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ANEXO TEMA 9: VALORES MOBILIARIOS.

A1. CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN DE LOS TÍTULOS VALORES.

La definición de “título valor” es más amplia que la que aquí se le da. En este texto
vamos a tratar los títulos valores, también llamados activos financieros, que se negocian en
mercados financieros organizados. En este sentido, los títulos valores son documentos
representativos de deudas o del capital de empresas. El comprador, que recibe el nombre
de inversor, adquiere el derecho a recibir unos pagos que, en el futuro, deberán ser
satisfechos por parte del vendedor del título. Quien vende el activo se denomina emisor y
recibe, al transmitirlo, una cantidad monetaria que le permite financiarse. Para el inversor
es un medio de mantener y rentabilizar la riqueza. Estos valores pueden ser de renta fija o
de renta variable:

• Renta variable: Son títulos que representa parte del capital social de una empresa.
Su retribución no es fija, ya que depende del volumen de beneficios que obtenga la
empresa emisora. Por tanto, el inversor no conoce con certeza los flujos de dinero
que va a recibir ni el momento en que los recibirá. Estos flujos de dinero se llaman
dividendos activos o, simplemente, dividendos. Solo repartirá dividendos si la
empresa emisora tiene resultados positivos y si así lo estiman conveniente sus
dirigentes. Estos títulos valores proporcionan derechos económicos (dividendos,
participación en la liquidación de la sociedad) y derechos políticos (derecho a
participación y voto en la junta general de accionistas). El ejemplo más importante
de estos activos financieros son las acciones.
• Renta fija: Estos títulos representan parte de una deuda, pública (emitida por la
Administración pública) o privada (emitida por empresas del sector privado).
Estos títulos proporcionan una renta fija o conocida de antemano (hay quien
también le llama renta constante), ya sea en forma de intereses, de primas, de
valor de reembolso, etc. Los derechos que proporcionan son sólo económicos:
derecho a percibir una cantidad de dinero que se calcula en función de un
porcentaje sobre el nominal y derecho al reembolso del capital.

Los activos financieros también se diferencian según su plazo de vencimiento,


dividiéndose entre activos a corto plazo y a medio – largo plazo.

• Activos financieros a corto plazo. Son títulos cuyo contrato tiene una amortización a
muy corto plazo. Se les llama activos monetarios aunque, propiamente hablando, no sean
activos monetarios porque no son dinero. Pero, a veces, activos financieros con
amortización menor de 12 meses se definen también como tales. Ejemplos de estos activos
son las letras del Tesoro y los pagarés.
• Activos financieros a medio y largo plazo. Son títulos de plazo de amortización
superior a los 12 meses. Son más arriesgados que los activos a corto plazo, ya que
presentan una mayor exposición al riesgo que representa la volatilidad de los tipos de
interés. Ejemplos de estos activos son las acciones, los bonos y las obligaciones.

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A2. MERCADOS DE ACTIVOS FINANCIEROS: LA BOLSA DE VALORES.

Los activos financieros se negocian en mercados, que tienen distinto nombre según el
activo financiero del que se trate y el vencimiento. La principal clasificación diferencia
entre mercados primarios y secundarios.

• Mercados primarios, llamados también mercados de emisiones. El mercado


primario es el de emisión de activos financieros. Los activos financieros
intercambiados son de nueva creación y, por lo tanto, un título sólo puede ser
negociado una sola vez en un mercado primario.
• Mercados secundarios. Mercado de negociación de los activos financieros ya
existentes a partir de la oferta y demanda entre tenedores de valores. El ejemplo
más conocido sería cualquier bolsa de valores. Haciendo un símil, y con el fin de
que se entienda mejor, podríamos comparar los mercados primarios con mercados
de artículos nuevos y los secundarios con mercados de artículos de ocasión o
segunda mano.

La Bolsa de valores es un mercado organizado donde se negocian valores mobiliarios, en


él se ponen en contacto profesionales de forma periódica para realizar compras y ventas
de valores públicos o privados. Por un lado, los demandantes de capital (principalmente
las empresas), y por otro, los oferentes o excedentarios de recursos financieros (familias,
empresas y otras instituciones).

Cotización de las acciones en el portal de la Bolsa de Madrid en Internet.

