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GONZALO ABRIL Teoria general de la informacién DATOS, RELATOS Y RITOS ‘@, Signo e Imagen CATEDRA Escaneado con CamScanner 1 de nivel mis clevado poseen un vasto sistemas nc cents o een pe spare por fa ae 2 er cea de una proxi epee ote informa mas e rive Tas bajo Co) temporal ei sed que “informacion “epresen eq obey coe esuca ota oranzacon, pudenda pet elven se el uempo ete expace Y eam Be, nal rnin del orden de compeidaa dette repress epee fos nels que conic al sstema socioelys] ina: a elu enc cada vet Mayor CON tespeco a vnc on. 1.13. Usos y abusos del modelo -E->M—>R- ssentacion que se hacia la TI del proceso comunicativo fue extapolads rdpidamente como modelo te6rico de la comunica- MSs aniversalmente vilido, La indefectible polisema de la propia focton de ‘comunicacién alent6 su extensién a dominios maltiples } heterogéneos, Este éxito te6rico-cientifico entre las disciplinas }umanisticas y sociol6gicas excedfa con mucho el propésito para el {que habia sido concebida la TI. Pero también es cierto que el mode- fo comunicativo -E->M->R- atribuido a Shannon y las definiciones conceptuales implicadas en el mismo (emisor, mensaje, receptor, Canal. cdigo, et.) perdieron, al divulgarse, sus perfiles fisico-mate- Imiticos originarios y se convirtieron a veces en caricaturas més © ‘menos intuitivas o en nociones-comodin. ; No todas las extrapolaciones fueron triviales. Desde la teora lin suistica, RJakobson, uno de los grandes maestros de Ia lingbistica estructural funcionalista, encontr6 en el modelo de la TI a posibil cad de anicular su concepcién comunicativa del lenguaje. Sean Jakobson (1975: 79) «se producen unas coincidencias y unas conver” sencias sorprendentes entre las mas recientes etapas de la metodo- logia del aniliss lings susie ea la teoria matemitica de la comunicacion. ay, en efecto, grandes concomitancias entre la concepci6n $= Jectiva/digial de las seftales que componen el mensaje informacio~ fal en la TI y la concepcién funcionalista de los signos lingasticos qe. 2 panir de los estudios de fonologin de la Escuela de Prag Y delesiruciralismo de Saussure, desarollan Jakobson y oto» ling tas desu epoca. Como expondremos en el cap. V, 1.2, Jakobsen BI Bee Bt ltcones del lenguaye,inspcadas en la teora del Sr como detivaciones del modelo comunicativo de 18 » La repre: EI modelo universal de la comunicacién, cuya representacion can6nica es la siguiente: tie |}. aa a cose i | a a RECEPTOR DESTINO PUENTEDE RUIDO ofrecia un esquema simple, coherente y operativo a la incipiente in- Yestigacion de la comunicacién de masas nonteamericana, y concor- aba con los supuestos ideol6gico-cientificos dominantes a media- dos de siglo. Las corrientes funcionalistas y conductistas de la sociclogia y de la psicologia social Fueron especialmente sensibles al hechizo -eco- nomicos del modelo -E—>M—>R-, porque la TI faciltaba su inclina- cién epistemologica hacia un sistema de relaciones de interdepen- dencia funcional, cuantificables y formalizables, entre elementos empiricos descompuestos en variables- (Quéré, 1982: 18). El esque- ‘ma sE—>M-R. sugiere mis Ficilmente la objetivacion de la acci6n ‘comunicativa en terminos ile estimulo-respuesta, en tErminos de acx tividad unidireccional e instrumental, que en cuanto interaccién sim- bolica o accion estratégica, Quéré sostiene que las concepciones lineal-instrumentales de la comunicacion reproducen, en sus opera- clones de conocimiento, el tipo de racionalidad imperante en el fun- Cionamiento social contemporineo, en el que predomina sla pers- pectiva de una disposicién técnica de los procesos sociales con fines de racionalizacion de la actividad sociale (Quéré, 1982: 27). Al apo- yarse en la confortable evidencia de dos actores comunicativos, émisor y el receptor, con un reparto de papeles perfectamente simé- twico, las metodologias empiristas se ahorran el rodeo por las molt a Escaneado con CamScanner mediacion que intervienc! edad humana. Es para sa 2 ee idamente la ‘comunicacion soci 114, Los sujetos y 1s cOdigos con buenas razones, las erréneas el modelo -B->M—>Re la inde a concebirse como una ) por parte del receptor, de sin embargo Ia recepciGn e: 1 sentido andloga a la que re proceso de recepcion no consiste necesariamente, ni mucho menos, ‘enuuna meray pasiva -aceptaci6ne (..) Normalmente, hasta la confor- iiiad desencadena Un proceso efector y por tanto hay que mantener 1 visa el sentido siempre activo de la palabra respuesta jes emisiva y receptiva son interdependientes, se i i el -emisor tegia proporciona una ‘imagen de la jor son instancias fas y formalmente te ante- de cada escenario sve a cabo: pre- que en esta perspectiva , *€8 hablado- por el cOdigo. 