizados de todos los lugares de detención y de
los detenidos y al derecho de los desaparecidos y sus familiares a un recurso efectivo y
reparación.
Su artículo 2 de la Convención define la desaparición forzada:
Se entenderá por "desaparición forzada" el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de
privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que
actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer
dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida,
sustrayéndola a la protección de la ley.