Está en la página 1de 5

Formichella (2004) realiza un investigación en el Instituto Nacional de Tecnología

Agropecuaria en Buenos Aires, Argentina en dónde contextualiza que el


emprendimiento implica el desarrollo de un proyecto con un objetivo económico,
político o social, caracterizado por la incertidumbre y la innovación. Los
emprendedores son personas con una actitud especial: creativas, capaces de
identificar oportunidades, asumir riesgos y generar impacto en su vida y comunidad.
Tienen alta autoestima, confianza en sí mismos, una gran necesidad de logro y
visión del futuro. Ser emprendedor implica crear algo nuevo o dar un uso diferente a
lo existente, adaptarse a las circunstancias y convertir los desafíos en
oportunidades.
El éxito en un emprendimiento está estrechamente ligado a la actitud del
emprendedor, más que a la suerte. Un emprendedor exitoso es autónomo, sabe
identificar oportunidades de ganancia y está dispuesto a asumir riesgos. Además, la
innovación es una característica esencial del emprendimiento, ya que implica
introducir cambios que generen ventajas para el mercado o la sociedad. Peter
Drucker destaca que los empresarios innovadores ven el cambio como una
oportunidad y están dispuestos a aprovecharlo.
Innovar implica ver lo que otros no ven, pensar de manera diferente y actuar de
forma única. El espíritu emprendedor y la capacidad de una sociedad para
adaptarse a los cambios son fundamentales para el crecimiento económico y el
desarrollo. Según Amartya Sen, el desarrollo se define como la expansión de las
libertades reales de los individuos, lo que incluye aspectos como instituciones
sociales y económicas, servicios de educación y salud, y derechos políticos y
humanos.
El crecimiento económico, definido como la expansión del producto social en función
del tiempo, es importante para el desarrollo, pero no es el único factor determinante.
La riqueza proporciona libertades fundamentales, pero su utilidad varía según otros
elementos que influyen en la vida del individuo. Amartya Sen enfatiza que el
crecimiento económico es necesario pero no suficiente para mejorar la calidad de
vida, ya que no garantiza una distribución equitativa de los beneficios. Las libertades
fundamentales, como las políticas, sociales y económicas, son tanto fines como
medios para el desarrollo, ya que se refuerzan mutuamente y contribuyen al
bienestar de la sociedad.
Una parte importante del emprendimiento es el desarrollo local, el cual surge como
una contraposición ante la globalización, pues se enfoca en el desarrollo de un
determinado territorio, tal como lo menciona Vázquez (2003) el desarrollo local se
puede definir como el proceso que mejora la calidad de vida, superando las
dificultades por medio de la actuación de diferentes agentes socioeconómicos
locales (públicos y privados), con recursos endógenos y fomentando el aumento de
capacidades.
Es importante hacer mención de que el desarrollo local es humano, territorial,
multidimensional, integrado, sistémico, sustentable, institucionalizado, participativo,
planificado e innovador lo que lo convierte en un desarrollo endógeno.
Principales Aportes Teóricos Sobre Emprendimiento
La primera introducción del término entrepreneur fue a inicios del siglo XVIII por el
economista francés Richard Cantillon, lo cual dio pie al estudio del emprendedor, lo
que llevó a que con el tiempo autores como Cantillon (1998) y Burnett (2000)
desarrollarán sus propias definiciones de lo que significa ser un emprendedor.
Igualmente en el año 1880 Alfred Marshall integra al concepto de emprendimiento el
que los factores de producción no son tres, sino cuatro: tierra, trabajo, capital y
organización.
Otro aparte fue el de Ludwig Von Mises quien identificó tres características que
considera esenciales para que un individuo sea considerado emprendedor, siendo la
primera evaluador, seguido por empresario y por último que el emprendedor soporte
la incertidumbre. Pasando con el aporte de Stevenson en 2000 este menciona la