Como cualquier otro mercado, los precios de los bienes que aquí se negocian vienen
determinados por la ley de la oferta y la demanda, ya que el precio público o cotización
que se fija al inicio varía constantemente según las fuerzas de la oferta y la demanda y en
función de las circunstancias económicas, empresariales u otras.

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A la Bolsa también se la conoce como “mercado secundario” ya que en él se negocian las
segundas y posteriores operaciones de compra-venta de activos financieros; “mercado
continuo”, por estar funcionando sin interrupción desde su apertura hasta el cierre de la
sesión; y “mercado de contado”, ya que no se permite el pago apalzado en las operaciones
de compra, todos los pagos se hacen al contado.

Las características fundamentales de este mercado son:

• Es un mercado público.
• Solamente se contratan los títulos de aquellas entidades que han sido admitidas a
cotización.
• Las transacciones están aseguradas jurídica y económicamente.

En la Bolsa intervienen varios tipos de personas físicas o jurídicas:

• Demandantes de capital: Acuden a este mercado las instituciones públicas


(Estado, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones, empresas
públicas, etc.) y las empresas privadas para obtener parte de la financiación que
precisan.
• Oferentes de capital: Son empresas o particulares que están interesados en colocar
sus sobrantes de liquidez con la finalidad de obtener una rentabilidad.
• Mediadores: Estos juegan un papel muy importante ya que contactan las
demandas de los compradores con las ofertas de los vendedores de títulos. Estos
intermediarios son las sociedades y agencias de valores. Hay que tener en cuenta
que cualquiera no puede operar en Bolsa, sólo estas agencias y sociedades de
valores pueden realizar operaciones de compra y venta de títulos en el mercado
secundario.

Existe una mercado financiero llamado Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que, al
igual que La Bolsa, está autorizado por el Estado y supervisado por la CNMV. Este
mercado se constituyó especialmente para las SICAV (Sociedades de Inversión de Capital
Variable, que son una forma de inversión colectiva muy frecuente en Europa Occidental),
las Empresas de capital riesgo (el capital riesgo consiste en facilitar capital financiero a
empresas emergentes y que tienen altas probabilidades de crecimiento, pero con riesgo) y
pymes en expansión.

El MAB es una oportunidad muy importante para las pymes que están creciendo y que
necesitan financiarse, pero que al no cumplir con mínimos de solvencia y rentabilidad
exigidos para cotizar en Bolsa, no pueden acudir al “mercado continuo” para obtener
financiación.

El MAB se constituyó oficialmente el 21 de febrero de 2006. El 18 de marzo de 2008 se


abre el mercado para pequeñas y medianas empresas en expansión. En julio de 2014, este
mercado sufrió un serio revés al verse afectada una de las empresas que cotizaba, Gowex,
en un escándalo de falseamiento de sus cuentas, lo que produjo una crisis de confianza en
los inversores.

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A3. RENTA VARIABLE: ACCIONES.

Las acciones son títulos de propiedad de una parte del capital social de la empresa que
las ha emitido. Como se dijo anteriormente, las acciones son títulos de renta variable. La
posesión de acciones otorga al inversor una serie de derechos que se detallan a
continuación:

• Participación en las decisiones que se toman en la junta general de accionistas a


través del derecho al voto. Por tanto, las acciones permiten participar en la gestión
de las empresas en las que se invierte. El número de votos que tiene un accionista
es proporcional a la participación en el capital social.
• Dividendo en caso de que la empresa haya obtenido beneficios y la junta general
decida repartir una parte de los mismos a los accionistas.
• Derecho preferente de suscripción en caso de que la sociedad amplíe su capital.
• Libre transmisibilidad de las acciones en caso de que interese venderlas.
• Derecho a la parte proporcional del patrimonio en caso de liquidación.

La cotización en Bolsa de las acciones proporciona liquidez al inversor ya que en


cualquier momento puede vender los títulos adquiridos previamente, esto es muy
importante si la compra de acciones se realizó con carácter especulativo.

El inversor puede rentabilizar su inversión en acciones a través del dividendo activo, de


la plusvalía obtenida al vender las acciones (ingresos por venta – coste de la compra) en el
caso de que hayan aumentado su valor y con la venta de los derechos de suscripción en las
ampliaciones de capital (en el tema 3 se indicó que uno de los derechos de los socios de
una sociedad anónima era la prioridad respecto a los no socios para suscribir las nuevas
acciones en caso de ampliación de capital social. Pues bien, ese derecho de suscripción
preferente se puede valorar económicamente y vender a otras personas interesadas en la
compra de las nuevas acciones, si el accionista decide no acudir a la ampliación del
capital).