'e codificar © decodificar, los sujetos de Ht convenciones muy variadas), pero los apli cs decir, flexiblemente orientado a las caracteristicas de la relacion comunicativa en que intervienen. ia lamadlo competencia comunicativa a esa capa producir/interpretar mensajes de forma razonable y contextualiza- da, Hymes (1974), n ha popularizado la nocién, entiende que tos lingtisticos (speech events) no se explican por cion de Ia comperencia lingtttica de los hablantes, capacidad de hablar es inexplicable sin la de comunicar, xe el conocimiento implicito de normas psicologicas, cul~ turales y sociales. Los agentes s0« res vacios+ que codi ‘mente competentes les de Ia comunicaci6n no son, pues, -operado- in y decodifican, sino sujetos comunicativa- ‘Examinaremos en breve dos de las formas en que se aplica la competencia comunicativa: la realizacion de inferencias y el uso de metarreglas: 1 potenciales de las expresiones. Asi que —en el caso de una comunicacién lingu var a cabo inferencias q plicita; 6) explican y de las propias expresiones y de las meras, Brown y Yule (1993: 320-321) 3 segundas, inferencias evil lustran las respectivas clases de ra- considero aceptable porg) Ja raz6n por la que le pido tengo autoridad para ordenatle, ni crear un conflicto serio entre nosotros, que deje usted de fumar femplos son propios de situaciones de comunica~ ‘ina Podemos tambien imaginar inferencias de 3 Escaneado con CamScanner os ios levadas a cabo por tn receptor de la comun ambos 4) login clecorad /Ahora mas que nunca/—> Sabemog gue tienes razones de Pe a esta opcion ahora bien le queen Pe sctual coyuntura electoral se dan las siguientes face oyumus lel din ae gules ro interlocutores 0 agentes comunicativos no llevan a cabo 2 tes elase de inferencias desde la nada: por una parte po- SSen un conocimiento enciclopédico (la metafora de la en- aun saber hacer/interpretar mas amplio lel «diccionario») basado en su experiencia . Por otra, a que aqui mas nos interesa, los sujetos, sin prescindir de los cOdigos y convenciones, dirigen su aplicacion mediante metarreglas, principios mas generales que las reglas. Llamamos metarreglas a ciertas propiedades invariantes que go- jocie y construy: compartido de las acciones comunicativas (Ci A este nivel metarregulativo pertenecen ciertas «expectativas basi- as como la confianza o las expectativas de cooperacién interlocu- !iea (por ejemplo, el supuesto de que nuestros int engafian ni nos escatiman informa Mamados :procedimientos int fprocidad, el prin: Consideremos un ejemplo del modo en que s€ aj en una sala de teatro se ha colgad ‘spectador tomard, en principio, smo, pero no para un ih que es nario algin juego de magia con un iende, en una situacion asi -ndo unt n rochase al mago su conducta. La ado de « ‘ma la cooperacion conversacional a partir de la teorfa de Grice (G979): Cuando un interlocutor X me dice que tiene tres hijos, pue- do concluir que tiene dos: es una tmplicacion que se sigue de la aplicacion de una regia logiea sega la cual -tres ind sime dice que tiene tres hijos, aunque ninguna reg ppedirfa concluir que tiene cinco, o en general mas d gue tiene solamente te F qué? Pues porque supongo que X in- Por tanto, darme la informacién mas exacta tres. En este caso no ela maxima de cantidad (no dar ni demasiada informacion ni demasiado poe, Estos dos ejemplos, por triviales que parezcan,ilustran bien que Ja comunicaci6n no consiste solo en «transmitirinformaciOne, que Tos. 3s han de ir més alla de los contenidos informativos y también reglas y c6digos que supuestamente organizan 