diferencia entre emprendedores exitosos y ejecutivos exitosos, la cual radica en que
el primero tiene cultura emprendedora y el segundo cultura organizacional.
En 1985 Gifford Pinchot popularizó el término entrepreneur al cual considera como
personas que sueñan y logran hacer realidad lo que imaginan, que pueden tomar
una idea y hacerse responsables de innovar y de obtener resultados. Igualmente se
tiene el aporte de Pinchot (1999) que se enfoca en el "espíritu emprendedor" y el
emprendimiento dentro de las organizaciones para crear iniciativas de proyectos y
negocios que ayuden al crecimiento de las mismas.
El estado y la educación son dos factores de vital importancia para el
emprendimiento. Lucas (1988, citado por Formichella, 2004) menciona que la
educación en emprendedorismo puede generar externalidades positivas en la
sociedad, por lo que si está educación se deja en el ámbito privado la cantidad de
educación que será extendida por el área social será inferior a la óptima que se
espera. Es importante destacar en estás circunstancias la intervención del Estado,
debido a que es uno de los medios capaces de distribuir la educación a un sector
público. Esto no quiere decir que la educación del emprendedurismo no pueda
distribuirse de forma privada, más bien debe de ser suministrado de igual forma al
sector público y privado para poder producir suficientes beneficios particulares y
comunitarios que permitan alcanzar una optimización social.
El desempleo y el emprendimiento tienen una relación antigua y ambigua, debido a
que se aprecia de manera destacable que cuando existe desempleo se disminuye el
costo de oportunidad de encarar un emprendimiento (Audretsch, citado por
Formichella, 2004)
En cuestión de emprendimiento y desarrollo Formichella (2004) menciona que en
primer lugar es importante reconocer que la sociedad obtiene importantes
beneficios de la presencia de los emprendedores dentro de ella, por ende, se
expresa que dicha relación a través las innovaciones es capaz de generar
crecimiento y desarrollo socio-económico.
Resultado
Formichella (2004) menciona que existe un círculo virtuoso entre los conceptos de
emprendimiento, educación, desempleo y desarrollo local, asimismo, que el estado
también tiene un importante rol al aporte sobre el mencionado círculo, sobre todo
como proveedor del famoso tema “educación en emprendimiento”, ya que si se deja
únicamente en manos privadas, la provisión sería subóptima y no podrían captarse
las externalidades positivas derivadas del mismo.
Asimismo se menciona implementaciones medidas tendientes a mejorar la
educación en entrepreneurship, en la cual el Estado tiene un importante rol, se logra
aumentar el espíritu emprendedor de los individuos y de esta forma existe una
mayor dotación social de cualidades emprendedoras provocando efectos positivos
tales como la creación de empresas, crecimiento de empresas que ya existen y
generación de autoempleo y por endes razones la disminución del desempleo y con
esto al beneficiario del desarrollo socioeconómico.
Esto trae consigo la disminución de los recursos ociosos en la comunidad que
favorece el crecimiento del producto, ya que, los individuos cuando tienen trabajo
obtienen una mejoría en su autoestima y una mejor calidad de vida.
Conclusión
Formichella (2004) concluye que se ha perseguido el objetivo de revisar algunos
aportes teóricos sobre emprendimiento y analizar la importancia del espíritu
emprendedor en el orden social, se menciona que existe una relación entre el
concepto de emprendimiento y los conceptos de educación, desempleo y desarrollo
local que se deduce en las aptitudes emprendedoras que pueden forjarse y
potenciarse a través de la educación y que gracias a estas actividades
emprendedoras se disminuye el desempleo contribuyendo tanto al desarrollo de un
proyecto emprendedor como para una comunidad.
Referencias:
Formichella, M. M. (2002). El concepto de emprendimiento y su relación con la
educación, el empleo y el desarrollo local. Argentina. Instituto nacional de
tecnología agropecuaria.

También podría gustarte