Por ejemplo, supongamos que un inversor adquiere unas acciones por 200.000 € el 1 de
marzo. El 30 de junio vende las mismas acciones por 215.000 €, una vez deducidos los
gastos de la operación. Durante el período en que ha tenido las acciones el inersor ha
percibido unos dividendos de 2.000 € y ha cobrado 4.000 € por la venta de unos derechos
de suscripción a una ampliación de capital que ha efectuado la empresa de la que se han
tenido las acciones. Para calcular la rentabilidad que han proporcionado estas acciones se
puede seguir el proceso siguiente:
Ingresos de la inversión 365
Rentabilidad anual = _________________________ x _______ x 100
Inversión Días

En este caso, los ingresos que ha proporcionado la inversión han sido:

Dividendos 2.000 €
Derechos de suscripción 4.000 €

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Plusvalía (215.000-200.000) 15.000 €
_______
Ingresos de la inversión 21.000 €

Como la inversión ha sido de 200.000 € y el periodo durante el que ha estado invertido


ese dinero de 91 días, la rentabilidad anual es de:

21.000 365
Rentabilidad anual = ________ x _______ x 100 = 42,11%
200.000 91

Por tanto, la rentabilidad media de la inversión en estas acciones ha sido del 42,11%. A
esta rentabilidad habrá que deducir los impuestos que tenga que pagar el inversor por los
ingresos percibidos y habría que sumar las desgravaciones fiscales que obtenga gracias a
la inversión. En el ejemplo anterior se ha simplificado la realidad al suponer que todos los
ingresos se han producido al final del periodo considerado.

A4. RENTA FIJA: CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO.

Como se dijo anteriormente, la renta fija representa parte de la deuda (préstamo) que
emite una entidad pública o privada.

4.1. Renta fija a corto plazo.

Los activos financieros de renta fija a corto plazo típicos son los pagarés y las letras. Los
pagarés son documentos en los que se recoge el compromiso de pago de la entidad
emisora (que precisa financiación) a favor del tenedor del título (que precisa invertir) a la
fecha de vencimiento. Los pagarés pueden ser emitidos por el Tesoro (administración
pública), por entidades financieras o por empresas, y son siempre a corto plazo. Los
inversores pueden operar con los pagarés de tres formas diferentes:

• Suscripción en el mercado primario, es la compra directa a la entidad que los emite.


• Compra-venta en el mercado secundario, en la bolsa de valores.
• Compra con pacto de recompra.

Los pagarés se negocian por subasta y el precio se establece en base al descuento


contratado y el tiempo que falta para el vencimiento. Con los pagarés, los intereses se
perciben al descuento, al igual que ocurre con las letras. Todos las clases de pagarés tienen
un plazo máximo de amortización de 18 meses. Existen los siguientes tipos de pagarés:
• Los pagarés del tesoro, son deuda pública a corto plazo con la garantía del estado.
• Los pagarés de entidades de crédito. Como su nombre indica, son pagarés emitidos por
las entidades de crédito, normalmente bancos y cajas de ahorros.
• Los pagarés de empresa. También llamados pagarés a la orden, son deuda a corto
plazo emitida por empresas privadas.

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En el mercado de letras, se subastan letras de cambio libradas por una institución
financiera a cargo de su clientela e intervenidas por una agencia o sociedad de valores. Las
letras tienen muchas similitudes con los pagarés, su plazo máximo es de 18 meses y
también se compran al descuento, normalmente en subastas quincenales. También existen
letras del tesoro, que representan deuda pública.

4.2. Renta fija a medio y largo plazo.

Los activos financieros a medio y largo plazo son los bonos y las obligaciones. Los bonos
son activos de renta fija emitidos a medio o largo plazo (normalmente entre 1 y 5 años) por
una empresa, gobierno u organismo público, con un determinado tipo de interés y unas
fechas previstas de pago de intereses y reembolso del principal. Los intereses de los bonos
pueden pagarse periódicamente, este es el caso más general, al vencimiento del bono o al
desembolso del bono.

