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“No fallaremos ni flaquearemos. No nos debilitaremos ni nos cansaremos.

Ni el

choque repentino de la batalla, ni las prolongadas tareas de vigilancia, ni el esfuerzo

nos desgastarán”.

“La historia la escriben los vencedores”.

Winston Churchil

A lo largo de la historia, la labor policial ha sido parte fundamental en el desarrollo

de los pueblos, así como de la construcción social y cultural, partiendo desde la

necesidad de orden, justicia y democracia; por tanto, esta es una labor que nos

compromete a ser mejores cada día, no solo como policías, sino también como

seres humanos.

Ser policías es vocación de servicio, es amor por el uniforme, es compromiso con

toda una nación, es ser solidarios con quienes más lo necesitan, es saber llegar al

punto exacto en el momento correcto.

Ser policía significa que tenemos una profesión, que nos permite siempre ir un paso

adelante de aquel que pretende transgredir la ley, que nos permite ampliar nuestro

espíritu de servicio hacia los demás; ser policía incluso es ofrendar nuestra vida si

fuera necesario, porque así lo juramos un día ante Dios y nuestra bandera.

Somos una Policía profesional, sólida, comprometida con la Patria, que tiene a su

haber mujeres y hombres valerosos, a quienes hoy, ustedes, jóvenes de honor se

suman para fortalecer a nuestra gloriosa Institución, para fortalecernos en la lucha

diaria por un Ecuador seguro y de paz, hoy contamos con todos ustedes, nuevos

policías ecuatorianos, bienvenidos a ser parte de la institución pública más grande


del país, bienvenidos a ser parte de la institución guardiana del orden, de la

institución que es amiga de lo legítimo, de lo correcto, de lo ético, y enemiga frontal

de la delincuencia, de todos aquellos que pretenden irrumpir en la paz y seguridad

de los ecuatorianos, somos enemigos directos de los que pretenden sembrarnos

miedo y doblegarnos, a todos ellos les miramos desde nuestra trinchera con

fortaleza y valentía, y son a ellos mismos a quienes vamos a vencer con honor.

Estamos viviendo momentos de dificultades, sin embargo, aquí estamos nosotros,

aquí están ustedes, quienes, quizá han tomado la mejor decisión de su vida, ser

policías; la tarea no es fácil, esta profesión viene acompañada de grandes retos,

pero también de grandes enseñanzas y aprendizajes constantes, esta profesión nos

da la oportunidad de ser los garantes de la ley y defensores de la vida, de proteger

al débil y someter al malvado.

Hoy, los miramos aquí, llagan siendo jóvenes llenos de sueños, marcando su

destino y el de sus familias; hoy todos ustedes también se deben a la sociedad, a

su institución que les acoge y les abre las puertas con la convicción de que

cumplirán una labor responsable, ética, moral y transparente.

Seguros estamos que, a partir de hoy ustedes son los mejores policías de esta

Patria, que son hombres y mujeres que van a demostrar que son capaces de llegar

muy lejos, incluso, más allá de sus propios límites. En sus manos está, a partir de

este momento, la seguridad de las personas, el orden público y la convivencia

pacífica como bandera de lucha; en sus manos está cumplir y hacer cumplir lo que

dicta la Constitución y las leyes, proteger el Estado de derecho en el que vivimos,

defender la vida y garantizar los derechos y libertades de todas las personas.


En esta oportunidad también es propicio agradecer a sus familias: sus padres,

esposos y esposas, a sus hijos, que desde hoy pasan a formar parte de esta gran

familia policial, quienes también han sido parte importante del esfuerzo y sacrificio

para que ustedes se hayan formado como servidores policiales, recuerden que

serán siempre ellos los vigilantes de su trabajo, serán sus propios jueces y sabrán

aplaudir y reconocer sus logros, sus victorias, sus acciones éticas y correctas, por

lo contrario, serán ellos mismos quienes juzguen si ocurriera lo contrario.

Queridos familiares, nunca dejen de guiar el horizonte del policía que aman, de este

joven que hoy se constituye en un nuevo servidor de la Patria, para que siempre

sea humilde, solidario, íntegro, respetuoso y camine los por senderos correctos,

oren por estos muchachos, oren cada vez que salgan a cumplir con su deber, pues

serán ellos el roble inquebrantable que nuestra sociedad tanto necesita.

Sepan ustedes, que el hecho de que hoy se encuentren aquí, no es mera casualidad

de la vida, en este último año alrededor de 130 mil jóvenes postularon para los

diferentes niveles, todos ellos también deseaban ser policías, y de ellos, 8.500 están

aquí con nosotros, y ustedes son parte de este grupo.

Si han llegado hasta este instante es porque han sabido demostrar de qué están

hechos, que el esfuerzo, sacrificio y la disciplina han sido siempre su carta de

presentación, conserven esto, pues solo así tendrán la oportunidad de tomar

decisiones asertivas en su vida y en su trabajo, sólo así podrán construir una

profesión enmarcada en los valores y principios que en su formación han adquirido.


Es primordial que sepan que, nuestro Mando Institucional está cohesionado,

trabajando por el bienestar de cada policía y de toda la Institución, desarrollando

procesos que beneficien a los servidores policiales y a sus familias.

El proceso de transición, por ejemplo, que por primera vez se está dando en nuestra

institución, sin que haya la necesidad de que pidan la baja, significa un estímulo

para aquellos compañeros que tengan las mejores hojas de vida o un título

profesional, quienes podrán pasar al escalafón de técnicos directivos de forma

inmediata, sin perder sus beneficios.

Estamos avanzando con el fortalecimiento de nuestra Institución, de la que nos

honramos formar parte, la misma que tiene las capacidades de enfrentar a la

delincuencia común y organizada, al terrorismo, al narcotráfico, y para todo ello,

nuestro Mando está articulando acciones que nos permitan estar cada vez más

fortalecidos, capacitados y preparados, para seguir plasmando nuestra historia.

Trabajamos para fortalecer la seguridad, estamos presentes en los momentos más

adversos como los desastres naturales y crisis sociales, donde demostramos que

estamos para ayudar, servir y proteger; trabajamos también para defender la

democracia enmarcados en la ley y siendo respetuosos de los derechos y garantías

de todos los ciudadanos.

Sabemos que ustedes también vienen comprometidos con el país y con la

Institución, siéntanse orgullos de ser parte de la Policía Nacional del Ecuador, la

Institución que tiene una historia y un legado que nos quedará impregnado hasta el
último día de nuestras vidas, lo que también dejaremos para las futuras

generaciones.

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