Una mañana de noviembre de 2015, durante el proceso de construcción del

complejo urbano Lomas Verdes, en Trujillo, el ingeniero residente de la obra,

solicitó
el apoyo del jefe del almacén para la recepción de un pedido, que acababa de
llegar,
de tres camiones que traían cemento Pacasmayo Tipo 1. El jefe del almacén, durante
el proceso de descarga, fue alertado que los sacos de 42.5 kg pesaban menos de lo
debido, en aproximadamente un 5%. Este peso fue detectado por los estibadores en
el área de recepción. Si bien todos los pedidos que enviaba Cementos Pacasmayo
venían paletizados, se pensó que esta diferencia podría deberse al palet usado; sin
embargo, se pudo constatar que los palets eran idénticos a los de otros pedidos
recibidos

El jefe del almacén eligió al azar 50 sacos y descubrió que el peso neto medio
era de 40.1 kg. Comprobaron, por envíos anteriores, que el proceso producía un peso
neto medio de 42.5 kg exactamente, con una desviación estándar aceptable de 0.63
kg. En consecuencia, llegaron a la conclusión de que la muestra registraba una
merma
de peso considerable

Luego de la descarga, el jefe de logística informó al ingeniero residente de lo

sucedido y éste ordenó al área
de contabilidad que se le descontara el 5% de su valor a cada bolsa de cemento.
Lógicamente, el área comercial de

Cementos Pacasmayo no estuvo de acuerdo.

Después de lo sucedido, para curarse en salud, el jefe del almacén tomó la decisión
de establecer un control
de calidad y para ello solicitó a los supervisores que tomaran una muestra
aleatoria de los productos, preparando seis

sacos de muestra, que se pesaron cada hora, durante los tres turnos.