Sin duda, el producto más popular de la renta fija a largo plazo son las obligaciones. Las
obligaciones son títulos representativos de deuda de las empresas que las han emitido. De
hecho, las obligaciones forman parte de un préstamo solicitado por la entidad emisora,
denominado empréstito. En ocasiones, las empresas necesitan una gran cantidad de dinero
para financiarse, de tal modo que ninguna entidad financiera ni persona física o jurídica
son capaces de otorgarle un préstamo de tan enorme cuantía. Entonces la empresa emite
un empréstito, que es un préstamo muy grande dividido en partes iguales, cada una de
esas partes es una obligación. Por ejemplo, supongamos que una empresa necesita
500.000.000 € para afrontar un proyecto; entonces, la empresa divide ese empréstito en
1.000.000 de partes iguales:

500.000.000 €
Valor de la obligación = ______________________ = 500 €/obligación
1.000.000 obligaciones

Ahora la empresa si puede obtener la financiación que pretende ya que cualquier


persona puede comprar una o varias obligaciones al precio de 500 € cada una.

Los intereses de las obligaciones pueden ser constantes o variables. Son constantes
cuando su tipo de interés es fijo durante el período en que dura el empréstito. Son
variables cuando el tipo de interés que perciben los inversores puede oscilar en función de
variables como la inflación, por ejemplo. Cuando el tipo de interés o el reembolso del
principal de una obligación están relacionados con un determinado índice se las denomina
obligaciones indiciadas. Por otro lado, según la garantía que proporciones la entidad
emisora al inversor, las obligaciones pueden ser simples o hipotecarias. Las hipotecas
simples son las que no tienen ningún tipo de garantía real, la única garantía viene dada
por la propia entidad emisora. Las obligaciones hipotecarias tienen una garantía
hipotecaria; por tanto, en caso de insolvencia de la entidad emisora, el inversor tiene la
garantía de los bienes hipotecados.

Por último, al igual que ocurría con los bonos, los intereses pueden pagarse
periódicamente (mensualmente, trimestralmente, semestralmente o anualmente, son los

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plazos más comunes), al vencimiento de la obligación (obligaciones cupón cero) o al
desembolsarse la obligación al principio (intereses al descuento).

A5. FONDOS PÚBLICOS.

Los fondos públicos, también denominados efectos públicos, son títulos de renta fija que
corresponden a deudas emitidas por el Estado u otras instituciones públicas. Pueden tener
un vencimiento a corto plazo (letras del tesoro), a medio plazo (bonos del Estado) o a largo
plazo (obligaciones del Estado). En el grupo de fondos públicos se incluyen, básicamente,
los siguientes tipos de títulos:

• Deuda pública del Estado. Es la deuda pública que más ventajas fiscales
proporciona. Las letras, bonos y obligaciones del Estado se diferencian, sobre
todo, por el plazo de amortización. En las letras del Tesoro el plazo es de entre 6 y
18 meses; en los bonos el plazo oscila, generalmente, entre 1 y 5 años; en las
obligaciones, el plazo de vencimiento es superior a 5 años.
• Deuda de organismos oficiales como el Instituto de crédito Oficial (ICO), el
Instituto Nacional de Industria (INI) o el Instituto Nacional de la Vivienda.
Cuando estos organismos emiten deuda para financiar préstamos con garantía
hipotecaria, los títulos suelen ser las llamadas cédulas hipotecarias. Las cédulas
hipotecarias son deudas emitidas por una entidad que invierte los fondos
obtenidos en préstamos que tienen garantía hipotecaria.
• Deuda emitida por Puertos o Juntas de obras Públicas.
• Deuda Pública de las Comunidades Autónomas.
• Deuda pública de Ayuntamientos y demás corporaciones locales.
• Deudas de empresas públicas, como, por ejemplo, RENFE.

