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NI UN PELO DE TONTO.

Axa es el nombre de un niño bastante tragón, que tiene


continuos malestares, tiene un perro el xoloitzcuintle
que siempre escucha como se queja de su dolor
estomacal, xolo siempre ha escuchado a la gente decir
que es “feísimo, panzón, pelón y sin chiste”

Un día mientras xolo escuchaba a su axa sufrir de


dolores y piensa en la manera de aliviarle: se sienta por
un rato sobre la panza del niño y le da, con sus patitas,
una especie de masaje y el dolor desaparece.

El imaginario popular de nuestro país, la que dice que


estos perros son curativos, pues el calor de su cuerpo
es empleado para mitigar algunos males asociados con
reumatismo, cólico y dolor de estómago.

Una anciana llamada Citlalli, dueña de un puesto del


mercado donde se intercambian animales. Ve al xolo y
lo quiere capturar para cocinarlo. Un día en un descuido de Axa atrapa al animal y
lo encierra junto con otros cuatro perros de su raza.

Encontramos otro de los usos que se les daba a los perros, es decir, su empleo
como alimento en la época prehispánica.

Ante la desaparición del perro, el niño sospecha de la anciana Citlalli, va hasta su


casa y le pide que le devuelva a su perro pero la anciana Citlalli le propone un
trato a cambio de devolverle el perro; si adivina cuál de los 5 xolos es el suyo ella
los liberara a todos pero si no ella se los quedaría.

Axa con miedo acepta y se queda pensando en un plan cuando de repente, se


pone panza arriba y comienza a fingir malestar y uno de los xolos se acerca para
masajear con sus patitas para el tratamiento contra el dolor, y de esta manera axa
adivina cuál de ellos es su perro, victorioso regresa a casa con xolo y los 4 perros
que tenía la anciana

Al final la astucia del niño y la sapiencia del xolo son las que triunfan, pues estos
animalitos, pese a su aparente fealdad, como lo dice el cuento, no tienen ni un
pelo de tontos.

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