50s conte- 1.1.5. El marco de la comunicaci6n y Ia reflexividad Los sujetos comunicativos construimos conjuntamente las situa ciones, de tal modo que gran parte de la actividad comunicativa con- siste en producir la inteligibilidad y la normalidad de nuestras in- tervenciones y en sostener las de nuestros interlocutores, definiendo de manera implicita, y con frecuencia por medio de negociaciones, el sentido compartible de la actividad que llevamos a cabo, Esta concepcién ha sido ampliamente desarrollada por E. Goff- man, que da gran importancia a los procedimientos reflexivos mediante los que construimos y definimos las situaciones: «un elemento reflexivo debe estar necesariamente presente en la vision de los acontecimientos de cada partcipante: una correcta visién de ir el verla como parte de ella misma © de los comportamientos en virtud de la cual éstos pueden referirse ‘asi mismos. Pues bien, lo que propone Goffman es que las definicio- res subjetivas de una situaci6n, es de intervienen en ella, forman parte cons Es muy conocido u que dan los sujetos que a de la propia situacion. wan; cuando un individuo 8 sorprendido por un testigo gateando debajo de una mesa, no de- Jara de farfullar algin comentario como: «Donde estard la maldita lentilla.. Con ello el actor justifica su comportamiento, presentin- dolo como orientado a un objetivo racional, no como una puerili- dad o un desatino, El uso de esta clase de justificaciones que sirven ara dar una definicién reflexiva de lo que ocurre, son un compo- nente esenctal de las situaciones. 25 Escaneado con CamScanner las defo is denomina sido usada antet ‘casfica el mensaje: interpr 2 Salen ‘regan e] caso, como un i 0 0 reel gente uiliza mecinicamente pars eee, Nanos y atuar en consecuencia. Los marcos oe por It participacion de los al suelo de modo circunspecte quando entro en un ascensor once ‘van person: Simplemente tesponciendo- fe ery convent a const Al pat ti dees marcos de sus aeciones, los actores las ractonalizan, eaeen de la vida social. y leva también consigo una permanente ap! Examinemos este ejemplo: cuando miramos al ragen de un personaje que habla y mira fro: elerreportaje), en- tendemos que esa convencion significa que somos nosotros, espec- ‘adores, os destinatarios del discurso. Si conjeturamos que se trata de una pelicula tendemos a interpretar la convenci6n de otra mane- ‘8 suponemos que segin el procedimiento de plano/contraplano el Personaje se estd dirigiendo a otro personaje de un relato (ficticio) ‘aya ubicacion espacial queda definida mediante una toma de -<&- iva (@ no ser que, como hace Woody Allen en algunas el personaje nos interpele siguiendo la vieja con- ee pare» teatral). En otras palabras, enmarcamos la pri- uacion como una interlocucion virtual, y la segunda como on de discurso en la que somos espectadores © testigos "0 que no nos interpela en cuanto ‘on entre estos distintos enmarques —Io narrado— y el discurso—l4 la al narrar— (cfr. cap. IV, 3.2 ¥ 1.1.6. La reducci6n estadistica de la informacion y la reducci6n obj Una teoria general de la informacion no puede ignorar la defini= ‘cin de informaci6n que proporciona la TI, pero debe al mismo tiem- po acotar el dmbito de su pertinencia, La'importancia del concepto estadistico, formal, de la informaci6n én la conformaci6n del mundo ido la digitalizacion de cifras, liseo de maquinas capact iimacenar y transmitir a distancia esos en la gigantesca m jones sociales y de la istema productivo, de jiosferas cotidiana en que hoy nos Pero todos esos efectos hacen atin mas necesaria la diferenciacién centre un concepto estadistico-probabilistico de informacion y cepto de significada/sentido, que por definicién escapa a la calcula bilidad de las sefiales informacionales. Lepschy (1971: 203-204) escribe: punto delicado lo constituye la sustitucién del concept -ino- ‘de PRECUENCIA RELATIVA por el mas ambiguo de PROBABILIDAD. parece evidente que en los conceptos de probabilidad, previ- sién, espera (mis que en el de frecuencia) se encuentra la raiz de muchas extensiones mas bien «sospechosas- de la teoria; y parece cevidente también que la confusion provocada por