Nombre: “MERCURIUS VIVUS”

Sinónimo: Mercurio vivo, mercurio metálico, azogue, plata viva.

Origen: El Mercurio Vivus es un cuerpo simple de la familia de los metales, es liquido a la

temperatura ordinaria. En la naturaleza solo por rareza se le encuentra en estado nativo;
pero en cambio, es relativamente abundante en la forma de Sulfuro rojo de mercurio o
cinabrio. Las minas donde se le encuentra se hallan en diversas partes del mundo y en
México las que hay en los estados de Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Nuevo
León, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Guanajuato e Hidalgo; es decir en gran parte de la
república.

Historia:

● Se sabe que fueron los árabes los primeros que usaron el mercurio para fines
médicos y que lo aplican externamente en la lepra. Internamente se usó mucho
contra la sífilis desde el siglo XV, atribuyéndose a J. Widman, quien escribió un libro
sobre la sífilis en 1476, la introducción de este metal como antiluético actualmente
ya no se le emplea con esta indicación. Es en la medicina homeopática donde tiene
precisas indicaciones; en unión de gran parte de sus óxidos y sales que constituyen
en el gran grupo medicamentoso de los mercuriales.
● Fue experimentado homeopáticamente, por primera vez por el dr. Hahnemann a
partir del oxido negro de mercurio o mercurio soluble su patogenesia consta en la
materia medica pura. Existen también otras patogenesias en la Enciclopedia de
Allen, en la Farmacodinamia de Hughes y en las observaciones prácticas de
Hartmann.
● Regla de uso: Se prepara por trituración conforme a la regla 7°.

Sustancia activa: Mercurius solubilis: Mercurio, amoniaco y nitrato. El mercurio es extraído

del cinabrio.

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Constitución: Si se quiere tener una idea del tipo anatómico del Mercuriuis Vivus, hay que
pensar en el sujeto linfático que antiguamente llamado “escrofuloso”, se describe diciendo:
Sujeto con adenitis ganglionar parcial o generalizada, con el rostro edematoso y abotagado,
sobre todo alrededor de los ojos, con los párpados tumefactos y rojos, los labios secos,
agrietados a veces ulcerados en las comisuras; la piel pálida y floja, los músculos blandos,
dando una impresión general de algo “fofo”, gelatinoso. La cabeza generalmente grande,
casi hidrocefalia, se encuentra cubierta a veces de sudores fétidos; las manos están
húmedas y el cuerpo frecuentemente sudoroso. La estatura es más bien baja.

Acción general: El Mercurio actúa en todos los tejidos, pero de manera especial sobre el
sistema linfático, la sangre (su fijación y transporte va mediante el eritrocito, favoreciendo la
degeneración del glóbulo rojo perdiendo albumina y fibrina favoreciendo la coagulación), las
mucosas, las glándulas, la piel, el sistema nervioso, el periostio, los huesos largos, el riñón,
el hígado y los intestinos. Se dan estás localizaciones en un aproximado orden de
importancia. Cabe decir que el mercurio es, tal vez, el medicamento más específicamente
activo del sistema linfático al lado del lodo, las Barytas y las Calcáreas.

Disminuye el transporte activo del azúcar y de los productores del ácido nucleico (función
celular). Inhibe la prolactina (producción de leche), así como la monoxidasa y disminuye la
protección contra los radicales libres (superóxido desmutasa, etc.). De igual forma altera la
membrana celular.

Síntomas mentales: Puede haber en Mercurius dos actitudes relacionadas: el deseo o la

tendencia a matar a otros o a sí mismo, que revelan, en última instancia, la acentuada
tendencia destructiva de la sífilis (aún en la mente), de la que este medicamento es uno
de los principales, o quizás el más importante, de los utilizados en su tratamiento. Hay
deseos de matar, ya a sus seres queridos, a su propio hijo, a su esposo (a quien le implora
que esconda los cuchillos o navajas, porque verlos le produce impulsos de matar); se
agrava si lo contradicen o por la más mínima ofensa; bruscos impulsos de matar durante la
menstruación, especialmente a su esposo a quien adora. Hay una verdadera
tendencia a ser criminal, y su agresividad se manifiesta por su odio a los que lo han
ofendido, su crueldad o perversidad (que puede ser la base real de los anarquistas o
revolucionarios), por ser despreciativo, censurador de todo, insultante, por sus deseos de
pelear o porque considera a cada persona como su enemigo (cree que es perseguido por
enemigos), y llega a creer que es un criminal. Por otra parte, está descontento
siempre y con todo, está disgustado con todo, y consigo mismo, y no tiene valor para vivir;
está cansado de la vida, a veces con sentimientos de culpa (especialmente de noche, y que
lo atormentan o lo ponen muy ansioso), remordimientos (se reprocha) y deseos de morir,
que lo conducen a una marcada tendencia suicida, especialmente durante la menstruación
o mientras transpira, o al ver un instrumento cortante; con cuchillo. Hay pensamientos
suicidas, con miedo a una ventana abierta o a un cuchillo, porque, a menudo, hay un
verdadero miedo al suicidio, que llega al extremo de no querer que lo dejen solo, por temor
a herirse a sí mismo.