Las características más importantes de los fondos públicos son las siguientes:

• Cuentan con la garantía del Estado o de la entidad pública que los haya emitido.
Por tanto, gozan de una gran seguridad.
• Suelen proporcionar importantes ventajas fiscales, lo cual incrementa su
rentabilidad.
• El tipo de interés que ofrecen tiende a ser inferior al de los títulos de renta fija
emitidos por entidades privadas, sin embargo, esto suele compensarse con las dos
características señaladas anteriormente. Hay que tener en cuenta que en los
productos financieros el interés y el riesgo son directamente proporcionales. A
más riesgo, mayor es el interés que ofrece el producto en cuestión, y viceversa.
• Existe deuda pública interior y exterior, dependiendo de si es emitida dentro o
fuera de España.
• La deuda pública se puede utilizar como garantía para pedir préstamos al Banco
de España. Cuando esto ocurre, se la denomina deuda pública pignorable.
• En función del plazo de reembolso pueden ser temporales (cuando su último
vencimiento se fija de antemano) o perpetuos (nunca se reembolsa el principal,
como la deuda perpetua del Estado).

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A6. OPERACIONES BURSÁTILES.

Hay multitud de operaciones que pueden llevarse a cabo en la Bolsa o en otro mercado
organizado: Operaciones al contado, operaciones a plazo, operaciones de dobles, opciones,
futuros, ampliaciones de capital de las empresas que cotizan en Bolsa y oferta pública de
adquisición de valores mobiliarios. Nosotros vamos a estudiar aquí las dos primeras y los
futuros, por ser las más frecuentes.

6.1. Operaciones al contado.

Es la forma más usual de operar en Bolsa. En las operaciones al contado, la liquidación se


hace el mismo día (o, excepcionalmente, pocos días después) de haber realizado la
operación de compra-venta. Por tanto, en las operaciones al contado, la entrega de los
títulos por parte del vendedor y el pago de los mismos por parte del comprador se hace
inmediatamente después de la contratación.

6.2. Operaciones a plazo.

Estas operaciones se producen cuando se contratan títulos que no liquidan al contado


sino en un plazo convenido. Básicamente, existen dos tipos de operaciones a plazo, las que
siguen el sistema latino o francés y las que se basan en el sistema “margin”
norteamericano. El sistema francés consiste en operaciones a plazo en las que los
contratantes pueden diferir el cumplimiento de sus obligaciones. Todas las operaciones
efectuadas durante un periodo de tiempo se liquidan un día determinado, normalmente a
final de mes. El sistema norteamericano consiste en operaciones al contado en las que los
agentes prestan dinero al comprador o títulos al vendedor, de forma que el vendedor
siempre recibe el importe de la venta y el comprador los títulos inmediatamente después
de la contratación. Estas formas de operar no están admitidas en todos los países, ya que
conllevan un riesgo y en el pasado se han producido experiencias negativas.

6.3. Operaciones de futuros.

Los futuros financieros consisten en la cotización de unos contratos que, mediante su


precio, dan un valor al activo financiero negociado en el futuro. De esta forma, las partes
se comprometen a comprar o vender activos financieros en una fecha futura, a un precio
determinado al firmarse el acuerdo. Para poder efectuar este tipo de operaciones se ha de
depositar una garantía en el centro de contratación que oscila entre el 5% y el 10% del
valor total del contrato. Las operaciones de futuros no sólo pueden realizarse con activos
financieros, sino que también son posibles con materias primas o con divisas, por ejemplo.

Existen dos motivos por los cuales alguien puede estar interesado en contratar un futuro:
Porque quiere asegurarse un precio fijo hoy para la operación de mañana (operaciones de
cobertura) o porque quiere especular con la evolución de su precio (operaciones
especulativas). Estas operaciones no se realizan en la Bolsa, sino en otro mercado
organizado denominado mercado a término o mercado de futuros, en España el MEFF
(Mercado Español de Futuros). El contrato de futuros es de obligado cumplimiento,
independientemente de como esté el precio en el momento de la contratación.

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ACTIVIDADES PRÁCTICAS

1.- ¿Por qué las acciones se llaman títulos de renta variable?

2.- Diferencia entre mercados financieros primarios y secundarios. Pon un ejemplo de


ambos tipos.

3.- Las acciones que cotizan en Bolsa tienen un valor de cotización, que es el precio por el
cual se compran y venden. ¿Cómo se determina dicha cotización?

4.- ¿Cualquier empresa puede cotizar en Bolsa?

5.- Una mediana empresa, que esté en un fuerte proceso de expansión con grandes
expectativas de éxito y que no pueda cotizar en Bolsa, ¿puede acudir a algún otro mercado
financiero organizado para buscar financiación?