dichas extensiones se ha visto agravada por los equivocos y las ambigledades inheren- un concepto cada vez mas extenso y no bien definido, que in- también el significado linguistico. problemas del significado, y mas atin los del sen- les al cAlculo informacional propiamente dicho: ismo que ilustra perfectamente el espera la legada del barco de las negras, le indicarin que su amante ha muer- to, Si blaneas, que vive. En términos informacionales la alternativa n Escaneado con CamScanner idad més pequeta de informacion. Pero en 1ué no le preguntamos a Isoldar rntaria de la silusion de rganizado de signos que Jos efectos: si podemos aislar un conju : cen una determinada situacién se 1 in de un emisor a un re: ceptor, spor qué no ide n los efectos que esa transmi Sidn particular produce -localmente- en la mente o en la conducta del receptor? ero los mensajes, como las desgracias, nunca vienen solos. In cluso para que el mensaje pueda ser entendido por el receptor es necesario que éste lo coteje (al menos implicitamente) con otros mensajes, con sus experiencias previas, con sus expectativas respec- to a otros mensajes posibles. Pensemos en un enunciado como el : su interpretaci6n, en el sentido std condicionada por una gran ‘antidad de presupuestos. El destinatario se enfrenta al enunciado ‘como si éste arrastrase consigo un conjunto de textos anteriores, en ef escenario de una lectoral, con otras propuestas alternativas. casa lo que se refiere al posible vefectox de ese enunciado; gc6mo lclatlo con independencia de las predisposiciones y las expecta~ tas del destinataric?, como determinar la influencia del enunciado Panicular con independencia del conjunto de enunciados en que ido, como averiguar la parte del efecto que Se ingulary la que se debe a un clima de opinion 0 ‘nds general? Estas son las preguntas que Se malas los dsetadores de las campanas politcas, precisamente Piles no comets mens de forma practica) que la comunicacion feracciin de lage seh intercambio de mensajes, sino en una fM- Ya en les ah tees » de pricticas discursivas. bian dado por boc en tsunos autores que anteriormente ha lun cambio de perspac’s,viemtacion informacionalista propusieron ton de la siguieme manus: U: Eco y P. Fabbri (1978: 570) sintetiza~ $a de las comunicactoneg i obra Ge una Investigacion semis fe masas: 2 a » nico mensaje: reciben mu- ico [en una secuencia temporal] como saje, procesos de comunicacién: lanteriormentel la disimetria de los papeles de emisor y receptor no cra suficientemente tenida en cuenta (..) En el medio semiéticotex- los destinatarios, a su labor interpretativa, a Jos conocimientos que los emisores poseen sobre ellos. 1.2. Las acepciones basicas de «informacion. 1.2.1. Acepcién operacional, acepcién semantico-cognitiva ¥ acepcién socio-discursiva lente cuadro presenta las tres acepciones basicas de la nocién de informacién que pueden extraerse de Ia literatura con- temporinea sobre comunicacion, 1 representado en el cuadro nos hemos ocupado "es el que corresponde a las perspectivas informacio- 1s clasicas. Algunas de las concepciones de la TI y de la ciber- serdn recogidas por la psicologia cognitiva contemporinea Gegundo niveb, aunque generaimente depuradas de supuestos me~ canicistas y conductistas. A ello se refiere Mayer (1985: 25) cuans afirma: «el humano se transforma asi, de un ¢jecutor pasivo de res- Puestas, en un procesador activo de informaci6n- 2 Escaneado con CamScanner rd sseno “oprianbns: ap apadso wun 0d eHoWW ey U9 UeyPos ofs0 open noe ee “ruo> sosavoid sounge tuoPeuuosuT 2p Osa>0xd ap apadso eun so TMionuesuad yo seu (oBe “£661 2235 anb sossondns sosorauny SUanuoe (eurwny anbjsd = Jopeuapio) vorunbeus woyious ey (eae. 9861 sa1904 & sisony conpusoyur aranyps jp v2 avaquose anb of F souye sisouapiad Zp sown ese eeveUINY 21UOUs ee OWOD JOprndLO fap [CUM “Sidjavonyos e one ueenaye &"fesxanjun so1DeIe> Un UEEPLDI C") ‘omsatusi0u0o Jo vast anb seuuoU sey: “(IdS) uoRPULO/Ut ap o;uau “psasaud op souuaiss | 2p SalUbUEA Sop UOS aIvoU v] A JOpEuDpIO jp arb "e2ys¢q uoppojauoo eUN ap sued v -oaUOMUaBHOIU! Uouod Ntuop as anb soonjusaq?> somansuo>: sinBosuoo op wien ‘eonauiag