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Memoria escasa, débil; para nombres propios, personas o lugares; se olvida de lo que
acaba de leer, de lo que ha dicho o lo que estaba por decir, o a donde va. Tiene un déficit
de ideación, se concentra con dificultad, sobre todo para escribir o calcular (es incapaz de
hacer cálculos), es olvidadizo, está ausente, aturdido y hasta confuso, especialmente
después de comer, no sabe dónde está y llega a perderse en calles bien conocidas o a no
reconocer a sus parientes o a su propia casa. Tiene errores cuando habla (coloca mal las
palabras), al leer, al calcular o cuando habla de lugares o localidades.
Imbéciles (a veces crueles), o desarrollo mental precoz.

 Es el perfecto homeosifilitico (casi todos tus síntomas van a estar en la seriación 3).
 Su modo de ser principalmente es rebelde (volviéndose anarquista/revolucionario-
malo/positivo), observante, deseo de viajar (para ocultarse/aislarse de su
agresividad, pero en el mejor de los casos, también lo usa para conocer lugares
nuevos), presentimiento de muerte, es desconfiado, esta descontento por todo es
IMPULSIVO (a tocar todo, pero especialmente la nariz).
 Su ansiedad va de acuerdo con su conciencia, lo lleva de un lugar a otro, salvación
(pero que no vaya de acuerdo con Dios).
 Su intelecto es embotado, no se concentra fácilmente, no puede hacer cálculos, con
memoria débil y contesta lentamente.
 Con agresividad impulsiva, la persona de Mercurius Vivus es dictatorial, tiene una
disposición a contradecir y es malicioso.
 Su afecto va de acuerdo con la nostalgia (vive un infierno en el presente y quiere
volver al pasado donde no sufría): Siente soledad, abandono, no existe un
sentimiento amoroso por su familia y viceversa (por su forma de ser tan agresiva).
 Tiene demasiada sensibilidad, es irritable principalmente en la noche, al ir a la cama,
al tocarse y en los sobresaltos.
 Con distintos miedos: A la locura, a la falta de control (impaciente), a las desgracias
(estar solo)

➔ Trastorno por: A ser decepcionados, a sentirse solos (por la pérdida del poder), a
tener miedo en la noche, por la pertenencia a lo religioso (dando algo a cambio).

Síntomas generales: Su gran característica es la agravación de noche (o la aparición) de

todos sus síntomas, típica por otra parte, de la sífilis.
Sudores profusos, copiosos (abundantes), acompañando a la mayoría de sus síntomas,
especialmente de noche, y que no lo mejoran, aunque duren toda la noche o hasta está
peor durante la sudoración o después.
Con temblores: Enfermedad de Parkinson ("El mejor remedio general para esta
enfermedad"). Tendencia destructiva de tejidos, a la supuración y a la ulceración. Las
secreciones purulentas de Mercurius son verdosas o amarillo verdosas, son malolientes y
estriadas de sangre, especialmente en las mucosas. Con sed intensa, ardiente, extrema.
Con saliva y aliento desagradable, pútrido.

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Sus ulceraciones son indolentes (no se recuperan rápido), tienden a extenderse, son
superficiales y de difícil tratamiento (con un aspecto blanquecino), poca irritabilidad,
descarga de pus y granulación blanca (difíciles), aparecen en donde existe poco tejido tanto
muscular como adiposo).

➔ Trastorno por: Sudoración, supuración, secreciones purulentas y úlceras.

Agravaciones Mejorías

Por la noche. Por el reposo.

Por el tiempo húmedo o lluvioso. Cuando

los días son calurosos y las noches
húmedas y frías. En otoño. En una
habitación caliente. Por el calor del techo.

Acostado sobre el lado derecho.

Por la transpiración.

Lateralidad: Derecha.

Deseos/aversiones:

● Deseos: De pan con manteca, de pan solo, de manteca sola, de leche, de bebidas
frías, de cerveza, de alimentos líquidos y de dulces.
● Aversiones: A las grasas, a los dulces y a la manteca; a alimentos calientes; a la
carne; al vino.

Síntomas particulares:

● En cabeza: Cefalea aguda, como si estuviera apretada por un cincho; como

consecuencia de la supresión brusca de la transpiración de los pies. Alternancia de
transpiración de los pies y cefalea.
● En ojos: Parpados edematosos, rojos inflamados, aglutinados por una secreción
purulenta de color amarillo, abundante, corrosiva que a veces escurre. Iris con pus
en la cámara anterior del ojo; sensibilidad a la luz brillante.
● DIGESTIVO:
● En boca: Labios con ulceraciones en las comisuras; aliento con horrible
fetidez que se esparce por toda la habitación. Encías hinchadas tumefactas,
esponjosas, fungosas a veces retraídas que supuran fácilmente y sangran al
menor contacto. Dientes movibles en los alvéolos, dando la sensación de ser

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 muy largos, caída de los dientes; odontalgia aguda y pulsátil que mejora
frotándose la mejilla. Salivación exagerada, viscosa y jabonosa que escurre
de la boca hasta empapar la almohada por las noches. Con lengua
inflamada, ancha, blanda, floja, muy húmeda, amarillenta y que conserva la
huella de los dientes en los bordes. Con hambre canina.
● En estómago: Regurgitación de líquidos rancios, digestiones lentas.
● GENITALES:
● Femenino: Reglas muy abundantes y dolorosas, acentuado cólico
menstrual, siendo la sangre negruzca, con coágulos y fétida.

Referencias bibliográficas:

● Lathoud, J. A. (1987). Materia médica homeopática. En Materia Medica

Homeopatica. Albatros.
● Vijnovsky, B. (1978). Tratado de materia médica homeopática. Vijnovsky.
● Kent, J. T. (1980). Materia médica homeopática. In Materia medica homeopatica (pp.
1192-1192).

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