6.- ¿De qué manera puede un inversor obtener ingresos derivados de una compra de
acciones?

7.- Un inversor ha adquirido, el día 1 de enero de 2016, acciones por un valor de mercado
de 20.100 €. Por dicha compra, el intermediario le cobra una comisión de 80 €. El 30 de
abril recibe un ingreso en su cuenta de ahorro, por la venta de derechos de suscripción, de
160 €. El 30 de mayo de este mismo año recibe, en concepto de dividendos activos, 820 €
que le ingresan en su cuenta bancaria. El 31 de diciembre de 2016 vende las acciones en
Bolsa por un valor de 19.980 €. Calcula el beneficio o la pérdida de esta inversión. Calcula
la rentabilidad anual de esta inversión.
(Nota: para facilitar los cálculos se han obviado las retenciones a cuenta de impuestos).

8.- En la renta fija, ¿cuál es la relación entre el tipo de interés y el riesgo de la inversión?

9.- ¿En qué consisten las operaciones de futuros? ¿Se negocian en la Bolsa de valores?

10.- ¿Qué motivos pueden llevar a un inversor a interesarse en operaciones con futuros?

11.- ¿En qué consiste la deuda pública pignorable?

12.- ¿Qué son las obligaciones? El interés que proporcionan las obligaciones puede ser
constantes o variables. ¿Cuando se dice que es variable?

APLICACIÓN PRÁCTICA: PLAN DE EMPRESA.

1.- Si prevés que tu empresa tenga un excedente de Tesorería, o pidiendo un préstamo


bancario, realiza una inversión en Bolsa. Invierte 20.000 € en acciones de las sociedades
que elijas. Diversifica la inversión (invierte en 2 o 4 sociedades). Calcula la renta y la
rentabilidad que has obtenido con la inversión. Utiliza Internet para conocer la cotización
de las acciones.

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CASO PRÁCTICO XXI: LA CRISIS DE GOWEX Y EL MAB

LAS PYMES SIGUEN SIN ALTERNATIVAA LA BANCA

El MAB sigue KO un año después de Gowex,


sin inversores y sin incentivos fiscales
El Mercado Alternativo Bursátil, la gran esperanza de una vía de financiación
no bancaria para las pymes, sigue herido de muerte por el escándalo de Gowex
y ante la falta de incentivos fiscales

Jenaro García.

08.06.2015 – 05:00 H

"El MAB [Mercado Alternativo Bursátil] sigue acusando muchísimo el daño que le hizo el fraude de
Gowex. La gente no se fía de las empresas ni de la supervisión y le da miedo verse pillado en
otra. El dinero todavía no ha vuelto y va a tardar el volver", admite una fuente del mercado. Un
año después de aquel escándalo, el dinero que huyó despavorido de este mercado para
pequeñas empresas en crecimiento no ha vuelto y no se le espera. Porque, aparte de que sigue la
sombra de la sospecha sobre el conjunto de las empresas que cotizan en el mismo, también pesa
la lentitud de la Justicia (Jenaro García sigue libre corriendo maratones) y la falta de incentivos
desde el Gobierno, especialmente fiscales, que son los que siempre ha demandado este mercado.

"Los inversores que entraron en la cresta de la ola del MAB se siguen arrepintiendo, pero
son los típicos que ni siquiera conocen las compañías y entran buscando una subida del 50%
porque es lo que había subido la empresa que salió antes de que entraran. Además, esos
inversores tienen una cultura muy española, cuando pierden quieren que se lo pague alguien, en
vez de asumir que han corrido un riesgo y ha salido mal", según otra fuente del mercado. A su
juicio, "esos inversores están mejor fuera y es bueno separar el grano de la paja", pero el
problema es que no han venido otros más profesionales a relevarlos.

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Esta falta de dinero con ganas de invertir en el MAB -afectado también por el (de momento)
amago de escándalo en Carbures- es reconocida también por las compañías que cotizan en él.
No obstante, se muestran en su mayor parte contentas con esa decisión porque les da
"visibilidad": es decir, antes de cotizar no las conocía nadie y el día que vuelvan los inversores
ya contarán con una historia en bolsa y una disciplina de mercado que hará más fácil captar los
recursos que ahora mismo se les niegan. De hecho, se espera que otras tres firmas den el saltó al
parqué en las próximas semanas.