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Los psicdlogos conn een Mcuenca extapolan Ia nocion de SPI a.un terreno de de TERSVUEEr el de los significados. Fuestes y Robles (1988: 8599) does ee esca del fl6sofo J. Searle al abuso de los modsics EE'sHL, caraccenzados por la -incompetencia semantica-: un progr: a informisco es ante todo Una construcciéa formal y sintéctca, ee Rando los SPI puedan operar con simbolos (que no son ya sim ples unidades sintictias) ales simbolos carecerian de significado ara el sistema que “opera” con ellos. Citaré extensamente el ejem- Bio ce Searle que los autores presentan: Un grupo de programadores confecciona un programa coop 5d EOS dnd dicso que ls apiece oe Sasson un buenas como las de un hablante aatvo chino. Abocs Ecko cabe infent una comprension efectia Gel prosrama’ (.) Imaginemos que se 80s io = ns cual ve cncieneran diferentes cosas GE sos, 0 208 proporciona, ademas, un bro de choles chins —tas reglas expectican I - misuse, junto con las reglas neces 2 de la habitacién, A una deterak 3 denomia Seta oer poser camden senate, no son Cues dary explicar por medio de un punado de simbolos compar barge, no cera cosa es un softare Per 3 pane poser sino ae kt (1993: 380) no evita el sarcasmo ante el so medforas compuracionales, cuando afirma T° Epp eyeace rant de las teorias actuales de la psicologia cope Beles fe ei Saga ca ol eps mann sign pn OE, eens dts as or C6 no laos eva a cabo este io: 98 ordenador, en algunos de sus resultados, imita al espirta humano, Se Saivina que el proceso podria no ser idéntico, Pero, salando de una Cosi a ln otra, se hace -como sis, y se dice que el espinity humano fa ser semejante a un ordenador, Se puede ain is mas lejos es la rapa de hoy dia) y preguntarse s! ef ordenador no poxtra verdaderae mente funcionar alg dia como el espiritu human. Se busca el cae imino especialmente por el lado de las neuro-computadoras (.) pamir de ahi, el gle final: se dice que el espirita Bumano mismo fanciona como un ordenador. El tercer nivel del cuadro es el que nos ocupari en lo sucesivo. Nos interesaremos por una concepcién muy amplia de fa informa- Gon puesto que, presuponiendo a la vez los procesos cognitivos, Semidticos y técnicos, la informacién se nos presenta como una ac- hieidad social compleja. En este nivel el acopio, tratamiento y trans- fnision de datos es imposible sin una elaboracion © construccion reflecica de marcos de interpretacion ¥ sin un contexto de actividad Secial que defina las condiciones (técnicas, linguisticas, econémicas, jnstitucionales, politicas) de esa elaboraci6n, Ta tercera acepcién concieme a Ia informacion como discurso, como prictica discursiva y como institucién de la sociedad moder- Ga. Femos de contar, pues, con su dimension fistérica, La informa- Gién no es ya un concepto formal (escadistico, cibemético 0 cogniti- Yo) sino un fenémeno sociohistéricamente determinado: en la €poca premoderna puede hablarse de ideas, saberes 0 representaciones, pero no de informacién. La informacién se desarrolla en el mismo Proceso de expansion de Ia imprenta ¥ de las publicaciones impre- Eis, conoce ua nuevo despliegue con la adopcion de medios de co- municacion electrénicos ¥ llega a adquirir una importancia central (en la organizacion social. politica y cultural del mundo contempo- rineo. 1.2.2. La complejidad de la informacion en ta sociedad contemporinea Desde mediados del siglo xx, el capitalismo se reorganiza den- tro de un proceso de cambio historico sin precedentes: la produc: én, el consumo, el espacio politico, la vida cotidiana se ven s2ou- das por la progresiva implancacion de nuevos medios eleciréni, Gos, Commo la felewision y los ordenadores, por el pape! fundamental Gea informacion como proceso ¥ recurso estrarégico (en la produc- Gon, en ls organizacion y en el control social), ¥ por la creciente smundializaciém- de la economia y Gel mercado. ‘La informacion: en expresiones como sociedad de la informa: Gen. (que trata de dar nombre a esta fase postndustnal Gel P2- lismo) remite a un complejo de fenémenos —— Escaneado con CamScanner

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