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Oración al

Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don,
en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor
consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro
trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta
en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del
hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías
tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el
sendero.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amén.

Yo (N.N) me coloco a los pies de Jesucristo y me rindo a su Señorío, me ato a su santa voluntad, me amarro
con los lazos infinitos de su misericordia, abro mi corazón de par en par para que penetre e invada todo mi
ser.

En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo muerto y resucitado, yo clamo y reclamo su preciosa sangre sobre
mi, sobre mi familia, sobre mis bienes espirituales y materiales.

Yo sello mi corazón para que con tu Sangre Preciosa sea limpiados de odios, resentimientos, temores,
angustia, soledad, tristeza, dolor, etc.

Yo (N.N) sello mi espíritu en la Sangre Preciosa de Jesús. Yo (N.N) sello mi alma en la Sangre Preciosa de
Jesús. Yo (N.N) sello mi mente y voluntad en la Sangre Preciosa de Jesús. Yo (N.N) sello mi pasado y mi
presente en la Sangre Preciosa de Jesús. Sello a mis hijos (nombrarlos) para que ante el sello poderoso de la
Sangre de Jesús huya toda la fuerza del mal. Aplico la Sangre de Jesús sobre mi casa y los que habitan en
ella.

Derramo la Sangre de Jesús en mi trabajo o negocio para que queden sellados y ninguna potencia del maligno
puedan hacerme daño.

Amén

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