La división del cuerpo humano en regiones superficiales es de gran utilidad , pues facilita

su estudio, y a su vez permite desarrollar la habilidad de orientación en las distintas

partes del organismo determinando de esta manera la situación de las estructuras y
puntos localizados en éstas, ya sean superficiales o externas como profundas o internas.

Por otra parte, en la superficie externa del cuerpo se distinguen numerosas estructuras
anatómicas, principalmente del aparato locomotor, que forman relieves en la piel
(elevaciones y depresiones), las que pueden ser observadas a simple vista o por palpación
y constituyen puntos de referencia para localizar otras estructuras.

En otras palabras, el conocimiento de los detalles anatómicos que sirven de referencia en

la superficie externa del cuerpo humano facilita al especialista realizar el examen físico y la
aplicación de los métodos diagnósticos y terapéuticos que sean necesarios y resultan de
gran utilidad en la ubicación exacta de los puntos a trabajar.

En efecto, al articularse los huesos de la cara entre sí con los de la base del cráneo se
forman regiones comunes de las cuales es necesaria su compresión para el conocimiento
de las partes blandas que se alojan en ellas dado que representan ser elementos
fundamentales que desde el punto de vista osteológico forman regiones comunes estas se
entiende como zonas que constan de partes que componen un organismo partiendo de
esto es importante su estudio y investigación para lograr un aprendizaje más puntual.