El deporte de competición puede responder a numerosas
exigencias fisiológicas, sicológicas y sociales del hombre. Especialmente puede aportar a cada uno, cualquiera que sea su edad y su condición posibilidades de expansión y un enriquecimiento de las relaciones individuales y colectivas. Puede igualmente contribuir de diversas y notables maneras a mejorarla calidad de vida. Sin "Fair Play", sin embargo, el deporte pierde este poder, y esto a cualquier nivel de competición, tanto si se trata del deporte amateur como del deporte profesional. En numerosos países el crecimiento del nivel de vida y el aumento del tiempo libre incitan a una participación creciente en el deporte de competición. Pero al mismo tiempo la amenaza contra el "Fair Play" aumenta en razón de la búsqueda cada vez más frecuente de la victoria a cualquier precio. En nuestra opinión el deporte de competición camina hacia una crisis. Si quiere realizar sus objetivos y desempeñar su papel en la promoción de la comprensión internacional, si quiere, a más largo plazo, sobrevivir como una forma valida de actividad humana es indispensable y urgente la pertenencia al "Fair Play". Sin "Fair Play" el deporte no es deporte. ANÉCDOTA FAIR-PLAY
Yo acostumbraba a jugar todos los días al basquetbol en la
secundaria, es mi deporte favorito y me sabia todas las reglas y ahí fue donde me enseñe a jugar y pues un día que estábamos jugando un mini torneo que hicieron ahí en la secu, pasamos a la final y un jugador del equipo contrario cometió una viola y aunque fuera el punto del gane pues el supo reconocer que era viola y yo iba a tirar el tiro libre, pero pues como vi que supo reconocer su error, falle los dos tiros libres a propósito y el juego siguió, nosotros ganamos y ya cuando se termino el partido fui y lo salude y le dije, “bien jugado” y esa es mi anécdota con el fair play. Si el fair play no existiera, el deporte no sería lo mismo.