Con ese panorama, las empresas pequeñas y medianas que buscan financiación están en manos
de los bancos. Algo que resulta dramático para muchas, puesto que, aunque los bancos publican
fuertes crecimientos del crédito en este segmento y hay una clara guerra comercial que hace bajar
los intereses, "en España no hay financiación bancaria para las pequeñas empresas, sobre
todo para las que se dedican a la innovación", según Antonio Romero-Haupold, presidente de la
recientemente creada patronal de las empresas que cotizan en el MAB (Aemab).

En España no puede surgir un Apple o un Google

Eso se explica porque las entidades prefieren invertir en financiar la deuda del Estado en vez de
proyectos innovadores: "En España sería imposible que surgiera un Apple o un
Google porque la banca nunca le prestaría el dinero", afirma. "Para llegar a ser una de esas
empresas, tienes que fracasar un par de veces antes, y aquí si fracasas una vez, el banco te
cierra el grifo y no puedes volver a intentarlo".

En opinión de esta asociación, hacen falta dos cosas para conseguir que los inversores vuelvan al
MAB. La primera es que la Justicia funcione, algo a lo que le dan más importancia que a la
supervisión del mercado (la CNMV tampoco ha detectado nunca otros presuntos fraudes
contables como Pescanova, Bankia o la CAM). "El problema es la Justicia. Si una empresa
presenta unos papeles que son mentira, su responsable debe ir a la cárcel de inmediato, como en
EEUU. Así la gente se lo pensaría antes de jugársela. Pero aquí no pasa nada", como ilustra el
ejemplo de Jenaro García por la enorme parsimonia con que lleva la instrucción el juez Santiago
Pedraz.

La segunda es que el Gobierno conceda incentivos fiscales para los pequeños inversores que
entren en estas compañías. Algo que existe en los mercados alternativos de otros países, como
Reino Unido, y que aquí han solicitado reiteradamente tanto el MAB como el MARF (Mercado
Alternativo de Renta Fija). "Una posibilidad sería no tributar por las plusvalías hasta que no
salgas del MAB, con lo que el inversor podría ir cambiando de empresa sin pagar por ello, como
ocurre actualmente con los fondos de inversión", propone Aemab.

Sin embargo, estas peticiones se han encontrado siempre con la negativa de los Gobiernos, tanto
del de Zapatero como del de Rajoy. La explicación siempre ha sido que hasta que no se reduzca
el déficit a los objetivos fijados por Bruselas no se pueden ampliar los incentivos fiscales a ningún
tipo de inversión. De ahí que la reforma fiscal de Cristóbal Montoro dejase fuera esta demanda
así como otras relacionadas con la inversión que procedían de la Comisión Lagares. Y después
del escándalo de Gowex, el MAB no está en las mejores condiciones para volver a exigir ventajas
a Hacienda.

El fraude de Gowex se hizo oficial el 6 de julio del año pasado, cuando Jenaro García reconocía
el falseamiento de las cuentas en los cuatro ejercicios anteriores y presentaba su dimisión, al
tiempo que la empresas solicitaba el concurso de acreedores. El escándalo había saltado el 1 de
julio, cuando la firma de análisis Gotham City presentaba un demoledor informe en el que
aseguraba que el 90% de los ingresos de Gowex eran falsos y que la empresa valía cero, lo que a
la postre resultó ser cierto.

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Se pide:

1.- Explica como se ha visto afectado el Mercado Alternativo Bursátil por el fraude de la
empresa Gowex.
2.- ¿Por qué el dinero no vuelve al MAB?
3.- Dice el texto que las personas que invertían en el MAB, y que perdieron dinero luego
del escándalo de Gowex, tienen una “cultura muy española”, ¿qué quiere decir? ¿Estás de
acuerdo con esta opinión? ¿Ocurre sólo con los inversores del MAB o se puede generalizar
a otros mercados y otras inversiones?
4.- En Estados Unidos, compañías como Apple, Google o Microsoft fueron financiadas
con capital riesgo. El texto dice que en España esto no podría ocurrir, ¿por qué? ¿estás de
accuerdo con esta afirmación?
5.- ¿En qué consiste la seguridad jurídica que piden los inversores en España?

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